PLAZA MAYOR DE SALAMANCA

Anuncio
PLAZA MAYOR DE SALAMANCA (1728-1735)
ALBERTO DE CHURRIGUERA
Introducción.
Al acabar la Guerra de Sucesión, Salamanca se fue recuperando tanto
demográfica como económicamente, lo que permitió nuevas construcción y
reconstrucciones en la ciudad: la Plaza Mayor, nuevas iglesias y conventes y
por fin, se terminó la Catedral Nueva. La ciudad volvió a vivir un esplendor en
las artes y las letras. A finales del siglo XVII llegó a esta ciudad José Benito de
Churriguera, que además de su legado artístico, dejó la importa de su familia
en obras posteriores.
La primera Plaza del Mercado estuvo situada junto a la Catedral Vieja.
Con la expansión de la ciudad hacia el norte, durante la baja Edad Media, el
centro de la vida ciudadana se fue desplazando en la misma dirección. La
Plaza era una disposición de casas sin una delineación precisa en torna a la
parroquia de San martín. En el siglo XVIII el corregidor don Rodrigo Caballero y
Llanes, consiguió la licencia para la construcción de una nueva plaza y mando
la ejecución de los planos a Alberto de Churriguera (1676-1750), este
arquitecto que en ese momento estaba dirigiendo las obras de la Catedral
Nueva. En 1729 comenzaron las obras concluyéndose las dos primeras alas a
finales de 1733, sin embargo, su continuación se entorpeció por la resistencia
de los propietarios particulares a ceder sus casas para a construcción de dicha
plaza. Tras la dimisión de Alberto de Churriguera en 1738, el arquitecto Andrés
García de Quiñones presenta un proyecto para cerrar la plaza, lo que le daría
una mayor regularidad, y contaba con la ventaja de tener que expropiar manos
terreno a los particulares.
Después de su aprobación por parte del Consejo de Castilla, y por
mandato del rey Fernando VI, en 1751 se reanudan las obras con la
construcción de las otras dos alas y el Ayuntamiento, concluyendo en 1755.
La colocación de los escudos sobre los balcones de la planta principal fue
el único rasgos distintivo que se permitió a las casas particulares para
distinguirse de las municipales.
El Ayuntamiento, más alto y decorado que los demás optó por no colocar
dos torres en los extremos de su fachada tal y como marcaban los planos,
dando al conjunto un aspecto más armonioso y equilibrado.
Análisis de la obra.
Esta plaza porticada de planta cuadrangular es de estilo barroco, con la
característica decoración española de plazas recortadas, rodeadas de
sopórtales de ochenta y ocho arcos de medio punto, en cuyas enjutas se situan
medallones con efigies de medio busto. Sobre éstos se alzan tres plantas de
viviendas coronadas por cresterías terminadas en flores de lis, símbolo de la
corte borbónica. Delante de cada ventana hay balcón con rejas de hierro, a
modo de palco para ver cuanto acontecía en la plaza ( generalmente
acontecimientos religiosos, políticos y festivos) En el Pabellón Real, estancia
reservadas a las autoridades que presiden las fiestas, con su gran arco y
medallón de Felipe V, están representados los reyes de España, desde Alfonso
IX hasta Carlos III; en el de San Marín los descubridores, capitanes, héroes y
conquistadores españoles: en el de Petrineros, los sabios de España y en el
del Ayuntamiento los santos, resaltando un gran relieve de Santiago a caballo.
Están representadas figures importantes de la iglesia española relacionada con
Salamanca: Santa Teresa de Jesús, de las Leyes, San Francisco de Vitoria y
de las letras como Cervantes,…
La espadaña y el reloj son de 1852, obra de Tomás Cafranga, y las
esculturas que coronan en el Ayuntamiento fueron realizadas por Isidoro
Celaya, y representan a las distintas ciencias: astronomía, agricultura, industria
y el comercio.
Descargar