Los problemas binoculares, uno de los factores clave en retrasos y

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 NOTA DE PRENSA
Los problemas binoculares, uno de los factores
clave en retrasos y fracaso escolar
“El 30% de los escolares sufre disfunciones visuales que pueden conducir a
problemas en el aprendizaje. Además, los problemas binoculares, como
ambliopías y estrabismos, pueden dar lugar a fatiga visual, malestar y afectan
considerablemente a la eficacia de la lectura y el aprendizaje de los
escolares”, afirma Juan Carlos Martínez Moral, presidente del Consejo
General de Colegios de Ópticos-Optometristas.
La lectura es un proceso de aprendizaje que se inicia en la edad preescolar y
continúa más allá de la etapa académica del ser humano. Durante ese proceso el
niño utiliza su sistema visual para transportar al cerebro toda información de lo
que se lee para su interpretación y análisis. Esto significa que lo primero que
tiene que hacer un niño durante el aprendizaje es ver bien. En consecuencia, en
estas fechas de regreso a las aulas, una buena visión binocular puede ser clave
entre el éxito y el fracaso escolar.
Según los informes PISA (Programa para la Evaluación Internacional de los
Alumnos) de 2009 y 2012, el número de fracasos escolares en España supera la
media europea. El retraso o fracaso escolar es el resultado de la incapacidad de
los niños de conseguir el rendimiento escolar establecido por los centros
educacionales autorizados y, en un porcentaje alto cercano al 30 por ciento, este
problema no está relacionado con las capacidades o inteligencia de los alumnos,
sino con anomalías visuales de índole refractivas. Según Juan Carlos Martínez
Moral, presidente del Consejo General de Colegios de Ópticos-Optometristas,
“en estas fechas en las que los estudiantes regresan a las aulas después de las
vacaciones, resulta esencial que su visión sea perfecta, para lo cual es
imprescindible que a todos los niños en edad escolar se les realice un examen
visual completo por parte de profesionales ópticos-optometristas, especialistas
sanitarios de atención primaria de la Salud Visual”.
El aprendizaje en las aulas se lleva a cabo mediante procesos complejos e
interrelacionados, siendo la visión uno de los más importantes, por lo que
resulta básico llevar a cabo a estas edades tempranas revisiones visuales
periódicas con el objetivo de descartar defectos refractivos como la miopía,
hipermetropía, astigmatismo, etcétera, y fundamentalmente las disfunciones
binoculares, uno de los problemas visuales que más influyen en el retraso
escolar. “Un problema de aprendizaje relacionado con la visión puede deberse a
cualquier disfunción visual que repercuta en la lectura. Hay que tener en cuenta
que las disfunciones binoculares incapacitan al escolar para fusionar las
imágenes del ojo derecho e izquierdo y obtener una imagen única y
tridimensional, por lo que esta disfunción puede dar lugar a fatiga visual,
malestar y afecta considerablemente a la eficacia de la lectura y el aprendizaje”,
explicó el presidente del Consejo General, Juan Carlos Martínez Moral.
Los problemas binoculares afectan sobre todo a niños en edad escolar. Un
tratamiento específico llevado a cabo y controlado por ópticos-optometristas
resulta más eficaz cuanto más joven es la persona. Tiene una fase crítica tras la
cual la recuperación no es posible, de ahí la importancia de su detección a
tiempo.
Las familias, además de los profesores, tienen un rol fundamental para detectar
estos problemas visuales mediante una serie de recomendaciones sencillas:
• Prestar atención a si el niño se acerca mucho a los libros o a la televisión.
• Distracción continuada al leer y baja comprensión de lo leído.
• Valorar si el niño se fatiga cuando está sometido a estímulos visuales.
• Mala escritura a mano.
• Si el niño acusa de tener la visión borrosa, tanto de lejos como de cerca.
• Fijarse en si entorna los ojos para mirar o fijarse en detalles lejanos.
• Observar si adopta posiciones de tortícolis (cuello torcido) cuando lee o
hace los deberes, que a la larga pueden manifestarse como dolores de
cuello o espalda, e incluso cronificarse.
• Astenopía (visión borrosa, fatiga visual y dolor de cabeza) con
frecuencia.
• Hiperactividad durante la clase.
• Inversión de letras o números.
• Bajo rendimiento escolar
En definitiva, muchos de los síntomas de deficiencias visuales pueden
confundirse con síntomas que también aparecen en algunos trastornos del
aprendizaje. “Y algunos trastornos del aprendizaje llevan asociados problemas
de visión, por lo que, siempre que un niño tenga dificultades con sus tareas
escolares la primera estrategia es buscar las causas que las producen a través de
la participación de maestros, psicólogos y ópticos-optometristas”, concluye
Juan Carlos Martínez Moral.
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