Capítulo II GEOLOGÍA 2.1 Situación geográfica La ciudad de

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II - Geología
Capítulo II
GEOLOGÍA
2.1 Situación geográfica
La ciudad de Barcelona, donde se ubica el nuevo Hospital de la Santa Creu i
Sant Pau, se sitúa sobre una llanura inclinada suavemente hacia el mar y se encuentra
entre los deltas del Besós y el Llobregat. Dicha llanura desciende de los relieves
montañosos de la Sierra de Collserola (Tibidabo 516 metros), los cuales forman parte de
la Sierra Litoral Catalana y siguen una dirección sensiblemente paralela a la línea de
costa.
El cambio de pendiente, entre la montaña y la llanura, dibuja a grandes
rasgos el límite NW de la zona urbana.
La continuidad de la llanura se ve interrumpida por una alineación
montañosa de menos altura que la anterior y la cual se junta en el Coll dels Penitents:
son els Serrats de la Rovira, que comprenden la serie de colinas que desde la Peira y la
Rovira (267 metros) se dirigen hacia el Putget y el Monterols.
En el SE de la ciudad se levanta el macizo de Montjuïc (172 metros)
claramente disimétrico, con una pendiente suave hacia la ciudad, y un talud
riscoso, provocado por una falla, en la vertiente marítima.
El solar en estudio se sitúa en la vertiente oriental del Turó de la Rovira.
Topográficamente la parte occidental del solar se sitúa unos 4 metros por debajo de la
rasante de la calle Mas Casanovas, mientras que en dirección a la calle Sant Quintí, esta
diferencia es más pequeña.
2.2 Contexto geológico. Litología.
Según el trabajo realizado por Ventayol (1979), para la obtención de la
Licenciatura en Ciencias Geológicas, la formación de Barcelona puede dividirse en dos
unidades geomorfológicas básicas: el sector montañoso y la llanura. Los materiales que
los forman son totalmente diferentes.
Debido a la localización del solar donde se sitúa la nueva construcción se
deben tener en cuenta dichas unidades geomorfológicas. En la figura 2.1 se muestra un
mapa geológico de Barcelona obtenido del mapa escala 1:50.000 del IGME (1928),
donde se indica la posición del Hospital.
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Figura 2.1: Mapa geológico de Barcelona. Escala 1:50.000. I.G.M.E. (1928).
Las zonas montañosas están constituidas por
terrenos Paleozoicos, granito. La llanura de la ciudad,
limitada por los deltas, está formada por un grosor variable de
suelos de edad Cuaternaria que reposan sobre un zócalo
Paleozoico, granito. Éste último llega a aflorar en algunos
puntos. En la figura 2.2 se muestra un corte geológico
esquemático de Barcelona (Ayto de Barcelona, 1972).
Centrándonos geológicamente en el solar de la
zona de estudio donde se sitúa el nuevo Hospital de Sant Pau,
está formado por un zócalo de pizarras y esquistos de edad
Paleozoica que aflora prácticamente en superficie en la zona
central de este solar. Estas pizarras se encuentran atravesadas
por numerosos diques de rocas graníticas, tipo pórfidos y
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aplitas o pegmatitas, y alrededor del sector cercano a la calle Sant Quintí, el sustrato de
pizarras se sustituye por un sustrato de granito, alterado a sauló. En la figura 2.3 se
representa un corte geológico de la zona según Bosch & Ventayol (2000).
Figura 2.2: Corte geológico esquemático de Barcelona. Ayuntamiento de Barcelona, 1972.
Las pizarras y esquistos que afloran en esta zona pertenecen a diferentes
sistemas del Paleozoico. Las más superficiales son del Ordovícico. Se definen como
pizarras micácicas y grauvacas con cuarcitas basales. La serie estratigráfica sigue con
las mismas pertenecientes al Silúrico. Son esquistos y pizarras ampelíticas con
graptolitos y crinoideos. Forman niveles plásticos de gran importancia tectónica en este
sector.
Éstos son sólo los dos niveles más superficiales de la serie estratigráfica que
aflora en la zona de los Serrats de la Rovira.
Existe una intrusión granodiorítica que produce un metamorfismo de
contacto y afecta a toda la vertiente sur de la Sierra de Collserola. Esta intrusión
provoca una aureola de metamorfismo que tiene cerca de 1500 metros de ancho,
tratándose de un metamorfismo de baja presión y temperatura relativamente alta.
La zona del nuevo Hospital se encuentra hundida por una importante falla
respecto al bloque del Tibidabo y es extremadamente compleja por la presencia de los
niveles plásticos del Silúrico que se inyectan en los niveles superiores. La mayoría de
los contactos están generalmente fallados y ni la esquistosidad ni las diaclasas presentan
unos niveles generalmente constantes.
Esta intrusión granodiorítica tuvo lugar en una fase Hercínica póstuma, que
además produjo el metamorfismo de contacto de los materiales Paleozoicos.
Petrológicamente se trata de una granodiorita biotítica ácida con estructura de grano
grueso y tendencia porfídica.
La masa granodiorítica está atravesada por una serie de diques de pórfido
granítico de dirección general NE-SW y que también afectan el Paleozoico
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metamórfico. Su anchura puede llegar a 10 metros. Acompañando a esta intrusión
también se encuentran diques, generalmente estrechos, de pegmatitas y aplitas, los
cuales se introducen un centenar de metros en la cobertera Paleozoica.
Generalmente, y en los lugares menos expuestos a la erosión, el granito está
transformado en sauló por efecto del clima mediterráneo. Este sauló, que puede ser de
10 metros de profundidad, también se sitúa por debajo del Cuaternario cuando éste
recubre la granodiorita.
El Terciario, que reposa directamente sobre el zócalo paleozoico aflora en la
zona más oriental del solar. En esta zona lo que encontramos es el Plioceno que presenta
dos unidades litológicas bien definidas. Éstas son las arenas finas con algunas
intercalaciones de margas amarillentas que parecen constituir el horizonte superior y las
arcillas y margas verde-azuladas (fetge de vaca) con lentejones arenosos que parecen
representar el horizonte inferior. Es esta última unidad la que aflora en el solar.
Hacia los extremos del nuevo edificio del Hospital de Sant Pau, el sustrato
rocoso queda recubierto por sedimentos coluviales cuaternarios. Éstos pertenecen al
Cuaternario antiguo. Esta unidad geomorfológica consiste en una plataforma que,
suavemente inclinada hacia el mar, se extiende por todo el sector central de la ciudad y
constituye una llanura de piedemonte. Litológicamente están constituidos por una
alternancia entre niveles de arcillas marrones y rojizas, que contienen gravas de pizarra
y nódulos calizos, niveles de limos marrones carbonatados con nódulos calizos,
pequeños tramos de costras calizas y niveles más detríticos, de arenas y gravas de
pizarra.
Estos materiales se sitúan sobre el sustrato rocoso que puede ser Paleozoico
o Terciario según los sectores. La superficie del sustrato no es plana o suavemente
ondulada, sino que se presenta fuertemente erosionada por el agua. Esto tiene
importantes repercusiones geotécnicas de las que se hablará en el apartado 3.1.
El grosor de los sedimentos cuaternarios alcanza aproximadamente 13
metros en la zona Oeste del solar y llega hasta 18,1 metros aproximadamente en el otro
extremo.
La base de los sedimentos cuaternarios está formada por un nivel de arenas
y gravas de pizarra, angulosas e incluidas en una matriz arcillosa rojiza. Las gravas son
monogénicas, formadas casi exclusivamente por fragmentos de pizarra.
Esta formación cuaternaria está formada por la repetición cíclica de la
siguiente serie:
- arcilla roja compacta que en ocasiones incluye lentejones detríticos con
bastante matriz arcillosa rojiza. Estos niveles detríticos frecuentemente
tienen una base erosional y se observan numerosos paleocanales.
- Limos amarillentos en contacto con la capa de arcilla, y que constituyen
un loess de tipo mediterráneo, en el que son frecuentes los nódulos
calizos arriñonados.
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Figura 2.3: Corte geológico de la zona del nuevo Hospital. Informe geotécnico de Bosch & Ventayol (2000).
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- Costra caliza, de estructura zonal y llamada localmente tortorá. Este
nivel tiene un grosor de unos 20-30 centímetros, y puede llegar a ser de
hasta un metro.
Esta serie se repite unas tres veces en todo el Cuaternario que encontramos
en la ciudad y por eso recibe el nombre de Triciclo con que se conoce popularmente la
formación. En la zona de estudio no se observa esta repetición tricíclica lo que puede
deberse a la proximidad de la roca inferior.
Recubriendo toda la superficie del terreno, hay una capa de relleno
heterogéneo, generalmente con gruesos variables entre 0,4 y 2,3 metros. Se trata de un
relleno arenoso o arcilloso con restos dispersos de escombros.
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