Hoy siento mi interior encadenado a un renacer inútil de dolencia

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Hoy siento mi interior encadenado
a un renacer inútil de dolencia.
Hoy pésame, Señor, en la conciencia,
haberme repetido en el pecado.
Siento haberte una vez y otra ultrajado
como aquellos que dieronte sentencia;
porque una vez y otra, tu paciencia,
se dignó perdonarme tal estado.
Y sintiendo Señor, mi alma desnuda,
como enfermo escapado de su lecho,
quisiera te dignaras darme ayuda
para dejarme más pronto esta crueldad:
Que es, repetirme otra vez en lo que he hecho,
ofender tu Paciencia y Humildad.
José Linares Rojas
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