Mi bisabuela nunca se casó. Cuando mi bisabuela, Gertrudis, era

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Mi bisabuela nunca se casó.
Cuando mi bisabuela, Gertrudis, era joven y bonita se enamoró de Javier, un hombre que
decía quererla profundamente; él era comerciante y tenía que estar viajando constantemente, algo
que ella entendía claramente. Después de un tiempo de novios ellos decidieron casarse, todo parecía
marchar de maravilla, tuvieron una hija -mi abuelita Carolina-. Según mi bisabuela, él la trataba
espléndidamente, ella no le pedía más a la vida y no tenía porque dudar de lo que él le decía, después
de todo se trataba de su esposo; pero después de algunos años de casados alguien le dijo a mi abuela
que el Javier de ella tenía otra mujer y no sólo eso sino que además tenía otros hijos mayores que la
hija que tenían ellos dos. Mi bisabuela pensó que eso no podía ser posible, sin embargo decidió
cerciorarse y fue entonces cuando ella se convirtió en detective; ella lo seguía cuando el salía de viaje,
dejando a Carolina al cuidado de mi tatarabuela, María. Un día ella lo vio cuando entraba a una casa
y él se quedó en ese lugar por mucho tiempo, así que ella decidida a descubrir la verdad les preguntó
a los vecinos alrededor de la casa donde mi bisabuelo se encontraba y en todas esas casas le
confirmaron que efectivamente javie, como lo llamaban los amigos, era el señor de esa casa que él y
su familia llevaban muchos años viviendo ahí. Esa fue una desagradable realidad que mi bisabuela
tuvo que soportar.
Fue tanto el daño causado por Javier le causo a Gertrudis que casi muere de pena, como
pudo ese hombre engañarla de esa manera; ella había depositado toda su confianza, esperanzas, todo
su amor en un hombre que lo único que buscaba era burlarse de ella y destruirla moralmente. Fue
tanta la desilusión de mi bisabuela que ella nunca más volvió a creer en los hombres, para ella todos
los hombres que se acercaban era con la única intención de hacerle daño; ella lo había permitido una
vez pero eso no volvería a pasar nunca más.
La venganza de mi bisabuela Gertrudis contra el hombre que la engaño fue que nunca más le
permitió ver a Carolina, única hija que él tenía porque los otros hijos eran varones, mi bisabuela
una mañana se fue de la casa con su hija en brazos y Javier jamás la volvió a ver.
Seudónimo: Utria
Soy oriunda de Colombia, mi ciudad natal es Cartagena. Soy estudiante del programa de español.
Viví tres años en la ciudad de Fairbanks, Alaska y hace casi dos años que estoy viviendo en Pueblo,
Colorado.
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