Portada - Desde Roma - Dios no se cansa de perdonar, no nos cansemos nosotros de pedir perdón Dios no se cansa de perdonar, no nos cansemos nosotros de pedir perdón 20.11.2013 Roma, 20 de noviembre de 2013. El Papa Francisco centró su catequesis de la Audiencia General en el perdón y la confesión. Aseguró que Dios no se cansa de perdonar y por eso invitó a los católicos a no cansarse de pedir perdón. Francisco reconoció que él también pasa por el confesionario. El protagonista del perdón de los pecados es el Espíritu Santo, ha dicho Francisco, explicando que en su primera aparición a los Apóstoles en el Cenáculo, Jesús resucitado hizo el gesto de soplar sobre ellos, diciendo: "Recibid el Espíritu Santo, a quienes perdonéis los pecados, les serán perdonados, a quienes los retuvieses, les serán retenidos". Jesús transfigurado en su cuerpo, es ahora "el hombre nuevo, que ofrece los dones pascuales fruto de su muerte y resurrección: la paz, la alegría, el perdón de los pecados, la misión; pero sobre todo da el Espíritu Santo que de todo esto es la fuente. El soplo de Jesús... indica la transmisión de la vida, la nueva vida regenerada por el perdón. Pero antes de ese gesto... Jesús muestra las llagas de las manos y del costado: esas heridas representan el precio de nuestra salvación. El Espíritu Santo nos trae el perdón de Dios pasando a través de las llagas de Jesús". A su vez, el Papa ha explicado en su catequesis que la Iglesia es la"depositaria de esa potestad. Dios perdona a cada uno en su misericordia soberana, pero Él mismo quiso que los que pertenecen a Cristo y a su Iglesia reciban el perdón a través de los ministros. De esta manera, Jesús nos llama a vivir la reconciliación incluso en la dimensión eclesial. La Iglesia nos acompaña a lo largo de la vida en nuestro camino de conversión, sin ser dueña, es servidora del ministerio de misericordia". "Muchas personas -ha observado el pontífice- quizás no entienden hoy en día la dimensión eclesial del perdón, porque predomina el individualismo... Por supuesto, Dios perdona a todo pecador arrepentido, personalmente, pero el cristiano está unido a Cristo, y Cristo está unido a la Iglesia. Para nosotros, los 1/2 cristianos, es otro don y también otro compromiso más : pasar humildemente a través del ministerio eclesial. Es algo que tenemos que valorizar... Voy al sacerdote y le digo: 'Padre he hecho esto...' y el responde: Pero yo te perdono; Dios te perdona. En ese momento estoy seguro de que Dios me ha perdonado". El sacerdote, misericordioso El Papa hablado del sacerdote como como el instrumento querido por Dios para el perdón de los pecados: "El sacerdote, un hombre que, como nosotros, necesita la misericordia , se hace realmente instrumento de misericordia, dándonos el amor infinito de Dios Padre...A veces oímos que alguien dice que se confiesa directamente con Dios... Dios te escucha siempre, pero en el sacramento de la Reconciliación te manda a un hermano a traerte el perdón, la seguridad del perdón, en nombre de la Iglesia". El servicio que presta el sacerdote como ministro de Dios para perdonar los pecados requiere "que su corazón esté en paz, que no maltrate a los fieles, que sea humilde, benevolente y misericordioso; que sepa cómo sembrar esperanza en el corazón y, sobre todo, que sea consciente de que el hermano o la hermana que se acerca al sacramento busca el perdón y lo hace como hacían tantas personas con Jesús: para que les cure. El sacerdote que no tiene esta disposición de espíritu es mejor que, hasta que no se corrija, no administre este sacramento. Los fieles penitentes tienen el derecho de encontrar en los sacerdotes servidores del perdón de Dios”. "No olvidemos- ha concluido el Santo Padre- que Dios no se cansa nunca de perdonarnos: mediante el ministerio del sacerdote nos estrecha en un abrazo nuevo que nos regenera y nos hace levantarnos y reanudar el camino". 2/2 Powered by TCPDF (www.tcpdf.org)