ALI CHUMACERO IbEWECPOTiA kMARCO A N T f l T N ^ -AMPOS Luis Antonio de Villena Los senderos y el bosque XX años del Premio Loewe -Antología- Colección Msor de Poesía A DE MÉXICO NÚMERO 106 J U L I O - A G O S T O · 2008 · $37,00 P L A Z A D E LA C I U D A D E L A 4, C E N T R O H I S T Ó R I C O 2 7 π iü 3t u Eduardo Lizalde · 90 años de Alí Chumacero Alí Chumacero · Poemas Mario Bojórquez · Entrevista con Alí Chumacero José Antonio Montero · Tres visiones urbana^ y otro poema Luis Antonio de Villena · 20 años del Premio Loev\/e. Incesantes caminos de pluralidad Juan Luis Panero · Galena de fantasmas Jaime Siles · Semáforos, semáforos Juan Pablo Zapater · La coleccionista Bernardo Schiavetta · Fórmulas para Cratilo Aurelio Asiain · República de viento Vicente Gallego · Santa deriva AlvaroValverde · Una oculta razón Felipe Benítez Reyes · Sombras particulares 34 Vicente Valero'Teoría solar 35 36 Luis García Montero · Habitaciones separadas Alejandro Duque Amusco · Donde rompe la noche Rafael Courtoisie · Estado sólido Josefa Parra · Elogio a la mala yerba César Simón «Templo sin dioses JenaroTalens «Viaje al fin del invierno José Eugenio Sánchez « Physical graffiti José María Alvarez « La lágrima de Ahab Silvina López Medin · La noche de los bueyes Antonio Cabrera · En la estación perpetua Bruno Mesa « El laboratorio Lorenzo Olivan « Puntos de fuga Vicente Gallego · De recogida D E LA C I U D A D DE M É X I C O , C P 06040.TELÉFONOS (55) 9172 47 lOY 12 16 CORREO ELECTRÓNICO: bibmex@correo,conaculta,gob.mx C E R T I F I C A D O D E L I C I T U D D E T Í T U L O # 6270 C E R T I F I C A D O D E L I C I T U D D E C O N T E N I D O # 4380 CONSEJO NACIONAL 18 PARA LA CULTURA Y LAS ARTES PRESIDENTE SERGIO VELA DIRECTOR G E N E R A L DE B I B L I O T E C A S FEDERICO H E R N Á N D E Z PACHECO REVISTA B I B L I O T E C A DE DIRECTOR MÉXICO FUNDADOR: JAIME G A R C Í A TERRÉS f D I R E C T O R : E D U A R D O LIZALOE E D I T O R : JOSÉ A N T O N I O M O N T E R O E D I T O R A S O C I A D O : MARIO B O J Ó R Q U E Z SECRETARIO DE REDACCIÓN: J O S É DE LA C O L I N A CONSEJEROS FUNDADORES: J U A N ALMELA, F E R N A N D O ALVAREZ DEL CASTILLO. MIGUEL CAPISTRAN, A D O L F O ECHEVERRÍA.VÍCTOR T O L E D O Y RAFAEL V A R G A S PROMOCIÓN EDITORIAL: MIGUEL GARCÍA RUIZ D I S E Ñ O : RENE HDEZ. A S I S T E N C I A E D I T O R I A L : MARINA GRAF ASISTENCIA TÉCNICA Y CORRECCIÓN: LINA GARAY VAQUERA RAÚL Z E N D E J A S DE LA P E Ñ A COMERCIALIZACIÓN Y DISTRIBUCIÓN: RUYSDAEL NAVA I M P R E S I Ó N : E D I C I O N E S C O R U N D A S.A. DE C . V P O R T A D A : ALÍ C H U M A C E R O 2· D E F O R R O S : P O R T A D A D E LOS S E N D E R O S Y EL ROSQUE. DE LUIS A N T O N I O DE V I L L E N A 4· D E F O R R O S : ALÍ C H U M A C E R O L A S F O T O G R A F Í A S D E ALÍ C H U M A C E R O Q U E I L U S T R A N ESTE N Ú M E R O F U E R O N T O M A D A S EL MAGO DE LAS LETRAS MEXICANAS. ECONÓMICA. A G R A D E C E M O S EL A P O Y O B R I N D A D O P A R A I L U S T R A R ESTE N Ú M E R O A L P E R S O N A L D E L F O N D O R E S E R V A D O D E LA B I B L I O T E C A D E - . DE CATÁLOGO E D I T A D O P O R EL F O N D O D E C U L T U R A iá^OCO:^ 4S 4c 4B 4í •i) ^ Miguel Ángel Velasco « La miel salvaje Carlos Marzal « Fuera de mí Javier Cano « El idioma de Adán Guillermo Carnero · Fuente de Médicis Joaquín Pérez Azaustre · El jersey rojo Vicente Valero « Días del bosque Carlos Fonseca Grigsby · Una oscuridad brillando en la claridad que la claridad no logra comprender Marco Antonio Campos « Por la calle de los anticuarios — EDUARDO L IZALDE 90 AÑOS DE ALí CHUMACERO Q ue los poetas nacen -se sabe hace milenios- pero que también , todos, se hace n. Me gusta repetir la idea de don Miguel de Unamuno sobre el tema (no cito te xtualmente) : hay autores ovíparos y vivíparos; los ovíparos, como las criaturas de su especie, ponen primero el huevo , lo depositan tiernamente en algún nido, lo empollan largamente y esperan con paciencia que se rompa feli zmente el cascarón . Los vivíparos no: ellos poseen como las hembras de todos los mamíferos la potencia engendradora, pero al engendrar, paren de un golpe a la criatura, sin cuidados previos del huevo o del embrión inexi stentes. Aun los superdotados y los monstruos de la precocidad , que suelen darse más en la matemática, y el ajedrez o la música, que en la literatura, dan muestras en la infancia y en la adolescencia de luminosos hallazgos, pero denotan siempre tentaleos , primeros pasos, que anticipan las horas de la final obra madura, inédita y genial. AJí Chumacero es miembro de una pasmosa generación de extraordinarios escritores y poetas mexicanos que nacen todos durante la segunda década del siglo XX (de Octavio Paz, Efraín Huerta, o José Revueltas a Juan Rulfo o Juan José Arreola, para sólo mencionar a unos cuantos), que es asimismo heredera directa de otra 2 BIBlIOmA O¡ MÉXICO 90 AÑOS DE ALÍ CHUMACERO § XX EDICIÓN DEL PREMIO DE LA FUNDACIÓN LOEWE A AH Chumacero, hoy ilustre decano de la poesía mexicana, a quien se han rendido justos homenajes en todo el país, dedicamos tanto la portada como las primeras páginas del presente número de Biblioteca de México, que incluyen una nueva entrevista concedida por el gran poeta a nuestro colaborador Mario Bojórquez. imponente generación nacional de poetas y autores nacidos en los primeros años de la década anterior, entre los que forman fil as tanto vivíparos como ovíparos ("eran acidiosos" porque no eran prolijos, aunque sí rigurosos, llegó a decir Octavio Paz). No intento afirmar que AIí Chumacero fue, desde el principio , vivíparo integral , porque sus primeros poemas denotan rigor formal, reconcentrada búsqueda de musicalidad y de sentido, que son más bien tareas propias de otros redomados ovíparos, ya lo ha dicho él mismo : que como auténtico ovíparo suele luchar con el horror vacui de las 130 versiones suyas de un mismo poema, antes de publicarlo. Pero sorprende advertir, se ha dicho creo muchas veces, la pureza, la impecable dicción, la madurez de los poemas publicados en 1942 (Letras de México), cuando el poeta cumplía 23 o 24 años, y que formarían , intactos, parte de su primer libro de 1944 (Páramo de sueños). Sobre esas "escasas muestras" que AIí daba a la circulación, declaraba en la revista su fraternal y sabio amigo José Luis Martínez, que cumplía los mismos años: "No sé que 1 818l10mA O¡M~ICO En la siguiente sección de la revista, y con la autorización del generoso Enrique Loewe, patrono de la Fundación que lleva su nombre, publicamos una antología de todos los creadores que han obtenido el premio de poesía que esa institución otorga desde hace 20 años, y reproducimos el excelente prólogo que nuestro amigo el poeta español Luis Antonio de Villena escribió para el volumen que conmemora ese aniversario. Durante la entrega de los premios a los dos triunfadores del concurso en su edición número XX, y en una concurrida reunión celebrada en el majestuoso restaurante del Teatro Real de Madrid (octubre de 2007), se rindió también homenaje al poeta mexicano Octavio Paz, que presidió durante diez años el tribunal del certamen y se presentó la bella edición de una nueva antología poética de nuestro premio Nobel, prologada asimismo por el poeta Villena y llevada a las prensas por la colección Visor. exista entre los jóvenes ninguna poesía más estricta, consciente y lúcida, que la de AIí Chumacero", y a continuación señalaba en esos textos el "labrado minucioso, un disciplinado sentimiento y un sentido penetrante de lo que un poema significa, dotes éstas, tan envidiables como inusitadas." y muchos años después (en homenaje de 1980 en la Sala Ponce de este recinto), Octavio Paz decía: " .. .los poemas de AIí Chumacero son sucesos de la carne o del espíritu, que ocurren en su tiempo sin fechas y sin historia ... " y "hay en ellos versos y líneas que nos suspenden, nos entusiasman, o nos obligan a recogemos en nosotros mismos, como esa Pastora de esplendores, o esa Petrificada estrella frente a la tempestad, o ese tigre incierto en cuyos ojos un náufrago duerme sobre jades pretéritos o ese estanque taciturno ... " Octavio Paz admiró siempre a AIí Chumacero, y en algún homenaje consumado una década más tarde, decía en un texto sobre esos "libros breves y perfectos", que AIí era "el mago de la poesía mexicana". Esos libros perfectos, que el poeta escribió en las dos décadas que van desde la redacción de los primeros textos, al despuntar los años 40, a la aparición de sus Palabras en reposo de ! 956, conforman una lección creativa de conmovedora belleza y no tendría el autor por qué recibir el reproche de la supuesta brevedad extrema del trabajo consumado, porque, como también lo afirmaba yo mismo en esos homenajes de los 80 y los 90, la obra de AIí no es más breve que la de Villaurrutia y otros maestros y amigos suyos de Contemporáneos, ni es más breve, por ejemplo que la publicada por el admirable peruano Emilio Adolfo Westphalen y la de otros muchos del siglo XX. Por lo pronto, AIí Chumacero continúa, con todo derecho y dignidad, leyendo en todas sus comparecencias, los perfectos poemas de la juventud como si fueran escritos ayer, para convencemos de que el vivíparo y ovíparo que hoy celebramos, nació de un golpe como gran poeta y se encuentra de pie frente a nosotros para seguimos asombrando con la exactitud, la potencia lírica y la música originalísima de sus versos. (Palabras leídas en el homenaje al poeta en el Palacio de Bellas Artes, por el nonagésimo aniversario de su nacimiento.) 23 de junio de 2008. s 81BuomA OfMÉXICO MENTllIElte El director de esta revista tuvo el honor de formar parte del jurado del premio integrado en esta ocasión por Carlos Bousoño (presidente honorario desde 1988), Víctor García de la Concha, actual presidente de la Real Academia de la Lengua, Francisco Brines, José Manuel Caballero Bonald, Eduardo Lizalde, Ana María Moix, Jaime Siles y Luis Antonio de VIlIena. Al término de la selección se incluyen, naturalmente, poemas de los dos jóvenes triunfadores de este premio 2007 de la Fundación, VIcente Valero (por el premio de la edición XX) y Carlos Fonseca Grigsby (premio a la joven creación). Un breve remate del presente número es un texto inédito en prosa del poeta Marco Antonio Campos. E.L. ALí CHUMACE RO POEMAS* POE MA DE AMOROSA RAíz AMO R ENTRE RUINA S .. .le gOliterai le Jard pleuré par tes pal/piéres. pour va ir s'il sail donner au C(PUf que rufrappas /'insellsibilité de /'a zur et des pierres. ST~PHANE M ALLARM~ A ntes que el viento fuera mar volcado, que la noche se unciera su vestido de luto y que estrell as y luna fincaran sobre el cielo la albura de sus cuerpos. Antes que luz, que sombra y que montaña miraran levantarse las almas y sus cúspides; primero que algo fue ra fl otando bajo el aire; tiempo antes que el principio. Cuando aún no nacía la esperanza ni vagaban los ánge les en su finne blancura; cuando el ag ua no estaba ni en la ciencia de Dios: antes, antes, muy antes. Cuando aún no había flore s en las sendas porque las sendas no eran ni las flores estaban; cuando azul no era el cielo ni rojas las honnigas, ya éramos tú y yo. Como un incendio al aire desatado o una flor suspensa sobre el agua, en lenta consunción nuestros desnudos abren el cauce del deseo desbordándose en alas y gemidos de silencioso aroma; encienden sobre el tacto un suave mar que inunda con sus trémulas olas palpitando a través de la piel , acumuladas bajo el húmedo aliento de los labios y este duro anegarse en humo o en temblor surgido desde el sueño, como eterna marea que consume el herido temor donde flotamo s. Cerca mi cuerpo al tuyo dolorido, cíngulo ardiente que a tu carne ciñe vo lcándola hacia el vuelo de mi mano al tacto desli zada, ola, caricia o llama sobre el silencio de tu piel, en esta soledad de nuestro lecho. (De Páramo de sueiios) Pero entre el fuego al fin la carne es mar herido, es caracol devuelto hacia la playa, luz temblorosa que no asoma su densa claridad sobre el abismo, y como pluma, sólo ofrece bajo el aire la impalpable tersura de su sombra, sin ser ya más incendio o pétalo, sueño o cauce sino la roca misma y su dureza, un lento ver la arena creciendo sobre el cuerpo hasta sentir que la violencia es sólo yeso destrozado en la inmovilidad yacente del silencio. 2 Sube la espuma, hacia el aliento asciende nacida de este sueño que en alas se desata, hiriente, desolada, afinnando en los labios su duro incendio congelado y su lento sabor a mar que nos satura con un turbado anhelo, dejándonos tan solos con la noche, . A lí C humacero. Amor entre ruinas, Poesía amorosa reunida. Prólogo y selecc ión de Di oni cio Morales. 7 ilillOmA o¡ MÉXICO o aflorando a la piel que te contiene. Porque tu voz al fin fue derribada bajo esta florecida calidez de mi aliento, deslizándose agónica, marchita bajo el silencio espeso de la almohada. tan íntimos en ella que su apagada imagen somos, ya olvidado su ardor entre la niebla, cuando ella se desploma espesa, tal una ola funesta que rozara con sus labios la huella de la rosa, ahí donde los muslos trémulos, anhelantes sueñan con el azogue más ciervo del espejo y la huida del agua arrastrando una sombra. Lánguida espuma, muda penumbra convertida en sombra, espesura tronchada cuando destrozas el cristal y mueres, y eres el inoído pulso hermano, el paralelo aroma que se apaga o la herida que duele si n sentirse, tal el invierno de una flor antigua que no cediera forma ni color; cuando sabes a mar, ya congelada, a íntimo sepulcro, a lágrima rodando por el mármol delatándolo todo con su paso, y no miro a tus ojos por temor de encontrarme asesinado. Como vino de túmulo o un sabor precipitado en alas, te siento diluida entre los labios; en la playa del cuerpo yergues tu aliento mudo; sobre mis dedos corres; creces en mis cabellos, vivos tallos que en ti murmuran una canción de brisa derrumbada, y el tiempo se detiene en su carrera, convertido en el témpano que al agua inmoviliza, como largo silencio o paloma si n alas, cuando tal una imperceptible ráfaga, la más pequeña arena perdida entre las olas, deslizada en tus venas dejo la imagen de mi amor, cautiva dentro, bajo el correr de tu desnudo. 4 Escucho más allá del lecho tu agonizante aliento, tan leve como un hielo olvidado en el frío , opaco más aún que las pupilas náufragas de quien advierte su descenso hacia las aguas de la noche y en la sombra palpita adormecido. Mas cuando sólo la caricia nos embriaga te ciñes al cristal, vives la clara vida de este limpio sonido que en mis oídos yace; desnuda y silenciosa caes con lentitud de aroma en la penumbra, hecha rumor del tacto bajo la sábana que como lluvia transformada en rocío desciende sobre el pétalo y nos erige, diáfanos, ya para siempre espuma, aliento derrotado, más rescoldo que cauce o alarido, más ceniza que humo, más sombra, más desnudos. Eres la niña que rompió el espejo destruyendo la imagen de mi aliento; mujer desnuda y recostada en nieve, semejante al retoño, al corazón que ahonda en la ceniza buscando vanamente su destrozada sístole. Más allá del espacio de tu cuerpo, de la inmovilidad que a tu desnudo oprime, como un incendio en ruinas a través de la lluvia contemplado, tal un abierto cielo sin ángeles ni plumas, sin ecos que respondan, estás como la brisa, tímida alondra de las alas rotas; clara, inmóvil, desvanecida, mirando el angustiado movimiento, el temblor sollozante de mis brazos; viendo cómo amanezco inmerso en la humedad nacida de tu piel, con el tacto apagado entre el aroma espeso que nos ciñe, nadando entre el desnudo y el descenso bajo espumas de fuego, 3 ¿Desde cuándo, en qué espacio de silencio miras, maduras, mueres? ¿En qué oído reposa el eco. la forma de tu voz quebrada bajo el labio? ¿Dónde extraviaste el impalpable vaho que de pronto rompía los silencios? ¿Bajo cuál aire nace el tacto, esa lenta agua que en su humedad delata la presencia invisible de la [llama, la huella mortecina de tu cuerpo? Muere el deseo, mas el sueño en tu desnudo vive invadiendo tu aliento con su niebla, y es la profunda música oída entre tu rostro 8 818l10Tf(\ DE ',1[\,(0 IMAGENES DESTERRADAS por ALÍ CHUMACERO NUEVA FLORESTA en la EDITORIAL STYW MEXICO, 1948 RESPONSO DEL PEREGRINO e n tanto un sueño grave. un miedo qu e se ad hi ere a los cuerpos y a los lab ios Yo. pec ador. a orill as de tu s ojos naveg a entre mi s manos. mi ro nacer la tempestad. 5 Ve n a morar en mí. acércate a mi du e lo Sum iso dardo, voz e n la espesura. bajo m is brazos fat igados y e l ca ll ado rumor que nos desc iñe: e n tu solar o lvida e l corazón vue lca tu ali ento estremec ido. de lu z y ac iago fall ecer, re lámpago ve ncido e l doli do perfume de tu cuerpo, en la límpida zona de laúde s des nud a. so la rosa aérea. que a mi maldad despliega tu tern ura. incrédul o desciendo a l mananti al de grac ia: su fal so te stimoni o , la se rpiente fl or que en la sábana deshie la Elegida entre todas las muje res. ma s no se rompe y sí naufraga en la isla fruta l de nuestro lec ho . al ángelus te anunc ias pastora de es ple ndores Amortaj ado río . cómo des lizas y en penu mbra duermes cuando a tu pi e l acerca su den uedo. y la alondra de Herác lito se agosta dejando transpare nte el cuerpo O h, cítara de l alma, armó ni ca al pesar. para después morir en las ti nieblas: cómo so ll oza por tu piel el sueño del luto hermana: a íslas en tu efi g ie hasta dejar e n ti la roca, e l vérti go ca mino de Damasc o y sobre e l aire dejas la orla de l perdón. e l mar, la brisa, e l pétalo de arom a d isecado. como s i ung ida de piedad sintieras el aura de mi paso deso lado . O sc ura estás. osc ura mujer tendida sobre e l lec ho . perd ida e ntre tus olas mientras descansa, agóni co y destruido, María te des igno , paloma que ins inúa el ali ento lucero que ince ndi aba los ai res páramos amorosos y esperanzas. ab riendo entre la noc he un gran árbo l de lu z. reina de erguidas arpas y de sobe rbios nardos: Ahora tu desnudo yerto está. te miro y el silenc io atónito presie nte amort iguado bajo su agonía, pudor y languidez. la corona de mirto qu ieto como la noche y la tri steza de mis labi os, ll evada a la ribera donde mi s pie s reposan. y tus brazos al fin ced idos, donde te nombro y en la voz fl ameas derrum bados bajo mi cuerpo. como vie nto impre vi sto que ince ndi ara me dejan a tu ori lI a, solo la melodía de tu nombre y fuese , co n so ledad de pluma y abandono o río subterráneo. síl aba a síl aba, eri giendo en o las el muro de mi salvac ión. Vivo bajo la piel y soy la sombra sólida que contra el sueño lucha: respiro inconsolado reposando Hablo y en la palabra permaneces. en tus labios los míos temblorosos, agoni zante entre tus manos e l tranquilo fl uir de tu mirada: como náufrago o ala sin espac io, dejando inmó vil mi desnudo del ser incomparable, la obedienc ia fugaz al eco de tu in fa nc ia mil agrosa, tal un sonido amargo de síl abas deshec has, y soy un balbuceo , cuando, juntas las manos sobre el pec ho , limpi a de in fa mi a y destrucc ión un aroma caído entre tus piernas rocas: de ti ascend ía al mundo la imagen de l laure l. No turbo , si te in voco , bajo la insomne nave torn as el cuerpo e mblema soy un eco. (De Imágenes desterradas) Petrifi cada estrell a, temerosa frente a la virgen tempe stad . 10 81BlIOHCA Ol MÉXICO II III Aunque a cuchillo caigan nuestros hijos Ruega por mí y mi impía estirpe, ruega e impávida del rostro airado baje a ellos a la hora solemne de la hora la furia del escarnio: aunque la ¡ra el día de estupor en Josafat. en signo de expiación señale el fiel de la balanza cuando el juicio de Dios levante su dominio y encima de su voz suspenda sobre el gélido valle y lo ilumine el filo de la espada incandescente. de soledad y mármoles aullantes. prolonga de tu barro mi linaje -contrita descendencia secuestrada Tiempo de recordar las noches y los días, en la fúnebre Patmos, isla m í a - la distensión del alma: todo petrificado mientras mi lengua en su aflicción te nombra en su orfandad, cordero fidelísimo la primogénita del alma. e inmóvil en su cima, transcurriendo por un inerte imperio de sollozos, Ofensa y bienestar serán la compañía lejos de vanidad de vanidades. de nuestro persistir sentados a la mesa, plática y plática en los labios niños. Acaso entonces alce la nostalgia Mas un día el murmullo cederá horror y olvidos, porque acaso al arcángel que todo inmoviliza; el reino de la dicha sólo sea un hálito de sueño llenará las alcobas tocar, oír, oler, gustar y ver y cerca del café la espumeante sábana el despeño de la esperanza. dirá con su oleaje: "'Aquí reposa en paz quien bien moría." Sola, comprenderás mi fe desvanecida, el pavor de mirar siempneel vacío (Bajo la inerme noche, nada y gemirás amarga cuando sientas que eres dominará el turbio fragor cristiana sepultura de mi desolación. de las beatas, como acordes: "Ruega por él. ruega por é l . . . Fiesta de Pascua, en el desierto inmenso añorarás la tempestad. pSJiÉDe Palabras En ti mis ojos dejarán su mundo, a tu llorar confiados: T llamas, ceniza, música y un mar embravecido al fin recobrarán su aureola, y con tu mano arrojarás la tierra, polvo eres triunfal sobre el despojo ciego, júbilo ni penumbra, mudo frente al amor. Óleo en los labios, llevarás mi angustia como a Edipo su báculo filial lo conducía por la invencible noche: hermosa cruzarás mi derrotado himno y no podré invocarte, no podré ni contemplar el duelo de tu rostro, purísima y transida, arca, paloma, lápida y laurel. Regresarás a casa y, si alguien te pregunta, nada responderás: sólo tus ojos reflejarán la tempestad. Niñetas de José Antonio Montero II ÍIBUOTECA DE MÉXICO en reposo) EL TRIUNFO DEL SOSIEGO Sobre el aroma del café, el humeante ciganillo alentaba su hermosa columna transparente, y al través de su velo el habla y tu sonrisa desc ubrían imágenes de muebles, libros, colores, uvas y ventanas abiertas al sonar de la música en la sala asombrando el silencio. Dominaba el afán de estar entre nosotros y ser hijos perennes de un mundo se mejante a la piedad de su derrota, enemigos del vuelo estéril de la estrella que no se multiplica, y éramos la muralla que detiene la hostilidad al alma desplomada. Días después el perezoso azar ahogó el preludio de las horas al convertir en pálida penumbra el viaje al interior, haci a el callado huerto, junto al árbol sin fruto s donde el canto de un ave solitaria abruma de ceniza el vaso del sosiego inscrito en la palabra antes de pronunciarse. Olvidada de mí, perdida en el remanso que, entre el sabor y el tiempo, aquieta su leve eternidad atravesando olores y sonidos, siempre recordarás el resplandor insomne de los ojos aguardando la noche, la cólera invisible que entre las sábanas solia hallar su cementerio. Hoy sólo sé que iluminabas el corazón sombrío. Y sonreías. (Poema no recogido en volumen). ! 11 BIBliOTECA DE M~ICO M ARIO B OJÓRQUEZ ENTREVISTA CON ALI CHUMACERO N ac ido e n Acaponeta. Nayarit , en 191~. Alí C humace ro es autor de una obra esplendente y d iscreta. tres títul os básicos son su bibliografía: Páramo de sueiios ( 1944). II/lágel/ es desTerradas (1948) y Palabras el/ reposo ( 1956). Sus poe mas ha n acompañado a los lectores como un a lecc ión de pureza y delicada expres ividad que recupera los e le mentos ca rac terísticos de la estét ica de COI/Temporáneos: e l sentid o superior de idea, im agen y sonido, el uso decantado de la silva con sus combin ac iones métric as de heptasíl abos, eneasíl abos, endecasíl abos y alejandrinos. la ce lebración del amor desd ichado. Su obra poética ha sido el vínculo con esa generac ión de la primera mitad de l sig lo XX y ha permeado su eje mplo a lo largo de toda su seg und a mit ad. El silencio de su voz poética ape nas ha sido roto e n dos. tres ocas iones, con algún nuevo poema de elaborada fac tura, se han cumplido más de cinc uenta años de su más rec iente publicación y su poesía continú a en vige nc ia de leitando a l lector del siglo XX I. MB Mario Boj!Írq ll e~ : E, tam os aquí co n el poeta A lí C hum a- de Montell a no, Villaurrutia, Goro sti za y a lg unos más. ce ro co nve rsa ndo acerca de la poes ía. A él le tocó estar Una rev ista que abrió los ca mpos a poetas de mi época mu y cerca de proyec tos ed it orial e, muy importante s en México. como fueron la, rev ista s El hijo pródif!,o. Tierra qu e vi ni eron a enriqu ecer la literatura mex ica na. 1/11 1' \'(/ . LeTras de México. ¿Q uié ne" eran 1m, 4ue hacían MB: Esta ndo dentro de esas revi stas, usted estaba al mi smo ti em po conociendo todo lo que se prod ucía en el no rte , en Estados Unidos y las cosas más import antes. Usted ade más hacía traducción del fra ncés. Alf ClIII/I/(/cew: E,a, rev ista s. so bre todo El hijo pródigo y LeT ras de México. la, ma nejó un hombre cuya preoc upació n e ra 4ue la literat ura no interrump ie ra sus formas ex pres iva,. es dec ir. su publicaci ón constante. Se lla maba el ho mbre Oc tavio Barreda. AC: Yo produje a lgunos tex tos. Me formé principa lmen- te, claro. en literatura española. La generac ión del 27, con el más famo so que era García Lorca, fue la literatura que a mí me ense ñó a hacer de la expresión poética una pro- MB : Oc ta vio Barreda. qu e fu e el trad uctor de AI/ábasis de Saint-John Perse .. fe sión, un ofic io, una manera no ext raña sino constante de saberse en este mundo. AC: Efec ti va me nte. la traducc ió n qu e hi zo fue proba- MB: A hora bien , yo pienso en una palabra que actu al- bl emente la prime ra traducción que se hi zo de SaintJohn Perseo mente se usa mucho, que es " neobarroco". Estas form as barroqui stas del lenguaje que de nueva cuenta circul an . Los usos de Sor Juana, por ejemplo, la expresión del endecas íl abo, cierto tipo de metáforas o de imágenes ex- MB : Entonces la poesía de l mundo estaba circulando en Méx ico a través de estas revi stas. Es dec ir, había un in- presivas y que yo veo en usted , en poemas como aquél terca mbi o, un di á logo ... que dice "Cae la rosa , cae ..." CA una fl or inmersa"). ¿Puede recordar una parte de ese poema? AC: Sí. Bueno, ya había un a ntecedente que era AC: Sí. cómo no. Es un poema que no es nada sino una imagen. Una rosa que se va deslizando a través de una corriente de ag ua . Va cayendo, cayendo, cayendo, hasta la apertura a la lite rat ura con temporá nea de esa época hec ha por los Contemporáneos. La revista CO I/Temporán eos que ma nejaron Torres Bodet, Orti z tl ilillOmAOf M[XlCO que por fi n se deshace. Es un poco un a im agen defi n itori a de la poesía: la poesía que va desc ri biendo y desc ribiendo AC: Y del pensa miento. Recordemos, AC: Sí se le entendía de esa manera por. por ejemplo. Muerre sin fi ll. Es un poema que no se ha podido defi nir de l todo que no es ta nto la acción sino el significa. do de la acción. el aroma, el movimiento y que, grac ias a estudios constantes de no es sólo el movimiento. No es sólo el muc hos investigadores, ha tenido más caballo que corre sino el resplandor del MB : Sólo deja un perfume, un a ire .. de un a ex plicación. Un poe ma sobre el cua l yo mi smo escribí y me equivoqué caballo corriendo. Eso es lo hermoso de AC: Exactamente, una imagen pálid a. de tal manera que cuando me encontré c ierta sonri sa, es que a l final dije que el Pero. al fi n y al cabo, no concreta. con Gorostiza me di o una pa lmadita libro estaba muy bien pero que no esta. y me dijo: "Me gusta mucho que mi s ban control ados los tiempos. Como es un hasta que queda en nada. Rulfo. Mi falla con él, que ha causado MB: Eso que usted hace es a lo qu e am igos me digan qué qui so dec ir lo libro que está escrito en varias tesituras ll a ma n neobarroco y es un a de las co- d ije que no estaban bien controlados, fue rriente s más reconoc idas de nu estro s que escribí". Una form a burlesca y muy graciosa de decirme que lo que yo había d ías. expresado acerca de su poema no tenía que ver nada con el poema. Sin embar- después de todo es la primera novela de Rulfo, ya se corregirá . .. AC: Sí. Bueno, el neobarroco es un a go yo creo que hay derecho a tener una idea sobre un poema, aunque no sea la MB : Pocos libros tuvo Rulfo, pero tam- fo rm a de manejo del idioma. idea que tuvo el poeta. todo el "pero" que puse. Pero, advertí. bién e l poeta Alí Chumacero nos dejó, hasta a hora. pocos libros. Ése es un MB: Exacto, pero también de la im agen. Entonces esa im agen decantada MB: Pero además usted se ded icaba que usted tiene en el poema podría ser puntualmente a esc ribir sobre tod as las tiende, cómo lo asimila y cómo le dice un ejemplo perfecto de esa maravi ll a. novedades de aq ue llos días. a sus lectores qué deben entender? AC: Sí. Eso quiere ser. Eso busca ser. Y AC: Sí, yo hice crític a (o public idad AC: Bueno, mi poes ía es muy difícil de lo es en cierta forma. literaria) durante 25 años. Escr ib í in - entender. Es una poesía que está hecha asunto que tratar. ¿Usted cómo lo en· finidad de artíc ulos sobre libros que más que de objetos, de significado de aparecían. objetos. Entonces, muchas veces, yo la leo y no la entie nden. Eso es porque la MB: Puedo recordar el caso de Rulfo donde también tuvo usted otra ··caída". conclusión de aq uello que yo manejo no es directa sino que es más bien el recuerdo de ese objeto. Yo hablo por AC: En el caso de Rulfo para mí era fác il porque yo hice el libro en e l Fondo de C ultura Económica. Yo conocía el ejemplo de violencia y pongo un a ser· piente .. pero defi nid a como algo interno, no libro "al centavo", íntimamente. Yo lo MB: ¿Pero qué dice entonces el poeta como una expresión hacia fuera. preparé, le puse los guiones, las comas, las mayúscul as ... MB: ¿Y con quién se emparenta? ¿Con Gorosti za, en la expresión? AC: Mmm. No, yo fui un poeta muy vi llaurruti ano. También se podría emparentar con Gorostiza, pero Gorostiza fue un poeta que le importaba más que nada expresar el sentimiento, la pasión, MB: Y Villaurrutia era más una expresión externa porque era una visión preciosista del mundo, una expresión celebratoria de la belleza del mundo .. . Alí Chumacero cua ndo dice " Yo pecador, a orillas de tus ojos / miro nacer la tempestad"? MB: ¿Cómo era el ma nu sc rito de Rulfo? AC: Ahí veo en los ojos la expresión de AC: Muy bien hecho, era un hombre la vida, la tempestad de la angustia. Y es el tema, la base, de un poema mío AC: Claro. Villaurrutia es una expre- que sabía escribir, que sabía ordenar los que creo que es mi mejor poema. sión poética mucho más evidente. guiones, los paréntesis... En a lg unos casos, como todos los escritores, tenía alguna falla. Esa fue mi contribución a l MB: A mí me gusta mucho ... terior, de la relación. Del trato humano. libro de Rulfo: exclusivamente colocar la coma donde había que ponerla y no donde no estaba bien colocad a. cos que me gustan, de hecho. MB: Y en el caso de Gorostiza es una MB: En aquel momento, ¿fue entendi- visión del interior. Cómo salir del interior para explicárselo al mundo . .. da la novela de Rulfo como un poema, como poesía realmente? MB: De la carne, digamos. AC: De la carne, del trato continuo del ex- AC: A mí también me gusta, de los po- MB: Díganos unos versos de él. 14 818l10mA o¡ M~ICO AC: "Ruega por mí y mi impía estirpe. ruega / a la hora de la hora / el día de estupo r en Josa fat. / c ua ndo el juic io de vient a n a llí y es un ve rso ta n fuerte q ue lite ratura es un art e selec to q ue tie ne que Di os levante su dominio / sobre e l gé - tolera toda la column a e n que se está d arse en un proceso de indi vid uac ión. lido va lle y lo ilum ine / de so ledad y enun c iando. Por eso el poe ma. desde e l No es un arte plura l. sin que yo quiera mármoles au ll:lI1tes ." Es una expresió n punto de vista de la construcc ión. est<Í dec ir que e l arte plura l no sea di gno de que habla de l va lle de Josafal. e l va ll e bie n hec ho. Desde e l punto de vista de m i ate nción. qu e lo es. No. pero sí son en que. según los judíos. tendrá luga r e l la bell eza es bonito. Y es mi poema m<Ís fam oso. tiene educación no puede goza r Mu en e MS : y ade más q ue los que lo lee n va n es un poema mag nífi co. se req uiere te- Jui cio Fina l. do nde res urge n lo, mu e rtos (los " má rmo les au ll and o") y llega Dio, y los levanta . MS : Sue nan la, tro mpeta, . . forma s d ife re ntes. Una persona que no sin .fin . Para gozar Mu erte sin fi n. que a buscar un poe ma qu e de alg ún modo ner preparación y una se nsibilid ad mu y re prese nt e ese sentimi ent o tan natural. parti cul ar y muy inclin ada hac ia la be - ta n uni versa l que es q uerer a a lg ui en. lleza. La poesía ti ene que busca r so bre AC: E,o que d ices es mu y int e resant e Uno pi e nsa qu e antes de l tie mpo ya es- todo la be lleza . Indepe ndientemente de porque es una idea judía. Tambi é n c ri s- taba dado ese amo r. los temas. indepe ndienteme nte de las tiana . c la ro. Es un poema hec ho con expresiones. independientemente de AC: Exac to. esa es la ve rdad. La ge nte la oc asión. independi enteme nte de la orac ió n de l pereg rin o. e l hombre qu e cree en eso cuando es jove n. C uando se oportunidad. ti ene que terminar en la pa, a po r el mundo . e l ho mbre que e, tá e, maduro co mo yo . ya no se cree mucho be ll eza. Decir por ejemplo "ya éramos en el mund o. " Res po nso de l pe reg rin o" en eso. Va variando constantemente . tu y yo" es muy boni to porque indepen- ideas c ri , tianas. es un re spo n,o. Es una qu iere dec ir "Orac ió n por e llJu e vive". MS : Ahora. tam bié n a la ge nte le g usta di entemente de lo qu e estoy d ic ie ndo es MS : ¿Hay inéditos de A lí C hum ace ro') un ve rso que en sí mi smo .. . es como ¿C uánd o los ve mos') aquel verso de Béc quer. " Hoy creo en mucho sU poe ma de " la, ho rmi gas ,on rojas" (" Poe ma de amorosa raíz" ). Dios". Es un poem a parecido. AC: No. nun c a . Eso s lo s voy a dejar in é dit os pa ra que a lg ún in vesti gador MS : Pues eso era lo que yo quería pre - AC: A h. si. Bueno. es un ma l poe ma .. lo, desc ubra . g untarle. Estoy muy contento que este MS : iNo '. ¿cómo qu e un Illal poe ma·) MS : A mí me tocó edi tar un li bro suyo ni zadores todos son muchachos muy qu e es e l libro que pre paró Di on ic io jóve nes. gente muy inteligente que des- Mora les. El hec ho es qu e siempre que de lueg0 son lectores suyos y qu e tienen sa le una edi c ió n de A lí C humacero to- g ran inte rés en ace rcarse a usted. en MS : E, un poe ma mu y bonito. Yo me d o~ conoce rlo. Por eso es una a legría pa ra ac uerdo que usted en un a oc asió n en que poe ma inéd ito aparezc a a ll í. Entonces e, tábamos comie ndo dijo: " No. es que va mos y busc amos e l li bro por si aca so usted aquí. junto a nosotros. Los orga- AC: ... pe ro bo n ito . . tenemos la espe ran za de que a lg ún nosotros tenerlo aquí. AC: Yo. enca ntado. Y puestísimo para no se debe empezar siempre del mi , mo a lg uien lo co nvenció de que había que modo. can sa. Debemos cambi a r" y ese sac ar a lgo. Pe ro usted no ti ene inte rés ser útil no sólo en estos momentos sino es el ejemplo ju , to de ese uso retórico en eso .. siempre. Todo mundo sabe que yo me AC: No . no. Yo decidí. hace muchos consejos. a correg irles los textos y a de- a li os. dedi carme en buen a parte a mi- cirles q ue tengan fe en la literatura que dedico a alentar a los jóvenes. a darles de la aná fo ra. Además yo creo que lo re , uelve de un modo prodigioso. AC: E, un poe ma fác il. Es un poema mar a los muchac hos. a que no se in- no deja nada bueno económicamente abstracto completamente. Es una idea te rrumpa e l amor por la literatura en- pero que deja la paz. Para mí la vida se tota lme nte hiperbó lic a: ante s que nad a tre los muchachos aficionados que so n concreta en la poesía. Nu nca he queri- está ese amor nuestro que es eterno. Y ami gos míos. La literat ura no debe ser do hacer otra cosa. He sido también un para filtrar toda esa solemnid ad que tie - un luj o sino un a corriente constante. hombre de imprenta. Lleg ué a conoce r la imprenta. Ahora ya la estoy olvidando. ne e l poe ma le puse a l final las hormigas. que so n mu y bonitas po rque e s un a MS: En a lgú n momento el poeta está relac ió n. respecto de lo a nterio r. muy rec ibiendo la herencia de una tradic ión senc illit a, coloq ui a l. Despué s de las y de un a leng ua ... horm igas viene "ya éra mos tu y yo" , lo que aún me g usta po rque es lo que e n- AC: Efectivamente. Debe haber un a vuelve, lo que sostiene la base de tod a continuidad . Yo no creo en la literatura la serie e numerativa de hechos que re- como expresió n de todo un pueblo. La 15 ilillOmA Of MÉXICO 24 de noviembre de 2006 . JOSÉ A NTO N IO M O NTE RO TRES VISIONES URBANAS y OTRO POEMA Para Alí Chumacero en sus vívidos 90 años Viñetas del autor DF : 7:30 AM PUEBLO O CIUDAD Avizoro que corre en sentido contrario al automóvil que condu zco en el difícil tráfico de la mañana un hombre entre 24 o 28 años que imagi no semidesnudo pues el fluj o vehicular sólo permite verle la parte superior del torso pero cuando continúa su trote por el lado del copiloto mi mujer que me acompaña lo mira y me dice no tiene ninguna ropa y está totalmente drogado Sigo el curso lento del tránsito por la avenida congestionada para tomar el trébol que me incorpora a la vía rápida y observo entonces que el exhibicionista intoxicado da media vuelta desanda su carrera y en cuestión de seg undos se detiene y se arroja por un puente hacia el vacío Concluye así una práctica de vuelo equivocada Ícaro extraviado Prometeo ya sin fuego No puedo imaginar esta vida y la otra en el pueblo o en la ciudad pero sé que aquí este lugar es cruel sin diálogos ni salidas a tal punto que incluso sobran las preguntas ¿Qué hacer? Hay demasiados venenos Abundantes cuchillos Excesivas navajas Infinidad de púas Todo esto sobra Sobran muchas cosas Faltan otras faltan Lámparas gises Togas y birretes Obituarios Muchas cosas ni siquiera imaginadas sobran o están de más Suspiros bodas bautizos deseos Temores y palabras Pueblo o ciudad preguntaste hace años y elegiste ésta que hoy te otorga infierno químicamente puro NEWS DIVINE* Miro tenis dispersos Sueltos o alineados Pares e impares Con colores y estilo~ a la moda Casi nuevos y breves prendas de vestir femeninas abandonadas sin orden ropa de fiesta qui zás para usarse en domingo aunque era viernes Demasiados sueños en el país de las maravillas mediáticas Il Miro cuerpos inertes que apenas comenzaban a entender la vida y sus flamígeros contrastes Recién llegados a la juventud caídos con sólo un pie calzados o descalzos con y sin calcetines Ajenos ya a un mundo tortuoso cerrado expropiado Pocos sueños Muchas pesadillas Ciudad o pueblo todo es igual ahora Múltiples formas de cáncer corroen un territorio a punto del despeñadero * Nombre del lugar en que ocurrió la tragedia donde murieron 12 personas en el· O.F. el viernes 20 de junio de 2008. 16 BIBliOTECA DE M~ICO EL INSOMNE* a AJí Clwma cero, maestro de obra III Miro niños que apenas empezarían su educación sentiment al o iniciarían la enseñanza media en donde algo aprenderían sobre el valor de la ex istencia poco sobre su sociedad o su hi storia Tú no sabes qué hacer a mitad de este insomnio acusador que no te deja en paz y menos sobre arte o literatura Algo en la escuela menos en una familia volátil Sueños no Nada más pesadillas Por fin te incorporas A tientas buscas un libro un papel la luz IV Miro niños Niños que solamente intentaron reproducir en ese aciago día todo lo aprendido en la TV acerca de alcohol música sexo y drogas Veo niños Pero no miro adultos capaces de ofrecer cariño respeto seguridad futuro Miro abandono Soledad Enajenación y caos Una sola pesadilla Miro al siglo XXI que aquí camina de regreso hacia el siglo XIX Los papeles reposan Las palabras también La mayoría duerme Sólo unos cuantos velan Así es la vida No quieres molestar a nadie en esta hora Escribes Vida soñada Sueños si n vida Mundo sin sueños • José Antonio Montero. Augurios y obstinaciones. SEP. México. 1988.80 pp. 17 818l10HCA D[ M~ICD LUIS ANTONIO DE VILL ENA * 20 AÑOS DEL PREMIO LOEWE :.; ~ 1~'1~ls:crsT~~ , , J. , l- PLURALIDAD . \ ; t ,: , ! i" ~, , , ~ '~ ~, " *Luis Antonio de Villena. Los senderos y el bosque. XX años del Premio Loewe, Colección Visor de Poesía. Gráficas Muriel. Madrid. España. 2008. 328 pp, ~ ¡J :~ 1 ' It 18 818110HCA OE MalCO C uando se fundó en 1988, el Premio Intern aciona l Creo que el hec ho de que e l premio " Fundación Loewe" de Poesía Fundación Loewe cumpli ó (y rápida- sea hoy en día acaso e l más importante (fuera de los de mente) dos objetivos en c ierto modo e xtrínsecos a las ámbito institu ciona l) qu e se dan en lengua es pañol a , se amb ic iones íntimas del Prem io en sí: crear un gran pre- debe a la fidelidad a su ini c ial propósito: premiar libros mio de poesía en España y Latinoamé ri ca -e n aque l mo- buenos - si de jóvenes mejor, pero como es lógico la ca- mento muy en baja- y otorgar a ese pre mi o de poes ía un a lid ad primaba y prima sobre la juve ntud- y haber te nido dotac ión econó mi ca di gna, mu y supe ri or a todos los que un jurado presti g ioso y notorio. Qui zá la variación ma- en aque l mome nto se otorgaban. La idea motri z era qu e, yor en la segunda década de l Pre mi o (para la primera aunque la poes ía tuvi e ra menos lectores y co nsec ue nte- debo re mitir a mi antología La poesía plural, que celebró mente menos ventas, e ll o no la hac ía e n nada inferi or a la aque ll os primeros di ez años, Visor, Madrid, 1998) haya nove la, en cuanto a va lor o ca lidad. (Pen se mos qu e por radicado en la mo vilidad mayor del jurado. Ese mi smo aque ll as calendas e l envejec ido y antaño tan presti g ioso año muri ó Octavio Paz , qu e fue rea lmente un hito en los "Adonai s" tod av ía daba al ga nador 5,000 , mu y s im bó li- prime ros años del premio, y se planteó la idea (al tener cas, pesetas.) obl igadamente que substituir a Pa z) de que e l jurado fuera A l Loewe le ha n salido co mpetidores e n alu vión , y por más móvi l, salvo a lgún mi e mbro fund ador, lo que llevó supues to la may oría se han acercado a aq ue ll a dotac ión a la presidencia honorífi ca a Carl os Bousoño. Debía se- económica ini cia l (dos mill o n e ~ de pese tas, luego ha cre- gu ir ex istiendo presencia lati noamericana y hacer entrar ci do ) tan insó li ta en e l te rre no de la poes ía en ese mo- a algun a mujer. Los jurados de estos di ez seg undos años mento inaugura l. Gracia s al "Loewe" hoy qui zás hay un han sid o más cambiantes, pero a títu lo de ejemplo puedo exceso de prem ios poéticos e n España - ahora sobran , decir que e n esta etapa han estado o están , a veces más de que no fa ltan- y la mayoría están econó mi ca mente bien un año (y exc lu yo naturalmente a los poetas ganadores de dotados, aunqu e aún se echen de ve r d iferencias notables cada co nvocatori a) poetas crít icos de tan notable trayec- con e l ámbito más co mercial de la nove la. S í, hoy hay toria y obra como e l chileno Gonza lo Rojas, e l mexicano mu chos premi os de poes ía en España y a lgun os notabl es, Edu ardo Liza lde , la uruguaya Cristina Peri Ross i, y otros pero e l más pre sti g ioso (bastaría hace r un a e ncuesta en- nombres españoles como Ánge l González, José Manuel tre poe tas) sig ue siendo e l ya ve terano " Loewe", no :,ólo Caballero Bonald , Lui s María Anson, Víctor García de la porqu e paga y ed ita bien , s in o porqu e lo hace exce len- Concha (presidente de la RAE) , María Victoria Atencia te mente -y hab lo con expe ri enc ia-, otra cosa bastante o C lara Janés, nombres que se han unido a los habituales defic ie nte en los demás prem ios , cuando no ll anamente Brines, Siles, De Vi ll ena , etc. mal hecha: Loewe c uida la propaganda y la publi c it ación Diría, sin embargo, que la gran obsesión de este pre- o promoción de l li bro ganador de una manera profes ional mi o está (y ha estado) en el respeto y ace ptación de la y eficaz --con un só lido equipo detrás- cosa que está bien plura lidad de las voces poéticas. En España ha llegado a lejos de ocurrir. menos o más, en todos los de más pre- se r desagradable y ce lTil -y en parte de Hi spanoaméric a mios. La promoc ió n (tan impol1a nte hoy) es su más qu e sucede lo propio- ll egando incluso a la descalificación débil ta lón de Aquile s. En e l " Loewe", no. "ad hominem", e l enfrentami ento entre modos diversos NOTA DEL ANTÓLOGO Como otras antologías mías, esta se ha hecho también contando con la voluntad de la mayoría de los antologados a la hora de escoger sus poemas. Sólo cinco no han respondido a la llamada, y yo he seleccionado, pues , a mi gusto. La mayo r parte han enviado un máxi mo de quince poemas de los cuales yo he seleccionado los que se leerán a continuación. De ese modo, antólogo y antologados participan realmente en el resultado final. Recuerdo con tristeza que César Simón falleció apenas un año después de obtener este premio. Doy las gracias (además de a todos los poetas que aquí van) a la generosidad y al limpio mecenazgo de Enrique Loewe y de la Fundación que preside .Y al editor Jesús García Sánchez, amigo nuestro y amigo de la poesía. LUI S ANTONIO DE V ILLENA 19 ilillOmA Ol MlXICO ° de e ntender la poesía (más reali, ta má s metafís ica) simplemente por e<,o. por , er diversos. Natura lmente que los co nflicto, literarios -y virul en tos- están má s que cert ifi cado, en la Hi storia de la Literatu ra. pero si pensamos qu e la Histori a ,e mueve o ava nza. y conc luimos que la pluralidad , iem pre ha ex istid o. pese a polémicas e interdictos. en el ámbito literari o. un a edad como la nue stra (que aunque plagada de errores y contrad icciones. siente tal plu ralidad co mo hecho con sustan cial al fenómeno humano) sería normal que adm itiera. y de buen grado, también igual pluralidad en el territorio de lo poético y de lo literario. El premio Loewe se esfuerza en ello. y lo primero que se les dice a los cinco preseleccionadores -poetas bien co nocidos- que hacen la criba de las ob ras recibid as (dej ando un as treinta fi nali stas para el jurado) es que hagan lo posible por preterir sus gu stos propios, y busquen y validen la calidad en el est il o que fuere . La tarea no es simple. pero puedo asegurar que la intentamos todos. Suele decirse que para muestra un botón , pero aquí en verdad la muestra son los premi ados en sus dos modalidades y desde el comienzo ... Vicente Gall ego y Vicente Valero (los dos únicos poetas que han terminado obteniendo el Premio a la Creación Joven y luego el Premio sin más) pertenecían en sus orígenes poéticos a esferas muy di stintas, poesía del realismo meditativo la de Gallego en Los ojos del extraiio ( 1990), Y poesía claramente metafísica (aunque con evidente apetito se nsorial) la de Valero en Teoría solar ( 1992). Valero -<:on avances- se ha mantenido fiel a su estética con el último libro premiado Días del bosque, sin embargo Gallego en su premiado Santa deriva (200 1) inició un camino di stinto -en el que persiste- de poesía refl ex iva, con clara desaparición del elemento narrativo, y una intensificac ión de la imagen y del tono de pensamiento lírico, si bien no hermético. Jenaro Talens es un poeta al que nadie uniría literariamente con Carlos Marzal, y ambos han sido premiados. Incluso José María Álvarez y Guillermo Carnero pertenecen a dos modos muy diversos de un a poesía personal , íntima, pero que prima la expresión esteticista y culturalista. El joven nicaragüense Carlos Fonseca (que ganó en 2007 el Premio a la Creación Jo ven con 18 años) ha hecho un primer libro arrebatado y algo jazzístico, que podría tener concomitancias con la experiencia "beat", muy lejos de la poesía vital , directa y de referencias cultas o cotidianizantes de otro joven español, Joaquín Pérez Azaustre en El j ersey rojo (2005). Nada unifi ca al premio "Loewe" sino la calidad (aunque no todos los años sea fác il pedir el máx imo) y desde luego la di versidad de modos y lenguajes poéticos. Por eso esta antología que celebra los xx años de vida saludable de este premio se titula Los senderos y el bosque. Si naturalmente el territorio y las posibilidade s de la poesía son un bosque (como un bosque ) y no son pocos los poetas que culminan perd idos en él, los poetas buenos hall an un a senda que les permite recorrer ese bosque o parte de él, bien que un obse rvador algo objetivo -<:o mo debiera ser el crítico- notará enseguida que la senda o sendero para no extraviarse está muy lejos de ser una exclusiva y sola, como quieren ciertos híspidos gurús de lo único, sino que bien al contrario, los senderos son muchos (tantos como las posi bilidades del poeta, su dominio de la tradición y del oficio) y lo que es mejor, ninguno se excluye entre sí. Creo que los treinta libros premiados en estos ve inte años serán la mejor muestra de lo que afirmo. Del reali smo a la metafísica pasando por la poes ía experimental, quien afirme que este premio es uniforme será que ll anamente ni por encima ha mirado los libros. Claro que toda poesía (e incluso toda poética) es hija de su tiempo, porq ue la circunstancia -en el sentido orteguia· no- está asimismo en el poema ; por ello quien recorra in· cluso con no excesiva atención esta muestra de veinte años de trayectori a poética, notará (sobre todo en los más jóve· ne s, pero no únicamente) signos de movilidad en las prefe· renci as. Si al inicio los caminos del realismo meditativo y los de la experiencia o videncia interior estaban nítidamente diferenciados (véase el libro de Juan Luis Panero, Galería de fantasmas y Estado sólido del uruguayo Rafael Courtoi· sie, por ponerme en lo ev ide nte) no será menos visible que, al acercarnos al hoy, esas líneas han tendido a amalgamarse algo o cuando menos a admitir algo de la otra y viceversa. Es la actitud que yo bosquejaba ya claramente en mi antología Lo lógica de Orfeo (Visor, 2003) y que todav ía se ha ido evidenciando más al acercarnos al presente .. . Ejemplos de ese camino, en buena medida de síntesis, están en el libro de Lorenzo Oliván, por ejemplo, Pun tos de fuga (2001 ), y en cierto modo desde la otra ladera en Eros es más de González Iglesias (2006). Ninguna trayectoria -yen ningún arte- dej a de reflejar en alguna medida el movimiento que , a la postre , resulta consustancial a todo lo vivo. Siempre recuerdo -y vale para la poesía- que cuando al gran Einstein , ya viejo, le preguntaron si podría resumir en un decir muy simple, la complejidad de sus investigaciones físico-matemáticas , desde la famosa "Teoría de la relatividad", él pareció meditar un momento y contestó, indudablemente sin improvisación ninguna: " Sí, creo que todo mi trabajo podría sintetizarse en esta expresión: algo se mueve." Sin embargo también hay algo en todo artista, en todo creador (ya que no en todo arte) que propende a la estabilidad y ello es lo que en poesía suele llamarse "la voz" y qui- 20 818l10mA o¡ MÉXICO Vicente Valero Días del bosque 4 1' R F Μ 1 ( ) ^ I Ν Τ F. R Ν A (' I ( ) Ν A \. I) F 1' ( ) F S I A FUNDACIÓN FC1F^X'E Colección Visor de Poesía Carlos Fonseca Grigsby Una oscuridad brillando en la claridad que la claridad no logra comprender m PREMIO INTERNACIONAL FUNDACIÓN JOVEN DE LO Ε WE CREACIÓN Colección Visor de Poesía POESÍA zás en pintura "el estilo". Cuando un poeta o un creador (cosa que no suele suceder en la juventud) tiene un modo o una dicción que le son propios, de modo que al comenzar a leer, enseguida habremos de decir: esto es de Perenganito -y a veces a esa especial dicción también ayuda la constancia o la mirada respecto a ciertos temas- seguro que estamos ante un rasgo de calidad (de singularidad seguro) que en este contexto también puede significar ahora quietud. Si yo he leído otros libros de José María Álvarez, por ejemplo, o del último Carlos Marzal en otro tono, no tendré más remedio y de inmediato al leer La lágrima de Ahab o Fuera de mí, que afirmar que esos libros sólo pueden ser de esos autores o de un imitador extrañamente experto. A los incultos les suele sonar a "tongo" que un jurado advertido reconozca rápidamente a los autores con voz, sin necesidad de saber que optaban al premio. Es lo lógico en alguien informado. Lo malo sería lo contrario, que no lo reconocieran, porque ello hablaría únicamente de su ignorancia y por tanto de su incapacidad para ejercer como tales jurados ... Solemos decir alguna vez Enrique Loewe y yo (recapitulando) que quizás al Premio Internacional de Poesía Fundación Loewe se le siguen todavía resistiendo dos cosas: hay menos mujeres premiadas que lo que desearíamos, y no está ni mucho menos bien cerrado el lazo con América, pese al vínculo y a los varios homenajes (uno en el mismo México a fines de 2002) que hemos emblematizado en la figura magisterial de Octavio Paz. Para ambos problemas -reconociendo, pues, que lo son- hay respuesta. Pese a los muchos años que lleva luchando la vindicación feminista (al menos un siglo ya) es imposible no reconocer que, salvo excepciones notables y cada vez más numerosas, la poesía mejor aún es más masculina que femenina. No es naturalmente una cuestión de ser sino de historia. Y recuerdo que eso lo explicaba muy bien alguien tan poco sospechoso como Rosa Chacel (Clara Janés, que también fue buena amiga suya no me dejará mentir). Decía Rosa que el papel hogareño y matriarcal de la mujer en clara inferioridad de condiciones, y que aunque mucho se ha mejorado, en modo alguno se ha llegado a la equiparación. El hombre aún no com/ parte el hogar con la mujer en igualdad de condiciones y además está el tema (no masculino) de la maternidad. Aunque parezca haberme alejado de la poesía o de la cultura no lo he hecho. Cada año lo comprobamos. A la mujer (pese a las muchas notables) le queda aún camino por andar, y ese camino consiste en acercarse y apropiarse con plena igualdad de la cultura que ha detentado el hombre, y el tema no se resuelve imponiendo cuotas, sino haciendo brillar el valor y la paridad conseguidos. En eso estamos. Y a ese camino hemos querido contribuir, aunque sean aún cortos los resultados. El otro asunto no es menos complejo. A partir de la Segunda Guerra Mundial la poesía en España y en Hispanoamérica, en líneas generales, no ha seguido la misma ruta. Aunque también haya muchas coincidencias. Y de otro lado los libros de un lado y otro del Atlántico (pese a los avances tecnológicos) se ven y comunican hoy mal o muy mal, salvo en nombres consagrados -la mayoría novelistas- como Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, Fernando Vallejo, Mario Benedetti o (muy recientemente) Blanca Varela .. . Nos conocemos mal y nos valoramos desigualmente, exactamente al revés de lo que sucedió durante el modernismo (digamos en los primeros años del siglo xx) cuando Amado Nervo, Manuel Machado, Darío, ValleInclán, José Asunción Silva, Unamuno, Lugones o hasta el más exquisito Herrera y Reissig, circulaban con entera naturalidad en ambas orillas ... De otro lado (y asumiendo la fragmentada comunicación y el corto conocimiento) hoy los españoles perdemos en la liza, incluso en terrenos académicos. Hispanistas hay que tratan de los sudamericanos y excluyen a los españoles por europeos, cuando en literatura el idioma cuenta (debe contar) mucho más que el mero aspecto geográfico o político ... Creo, en efecto, que hoy los españoles somos mucho menos conocidos en América -hablo en general- que los latinoamericanos en España. Quizá ese nexo, como he dicho, sea otra de las asignaturas pendientes del Loewe que, más de una vez, ha pensado (pero no es fácil, hacen falta muchos medios) que el premio se fallara en Ciudad de México, en Bogotá o en Buenos Aires . .. Tienes, lector, en las manos la síntesis de 20 años de poesía, sobre todo, el afán de unir en calidad España e Hispanoamérica. La tarea dista mucho de haber concluido. Pero como dijo el gran Rubén Darío (nicaragüense, tan defensor de lo español): "Lo que el árbol desea decir y dice el viento, I Y lo que el animal manifiesta en su instinto, I Cristalizamos en palabra y pensamiento, I Nada más que maneras expresan lo distinto." Madrid, Enero de 2008 13 BIBLIOTECA D[ MÉXICO LA DUSE EN PIAZZA CAVOUR Festival de Poetas, Roma 85 Robert Creeley habla, inteligentemente, de su poesía y Dario Bellezza despotrica contra los poetas extranjeros -los invitados a este curioso festivalmientras afirma la supremacía de los poetas romanos, o sea de él mismo -pequeña polémica provinciana-o Pero allí en el escenario, no está la poesía, no lo estará nunca. La poesía la traes tú, en esta noche tórrida de final de julio, sin saber nada de mí, ni siquiera que escribo, sentada a tus ochenta años, con el pelo cuidadosamente teñido, tus medallones, tu pequeño gato en una jaula y tus manos al aire recitando a d'Annunzio, en la terraza de este bar desierto de la Piazza Cavour. Sé que esperas, mientras me cuentas hermosas mentiras, que te pague esta copa, que te regale una liras, lo que no sabes, no lo sabrás nunca, es hasta qué punto me has hecho feliz. "Me decía d'Annunzio", repites, inventas, recitas y se escuchan sus versos en la plaza en silencio, mientras el camarero retira ya las mesas. Fingida Duse de esta noche loca, mascarones de proa, riéndonos tú y yo, sin querer me has traído, de verdad, la poesía, con su mezcla de fábula y sueño, de fantasma y fracaso, con su oscura verdad que nunca se define. Fingida Duse, muchas gracias por todo, brindemos por d'Annunzio esta última copa, ahora que se pierde en el aire el eco de tu voz y a través de los árboles llega un poco de brisa. Que nuestras voces roncas de tantas carcajadas y tu rostro de magia, de pasión y de farsa, nos expliquen un poco este absurdo destino, este extraño conjuro que afirma que aún vivimos. 14 BIIUOTECA DE MÉXICO 9w ESCRITO EN UN MACHETE -Malcolm Lowry- ym Eras tú, apestoso borracho tartamudo, I Su rus , : mirándome terco, húmedos, enrojecidos ojos, siguiéndome por el mercado de fierro viejo en la nublada mañana de Oaxaca. Eras tú, comprando conmigo aquel machete, plateada hoja y borrosa inscripción: "Sólo sirvo a mi dueño", letras roñosas ! EBH y la fría empuñadura que mi mano recuerda. Eras tú, en la noche del mezcal agotado, EES -los dos indios cantando y los secos gusanos- ir**» y en la dulce y dorada llamarada del ron ftg bajo estrellas temblando como el vaso en tus labios. Eras tú, quien huyó, tambaleándose, M con el viejo machete colgado a la cintura, [ ¡ag tropezando en las piedras de aquel amanecer, borrándote en la luz, fantasma que ahora invoco. Eras tú, en Cuernavaca, sentado junto al puente, í¿5 mirando la barranca y el perro desventrado, Sji la botella en la mano y en la otra el machete, 5*2? aullándole a los cielos insultos y perdones. Eras tú, tras las ventanas del torreón desierto, '~¿\^-í J$W andrajoso habitante en tu cárcel de vidrio, jgcj que de pronto rompías con un golpe m e t a & Q » mm. vi sonámbulo monarca de un reino de aW^^. % \ ' S í ' ^ Eras tú, a quien no veré más, fST) 'fi *¡S''i^N^y^ fy?ff desvanecido espectro de lActí^^^mgp/bfcfé. U£| acuchillado fantasma que dibuj^¿'h^rt«t „7,,, entre manchas de vómito i 4 *S )V ~ y-ba^|^^qpfua^Sf? afi?-' Eras tú, luminoso e s q u e l e t p J d a J ^ a ^ ^ L ^ ^ S ÜU( perdiéndose en la calle, ¡$SS y el filo de un machete e s c i * ^ ^ í l ^ M ' e | ^ y o Sg sucias letras de sangre: "Sóld ^ \ № ^ l p } ; ^ ¿ H Í £ . )\m^^í^^^^^wíbTa, & 25 BIBLIOTECA DE MÉXICO , .:~ '''''.... '(.< ' , " . / . ~'" \ o . . .. I 1, .. " SEMÁFOROS, SEMÁFOROS , I... q' \ \~I~'; .. "~I~ A Pedro Laín Entralgo '0. .... ·;ft;ii - ........... . :.:.:. : . " . . . _. , .. . '. • '. 11 . : : : .... \._--~ .. ': .... ::.... -. ~'": -' 'lo PREMi o .. ,.., ' JAIM E SILES . • FUNO CIÓN LOEWE . La falda, los zapatos, la blusa, la melena . El cuello con sus rizos. El seno con su almena. El ámbar me mordía los ojos y las venas y la calle tenía resplandor de pantera. El neón de los cines en su piel, en sus piernas. Y, en los leves tobillos, una luz violeta . En qué esquina de yodo su mirada bucea. En qué metro de níquel o burbuja de menta . El claxon de los coches se desangra por ella. Anuncios luminosos ven fundirse sus letras. Ningún libro me dice ni quién es ni quién era. Ni su nombre ni el mío intercambian fonemas. Cuánta coma de rimmel bajo sus cejas negras taquigrafía el aire y el aire en una idea. Lloran los diccionarios, lloran las azoteas y dicto mis mensajes en una lengua muerta. El cromo de las motos gira a cámara lenta. Destellos, dioramas, tacones, manos, medias. Ha llegado hasta junio y estoy en las afueras. La costura del cielo tiene blondas de niebla. Un solo parpadeo y todo se acelera. El carmín es un punto y es un ruido la seda. Las boquitas pintadas dejan polvo de estrellas en el borde de un vaso boreal de ginebra. La falda, los zapatos, la blusa, la melena se han ido con la luz verde que se la lleva. Escrito en cuneiforme el perfil de sus ruedas los taxis amarillos tatúan la alameda. En un paso de cebra la vi y dije: ¡ella! y todos los motores me clavaron su espuela. La noche me maquilla con su breve tormenta de bares y de hoteles sonámbulos que tiemblan. El semáforo dijo hola y adiós. Y era muy pronto para todo, muy tarde para verla. Otoño de terrazas vacías y de mesas, de toldos recogidos y sillas genuflexas. 26 ..;: : :: :; : :: : i; : ~::::::: ... _--- ......... .. .... -- ...... .. 818UOHCA o¡ M¡XICO ~ ..'. JUAN PABLO ZAPATER· ERES TODA'S LAS H.EMBR'AS .' Los lápices de labios con la aurora despiertan. Los espejos los miran dibujar sus dos letras. ..r. - .. • ,.,-:. ¿;;-:.: , •• :-:: :~J~a~~::j:;" ~~~~ ~ • ...... .... • _ _ , ,', '. . .. . ' • •: , :".,", . ...... : "." ,,", -'~".". - \. ' " .., ~,',~ ·lIto_ • • • • ' ....... • "I, '. • ... '.<,':. .. " t, .. ' .,;',-' e , jQ~tllls las uvas" .. l. .: .",.... ; : , : , .• • . • ' despreei~ú 'Ór.tud y me propuso temblando de ergijenza' '. -',' ..•...-. '.' " .....;. ' ••.... éompartir i sa tnisma madr-ugada su primer'adulten.q.: ' . . . .. ' . bUSC~¡~~lqUierrefUgig, ~. :<:,:.' : -.. _._ . . (.. cuatquier nueva:ciudad y hacer.apenas las J1!stas ~istadeS', l?e'tq~ tarde o- temp;al\o·un 'S.i:~iinien o de nudo corrediZG ~ .......\ • ,t..t - .subía hasta mi cuarto su aderezo de alñiiClén :sr ocina, " • ~"":". '. . .:. ' también l~ adolescente.de las plaY<ls so!ita~ias~de ~aizo ' .~~~~~ ~, . dispuesta a seducirme desde el brote de sus. pecnos futurps; ,'.', ~:'~;' .,~~ .-.' aquella fiel esposa que a lasodoce, ' . ;:. ' ' . ',.'. - ~.' :~. '1., . Ocioso fué E( aire me ;'¡fía!..; .;,~;-' ......:... aú 'sú s¡jeta·, - -.-. ":. :.~ .: ::,-'.. # ' . ... El cuello.con s.us rizó .;:: El seno con su -ainieffa .~. - ;:.'. ...'. 'ir' "" 0 .. • 0 .' : ., r.. . :-::~ • , en un vreJo hote1ucho de 'la ,COStíll ~. '~. ... . '.' • " .. ',; ': ..... ... ..... ~,' la ansiosa camarer-a qye-ampirradª"..e\} ~a noche. :,,:....... '. ~ ~ ...: ••: .• : •••.. " La falda, los zapatos!" ;; :~'--:. la blu:;a, la m~le~a. . ,:: : L '~ . .. .. . Y . ': p# .. ' _ t ':\ . .'".;,. .. f _.-:', ~ •• ",. . ~ • ti .~:,: -;:. ,.r ..... ':\ \,\' en tu 'interior habita. : ,.,. ,';, ::'.' .' . ~:..::~ , ' '\ "~"".' ~". "'-:., .... Tal vez soló por'eso haya acepMap ~ cpflsue1o ' .'. o'. • .. •••; . '. ~ 1,,1.1' l . •• • ...... • ', • de una forma mel)or de posee,tel,pues c0¡lla I!USenclaJ'\llste: ••• ' • en'la puerta de1·te mplo la git~t a'.tlé'so~I;á.~iI.~üy.aSJTI~os-· '1 posabaal 'darlimo~Q~~i'des' o: :" ;':'::',":':':'.: " .....: •• : ';';:'"r . "......, ',::,:.:, Sólo ella no e~·ella. ' ......, """ . ni he sentido ewlajaula de.su cuerpo agitarse cautivo. ". ~ ~ ,~'•. ~ o":~'~ .... ~,.:.~.,,: \ ." . sino el mismo animal que, de oe siempre: " • . -: .•• : ":':~) -.. ~~. .-. Esta es la mism.a calle. Esta, la misma acera. y la ho~ la n¡jsma. , ' ... .,.~.: ~ he podido saberlo en 'estos añes tle aparadá'e%istencia ',o , • 1-1 ( • cuando alguna mujer 'ha nfurecido la' emoei'ón de mi cline y en sus ojos no he visto otra mirada ' . que la tuya acechañdb, • • . • " ':','. ... En un paso de c~bci la ví y dije: i~lla! :. y todos los moto¡;:es me clavaron su espuela. ~.. . :, -. / , ~.. Q\J:E ME EXClTA,N, 'l.", • '... _ "', ", .' • - -' ~~:}y' .~~:~/-:~. ¡:.~:~'~"'" ..':- _'.... • ;. ~ • : '. - '~: ~-.. ,: ~".::,' '., • • ~ •..::.~ ~ •. , • -... ". '_',',' ' . s.e ~ . ref~l:>a en' el. al'rña_y·transffi1tía su lo;,eslsQ.ble al\ogo . Esculp\B,a en'el a'los litbibs'setlientos, . , '. .. '"'"\.~: ámbar_·..: ,... , <:'·...'... los-.Hevab.a:. slncomp,a$iól\ n ' tq:guª, . , •. , _ '. " \\. --.h fOSf~é:C~;i ,picl. ~:;,·~.:~~·.:,:",~-""·,,.:· 'ai tépt tu. salixa~v.o~ s l:!oc s ajenas al engaño,. ..- .'.. ". .:, . " , •••••• ....... ,.\l... ..... '" ' ,\\'"'' 'o,,' --.' . ." fosrore· ñ·.sÜ~·~dia: ..",·:··.··.:.~··'. ietricéS' - .éúrr~9í:· ••y.'mé,¡l~ié& ·. ~ ',' •\.~', ';'0' '. \, .' .. :.:: '_.', . ::'. de,algi\n'paso·1fe·ccl,;a'·_, ~t .,.,~.,.,,, . ' :' ' . _,_, __ ,. t . , : ,.' • .~, ... :. " ••.•... '. . ' .~ "'."'. '.' .', " . , •• ~,.~ •.. ...........-~~ ~ con' qúie'nes ehsáya'báéada élía im -reenéuentf<1 c!?ntigp,: . ••.. . ': .- '. ' ,: .'.•:.... Temo ¡¡.hora que.acudan t<;>das ellas,cuando ~l fin .interpreto " ..... '···:·;..\..... -.·..~.~.-.• f enfe·.áti.)ás · e<,;úénéiasd~cisiXas., rI ~ . \ , , . , : ~ ,1,'. . . ,,'" .... :" ''-:':'!,# ~"," "l1li' '" • .." ." .. ' " .. ~" ~. ,', ,,) ... • \ -: . . ,~ ~~ ,.,.", '.' .' .'.',',','"";,',',"f',,'d,, ~sl~ lhéÍn}"tl ·qtdc) r~tb~nó:,.: ",',' .',', , ", ,. . " " " ' " '. t, • ,,'1_ •• ,_1 , . " 'f, • ' ..' , ••.. '. " ..•• #.'••••• '••• ,',. úeatenfrar- 'e9 ~a '¡lle0lil4- e~e 'e.l'teo · , · " '" " ...'.". ' , .,. , .",' - 'l1li -,','" 11,' l1li", l1li .. ," , . ' •• ',', I, .' ,'\ \ \ ' ••• '... " l1li . ' " I f t l1li l1li ... , " • •••• :. " " " \ ' , ' .. , ' , ~ _ ~ 40 ' , 11 ,.\ '\ • ,,',' .. ,.'," • '.,.,'.. ,,'.'¿ .. "' ~e'laCam§,4.rb.nl ,,.111,',',,,","'" ,,".......' '\ " '" " ,~'•. ' ~' • • • • • '." • '" ' _ • ~. ..," f Y." " , ," ; " , l1li' '" ~- l ' f ," ~ I J , ... ~ ! ..........: .••.••: ..,'.' '~jó tíi'a~r~¡fciá ín.e reéHmí efo ta}lto ',a:¡dor que' n alcance . 4'•••• ·,".·.. " # ' • • • " , _ • • *'., ••• jI,,~. '.;~;, ,/1/ ~ t • • ' , '., , ", '. ' . ' ' . . a 'saldar.,(o" 4eddfo cen ~us".báj~'s ~'asioJle . / / / • .. ' •• • •• f • • • '# •• ~'.v V," ' •• '. l.' • ''':':'':':'''';':~''':':'',.~.:.'.'''.'.''''.'.',''.''',.' \~.:\:........ '. ),:. ,:::~. :~, ".<'.''-.''':''''.. • ~~. 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W///A/;/;~:~'on~~/~~ . , '" B ER NARDO SCHIAVETTA ESPEJO DEL RELOJ tácticas dicta tu tictac si ntáctico a áticos cánticos con tic didáctico tácticas dicta tu tictac sintáctico a áticos cánticos con tic didáctico tácticas dieta tu tictac sintáctico a áticos cánticos con tic didáctico tácticas dicta tu tictac sintáctico a áticos cánticos con tic didáctico tácticas dicta tu tictac sintáctico a áticos cánticos con tic didáctico tácticas dicta tu tictac sintáctico SEX TINA CAÓTI CA Del caos saco asco, ocas, caso y cosa, porque el Caso fortuito es ley del Caos y porque quedan ocas en el saco: si anagrama del caos es el asco en veinticuatro canjes se da el caso casual que de sus letras salgan ocas. 11 Esta segunda estrofa empieza en ocas porque quiero lograr la extraña cosa del hacer una sextina sobre el caso fortuito y milagroso que del caos se pueda entresacar en más del asco las cuatro otras palabras que le saco. 111 Guante vuelto al revés, sale del saco un palíndromo estricto: saco ocas, y aunque no haya palíndromo de asco, etcétera, ¿no es ya curiosa cosa que el reflejo de un orden muestre el caos en la casual permutación de un caso? IV En la lengua de Adán, pongo por caso, "caos" y "sóac" (que a la inversa saco) son los nombres del orden y del caos: en la lengua de Adán ocas son ocas, copian su Original palabra y cosa y asco provoca la palabra asco. 18 BIBliOTECA OE MÉXICO A URELlO A SIA IN DE QUÉ MODO SE ESCRIBEN LOS POEMAS De qué modo se escr ibe n los poemas. no sabría decirlo y sin embargo. como en e l duermeve la. la ot ra noc he. e l sueiio me vencía mientras rie ndo me ll a mabas a l día y yo bogando e ntre dos ag uas respondía es ve rde la hi erba a tu preg unta por la hora de irn os. y es ta n le nta: desde dónde DESDE LA CAMA me reía contigo agradec ie ndo te ne rt e aquí a mi lado todavía donde yo peso a hora y tú pesabas H a lo de oro en la ventana, V cerca entonces. fluyendo. de sde dónde va ho, niebla delgad a: Pero hay dejos de l a~co a l decir asCII. a l d i ~ ipa rse me ll amaba. urdimbre lu z de faroles en el ag ua de mi lumbre sac iada. la espesura de la mañana. todo es casua l en la pa labra y es una cosa la palabra ca ~ o co ~ a : ,onúmbul a de sílabas de va ho ocas contiene la pa labra ,aco. movida por la lun a y la redonda la plum a esc ribe la palabra oca' plenitud de tu s nal gas en mi s manos y un caos hay e n la pa lab ra cam. No dura nada . frut o de lu z madura e ntre las so mbras donde sed ie nto bebo sin sac iarme VI de ti. sumido en ti y a tu s orill as Esta sextina saco a,í de l cao, ,iempre llevado. a mis orillas. a lba con algo de place r y a lgo de a ~ co . de m í lo que no ll amo co n mi nombre con un orde nador y plum a, de oca,. aunque lo ll ame mío ya en mas por casualidad la ha escrito el Caso... de~po ~eyé nd ome: tu AMOR La bestezuela está mirando, viendo lumbre sa li va. labios. yen la lengua de Adú n. porque la ,aco humedad de mi al iento y ese tacto como sale del caos toda cosa. m ío co n que te tocas. de sde dónde Del caos saco asco. ocas. caso y co,a te mblor de ag ua profunda en la que eres porque el Caso fort uito es ley de l cao, estre llas en silenc io. lu z de l fondo y porque queda n ocas en e l ,aco en un pozo por e l que yo de sc iendo en la hierba el abrazo de dos cuerpos. La bestezuela está lamiendo. lI amú ndo me a mi pul so. mi extraviado DEDICATORIA lami endo las paredes. lent a fieb re que busca demorándose la osc ura E stoy pensando en ti mientras escribo. nuez de tu a no y tu sabor de sav ia: Siempre lo hago, y nunca he dicho nada yo soy en ti la hiedra y la ad herencia que de veras te nombre. Las palabras se dienta desatada. soy la osc ura en que pienso al pensar en ti no pueden avidez de lo osc uro. soy la leng ua se r un símbolo tuyo, ni tú puedes y la sed reclamándote a la le ngua ser símbolo de nada que no tenga de tu pie l. soy el hambre a la deriva nombre preciso desde siempre. devorá ndose. lengua que claudica Cosas elementales, que no vale la pena de las palabras y mudez que guía empeñarse en nombrar: a fin de cuentas, la voz del extravío. espesa urdimbre no hablaremos jamás de nada diferente. que la luna evapora, soy la sombra y la sed , soy la lengua y no sabría de qué modo se escriben los poemas. 29 818l10mA Of M[XlCO VICENTE GALLEGO VARIACIÓN SOBRE UNA METÁFORA BARROCA Λ Curios LA PREGUNTA A Fernando Sebastiá. Manuela Serrano y Lola Fons * Aleixandre A medida que vivo ignoro más las Alguien trajo una rosa hace ya algunos días, y con ella trajo también algo de luz. yo la puse en un vaso y poco a poco se ha apagado la luz y se apagó la rosa. Y ahora miro esa flor igual que la miraron los poetas barrocos, cifrando una metáfora en su destino breve: tomé la vida por un vaso que había que beber y había que llenar al mismo tiempo, guardando provisión para días oscuros; y si ese vaso fue la vida, fue la rosa mi empeño para el vaso. no sé ni por qué encantan las hembras y las cosas; rosas. RAMÓN LÓPEZ VELARDE En la noche avanzada y repetida, mientras vuelvo bebido y solitario de lafiestadel mundo, con los ojos muy tristes de belleza fugaz, me hago esa pregunta. Y también en la noche afortunada, , . ... o cuando el azar dispone un cuerpo hermoso • · . para adornar mi vida, esa misma pregunta me inquieta y me seduce como un viejo veneno. Y a mitad de una farra, cuando el hombre reflexiona un instante en los lavabos de cualquier antro infame al que le obligan los tributos nocturnos y unas piernas de diosa. Pero también en casa, en las noches sin juerga, en las noches que observo desde esta ventana, compartiendo la sombra con un cuerpo entrañable y repetido, desde esta ventana, en este mismo cuarto donde ahora estoy solo y me pregunto ; durante cuánto tiempo cumpliré mi condena ] de buscar en los cuerpos y en la noche todo eso que sé · ' • ', que no esconden la noche ni los cuerpos. he buscado en la sombra de esta tarde eiíi luz de aquel día, y en el polvo í^que es ahora laflor,su antiguo aroma, y en la sombra y el polvo ya no estaba ^, i|ÍB sombra de la mano que la trajo. ahora veo que la dicha, y que la luz, todas esas cosas que quisiéramos V'^onservar en el vaso. S)n igual que las rosas: han sabido los días ^ traerme algunas, pero ^&,qué quedó de esas rosas en mi vida inoren el fondo del vaso? 30 «lOTÍCADElilálCO · ENCLAVE LA SOMBRA DORADA Como quien nada espera, sentado frente al muro que levanta dos árboles meciéndose, mirando en la distancia Abro la verja del jardín sin nadie. Espera mi llegada el viejo limonero y al verlo me parece que no hubiera pasado en parte alguna la sombra desvaída de la ausencia, la torpe maquinaria de las horas. todo este largo tiempo, que siempre hubiera estado Como quien ve pasar delante -sin moverse- sentado en esta sombra, silencioso, la película gris de los recuerdos viendo pasar los días y en nada ya repara o desespera, sin que se note apenas, olvidándose. Así, desde la noche, en el origen, con la mirada turbia de los que nada esperan, pero al fin sobreviven. Con tanta asiduidad he recordado en el turbio presente casi exacto de una vida pasada inútilmente, ese ser que yo he sido -sin conciencia este mismo lugar que no es extraño sentir la vuelta a casa como un hecho casual, como si ahora volviera una vez más y simplemente cerrara una vez más la misma puerta. siquiera de saberlo-, la figura que ahora me contempla -la inocente apariencia de su rostro-, parece interrogar ante el espejo una razón que valga la respuesta de estar -frente a este tiempoaquí esperando. La casa es hacia dentro el laberinto que siempre he perseguido. Permanece sitiada por los muros azules de la infancia, por ecos de una edad sobrevenida. En la azotea, el puerto sigue siendo un sueño antiguo y arriba en las estrellas leo de nuevo el rumbo del viaje que comienza. F ELIPE B ENíTEZ R EYES LOS ANTEPASADOS En cafetines de aire espeso, mírelos: unos tipos sombríos con chambergo, con chalina y cachimba, haciendo cuentas del pago de periódicos y trazando proyectos de libros que se vendan y den fama. En un principio de siglo cualquiera deténgase a observar esa estampa curiosa de unos hombres de letras muy bebidos, dando tumbos violentos por las calles mojadas de una noche cualquiera de una ciudad que existe en los libros que aspiran al minucioso horror del costumbrismo. Son calles solitarias las calles que se cruzan a través de los libros y del tiempo. Pero ahora que está en el lugar sin tiempo de una página, ¿ve usted el coche que cruza? Y la luz de ese coche ¿qué lugar ilumina que no es la realidad, y que igualmente está al margen de ese mundo de papel que los libros levantan y derrumban, conciben y arruinan en una sola noche, al tiempo que se escribe una página oscura que alza y destruye mundos que no existen? (Alguien huye en un coche que no existe a través de un camino que no existe, a través de unos libros. Velozmente.) Imagínese a tipos con la imaginación defonne, charlistas de casinos y sablistas de esquina, perdidos en el ciego laberinto de una mala metáfora. II !1!lIOmA o¡ Mál(O l' Piense en un adolescente en la noche en que da forma a su primer verso. Nuestros antecesores en esta profesión de modelar con sombras -e iguales abstracciones de derribolas sombras de la vida siguieron esa luz, pero no basta con escribir la palabra vida en un poema: allí no hay nada. y en el recuerdo quedan las luces de otros faros fantasmales en la humedad de madrugada, indicando los puertos que nunca pisaremos, que nunca hemos pisado, pues nuestro barco está encallado en las aguas que son páginas y en páginas que son olas de un falso mar hecho de páginas, en este falso mar lleno de náufragos. Cualquier mundo se alza con materias fugaces que elevan decorados ante los cuales nadie representa un papel. y llega la voz yacía desde algún decorado vacío, la voz sin nadie de personajes yertos. De tal modo que usted ¿ve ya el barco que cruza por esta página, perdiéndose en un mapa de humo y con signos falsos, perdiéndose en la niebla de los mares muertos de la memoria? Un tipo atormentado cruza calles sin nombre y ese tipo no existe, y esas calles no llevan sino a calles vacías con tipos que no existen. Todas las aventuras literarias inducen a proezas similares, conducen a lugares parecidos. y en el lugar de encuentro sólo brilla el cadáver de una estrella. y la luna es la diosa de un mundo de papel. (Alguien sueña en un barco, surcando el agua inmóvil, camino de otros mares de artificio, surcando el agua inmóvil de esta página.) Pero, enfrente de usted, ¿ha visto ya ese faro? No es el del paraíso. 33 BIBLIOTECA DE M~I(O VIC ENTE V ALERO TEORíA SOLAR IV XIV Ah . pájaro. Tú sí que sabes ver, a solas. girar. ser perseg uido bajo la llu via. estar de otra manera. Mírame. Si te dijera cómo, i te dijera cuántas mañanas he salido sólo por encontrarme allí, en el gran árbol en llamas de la noche .. Porque tú siempre esperas, ca ntas a pesar de todo, como bebido, terco en la lu z. soñado por la estac ión más pura. (compañeros de vi aje) Islas hay muchas, sí, pero ninguna nuestra. Flotan remos, zapatos, medusas. (Ni siquiera el mar tuvo su día, ni dónde caerse muerto aquella noche.) Ah, los ojos del ahogado. Detrás del muro blanco de Troya, qué esperabas. Flotan ruedas, ceniza. Y en la isla de Circe, dormías cuando fuimos transformados en cerdos. Sin piedad en los versos brillantes del poeta ... Ah. pájaro. La luna, los almendros, el mar, la sangre transparente de la tierra, ¿no vemos las mismas cosas tú y yo, la misma muerte resucitada en ecos caudalosos y mág icos? Detrás del muro. solo, donde la fuente vieja. Estás y no te vemos. Te vemos y no estás. Cant a. canta. (La noche se abre para nosotros). ¿Cómo salir contigo, de aquí. sin ser notada? Después de lo que hicimos por ti, enaltecidos, encaramados, sucios, de un lado para otro. y encima nos pedías rigores imposibles: abstenernos de carne de vaca (qué locura.) Islas hay muchas, sí, pero ninguna nuestra. (Estás y no te vemos. Te vemos y no estás.) ¿Qué destino era el tuyo éste en el que tuvimos nosotros que sufrir escarnio, miedo y muerte? V (bañista) Éste que sale a media tarde y solo, sin nada más que una toalla limpia bajo el brazo, a la luz menos comprometida de septiembre, con cara de haber visto, no sé, algo muy nuestro, y ganas poderosas de bañarse, de entrar como si nada en este mar de oleajes sin fondo, en este mar que ya ni es cielo ni es azul, pero busca y alcanza y desaloja con fuerza todavía; éste que sale a media tarde y solo, en fin , con ganas de bañarse y disfrutar de veras, a la luz ya casi clandestina de las playas, para salir después como borracho, otro y el mismo, limpio, con los ojos a punto para ver nuevamente, parece saber algo de nosotros, algo que ya sabemos, pero qué. XXI (visión de noviembre) Como estamos a punto de perderlos; (se van rápidamente hacia lo otro), en la humedad de las fotografías, ya por los entresijos de los años, han salido a buscarnos esta noche, tan tranquilos. Y como no dejamos, últimamente, de pensar en ellos, (no queremos perderlos para siempre), en todo lo que hacían o decían, han salido a buscarnos esta noche, risueños como nunca. Se les nota otro mirar: extraño, diferente. (Saben alguna cosa más que callan.) Otro salir a oscuras, verdadero. No van de primavera porque sí. 34 818UOTECA Of MÉXICO UNAS CARTAS DE AMOR Casi cromos pegados en la noche, Han cambiado los números, se recortan los árboles estas cartas no hubiesen encontrado destino. y es el mismo amarillo de un noviembre Yo puedo regresar hasta vosotros, que yo no conocí, cuando llegaron , porque se crece siempre en busca del pasado, la misma mansedumbre de la belleza enferma vuestra ciudad de aquel otoño y silenciosa, también me pertenece, la misma luz. Tan sólo en los portales y vuestros sentimientos, han cambiado los números antiguos. que dejasteis escritos a causa de una guerra. ¡Yero cómo se vive Puedo verlos llegar. Hasta conozco la humillación del tiempo? ¿Qué pensamos sus sentimientos de recién casados, junto al río que pasa sin nosotros, con palabras hermosas agua herida en el pozo de los años? tomando posesión de las habitaciones, los ecos de familia en los primeros muebles, Como cartas escritas bellamente, la voz de los amigos por la casa, las historias comienzan todo lo que se oculta entre buenas palabras en una dirección, nueve palabras y un corazón sacado de los libros. escritas en un sobre, En vosotros aprendo que la vida al sentirse de pronto separados. tiene menos que ver con los principios que con la dignidad de los finales. Noviembre, tinta gris, cincuenta y siete: era la fecha de sus primeras cartas. Paisaje de una guerra colonial, ausencia y miedo, sueños y un destino imprevisto en Marruecos, hace frío también en el norte de África, palabras encantadas donde el amor se mezcla FIGURA SIN PAISAJE con la necesidad, cuánto tardan los días de permiso, He vendido mi alma dos veces al diablo, Sidi ¡fni, diciembre, por monedas de niebla y curso clandestino la indicación del sastre y el encargo en países que nadie se ha atrevido a fundar. del uniforme nuevo, deseos y preguntas sobre papel celeste, Un realista que vive el mundo de los sueños, obligaciones, cartas de verdadero amor, un soñador que quiere vivir la realidad. los sueños que más tarde yo buscaba en el cajón cerrado Mal destino es el tuyo. de su dormitorio. Así te va. Mientras miro la casa recuerdo vuestras cartas: barrio antiguo, nobleza entre vulgares edificios sórdidos poco a poco asumidos, nostalgias de un amor que se duerme en costumbre o se despierta en odio y define el silencio de la noche, al sabemos la sombra de un deseo, tan diferentes de nosotros mismos. 35 BIBLIOTECA DE MÉXICO CON VERSACiÓN CON JONÁS Ueg6 a Jonás, hijo de Amitai, palabra de Yavé, diciendo: Levántate y ve a N(nive ... LIBRO DE JON ÁS, 1, Entre el decir y el hacer queda un espacio. Nada lo ocupa. Un hueco. Sólo un hueco por el que el tiempo desliza su opacidad interrogante. Yo converso entre tanto contigo, Jonás, y las palabras se encienden y se apagan, y luego caen, apuradas como cigarrillo que el fumador arroja, desustanciadas, amarillas, en un estatismo de ceniza. Entre el decir y el hacer queda un espacio. Mira la gran ciudad. La vida circula por arterias y avenidas bajo la bóveda de los árboles con su esquelética gravedad. y toda la vital fantasmagoría entre la lluvia y los porches azulados es un acto de simulación. Vayamos hacia el final vayamos hacia el final por la angosta calleja. 36 ~IUOTECA DE MÉXICO 1-2 ELEGíA La pierre passe aussi par le froid de la morl R OGER MILLIOT Un hombre no precisa de razones para morir. El sufrimiento basta. JI Entre el hacer y el decir hay un límite. Cada acción comienza en la palabra en la palabra acaba. ¿Ves cómo todo aspira a engendrarse en esa carne iluminada que es la palabra misma? Por deseo de ser, de ser más y alzarse sobre sí, La verdad es este cráter, más pavorosamente abierto cada vez, hasta que todo el ser es devorado la materia sufre y renace muchas veces esperando su llama de Pentecostés. Más que al acto, todo aspira a ser dicho. por la oscuridad. La palabra es el lecho para gozar y herir, el deseo de la acción resuelta, ¿quién no la siente como tumultuosa música -roce y daga a la vez- danzar y perdurar sobre el recuerdo, tras la muda mirada del adiós? La piel graba el tatuaje del dolor. Incandescente noche. En el fiel remolino de este circo de átomos impalpables, vayamos hacia el final del hacer y el decir. III Hacer, y no decir. Ese es el negro vientre, Jonás, que nos fuerza y doblega. Pero tú has visto desde la musculosa viscosidad cumplirse el ciego mandato, y una ola arrastrarte, y la certera meta presentida. Tú supiste, en la engullida sombra, sobre la orilla de tu soberbia alzada, que todo extravío es realmente una búsqueda, y cada paso de huida una aproximación, y cada posesión una pérdida. Jonás es el destino de cualquier hombre. La muerte, con la diana perforada en su centro. Llamarte así, y ser nada: un arbusto que vive y se calcina en repentino milagro a las puertas de la gran ciudad, erguido el puño de la cólera -ya echadas fueron las suertesque golpea y se abate sobre nuestra ignorancia y que dice al oído del viento: "Hay más". 37 BIBlIOncA OE MÉXICO R A FAEL COURTO ISIE EL AMOR DE LOS LOCOS Un loco es alguien que está desnudo de la mente. Se ha despojado de sus ropas invisibles, de esas que hacen que la realidad se vele y se desvíe. Los locos tienen esa impudicia que deviene fragilidad y, en ocasiones, belleza. Andan solos, como cualquier desnudo, y con frecuencia también hablan solos ("Quien habla solo espera hablar con Dios un día"). Más difícil que abrigar un cuerpo desnudo es abrigar un pensamiento. Los locos tienen pensamientos que tiritan, pensamientos óseos, duros como la piedra en torno a la que dan vueltas, como si se mantuvieran atados a ella por una cadena de hierro de ideas. El cerebro de un pájaro no pesa más que algunos gramos, y la parte que modula el canto es de un tamaño mucho menor que una cabeza de alfiler, un infinitésimo trocillo de tejido, de materia biológica que, con cierto aburrimiento, los sabios escrutan al microscopio para descifrar de qué manera, en tan exiguo retazo, está escrita la partitura. Pero desde mucho antes, y sin necesidad de microscopio ni de tinciones, el loco sabe que el canto del pájaro es inmenso y pesado, plomo puro que taladra huesos, que se mete en el sueño, que desfonda cualquier techo y no hay cemento ni viga que pueda sostener su hartura, su tamaño posible. Por eso algunos locos despiertan antes de que amanezca y se tapan los oídos con su propia voz, con voces que sudan de adentro, de la cabeza. Los pensamientos del loco son carne viva, carne sin piel. En el desierto del pensamiento del loco el pájaro es un sol implacable. El canto cae como una luz y un calor que le picara al loco en la carne misma de la desnudez. Pero la desnudez del loco es íntima: de tanto exhibirla queda dentro. Es condición interior, pasa desapercibida a las legiones de cuerdos cuya ánima está cubierta por completo de tela basta, gruesa, trenzada por hilos de la costumbre. El único instrumento posible para el loco, para defender su desnudez, es el amor. El amor de los locos es una vestimenta transparente. Esos ojos vidriosos, ese hilo ambarino que orinan por las noches, ese fragor y ese sentimiento copioso y múltiple que no alteran las benzodiazepinas, que no disminuye el Valium, permanecen intactos en el loco por arte del amor. Es un martillo, y una cuchara, y un punzón. Es todo menos un vestido, no cubre sino que atraviesa, no mitiga sino que exalta. El amor de los locos tiene una textura, un porte y una sustancia. La sustancia se parece al vidrio, pero es el vidrio de una botella rota. 18 BllUOTEa DE MÉXICO JOS EFA P ARRA LOS OTROS CUERPOS SON COMO CAMINOS I y EL FONDO Cuando la forma comienza a declinar aparece el fondo. Se adelgaza n las paredes, se afina la membran a, la noche extensa, sencilla o intrincada de la form a. El fondo se opaca entonce s, comparece. Hay un instante de atraso, de desfasaje entre la forma y el fondo y es allí donde se ve su orilla, su materia di spersa, su líquido sin continente. Espesura, den sid ad opaca. Un punto. El punto concentra el fondo, el fondo despojado. La intemperie como un a precipitac ión en el seno de un líquido, como un cuerpo extraño. Pero el fondo siempre estu vo en la forma , la pulpa en la fruta , el ag ua en el vaso, la carne con sus linfas en el cuerpo. El cuerpo dentro del mundo. El mundo dentro del cuerpo. Pues abandonada la forma queda una circularidad , una huella. Cuando la forma comienza a declinar, aparece el fondo . Entre el humo caliente de los puestos de feria, te encuentro de sli zándote, delfín incandescente, en el gesto fuga z de un hombre que no eres, o en los ojos bellísimos de algún desconocido. Por apresarte, entonces, no me importa besarte en otros labios, darme a un cuerpo que te evoca. Por estrecharte un cerco, oficio extraños ritos y adoro a extraños seres como tú masc ulinos. Pienso que la insistencia por fuerza ha de vencerte, que una noche serás de verdad tú el que llegue en medio de los ruidos y los rancios olores. y, aunque nunca te he visto, vaya reconocerte. REC U ERDO QUIETO Sigo viendo la mar anhelante y compacta cuando cierro los ojos, y las columnas dorias con su abrazo de yedras sobre el monte, a la izquierda , como una foto fija o una antigua vidriera. Sube a mí la fragancia quieta de las adelfas, la aguja del salitre, la primitiva voz del viento en la retama. Como un fanal de plata la luna observa el sueño callado de la aldea. Sigo viendo la isla cuando cierro los ojos. Todo se ha conservado. No llegará el invierno a desnudar los árboles de mi recuerdo. Tienes aú n el gesto parado de cuando me adoraste. 39 818l10ncA O[ MÉXICO ......... --. '. -.. • .. .. - - ..... -- ...... :::---o .. ... . .. .... .. .... : .. ~: ... ... .. .. ... LA INFIDELIDAD IRREMEDIABLE ..... .. . -. Si, al final , ......... ........ ha de comer la tierra tus delicados huesos, y ha de dormir tu boca como una orquídea tierna debajo de raíces y limas, qué importa, ... . que estés tan descubierto y accesIble, que encauces tu saliva en otros surcos, &_--- . . que te des a pedazos cada noche..;::..:: ~ .. ... .... . como Profana, y Cruel, y Santa.Forma. ... ..:.-...::":............ - ...... Si, al final , ........ . has de ser a despecho de tu carne radiante . . ... . ... .. ., .. • # • .... ", .,.: .. "" - :: ----... -. ..... ::: .'"' ." .... : : : ... . ... . .. .. - . . y de todo el deseo con que te he corona do . . .. ... . . .. espléndido despojo que posea la mueI:~; .. .: -. - - - :,,,.;r .•• ,.:~ ... ,_ ~ -0::-- ---=--.... . ...-.. "-:"'" . . .. .. - -- .. ... AL ESTE DEL EDÉN -... ........ -. .'... ....;. .. ----" ... . ...... .... -" - --- .. Hay los bares, las copas, las madrugadas lentas del vino y del deseo. Hay las luces, los ruidos, las músicas sin tregua, la ciudad extasiada. .. '--- --- ---- - Pero no me acostumbro a vivir de este lado triste del paraíso. ..---- ----------------.. -----:==--=.. ~------ =: --~- ~ - .. - =::----:;::: - -". =::::::::-:~ LAS ÁGUILAS CONOCIMIENTO QUÉ VIAJE TAN DISTANTE Durante los veranos las vi volar, fa miliarmente. Parecían polluelos que piaran; eran ág uilas, sin embargo. Sobre el azul de agosto, las imaginaba como símbolos, significado eterno, majestuoso, solemne. "Ya están ahí", pensaba, cuando llegábamos. Un verano llegamos. Noté un vacío, un silencio de muerte. Águilas de los años ausentes. Cuando caminas lento, por el pasi llo silencioso, al comedor, y te acomodas en el sofá tranqu i lo, y acaricias sus telas, y miras vagamente las honduras del cielo fuera, y sientes cómo late tu corazón, que nunca quiso abandonarte, y respiras tan lento que lo escuchas; cuando, como una misteriosa libélula, contempl as las líneas de los bordes de las terrazas de las casas, sí, cuando las contemplas y ni afirmas ni niegas; cuando en la música callada de tu carne, ya antigua, suenan voces distantes; cuando mueves muy lento la cabeza como animal antiguo, como animal extraño de la tierra, del universo, el más extraño, el único consciente, que no sabe y que lo sabe todo, que no es nada, entonces te confiesas: esto es conocimiento, ningún juicio, aspirar y espirar discretamente, mas con los ojos luminosos y tenebrosos, que contemplan y saben que contemplan, y que miran y en la verdad resbalan: apariencias. Vuelve a tu cuarto si lencioso, abre la puerta, espera, qué viaje tan distante, qué lluvia cuando enciendes esa luz de bombilla que pende desde el techo, qué nevada, qué cántico, qué noche de los años de la vida, madre, no estáis aquí, estáis todos abajo todavía, junto a la chimenea, yo rezo a san Pancracio. NOCHE DE SAN JUAN Por el balcón abierto, entra la noche de San Juan, y su música de feria. Al fondo del pasillo, veo las lumbres -que me observande Merlín, mi gato. Del fondo de la carne, surge también una música. Es muy oscura, y suena de otra vida, aunque nunca ha muerto. 41 818l10mA Of M[XlCO J ENARO TALE NS ZOEY Founderuos wilding weeds endear paradise LoUls ZUKOFSKY Los impactos de luz no son el día, aunque canten la vida que no sé y haya un sol tan extraño que aspire a serlo sin palabras, sin viejos nombres, sin furia, sin misterio, ese albor de la muerte donde se asienta el mar. Yo ya no juego con la luz. No quiso saber de mis raíces, de las sensaciones que me acunaron, las que observo en ti, sumida, como estás, en el instante frágil de una niñez que una vez fue mi reino. En lo más hondo de su plenitud hay un candor que inventa mediodías con el fluir concreto de las horas: un mundo hecho de cosas que se dan y perduran transmitiendo su flujo copo a copo. Mientras, el tiempo (que no se repite) me circunda. Héme aquí. Ya no podría abrir mis puertas a tu amanecer, pero la noche ha sido mi morada, y aún puedo percibir, sin su desasosiego, ese aluvión de estrellas y de auroras en flor que reclaman su cuota de rocío. Si parco fui, tu sueño se ha vengado de mi silencio, en esta concha donde reposa el río que nos lleva. Dejemos que su claridad disuelva mi costumbre. No intentaré siquiera comprender. Un árbol no comprende el viento que lo visita. FANTASMA CON MONÓCULO La patria es el lugar donde no estoy, el arrabal de mi melancolía; en ella inscribo gestos, la grafía de los muchos que fui, de quien no soy. Viajé (perdí lugares) hasta hoy, de noche en noche, sin buscar el día. Tú, negro sol de la sabiduría que iluminas la senda, díme, ¿voy o vengo? Pasajero de una nave, no tuve luz, ni rumbo, sí ternura: creí que un cielo en el infierno cabe. Me inventé una ciudad. Yo fui Lisboa, y di nombre a una máscara: Pessoa. Amé. Pensad en mí sin amargura. 42 BIBLIOTECA DE MÉXICO JOSÉ EUGENIO SÁNCHEZ MICK JAGGER NO CANTARÁ SATI SFACCiÓN A LOS 50 A 111; padre estabas en los brazos de tu mad re y el país en manos de díaz ordaz la pantera negra enloquec ió wembley la bola de hechice ra en sus botines el pasto: un a alfombra a palac io: pero no bobby moore - qué seriedadcharlton el muchachito burg ués q ue untaba la pelota con mel ancolía & gordon banks dándole vuelt a al se ntido de la gravedad (entre las espantosas tom as del vídeo) alzaron la ju les rimet con el gol fanta sma que todos vimos que no entró la jules rimet se dejó besa r por la rea leza sí isabel 11 a la que le dieron un botell azo a su auto en belfast y franco: espa ña ll ena de polvo y ca ll es gri ses john son bombardeando haiphong hanoi y nueva delhi aprobando la mata nza de vacas sagradas marlon brando filma motín a bordo y compra por 200.000 dólares a madame duran la isla tetiaroa en haití con la prome sa (muy hippie de su parte) de no talar ning ún tow y luego tragedias: los beatles se ni egan a dar conciertos paul mc cartney le borra las pistas a ri ngo y g raba otra batería encima: yoko ono inicia su maléfico pla n para destruir el cuarteto balbuceabas y la gente habl aba de la muerte de george duhamel buster keaton a nn a ajmátova andré breton de la g uardia roja en pekín de fidel castro y la encíclica del paul six del polipropileno la terlenka el poliubretano expandido o peter paul & mary todo mundo andaba ocupado yo por ejemplo me dedicaba a comentar cualquier cosa acerca del culo de brigitte bardol. 43 BIBliOTECA OE MEXICO J O SÉ M AR íA Á LVAR EZ ANATRON - ¿Y tú quién eres? -La Ocasión poderosa P OSID IP O Raya alg ún destello histórico allá entre las lobregueces del siglo EDW A R D GIBBON Para Evelyne Sinnassamy y Michael Nerlich que van al mar I morir, No existían. He aquí un producto del siglo xx en sus finales. Genuino: Esta criatura, aún ni siquiera adolescente, vestida y maquillada como puta, exhibiendo (ignoro si sintiendo) lumbre de furia sensual, fantástica, letal. Esas piernas, ese culo, ese cuerpo moldeado por la Iycra, no son ya piernas, culo, cuerpo, -como no lo es esa mirada pervertida- capaces de una devastación normal. Esos ojos, esa boca, ese rostro con ese maquillaje, es otra dimensión de la belleza y la sensualidad que controlábamos. Mientras tú aún estás pensando en Lampedusa, el Rey Arturo, o en el Ramayana o en Rimbaud, o dándole vueltas a la Guerra de los Treinta Años, o qué sé yo, pensando aún que nuestras vidas son esos ríos, según Manrique, 44 BIBLIOTECADE MÉXICO este Ser de la Noche, bizarre déité como diría el disipado Baudelaire, ha descubierto que ni Gatopardos ni Wallenstein, ni siquiera el mar I morir. Sino que todo es, simplemente, una molestia, y que toda molestia ha de evitarse. La televisión, y el colegio, y en su familia, ha aprendido que el mundo es suyo. y ah, cómo retoza, cómo brilla, fantástica, a las luces de este bar, qué hermoso es ese rostro sin destino, excitante, cómo mastica nuestras entrañas, ese juguillo que le resbala por la comisura de los labios ... Por fin, la quintaesencia de la sonrisa de la Esfinge, morfina de la desesperación, que bailará, llamándonos más allá de las cenizas, las ruinas, los despojos, por fin, la dulce mano que sostendrá, arrancado del cadáver el corazón aún latiendo del Horror. SILVINA LÓPEZ M ED IN ZEBECH BOAZ , EL AVI ADOR ISRAELí Tus pe nsa mie ntos passivo> De ue n se r conte mpl ati vo> Pedro de Ve rag üe Ese relamerse. esos labios brillante s de sa liva. ese moh ín entre in fa ntil y d isoluto. esos ojos burlones que cru zan como rayo el uni verso de pl ásti co del aeropuerto . . . Su amiga. sin embargo. aun sie ndo he rmosa. acaso más hermosa. no exc it a. C uando pienso en café osc urece de golpe desaparece el bolso que tira de mi hombro estoy desca Iza no estoy dent ro de la ropa la ropa me rodea desde el bolsillo Buko\Vski me dice a ll á hay un charco que todos ev it an como a un gato neg ro pero a mí me g usta el olor a cuero ti ñé ndose de ag ua llena de pisadas el ag ua en la boca de los otros trepa por mi s med ias de nylon y se detiene y es que no es la be lleza la que irrad ia al borde de las rod illas ese mi sterio que te hec hi za. esa lumbre de júbilo. como Boaz al principio ese pájaro con las alas en ll amas. LA CASITA DE LOS PISOS DE HILO No es la belleza de esos ojos. sino su fo rm a de mira r: el desmadejamiento de esas piern as. esa lengüec ita inca ndescente. esa li videz ca na ll a bajo sus ojos. cómo mueve el pelo. cómo lo sabe. Eso que los Dioses concede n sólo a muy pocas, y a veces sólo poco tiempo. Esa dicha a la que no puede tocar el Destino. Afuera los árboles ca lvos los gritos de la vieja los tapados deseos de envolverte. Adent ro nos deshojamos el ti empo se quiebra derritiéndonos en una ca ric ia abrirnos todas las puertas. OTNEIMICÁN Temblando bajo los gritos de la llu via con un saquito de té y otro de la na me acurruqué en el oja l de tu vientre y fl otando en una burbuja de piel me encogí. 45 818110ncA OEM~I(O A NTO N IO CABRERA LA ESTACiÓN PERPETUA El invierno se fue . ¿Qué habré perdido? ¿Qué desapareció, con él, de mi conciencia? (Esta preocupación -seguramente absurdapor conocer aquello que nos huye, me obliga a convertir el aire frío en pensado cristal sobre mi piel pensada, y a convertir la gloria entristecida de los húmedos días invernales en la imposible luz que su concepto irradia; esta preocupación, en fin, tiene la culpa -y qué confuso y dulce me parecede que duerman en mí los árboles dormidos.) El invierno se fue, pero nada se lleva. Me queda siempre la estación perpetua: . mi mente repetida y sola. LUGAR DE RUISEÑOR ES Está junto a una fuente. No es secreto. Un barranco con zarzas, con aliagas, con rosales silvestres, con adelfas. Es un espacio donde el tiempo esculpe un bronce vegetal exacto y limpio. A ese lugar retoman por abril los ruiseñores, y abren de inmediato en las ramas su diálogo nocturno , sobre quietas verdades misteriosas, ~~~"I~~, en un idioma lleno de razones __.--._' que son un raro compromiso y son al mismo tiempo hipnosis y soberbia. -"".-..-.:.'11" No he vuelto a ese lugar. Lo guardé un día ~~~iII'!J,' I en el firme paisaje de mi mente donde el cielo pensado está cubriendo la misma luz difícil, el prodigio de la fidelidad que lo impalpable a veces establece con lo grávido, con lo real, con lo que el aire toca. Allí también puedo escuchar el canto, la conjetura ardiente que medito. 46 BIBLIOTECA OE M~I(O LA INTIMIDAD Vine hasta aquí para escuchar la voz. la voz que según dicen nos hab la desde dentro y endul za la verdad si la verdad merece una deg ustac ión sere na. o la hace más amarga si es amarga. co n só lo pronunc iar la ne gra hi el que ha reposado intac ta entre sus síl aba, . Vine hasta aquí para escuchar la voz que no sabe, ni qui ere, ni pod ría engañarnos. Elegí este lugar de be ll eza imprevi sta. (Lleg ué hasta é l casualmente un día de abril por el que navegaban nubes grande s. manc has oscuras sobre e l sue lo, pruebas acaso necesarias de que la lu z hab ita entre nosotros: esa tran sparencia que olvidamos y que es. al mi smo ti empo , difícil y ev idente.) Diré por qué es tan bello este lu gar: forma un valle cerrado entre monte s boscosos. un c irco esc ueto que c irc und an pe ii as rojizas. donde el vie nto es un cuervo delicado aunque fúnebre: los hombre s han arado su parte más profunda. y allí crece el olivo y unos pocos alm endros asedian desde enton ces las lindes de estos campos. su yerba luminosa. y el pedrega l res iste como un altar al sol: todo ti ene un a pátina de rea lid ad . un ansia, un presti gio remoto. Porque creí qu e este silencio era igual a l de un a estan cia so litari a, vin e a esc uchar la vo z que desde dentro nos habla de nosotros mi smos. Pero pasa el tiempo y escucho solamente la prisa del lagarto que se aparta de mí y e l vue lo siseante de la abeja. no mi voz interior. Todo es externo. y las palabras vi enen a mí y en mí se dicen e ll as so las: la ladera encendida bajo la nI/ be exacta , el brollce dellenrisco , I/lIa roca que el liquen acaricia. Lo íntimo es e l mundo. Con su call ado oxígeno sofo ca sin remed io la voz que quiere hablar, la di suelve. la absorbe. He ve nido hasta aq uí para escucharme y todo lo que alienta o es presente me ha hec ho e nmudecer para dec irse. y un ciprés y una acac ia: las so mbras de l pinar EL PERDÓN Alguien ha muerto. La tarde extiende al aire una lu z empapada en violeta y en gri s. Todo es calma. La pe ñas corrompidas por el viento y el liquen amarillo tocan esa luz. dicen algo que es de nso y le ve como la tarde mi sma. Cantan los estorninos del otoño: su silbido también guarda riquezas minerales, el cuarzo oscurecido. y aquí, un viento igual y un liquen semejante han podrido las lápidas entre las que camina el cortejo. La luz en ellas se hace un sitio. Seiior, ten piedad; Cristo , ten piedad, ha dicho el sacerdote, innecesariame nte. Alguien ha muerto. La tarde extiende al aire su perdón infinito. 47 ilillOmA O¡ M[XICO B RUNO M ESA - - ABU NUWUS TACTO Habla un amigo del poeta Si no creyera en lo que se derrama, en lo que muere o brota ante mis ojos, y es por ello vida y nunca sombra; si no creyera en la materia viva, en lo palpable, en el áspero roce de los cuerpos, en lo que mancha, toca y ensucia, en lo que suda y jadea; si no creyera en el tacto de la vida jamás hubiera escrito este poema que sólo es la caricia de lo que arde, el pulso visible de tanta nada. El lento viaje del humo en el aire, la tensa luz en los garitos del arrabal donde se esconden navajas sedientas de sangre adolescente. El vérti go de un cuerpo bien pagado, un cielo bruno y una urbe silenciosa, y estrellas a lo lejos como ojos de nácar, como anuncios de un destino irrenunciable. Esclavas lavarán tu cuerpo con su lengua, y serás el bufón y el rey de los poetas; cuando mueras nadie llorará sobre tu tumba, porque fuiste el emperador de todas las tabernas y el peor jugador y el poeta más libre y el amante insaciable. EL LABORATORIO Sólo buscas las pruebas que refuten tus sueños, le ecuación perfecta que derrumbe esta luz poblada de mentiras. Sólo persigues la vacuna precisa que te cure del mundo. Que en los poemas no haya nada del hombre es lo que desean tus enemigos. Que en el hombre haya algo de sus poemas es lo que yo te deseo. VARIACiÓN SOBRE UN TEMA DE EDGAR LEE MASTERS Pero cuentas con poco presupuesto. Nada tienes, excepto las antiguas palabras que la vida derrama, equivocada, sobre tus manos ciegas. No me cubráis con concha del río. Enterradme desnudo y sin rituales en una noche sin luna de un día cualquiera. Viví sin asombro, odiando la tierra y el cielo. Nunca participé en el eterno desfile de la vida. Fui una sombra que camina sobre la sombra del mundo. Sólo te quedan estas prácticas de laboratorio, estas vagas hipótesis en que apuestas tu vida. 48 BIB UOmA o¡ M[XlCO BANCOS DE ARENA ¿De dónde hemos salido tantos muertos con este falso aspecto de turistas? Un reluciente sol. con un brillo de plástico, incongruente en medio del invierno implacable, se ha sumado a la farsa y prodiga una luz que no calienta. Todos nos contemplamos con asombro. ¿Qué diablos ha podido hacer que los variados cursos de nuestras vidas confluyan hoy aquí, en un remoto, perdido, frío y gris embarcadero? Mientras llega la hora de partir, ocultamos la creciente extrañeza, exhibiendo cierto interés -que es falsopor las tiendas fantasmas de la orilla llenas de baratijas: regalos para muertos, que confirman que todo es espectral en tan yerto escenario. Por fin, un hombre, casi sin rostro, extiende la pasarela y, mecánicamente, vamos subiendo al barco, que ha de llevarnos río abajo, hasta su desembocadura. -:: ::; ?- Una voz oficiante explica en alto las maravillas -que nadie contemplade tan desoladora travesía entre lodos y barros. Corriente arriba, sí, alguien exclama, mirad, allá a lo lejos, pasa un pájaro. El motor agoniza lo mismo que las aguas. Las riberas muestran s610 hierbajos, pajas, juncos. A la vuelta del último meandro, de pronto, el mar, de frente. y esa voz, que nos habla del peligro de que queden varadas nuestras vidas en sus bancos de arena. 49 BIBLIOTECA DE MÉXICO LA SUBIDA A LA TORRE TESEO EN EL LABER INTO Has entrado en un círculo de piedra. Bajo tus pies hay piedra, piedra hay ante tu frente y piedra hay sobre ti. Es un pozo de piedra sin más agua que piedra aquí en su fondo , desde donde no puedes ver su oculta superficie. Apoyándote en piedra, vas girando en espiral. Tu mano toca un árbol de piedra. Va surgiendo de tu palma mínima un tronco gris inagotable. Has encontrado un eje, un centro. En tomo a él das vueltas, vueltas, sin saber si está fuera o en ti - ¿Subes o bajas? y de repente el pozo, el árbol se abren en fronda y en brocal de plena luz, y tus ojos no miran; reconocen. Estás al otro lado. Pero, ¿de qué? ¿de quién? Dentro del aparente sinsentido de calles que enmarañan mis pasos indecisos, permanezco ligado todavía a la externa realidad por un fino, invisible, leve hilo. ¿O he de decir, mejor, que la oscura, huidiza irrealidad me conduce a su antojo en su guarida, y envuelve mi destino con su tela de araña más sutil? Ariadna, no me obligues a matar el misterio. Si lo hago y regreso a tu lado, victorioso, ¿qué quedará de ti? ¿qué quedará a mí? 50 BIBLIOTECA OE M~ICO DE RECOGIDA A Josepe, Vidal, Meren cian o, Migu e y Tifo Llama fría del alba, te conozco: tú vienes a ofrecemos el destilado amargo, la comunión marchita, la quirúrgica luz con que el cielo ilumina nuestra herida más honda. Llama fría del alba, despedazado cráneo del ingrato deseo: ¿quién se atreve a mirarte tras la noche de magia? Los amigos se han ido. Conducimos ya solos. ¿ y adónde nos conduce la alegría gastada, el oscuro consuelo de haber sido felice s en la noche? Satisfacción del mundo, generosa limosna de una hora, no hay engaño en tu don insuficiente aunque quiera negarlo la luz rota del día. Hemos sido felices en la noche. Los amigos se han ido, conducimos ya solos. Buscando algún refugio, regresamos a casa. y esta destartalada y alta bóveda en la que el sol incendia eternamente el aire es nuestra casa. 51 BIBlIOncA O[ MExICO E S C U C H A N D O LA MÚSICA SACRA DE V I V A L D I A Carlos Marzal y Felipe Benítez 1*1" Ί-'-\'VÍ~Í~"K Γ ' Ί ' ; \. •'· Como agua benditjt,-;- — ; » - ; - ; - j - I como santo rocío tras la noche de fiebre " lava el alma esta música con su perdón sincero, ^ t ente arquitectura que en el aire vertebra \ la ilusión de otra vida / salvada ya para gozar la gloria de un magnánimo dios. ' /' /i De lo terrestre naces, \ del metal y la cuerda, de la mader^nβ%^k ^ de la humana garganta ·, Ν estremecida afirma la hora suya en el muntíe;! ^ sin e/ntargo vuelas, gratitud hecha OJúsÍ£f.^í ] ¿ J L I j . • ^ . ¡ , ' ; i . «vanescente espíritu ^ " ^ ¿ J u í . . ! ' , t ^νΛ.ϊ^ ^kí-lmfeeá el viento construyes tu perdurábteireinoi'J;_!j''_'1^ l"-^ vO^LJ—i Si algún eco de ti sonata en nuestra mu^ér.-i''--- - f - ' ' * - ' * > s . En mitad de la muerte suenas hoy, / - / tr\ cadencioso milagro, pura ofrenda de-fe ^ / y en honor de ese dios que no escucha tu rueéo o que escucha escondido, tras su silencio oscuro, la demanda de luz con que el hombre lo abruma, \ 1 no existe un dios, TT¿q5Ilií1nspífa^^'tu canto tan cumplídó'cóñlu^i l^l^y^^j^extraña melodía de blasfema belleza , - i i %--(,> , i (^?TfU^lós hombres sugieres su condición divi iTi^lTí-iTr^iTi'JTi-j 1 \~i. pawqu4 59rdo9Ído I í l-i Μ - 1 ' Γ -Cuando sea ya él ílueistro desmemoria en elpolvé-i» i j j'jj^l^^l^iil;;}^ LÍ^riy::^^enil}i|¡>dde la muerte, orguUosa plegaria e m q a g a ^ d a ^ ^ J-j^if,^ U^TJ^ celebras esa frágil plenimd de no sé qué verano o qué huérfana espuma feliz de aquella ola que en la mañana fuimos? 52 ÍIIIIOTECA Oí MÉXICO LA ROSA SECRETA El cáncer es una fiesta de las células Hay una oscura rosa acurrucada allá en tu propio fondo, en lo más tuyo, profundo y extranjero. No sabes su color, pero es tu sangre. Arraiga en el ramal de tus entrañas. La abonas con tu amor y con tu miedo. Se cuaja en ese lecho de tus sueños más firmes y entre la grava de tus pesadillas. La riegas con tus lágrimas no vertidas a tiempo. Estaba en ti esa rosa desde siempre, inscrita su semilla antes del vértigo del ovario y del rayo. Desde el caudal abierto fue a parar a tu breve corriente; la transportó tu savia, y se hizo carne. Allí, sin prisa, espera; hace memoria de su lejano clima; desarrolla su órbita precisa, el milenario anillo repetido; extiende las raíces, excavando su soterraño cielo. Se anuda en tierno hilo a ese pespunte de las estrellas hondas, aguardando el instante de pulsar una música extremada: esa apretada munición que impulse el mortero del tiempo, dispersando la alta metralla de la noche en fuga. Será entonces cuando la inusitada rosa alumbre, con naturalidad, la artificiera carga de su paciencia y lance, airosa, en sed de firmamento sus bengalas de fiebre, hacia el exceso renovado de una fiesta remota. Se encumbrará la púrpura de tu jardín recóndito al son de una violenta primavera. Abrirá un cauce por tu cuerpo, en pos de su cuenca escogida. y al llegar a la bóveda del ojo, con la presión de un pétalo encendido, levantará su párpado esa rosa hambrienta de luz. Y estarás ciego. 53 BIBlIOmA o¡ MÉXICO LA S GARZAS RESINA En las Navas del Marqués. A Isabel Escudero Para Angelika La vi al cruzar el puente, en un rasguño de la noche cerrada; trascunían en formación precisa, un sereno triángulo como flech a segura que apuntara al corazón del sol adivinado más allá de la niebla, tatuaje rojo inscrito en el calor del territorio propio entre las alas. Batían en la fe de un solo pulso el plomo de los cielos, sacudiéndose las bajas nubes tardas. Volaban de memoria aquellos pájaros, fantasmas de pureza con la mirada baja en la línea de acero de una ancha tierra santa. Quedé como imantado Desde la herida vieja de este pi no sangrado se derrama el melodioso acíbar de su tuétano: la lágrima encendida. Entró el tiempo a degüello en esa brecha, con su zarpa de sol, con el colmillo suces ivo de inviernos y sequías, con guadaña de escarcha. y dejó para siempre vi brando en ese riel de su angostura un crujido de hielo. Cae lento como un óleo de lu z desde el costado del leño secular el sudor limpio. Cae apretada de soles esa gota ofrecida en la pulpa. y bajo la lanzada del mediodía es bálsamo que unge la llaga del mirar menesteroso. en toda mi estatura a la alta aguja de su navegación, mientras seguía con los ojos errantes el vector de su rumbo. Al cabo, la bandada fue mullendo su esquema en una mecha de bruma, hasta perderse en la tinta del cielo. ¿A dónde irían las garzas? Sólo sé que algo de mí partió como saeta fiel aquella noche desde el arco del puente; algo de mí se fue y boga dichoso hacia algún sur de luz en la flecha del vuelo. 54 BIBliOTECA DE MÉXICO CARLOS M ARZAL FUERA D E Mí Sobre esta levedad, convaleciente, sobre esta frágil osamenta hennana, consigno mi relato y voy que tiemblo. Este pender de un hilo, más me enhebra, más zarpo, en mí, sin mí, con la maroma que ata mi cuerpo a tierra y me da el rumbo. Salud por mi salud, el promontorio que doblo, a la deriva, sin ayuda, con sólo este fanal de carne en que titilo. La ventisca me mece, y voy que fluyo. El vendaval me acuna, y voy que nazco. Salud por mi salud, ya no hay quien vuelva. Desde esta flojedad quiero más finne. Más me complazco, y más yo me disfruto, cuando me libro, en mí, de lo superfluo. Con párvulo dolor beso mis párpados y me atempero de liviana fiebre. Estas décimas simples son la hoguera con cuyo fuego, en círculo, me abrigo, y observo, a ojos atónitos, el éter constelado, y aúllo hacia la luna, y silabeo, y danzo, y soy mi tribu. 55 BIBLIOTECA DE MÉXICO HECHO DE NADA FELICES LOS FELICES Hecho de nada. De fábrica fugaz y came en vilo, barro que siente euforia de ser barro. Felices los felices, los más fuertes, los timoneles de su mar propicio, los de la risa madre de lo propio, los ilesos del poso de la vida, los ilusos del paso de los sueños. Eco de nada. Música de un metal que nos conmueve, cuando dobla de luto en su alegría. Ya estaban en su orilla y nos llamaban, los desde siempre en pos, los más alerta, los embebidos del primer aroma, los del cristal de aumento sobre nada, los de la lupa en paz del sol desnudo. Rezo de nada. Salve que canta a coro este vacío, bajo la ciudadela impávida del cielo. Techo de nada. Bóveda fantasmal de estar con vida, que cubre allá en su cúspide este mundo. Nos honran con su luz los atrevidos, los de la desmesura, los radiantes de ser nos enaltecen. Los trágicos alegres en su cáliz. Lecho de nada. Ara donde inmolar la duermevela de nuestro loco idilio con el tiempo. Dichosos los dichosos en su dicha, los del humor febril del universo, los simples partidarios, los devotos, los de la pura rí^ón voluptuosa. Leño de nada. Amorosos carbones en que pudre el recóndito bosque de ser hombre. Cero de nada. Número en arrebato que ni ordena ni cifra en su defecto nuestra fiebre. Los dilapidadores nos redimen, los héroes terrestres, los sin culpa, los de ya no caber en sí de gozo, los en su misma esencia, los posesos. | ^| .'j Fuego de nada. Antorcha inextinguible del espíritu con que incendiar en ansias nuestra noche. Y felices nosotros, sus discípulos. Por lamemos en miel la llaga viva, por extasiados en el tiempo amigo, por aprendices de este amor demente. JB^—^^' Verso de nada. ÜiC" Pájaro de canción tan en su vuelo, ^ ^ ^ ^ que no piensa entender jamás de nidoj^ js| Lleno de nada voy. Beso de nada os doy. Hecho de nada estoy. Hecho de nada. S6 IIILIOTEa DE MÉXICO JAVIER C ANO LENTO NOCTURNO La l1oche, desnudo anTiguo. El mi edo con que todas las ventanas asoman la mirada sobre el vérti go mutu o de un mi smo prec ipicio. El frío que asumen las estatu as, pues se aprende sólo e n los ámbitos de la q ui etud . La rosa que, incl inándose, resume sus ciclos. La corriente que conclu ye fu era del mar. El fo ndo inde sc ifrable de los charcos, después de habe r llov ido. Lo que se anda entre sueños: su fati ga. La impres ión de saber que uno es su térmi no. R AFAE L P ORLÁN Cuando miras la noche mi ras algo más que la noche: miras en el centro de un ag ujero que hac ia ti converge en una sola osc uridad: desnudas la noc he con los ojos, como a un c uerpo lej ano entre tu s sábanas: penetras el sexo de la noc he, len tamente, hasta ese fondo donde te dilu yes ya líquido, buscándote el principio, buscando el molde anti guo de tu carne. ARIA SOLO DE SILENCIO Como quie n busca en todas las palabras la precisa acepción q ue lo defi ne y acaba por abrir un dicc ionario de págin as aún por esc ribir. Antes que tú y después de ti , algún día sin rastro ni almanaques, la palabra desconoc ió tu nombre y pronunció su inex iste ncia hasta encontrar el aire preciso donde ancl arlo. Tú estás dentro. Gritas con una voz que nad ie oye. Como el que mira el mundo de un espejo y cree reconocerse en su mentira. Como ese que no duerme y se preg unta quién es y qué hace aquí, adónde va, de dónde viene, y nunca se responde. I I '/ - ~.,~ • .. __, I '. ~ r- ." 57 !1!lIOmA Ol M[XlCO GUILLERMO CARNERO ) ) FUENTE DE MÉDICIS -- . ' : ....-::~-' -¿A qué vienes? Tuviste tu verano: yo puse en tu camino a una feliz y hermosa criatura, mucho más que los versos que le escribes, a la que heriste y renunciaste. Era niña de pocos años, mi encarnación, lo que yo soy en piedra yen concepto, perfecta pero viva, cálida en la aureola de su sangre; y vuelves viejo y solo, condenado a vivir en el recuerdo y esperar el alivio de la muerte. Yo he conducido a muchos a la felicidad ; no quiero ser tu maldición. XVIII -Esta fuente me atrae por sus aguas inmóviles y negras, por sus flores pútridas; y tu estatua, tu desnudez, que encarna la Hermosura suprema junto al Amor ardiente, helada y rígida, mohosa, tantas veces recubierta de nieve, me recuerda mi error y mi fracaso. : .. ,", " . • Tan pronto te mostraste me indujiste a creer en lo absoluto, y el ser tu hechura me hace más amarga la noche de este invierno. 'o. • - No olvides tus recuerdos más hermosos: busca refugio en su ilusión de vida. \ '0.:: ... - ....... ...... ----- l ...... ~ t.I. __ ~_. -Aquello que viví ya ha sido una ilusión; no lo acepté, no advertí su valor ni lo retuve, y el tiempo me arrastró, dejándome en las manos el pálpito indeciso de una sombra; y me ofreces el misero consuelo de perseguir la sombra de una sombra. 58 818l10TECA OEM[XICO JOAQuíN PÉREZ A Z AUST RE BREVE HISTORIA DEL GIN - TONIC -No me atrevo a olvidar el milagro que sólo ell a concede: que en tinta negra brillen los signos del amor radiante, o que el radiante amor que se desli za hasta el fondo del agua azul turque sa en la luz vertical brille y se apague trazando un signo negro. Mira el páramo , al que cualquiera impone su sonido: los ecos lo recorre n y lo manchan. Hablar sobre el vacío signifi ca más que el vacío de no hab lar, y yo quiero el castigo de quien cambió su vida por un sueño de libros y museos. Hace tiempo buscaba estos jardines abandonados para percibir mi identidad creciente en su vacío de árbo les grises y de estatuas ye rtas. Su soledad me daba fortale za, y al verte entre los brazos de tu pastor, un dejo de arroganc ia cubría de desdén mi penitencia. Hoy sólo veo en ell os abandono, si n vida ni esperanza, ni más aspirac ión que ser escrito. Llévame de la mano a las aguas tranquilas. -Todas serán tranquilas para ti ya que vas de la mano que no sientes. En el siglo diecinueve todo el que tenía un pasado que ocultar solía buscar su puerto. El principal enemigo de esos navegantes era el escorbuto. y en esto es cuando nace el combinado: se ve nce el escorbuto en el limón , y viene así el ungüe nto en ese ali ño con una vitamina que apuntala. Se vence el escorbuto en la quinina, en esas manos blancas de la tónica. Su llegada a España es tardía: fue el hijo de Pedro Salinas, Jaime, quien lo trajo de ultramar. Encontró en Barcelona camaradas para el rito , y así mudé el coñac por el gin-tonic, entre otras cosas, porq ue el régimen era frec uentado por otros escorbutos bien notables; Gabrie l Fen'ater, Costafreda , Jaime Gi l de Biedma, Carlos Barral, Manu Portal y otros tantos. alentados por Sali nas, se pasaron del brandy a la gi nebra. Ninguna esc uela enérgica y crucial para aprender a vivir como la esc uel a que in vita a apre nde a beber. No se puede explicar una literatura sin explicar, también, la forma de alternar lo que se escri be: lo real con lo imposible, que casi siempre es posible. En el rito del gin-tonic miramos un espejo de burbujas pagadas. La distancia no es olvido y tampoco es ausencia: depende de lo largo de este sorbo. 59 BIBlIOmA OE M[XICO EL FOTÓGRAFO EL JERSEY ROJO Un rumor de lluvia, un paso entreabierto en la ventana. Estás tan bella descalza y en vaqueros que decido quitarte el jersey rojo: ese deseo antiguo de horadarte con una transparencia de tejidos que se hace transfusión vertida adentro. Cuando el cuerpo y las ganas son color los poros reconocen un letargo, una luz comprimida en unas cestas, un rumiante de tiempo o una imposición. Aparece tu vientre, hay una niebla intacta en tu desnuda manera de quitarte los zapatos. Se puede di señar una estructura, el diente de una espera, una musculatura física y mental: pero cómo vivir lo que nos viene, cómo asimilar en un minuto la dinamita o carga de una vida. 2 Podría desabrocharte con testigos y masticar los peces de tu espalda; entrar qui zás al mar para allí entramos igual que el sol avan za y cambia el tono. El hombre sigue sujeto a la mecánica de la casualidad, y hay un sentido o un significado en la inminencia blanca de la lluvia: un chaparrón perdiendo sus agujas sobre la colcha gris de la piscina. En el descapotable está el equipo; quién quiere buscarlo en el calor si es tu calma de esperma en los tobillos salpicando la espuma enternecida. La lluvia sólo quiere que la escuches: salir a acariciarla, dejar que se te moje el perfil rubio, el jersey rojo, los tacones que ensalzan tu esbeltez; dejarla sobre el peso de unas hojas, del aire desenvuelto en su latencia o en un acecho de agua. Acepta un nuevo estado, sal afuera por mucho que prefieras un paraguas. Antes o después la lluvia nueva hará que sí la escuches, que prefieras salir de donde estás para mojarte. 60 BIBLIOTECA OE M~ICO V ICENTE V ALERO DíAS DEL BOSQUE Como palabras son las hojas de esta higuera. Como palabras dichas en voz baja. El mirlo las convoca y las pronuncia con su negra lengua del amanecer. Creo en vosotras todavía. Creo en el aire amarillo de este invierno y en las hojas sin luz que ahora resbalan, desnudas, se deslizan, como palabras últimas del mundo: mensajeras oscuras de una más honda y perfecta claridad. II Un día, en el bosque secreto de las palabras, cierto ciervo que vi, que se veía, me dijo, allá donde no había caminos ni senderos, sino solamente la hierba alta y el ramaje esparcido, que a los desesperados el río de la noche los alumbra, pero sólo si bañan sin miedo su dolor. IV Para el zorzal el limonero es sólo un rayo más del sol, aunque siempre el más cálido y el más duradero: el único que alumbra por la noche. V Lazos sagrados como raíces, redes invisibles. La escritura de la primavera .vierte su tinta de color una vez más sobre el lecho oscuro, enfebrecido, del animal solitario. Nunca lo salva, pero le dice con qué ropa partir. VI Sueña que ha sido una gota de lluvia, un padre para los ruiseñores. 61 BIBLIOTECA OE M!xICO CARLOS FO N SECA G RIGSBY UNA OSCURIDAD BRILLANDO EN LA CLARIDAD QUE LA CLARIDAD NO LOGRA COMPRENDER Sueña que ha sido también una lámpara en la noche, un hogar para los desterrados, una sombra para los caminantes del mediodía. Ahora que va a ser derribado, sueña que ha sido un árbol el árbol. vn El caminante ahuyenta, caminando, a sus demonios. Estos son siempre sedentarios. vrn El pensamiento más profundo de un cazador es su disparo. Con él penetra a solas, siempre, en el silencio de las largas distancias, en la humedad salobre del amanecer. Con él penetra en el corazón oscuro de las tórtolas. IX Palabras que hemos visto sumergirse, a solas, muchas noches, en las aguas oscuras de este río. Cierto ciervo que vi bebía entonces, lavaba sus heridas invisibles. Un nuevo idioma renacía a oscuras, temblaba como animal nocturno, ardía hasta el amanecer. (sonido de gotas cayendo en un balde) Porque en mis manos nació una sombra que canta. Porque en un triste coro de insectos se refugia mi boca y mis palabras deambulan en un suspiro. Porque a mi pecho lo azotan los recuerdos ajenos y en el declive de esta tarde una metáfora me ofreció una flor de cuatro pétalos, esta voz barroca y hueca es necesaria. Pero ya se levantará mi alma de un cenicero. Porque mi Tristeza, que tiene vida propia, ha sido feliz. Y en cualquier momento todas las lágrimas del mundo se transformarán en seres vivos. Yo estoy encerrado en una melancópolis, rodeado de animales del ocio. Para pasar mis tardes, aguardo, pienso, y le designo a algunas partes de mi cuerpo metáforas: mis manos pájaros que emigran hacia la nada todos los inviernos, mi pecho el basurero donde van las cosas más bellas del mundo, mi mirada un horizonte sin curvatura. Mi alma esa noche infinita, ese día fugaz, ese momento entre la noche y el día donde mis ojos tienen alas de mariposas. Yo soy un pezcador que no atrapa nada; es la metafísica de los peces que nadan en una pecera con agua de clepsidras. (Enero 2006) Cómo asesinarte dolor sino con dolor. Te ofrezco un puñado de ojos parpadeantes que vuelan como colibríes; unas letras acendradas como una estrella sin fulgor; esa oscura región de la luna que sólo yo conozco; flores raras, extravagantes, que sólo se encuentran en el interior de las mujeres. De este dolor, quedará su poesía. Poesía que lucha contra la poesía de otro dolor que se acerca. 62 BIBLIOTECA DE MÉXICO III DIECISIETE y el rito del tacto y el lenguaje de la mirada hambrienta. Con el mismo desaliento de una estrella ue de repente pierde su marbete , (Aaaaah . .. Sí. También hay días --esto ocurre recientemente- "mi rostro se apergamina y se disi~a el chorro de la infanc ia. en que en el momento exacto en que muestra su cuerpo embalsamado 4 vj¡:ginidad de mi alma se evapori za para después transformarse en una única lluvia: el alba, me parece que con mis párpados, y bajo mis cejas, el silencio ha abierto sus ojos). , Nadie se toma la vida en serio a los diecisiete . ~ Una III Entro en la noche como entra un nadador en la ola; y retirado a esa oficina nocturna, sueño. supemova es mi corazón. , ntre el soto de mis ojos anda un a pantera ¡Ó simetría perfecta! , es la noche hecha animal VII SECRETOS deyorándome --en ese mome)1to en que aún no sos poema y podés temblar sin yo antes haberte dado el temblor. \ bajo la noche de mis ojos .) I ~ Nadie se toma la vida en serio a los diecisiete. --en esos instantes en que todavía no soy tu dios creador, de sensibilidad extra-ordinaria Es la edad en que mi ri sa ya no conmueve al corazón de la nada y mi cuerpo aún no es el cadáver de un ahogado que Rota en y espléndido don literario. el río del tiempoen que la sonrisa de la muerte aún no muestra sus dientes de amalgama- Cuando tu boca ante mí es simplemente tu boca; yen mi corazón hay tanta sustancia de sombras que podría convertirme yo en el obrero de un abismo. , Es que entre tanto silencio agrietado, entre tantos gestos eso no se entrega a la literatura. Ese gozo es mío. eléctricos, a eces pareciera que mi sombra asusta y pajariza al sol VIII yes una sombra que habl a con otras sombras sobre el tiempo en que ellas dej aron de conmover al Corazón LA PALABRA J Y Dios dijo "Hágase la luz" y la luz se hizo. de la nada; sobre cómo aprendieron la orografía de los cuerpos yel culto del beso y dios no era poeta. 63 ilillOmA D[ M[XICO MARCO ANTONIO CAMPOS POR LA CALLE DE LOS ANTICUARIOS fin de agenciarse dinero y conducir caravanas para que pájaros de cuenta se lo llevaran al baile. Menos sabría decir en qué ángulo de qué gaveta dejé el cuaderno de P or la calle de los anticuarios casi a diario oigo mi nombre en el vidrio de las vitrinas y casi a diario me saludo para no olvidar los objetos que no quise ni quiero comprar: espejos y relojes garigoleados como los de la casa del abuelo paterno, pupitres niños iguales a los de la escuela de mi niñez, libros de miedo a deshojarse sin página por escribir, grandes santos que nadie reza porque nadie recuerda el libro de oraciones. Me miro detrás de las vitrinas como un objeto antiguo y en el reflejo de las ventanas se miran los castaños en el mes de mayo, como si el otoño no fuera a llegar la saga de la conquista y los siglos de la colonia, y en cambio perdí innumerables horas corrigiendo manuscritos que me hacían desesperar, desleyendo libros para no perder amistades, reescribiendo artículos y notas que me sabían en la garganta como ajo y nuez podrida, o dictando conferencias para completar el bolsillo. Camino por la calle de los anticuarios, y al ver los objetos, pienso que tal vez madre anheló viajar y conocer Europa. Ya no podrá venir, ni quién podrá traerla, pero Europa, de nunca. Creo oír cerca, muy cerca, las aguas del Escalda que regresan y van, regresan y van ... Madre tenía alma de anticuaria y era hábil para que la casa pareciera una copia europea del siglo XIX. A su amiga Senta Kram, de oficio anticuaria, le compró alguna vez una linterna mágica con fin de proyectar mis imágenes en la sala de la casa y demostrar a las visitas que yo era el parásito de la familia y que hice trizas mi juventud leyendo novelas y libros de poesía. No es fácil para mí llevar en la espalda proyectos que nunca empecé o que se trizaron más tarde. A la verdad haberla conocido a tiempo, le habría hecho entender muchas cosas que nunca comprendió. Quizá no vino o no quiso venir por enfermedades de columna e hígado, o por miedo a lo viejo y extraño, o por no gastar lo que le parecía malgastar. Hablaba con la gente de mis viajes (negaba al escritor), creyó que debía morar mi propia casa (yo que casa no tuve ni tendré) y que el dinero del pez grande se come el dinero del pez chico (a mí que en amarillo pálido me provoca bilis quien sólo piensa en dinero). Enfermos los dos terriblemente, ella rezaba para que la muerte le apostara a ella. Por la calle de los anticuarios paro en el café Helder, se me pega al cuerpo el humo de todos los que fuman, me tomo amargo el lado amargo del café ajeno, de un trago trago la cerveza que me escupo, y salgo a la calle, recalo en una tienda de anticuarios y toco a la puerta para que me abran de nuevo. Y madre lo contempla y se echa a llorar. uno se queda sin espalda de quebrársela tanto. No sé dónde siquiera quedaron los proyectos: si en los objetos de madera o de hierro o de cristal de las tiendas de los anticuarios o en los muebles antiguos de mi casa. No sabría decir, de veras, dónde quedó la película que creí que filmaría y que verían y oirían ustedes de la manera que les digo: la música de Mozart y de Schumann, imágenes con aires de tristura azul y gris del gran cine italiano, la palabra dispar del par del diálogo, pero no el silencio en el que terminó todo. Tampoco podría detallar mi peregrinación a Yemen y a Abisinia para poderme explicar qué diablos pasó por la cabeza de Rimbaud con el 64 BIBliOTECA DE MEXICO NíADRtD MIRADA 1 4 artistas latinoamericanos Del 12 d e a g o s t o h a s t a el 19 d e s e p t i e m b r e d e 2 0 0 8 Biblioteca de México "José Vasconcelos" Plaza de la Ciudadela 4, Colonia Centro Entrada Libre En colaboración con el Minislerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación de España (MAEC) y la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) GOBIERNO FEDERAL vivir Mejor Β BIBLIOTECA DE M É X I C O Radio Educación: donde se piensa la radio NUM. 52 JUNIO 2008 Carlos Monsiváís Sobre Juan Gelman 4AE Adolfo Castañón Sobre Carlos Monsiváis Federico Reyes Herejes és , ^Políticas súbre la lectura Fernando Fernández Sobre Gerardo Deniz Agustín Monsreal Sobre Emmanuel Carballo EL PORTAL MUSICAL DE RADIO EDUCACIÓN Guadalupe Loaeza Agustín Lara en París ^ n a García Bergua Ciftoto ' l ^ ^ i s Vicente cjeAgulnaga ' Poema Timothy Compton El teatro de Lomnitz Dos nuevos espacios de música continua especialmente para ti. www.e-radio.edu.mx Radio Educ-ación Clásica Vicente Leñero Souvenirs de Garibay ntrevistas lS'rgo Glantz . arlos Prieto duardo Ruiz Smk ,|,-|, É . Ignacio Solares 'Sobre Hernán Lara < ^epojtaje gráfico Jor^e-Tamés y B ^ t a ' A SOLAS C i e r r o los ojos al jazmín y al nardo; en densa oscuridad, ciego, d o r m i d o , nada perturba el duelo que me abrasa, en vano lamentarse del olvido. Flor alada, el aroma de la noche que a esta soledad tranquilo llega, transforma el viento en grave lentitud, en aire suave que a mi cuerpo anega. Escucho sólo el d u r o palpitar, el latir impetuoso del oído, ante el voraz saberme sobre el lecho un desplome del tiempo, un gemido. Alí Chumacero ( D e Imágenes desterradas) GOBIERNO FEDERAL Vivir Mejor Β BIBLIOTECA DE M É X I C O v.cnca.gob.mx Consejo Nacional para la Cultura y las Artes