En el Recurso Contencioso Administrativo Funcionarial incoado por

Anuncio
En el Recurso Contencioso Administrativo Funcionarial incoado por el
ciudadano José Izaguirre Fajardo, cédula de identidad N° 8.872.515,
representado por la abogada Lil Teresita Andrade Mendoza, contra el Decreto N°
178, dictado por el Gobernador del Estado Bolívar, en fecha siete (7) de marzo
de 2006, que lo removió del cargo de Sub-Comisario del Instituto de Policía del
Estado Bolívar, representado el estado Bolívar, por los abogados José Alvarez,
Jovan La Grave, Thays Rodríguez, Willers Velásquez, Rafael Gamez, Yramys
Maita, Melisandra Rondon, Jeanett Belisario Y Dalys Velásquez, se procede a
dictar sentencia con la siguiente motivación.
I. ANTECEDENTES
I.1. Mediante demanda presentada en fecha 12 de junio de 2006, la parte
recurrente el ciudadano José Izaguirre Fajardo, ejerció recurso contencioso
administrativo funcionarial en contra del Decreto N° 178, dictado por el
Gobernador del Estado Bolívar, en fecha siete (7) de marzo de 2006, que lo
removió del cargo de Sub-Comisario del Instituto de Policía del Estado Bolívar.
I.2. Mediante auto dictado el 15 de junio de 2006, se admitió el recurso
interpuesto, ordenándose el emplazamiento del Procurador General del estado
Bolívar.
I.3. Mediante escrito presentado el 12 de febrero de 2008, la representación
judicial de la parte demandada contestó la pretensión incoada.
I.4. En fecha 31 de enero de 2008, se celebró la audiencia preliminar, con la
comparecencia del abogado Willers Simón Vásquez Yépez, en su condición de
Abogado Sustituto del Procurador del estado Bolívar, dejándose constancia de la
falta de comparecencia de la parte recurrente, se abrió la causa a pruebas.
I.5. Mediante escrito presentado el 12 de febrero de 2008, la representación
judicial del estado Bolívar promovió pruebas, haciendo valer el Decreto N° 178
impugnado, el recibo de pago consignado junto al libelo de demanda, y la boleta
renotificación de fecha 05 de septiembre de 2005.
I.6. Mediante auto dictado el 18 de febrero de 2008, se admitieron las pruebas
promovidas por la parte recurrida salvo su apreciación en la definitiva.
I.7. En fecha 17 de marzo de 2008, oportunidad fijada para que tuviere lugar la
audiencia definitiva, se dejó constancia de la falta de comparecencia de las
partes, fijándose el lapso de 05 días de Despacho para dictar el dispositivo del
fallo.
I.8. En fecha 27 de marzo de 2008, se dictó el dispositivo del fallo declarando sin
lugar el recurso propuesto.
II. FUNDAMENTOS DE LA DECISION
II.1. La parte recurrente el ciudadano José Izaguirre Fajardo, ejerció
recurso contencioso administrativo funcionarial en contra del Decreto N°
178, dictado por el Gobernador del Estado Bolívar, en fecha siete (7) de
marzo de 2006, que lo removió del cargo de Sub-Comisario del Instituto de
Policía del Estado Bolívar, fundamentando su pretensión en que el referido
acto administrativo se encuentra viciado de nulidad por las siguientes
razones:
“I. Porque al utilizar la “remoción” para fines distintos a los que le son
propios y recurrir a la remoción como mecanismo para retirar a unos
funcionarios en razón de circunstancias de hecho que pudieran haber
ameritado la aplicación de sanciones de amonestación escrita o destitución,
el autos del acto administrativo incurre en desviación de poder.
“II. Porque al considerar a nuestro representado como funcionario de libre
nombramiento y remoción sin serlo, la Gobernación del estado Bolívar,
parte de un falso supuesto de hecho y con ello viola su condición real de
funcionario de carrera.
II. Es igualmente nulo por ilegalidad devenida de la falta de motivación. El
acto administrativo de la remoción de nuestro representado es nulo por
indebida motivación e inexistencia de motivación respecto a las razones de
porqué se considera el cargo como de libre nombramiento y remoción.
IV. Porque no existe en el Instituto de Policía del estado Bolívar el sustento
reglamentario que determine cuáles con los cargos de libre nombramiento,
de alto nivel y de confianza, tal cual lo exige la Ley del Estatuto de la
Función Pública.
V. Porque no se cumplió el procedimiento de reincorporación en un cargo de
carrera a través de las gestiones de la Administración conforme era el
derecho del recurrente y con ello no solo se prescindió el procedimiento
legalmente establecido, sino se violó su derecho.
VI. Porque al desconocer su condición de funcionario de carrera y proceder
a retirarlo mediante la errada figura de la remoción, por ende le fueron
violados sus derechos a la estabilidad absoluta al ser removido en forma
abrupta, sin el cumplimiento de los requisitos que en cuanto a sus causales,
sanciones y procedimientos establece la legislación a favor de dicho
funcionario. De igual modo el retiro o separación del cargo de nuestro
representado es nulo de toda nulidad por prescindencia absoluta de
procedimiento administrativo legalmente establecido para ello.
VII. El acto administrativo es nulo por imperativo constitucional al violar
normas constitucionales que le garanticen el derecho al debido proceso, a la
defensa en todo estado y grado del mismo, a no ser sancionado sin haber
sido oída y a la estabilidad en el trabajo”.
II.2. La representación judicial del estado Bolívar negó la pretensión anulatoria
del Decreto que acordó la remoción del recurrente en el cargo de Sub-Comisario,
tras admitir que éste ingresó en el referido cargo, el 01 de octubre de 2002 y por
Decreto emanado por el Gobernador del estado Bolívar, el 07 de marzo de 2006
se acordó su remoción; negó que el recurrente ostentara la condición de
funcionario carrera así como los vicios denunciados, que su condición de
funcionario de libre nombramiento y remoción exime a la Administración de
seguir procedimiento disciplinario, por lo que negó la violación del derecho al
debido proceso y a la defensa, que el cargo de Sub-Comisario, “se encuentra
enmarcado en los llamados “policías oficiales superiores” (art. 38 de la Ley del
Instituto Autónomo de Policía del estado Bolívar) en virtud de lo cual ocupó un
cargo que requiere reserva en grado superlativo de parte de quienes los ejercen, a
fin de satisfacer con eficacia la necesidad que tiene el estado de mantener el
orden público, preservar la vida y propiedad de las personas y velar porque se
cumpla la Constitución, las Leyes y demás disposiciones administrativas…”.
II.3. Observa este Juzgado Superior, que el acto impugnado consideró que el
cargo de Sub - Comisario del Instituto Autónomo de Policía del Estado Bolívar,
era de libre nombramiento y remoción, al respecto, considera necesario este
Juzgado Superior, realizar las siguientes precisiones sobre los cargos de libre
nombramiento y remoción: El artículo 19 de la Ley del Estatuto de la Función
Pública clasifica los funcionarios públicos, en funcionarios de carrera y
funcionarios de libre nombramiento y remoción, éstos últimos, como su nombre
lo indica, son nombrados y removidos libremente de sus cargos, sin otras
limitaciones que las establecidas en la ley, se cita la referida norma:
“Los funcionarios o funcionarias de la Administración Pública serán de carrera o
de libre nombramiento y remoción.
Serán funcionarios o funcionarias de carrera, quienes habiendo ganado el
concurso público, superado el período de prueba y en virtud de nombramiento,
presten servicios remunerado y con carácter permanente.
Serán funcionarios o funcionarias de libre nombramiento y remoción aquellos
que son nombrados y removidos libremente de sus cargos sin otras limitaciones
que las establecidas en esta Ley”. (Resaltado de este Tribunal).
En este orden de ideas, el decreto impugnado consideró el cargo de Sub Comisario como de libre nombramiento y remoción, por ser de confianza,
fundamentando el acto de la siguiente manera:
“CONSIDERANDO
Que el ciudadano IZAGUIRRE FAJARDO, JOSÉ, venezolano, mayor de
edad, titular de la cédula de identidad V- 8872515, ingresó a la Policía del
Estado Bolívar en fecha 01 de octubre de 2002, ejerciendo actualmente el
cargo de funcionario policial oficial subalterno, con la jerarquía de SUB COMISARIO, adscrito al Instituto Autónomo de Policía del Estado Bolívar,
(IPOLBOLIVAR), correspondiéndole velar por el cumplimiento de las
Leyes, mantenimiento del Orden Público, de la moralidad y de las buenas
costumbres, así como también le corresponde garantizar la seguridad e
integridad de las personas y bienes de conformidad con las disposiciones
legales y ejecutar las ordenes emanadas del Poder Ejecutivo a través del
Gobernador del Estado.
CONSIDERANDO
Que el cargo de oficial subalterno, con la jerarquía de SUB - COMISARIO
es un cargo de confianza, por lo tanto, de libre escogencia y remoción, de
conformidad con lo establecido en los Artículos 19 y 21 de la Ley del
Estatuto de la Función Pública, en concordancia con el Artículo 6 del Código
de Policía del Estado Bolívar, el cual establece que los oficiales subalternos
de policía son de libre Escogencia y Remoción del Gobernador del Estado.
CONSIDERANDO
Que el Gobernador del Estado ejerce la Superior Dirección y Suprema
Autoridad Jerárquica de la Policía del Estado Bolívar, conforme a lo
establecido en los artículos 165 ordinal 16, de la Constitución del Estado
Bolívar, el Articulo 9 Ordinal 3 de la Ley Orgánica de la Administración
Pública del Estado Bolívar, en concordancia con el Artículo 4 de la Ley del
Instituto Autónomo de Policía del Estado Bolívar.
DECRETA
ARTICULO PRIMERO: Se procede a REMOVER al ciudadano:
IZAGUIRRE FAJARDO, JOSÉ, venezolano, mayor de edad, de este
domicilio, titular de la cédula de identidad V- 8872515, del cargo de
funcionario policial oficial subalterno, con la jerarquía de SUB COMISARIO, del Instituto Autónomo de Policía del Estado Bolívar,
(IPOLBOLIVAR)”.
Observa este Juzgado Superior que efectivamente al calificar la Administración
el cargo de Sub-Comisario de la Policía del estado Bolívar, como un cargo de
confianza, y por ende, de libre nombramiento y remoción, no estaba obligada a
seguirle un procedimiento administrativo previo para su remoción, ni implica la
remoción, vulneración de los derechos constitucionales al debido proceso
administrativo, al derecho a la defensa en todo estado y grado del proceso, a no
ser sancionado sin ser oído y a la estabilidad en el trabajo, por no gozar tales
funcionarios de la estabilidad absoluta que ampara a los funcionarios de carrera,
así lo establece, tanto el segundo párrafo del artículo 19 de la Ley del Estatuto de
la Función Pública, como precedentes jurisprudenciales dictados por los
máximos órganos judiciales contencioso-administrativos, citándose al respecto
sentencia N° 126, dictada el 21 de febrero de 2001, por la Corte Primera de
lo Contencioso Administrativo, que dispuso:
“Por otra parte, en referencia al alegato esgrimido por el querellante referente a
que la remoción se efectuó sin que mediara un procedimiento administrativo, que
permitiera al querellante defenderse, lo cual trajo como consecuente una
flagrante violación del derecho a la defensa y a otros derechos derivados de éste
como lo es el derecho al debido proceso, observa este órgano jurisdiccional, que
la remoción … es una potestad discrecional … la misma no constituye una
sanción, como consecuencia de un procedimiento disciplinario, por lo tanto, no
se requiere … la apertura de un procedimiento por falta del funcionario, ni que se
notifique del mismo al interesado, ya que no existe necesidad de que el mismo se
defienda, dado que no le está siendo imputada falta alguna; basta la voluntad
…de que cese la relación … para que proceda la remoción, siempre atendiendo a
la naturaleza de confianza que reviste el mencionado cargo”. (Resaltado de este
Juzgado).
Conforme a las premisas sentadas, es concluyente para este Juzgado Superior,
que debe desestimar la denuncia de nulidad absoluta por violación del derecho al
debido proceso, al derecho a la defensa en todo estado y grado del proceso, a no
ser sancionado sin ser oído y a la estabilidad en el trabajo, por no seguírsele
procedimiento disciplinario para su remoción, ya que no se le imputó falta
disciplinaria alguna. Así se establece.
II.4. Alegó el recurrente que el cargo de Sub-Comisario fue indebidamente
calificado por el acto recurrido como de confianza, porque no existe en el
Instituto de Policía del estado Bolívar el sustento reglamentario que determine
cuáles con los cargos de libre nombramiento, de alto nivel y de confianza, tal
cual lo exige la Ley del Estatuto de la Función Pública.
Observa este Juzgado Superior que conforme a la Ley del Instituto Autónomo de
Policía del Estado Bolívar, vigente para la fecha de remoción del recurrente del
cargo de Sub - Comisario, en su artículo 37, remitía a las previsiones de la Ley
del Estatuto de la Función Pública, en materia de personal, cuyo artículo se
transcribe:
“El personal de IPOLBOLIVAR se regirá según sea el caso por la Ley del
Estatuto de la Función Pública, Ley Orgánica de Procedimientos
Administrativos, Ley Orgánica del Trabajo, Ley de Carrera Policial, por la
Normas de Administración de Personal previstas en el Reglamento Interno de la
Institución y por otros instrumentos legales que especialmente regulan la
materia”.
En este orden de ideas, el artículo 21 de la Ley del Estatuto de la Función
Pública, prevé los cargos se consideran de confianza, a tal efecto dispone, que
son aquellos que requieren un alto grado de confidencialidad en los despachos de
las máximas autoridades, y aquellos cuyas funciones comprenden principalmente
actividades de seguridad del Estado, citándose la norma en cuestión:
“Los cargos de confianza serán aquéllos cuyas funciones requieren un alto grado
de confidencialidad en los despachos de las máximas autoridades de la
Administración Pública, de los viceministros o viceministras, de los directores o
directoras generales y de los directores o directoras o sus equivalentes. También
se considerarán cargos de confianza aquéllos cuyas funciones comprendan
principalmente actividades de seguridad del estado, de fiscalización e inspección,
rentas, aduanas, control de extranjeros y fronteras, sin perjuicio de lo establecido
en la ley”.
Ahora bien, el artículo 38 de la Ley del Instituto Autónomo de Policía del Estado
Bolívar, establece la jerarquía de los funcionarios policiales oficiales superiores,
de la siguiente manera:
“La Jerarquía de los funcionarios policiales oficiales superiores será de
mayor a menor grado, la siguiente:
1. Comisario General
2. Comisario Jefe
3. Comisario
4. Sub-Comisario”.
En consecuencia, siendo la máxima autoridad en su jerarquía de los
funcionarios policiales superiores, el Comisario General, siguiendo después
el Comisario Jefe, el Comisario y terminando tal escalafón el cargo de SubComisario, resulta evidente, el alto grado de confidencialidad requerida en
dicho cargo, subsumiéndose en el supuesto de calificación del cargo de
funcionario de confianza, establecido en el artículo 21 de la Ley del Estatuto
de la Función Pública, y por ende, considera este Juzgado, improcedente el
alegato del recurrente de falsa aplicación de la mencionada disposición en el
acto recurrido. Así se decide.
II.5. Alega que el acto de remoción no expresó los motivos de hecho y derecho, y
por ende viciado de nulidad relativa “al no indicar expresamente en cual de los
supuestos previstos en el artículo 21 de la Ley del Estatuto de la Función Pública,
base legal de la remoción, está ubicado nuestro representado el funcionario
removido, ni existen argumentos de ninguna índole que determinen por qué
razón tales funciones deben ser consideradas como de “confianza”, este silencio
de razonamiento y justificación o motivación del acto implica colocar a nuestro
representado en estado de indefensión”.
Sobre el denunciado vicio de inmotivación del acto, considera este Juzgado
Superior necesario destacar que el mismo se tipifica en los casos en los
cuales está ausente la determinación prevista en el artículo 9 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, esto es, cuando no se expresan
ni las razones de hecho, ni las razones jurídicas, ni puede deducirse la
presencia de tales elementos del contexto general del acto. En consecuencia,
es evidente que el sentido al cual alude el legislador es el de exigir la
determinación de las circunstancias (hechos) que puedan subsumirse
(supuestos jurídicos) en las normas expresas para configurar la motivación.
En reiteradas oportunidades la Sala Político Administrativa se ha
pronunciado con respecto a la motivación de los actos administrativos de
efectos particulares, siendo una de ellas en Sentencia N° 318 del 7 de marzo
de 2001, en la que se dictaminó:
“...Al respecto cabe señalar que la motivación del acto atiende a dos
circunstancias: la referencia a los hechos y la indicación de los fundamentos
legales en que se basa la Administración, es decir, su justificación fáctica y
jurídica, lo que constituye un elemento sustancial para la validez del acto, ya
que la ausencia de causa o fundamentos abre amplio campo para el arbitrio
del funcionario, pues en tal situación jamás podrán los administrados saber
por qué se les priva de sus derechos o se les sanciona. Corolario de lo
anotado es que la motivación del acto permite el control jurisdiccional sobre
la exactitud de los motivos, constituyéndose en garantía de los derechos de
los administrados.
Además, cabe advertir que la motivación del acto, no implica un minucioso y
completo raciocinio de cada una de las normas que le sirven de fundamento
al proveimiento, pues basta que pueda inferirse del texto los fundamentos
legales y los supuestos de hecho que constituyeron los motivos en que se
apoyó la Administración para decidir.
En fin no se trata de una exposición rigurosamente analítica o de expresar
cada uno de los datos o de los argumentos en que se funda de una manera
extensa y discriminada, puesto se ha llegado a considerar suficientemente
motivada una resolución cuando ha sido expedida en base a hechos, datos o
cifras ciertas que consten de manera expresa en el expediente o incluso,
cuando la motivación aparezca del mismo expediente administrativo,
siempre por supuesto, que el destinatario del acto haya tenido el necesario
acceso a tales elementos”.
Ahora bien, considera este Juzgado que el acto administrativo que ordenó la
remoción del recurrente cumple con lo dispuesto en el artículo 9 de la Ley
Orgánica de Procedimientos Administrativos, ya que el mismo expresa las
razones de hecho y legales del acto, es decir, sustentó que removió al recurrente
al ocupar un cargo de libre nombramiento y remoción, conforme lo establecido
en los artículos 19 y 21 de la Ley del Estatuto de la Función Pública, en
consecuencia de lo expuesto, considera este Juzgado Superior que el alegato de
inmotivación del acto es improcedente porque en este último, se expuso los
hechos y la indicación de los fundamentos legales en que sustentó la
Administración, su decisión de removerlo del cargo de Sub-Comisario. Así se
decide.
II.6. Asimismo alegó que el acto se encuentra viciado de nulidad “porque al
utilizar la “remoción” para fines distintos a los que le son propios y recurrir
a la remoción como mecanismo para retirar a unos funcionarios en razón de
circunstancias de hecho que pudieran haber ameritado la aplicación de
sanciones de amonestación escrita o destitución, el autos del acto
administrativo incurre en desviación de poder”, a tal efecto alegó que
“pareciera que la separación del cargo se debiera a razones disciplinarias”,
A los fines de resolver la controversia planteada, es necesario dejar sentado
que la Administración está obligada a adecuar la medida adoptada, al fin de
la norma, es decir, a la razón en virtud de la cual la norma le confiere el
poder jurídico de actuación, si el autor del acto se aparta de esa finalidad
objetiva, institucional y predeterminada en la Ley, incurre en uso desviado
del poder jurídico que le ha sido conferido.
Con respecto a la prueba de la desviación de poder, la doctrina manifiesta que la
misma comporta dos niveles diferentes, a saber: a.- Un nivel primario, directo e
inmediato referido a los elementos tangibles y objetivos del acto, la competencia,
el objeto, y el procedimiento, y; b.- Un nivel secundario, indirecto o mediato,
relacionado con aquellos elementos o requisitos del acto, cuya ilegalidad cuando
existe, no se evidencia de un examen superficial, si no que requiere una
investigación mas acuciosa. Destacándose que la desviación de poder no se
demuestra con meras conjeturas o suposiciones, sino que el recurrente deberá
demostrar hechos concretos que conduzcan a su comprobación, citándose al
respecto fallo de la Corte Suprema de Justicia, en Sala Político
Administrativa, de fecha de 15/08/1982, citada en la obra “Teoría de las
Nulidades en el Derecho Administrativo”, del autor Enrique Meier:
“En este orden de ideas, la Corte observa, que la presencia de los factores
anotados permitirá el control jurisdiccional de la regularidad de la acción
administrativa discrecional, ya que la misma sólo podrá considerarse legítima
cuando se ciña o atienda a los elementos que la Ley ha previsto para condicionar
el ejercicio de la nombrada atribución. En consecuencia, la libertad de decisión
conferida al órgano administrativo, no le autoriza en modo alguno a apartarse del
fin en virtud del cual le ha sido otorgada la correspondiente facultad no sólo
porque persiga un fin privado o un interés particular, si no porque el fin
perseguido por él no coincida con el previsto por la norma administrativa de
competencia que, en todo caso, atiende siempre al interés público o al servicio
público.
La desviación de la finalidad perseguida requiere, por ende, ineludiblemente, de
la prueba de la divergencia que se imputa a la acción administrativa, en cuya
virtud no bastarían apreciaciones subjetivas o suspicaces de quien invoque la
desviación sino se presentan hechos concretos que conduzcan a su plena
comprobación”. (Resaltado de este Tribunal).
Aplicando tales premisas al caso de autos, se observa que el recurrente sustentó
el vicio de desviación de poder en su conjetura “pareciera que la separación del
cargo se debiera a razones disciplinarias”, sin demostrar tal apreciación subjetiva,
ya que se limitó a promover con el libelo de demanda el decreto de remoción y
copia simple de recibo de pago de salario, en consecuencia, improcedente el
denunciado vicio de desviación de poder. Así se decide.
II.7. Finalmente alegó el recurrente que gozaba la condición de funcionario de
carrera, no obstante el recurrente alegó que ingresó en el cargo de SubComisario, el 01 de octubre de 2002, es decir, fue designado en un cargo de libre
nombramiento y remoción, como se determinó anteriormente, y no en un cargo
de carrera mediante concurso de oposición, en este sentido, el artículo 146 de la
Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, dispone que el ingreso
de los funcionarios públicos a los cargos de carrera será por concurso público,
reza:
"Los cargos de los órganos de la Administración Pública son de carrera. Se
exceptúan los de elección popular, los de libre nombramiento y remoción, los
contratados y contratadas, los obreros y obreras al servicio de la Administración
Pública y los demás que determine la Ley.
El ingreso de los funcionarios públicos y las funcionarias públicas a los cargos de
carrera será por concurso público, fundamentado en principios de honestidad,
idoneidad y eficiencia. El ascenso estará sometido a métodos científicos basados
en el sistema de méritos, y el traslado, suspensión y retiro será de acuerdo con su
desempeño". (Resaltado de este Juzgado).
En el caso de autos, al no haber ingresado el recurrente a la Administración
Pública en un cargo de carrera mediante concurso público, no gozaba de la
estabilidad prevista para tales funcionarios, y por ende, no gozaba del derecho al
mes de disponibilidad para su reubicación en un cargo de carrera. Así se decide.
III. DISPOSITIVA
En mérito de las consideraciones expuestas, este Juzgado Superior Primero en lo
Civil, Mercantil, del Tránsito, de Protección del Niño y del Adolescente y de lo
Contencioso Administración del Segundo Circuito de la Circunscripción Judicial
del Estado Bolívar administrando Justicia en nombre de la República y por
autoridad de la Ley DECLARA SIN LUGAR el RECURSO CONTENCIOSO
ADMINISTRATIVO FUNCIONARIAL incoado por el ciudadano JOSE
IZAGUIRRE FAJARDO contra el Decreto N° 178, dictado por el Gobernador
del Estado Bolívar, en fecha siete (7) de marzo de 2006, que lo removió del cargo
de Sub-Comisario del Instituto de Policía del Estado Bolívar.
Publíquese, regístrese, déjese copia certificada de la presente decisión en el
Tribunal.
Dada, firmada y sellada en la Sala de Despacho del Juzgado Superior Primero en
lo Civil, Mercantil, del Tránsito, de Protección del Niño y del Adolescente y de
lo Contencioso Administrativo del Segundo Circuito de la Circunscripción
Judicial del Estado Bolívar, en Puerto Ordaz, diez (10) de abril de 2007. Años:
196º de la Independencia y 148º de la Federación.
LA JUEZA
BETTI OVALLES LOBO
LA SECRETARIA TEMPORAL
MARIA ISABEL IGLESIAS FEAL
Publicada en el día de hoy, diez (10) de abril de 2007, con las formalidades de
ley, siendo las dos de la tarde (2:00 p.m.). Conste.
LA SECRETARIA TEMPORAL
MARIA ISABEL IGLESIAS FEAL
Diarizado N°
Exp. Nº 11.300
Descargar