ÍÑIGO LÓPEZ DE MENDOZA, MARQUÉS DE SANTILLANA Miniatura del Marqués de Santillana 9.- Íñigo López de Mendoza (1398-1458) nació en Carrión de los Condes (Palencia). Al morir su padre (1404), frecuentó la biblioteca de su abuela, doña Mencía de Cisneros. Siendo Señor de Hita y Buitrago apoyó a los infantes de Aragón. Casó en 1412 con Catalina Suárez de Figueroa. Residió en Aragón entre 1414 asistió con Enrique de Villena a la Coronación de Fernando I- y 1418, donde trataría a Jordi de San Jordi, Ausias March o Andreu Febrer. Fue copero del príncipe Alfonso -futuro Alfonso V-, pero en 1423 se instala en Guadalajara. Hasta 1427 apoya al infante Enrique. Dos años después, defiende a Castilla y a su rey contra Aragón. Recibe mercedes en 1434. Compone diez graciosas serranillas (1429-1440), poemas de arte menor en que un caballero requiere amores de una campesina y bromea en un Dezir contra los aragoneses (1429). En una breve prosa, Lamentación de España (¿1429?), critica las modas italianas. Personajes ilustres desfilan en la Coronación de Mossén Jordi de San Jordi (1430) o entonan el Planto de la Reina Margarida (1430), viuda de Martín el Humano. Entre 1431 y 1436 don Íñigo combate a los moros; un pleito por las Asturias de Santillana lo lleva a Guadalajara, al lado del infante don Enrique. Cancionero de Salamanca Sus decires narrativos alegóricos (1430-47) italianizantes o franceses son difíciles de fechar, como En mirando una ribera o Por un valle deleitoso. La Querella de Amor presenta al trovador Macías; Al tiempo que demostrava, a Firmeza; y su Visión muestra a Firmeza, Lealtad y Castidad entre personajes clásicos. En el Triunphete de Amor se identifica con paradigmas de amadores vencidos. El Infierno de los enamorados (¿h.1428-1437?), sueño en 68 coplas octosilábicas, amonesta con los sufrimientos de Macías y otros amantes. En el Sueño Tiresias aconseja al Seso frente al Corazón, pero el libre albedrío no vence a Fortuna; el poeta fracasa y se enamora de nuevo. Infierno de los enamorados La Defunción de don Enrique de Villena (post.1434), en veintidós coplas de arte mayor y una finida, desarrolla el desfile de sabios a la muerte del erudito. Una Pregunta de nobles (a.1436) plantea si la desaparición de próceres se debe a Fortuna o a sus hados. La Comedieta de Ponça (1435-36), en ciento veinte coplas de arte mayor, consuela de la caída de Alfonso V y sus hermanos en manos genovesas y de la muerte de la reina Leonor. Encomienda a Boccaccio la narración de la batalla y Fortuna asegura la enmienda del desastre. Inicio de los Proverbios Proverbios impresos Los Proverbios o Centiloquio (1437) -cien coplas octosílabas con versos de pie quebrado- son amonestaciones para Enrique IV, encargadas por Juan II y repetidas en los Cancioneros. Tras un prólogo en prosa, su autor recuerda al monarca virtudes como la amabilidad y dulzura hacia sus súbditos. Los exempla justifican glosas en prosa, que Pero Díaz de Toledo amplió por encargo de Juan II. Proverbios Fin de los Proverbios Inicio de los Proverbios Fin de Proverbios Íñigo López conquista Huelma en 1438 y prospera desde 1440, al alejarse Álvaro de Luna. Una Carta a doña Violante de Prades (1443) trata del género de la Comedieta y de los Proverbios. Obras menores son el Cantar que fizo el Marqués a sus fijas loando la su fermosura (1444-5) y un Villancico a tres fijas suyas (1444-5). Dirige en prosa una Cuestión (...) a don Alonso de Cartagena (1444) sobre el juramento de la caballería, tras leer a Leonardo Bruni. Durante la guerra civil, siendo Señor de Santillana (1444), lucha, junto a Álvaro de Luna, en Olmedo (1445): se le nombra Marqués de Santillana. Dirige unas Coplas al rey don Alfonso de Portugal (1447), recién elevado al trono. Obra ambiciosa fue Bías contra Fortuna (1448), dedicada a su primo, Conde de Alba, encarcelado por el Condestable. La presentan un prólogo y un accessus al filósofo Bías, que rebate en ciento ochenta coplas los argumentos de Fortuna, según De remediis utriusque Fortunae de Petrarca o el senequista De remediis fortuitorum. Tras los exempla antiguos, describe el ideario estoico, el consuelo de su biblioteca, la justificación de su política y los Campos Eliseos donde descansará. Impreso de Bías contra Fortuna El Favor de Hércules contra Fortuna -seis coplas de arte mayor y una finida- enfrenta a Álvaro de Luna -con quien choca desde 1448- con el héroe clásico. Hércules contra Fortuna Su Cancionero, copiado para el Condestable Pedro de Portugal, incluye un Proemio e carta (h.1449) que define la poesía como "fingimiento de cosas útiles, cubiertas o veladas con muy fermosa cobertura", superior a la prosa desde la Biblia y los clásicos. Menciona a Petrarca y Dante y señala la evolución de los poetas provenzales, italianos, franceses, y peninsulares: Alfonso X, Pero González de Mendoza -su abuelo-, Sem Tob, Diego Hurtado de Mendoza -su padre-, en una primitiva historia de la poesía románica. Dos cartas en prosa a su hijo y poeta Pero González de Mendoza (1428-1495) -autor de cuatro canciones amorosas- muestran su interés humanista por Séneca, Virgilio u Ovidio. Proemio e carta En las Coplas contra don Álvaro de Luna (a.1453) enumera los pecados del Condestable y elogia a los reyes. Preludia el Doctrinal de Privados (1453) -cincuenta y tres coplas de arte menor- en que la voz del Condestable, ejecutado en 1453, reconoce sus pecados en una confesión espectacular. La Canonización de San Vicente Ferrer y Pedro de Villacreces (1455) recuerda sus decires en una visión que sigue el Paradiso dantesco. Unos Gozos de Nuestra Señora (a.1455) y unas Coplas a Nra. Sra. de Guadalupe (1455), -junto a una dudosa Oracióncierran su obra poética. Retablo de la Iglesia del Hospital Buitrago de Lozoya Escribió endecasílabos castellanos por vez primera, en cuarenta y dos sonetos (1438-1455), que emulan la poesía petrarquista amorosa y logran aceptables resultados en temas políticos o religiosos. Aún combate a los moros en 1455. Parecen apócrifos los Refranes que dicen las viejas tras el fuego, impresos a finales de siglo o comienzos del siguiente. Sonetos del Marqués Íñigo López de Mendoza fue modelo de humanista y guerrero a quien "la sçiencia non enbota el fierro de la lança ni faze floxa la espada", según el prólogo a los Proverbios. Su biblioteca refleja su apertura a las letras y a los estudios de su época. Sonetos del Marqués