Anteproyecto regulatorio de las prácticas comunitarias Fundamentos: El presente proyecto de Ordenanza tiene como objeto normar el desarrollo de las horas de prácticas comunitarias a desarrollar por los estudiantes de las carreras de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Nacional de Mar del Plata: Contador Público, Licenciatura en Administración, Licenciatura en Turismo y Licenciatura en Economía. En su declaración de Misiones, Funciones y Atribuciones la Universidad Nacional de Mar del Plata se compromete a desarrollar una serie de nobles propósitos que deben servir como marco de referencia para el accionar institucional de sus distintas partes componentes. El estatuto de la Universidad en su artículo 1º, establece los propósitos de esta casa de altos estudios. En su inciso 2 fija el propósito de “formar en el más alto nivel académico a todos los que accedan a ella, para permitirles actuar eficazmente en la construcción de una sociedad más justa y solidaria”. El inciso 4 precisa el propósito de “ejercer como institución un rol protagónico en el proyecto de país y de sociedad que las fuerzas democráticas hubieren acordado promover”. En el mismo inciso la Universidad se da a si misma como misiones y funciones, en su apartado a- “Preparar los recursos humanos que el país y la transformación de sus estructuras requieran”. El apartado g- se propone “Formar la personalidad integral de los estudiantes sobre la base de una cultura humanística y crítica, consolidando los valores democráticos y erradicando prácticas autoritarias”. Finalmente el mismo estatuto establece en su Título II que “La enseñanza en cualquiera de sus niveles tendrá carácter y contenido ético, cultural, social, científico y profesional si corresponde” (Artículo 5) ; y que son propósitos de la enseñanza “Proporcionar una formación de máxima calidad y significación social, en el sentido que habilite para el desempeño de una participación creativa, protagónica, solidaria, responsable en la construcción de un orden social donde todos los miembros tengan la oportunidad y la posibilidad real de alcanzar la más plena realización” (Articulo 7, inciso a). 1 Son estos, como así lo establece el estatuto de la Universidad, sólidos fundamentos institucionales, que obligan a encontrar las formas de plasmar dichos propósitos en la formación integral de los estudiantes que pasen por sus aulas. La Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO) establece en la Declaración Mundial de París en 1998, sobre la Educación Superior en el siglo XXI que: “La Educación Superior debe reforzar sus funciones de servicio a la sociedad, y más concretamente sus actividades encaminadas a erradicar la pobreza, la intolerancia, la violencia, el analfabetismo, el hambre, el deterioro del medio ambiente y las enfermedades, principalmente mediante un planteamiento interdisciplinario y transdisciplinario para analizar los problemas y las cuestiones planteadas.” Asimismo las Ordenanzas Nº 880, 881, 882 y 883 del 2004, que aprueban los planes de estudio de las carreras de Contador Público, Licenciatura en Administración, Licenciatura en Turismo y Licenciatura en Economía, establecen que “el objetivo básico de todo proceso educativo debe respetar las siguientes secuencias en relación al educando: - Aprender a ser. - Aprender a aprender. - Aprender a hacer. También explicita que “la formación del alumno debe tender: 1) Al desarrollo de una sólida ética universitaria. 2) A la generación de un sentido de solidaridad y compromiso con la Universidad y con el País. 3) A la adopción de una fuerte responsabilidad comunitaria para con la sociedad que con su esfuerzo posibilita sus estudios. 4) A fomentar una actitud reflexiva y de crítica racional.” Es de destacar que también menciona como importante adquirir en el plano actitudinal las siguientes conductas: solidaridad hacia la Universidad y hacia la Sociedad, sólida formación ética, responsabilidad y pensamiento crítico. En el plano aptitudinal, desarrollar las capacidades: para el análisis fecundo y la síntesis que permita operar sobre los problemas, para realizar los análisis contextuales imprescindibles para el posicionamiento de la toma de decisiones socioeconómicas, para investigar sobre los problemas y la realidad de forma de avanzar en la interpretación y la solución de las problemáticas de sus áreas de competencia. 2 Para ello entendemos que los fines de la práctica comunitaria deben ser: a) Fomentar en el estudiante, la solidaridad y el compromiso con la comunidad como norma ética y ciudadana. b)Enriquecer la actividad de educación superior, a través del aprendizaje servicio, con la aplicación de los conocimientos adquiridos durante la formación académica, artística, cultural y deportiva. c)Integrar las instituciones de educación superior con la comunidad, para contribuir al desarrollo de la sociedad argentina. De esta manera, la práctica comunitaria en la educación superior tiene como norte, extender a la sociedad, los beneficios de la ciencia, la técnica y la cultura, a través de la incorporación del estudiante a la nueva realidad laboral y social que le permita, como prestador del servicio social, sensibilizarse, desarrollar y fortalecer valores morales y éticos. Con estas premisas podrá como profesional, desempeñarse con la elevada vocación de servicio, característica del hombre integrante de una sociedad democrática y participativa. Fundamentación Pedagógica El proyecto de las practicas comunitarias, en su consideración pedagógica, se basa esencialmente, en la metodología de enseñanza denominada Aprendizaje Servicio; la misma será comprendida como: “(…) un pedagogía de enseñanza por la que los estudiantes adquieren una mejor comprensión del contenido académico aplicando, competencias y conocimientos en beneficio de la sociedad”, como lo expresa el Dr. Andrew Furco1. Así mismo en América Latina, y en el ámbito universitario puntualmente, se ha desarrollado la metodología definiendo que: “(…) consiste en la obligatoriedad de todo estudiante, para graduarse, de ofrecer un numero determinado de horas de trabajo a la comunidad para contribuir con la solución de problemas y necesidades. Se trata, en esencia de una actividad académica que cumple, a la vez, objetivos de servicio al país y de formación en los estudiantes de valores y actitudes de responsabilidad y solidaridad social”; tal como lo establece el “Programa de Trabajo Comunal” de la Universidad de Costa Rica. En la Argentina esta metodología pedagógica ha sido definida como: “el servicio solidario desarrollado por los estudiantes, destinado a cubrir necesidades reales de 3 una comunidad, planificado institucionalmente en forma integrada con el currículum, en función del aprendizaje de los estudiantes”2. De lo anteriormente expresado se visualizan tres consideraciones esenciales para explicar esta metodología pedagógica que integra el conocimiento con la responsabilidad social, las mismas son: a) el protagonismo de los estudiantes. b) la intencionalidad Solidaria. c) la intencionalidad pedagógica. a) El aprendizaje servicio es, por definición, una actividad de los estudiantes; en consecuencia es necesario prever que estos participen activamente en todas las etapas del proyecto: que desarrollen el diagnostico previo a la actividad, que estén involucrados en la planificación y en la gestión de los recursos, así como en las demás actividades previstas, incluida la evaluación. Uno de los beneficios manifiestos de los proyectos de aprendizaje servicio (En nuestro caso las Practicas Comunitarias) es que generan auténticos liderazgos positivos y permiten desarrollar potencialidades para la participación que de otro modo hubieran permanecido ocultas. El aprendizaje- servicio se propone explícitamente estimular las aptitudes y actitudes de los estudiantes, apelando a su iniciativa, creatividad y capacidad de participación. b) Esta metodología de enseñanza se propone atender solidaria y eficazmente una necesidad real de la comunidad. Educar en la solidaridad, en el compromiso con el bien común, es sin duda una parte esencial de la educación del ciudadano que le compete indelegablemente a todo el sistema educativo y en particular de la Universidad; este tipo de proyectos permite generar políticas institucionales concretas para ese fin, superando lo puramente teórico o declamativo. El objetivo de una actividad basada en el aprendizaje- servicio es ofrecer un servicio concreto, una respuesta acotada pero lo más eficaz posible a una problemática real; lo cual implica: Asumir un conjunto de valores ligados a la justicia y la promoción integral de los derechos humanos; 1 Director del Service- Learning Research and Development Center de la Universidad de CaliforniaBerkeley. 2 Programa Nacional “Escuela y Comunidad 2001”, Ministerio de Educación de la Nación. 4 Diferenciar adecuadamente las actitudes efectivamente solidarias (“prosociales”) de intencionalidades altruistas pero poco conducentes; Generar en los estudiantes la exigencia de asumir compromisos en función del bien común. Por todo esto, un buen proyecto basado en el aprendizaje – servicio requiere tomarse el tiempo necesario para efectuar un diagnostico participativo de la realidad, para escuchar a interlocutores validos de la comunidad a la que se va a atender, y exige desarrollar la capacidad de escucha y de empatía necesarias como para identificar las demandas prioritarias y efectivamente sentidas por la comunidad. c) El aprendizaje – servicio se propone justamente superar esa suerte de antagonismo o competencia que en ocasiones se establece entre lo “académico” y las actividades de extensión. El aprendizaje – servicio no es una actividad “extra- programática”. Por el contrario, un proyecto basado en esta metodología bien planificado apunta a que los estudiantes aprendan más contenidos científicos, desarrollen más competencias lingüísticas y comunicacionales y en general, aprendan más y mejor de lo que hubieran aprendido por las vías tradicionales. Se trata de formar ciudadanos participativos y solidarios, y simultáneamente desarrollar una metodología motivadora para la aplicación de los conocimientos adquiridos en el aula y para el desarrollo de nuevos conocimientos y competencias. Este tipo de actividades permite aplicar en contextos reales contenidos conceptuales y procedimientos, que en el aula pueden resultar poco significativos para nuestros educandos, pero a los que la intencionalidad solidaria vuelve fuertemente significativos. Considerando la inclusión de un mínimo de horas de prácticas comunitarias en las currículas de las carreras de Contador Público, Licenciatura en Administración, Licenciatura en Turismo y Licenciatura en Economía que se dictan en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales se propone el siguiente proyecto de Ordenanza para su aprobación. 5