Historia de España. 2º de Bachillerato UNIDAD 3. LA REVOLUCIÓN LIBERAL EN EL REINADO DE ISABEL II 1. LOS INICIOS DEL REINADO. EL CARLISMO Y LOS LIBERALES. La guerra carlista. Con la muerte de Fernando VII se plantea un conflicto sucesorio que no es sino el reflejo de dos concepciones diferentes de la monarquía y de España: la absolutista y la liberal. La alternativa entre don Carlos, hermano del rey fallecido, o Isabel, única hija y menor de edad (sólo tiene dos años a la muerte de su padre) sólo es un episodio más de la lucha entre el Antiguo y el Nuevo Régimen. El carlismo es un movimiento político formado por los defensores de los derechos sucesorios de Carlos Mª Isidro, hermano de Fernando VII. Son partidarios de las formas de vida del Antiguo Régimen, resumidas en el lema Dios, Patria y Rey (catolicismo y monarquía absoluta, el trono y el altar...). Defienden también los fueros de los antiguos reinos, especialmente los aún vigentes en el País Vasco y Navarra, amenazados por el centralismo liberal encarnado por los isabelinos. Las bases del carlismo están en el mundo rural y en algunos núcleos urbanos de Castilla. Tienen el apoyo de la pequeña nobleza y campesinado que se ven amenazados por el liberalismo y las formas de propiedad privada que sustituyen al señorío feudal. El ejército carlista se nutre del campesinado del norte de España y tiene sus bases en las provincias forales (Vascongadas y Navarra) y núcleos de apoyo en Cataluña, Aragón, Valencia, Galicia y Castilla la Vieja. Pero el grueso del ejército se mantiene con la reina. Fases del conflicto. 1ª fase. 1833-35. El general Zumalacárregui y su ejército vasconavarro consigue el dominio del campo vasco pero fracasa en el sitio de Bilbao, que se convierte en un símbolo para los liberales. La guerra, sin embargo, se extiende al nordeste, a Cataluña y Valencia, especialmente a la zona del Maestrazgo y los Pirineos. 2ª fase.1835-37. El carlismo intenta salir de su asilamiento mediante las llamadas “expediciones”. Sigue sin contar con apoyo en la mayoría de las ciudades del país. La primera expedición es la de Miguel Gómez en 1836 que llega hasta Andalucía. Allí no encuentra apoyo y marcha a Extremadura, pero fracasa en su intento de recabar más simpatizantes a la causa de don Carlos. El mismo don Carlos se pone al frente de la siguiente, la “Expedición Real” que parte del Maeestrazgo hacia Madrid. La ciudad se encuentra casi indefensa, y en ese momento, el candidato al trono comete un error 1 Historia de España. 2º de Bachillerato estratégico, ya que intenta pactar la entrega pacífica de la ciudad, dando tiempo a organizar su defensa. Don Carlos, finalmente, se retira. 3ª fase. 1837-39. El carlismo se divide entre los partidarios de la paz y los que prefieren continuar la guerra. Por su parte Espartero levanta el sitio de Bilbao. La guerra se convierte en una guerra de desgaste, de guerrillas, muy similar a la Guerra de Independencia en algunos aspectos. Maroto el nuevo jefe del ejército carlista, firma finalmente la paz, el llamado Convenio de Vergara que reconoce los fueros vascos, asegura la integración de los carlistas en el ejército y la ausencia de represalias contra éstos. 4ª fase.1840. Parte del ejército carlista, reacio a cualquier acuerdo, resiste en el Maestrazgo. La guerra se termina en mayo de este año cuando los isabelinos toman Morella, que se había convertido en la capital de los carlistas. Los liberales: moderados, progresistas y demócratas. Frente al carlismo, la regente María Cristina se va a apoyar en los liberales, al igual que hará la reina Isabel, una vez sea declarada mayor de edad. El reinado de Isabel II (incluyendo la regencia de su madre María Cristina) será la etapa de consolidación del régimen liberal. Los liberales, por otro lado ya habían tenido la oportunidad de acceder al poder durante el Trienio Liberal, donde aparecen ya sus divisiones internas: moderados y exaltados. Durante la época de Isabel II, los partidos políticos liberales surgidos de esa división van a ser los protagonistas de los diversos acontecimientos y los que van a dirigir el país hasta la revolución de 1868, otro episodio de la revolución liberal del siglo XIX. Los principales partidos políticos serán los moderados y los progresistas. De éstos últimos se escindirá el partido demócrata. Surgirá un cuarto partido, que intenta la reunificación de los dos grandes partidos, la Unión Liberal. La escisión de los liberales será definitiva desde 1835. Los moderados son partidarios de aunar la revolución liberal con la tradición española. Intenta preservar el orden social, defienden la monarquía constitucional, la soberanía compartida, el sufragio censitario restringido, el estado confesional y son partidarios de un estado muy centralizado. Su base social la componen la aristocracia, militares y la alta burguesía industrial y terrateniente. Los progresistas defienden la monarquía constitucional, la soberanía nacional, amplias libertades individuales, el sufragio censitario ampliado, la tolerancia religiosa y la descentralización del estado, a través de los ayuntamientos. Su base social la componen la burguesía media, los artesanos, intelectuales, y profesionales liberales. Los demócratas, surgidos de una escisión de los progresistas en 1849 defienden la monarquía democrática, la soberanía nacional popular, amplios derechos 2 Historia de España. 2º de Bachillerato y libertades, el sufragio universal, la aconfesionalidad, la descentralización del Estado a través de ayuntamientos democráticos, la total separación de la Iglesia y el Estado. De este grupo saldrán los republicanos en años posteriores. Aunque éstos son los tres grupos ideológicos, surgirá la Unión Liberal, liderada por O’Donnell como un intento de recomponer la unidad liberal. Su origen está en los más progresistas de los moderados (conocidos como los puritanos) y en progresistas más cercanos a los moderados. Gobernará durante algunos años con su líder O’Donnell. La Corona y los militares. El sistema político es una monarquía constitucional que asegura un papel relevante a la Corona. Y tanto la regente como la reina Isabel II ejercerán sus poderes. Tanto la Constitución de 1837 como la de 1845 le reservan funciones ejecutivas e incluso legislativas. Nombra y destituye los primeros ministros, y normalmente lo hace según la confianza personal que le inspira a la reina Isabel. La forma de reinar de Isabel II acentuó la crisis del sistema liberal y llevó a su propia caída en 1868. Los militares son los actores principales de la vida política del país durante este período. Lideran los partidos y presiden los gobiernos (Narváez, O’Donnell, Espartero...). Apenas hay civiles en el poder. El militarismo continúa durante el siglo XIX y se prolonga al siglo XX, demostrando la incapacidad de la sociedad española de gobernarse pacíficamente. 2.MINORÍA DE EDAD DE ISABEL II. CAMBIOS POLÍTICOS Y ECONÓMICOS (1833-1843). La regencia de María Cristina. Los primeros años de transición. Los primeros años de la regencia de María Cristina, madre de la reina titular, Isabel II, marcan la transición al liberalismo. Sus protagonistas, los ministros Cea Bermúdez o Javier de Burgos, no son liberales decididos, sino que tienen más que ver con los ilustrados del siglo XVIII. Es don Carlos quien lanza a la regente María Cristina, y, por tanto, a la reina Isabel, en brazos del liberalismo. Puesto que el carlismo se identifica con el absolutismo monárquico, los partidarios de Isabel II se confunden y se funden con el liberalismo, lo que le ocurre por ejemplo a Javier de Burgos, un antiguo afrancesado. Estos años son, además, de intento de reforma sin cambiar el absolutismo, protagonizados por Cea Bermúdez. El otro ministro relevante de la regente, Javier de Burgos, lleva a cabo reformas de más calado, como la división de España en 49 provincias con un jefe político al frente, o las Juntas para el Fomento de la Riqueza del País (que tienen muchas similitudes con las Sociedades Económicas de Amigos del País 3 Historia de España. 2º de Bachillerato que se crean en el siglo XVIII). La idea principal es la centralización, que el Estado llegue a todos los rincones. Aunque las reformas son insuficientes, llegan del exilio numerosos liberales, que van a nutrir las filas del partido isabelino y que le van a ir dando un sesgo cada vez más liberal. La presión de Francia e Inglaterra, por lo demás, obliga a dar un paso más en el reformismo gradual: la concesión del Estatuto Real. El Estatuto Real de 1834 y la Revolución de 1835. La regente nombra en 1834 a Martínez de la Rosa como jefe del gobierno. Es un antiguo exaltado en las Cortes de Cádiz, ahora mucho más moderado. Sus dos preocupaciones más importantes son la guerra carlista y la convocatoria de nuevas Cortes. Se buscaba reformar la monarquía, renovarla, pero sin excesos. Eso es exactamente el Estatuto Real, una carta otorgada, una concesión hecha por la Corona a la nación. No es una Constitución, sino una ley sobre las Cortes y sus atribuciones. Dispone la existencia de dos cámaras legislativas, la de Próceres, integrada por grandes de España, arzobispos, altos funcionarios y grandes propietarios; y la de Procuradores, que está integrada por miembros elegidos por sufragio censitario muy restringido, donde sólo podían ser elegidos varones con rentas muy altas. Las cámaras no elaboran leyes, sólo votan las leyes que propone la Corona o piden al rey la aprobación de una ley. Reunidas las Cortes, pronto aparece la división en la Cámara: los liberales moderados aceptan el Estatuto, pero los progresistas quieren una nueva Constitución, teniendo como referencia la de 1812. En el verano de 1835 se va a producir un movimiento revolucionario que da al traste con el Estatuto. En las ciudades, lo burgueses, con la ayuda de la Milicia Nacional, crean las Juntas Revolucionarias, locales y provinciales. Los más radicales asaltan y queman conventos e iglesias. Comienza un capítulo negro en la historia del liberalismo español: el anticlericalismo, que se explica en sus comienzos por la identificación de la Iglesia con la causa carlista. Se da algún episodio curioso, como el de la quema de fábricas (caso de la de Bonaplata, en Barcelona, donde funcionan las primeras máquinas de vapor), ejemplo de la expansión del movimiento ludita en España. Los revolucionarios piden nuevas Cortes, supresión de órdenes religiosas y una nueva ley electoral. La reina llama a Mendizábal, del partido progresista. Comienza así el pleno liberalismo. Mendizábal y la desamortización eclesiástica. 4 Historia de España. 2º de Bachillerato Tras los sucesos revolucionarios de 1835 el jefe de gobierno, el conde de Toreno, es sustituido por Mendizábal, líder del partido progresista, que va a llevar a cabo su ideario, empezando por asumir las ideas de las Juntas Revolucionarias. Sus dos objetivos principales son liquidar el Antiguo Régimen (los señoríos, los bienes de manos muertas en manos de la Iglesia...) y reunir recursos para el ejército y acabar con la guerra carlista. Toma enseguida tres medidas financieras: - reorganización de la Hacienda, mayor presión fiscal, y desamortización de los bienes de monasterios, conventos y clero secular. La desamortización es una medida más dentro del proceso más amplio de implantación del liberalismo económico. Otras medidas en esa misma línea fueron la libertad de explotación agraria, la libertad de industria y comercio, y la abolición definitiva de los privilegios de la Mesta. La Constitución de 1837. Tras un breve periodo de gobierno moderado, un pronunciamiento, conocido como la “Sargentada de la Granja”, devuelve a los progresistas al poder. El gobierno progresista convoca cortes que están dividas entre reinstaurar la Constitución de 1812 o promulgar una nueva. En junio de 1837 se promulga la nueva constitución. Sus rasgos básicos son los siguientes: - es breve, directa y práctica, otorga un papel moderador a la Corona, afirma la soberanía nacional, establece la división de poderes, no declara la confesionalidad católica (aconfesional), el poder legislativo es bicameral (Congreso de Diputados y Senado), los poderes de la Corona más destacados son el veto de leyes, la disolución del parlamento o el nombramiento de ministros, la ley electoral se hará posteriormente, ampliando el sufragio al 4% (con el Estatuto Real no llegaba al 1%) de la población. Aunque la constitución de 1837 no tuvo una vigencia muy larga, su influencia posterior es enorme, ya que prácticamente todas las constituciones que la siguen tomarán sus aspectos fundamentales. Los gobiernos moderados (1837-40). 5 Historia de España. 2º de Bachillerato Durante estos años, la regente María Cristina abusará del poder de la Corona a favor de los moderados, llamándolos al poder arbitrariamente. Paralelamente, el general Espartero, jefe del ejército isabelino en la guerra carlista y protagonista del Abrazo de Vergara se convierte en uno de los personajes públicos más populares. El partido progresista se acerca a él. Por otro lado, los últimos gobiernos moderados en 1840 critican la Constitución, intentan reducir las libertades y la descentralización. La ley de Ayuntamientos de 1840 desencadenó un nuevo movimiento revolucionario progresista. La Milicia Nacional, dominada por los ayuntamientos, apoya la revolución. Espartero consigue que la regente se exilie a Francia, tras asegurarse el trono de su hija Isabel. Espartero es el nuevo regente. La regencia de Espartero. Las Cortes deciden, de esta forma, nombrar regente a Espartero. Va a ser una regencia problemática: se apoya en un partido al cual no pertenece y no cuenta con él. Se comunica directamente con el pueblo, lo que le confiere cierto carácter mesiánico. Por otra parte, sus colaboradores son amigos y familiares, lo que le trae acusaciones de nepotismo. En 1841 se produce un primer intento de pronunciamiento moderado (intentan raptar a Isabel II), y Espartero da una dura respuesta. En política económica Espartero es librecambista (como Mendizábal, que le apoya), bajo la influencia de Inglaterra y se llega al desarme arancelario. El dilema proteccionismo/librecambismo será largo y ocupará todo el siglo XIX. El declive de Espartero comienza con la insurrección obrera de Barcelona en 1842. El motivo de la protesta es la oposición al librecambismo. Aparece un incipiente asociacionismo obrero que en estos momentos se decanta por el republicanismo. La reacción de Espartero es bombardear Barcelona. En 1843 todos están contra Espartero, tanto moderados como progresistas, la Milicia Nacional... Narváez, un general moderado, derrota a Espartero tras un a sublevación y éste se exilia a Londres. 3. MAYORÍA DE EDAD DE ISABEL II. LA DÉCADA MODERADA (1843-1854). Tras el exilio de Espartero se declara la mayoría de edad de Isabel II (con 13 años). No se podía ser más el regente de los moderados (María Cristina) ni de los progresistas (Espartero). Narváez es nombrado jefe de gobierno, y es el personaje que dirigirá la vida pública española durante los siguientes años. Él y su partido van a 6 Historia de España. 2º de Bachillerato gobernar durante 10 años, con una política centralista que contribuirá a la consolidación del Estado liberal español. Los moderados tienen el apoyo de las Cortes, donde tienen mayoría y de una base social, la burguesía terrateniente y la aristocracia. Este período supone la consolidación del nuevo orden social basado en la propiedad y el orden, con participación política restringida a los grandes propietarios. Para consolidar esta situación era necesario redactar una nueva Constitución que asegure estos principios. La Constitución de 1845. Es la pieza clave de este período, de mayor duración y que recoge las ideas básicas de los moderados. Sus rasgos fundamentales son los siguientes: - soberanía compartida entre rey y Cortes ampliación de los poderes del ejecutivo (rey) disminución de los poderes de las Cortes (Legislativo) confesionalidad católica y mantenimiento del culto por parte del Estado sometimiento de los Ayuntamientos y las Diputaciones al gobierno central supresión de la Milicia Nacional restricción del sufragio (censitario, se remite a una ley posterior) legislativo bicameral, con un Senado de designación real Se mantiene el articulado de 1837 en el resto de los aspectos. Otorga enormes poderes para la Corona (nombra ministros, disuelve Cortes, nombra senadores…) Esta Constitución da estabilidad a todo el período e intenta contentar a la Iglesia y a las clases altas, pero no da solución a los nuevos problemas que van surgiendo. La centralización administrativa. El Estado liberal español se construye en estos años bajo dos principios: el centralismo y la uniformidad, tanto legal como administrativa. Comienza a reavivarse el conflicto entre la España diversa o plural, y la España centralista y homogénea. Una de las medidas unificadoras más importantes es el Código Penal de 1851 que reorganiza y modifica toda la legislación anterior. Se proyecta también un Código Civil. La administración se reestructura a partir de la división de 1833 (Javier de Burgos). Se fortalecen los gobiernos Civiles y Militares en las provincias, así como las Diputaciones. Un punto de fricción importante será el poder municipal. La Ley de Administración Local de 1845 otorga a la corona y al gobernador civil la facultad de 7 Historia de España. 2º de Bachillerato nombrar alcaldes. La estructura del Estado queda así organizada de manera jerárquica y piramidal: gobierno, provincias, municipios. También se centralizan las competencias educativas. Se crea un sistema de instrucción pública, con niveles de enseñanza y planes de estudios para todo el país. En el aspecto del orden y la seguridad, se disuelve la Milicia Nacional, al tiempo que se crea la Guardia Civil en 1844, con fines civiles y estructura militar. Su objetivo es asegurar el orden público y la vigilancia de la propiedad, especialmente en el ámbito rural. Finalmente los moderados se proponen estrechar lazos con la Iglesia a través del Concordato de 1851, que suspende la desamortización de bienes eclesiásticos, devuelve los no vendidos, y asegura la financiación pública del culto y el clero. Es la reconciliación de los liberales moderados con la Iglesia Católica, que en su mayoría respaldará desde entonces al gobierno de Isabel II. Reformas económicas. La centralización y la unificación también presidieron el aspecto económico de la política de los moderados. En 1845 se llevó a cabo una reforma fiscal y de Hacienda (a cargo del ministro Alejandro Mon) que pretendía racionalizar el sistema impositivo y recaudatorio, centralizando los impuestos en manos del Estado y favoreciendo los impuestos directos. Sólo quedaron cuatro tipos de impuestos. Se adoptó, además, un solo sistema de pesos y medidas, el sistema métrico decimal. La oposición a los moderados. El sistema de elección tan restringido llevó la vida política fuera de las Cortes. Las elecciones eran controladas por los moderados, que se aseguraban la mayoría. El poder quedaba en manos de las “camarillas” o grupos de presión en la Corte, que influían sobre las decisiones de la reina, muy joven aún. Todo esto llevó a que resurgiera la oposición a los moderados, dentro y fuera de los liberales. Los carlistas volvieron a las armas, iniciándose así la 2ª Guerra Carlista (1848-49). Por la izquierda liberal, aparece el partido demócrata, crítico con los moderados y con Isabel II, cuya ideología se basa en la soberanía nacional y el sufragio universal, y que derivará hacia ideas republicanas. 4. EL BIENIO PROGRESISTA. 8 Historia de España. 2º de Bachillerato La revolución de 1854 y las nuevas Cortes. En 1854, el intento de reforma de la Constitución por parte de los moderados provocó el alzamiento de los progresistas y parte de los moderados con O’Donnell al frente. Esta situación desembocó en el pronunciamiento de Vicálvaro (la famosa “Vicalvarada”, donde se produciría un absurdo enfrentamiento entre artillería y caballería, con el resultado de tablas). Los sectores críticos con el gobierno redactaron el Manifiesto de Manzanares que recogía algunas ideas básicas, entre ellas el cumplimiento de la Constitución, la reforma electoral, la reducción de los impuestos y la vuelta de la Milicia Nacional. La reina Isabel decide ante esta situación llamar a un viejo progresista conocido por todos, Espartero, a quien O’Donnell acompañará como jefe de gobierno. Las nuevas elecciones dieron como resultado una mayoría de la Unión Liberal, el partido de O’Donnell, amalgama de moderados críticos y progresistas, y representantes de progresistas y demócratas. Pero el programa que se llevó a cabo fue el de los progresistas, mucho más decididos. Pronto las Cortes se dedicaron a elaborar una nueva Constitución. Pero las discusiones se prolongarían tanto que dio tiempo un nuevo cambio de gobierno, de ahí que sea conocida como la Constitución “nonnata” de 1856, que fue aprobada pero no promulgada ni llevada a la práctica. La desamortización civil de Madoz. Reformas económicas. Sin duda, la reforma fundamental acometida durante estos dos años es la llamada desamortización civil, llevada a cabo por el ministro Madoz. La situación de la Hacienda había vuelto a empeorar y Madoz inició una serie de reformas racionalizadoras del sistema monetario, haciendo desaparecer unidades monetarias arcaicas y dejando como único referente el real, dividido en céntimos. Pero la reforma fundamental fue la vuelta de la desamortización. Volvieron las ventas de bienes eclesiásticos, que en 1855 alcanzaron un punto álgido. Pero la gran novedad fue que la desamortización afectó a los bienes municipales. El Estado se apropió de los llamados bienes de “propios”, que servían para que los ayuntamientos se financiaran autónomamente. El decreto de desamortización declaraba estos bienes propiedad privada, y, tras una subasta, los beneficios iban a parar a la Hacienda del Estado. Algunos bienes comunales, de uso de todos los vecinos, también fueron subastados. A partir de esta desamortización, los ayuntamientos dejaron de tener financiación propia, cerrando escuelas municipales, médicos, a cargo de los municipios. El municipio quedaba supeditado al gobierno central. Y las consecuencias sociales serán negativas para los vecinos con menos recursos. 9 Historia de España. 2º de Bachillerato El efecto positivo será para la Hacienda que allegará recursos para reducir la Deuda, y para el nuevo reto de la construcción de ferrocarriles, que tomará gran impulso tras 1855. En esa línea de reforma económica, se redactarán dos leyes fundamentales: - la Ley de Sociedades Bancarias y Crediticias, que regula la estructura financiera del país; la Ley General de Ferrocarriles, cuyo objetivo será acelerar la construcción del tendido ferroviario. Crisis final. Las consecuencias de la política económica de los progresistas, con la vuelta al librecambismo y los efectos nefastos de la desamortización sobre los campesinos, condujeron a una nueva etapa de conflictividad social. Las protestas se generalizaron en el campo. La reina destituyó al general Espartero, nombrando a O’Donnell. Las masas se echaron a la calle. El general Serrano reprimirá duramente la revuelta. El bienio de los progresistas había terminado. Empezaba también el final del reinado de Isabel II. 5. LA UNIÓN LIBERAL Y LOS ÚLTIMOS AÑOS DE LOS MODERADOS. El periodo final del reinado, de 1856 a 1868, supone la vuelta de las ideas moderadas, bien a través del propio partido moderado, bien a través del gobierno de la Unión Liberal. El período más estable será el llamado “gobierno largo” de la Unión Liberal de 1858 a 1863. Lo más notorio es la descomposición política, la división interna de los propios partidos liberales y la incapacidad del sistema para dar alternativas políticas nuevas. Gobierno moderado ( 1856-58). Se caracterizó por la vuelta de las instituciones de la década moderada. La Milicia Nacional fue nuevamente suprimida. Se volvió a la Constitución de 1845. Las disensiones entre moderados y Unión Liberal acabarían con este primer gobierno. El gobierno de la Unión Liberal (1858-63). O’Donnell y la Unión Liberal llegan de nuevo al poder con el deseo de reconstrucción de la unidad liberal y de ampliar la base social del régimen. Fue una etapa de relativa estabilidad política y social, a lo que se unió el desarrollo económico. Lo más característico de este gobierno fue su política exterior enfocada a devolver cierto prestigio a España, y a desviar la atención de los problemas internos. Fue una política muy agresiva e intervencionista, en la línea del imperialismo europeo 10 Historia de España. 2º de Bachillerato del siglo XIX, a veces sin mucho sentido. Ejemplos de esta política son la intervención en Indochina, México y sobre todo Marruecos. Los últimos años de los moderados (1863-68). En 1863, el gobierno unionista fue incapaz de enfrentarse a toda la oposición política y a la crisis que se agravaba. Signo de esta crisis fue la sublevación campesina de Loja en 1861 contra los grandes propietarios y las consecuencias de la desamortización. Los republicanos estaban detrás de dicha revuelta. O’Donnell reconoció su incapacidad de seguir adelante y presentó su dimisión a la reina, que entregó el poder a los moderados. Los moderados gobernaron de forma autoritaria, de espaldas a las cortes y a la opinión pública, y ejerciendo una fuerte represión de la oposición. La crisis económica internacional agravaba día a día la situación. Prácticamente toda la sociedad española se daba cuenta de que no se podía continuar prolongando la situación. Varios pronunciamientos se suceden sin éxito. El pacto de Ostende. El fin del reinado isabelino. En agosto de 1866, algunos unionistas, progresistas y demócratas acordaron en la ciudad belga de Ostende acabar con el régimen y con la monarquía de Isabel II, sin definir la forma política del régimen posterior. La muerte de O’Donnell favoreció que la mayoría de los unionistas se adhirieran al Pacto. Se preparaba la revolución de 1868 que daría al traste con el reinado de Isabel II. 11