REVISTA CUBANA DE PSICOLOGÍA Vol. 12, No. 1-2,1995 LA INVESTIGACIÓN ACCIÓN: UNA METODOLÓGICA ALTERNATIVA PARA LA INTERVENCIÓN COMUNITARIA María de los Angeles Tovar Pineda, Facultad de Psicología, Universidad de La Habana i RESUMEN Desdé tiace-algurfos años el desarrollo de las ciencias sociales se ha venido caracterizando por la búsqueda de modelos alternativos que trasciendan a los métodos positivistas tradicionales. Estos campos emergentes requieren de una nueva visión de la sociedad que incorpore, tanto como le sea posible, a todos los aspectos Inherentes a las construcciones subjetivas de sus diferentes sujetos sociales, en una aproximación que resulte integradora e histórica. En concordancia con estos señalamientos, el presente artículo presenta las principales premisas:metodológicas y conceptuales para lograr una comprensión crítica de la investigación acción en tanto paradigma de la intervención comunitaria. Es esperable que esta contribución nos permita la diferencia entre las ciencias aplicadas y las puras, así como entre acción y teoría. ABSTRACT Over the past few years the development of social sciences has been characterised by the search for alternatives models that trascend the traditional positivist methods. These emerging frameworks require a new vision of society that incorporates as many aspects of subjective construccions of different social subjects as possible, in a historical and integrated approach. In response to these concerns, the present work presents the main methodological and conceptual premises for the achievement of a critical understanding of action research as a paradigm in community intervention. It is hope that this contribution has allowed us to overcome the breach between applied and pure sciences as well as between action and theory. El tema de la investigación acción como estrategia metodológica que sustenta a la intervención y la orientación comunitaria puede introducirse desde dos ángulos,que resultan un complemento. La contribución al tema que aquí se presenta no es en modo alguno fruto de un análisis neutral, sostiene intencionales compromisos con la construcción de una filosofía concreta para las ciencias sociales y con una manera específica de concebir sus objetos de estudio respectivos. - El primero de ellos nos remite al problema de la OPERATIVIDAD DE LAS CIENCIAS, ésto es, esa posibilidad de construir una teoría desde la acción misma sobre el objeto investigado. Sin la pretensión de iniciar un debate en torno a los cambios acontecidos en la teoría social contemporánea, su status y relación con la lógica de las ciencias físico naturales, lo cierto es que el tema de la investigación acción como alternativa metodológica no puede evadir algunos de los planteamientos más polémicos en este campo. Tai planteamiento nos revela un cuestionamiento definitivamente ético que responde a la interrogante del para qué de la ciencia, la ciencia entendida como proyecto explicativo de la realidad, factible de devenir 39 en una estrategia transformadora de esa realidad explicable. - La otra arista para acercarnos a la metodología de la investigación acción está en concordancia con el movimiento crítico que convulsionó a las ciencias sociales -sobre todo las tercermundistas, las latinoamericanas- en la década de los años sesenta. Este movimiento condujo a una problematización en torno a sus objetoa de estudio respectivos. Después de estos años críticos y fecundos, estas ciencias sociales nunca más volvieron a ser las mismas. Tal afirmación puede basarse en el hecho de que la representación, la construcción de sus campos de estudio particulares -ya sea el de la Sociología, Psicología, Antropología o la propia Historia- han venido recorriendo un proceso de recoriceptualización que brinda un espacio a determinados momentos explicativos, los que constituyen rupturas con el paradigma estructuralista anterior. Estas nuevas coordenadas teóricas en la comprensión científica más actual de las realidades sociales, pueden resumirse en los siguientes postulados esenciales: podemos delimitar que este campo de estudio e investigación se constituye en torno a la legitimación del lugar de los procesos subjetivos que le son inherentes. Plantearse entonces como alternativa al discurso científico la recuperación de la subjetividad como fuente de conocimiento de los procesos sociales reales y como la vía para el estudio de la sociedad, se traduce, entre otras derivaciones metodológicas, en la valorización de la experiencia de ios diferentes actores sociales de tales procesos. Se recupera así para estas ciencias de vocación humanista, el momento del sujeto, del hombre real, entendiendo a este hombre- sujeto en su potencialidad de sentirse espiritualmente independiente, para así revertirse desde un proyecto intencional, en la determinación de su futuro a partir de una acción práctica consecuente. Se retoma al individuo como protagonista de sus propios procesos socializadores, quien los vive y les confiere un sentido, ejerciendo prácticas ya cotidianas o históricamente trascendentes. Es esperable que unas ciencias sociales que vienen definiéndose con tales referentes conceptuales, con este prisma para comprender lo que se aborda, necesariamente tienen que recurrir a consideraciones metodológicas capaces de penetrar esta teoría, planteándose así un nuevo problema de orden epistemológico. - En primer lugar el abordaje del objeto de estudio definidor de la identidad de tales disciplinas sociales, se hace desde una perspectiva histórica concreta, cultural y contextuada. - El campo de la realidad que las define y que constituye su objeto, comienza a comprenderse desde la diversidad de alternativas en que se presenta. Esta diversidad nos conduce a revalorar y a incorporar para estas ciencias sociales revitalizadas el valor de la singularidad configurada, sobre todo si tenemos en cuenta que si importantes son los escenarios de los procesos sociales, más importantes son sus actores, entendidos como sujetos -individuales o sociales- que son empíricos, reales y concretos. El paradigma empírico analítico que sustentó el empirismo radical que las caracterizó como campo del saber hasta ese momento crítico aludido, resultaba inoperante, improductivo, y diría que fuera de tiempo y de espacio. Esto fue así, porque para la ciencia social positivista, que por muchos años tuvo la fantasía de creer que era una ciencia exacta, la realidad a estudiar, tenía que ser ante todo una realidad operacionalizada en hechos y en eventos observables, medibles y cuantificables. Una ciencia social desprovista de toda interpretación en tanto su objetivo esencial deviene en la formulación de - Apuntamos a un tercer elemento definidor de las ciencias contemporáneas que estudian a la sociedad y al hombre, o mejor aún a la sociedad del hombre, 40 leyes o sistema de leyes, ocuyoss conceptos..-debían derivarse directamente,de.loempírico ofosjervable. El problema epistemológico que plantea el positivismo se reduce entoncesal logro, bafo cualquier costo, incluido los humanos, déla exactitudpredtetiva como criterio de control de esa realidad estudiada. Dichas metodologías y sus métodos se agrupan en torno al denominado rnodelo de INVESTIGACIÓN ACCIÓN, el cual integra diferentes vertientes y modalidades creadas a partir de la Sociología y la Educación Popular en sus orígenes, para un poco más tarde, afianzarse en el ámbito de la Psicología Social Comunitaria. i En tal sentido, resulta interesante acotar que aunque el origen de la predicción para el positivismo social resultó una mala imitación de la Física del ¿fglo pasado, lo cierto es que los criterios prédictivos dentro de la Física cuántica actual han quedado totalmente relativizados, en tanto por citar un ejemplo, el átomo tiene un comportamiento tan azaroso y desordenado que sólo puede ser previsible dentro de un amplísimo rango de probabilidades. Existen múltiples definiciones de investigación acción, pero todas coinciden en plantea/ el problema de construir el conocimiento de manera simultánea al proceso de transformación del escenario escogido para ello. Volviendo a la ciencia social positivista, esa realidad que pretendía predecir -con más precisión que si se tratara de partículas atómicas- resultaba una realidad fragmentada y estáticamente concebida, donde lo social quedaba limitado a una sumatoria de individualidades por demás abstractas. - El primero de ellos R es que la concepción epistemológica de la investigación acción se basa en una relación sujeto-sujetó, el investigador-investigado, donde ambos polos resultan singulares, activos, poseedores de una subjetividad, de un saber y en resumen de identidades que no por diferentes conducen a relaciones de desigualdad. La concepción antropológica que respalda al positivismo, priva al Hombre de su historia y de su identidad como ser social. Se erigió en una pretendida ciencia de la sociedad que paradójicamente excluyó el problema del hombre de sus inquietudes, porque este último resultó disuelío en las estructuras y en los complicados andamiajes metodológicos que le caracterizaron. Dentro de esta ciencia social así concebida se pierden igualmente las interrogantes acerca de la cultura humana, de la espiritualidad que le constituye, se pierden las preguntas sobre el devenir de la historia y de sus cambios sociales. Pueden sistematizarse un conjunto de rasgos esenciales que caracterizan a este nuevo paradigma metodológico emergente, los que han sido discutidos en trabajos anteriores. Esta interacción entre sujetos, este Implícito respecto al otro que plantea el problema y las alternativas que toma esa alteridad, revela de manera natural a la COMUNICACIÓN dórno recurso metodológico fundamental para poder penetrar en esa realidad especial que tenemos entre sí, la cual es subjetiva, simbólica, vivencia!, pero de ninguna manera abstracta. Constituye la investigación acción una metodología que brinda tanta importancia al resultado investigativo como a los procesos nutríanos que le acompañan. Es por eso que con sistematlcidad se reconstruyen las dinámicas de estos procesos, recurriendo a procedimientos como los diarios de campo o el registro de la memoria grupal. La crisis de relevancia en que cayó este paradigma ha tenido por fortuna un sentido desarrollados porque además de esta reconceptualización teórica a la que hemos hecho referencia, dio lugar a un conjunto de alternativas metodológicas contestatarias al positivismo, con un marcado carácter contextual y sobre todo humanista. - Muy en concordancia con lo anteriormente planteado, la investigación acción se representa al propio proceso de investigación como construcción en sí misma, como 41 protagoniza. Tenemos entonces que perder un poco el narcisismo y eclipsarnos paulatinamente como figura de poder. espacio intersubjetivo que configura una realidad de infeste último orden a la que se llega por consenso. , Esta condición determina que las técnicas y procedimientos que le constituyen sean más abiertos, flexibles y operativos para permitir que esa realidad subjetiva emerja y se exprese. La propia historia de las ciencias sociales hasta nuestros días explica que las mismas aún no están preparadas para abordar con plenitud semejantes retos conceptuales y metodológicos. - Esta última característica acotada, no implica el planteamiento de un enfoque construccionista abstracto, en tanto dicha realidad subjetiva ha de ser interpretada desde la lectura de su época y de las contextualizaciones que la atraviesan, pero no le predeterminan. •> La investigación acción rompe con el positivismo que le antecede y el experimentalismo que le caracterizó porque además plantea por primera vez el requerimiento de legitimar la investigación, devenida así intervención. Quiere esto decir el construir los objetivos que le guían de manera consensuada, a partir de las necesidades del otro, y de las, relaciones comunicativas con el otro. - Por último, y no por ello relegado, pienso que la investigación ha cuestionado el rol profesional del científico y de los profesionales de la ayuda, lo ha llevado a dimensionarse desde otros referentes, donde para promover cambios intrínsecos, desde dentro -porque los verdaderos cambios no pueden ser ni cedidos ni impuestos- el investigador-interventor facilita estos espacios, los promueve, pero no los Es por ello preferible, presentar y entender a la investigación acción como un modelo en proceso de gestación y crecimiento, que devendrá un marco integrador. Es éste un modelo que a la vez que alternativas novedosas y sugerentes, presenta áreas insuficientemente logradas, las que pueden convertirse en vectores de su consolidación sistémica. Una de ellas es que sus criterios de validez están muy ligados a la práctica, porque su discusión teórica resulta débil. La praxis, en efecto, es un criterio de validación del conocimiento, pero no el único, constituyendo un hito sugerente el repensar la relación teoría-práctica como un sistema donde la práctica opere desde el centro de una teoría y no separada de ésta. La propia construcción metodológica de los modelos de investigación acción, muchas veces se agotan en la crítica del positivismo, sin presentar con igual fuerza alternativas consolidadas que le superen. Sean las consideraciones aquí presentadas una contribución en esta dirección. REFERENCIAS DEMO.P.(1985):Participación Investigativa, Mito y Realidad. Ed Kapeluz. Buenos Aires. DE SHUTTER A., (1986): INVESTIGACIÓN PARTICIPATIVA EN LA EDUCACIÓN. Documentos. No. 17. Centro de Experimentación para el Desarrollo de la Formación Tecnológica. Cuernavaca. Morelos. México. GIDDENS, A. ¡TURNER, J. (1987): LA TEORÍA SOCIAL HOY. 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