La pesquería de pequeños pelágicos de Panamá, evaluación poblacional y recomendaciones para un Plan de Manejo Marzo 2015 Elaborado por el Equipo Técnico de CeDePesca con la colaboración de la Autoridad de los Recursos Acuáticos de Panamá y Promarina SA La pesquería de pequeños pelágicos de Panamá La pesquería está basada en las siguientes especies principales: anchoveta o sardina (Cetengraulis mysticetus) y arenque de hebra (principalmente Opisthonema libertate y Opisthonema medirastre). Sobre una base oportunista también es capturada la orqueta (Chloroscombrus orqueta) y otras especies de pequeños pelágicos en mucho menor volumen. La pesquería se inició en la década del ´50 con la anchoveta como especie objetivo a ser utilizada como carnada en la pesquería de atún, pero en los ´60 adquirió importancia para la fabricación de harina y aceite de pescado, alcanzando probablemente a partir de 1966 su estado de plena explotación. Gráfico 1: Evolución histórica pesquería de pequeños pelágicos 1956-2014. Fuentes: FISTAT y Promarina Observando los datos de captura en Gráfico 1 pueden observarse las diversas etapas de la pesquería de anchoveta. Hasta 1965 fue una pesquería en desarrollo. A partir de 1966 y hasta 1975 las capturas oscilaron alrededor de 45 mil toneladas. A partir de 1976 y hasta 2001 las capturas crecen sustantivamente, posiblemente por una combinación de mayor productividad y sobre-explotación. Gráfico 2: Indice de afloramiento (línea roja punteada, fuente: De Croz et. Al. 2003) y desembarque de anchoveta (línea azul entera) 1966-2000. La línea verde muestra la media de ambas curvas. En el Gráfico 2 puede observarse que a partir de 1976 un afloramiento muy fuerte pudo haber creado un efecto de gran abundancia y, a pesar de que entre 1978 y 1984 los afloramientos fueron muy débiles, se sostuvo un fuerte crecimiento de los desembarques que se incrementó aún más, hasta 137 mil toneladas, con un pico de 240 mil toneladas en 1985. La idea de una sobre-explotación en aquellos años se sustentaría en el hecho de que a pesar de muy importantes afloramientos en los años 1986-1987, 1989-1990, y 1994-1995, el promedio de captura bajó a alrededor de 75 mil toneladas. A partir del año 2004 se nota una caída en los rendimientos, posiblemente relacionado con un debilitamiento del afloramiento a partir del año 2003, cayendo las capturas hasta alrededor de 50 mil toneladas. Tomando en cuenta dicha situación, en 2006 las dos empresas participantes de la pesquería decidieron reducir voluntariamente el esfuerzo, pasando progresivamente de 30 a 15 naves operativas, reduciendo asimismo la capacidad de procesamiento mediante el cierre de una de las dos plantas de fabricación de harina y aceite de pescado. Es importante notar que la creciente contaminación de la Bahía de Panamá y la reducción del área de manglares en la zona de Juan Díaz pueden haber influido en el deterioro de los procesos reproductivos y alimentarios, altamente costeros, tanto de la anchoveta como del arenque. Para comprender el desempeño de la pesquería en su conjunto es fundamental comprender en primer lugar el desempeño de la fracción que corresponde a anchoveta, ya que entre abril y julio esta es la especie principal, y cuando muestra signos de desove, los propios pescadores deciden rotar hacia el arenque. Hacia fines de octubre, posiblemente con fines reproductivos, el arenque abandona las áreas de pesca y los rendimientos bajan ostensiblemente, ante lo cual la flota, lejos de perseguir el recurso, suspende sus actividades hasta abril del año siguiente. Los siguientes gráficos resultan útiles para comprender mejor esta dinámica: 1500 1000 Arenque 500 Anchoveta 0 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 Gráfico 4: Cantidad de viajes de pesca 1995-2014. Fuente: Promarina 80000 60000 40000 20000 0 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 Gráfico 5: Desembarques de anchoveta y arenque 1995-2014. Fuente: Promarina Arenque Anchoveta 100,00 80,00 60,00 40,00 Arenque Anchoveta 20,00 0,00 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 Gráfico 6: CPUE (Captura por unidad de esfuerzo –viaje de pesca-) para anchoveta y arenque 19952014. Elaboración CeDePesca. En el gráfico 4 se observa que cuando la cantidad de viajes a anchoveta se reduce aumenta la cantidad de viajes a arenque. Relacionando este gráfico con el gráfico 5, puede observarse que hay menos viajes a anchoveta cuando hay menos captura de ese recurso, porque en esta pesquería el esfuerzo (y la captura) dependen de la disponibilidad. Es decir, pareciera que cuando no se consiguió suficiente anchoveta en los primeros meses de la temporada, se destina un mayor esfuerzo a la captura de arenque en los últimos meses. Por último, el gráfico 6 ilustra la razón por la cual la anchoveta es lo primero: los rendimientos (CPUE) de cada viaje son mucho mayores, casi el doble que cuando van a arenque, ya que este último es mucho más móvil y elusivo. Lamentablemente, el presente análisis revela que la importante información disponible de esfuerzo y captura no permite inferir la abundancia de estos stocks. La conducta de la flota, que reduce el esfuerzo cuando la abundancia o la disponibilidad es menor (conformando una situación de CPUE híper-estable) no permite utilizar el CPUE como indicador de abundancia. Por ello es importante mantener la recolecta de información sobre el tiempo de búsqueda entre lances exitosos a partir del arribo a zona de pesca, a través del programa de Observadores a Bordo, para poder obtener índices de abundancia aplicables en modelos de evaluación global como el de Schäeffer para estos dos recursos. Del mapeo de las zonas de operación (Ver Gráfico 7) y su comparación con la campaña efectuada en el año 1987 por el buque de investigación Fridtjof Nansen (Gráfico 8), puede observarse que las estimaciones hidroacústicas de este buque solo se efectuaron en profundidades mayores a las 10 brazas, fuera de las zonas de pesca habituales, donde las aguas son más claras y la operación de las redes de cerco es poco efectiva. Asimismo, en mayo y en agosto, dicha campaña encontró importantes concentraciones de arenque y otras especies en zonas muy centrales del Golfo, totalmente alejadas de la costa, donde los barcos pesqueros habitualmente no encuentran estos recursos. Es por lo tanto muy importante para la evaluación futura de estos stocks comprender mejor estos ciclos migratorios a través de estudios específicos, por ejemplo, mediante evaluación hidroacústica. Tomando en cuenta estas limitaciones espaciales y temporales, es un punto de partida interesante saber que la biomasa de arenque fue estimada en unas 76 mil toneladas y la de anchoveta en 29 mil (Sætersdal et al, 1999) Gráfico 7: Identificación de áreas de pesca durante 2014. Fuente: Programa de Observadores a Bordo CeDePesca-Promarina Gráfico 8: Identificación de concentraciones de pequeños pelágicos en Agosto de 1987. Campaña RV Fridtjof Nansen. Nótese que las áreas de pesca marcadas en Gráfico 7 aquí aparecen mayormente en blanco debido a que el calado del buque de investigación no permitía prospectar en áreas de profundidad menor a las 10 brazas. Evaluación del estado de la población de arenque Para este análisis se dispone de algunas series mensuales de frecuencia de tallas desde agosto de 2013 hasta marzo de 2015. Las mismas han sido colectadas por el Programa de Observadores a Bordo aunque no ha sido posible hasta ahora diferenciar las especies de arenque, una tarea que requiere métodos de muestreo más refinados para estimar la composición por especies. Si bien existen estudios biológico-pesqueros para estas especies en México, Costa Rica y Ecuador, nunca antes se han efectuado en Panamá, pese a la importancia de las mismas en la pesquería de pequeños pelágicos y en el ecosistema del Golfo de Panamá. Lamentablemente, aquellos estudios son poco utilizables porque dependiendo de diversas características físicas (temperatura, salinidad), químicas (proporciones de silicatos, hierro, oxígeno disuelto) y biológicas (nutrientes orgánicos, fito y zooplancton) de las masas de agua, varían también significativamente los parámetros de crecimiento y reproducción de una misma especie. Así, por ejemplo, un arenque de 18 cm podría tener 2 años en el Golfo de California, y solo un año en el Golfo de Panamá. Estos parámetros son fundamentales para entender la demografía de las poblaciones de arenques, y por lo tanto, para entender su nivel actual de explotación y definir objetivos y herramientas para alcanzarlos. La solución de fondo para resolver este déficit de información, al igual que para la anchoveta, consiste en la ejecución sistemática de un análisis de edad de los ejemplares muestreados, ya sea mediante la lectura en microscopio de los anillos que se forman en las escamas o en otras partes duras tales como otolitos o cleiras, asociando esta lectura con las tallas respectivas. En este caso además, deben diferenciarse las especies. Mientras no se dispone de dicho estudio, puede utilizarse en forma provisional, y con mucha precaución, el paquete de software de la FAO, llamado FISAT II, que a través de su programa ELEFAN permite inferir edades de las frecuencias de tallas. Es importante subrayar que este programa, si bien provee un set “favorito” de parámetros K (tasa de crecimiento anual) y L∞ (talla máxima de la especie en la localidad analizada), los mismos deben ser sometidos a un examen de “sentido común” biológico y elegir un set que, teniendo un buen score en el programa, se ajusta también a la lógica biológica de la especie. Al mismo tiempo, surge por su propio peso que O. libertate y O. medirastre presentan diferentes parámetros en la realidad, y por lo tanto nos estaríamos manejando aquí con parámetros agrupados. Estas consideraciones demuestran la urgencia de pasar lo antes posible de estos niveles altos de incertidumbre a un análisis basado en identificación de especies y lecturas reales de edad, y una determinación directa de los parámetros de crecimiento. Mediante la utilización del paquete mencionado, se adoptó una L∞=27,85 cm (la máxima talla registrada en la muestra fue 26 cm) y una K=0,67. Estos parámetros se utilizan en la llamada Ecuación de Von Bertalanffy, que relaciona la talla con la edad de una determinada especie, de la manera indicada en el Gráfico 9. Como se ve, esta curva no comienza en 0, por lo tanto se requiere un ajuste “no biológico”, denominado t0. El mismo se puede calcular con la siguiente ecuación de Pauly (1979) Log10(-t0) = -0.3922 - 0.2752 * Log10L∞ - 1.038 * Log10K En el caso que nos ocupa, t0 = -0.246 Gráfico 9. Explicación de la Ecuación de Crecimiento de Von Bertalanffy. Fuente: Sparre et al 1997 De esta manera, transformamos los espectros de tallas obtenidos en los muestreos en espectros de edades, que FISAT II nos presenta de la siguiente manera: 4+ 3 4+ 3 4+ 3 2 2 2 1 1 1 0 0 0 Gráfico 10. Salida del programa FISAT II mostrando la evolución de las cohortes del grupo de arenques dentro de la limitada cantidad de muestreos disponible por el momento. Se observa por ejemplo como las clases nacidas en 2013 son solo tangencialmente impactadas por la pesquería en ese año, proveen la mayor parte de las capturas en 2014 cuando cumplen un año y aparecen en el viaje exploratorio de 2015 cuando cumplen 2 años. Una vez calculados estos parámetros, y obteniendo de nuestra base de datos la temperatura media anual superficial en el Golfo de Panamá (T igual a 27.244 °C), utilizamos otra ecuación de Pauly (1980) para estimar la mortalidad natural (M) del arenque: Log10M = −0.0066 – 0.279 * Log10L∞ + 0.6543 * Log10K + 0.4634 * Log10T Además se tuvo en cuenta que Pauly observó que para especies y géneros de la familia clupeidae, como el arenque, la M obtenida debía multiplicarse por el factor 0.6, obteniendo de ese modo que M = 0.832. Para obtener la mortalidad total (Z) y por pesca (F), agrupamos las cantidades de peces muestreados por talla, en cantidades por edad, y podemos proceder a calcular mediante la siguiente ecuación (asumiendo una abundancia constante entre 2013 y 2014): Zit = -LN (Ɯit+1/Ɯit) Donde Ɯit+1 es la proporción del número de ejemplares de edad i encontrados en el año t+1 en la muestra, y Ɯit1 es la proporción del número de ejemplares de edad i encontrados en el año anterior t. Por otro lado, la mortalidad por pesca es simplemente la diferencia entre Z y M para cada edad. Edad 1 2 3+ Ɯ2013 0,895 0,105 0,000 Ɯ2014 0,681 0,302 0,017 Zit 1,087 1,798 M 0,832 0,832 Fit 0,255 0,967 Tabla 1. Análisis de mortalidades para el stock de arenques. Por otro lado, aunque aún no se conoce en detalle el ciclo de vida de los arenques, de los muestreos se deduce que el pico reproductivo de estas especies en el Golfo de Panamá comienza en Octubre y podría continuar en Noviembre, aunque por el cierre de la pesquería se carece de datos de dicho mes. Durante este pico de Octubre, se encontraron ejemplares en reproducción desde los 16 hasta los 22 cm, encontrándose que la talla media a la cual el 50% de las hembras se encuentra en estado reproductivo es de 17.4 cm. Antes de elaborar conclusiones de la información precedente es muy importante subrayar que las mismas solo pueden ser tomadas en forma provisoria, tomando en cuenta la escasa serie histórica disponible y la concurrencia de dos especies. Sin embargo, se ha seguido el criterio precautorio para fundamentar las mismas. Lo que puede observarse en la Tabla 1 es que la pesquería se basa en ejemplares de edades 1 y 2. Sin embargo, la talla media de la captura de cada uno de los 9 meses muestreados osciló alrededor o superó la talla media de primera madurez encontrada, con excepción de junio de 2014, cuando la muestra fue muy pequeña y poco representativa. 25 20 Talla media captura 15 10 5 oct-14 sep-14 ago-14 jul-14 jun-14 may-14 oct-13 sep-13 ago-13 0 Talla media primera madurez Gráfico 11. Comparación entre talla media de primera madurez encontrada y talla media de captura de arenques entre agosto de 2013 y octubre de 2014. La Tabla 1 muestra un escenario donde la pesquería atrapa una importante proporción de ejemplares de edad 1, pero la fuente principal de mortalidad para éstos es la mortalidad natural, ratificando el importante rol que esta especie juega para la salud del ecosistema del Golfo de Panamá. En ese sentido, la mortalidad por pesca para la edad 1, F=0.255 parece adecuada desde el punto de vista ecológico. Por otro lado, la mortalidad por pesca para la edad 2 presenta valores similares a los de la mortalidad natural, lo cual en la literatura se ha considerado como una explotación en el nivel del máximo rendimiento sostenible. Sin embargo, es evidente que la mortalidad por pesca combinada para las edades 1 y 2 es mucho menor, de lo cual podemos afirmar que los niveles actuales de explotación son adecuados desde el punto de vista ecológico, y que al mismo tiempo, no parece haber espacio para ulteriores incrementos del esfuerzo pesquero sobre esta especie por el peligro que representaría tanto para el ecosistema, como para el mantenimiento de un stock de escape adecuado para la renovación de las poblaciones de arenques. Evaluación del estado de la población de anchoveta (Cetengraulis mysticetus) en el Golfo de Panamá La anchoveta panameña ha sido objeto de exhaustivos estudios a finales de la década del ´50 y principios de la década del ´60 por parte del equipo técnico de la CIAT, por cuanto su pesquería se inició ya en los años ´40 como fuente de carnada para la pesca de atún. En aquellos años una flota de buques con asiento en California llegaba hasta el Golfo de Panamá a cargar sus depósitos de carnada viva con este recurso, que, si se pescaba en etapas tempranas de su vida, podía resistir vivo hasta varios meses. Ya en los ´60 se inicia la pesca de bolicheros para harina de pescado, siendo ambas pesquerías secuenciales, ya que los cerqueros preferían pescado más grande para obtener buenos rendimientos en la planta de reducción. El científico que más esfuerzos dedicó al estudio de esta especie fue William Bayliff, quien en 1969 escribió para la FAO un trabajo en el que se resumen todos los estudios previos (Bayliff, 1969). En él, este investigador establece que “de lo que se conoce sobre la historia de vida de esta especie, parece muy probable que los peces de diferentes áreas pertenezcan a sub-poblaciones distintas”. Esta apreciación es muy importante para precisar la unidad de stock en análisis, la cual completa su ciclo vital dentro de las aguas del Golfo de Panamá. Es más, con excepción de los primeros meses de vida de estos peces, cuando migran hacia aguas más profundas y claras, cercanas a islas e islotes, a partir de los 4 meses de edad se instalan en áreas costeras fangosas, cercanas a las desembocaduras de ríos y manglares, donde se alimentan de diatomeas y otros micro-organismos, y donde también procrean a partir del año de vida. El período reproductivo comienza a fines de agosto y perdura hasta enero, con su pico entre noviembre y diciembre. Es decir que, cuando la temporada de pesca comienza en abril, opera sobre una combinación de animales de 4 a 7 meses, y de 16 a 19 meses. Para reducir la cantidad de ejemplares menores a 1 año en la captura, se evalúan las tallas en viajes exploratorios y cuando la talla media supera los 13 cm (1.1-1.2 años) comienza a operar la pesquería. Aunque la especie puede alcanzar tallas superiores a los 21 cm y edades superiores a los 4 años, es notable que la población está fuertemente basada en las edades 0 y 1, reduciéndose drásticamente a partir del segundo año de vida. Podría pensarse que dicha situación extrema es por causa de la pesca. Sin embargo, ya Bayliff en las etapas tempranas de la pesquería detectó el mismo escenario. Para poder comparar los datos utilizados por Bayliff y los colectados por el Programa de Observadores a Bordo, y ante la ausencia de estudios locales sobre los parámetros para utilizar la ecuación de crecimiento de Von Bertalanffy, mediante una minimización de diferencias al cuadrado, recurrimos a una conversión entre los parámetros empíricos propuestos (Bailyiff, 1969) y los que generan una curva aproximada, pero incluyendo tallas y edades mayores a las encontradas en los años ´60. Bayliff L∞ (cm) K to (años) Convertido 17 1,31 0 21,5 0,572912 0,418438 Tabla 2. Determinación de parámetros de crecimiento coherentes con los hallados por Bailyff De este modo, las dos curvas de crecimiento se visualizan así en Gráfico 12: 25 20 Talla 15 10 5 Bayliff Convertido 0 0 1 2 3 4 5 6 Edad Gráfico 12. Curvas de crecimiento de Bayliff y convertida para incluir tallas que no aparecían en sus trabajos. Entre las edades 0 y 2 las diferencias son mínimas Así, podemos transformar el espectro de tallas colectado a lo largo de 2014 (Gráfico 13) en un espectro de edades (Gráfico 14). N 3000 2500 2000 1500 1000 500 22 21,5 21 20,5 20 19 19,5 18,5 18 17,5 17 16,5 16 15,5 15 14,5 14 13,5 13 12 12,5 11,5 11 10 10,5 0 Gráfico 13. Espectro de tallas en las capturas de anchoveta de 2014. Fuente: Programa de Observadores a Bordo. 12000 10000 8000 6000 4000 2000 0 0 1 2 3 4+ Gráfico 14. Espectro de edades en las capturas de anchoveta de 2014 Dado que no tenemos aún datos de años precedentes aplicamos un análisis de falsa cohorte, que parece plenamente utilizable en este caso, donde año tras año parece repetirse la misma estructura de edades. De ese modo podemos calcular la tasa de mortalidad total para cada edad: Edad N 0 1 2 3 4+ Z 7 10,349 897 329 66 2.446 1.003 1.606 Tabla 3. Análisis de mortalidades para el stock de anchoveta Y es absolutamente remarcable que la tasa de mortalidad total para la edad 1 resultara exactamente igual a la calculada por Bayliff en los años ´60, según puede verse en Tabla 4: Tabla 4. Análisis de mortalidades para el stock de anchoveta (Bayliff, 1969) Bayliff estimó que la mortalidad natural de esta especie alcanza un valor de M=2.11, lo cual parece indicar la altísima importancia de esta población en la cadena trófica del Golfo de Panamá, siendo notable que aves marinas y peces de mayor porte en la zona costera se alimentan de esta población. Si aceptamos ese valor de M, Los datos relevados parecen mostrar que la mortalidad por pesca actual para la edad 1 en 2014 fue F=0.336, que es un valor adecuado para la explotación de este recurso, considerando la necesidad de mantener el consumo de sus predadores en el ecosistema, y no debería incrementarse para no alterar este equilibrio. Bayliff describe así el proceso de variación de la biomasa desde abril a diciembre del año 1960: B 180.000 160.000 140.000 120.000 100.000 80.000 60.000 40.000 20.000 Abril Mayo Junio Julio Agosto Septiembre Octubre Noviembre Diciembre Gráfico 15. Cuasi extinción de la cohorte de un año de edad a lo largo de 1960, con una mortalidad por pesca muy baja (Bayliff, 1969) Podemos decir por lo tanto que, en esencia, la anchoveta se comporta como un recurso de ciclo de vida corto, cuyas cohortes naturalmente se extinguen prácticamente en el transcurso de dos años, y cuya pesquería es altamente dependiente del éxito reproductivo precedente en ese mismo lapso, y del reclutamiento del año en curso. A su vez, estos dos momentos, son altamente dependientes de tres factores: el stock remanente dos años antes, los factores ambientales durante el período reproductivo, y los factores ambientales durante el período de alimentación y reclutamiento. Como se verá en el próximo apartado, el éxito del período reproductivo parece estar asociado con condiciones de temperatura del agua y de precipitaciones entre octubre y diciembre que no excedan las medias históricas. A su vez, el éxito del reclutamiento parece estar asociado con la fuerza del afloramiento, que puede medirse por la cantidad de días fríos en el primer trimestre del año. Tomando en cuenta estos factores, puede establecerse una captura biológica y ambientalmente admisible para mantener los actuales niveles de explotación. Las variables ambientales como predictores en la sub-pesquería de anchoveta Temperatura superficial del agua de mar Las correlaciones efectuadas entre la cantidad anual de “días fríos” y las capturas revelaron que este dato puede ser muy importante a la hora de efectuar un análisis retrospectivo sobre el nivel de explotación del recurso anchoveta, establecer una estrategia de cosecha, y establecer un proxy para predecir la captura sostenible del año en curso. El material utilizado inicialmente fue la base de datos de la NOAA del satélite AVHRR_OI (aggregate__ghrsst_NCDC-L4LRblend-GLOB-AVHRR_OI.ncml), que proveyó la temperatura superficial (SST) diaria promedio en un punto localizado en medio del Golfo de Panamá (8.4 N; 79.1 W, muy cercano al archipiélago de Las Perlas) entre los años 1982 y 2013. El año 2014 fue reconstruido con información del satélite GAMSSA (aggregate__ghrsst_ABOM-L4LRfnd-GLOBGAMSSA_28km.ncml) (Ver tablas completas en Anexo Y). Comparando los datos a lo largo de esos 32 años, se verificó que temperaturas menores a los 298.5 Kelvin (25.35°C) eran distintivas solo del período de enero a abril de cada año, cuando soplan persistentes vientos del Noreste y se produce el afloramiento del Golfo de Panamá. Asimismo se asumió que la cantidad de días por año con SST menores a 25.35°C (días fríos) podría estar indicando la fuerza del afloramiento de cada año. Efectivamente, al correlacionar la información de días fríos por año con la de captura, resultó en un más que aceptable valor de 0,43. Este valor se incrementa notablemente al eliminar aquellos años donde hubo desembarques altos a pesar de la escasa o nula cantidad de días fríos. Trabajando con el gráfico 16 pudo observarse donde se encontraban las mayores discordancias, con años de pocos días fríos y altas capturas, que estarían indicando sobre-explotación. 300.000 80 70 250.000 60 200.000 50 150.000 40 30 100.000 20 50.000 10 0 0 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 Gráfico 16. Comparación de cantidad de días fríos en la estación seca (línea punteada celeste) y capturas de anchoveta en esa misma temporada (línea llena roja). Años 1982-2013.Se marcan algunos años de discordancia, con afloramiento débil y capturas mayores. Depurando de la base aquellos puntos de mayor discordancia, llegamos a una correlación de 0.84, lo cual nos permite apreciar una relación “normal” entre cantidad de días fríos y Captura en Gráfico 17. 140.000 120.000 y = 1209,7x + 14552 R² = 0,7951 100.000 Captura 80.000 60.000 40.000 20.000 0 10 20 30 40 50 60 Dias frios Gráfico 17. Relación “normalizada” entre cantidad de días fríos y captura 70 80 De esta manera se determinó la ecuación Cn = 14,552 + 1,209.7 * DF ± 15% Donde Cn = Captura normal ambientalmente admisible de anchoveta DF = Cantidad de días fríos en la estación seca anterior al inicio de la temporada Considerando que el promedio de días fríos por año para la serie es de 35 días, podemos encontrar también la “Captura media normal” de la serie, en un rango entre 48 y 65 mil toneladas. Aplicando a esta Captura media normal un factor que surge de dividir la cantidad de días fríos de cada año por su media (35) obtenemos la Captura anual normal que debería haberse efectuado para no sobre-explotar el stock, asumiendo un reclutamiento solo dependiente del factor temperatura superficial del mar. Luego, dividiendo la captura real por esta captura normal anual, obtenemos un “indicador de explotación ambiental”, como se observa en Gráfico 18. 2014 2012 2010 2008 2006 2004 2002 2000 1998 1996 1994 1992 1990 1988 1986 1984 1982 1980 1978 1976 1974 1972 1970 1968 1966 10,00 9,00 8,00 7,00 6,00 5,00 4,00 3,00 2,00 1,00 - Gráfico 18. Indicador de “explotación ambiental”. 1966-2014. El valor ideal es igual a 1, siendo aceptable 1,15. Como se observa en el Gráfico 18, siguiendo este indicador, habrían habido años de extrema sobre-explotación en el pasado (años 1971, 1973, 1978, 1979, 1981, 1983, 1984 y 1998). Estas situaciones se han dado por desconocer la correlación entre la fuerza del afloramiento y la abundancia del recurso. Hay tres años que se destacan en la serie por tener menos de 5 días fríos: 1984, 1998 y 2010. Es interesante notar que después de ese tipo de años “cálidos”, los sucesivos períodos “fríos” no se reflejan inmediatamente en una recuperación del stock. Cuando aparezcan en el futuro esta clase de años, deberá estudiarse un abordaje especial para el desarrollo de la pesquería durante ese año. Una visión global del Gráfico 18 nos permite visualizar que los años 70 y la primera mitad de los 80 posiblemente se caracterizaron por una sobre-explotación del recurso, mientras que desde 1985 a la fecha, se habría experimentado en promedio una explotación plena con algunos momentos excepcionales de sobre-explotación. Del trabajo efectuado puede elaborarse una tabla que indica la captura ambientalmente admisible anual en función de la cantidad de días fríos habidos en la estación seca de cada año (Ver Tabla 5). Esta captura recomendable debería ser considerada dentro de un rango de ±15%., que es la desviación media para la ecuación lineal determinada. Con posterioridad a la realización de este estudio, se encontró una base de datos de temperatura diaria del agua tomada en el muelle de Puerto Caimito por el Laboratorio de Calidad de Promarina durante la marea alta diurna desde el año 1994 hasta la fecha. Con gran satisfacción se verificó que la correlación entre esos datos y los del satélite de NOAA era alta (R=0,757) y se comprobó que la función encontrada entre días fríos (Temperatura menor a 25.4°C1) y captura recomendada seguían siendo válidos, con lo cual se dispone de una herramienta simple y accesible para determinar a priori las capturas recomendables de anchoveta de cada año, mientras se continúa con otros estudios de abundancia que requerirán algo más de tiempo. Dias frios 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12 13 14 15 16 17 18 19 20 21 22 23 24 25 CER 15.000 16.200 17.400 18.600 19.800 21.000 22.200 23.400 24.600 25.800 27.000 28.200 29.400 30.600 31.800 33.000 34.200 35.400 36.600 37.800 39.000 40.200 41.400 42.600 43.800 45.000 Dias frios 26 27 28 29 30 31 32 33 34 35 36 37 38 39 40 41 42 43 44 45 46 47 48 49 50 51 CER 46.200 47.400 48.600 49.800 51.000 52.200 53.400 54.600 55.800 57.000 58.200 59.400 60.600 61.800 63.000 64.200 65.400 66.600 67.800 69.000 70.200 71.400 72.600 73.800 75.000 76.200 Tabla 5. Determinación de Captura Ambientalmente Recomendable a partir de la Cantidad de Días Fríos de la Estación Seca anterior. 1 Se efectuó una prueba con varias temperaturas umbral y 25.4°C fue la que mejor se ajustó a los datos de captura; casi la misma que la determinada con los datos de NOAA (25.35°C) El caudal de los ríos que desembocan en el Golfo de Panamá como predictor De la misma manera que con las temperaturas, se trabajó con una base de datos proporcionada por ETESA con los caudales de los ríos de la vertiente del Pacífico entre los años 1995 y 2012. Se encontró una significativa correlación negativa (-0,39) entre los caudales altos durante el último trimestre del año y las capturas de anchoveta del año siguiente. Lo interesante fue que construyendo un índice directamente proporcional a la cantidad de días fríos del año en curso e inversamente proporcional a los altos caudales del año anterior, la correlación entre esta combinación de factores ambientales y las capturas trepó hasta 0,623. De la misma manera que en el caso de temperatura, se construyó un “índice de explotación ambiental”, con el resultado mostrado en el Gráfico 19. 3,000 160.000 140.000 2,500 120.000 2,000 100.000 1,500 80.000 60.000 1,000 40.000 0,500 20.000 2012 2011 2010 2009 2008 2007 2006 2005 2004 2003 2002 2001 2000 1999 1998 1997 0 1996 - Gráfico 19. Relación entre Capturas de anchoveta e “índice de explotación ambiental” dependiente de días fríos del año en curso y caudales del año anterior. 1996-2012. Como se aprecia en el Gráfico 19, la combinación de estos dos factores proporciona un escenario levemente diferente, menos dramático tal vez, en el cual se ve que, con excepciones como el año 1998, las capturas de anchoveta siguen un patrón controlado por los factores ambientales. Se deduce de ello la necesidad de contar con bases de datos de caudales actualizadas en tiempo real para evaluar mejor esta interacción y utilizarla asimismo como un elemento de predicción para determinar las capturas admisibles de cada año. Probablemente información de precipitaciones podría ser un buen substituto. Esto ciertamente necesita un mayor seguimiento para crear una herramienta práctica. De la misma manera deben expandirse estos trabajos a los análisis de abundancia y disponibilidad del arenque. Otros indicadores Las especies pelágicas pequeñas tienen una importancia fundamental para la salud general de los ecosistemas marinos, ya que se nutren de plancton y constituyen la base alimentaria para las otras poblaciones de peces, aves, reptiles y mamíferos marinos. En el caso del Golfo de Panamá es importante observar la evolución de las poblaciones de aves como indicador a la vez de salud del ecosistema en general y de los stocks de pequeños pelágicos en particular. Cabe destacar que el Golfo de Panamá ha sido señalado por instituciones muy importantes como el Smithsonian Institute y la Audubon Society como un lugar de importancia global y nacional para numerosas especies de aves marinas, acuáticas y migratorias. En 2005 y 2006, una misión del STRI y de la Sociedad Audubon de Panamá efectuó un relevamiento completo de áreas de anidación de aves marinas y zancudas mediante uso de medios aéreos, acuáticos y terrestres, estimando la población total de aves en más de 50,000 ejemplares pertenecientes a 20 especies, anidando en 57 lugares. Entre ellas el pelícano es predominante. Especie Pelícano marrón Cormorán Fragatas Población Nidos 21,000 4,800 3,600 2,200 Tabla 6: Población y nidos de aves marinas 2005-2006. Fuente: Angehr et al, 2007 Es interesante destacar que el período de anidación y alimentación de crías de las aves marinas coincide con la estación seca y el afloramiento en el Golfo de Panamá, justo antes del comienzo de la temporada de pesca, por lo cual la interacción entre la flota y aves buscando alimentos para sus pichones es muy baja. Por otro lado, durante la temporada de pesca, el accionar de la flota es extremadamente costero, como se ha señalado, mientras que el radio de acción de las aves es mucho más amplio al interior del Golfo, operando desde numerosas islas e islotes en muchos casos sin intervención antrópica de ninguna clase. Durante las operaciones de pesca la interacción es más bien positiva, haciendo disponible una gran cantidad de alimento dentro del círculo de la red que las aves aprovechan pescando a gusto. En las etapas finales del bombeo a bordo, algún pelícano puede quedar ocasionalmente enredado en el arte a pesar de los esfuerzos de los marinos por espantarlos, ya que su conducta es sumamente desaprensiva del peligro inminente. En general son liberados aunque a veces quedan seriamente dañados. Sin embargo, según el relevamiento mencionado, “no hay evidencia de declinaciones de largo plazo de aves marinas o aves zancudas en el Golfo de Panamá” (Angehr et al, 2007) y entre las amenazas potenciales citadas, la pesca está ausente. Esta conclusión de los científicos del STRI y de la Audubon Society es un indicador clave para inferir que las poblaciones de pequeños pelágicos tampoco se encuentran en “situación de declinación” Análisis de la captura incidental Durante 2013 y 2014 fueron muestreados alrededor de 250 lances de pesca. Estos muestreos revelan que la captura de orqueta es en promedio menor al 5% de la captura total y que ninguna otra especie supera siquiera el 0,5% del volumen total capturado, sumando en total menos del 2% de las capturas totales (ver Tabla 7) Especie Cynoscion phoxocephalus Selene peruviana Pomadasys panamensis Bardiela armata Bagre panamensis Caranx vinctus Oligoplites refulgens Larimus acclivis Larimus argenteus Nebris occidentalis Peprilus medius Odontognathus panamensis Ariopsis guatemalensis Sphyraena ensis Mugil curema Centropomus robalito Cyclopsetta querma % 0,336 0,147 0,127 0,123 0,086 0,082 0,040 0,037 0,035 0,029 0,027 0,026 0,019 0,017 0,014 0,013 0,012 Especie Peprilus snyder Oligoplites altus Isopisthus remifer Polydactylus approximans Pseudupeneus grandisquamis Diapterus peruvianus Cynoscion squamipinni Lutjanus guttatus Selene brevoortii Eucinostomus gracilis Occidentarius platypogon Caranx caballus Polydactylus opercularis Hemicaranx zelotes Eucinostomus currani Diapterus aureolus % 0,008 0,006 0,006 0,006 0,005 0,004 0,004 0,002 0,002 0,002 0,001 0,001 0,001 0,001 0,001 0,001 Tabla 7: Porcentajes de captura incidental por especie con relación al volumen total desembarcado por la flota de pequeños pelágicos. Fuente: Programa de Observadores CeDePesca-Promarina La especie más frecuente, con un 0,336% (lo cual podría representar unas 300 toneladas anuales) resultó ser la corvina rolliza (Cynoscion phoxocephalus) con tallas promedio por lance entre 23 y 36 cm. Esta cifra representa menos del 10% del desembarque nacional estimado para dicha especie (muy popular en el mercado local). En la lista roja de la UICN esta especie está clasificada como Least Concern (LC), al igual que las siguientes 10 especies de la Tabla 7. Esto resultados permiten afirmar que el impacto en los diferentes ensambles de especies impactados es muy poco significativo, lo cual coincide con los resultados previos del Análisis de Productividad y Susceptibilidad, conducido en 2012 (Ver más abajo). Con relación a la interacción con especies protegidas, en los 250 lances solo fue avistada una tortuga marina, que no fue capturada y en ningún caso fue atrapada alguna especie de tiburón. La única recomendación de manejo que cabe frente al escenario descrito es mantener el monitoreo permanente por parte de los observadores a bordo. Hábitats La composición de especies, incluyendo elementos del ámbito pelágico y demersal, permiten confirmar que al operar en zonas de poca profundidad las redes de cerco llegan hasta el fondo, sin embargo, los fondos con estructuras duras son evitados cuidadosamente para evitar daños en el arte, operando solamente sobre fondos blandos. Existen normas que crean zonas de no pesca para la flota bolichera con el objeto de proteger manglares y desembocaduras de ríos que, por lo tanto, crean una protección adicional para importantes porciones de lecho marino donde el fango es predominante (Ver Gráfico 20) Bahía Chame Manglares de la Bahía de Panamá Panamá Viejo Puerto Aguadulce San Carlos - Río Hato Resolución AG #364 de 2009 Ley #1 de 2015 Decreto Ejecutivo #210 de 1965 Decreto Ejecutivo #210 de 1965 Decreto Ejecutivo #210 de 1965 Gráfico 20. Zonas costeras de no pesca para proteger manglares y zonas de alta productividad. El cumplimiento de estas normas no ha sido muy alto algunos años atrás, pero ha mejorado recientemente, desde que el uso de VMS es obligatorio. Análisis de productividad y susceptibilidad El APS fue aplicado a las especies objetivo de la pesca (en este caso anchoveta y arenque), a especies de la captura incidental que son retenidas a bordo (por ejemplo, la orqueta y la corvina rolliza, entre otras) y a especies de la captura incidental que son descartadas o que son consideradas vulnerables (por ejemplo, tortugas y pelícanos). La aplicación del Análisis de Productividad y Susceptibilidad requiere de una revisión bibliográfica profunda sobre cada una de las especies involucradas en la pesquería, para determinar ciertas características que indican su “productividad” biológica. Más precisamente, se investigan las siguientes variables relacionadas con la productividad: edad promedio y talla promedio de primera madurez sexual, edad y talla máxima promedio, fecundidad, estrategia de reproducción y nivel trófico (lugar en la red alimenticia). Cada atributo antes mencionado se califica en una escala de tres puntos: baja productividad (3), media productividad (2) o alta productividad (1). Los puntajes de cada atributo se suman y su promedio indica el nivel de riesgo que presenta la productividad de cada especie. De manera similar, la “susceptibilidad” de las especies a la pesca se estima examinando cuatro aspectos, a saber: la accesibilidad (relación entre el despliegue geográfico de las flotas y la distribución de la especie); la vulnerabilidad (relación entre la distribución de la especie y la profundidad a la que se despliega el arte de pesca); la selectividad (que se relaciona con la efectividad del arte de pesca); y la mortalidad post-captura de la especie. Cada uno de estos atributos se califica en una escala de riesgo de tres puntos: alto (3), medio (2) o bajo (1). Los puntajes de cada atributo se multiplican y su promedio indica el nivel de susceptibilidad que presenta cada especie. Cabe destacar que la metodología es precautoria, indicando que si no se cuenta con datos firmes para calificar el riesgo de los distintos atributos que componen la productividad y la susceptibilidad se deben puntuar dichos atributos como sujetos a un riesgo alto. Los puntajes de productividad y susceptibilidad (Tabla 8) combinados dan como resultado el nivel de riesgo total (alto, medio o bajo) que enfrenta cada especie, el cual se muestra en gráfico 20. Como se observa en el gráfico 21, se estimó que la lisa, la orqueta y el arenque enfrentan un riesgo bajo de ser afectadas negativamente debido a los efectos de la pesca de pequeños pelágicos con redes de cerco en el Golfo de Panamá; mientras que la anchoveta, el alguacil, la corvina rolliza, la sierra, el bobo amarillo y los pelícanos enfrentarían un riesgo medio de ser afectados negativamente por los efectos de la pesca. La productividad de la mayor parte de estas especies se consideró de media a alta, excepto en los casos de los pelícanos y el alguacil que se estimó media a baja. Talla maxima promedio Talla promedio madurez Estrategia reproductiva Nivel trofico Productividad promedio Solapamiento horizontal Solapamiento vertical Selectividad Mortalidad post-captura Susceptibilidad Cetengraulis mysticetus Anchoveta 1 1 1 1 1 1 1 1,00 3 3 3 3 3,00 3,16 Med Opisthonema libertate Arenque 1 1 1 1 1 1 2 1,14 2 3 3 3 2,33 2,59 Low Chloroscombrus orqueta Orqueta 1 1 1 1 1 1 1 1,00 2 3 3 3 2,33 2,53 Low Cynoscion phoxocephalus Corvina rolliza 1 2 1 1 1 1 3 1,43 2 3 3 3 2,33 2,73 Med Polydactilus opercularis Bobo amarillo 1 1 2 1 1 2 3 1,57 2 3 3 3 2,33 2,81 Med Sphyraena ensis Barracuda 1 2 1 2 2 1 3 1,71 2 3 3 3 2,33 2,89 Med Scomberomorus sierra Sierra 1 2 1 1 1 1 3 1,43 2 3 3 3 2,33 2,73 Med Penaeus vanammei Camaron 1 1 1 1 1 1,00 2 3 3 3 2,33 2,53 Low Bagre panamensis Alguacil 2 2 2 1 2 2 3 2,00 2 3 3 3 2,33 3,07 Med Cynoscion albus Corvina amarilla 2 3 1 2 2 1 3 2,00 2 3 3 3 2,33 3,07 Med Larimus acclivis Cirila roja 3 1,57 2 3 3 3 2,33 2,81 Med Nebris occidentalis Guabina 1 3 2 1 1 1 3 1,71 2 3 3 3 2,33 2,89 Med Pelecanus occidentalis murphyi Pelicano 1 3 3 2 2 3 3 2,43 2 3 3 2 1,88 3,07 Med Chelonia mida 3 3 2 1 2 2 2 2,14 1 3 3 2 1,43 2,57 Low SCIENTIFIC_NAME COMMON_NAME Tortuga verde 1 2 2 1 1 1 Color en el PLOT Fecundidad relativa PSA scores (autom atic) Edad maxima promedio Susceptibility Scores [1 3] Edad promedio madurez Productivity Scores [1 3] Puntaje PSA Tabla 8. Resultados del análisis de productividad y susceptibilidad para un grupo de especies vinculadas con la pesquería de pequeños pelágicos de Panamá Categoria de riesgo Gráfico 20. Plot de los resultados del análisis APS También se efectuó un Análisis de Consecuencia Espacial (CSA) para hábitats blandos, que dio un resultado de bajo riesgo: Productivity Scores [1 3] Susceptibility Scores [1 3] PSA scores (autom atic) Puntaje Categoria Color on PSA plotde Riesgo RF ED Rr A E CI E Rq Fangoso 1 2 1,50 3 3 1 1 1,20 1,92 Low Arenoso 1 2 1,50 2 3 1 1 1,13 1,88 Low Habitat Table 9. Análisis CSA para hábitats impactados por la pesquería de pequeños pelágicos Recomendaciones para un Plan de Manejo De lo analizado hasta ahora, parecería prudente mantener esencialmente las características actuales de la pesquería, con algunas formalizaciones y ajustes: 1. Mantener la base de datos de captura y esfuerzo actualizada 2. Mantener el criterio de que la talla media del muestreo debe SUPERAR los 13 cm para la anchoveta antes de iniciar la temporada de pesca en abril 3. Evitar la captura de cardúmenes de arenque cuya talla media sea inferior a los 17,4 cm, rotando de zona ante la detección de pescado predominantemente pequeño. 4. Establecer un rango de Captura Ambientalmente Recomendable para anchoveta al comienzo de la temporada, una vez se cuenta con los datos de días fríos del primer cuatrimestre. Esta CAR se experimentará mientras se hacen disponibles estudios más extensos sobre esta población. 5. Mantener el criterio de suspender la pesca de anchoveta cuando se inicia el período reproductivo de la misma hacia la mitad del año. 6. Mientras no se obtengan nuevos resultados del trabajo de análisis del stock de arenque, parece prudente mantener las capturas alrededor de su promedio reciente (unas 35 mil toneladas) y en todo caso no superar las 38 mil toneladas. En consonancia con estos límites, que surgen a su vez del análisis efectuado, es recomendable por el momento no incrementar bajo ningún concepto el nivel de esfuerzo actual, estableciendo que el eventual reemplazo de buques debe mantener la misma capacidad de bodega actualmente operativa. Estas recomendaciones quedan supeditadas al trabajo de investigación que debe continuarse y que posibilitará establecer límites más precisos. Las líneas de investigación necesarias comprenden los siguientes aspectos: Mantener la colección sistemática sobre el tiempo de búsqueda entre lances exitosos a partir del arribo a zona de pesca Debe mantenerse el relevamiento de la estructura de tallas de la captura de especies objetivo, así como de sus estadíos de madurez, asociada con datos espaciales y el peso individual de los ejemplares muestreados. Debe incorporarse un programa de reconocimiento de especies de arenque utilizando muestras del Programa de Observadores. Debe incorporarse un programa de análisis de edad de los ejemplares muestreados mediante lectura de escamas u otras partes duras, utilizando muestras del Programa de Observadores. Sería altamente conveniente implementar una prospección hidroacústica cada dos años en toda el área del Golfo de Panamá. Para ello debe encontrarse la solución más costoefectiva. Es importante incorporar un trabajo sistemático de evaluación de abundancia del fitoplancton en las áreas costeras del Golfo de Panamá Debe continuarse con el relevo sistemático de la temperatura del agua de superficie del mar Debe implementarse un mecanismo fluido para obtener información actualizada sobre el caudal de los ríos que desembocan en el Golfo de Panamá o de las precipitaciones. Debe mantenerse la evaluación de la captura incidental. Debe sistematizarse el relevamiento de áreas de anidación de aves como indicador de salud del ecosistema y de los stocks de pequeños pelágicos Bibliografia Angehr, G. R. and J. A. 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