Borrador de MANIFIESTO DEL CERMI ESTATAL CON MOTIVO DEL DÍA EUROPEO DE LAS PERSONAS CON DISCAPACIDAD _______________ 3 de diciembre de 2003 Desde el año 1992, coincidiendo con el día 3 de diciembre, el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI), la plataforma unitaria de representación y defensa de las personas con discapacidad en España, se une a la Comisión Europea y al Foro Europeo de las Personas con Discapacidad (EDF), para celebrar el Día Internacional y Europeo de las Personas con Discapacidad. Promovida en todos los países de la Unión Europea, con ocasión de esta Jornada, los ciudadanos con discapacidad recuerdan y reclaman a los poderes públicos y a la sociedad en su conjunto la necesidad de adoptar medidas transformadoras que garanticen la igualdad de trato, la equiparación de oportunidades y acaben con las discriminaciones de toda índole que todavía sufren estas personas. El 3 de diciembre de 2003 viene señalado por el hecho de ser el cierre simbólico del Año 2003, declarado por la Unión Europea Año Europeo de las Personas con Discapacidad, período en el que se ha tratado de avanzar en múltiples direcciones en la plena ciudadanía y en la plena responsabilidad de los ciudadanos con discapacidad, un 9% de la población española. Con este propósito de celebrar el 3 de diciembre de 2003, el movimiento social de la discapacidad articulado en torno al CERMI Estatal hace público el siguiente MANIFIESTO La celebración del Año Europeo de las Personas con Discapacidad 2003 debe servir para sentar unas nuevas bases en las políticas públicas sobre discapacidad que girarían en torno a los siguientes ejes: Alcanzar un Pacto de Estado en materia de discapacidad que sitúe definitivamente esta realidad entre los asuntos relevantes de la agenda 1 política. Dicho Pacto sería promovido por el Gobierno de la Nación y comprometería en ese objetivo común al Gobierno, a las fuerzas políticas con representación parlamentaria, a los agentes sociales y a las organizaciones representativas de personas con discapacidad. El contenido del Pacto orientaría las políticas públicas sobre personas con discapacidad para la próxima década (2004-2014). Hay que situar la discapacidad allí donde le corresponde: en la esfera de los derechos humanos, la igualdad de oportunidades y la no discriminación. La persona con discapacidad como titular de derechos. Para ello, hay que definir derechos, dotarlos de contenido material, hacerlos vinculantes y exigibles y universales y regular mecanismos eficaces y rápidos de protección y tutela que garanticen su ejecutividad. Los derechos sociales de las personas con discapacidad. Hay que pasar definitivamente del esquema de los servicios sociales, al de los derechos sociales. Debemos caminar en el campo de la discapacidad hacia unos derechos sociales universales, vinculantes, exigibles y con unos mínimos iguales para todos los territorios del Estado. La atención a las situaciones de dependencia, pendiente de regulación en nuestro país y que afecta fundamentalmente a las personas mayores y a las personas con discapacidad, debe enfocarse desde el punto de vista de los derechos sociales, con las notas de universalidad, exigibilidad y equidad ya señaladas. El nuevo paradigma de la accesibilidad universal y su presupuesto, el diseño para todos. La accesibilidad, en su sentido más amplio, ha de ser considerada siempre como derecho y considerar la falta de accesibilidad de los entornos, productos y servicios a disposición del público como una discriminación contra las personas con discapacidad, prohibida por la Ley, perseguible y sancionable con instrumentos eficaces. Las familias con personas con discapacidad. Se debe establecer un sistema integral de protección social de las familias que tengan en su seno a personas con discapacidad. Nada para las personas con discapacidad sin las personas con discapacidad. Hay que profundizar la democracia participativa en el ámbito de las 2 personas con discapacidad. Las organizaciones representativas de las personas con discapacidad y sus familias deben participar en todas las políticas públicas sobre discapacidad o que tengan incidencia directa o indirecta en este grupo de población. Esta participación activa en la toma de decisiones ha de extenderse al diseño, planificación, ejecución, seguimiento y evaluación de las políticas que se desarrollen. Estos grandes ejes de las nuevas políticas públicas sobre discapacidad, deberán venir mediatizados por las siguientes orientaciones de carácter horizontal: Transversalidad de la discapacidad en las políticas y acción de gobierno que desarrollen los partidos políticos. Realización de una política de discapacidad diferenciada que tenga en cuenta a las personas con discapacidad con un mayor riesgo de exclusión: o mujeres con discapacidad, o personas con discapacidad severa o en situación de dependencia, o personas con discapacidad que no pueden representarse a sí mismas, o personas con discapacidad institucionalizadas, o niños y niñas con discapacidad, o personas con discapacidad pertenecientes a minorías étnicas o inmigrantes, o personas con discapacidad residentes en el medio rural, o personas con discapacidad en situación de pobreza, o personas con discapacidad que padecen estigma social. Vida independiente. Todas las políticas han de ir dirigidas favorecer la vida independiente de las personas con discapacidad, en la que las decisiones recaigan sobre la propia persona. Hay que reorientar las políticas, los sistemas y las prácticas que generan dependencia entre las personas con discapacidad. El CERMI Estatal, como expresión de la sociedad civil articulada en torno a la discapacidad, trasladará todas estas demandas a las distintas formaciones políticas que concurran a las Elecciones Generales y a las Elecciones al 3 Parlamento Europeo previstas para el Año 2004, pidiendo el compromiso político de las mismas para hacer realidad estas aspiraciones. 3 de diciembre de 2003. COMITÉ ESPAÑOL DE REPRESENTANTES DE PERSONAS CON DISCAPACIDAD (CERMI) 4