comer o conducir? - David Hammerstein

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¿COMER O CONDUCIR?
La agricultura sostenible puede alimentar al mundo
pero no puede llenar los depósitos de nuestros
coches
1. La euforia de los combustibles vegetales: una amenaza a la
seguridad alimentaria global.
Con los precios del petróleo creciendo cada vez más los agricultores ven
su futuro en cultivos para la producción de fuel como etanol o biodiésel.
Hasta el aceite de girasol suele ser más barato que la gasolina. Cada día es
más rentable quemar cereales que hacer pan o alimentar a las vacas
lecheras. La euforia de los combustibles vegetales puede poner en peligro la
seguridad alimentaria de Europa y del mundo.
2.
Los biocombustibles no sirven para luchar contra el cambio
climático
Todas las plantas verdes reducen el C02 transformándolo en azúcar y
oxígeno. Sin embargo, las prácticas agrícolas intensivas utilizadas para
producir maíz, cereales, caña de azúcar, aceite de palma y soja para los
combustibles vegetales son todas muy dependientes en los combustibles
fósiles. Muchos estudios científicos afirman que el balance energético de los
biocombustibles es negativo. Los estudios que defienden a los biofuels
suelen externalizar a los importantes insumos energéticos tanto en la
producción como en el transporte.
3. Alimentos viajeros: los peligros de un suministro lejano de alimentos
En la UE un alto nivel de importación de alimentos, el uso masivo de
fertilizantes y pesticidas, el creciente procesamiento y concentración de la
producción han resultado en un gran incremento del transporte de alimentos.
Como este aumento del transporte obliga a la industria a evitar el
mantenimiento de muchos alimentos almacenados, el riesgo de una rotura de
los suministros de alimentos es cada vez más alto. De hecho, las reservas de
grano están en su nivel más bajo desde hace 40 años. Para reducir estos
peligros y bajar la dependencia del petróleo haría falta un sistema alimentaría
más local y regional. La producción de biocombustibles alejará la producción
alimentos de nuestras mesas.
4. El boom de combustibles vegetales es el producto de dumping
socio-ambiental y bajos precios de alimentos
El auge de biocombustibles es un reflejo de la producción agrícola
insostenible que se basa en esconder los costes sociales y ecológicos en los
países del Sur. La comida ecológica es más cara a pesar de utilizar entre 30
y 50% menos energía procedente del petróleo y de provocar mucho menos
daño social y ambiental.
5. Con una agricultura sostenible no haría falta tanto petróleo
No sobra tierra en sistema alimentario sostenible. Europa es el
importador neto más grande de alimentos y piensos en el mundo. La UE
utiliza millones de hectáreas
por todo el mundo y consume enormes
cantidades de petróleo (además de empeorar la escasez de agua y la erosión
globalmente) para mantener los métodos intensivos y el transporte. Para
reducir la dependencia del petróleo y combatir el cambio climático haría falta
fomentar la producción local y regional de calidad y ecológica.
6. Cortando bosques tropicales para plantar combustible
El aceite de palma y otras cosechas son responsables por la destrucción
de bosques tropicales. Entre 1985 y 2000 el 87% de la deforestación de
Malasia ha sido debida a las plantaciones de aceite de palma para
biocombustibles. Se proyecta arrasar otros 6 millones de hectáreas de
bosque en Malasia y otros 16.5 millones de hectáreas en Indonesia para más
plantaciones de aceite de palme. Mucho bosque tropical de Brasil ha sido
cortado para las plantaciones de caña de azúcar y soja que se utiliza para la
producción de bioetanol y combustible vegetal para uso nacional y cada vez
más para la exportación a Europa y EE.UU. Sin embargo, el 80% de las
emisiones contaminantes de Brasil proceden de la deforestación.
7. Alimentar a personas o a coches
Hay una creciente competencia entre los 800 millones de propietarios de
coches y los dos billones de personas más pobres del mundo. A nivel global
los conductores de coches pueden comprar comida y gasolina, pero la
mayoría de los pobres no tienen bastante para comer. Por todo el mundo los
ganaderos y los agricultores advierten de la probable escasez de aceite,
pienso, leche, huevos y carne debida a la creciente pugna entre la producción
de alimentos y la de combustibles vegetales.
8. Hambre de energía frente a la soberanía alimentaría
Más demanda para energía no renovable mina el acceso a alimentos. El
crecimiento económico de Brasil, China y la India tiene un hambre insaciable
de energía, lo que acabará provocando más hambre para sus habitantes. Al
mismo tiempo, Norteamérica y Europa consumen el 65% del petróleo con
solo el 19% de la población. El creciente consumo de carne (que necesita
hasta 10 calorías vegetales para 1 caloría de carne) y el despilfarro de
alimentos (más de 35% en la UE) en la cadena alimenticia están erosionando
la seguridad alimentaría global. Solo una drástica reducción del consumo
energético del Norte industrializado y un uso más sostenible de recursos en
el Sur podrán evitar duros conflictos sobre energía y alimentos en el futuro.
9. Europa necesita una agricultura de bajo consumo energético
La reintegración de la ganadería sostenible y la producción agrícola pueden
ahorrar mucha energía y cortar los kilómetros de transporte. La utilización de
energías renovables, combinando el uso de excrementos con la producción
descentralizada de electricidad y calefacción en las granjas debe ser una
prioridad en la agricultura moderna de bajo consumo.
10. Certificación obligatoria y evaluación de impacto sobre la seguridad
alimentaría para la producción europea y la importación de
combustibles vegetales
La UE debe garantizar una estricta evaluación ambiental y alimentaría de
cada explotación o importación de biocombustibles. Debe incluir los impactos
globales sobre los ecosistemas de zonas tropicales y debe evaluar si existe
un balance energético positivo en cada operación. Se debe instaurar un
sistema de certificación mandataria que incluye impactos sobre la
biodiversidad, el agua y el suelo, además del acceso de la población local a
éstos recursos y a los alimentos. Toda ayuda financiera o ventaja fiscal debe
ser ligada a criterios de sostenibilidad mediante el sistema de certificación.
David Hammerstein
Eurodiputado de Los Verdes
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