Resolución sobre la necesidad de aprobación de normas internas del centro de acogida de personas (albergue) de Santa Cruz de Tenerife. EQ 0970/2012 Resolución por la que se le recomienda al Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife, que se proceda a la mayor brevedad a la aprobación definitiva de las normas de régimen interno del centro de acogida de personas de Santa Cruz de Tenerife. Resolución aceptada. Señoría: Nos dirigimos nuevamente a V.S. en relación con el expediente de queja cuya referencia figura en el margen superior de este escrito, EQ 0970/2012, alusivo a una investigación de oficio sobre los centros de acogida de personas sin hogar, comúnmente conocidos como albergues de personas. Una vez llevada a cabo la correspondiente investigación, constan los siguientes ANTECEDENTES. I) Se acordó iniciar la presente investigación de oficio a partir de la puesta en conocimiento de esta Institución a través de diversos expedientes de queja, (entre otros EQ 0072/2012, y EQ 0096/2012), así como por noticias publicadas en los medios de prensa escrita de la provincia de Santa Cruz de Tenerife, de ciertos hechos que evidenciaban deficiencias e insuficiencias, en el funcionamiento y en la situación interna en general de los centros de acogida de personas sin hogar, o los comúnmente conocidos como “albergues”. Debido a la toma de conocimiento de estos hechos, se valoró la necesidad de conocer de primera mano, cual era la realidad de los centros de acogida o alojamientos de personas sin hogar, de toda naturaleza ya sean públicos o privados, ello siempre dentro del marco legal y competencial de la Ley 7/2001 de 31 de julio del Diputado del Común. A través de nuestro trabajo tratamos de conocer los recursos y programas disponibles para hacer frente a la prestación de este servicio de alojamiento alternativo, conocer la realidad interna y la organización de los mismos; contrastar si cuentan con un proyecto personal para el usuario, y sobre todo el marco jurídico de ámbito regional y local en el cual se encuadraba y desarrollaba toda la labor propia de estos centros. II) El Diputado del común durante todo el año 2013 se dirigió solicitando informes, a las administraciones Públicas implicadas, especialmente a los Cabildos insulares de Lanzarote, Fuerteventura, Tenerife y Gran Canaria, por contar estas islas con centros de esta naturaleza; así como a los ayuntamientos de Santa Cruz de Tenerife y Las Palmas de Gran Canaria igualmente por contar con centros de naturaleza municipal de larga trayectoria. Así mismo, nos dirigimos a la Secretaría General Técnica de la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias. Finalmente, consientes de la ausencia de competencias, nos dirigimos a otras organizaciones no gubernamentales como Cáritas o Asociaciones sin ánimo de lucro, que vienen prestando este servicio a un número cada vez mayor de solicitantes, para que si así lo desean, presten su colaboración al Diputado del Común para el enriquecimiento de nuestro trabajo. Remitidas las peticiones de informe a los destinatarios indicados, se recibieron las respuestas a través de informes escritos, tanto de las Administraciones Públicas como de los centros de naturaleza privada, respuestas que ponen de manifiesto las condiciones básicas de prestación del servicio de alojamiento de personas, así como sus deficiencias, y sobre todo la ausencia de una normativa clara de ámbito regional que sirva como pauta genérica y de referencia a las Administraciones locales en lo concerniente a la prestación del servicio y al funcionamiento en si mismo de estos centros de acogida de personas. III)Es de destacar, que la información recibida desde la Secretaría General Técnica de la Consejería de Cultura, Deportes, Políticas Sociales y Vivienda ha sido determinante para la redacción de esta recomendación, ya que según nos indica en su informe (r.s. 85365 de febrero de 2013) : “El artículo 10 de la Ley 9/1987 de 28 de abril de Servicios Sociales, establece que al Gobierno de la Comunidad Autónoma de Canarias, le corresponde la alta inspección de todos los servicios que hayan sido descentralizados a otras administraciones públicas o las que financien en todo o en parte con cargo a los presupuestos generales de la Comunidad Autónoma de Canarias(...) Que, por lo tanto, (…) se puede entender que la competencia de los albergues municipales y la atención a los sectores marginados actualmente es competencia municipal, y que los municipios tienen competencia de gestión e inspección de los mismos(...) Asimismo que la Alta Inspección que tiene la Comunidad Autónoma se ejerce siempre que llegue a nuestros servicios una denuncia (…) “ IV)También debemos destacar, que previamente al inicio de esta investigación, y a través de la EQ 0072/2012 y EQ 0096/2012, el Ayuntamiento de Santa Cruz de Tenerife nos informaba que carecía de una reglamentación interna del único centro de acogida de personas de la isla de Tenerife de naturaleza pública, conocido como albergue municipal, si bien es cierto que se encontraba avanzada la elaboración de las citadas normas internas de organización, aunque las mismas no fueron aportadas al informe remitido a este comisionado Parlamentario, (r.s. 2013003735 de abril de 2013); siendo de vital importancia contar con una regulación interna mínima para el buen desarrollo del centro y de la vida de todos los usuarios del mismo. A la vista de los hechos reseñados, esta Institución estima necesario realizar las siguientes, CONSIDERACIONES Primera.- El Estado como forma de organización política, tuvo sus orígenes en la Revolución Francesa. Este modelo fue conocido como el Estado de Derecho, basado en la división de poderes, el principio de legalidad, y la defensa de los derechos de las personas frente al Estado. La evolución social y el surgimiento de la sociedad industrializada generó diferencias e injusticias sociales que obligaron al Estado a evolucionar y reconocer entre sus derechos el de la igualdad de todas las personas, así como otros tantos, que se recogieron en los textos constituciones modernos, y tornaron el inicial concepto de Estado de Derecho, en un Estado Social de Derecho, como el estado que interviene para corregir las desigualdades sociales creadas por el sistema económico. El Estado Social y de Derecho, es el Estado que debe garantizar un mínimo de bienestar, dando cobertura a las necesidades básicas de todos sus habitantes. Dese el punto de vista jurídico, la referencia primera en materia de derechos sociales es la Declaración Universal de Derechos Humanos aprobada por la Asamblea General de Naciones unidas en el año 1948. En su artículo 25 establece: “Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar y en especial la alimentación, el vestido, la vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios; tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad, invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad”. En el marco de nuestro Ordenamiento jurídico, en primer lugar debemos citar el artículo 1 de nuestra Carta Magna, el cual establece en su apartado 1º lo siguiente: “España se constituye en un Estado social y democrático de Derecho, que propugna como valores superiores de su Ordenamiento Jurídico la libertad, la justicia, la igualdad y el pluralismo político.” El Estado Social que proclama y consagra nuestra Norma Suprema, precisamente en su primer artículo, constituye junto con el Estado Democrático de Derecho, la mas importante característica, así como un pórtico de entrada a nuestra Carta Magna; en esta norma “...se sintetizan los rasgos mas sobresalientes del régimen democrático instaurado por la Constitución Española de 1978, (…) en estos preceptos, se instauran los principales rasgos -principios de principios- del Derecho constitucional Español vigente”, y de todo nuestro vigente ordenamiento jurídico. (Manuel Delgado-Iribarren García-Campero, Letrado de las Cortes Generales). “La extensión del concepto Estado Social, implica no solo el poder regulador del Estado, sino también el poder gestor y distribuidor de este, y la necesaria extensión de las políticas sociales públicas, desde los campos de la educación, sanidad, seguridad social y la especial protección de los ciudadanos que mas lo necesitan. (Profesor M. García Pelayo, de la obra “Las transformaciones del Estado contemporáneo”) También procede citar el artículo 9.2 de la Constitución Española que ordena: “Corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para la libertad y la igualdad del individuo y de los grupos en que se integra sean reales y efectivas; remover los obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los ciudadanos en la vida política, económica, cultural y social” Y el artículo 40 de la Constitución que en su punto 1 declara: “ Los poderes públicos promoverán las condiciones favorables para el progreso social y económico y para una distribución de la renta regional y personal mas equitativa(...)” En conclusión, corresponde a todas las Administraciones Públicas, el cumplimiento de nuestra Carta Magna, favoreciendo en todo momento el disfrute en la mayor medida de lo posible de los derechos constitucionales, así como la remoción de cualquier obstáculo para el logro de los mismos, debiendo desarrollar políticas para hacer efectiva esa igualdad, y para que todos los ciudadanos tengan las mismas oportunidades, minimizando al máximo las diferencias, corrigiendo las desigualdades como garantía misma del Estado Social recogido en la Constitución. Segunda.- Por su parte, y ya en el ámbito de la Comunidad Autónoma de Canarias, el artículo 30.13 del Estatuto de Autonomía de Canarias, fija entre las competencias exclusivas de la Comunidad Autónoma, la Asistencia Social y los Servicios Sociales, y dispone que: “En el ejercicio de estas competencias corresponderán a la Comunidad Autónoma las potestades legislativa y reglamentaria y la función ejecutiva, que ejercerá con sujeción a la Constitución y al presente Estatuto”. En relación al marco competencial normativo de la Comunidad Autónoma de Canarias, en la específica materia de inclusión social, debemos hacer referencia a la Ley 9/1987 de 28 de abril de Servicios Sociales de Canarias la cual establece las actuaciones dirigidas a la atención y promoción de los colectivos en situación de exclusión social. El Título III de la citada Ley regula las Competencias Públicas y de la Organización de los Servicios Sociales en las Administraciones Públicas. El artículo 10 se refiere a la Comunidad Autónoma y declara: “1-A la Comunidad Autónoma de Canarias, de acuerdo con lo dispuesto en la presente Ley, le corresponde las competencias siguientes: b)Realizar la ordenación de los Servicios Sociales, regulando las condiciones de apertura, modificación, funcionamiento y cierre de centros, servicios, los requisitos de los beneficiarios, las capacitación del personal y el régimen de precios; estableciendo las normas de acreditación, registro e inspección; efectuando el seguimiento de la aplicación de dicha normativa. Tercera.- Refiriéndonos al ámbito municipal debemos señalar que la vigente Ley 7/1985, de 2 de abril, Reguladora de las Bases del Régimen local, establece: Artículo 25.2.-“El Municipio ejercerá, en todo caso como competencias propias, en los términos de la legislación del Estado y las Comunidades autónomas, en las siguientes materias: e)-Evaluación e información de situaciones de necesidad social y la atención inmediata a personas en situación o riesgo de exclusión social” . Igualmente el artículo 13 de la Ley 9/1987 de 28 de abril de Servicios Sociales de Canarias establece: “Los Ayuntamientos de la Comunidad Autónoma de Canarias de acuerdo con lo establecido en la Ley Reguladora de las Bases del Régimen Local, así como en la Ley Reguladora del Régimen jurídico de la Administraciones Públicas Canarias, y a efectos de lo previsto en la presente norma, les corresponden las competencias siguientes: e)Gestionar los servicios sociales especializados de ámbito municipal Cuarta.-Expuesto todo lo anterior, y siendo imperativo legal recogido en la LRBRL, la gestión de los servicios sociales especializados de ámbito municipal, y teniendo en cuenta que el Centro de Acogida de Persona de Santa Cruz de Tenerife, es el único centro de naturaleza pública de la isla de Tenerife, y que es centro de referencia, (entendiéndose por tal al que todos los demás centros se refieren y miran), entendemos que debe ser dotado de la mas básica normativa de funcionamiento interno, conforme es mandato establecido en la legislación local vigente, pero sobre todo por propia necesidad interna, para el buen desarrollo y funcionamiento de las actividades del centro. Conscientes de que desde esa Administración local se ha tomado en valor la importancia de dotar a este centro de unas normas, y que se han iniciado los trámites para la elaboración de un reglamento de régimen interior del centro municipal de acogida de personas del municipio, a pesar de que las mismas no fueron incorporadas al informe por ustedes remitido. De acuerdo con las consideraciones y antecedentes expuestos, y de conformidad con lo dispuesto en el artículo 37.1 de la Ley 7/2001, de 31 de julio, del Diputado del Común, HE RESUELTO remitir a V.S. la siguiente, RECOMENDACIÓN Que se proceda a la mayor brevedad a la aprobación definitiva de las normas de régimen interno del centro de acogida de personas de Santa Cruz de Tenerife. De conformidad con lo previsto en el artículo 37.3 de la citada Ley 7/2001, deberá comunicar a este Comisionado Parlamentario si acepta o rechaza la presente Resolución del Diputado del Común, en término no superior al de un mes. En el supuesto de que la acepte, deberá comunicar las medidas adoptadas en cumplimiento de ella. En el caso contrario, deberá remitir informe motivado del rechazo de la Resolución del Diputado del Común. Para su conocimiento, le comunico que esta Resolución será publicada en la página web institucional (www.diputadodelcomun.org), cuando se tenga constancia de su recepción por ese organismo. Atentamente. Jerónimo Saavedra Acevedo DIPUTADO DEL COMÚN