Edwin Ortega puntual al salir, retornar en el cumplimiento de alguna

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Edwin Ortega
puntual al salir, retornar en el cumplimiento de alguna misión, hasta
dar el ejemplo cargando la ametralladora en las caminatas.
Las funciones que se ejecutaban dentro de la patrulla eran variadas: jefe de patrulla, hombre punta, AJP (ayudante del jefe de
patrulla), radioperador, explosivista, granadero, francotirador, porta ametralladora, abastecedor, morterista, lanza granadas. Todos éramos fusileros y cargábamos siempre limpio el fusil con nueve alimentadoras llenas.
Mientras tanto, en Guayaquil, se quedaban las huellas de nuestras
botas por toda la base, las gotas de sudor impregnadas en las pistas,
barras, cabos, polígono y demás instalaciones, fueron testigos silenciosos de nuestra lucha. Durante la gira, el ambiente de camaradería
mejoró. Nos sentíamos más motivados.
En las faldas del Cotopaxi nos aprestábamos a recibir la instrucción de guerra de montaña. Los equipos fueron facilitados por los
camaradas comandos de la Brigada de Fuerzas Especiales No. 9 “Patria”. Habíamos compartido muchos entrenamientos y este era uno
más de aquellos. El manejo del material de andinismo, sogas, cuerdas, mosquetones, piquetas, grampones y el uso de la vestimenta de
Goretex vital para el trabajo en altura, fue necesario conocer como
preámbulo de la instrucción.
El frío nos carcomía los huesos, nuestras cantimploras estaban
llenas de café negro hirviendo. De vez en cuando nos remojábamos
las manos para ganarle al frío. Teníamos chocolate en barras que
masticábamos como si fuera chicle. Para un grupo, cuyo hábitat de
trabajo era el nivel del mar, la instrucción en las faldas de un nevado,
a más de cinco mil metros sobre el nivel del mar, se tornaba complicada. Había muchos comandos que ni siquiera conocían la serranía
ecuatoriana. Para todos, esta etapa, se tornaba en un desafío. Fueron
pocos días que pudimos saborear el hielo perpetuo de nuestros nevados. Aprendimos a caminar sin problemas en la nieve, disfrutamos
de la sensación de coronar una montaña, nos identificamos con el
material de altura y, sobretodo, compartimos experiencias fructíferas
con los comandos de la Fuerza Terrestre.
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