El enfoque comunicativo en la enseñanza de las lenguas clásicas. Introducción. El Colegio de Ciencias y Humanidades es uno de los dos bachilleratos de la UNAM. Surge como un modelo educativo con carácter de innovación permanente del quehacer académico. Su plan de estudios, de índole propedéutica, conjuga las disciplinas de carácter científico y humanístico con el propósito de proporcionar a sus estudiantes un conjunto de conocimientos básicos con los que puedan acceder, con probabilidades de éxito, al nivel de estudios superiores. el plan comprende cuatro áreas de conocimientos: Talleres de lenguaje y Comunicación, Matemáticas, Ciencias Experimentales y Ciencias Histórico-Sociales. El griego y el latín, materias con carácter optativo y pertenecientes al Área de Talleres, se cursan en el quinto y sexto semestres y deben ser tratadas con un enfoque comunicativo de acuerdo al nuevo plan de estudios del 2003. El promedio de edad de los estudiantes varía entre los 17 y 21 años, dependiendo del turno en que estén inscritos. La mayoría de profesores de Letras Clásicas que imparten estas materias las han trabajado desde la fundación del Colegio (1971), bajo el método de gramática-traducción. Sin embargo, en el año de 1996 se realizó un cambio en el plan de estudios y la propuesta fue tratar al griego y al latín a partir de textos originales que mostraran el legado de Grecia y de Roma. Los conocimientos de estas materias giraban en tres ejes: el cultural, el morfosintáctico y el lexicológico. Estos cambios no se aceptaron fácilmente por algunos profesores acostumbrados al método tradicional. Ahora en el tiempo presente, con un nuevo plan de estudios actualizado, se nos pide a los maestros de lenguas clásicas, que tratemos al griego y al latín con una función comunicativa, a partir del texto escrito, a fin de desarrollar sus habilidades lingüísticas (especialmente la comprensión de lectura) en segunda lengua. Fundamentación. En el presente estudio se pretende investigar algunos principios del enfoque comunicativo en la enseñanza de lenguas en general, para incorporarlos a la enseñanza (de la comprensión de textos, de la gramática, del léxico) del griego y latín clásicos en el bachillerato universitario. Esta investigación pretende , por consiguiente, resolver diversos problemas: 1. Los maestros de letras clásicas no conocemos qué es el enfoque comunicativo. 2. También desconocemos sí es posible aplicar todo o alguna parte del enfoque comunicativo a las materias de griego y latín. Por lo que, el presente trabajo consistirá en primer lugar definir qué es el enfoque comunicativo y en segundo lugar, la aplicación del enfoque comunicativo a las lenguas 1 clásicas ¿Qué elementos se pueden utilizar? que partes es posible aplicar a las materias de griego y latín. Metodología. El campo de estudio se sitúa dentro de la corriente de la Lingüística Aplicada, especialmente, dentro del campo de la Adquisición de una Lengua Extranjera, también está la psicolingüística de la lengua para aportar una nueva metodología de enseñanza. Por lo que respecta a trabajos de investigación de las lenguas clásicas realizados con un enfoque comunicativo, solamente encontré una propuesta en la materia de latín, que parte del método de Oerberg, Lengua Latina. También hay una tesis sobre el griego moderno, el problema de los casos en los hispanohablantes. Por tanto, este trabajo es novedoso, vanguardista y exploratorio en el campo de las letras clásicas. Resultados Los resultados de esta investigación servirán para varias aplicaciones como son: la formación de profesores, la reelaboración de los nuevos programas de griego y latín con un enfoque comunicativo, sus objetivos de aprendizaje acordes al enfoque, la elaboración de estrategias de enseñanza-aprendizaje, así como en la elaboración de material didáctico para la enseñanza del griego y del latín dentro del bachillerato del Colegio de Ciencias y Humanidades. Discusión y Conclusión 1. Introducción a la lingüística aplicada. Es precisamente la lingüística la fuente de dónde provienen las diversas ideas que sobre la lengua poseemos y que han constituido en buena medida la directriz general acerca de qué enseñar cuando se enseña lengua. Alrededor de 1960 hay un interés por utilizar las aportaciones de la lingüística en el diseño de cursos de lenguas extranjeras. El estudio científico de algunos idiomas contaba con análisis lingüísticos hechos por diversas escuelas que se traducían en inventarios de estructuras, vocabulario y de elementos fonéticos para fundamentar la selección de los contenidos de un curso. La enseñanza de idiomas retomó estos inventarios originados a partir de la lingüística teórica y los transformó en la materia prima de los cursos. Del mismo modo, la lingüística contaba entonces con descripciones que comparaban las estructuras sintácticas, áreas del léxico y los sistemas fonéticos de dos idiomas, en un campo de estudio que se le dio el nombre de lingüística contrastiva. Fue a partir de 1969, en el Segundo Congreso Internacional de Cambridge donde se puede hablar propiamente de lingüística aplicada, como una disciplina interrelacionada con múltiples áreas de conocimiento y en evolución, al tratarse temas como: la psicología del aprendizaje de segundas lenguas, la tecnología en la enseñanza de lenguas, la investigación 2 del habla y sus aplicaciones, materiales y metodología de la enseñanza de lenguas y materiales de tests lingüísticos. En el presente la lingüística aplicada se ha ampliado hasta entenderse como una disciplina que busca enfrentar necesidades sociales de muy diversa índole relacionadas con el lenguaje. Las aplicaciones de la lingüística tratan con áreas tales como lexicografía, la traducción e interpretación, la descripción y terapia del problema del lenguaje, la planeación de políticas gubernamentales, bilingüismo, multilingüismo, lingüística forense, con relación a los avances tecnológicos, la telemática, la evaluación por medio de computadoras, nuevas perspectivas en formación de maestros de L2, la traducción y la lexicografía. 2. La lingüística aplicada a la enseñanza y el aprendizaje de lenguas extranjeras. El campo en el que la lingüística aplicada ha visto mayor cantidad de resultados es en el de la enseñanza de lenguas extranjeras. Sus tareas principales en este terreno son la enseñanza de idiomas, la formación de profesores y el desarrollo curricular. En relación con la enseñanza de idiomas es notable su contribución en profesionalizar al maestro. El enfoque comunicativo es una de las contribuciones de la lingüística aplicada que ha transformado radicalmente la enseñanza de lenguas extranjeras en las últimas décadas. Esta nueva perspectiva representa una revolución en los contenidos de curso, la metodología de enseñanza y la evaluación, frente a los cursos gramaticales, audiolinguales o estructuralistas anteriores. Mientras que estos últimos construían sus programas y materiales con base en un inventario de componentes fonológicos, léxicos, morfológicos y de estructuras sintácticas, el enfoque comunicativo fundamenta su trabajo en el desarrollo de la “competencia” comunicativa del aprendiente. En otras palabras, en proporcionar al aprendiente las herramientas del lenguaje para comunicarse adecuadamente en concordancia con cada situación, momento o interlocutor o interlocutores en particular. El enfoque comunicativo refleja el carácter multidisciplinario e interdisciplinario de la lingüística aplicada. La visión del lenguaje como un instrumento de comunicación que se encuentra en la base misma del enfoque surge de la sociolingüistica, un área de conocimiento que se ocupa del estudio del lenguaje en relación con factores sociales. De la etnolingüística, que estudia las relaciones entre lenguaje y cultura, pensamiento y visión del mundo. La psicolingüística, una disciplina que se ocupa de los procesos de aprendizaje, comprensión y producción de la lengua aporta conocimientos que apoya la creación de nuevas metodologías de enseñanza. Los conceptos de “competencia” y “realización” o “actuación” lingüísticas subyacentes en muchos diseños pedagógicos actuales provienen de Noam Chomsky (1965), uno de los grandes teóricos de la lingüística pura del siglo pasado. La introducción del enfoque comunicativo vino acompañada por teorías cognitivas del aprendizaje, en fuerte contraste con las teorías conductistas de la etapa anterior. Los conocimientos de psicología del lenguaje, fructificaron dentro del enfoque comunicativo y 3 le proporcionaron herramientas para cambios notables dentro del salón de clases, tales como la adopción de una actitud nueva hacia los errores de los alumnos, las actividades de enseñanza-aprendizaje basadas en la solución de problemas o un punto de vista nuevo sobre la importancia de un “input” lingüístico abundante y comprensible para propiciar la adquisición de L2. 3. El enfoque comunicativo. ¿Qué es el enfoque comunicativo? El enfoque comunicativo (en inglés, Communicative Approach) se conoce también como enseñanza comunicativa de la lengua (en inglés, Communicative Language Teaching), como enfoque nocional-funcional (en inglés, Notional-functional Approach) o como enfoque funcional (en inglés, Functional Approach). De su apelativo se desprende que con este modelo didáctico se pretende capacitar al aprendiente para una comunicación real -no sólo en la vertiente oral, sino también en la escrita- con otros hablantes de la LE; con este propósito, en el proceso instructivo a menudo se emplean textos, grabaciones y materiales auténticos y se realizan actividades que procuran imitar con fidelidad la realidad de fuera del aula. El debilitamiento del enfoque oral y del método audiolingüe favorece el florecimiento de nuevas propuestas didácticas. A finales de los años 60 del siglo XX algunos lingüistas británicos -C. Candlin y H. Widdowson, entre otros- creyeron que el objetivo en el aprendizaje de la LE debería ser el desarrollo de la competencia comunicativa y no sólo de la competencia lingüística. Esta nueva concepción de la enseñanza / aprendizaje de la LE recoge las aportaciones de varios campos de investigación, tales como la lingüística funcional británica (por ejemplo, J. Firth y M. A. K. Halliday), la sociolingüística estadounidense (por ejemplo, D. Hymes, J. Gumperz y W. Labov) y la filosofía del lenguaje o pragmalingüística (por ejemplo, J. Austin y J. Searle). A instancias del Consejo de Europa, los académicos europeos aúnan sus esfuerzos para desarrollar una alternativa acorde con la realidad social, económica, política y cultural de la Europa moderna; el fruto recibe el nombre de enfoque comunicativo. El origen de este enfoque tiene que ver de forma fundamental con las teorías lingüísticas orientadas hacia el estudio de los usos comunicativos de las personas y de lo que hacen los hablantes (o escribientes) con la lengua, en oposición a las teorías lingüísticas centradas en el estudio de la lengua como sistema abstracto. La comunicación no es un mero producto, sino más bien un proceso, que se lleva a cabo con un propósito concreto, entre unos interlocutores concretos, en una situación concreta. Por consiguiente, no basta con que los aprendientes asimilen un cúmulo de datos vocabulario, reglas, funciones...-; es imprescindible, además, que aprendan a utilizar esos conocimientos para negociar el significado. Para ello deben participan en tareas reales, en las que la lengua sea un medio para alcanzar un fin, no un fin en sí misma; p. ejemplo, consultar un horario de aviones para saber si hay vuelo directo de Barcelona a Singapur, y no, p. ejemplo, para poder responder a las preguntas del libro. La interacción oral entre los alumnos es muy frecuente: en parejas, en tríos, en grupos mayores o entre toda la clase. 4 Según los planteamientos de Michael Canale y Merril Swain (1996) los principios rectores para un enfoque comunicativo son los siguientes: a. La competencia comunicativa se compone al menos de competencia gramatical, competencia sociolingüística y estrategias de comunicación o competencia estratégica. El primer objetivo de un enfoque comunicativo deberá ser el facilitar la integración de estos tres tipos de conocimiento y su adquisición por los estudiantes. b. Un enfoque comunicativo debe partir de las necesidades de comunicación del aprendiz y dar respuesta a las mismas. Resulta de particular importancia basar el enfoque comunicativo en las variedades de la lengua que el aprendiz se encontrará con mayor probabilidad en el marco de situaciones comunicativas reales. En el ámbito escolar, esas situaciones las define el currículum. c. Responder a necesidades comunicativas auténticas en situaciones reales. La exposición del alumno a situaciones de comunicación realistas resultará crucial si nuestro deseo es que la competencia comunicativa le lleve a lograr la confianza en la comunicación. d. Permitir que infieran connotaciones y valores sociales implícitos en los enunciados. Se hará un uso lo más completo posible de aquellos aspectos de la competencia comunicativa que el alumno haya adquirido a través de la apropiación y el uso de su lengua materna y que resulten coincidentes con las destrezas comunicativas que se precisan para dominar la lengua extranjera. 4. Competencia comunicativa. El enfoque comunicativo nos da una serie infinita de funciones las cuales son difíciles de enseñar pues el profesor debe hacer que el alumno conozca la forma de hablar teniendo en cuenta con quien, que y cuando lo hace y esto no es más que darle a los alumnos la competencia comunicativa. Así pues, la finalidad que se persigue en esta área es aprender a comunicarse en lengua extranjera, favoreciendo su uso instrumental, lo que implica adoptar un enfoque basado en la comunicación y en el desarrollo progresivo de la competencia comunicativa. En la enseñanza tradicional solamente prestamos atención a la competencia lingüística, y nos concentramos todo el tiempo en enseñar la fonética, la morfología, la sintaxis y la semántica y todo lo que tiene que ver con la corrección de la lengua, sin embargo existen otras competencias o subcompetencias. Esas subcompetencias son: - Competencia lingüística, o capacidad de reconocer y utilizar las funciones del lenguaje con que satisfacer las necesidades comunicativas que se plantean en una situación dada, usando adecuadamente los elementos semánticos, morfosintácticos, fonológicos y prosódicos. Sobre el desarrollo de la competencia comunicativa debemos decir que existen tres aspectos: expresión, lo que se dice, se informa; interpretación y negociación. 5 - Competencia sociolingüística, o capacidad de producir enunciados adecuados dentro de un contexto o situación de comunicación, teniendo en cuenta que la elección de formas lingüísticas y modos de expresión está condicionada por los parámetros de la misma (intención de enunciación, relación entre interlocutores, objeto de la comunicación, etc.). Es la necesidad que tiene el hablante de conocer lo que es o no correcto en determinadas ocasiones. - Competencia discursiva o pragmática como la capacidad de interpretar y producir diferentes tipos de textos, orales y escritos, organizados en función del contexto donde son interpretados o producidos, respetando su estructura textual específica. No es más que la coherencia y cohesión, no sólo al escribir sino al hablar también, que debe tener el hablante para expresar sus sentimientos por encima del nivel de la oración. - Competencia estratégica, o capacidad de recurrir a estrategias de comunicación, verbales o no, tendentes a compensar lagunas o interrupciones en la comunicación. Ésta presente cuando uno se siente perdido en una conversación o lectura, cuando la comunicación se ha roto y uno de los hablantes debe pedir explicación para la comprensión y el otro expresa la misma idea de formas diferentes, para así hacer fluir la conversación. - Competencia semiológica. Conocimientos, habilidades y actitudes en el análisis de los usos y formas icono-verbales de los medios de comunicación y de la publicación. - Competencia literaria. Capacidad de producción y comprensión de textos literarios. Para arribar a la competencia comunicativa es necesario que se conjuguen otras competencias: conocimiento del código, regulación de la interacción entre enunciador y enunciatario, análisis de la imagen, adecuación del texto al contexto, distintas clases de usos de la lengua, comprensión y producción de diversos tipos de textos, comprensión y producción de textos literarios. Conclusiones. Los nuevos enfoques en la educación proponen “dejar de entender la enseñanza como una mera transmisión de conocimientos por parte del profesorado para poner el acento en la construcción del conocimiento por parte de los estudiantes (Nussbaum, 1996:15). Este cambio en la orientación educativa plantea la importancia sustancial de la interacción de los individuos en la construcción del conocimiento. El aprender a aprender es uno de principios pedagógicos del CCH. Así, el enfoque comunicativo es una propuesta eminentemente didáctica que pone el acento en la distinción de los diversos usos de la lengua y en la necesidad de propiciar en los estudiantes la competencia comunicativa. El enfoque comunicativo de la enseñanza de la lengua sustituye la norma como único referente tal y como la planteaban las gramáticas 6 prescriptitas para dar paso a la noción de uso de la lengua como un conjunto de estrategias de interacción social que se orientan a la negociación cultural de los significados en situaciones concretas de comunicación. Nos encontramos con una percepción de la lengua en la que lo que interesa no es enseñar nociones o cuestiones acerca de ella, sino desarrollar la competencia comunicativa de los estudiantes entendida como un conjunto de procesos y conocimientos de diversa índole (lingüísticos, estratégicos, sociolingüísticos, textuales, semiológicos, literarios). La lengua deja de tener un sentido estático y lineal para convertirse en un proceso cooperativo en el cual se interpretan las intenciones comunicativas de los hablantes. Consideradas las distintas competencias que se ponen en juego para lograr la competencia comunicativa es natural que el eje de la gramática prescriptita que era la oración deje de serlo y cambie la unidad de sentido por la diversidad discursiva que se manifiesta en textos, es decir, el trabajo en el aula se hará sobre la totalidad textual no sobre oraciones ni fragmentos. Los programas de griego y latín del CCH basan su enseñanzaaprendizaje a partir de los textos. La introducción del enfoque comunicativo no significa dejar de lado todos nuestros saberes disciplinarios y didácticos, es decir, empezar de cero. No es así, no debe ni puede ser así. El hecho de que ahora aparezcan nuevos objetivos y nuevos contenidos en nuestros programas de estudio, no significa un borrón y cuenta nueva, pero sí indudablemente un replanteamiento y una nueva jerarquización de los mismos. Además, antes de que el enfoque comunicativo fuera una realidad curricular, seguramente muchos profesores de lengua aplicaban en el aula un sinfín de estrategias y procedimientos afines al mismo. El enfoque comunicativo más bien viene a reforzar estas prácticas, a garantizarles un espacio curricular y a proporcionar elementos para hacer de la clase de lengua un lugar que privilegie el desarrollo de las habilidades necesarias para aspirar a una competencia comunicativa. Habilidades de comprensión - Escuchar y leer Habilidades de producción - Hablar y escribir. Martínez M. G.T, López Villalva, Gracida J. Y. (2004), señalan que la lingüística no es prescriptita para la enseñanza de la lengua. Es decir, los avances teóricos en lingüística no pretenden ni pueden normar el uso de la lengua. No se trata de trasladar automáticamente la terminología de un campo a otro, ni de sustituir una teoría por otra en los programas de estudio. Toca a los especialistas en didáctica y a los profesores formular nociones operativas de conceptos como texto, coherencia, cohesión, etc., así como diseñar nuevas estrategias de enseñanza o mejorar las que ya empleaban. Una vez que el profesor ha comprendido en qué consiste el enfoque comunicativo, de dónde vine y qué pretende, el paso siguiente, al que le debiera dedicar mayor tiempo, es el diseño, aplicación y evaluación constante de estrategias de enseñanza. Ése tendría que ser el núcleo de su esfuerzo y desarrollo profesional. Un replanteamiento de objetivos conduce a un replanteamiento acerca de cómo enseñar. 7 También Martínez M. G.T, López Villalva, Gracida J. Y. (2004), mencionan que el enfoque comunicativo se encuentra en su fase de construcción. Con aproximadamente 11 años de vida curricular dentro de la República Mexicana, no es arriesgado decir que el factor determinante para que se alcancen sus objetivos-desarrollar las habilidades de producción y comprensión textual- es el diseño de estrategias de enseñanza, proceso que se encuentra en plena construcción. La aplicación de una estrategia debe forzosamente contextuarse de acuerdo con la solución del problema por resolver. Debe haber un objetivo claro de lo que hay que solucionar, así como un seguimiento y evaluación de lo conseguido de acuerdo con el objetivo. Los proyectos son tareas típicas del enfoque comunicativo que pueden durar desde un rato hasta un curso académico. En la realización de un proyecto típico se comienza por decidir el tema y los participantes; se elabora un esquema y un calendario de trabajo y se reparten los papeles; se busca información y ésta se procesa; se redacta un informe final y/o se expone ante la clase. El libro de texto se considera un apoyo material valioso, pero no el eje de la instrucción. También se emplean otros tipos de materiales didácticos -p. ejemplo, cartulinas para tareas de resolución de problemas en grupo- y auténticos -revistas, folletos turísticos, billetes de transporte público, etc.-, así como objetos de uso corriente: una cámara fotográfica, un reloj-despertador, etc. (si la ocasión lo requiere, con los manuales de instrucciones correspondientes). El aula se convierte entonces en un espacio privilegiado de interacción en el que se combinan la comunicación oral, la escrita, la no-verbal. El alumnado ejercita un papel activo como sujeto de aprendizaje y se convierte en protagonista en un espacio que con frecuencia era sólo eje de la omnipresencia docente. El repertorio de papeles que desempeña el profesor es bastante amplio: analizar las necesidades de los alumnos, crear situaciones de comunicación, organizar actividades, asesorar, participar como un compañero más, observar el desarrollo de las tareas en el aula, elaborar materiales, etc. En definitiva, la función del profesor es facilitar el aprendizaje, fomentando, a la vez, la cooperación entre los alumnos, quienes son los verdaderos protagonistas; éste es, pues, un enfoque centrado en el alumno. En la evaluación de los alumnos se atiende tanto a la corrección como a la fluidez. La evaluación no se limita al producto, sino que abarca todo el proceso; se trata de determinar en qué momento o en qué sentido conviene modificar algún aspecto del proceso instructivo. En realidad, el enfoque comunicativo constituye una superación de los modelos anteriores, ya que no niega la importancia de la competencia lingüística, sino que va más allá, en busca de una auténtica competencia comunicativa. 8 Finalmente, todos los conocimientos relacionados con lo gramatical y lo léxico deben estar al servicio de la coherencia. En el enfoque comunicativo, la información gramatical se integra con otros contenidos de tipo procesual (cómo escribir) y actitudinal (el valor de mejorar nuestra escritura). Mesografía. Brown, R. (1981). Un estudio sobre lenguaje y cognición. Psicolingüística. Algunos aspectos acerca de la adquisición del lenguaje. 241-260. Brumfit, C.J. (1995) “Teacher professionalism and research”, en: G. Cook y B. Seidlhofer Principle and Practice in Applied Linguistics. Oxford. Oxford University Press, 27-42. Canale, M. y M. Swain (1996). “Fundamentos teóricos de los enfoque comunicativos” en Signos. Teoría y práctica de la educación, núm. 18, abril-junio de 1996. Da Silva Games C. H. M. y Signoret D. A. (2005). Las teorías del aprendizaje y la enseñanza de lenguas. Temas sobre la adquisición de una segunda lengua. 47-108. Díaz-Barriga A. F. y Hernández R. G. (2002). Estrategias para el aprendizaje significativo II: comprensión y composición de textos. Estrategias docentes para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista. 271- 348. Chomsky, N. (1965). Aspects of the Theory of Syntax. Cambridge. MIT Press. Littlewood, T. W. (1996). La enseñanza comunicativa de idiomas: introducción al enfoque comunicativo. Martínez A. C. (s.f.). Artículos sobre didáctica de las lenguas clásicas. Extraído el 25 de abril del 2006 desde http://www.erasmusreloaded.com/linguagraeca/index.htm Martínez M.G.T. (2004). Del texto y sus contextos. Ed. Edere. Nussbaum, L. y A. Tusón. “El aula como espacio cultural y discursivo”, en Signos. Teoría y práctica de la educación. Núm. 17, enero-marzo de 1996. 9