Llave fija: Es la adecuada cuando no hay obstáculos alrededor de las tuercas que impidan su giro. Llave de cubo o estrella: Está indicada para los casos en que, debido a obstáculos, el ángulo de giro es pequeño. Llave de tubo: Se emplea en puntos donde no se puede trabajar con otras llaves y en espacios muy reducidos. Llave universal: Conocida generalmente por llave inglesa, es ajustable a diversas medidas, pero no está concebida para trabajos muy duros. Los accidentes más frecuentes en este tipo de herramientas se producen cuando, al escaparse la llave del punto de operación, el esfuerzo sobre ésta queda bruscamente fuera de control, produciéndose en consecuencia fuertes golpes y caídas. A ello contribuye también un defectuoso mantenimiento de la herramienta, que se traduce en una boca desgastada, deformada o rajada; elementos de regulación deteriorados, sueltos o faltos de engrase; y bocas y mangos sucios de grasa. Siempre que se pueda se usarán llaves fijas, preferentemente a las ajustables (inglesas). Las llaves que tienen las bocas demasiado grandes o demasiado anchas estropean el perno o la tuerca y pueden resbalarse. Cuando la boca de la llave está bien ajustada ésta no resbala. Debe escogerse la llave cuya boca se adapte perfectamente a las caras de la tuerca que se pretende apretar o aflojar. La llave siempre debe estar colocada perpendicularmente al eje de la tuerca. En caso contrario, es fácil que resbale. Para apretar o para aflojar pernos y tuercas hay que actuar sobre la llave tirando de ella, no empujando. Cuando una tuerca o perno no se puede aflojar, se deben usar aceites especiales de penetración y/o llaves de impacto. No se debe aumentar la longitud de la llave utilizando un tubo para conseguir hacer más fuerza; puede resultar muy peligroso. Jamás deben utilizarse las llaves como martillos o palancas. Si es necesario golpear la llave con un martillo, se empleará una llave especialmente diseñada para este fin. Las llaves ajustables (inglesas), se deben usar colocándolas de tal forma que la mandíbula fija esté en el lado opuesto a la dirección del movimiento que se efectúa. Las llaves deben conservarse siempre limpias. En las ajustabas hay que aceitar periódicamente el mecanismo de apertura de las mandíbulas. Las caras interiores de la boca de la llave deben estar en buen estado. Si estuvieran gastadas, melladas o torcidas pueden producirse accidentes por resbalamiento de la llave. -4- Recomendaciones de seguridad Herramientas Manuales Muchas son las causas que conducen a los accidentes producidos por las herramientas manuales, pero podríamos citar como más importantes: la inapropiado calidad de las herramientas, su inadecuación paro el trabajo que se realiza, la utilización descuidada o inexperta, el mal estado de las herramientas por falta de mantenimiento, y su incorrecto almacenamiento y transporte. En esta ocasión trataremos de herramientas tan profusamente utilizadas como los alicates, los cinceles y cortafríos y las llaves. ALICATES Se seleccionarán los alicates del tipo y tamaño más adecuado al trabajo a realizar. Los tipos más frecuentes son: Alicates universales: Son los de uso más corriente. Sirve para cortar, doblar, sujetar, etc. (Figura l). Alicates de puntas: De puntas redondeadas, planas o curvadas. Muy usados para dar forma a cables y chapas finas de metal (Figura 2). Alicates de corte: Con corte frontal, inclinado o lateral, según las necesidades del trabajo y tipo de material usado (Figura 3). Al usar unos alicates, comprobar que no están defectuosos. Los defectos más frecuentes son: - Las mandíbulas no se enfrentan correctamente. Normalmente esto es debido a holguras en el eje de articulación provocadas por el mal uso de la herramienta. -1-