EJERCICIO DE COMENTARIO DE TEXTO-BARROCO

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El ejercicio que sigue debe orientarte sobre cómo explicar un texto barroco a partir de sus
características temáticas y estilísticas. Naturalmente, otro texto tendría un comentario diferente, así
que lo que debes apreciar aquí es el modo de comentar, y en concreto:
-La explicación detallada del significado del texto.
-Las referencias precisas al texto, tanto en forma de citas como de alusiones.
-La organización de la explicación por partes: significado del texto, descripción general del estilo
barroco, lista detallada de las figuras retóricas propias del conceptismo.
Mientras por competir con tu cabello,
oro bruñido, el sol relumbra en vano;
mientras con menosprecio en medio el llano
mira tu blanca frente el lilio bello;
mientras a cada labio, por cogello,
siguen más ojos que al clavel temprano,
y mientras triunfa con desdén lozano
del luciente cristal tu gentil cuello;
goza cuello, cabello, labio y frente,
antes que lo que fue en tu edad dorada
oro, lilio, clavel, cristal luciente,
no sólo en plata o vïola troncada
se vuelva, mas tú y ello juntamente
en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.
Redacta una descripción de las formas métricas del poema.
El poema de Góngora consta de catorce versos de once sílabas, llamados endecasílabos. La
rima es consonante, con el siguiente esquema métrico:
ABBA / ABBA / CDC / DCD
Está, pues, formado por dos cuartetos y dos tercetos, combinación que recibe el nombre de
soneto.
Explica, con referencias al texto, las características temáticas del Barroco que se dan en él.
El soneto “Mientras por competir con tu cabello”, de Góngora, es un texto barroco, y esto se
aprecia en sus temas. En él se empieza por describir la belleza juvenil de una mujer. La
descripción incluye el cabello, rubio como el sol (“el sol relumbra en vano por competir con tu
cabello”) y el oro (“oro bruñido”); la frente, es decir, la piel, blanca como el lirio (“tu blanca
frente mira con menosprecio el lilio bello”); los labios rojos como el clavel (“a cada labio siguen
más ojos que al clavel temprano”); y el cuello liso como cristal (“tu gentil cuello triunfa del luciente
cristal”). Las imágenes empleadas por el autor (oro, sol, flores, cristal) para enfatizar la
juventud no son originales, sino que forman parte de un repertorio fijo que ya se empleaba
en el Renacimiento y continúa en el Barroco.
Esta descripción inicial da pie al poeta para hacer una invitación a disfrutar de esa belleza
juvenil y de sus placeres antes de que desparezcan con la llegada de la vejez y la muerte.
Este tema, expresado en el imperativo “goza cabello, cuello, labio y frente”, recibe el nombre de
carpe diem, en recuerdo del poeta latino Horacio, que lo trató por primera vez.
El carpe diem, frecuente en la poesía del Renacimiento, fue heredado por los poetas barrocos.
Pero estos lo trataron a su manera, poniendo el acento es los aspectos negativos (la llegada
de la vejez y la muerte) frente a los positivos (el disfrute de los placeres de la juventud). Esto
se aprecia en la referencia a la “edad dorada”, la juventud, que se volverá “plata” y “viola
truncada” (violeta marchita), pero sobre todo en ese terrible verso final donde la muerte
aparece expresivamente nombrada como “tierra, humo, polvo, sombra, nada”.
Y es que el Barroco da mucha importancia al tema del paso del tiempo como destructor de
nuestras aspiraciones mundanas (aquí, la belleza) y al de la muerte como destino común de
todos los hombres. Se ve en ello cómo el optimismo renacentista ha sido reemplazado por
una visión negativa y pesimista del ser humano. No olvidemos que el desengaño es la raíz
de los otros temas barrocos, y el presente texto es un ejemplo llamativo de ello.
Explica, con referencias al texto, las características estilísticas del Barroco que se dan en
él.
En cuanto al estilo, en el Barroco se abandona el gusto renacentista por la naturalidad, y se
prefiere el gusto por la dificultad y el artificio. Esto da lugar a textos muy elaborados, donde
el lenguaje es el centro de interés principal. Góngora ha querido aquí construir un texto de
gran elaboración e ingenio que cause admiración en el lector. Obsérvese la anáfora de
“mientras”, palabra que aparece cuatro veces en los ocho primeros versos para enfatizar la
idea del paso del tiempo. También el juego de correspondencias y paralelismos entre “goza
cuello, cabello, labio y frente” y “oro, lilio, clavel, cristal luciente”, que acabarán convirtiéndose
“en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada”.
El estilo barroco, además, presenta un desequilibrio entre la forma y el contenido. En
concreto, la corriente conceptista rompe el equilibrio en favor del contenido, expresando
pensamientos que impresionen la inteligencia del lector por su agudeza e inviten a la
reflexión, como sucede en nuestro texto. Para ello, Góngora ha explorado las posibilidades
ocultas en el significado de las palabras, buscando entre ellas correspondencias y
asociaciones de ideas, y lo ha hecho a través de diversas figuras retóricas:
-Las figuras dominantes en la primera parte del texto son la metáfora (“tu cabello, oro
bruñido”) y el símil (que compara el cabello con el sol, el cuello con el cristal, la piel con el
lirio y los labios con el clavel). Interesa aquí la capacidad descriptiva de estas figuras.
-La antítesis entre “edad dorada” (la juventud) y “plata”, metáfora de la vejez por el
parecido de la plata con las canas.
-Muy expresiva es la serie de referencias a la muerte del último verso, mediante la
metonimia (tierra, por el enterramiento; polvo, por el que quedará de nosotros; nada, por
la aniquilación del cuerpo; sombra, por la muerte como el reino de las sombras) y la
metáfora (humo, que es lo que queda tras la combustión).
-También son propios del conceptismo la anáfora y el paralelismo señalados en el primer
párrafo de esta respuesta.
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