Las vacaciones se presentaban bien

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NUESTRA TRAVESÍA DE VERANO
Las vacaciones se presentaban bien. Después de varios meses de stress permanente había conseguido
completar las últimas entregas de informes y huir de la oficina sin ningún sobresalto de última hora.
Hacía varios fines de semana que estábamos planeando nuestra travesía, mirando cartas, guías y haciendo
listas interminables de todo lo que nos haría falta para alejarnos del mundanal ruido durante tres
semanitas en Agosto. Nuestro destino era la Costa Blanca, en parte porque nos apetecía ir costeando
desde Barcelona, y en parte porque el resto de la familia nos esperaría allí en la casa familiar para
compartir los últimos días de las vacaciones. Con una organización tan perfecta ya ultimada, nos
decidimos a dedicar la mañana del sábado al avituallamiento, para poder salir por la tarde sin un calor
agobiante. ¡Qué bien, todo organizado! Pues nada, vamos a celebrar el inicio de las vacaciones con una
cenita, que la ocasión bien lo merece.
Viernes noche
Estamos en comisaría, yo con un ojo a la virulé y mi santa con dos uñas rotas y el rimmel corrido. Son las
tres y media de la mañana y aún no sé como hemos llegado hasta aquí...bueno, en realidad sí lo sé, pero
mejor olvidarlo. La noche empezó bien, saliendo de casa con la sonrisa puesta y con la paga en el bolsillo.
Una cena al lado del mar (que nos salió por un ojo de la cara, pero vamos, un día es un día), dos botellitas
de Blanc Pescador y las estrellas sobre nosotros. La cosa empezó a torcerse con el aparcacoches, un
postadolescente con más granos en la cara que una paella, que nos intentó convencer de que el rayazo de
dos metros en el coche ya venía de fábrica. Me dieron ganas de asesinarle, pero mi lado budista se impuso
y me contuve, no fuera que empezáramos mal las vacaciones...Cuando entramos en el coche vimos que
faltaba la radio extraíble, volví a salir y le pregunté al arrozsos que dónde estaba. Se hizo el loco...a tomar
por el culo mi lado budista!! Le solté un soplamocos, sin darme cuenta que su compañero estaba detrás y
que medía dos palmos más que yo. Resultado: el empaste de hace dos semanas a tomar viento. La santa
salió del coche y empezó a gritar ¡¡policía, policía!!. En ese momento, y aprovechando que el primo de
Zumosol se había despistado, tiré el brazo para atrás y lo lancé con todas mis fuerzas...justo en el
momento en el que aparecía de la nada la cara del guarda jurado alertado por los gritos. Me redujeron
entre los tres, me llevé una chufa en el ojo derecho (el de mirar por el catalejo) y nos dejaron en
comisaría.
Sábado
Hemos conseguido salir de comisaría previo pago de una fianza que nos ha bajado el presupuesto de las
vacaciones a la mitad. Mi cuñado Paco, que está a punto de convertirse en picapleitos, se ha camelado al
juez de guardia y hemos conseguido salir en unas horas...Otro hito en mi curriculum vitae. Para colmo, el
cuñado ha perdido el avión que lo llevaba a Alicante, así que se ha autoinvitado a la travesía con nosotros.
Después de habernos sacado del trullo, no me ha quedado más remedio que tragar.
De cabeza al Carrefour, media hora para aparcar y ¡hale! a llenar dos carritos hasta arriba. Dos horas
después ya estamos en el amarre, por finnn!! A estibar todos los trastos, mientras que el “cuñao” y Jessy
(por cierto, Jessy es la acompañante de este mes de mi “cuñao”) se dedican a tomar el sol:
-
Yo os ayudaría, pero es que voy a estar preguntando todo el rato que donde va esto y lo otro, así
que mejor no molesto...
-
Uy, pues yo estoy igual, me quedo contigo y así te hago compañía...
La madrequemeparió!!! Si es un tío con cuarenta tacos y le tiene que hacer compañía...en fin, tranquilo
Pepe que estas subidas de tensión no deben ser buenas.
Hemos acabado de colocar todo, embarcamos a la parejita y nos vamos a hacer gasoil y agua en la
gasolinera.
-
A ver Paco, me voy a acercar al muelle. Cuando esté pegado, saltas y coges la amarra que te
lanzará Mónica y la metes en esa especie de pata de elefante de hierro de ahí ¿vale?
-
¡Sus órdenes mi capitán!
-
Paco, déjate de chorradas y estate atento para pasar al muelle
Pues nada, Paco que se prepara, pone un pie en tierra y empieza a decir:
-
Osti, osti, osti que me abro de patas!!!, Pepe acerca el barcoooo...CHOOOOFFFF!
Venga, mi primer hombre al agua desde que saqué el PER. Y nosotros que pensábamos que iba a ser una
plácida travesía...
-
Joder, vaya mierda de agua la de este puerto ¿Es que no la reciclan? Jessy, cariño, pásame la
toalla y un poco de colonia, a ver si se me va la peste.
-
Uaggg!, es verdad... En el camarote no entres con ese olor que me vas a impregnar toda la ropa.
(Definitivamente, mi cuñao es un marciano, y la tal Jessy, otro)
-
Mónica, dale un manguerazo a tu hermano, que va a dejar la cubierta hecha un Cristo. Ya me
apaño yo con el cabo y con el marinero.
Bueno, media hora después estamos saliendo por la bocana. Ya se ha ido el sol, sopla un tranquilo fuerza
3 y hay un poco de mar de fondo. Mónica y yo nos quedamos en la bañera, disfrutando de la tranquilidad
(por fin) y oyendo el suave murmullo de las olas en la proa. Ahhh, esto empieza a parecerse a unas
vacaciones. Las velas pintan la mar de bien y el timón se deja llevar con dos dedos. Hemos previsto
hacer guardias cada 3 horas. Mónica hará la primera con Paco y yo la segunda con Jessy, porque estos
dos no tienen ninguna experiencia y no me fío un pelo de dejarlos solos ni para ir al baño.
-
Pepeeeeeeeee! Que el baño no funciona, que esto está lleno de aguaaaaaa!
Los mato, los mato, los mato y los tiro al agua.
-
¿¿Pero no os he dicho que le deis a la bomba??
-
Que si, pero que dice la Jessy que se ha olvidado de que no se podía tirar el salvaslip y ahora
parece que está un poco atascado….
La madrequemeparió!! Y encima me va a tocar meter a mi la mano dentro…
-
Mira, Paco, sin acritud y de buen rollito, pero como me volváis a hinchar las narices, enfilo para
el primer puerto y ahí os buscáis la vida. Ah, y muchas gracias por habernos sacado del trullo,
pero para otra vez recuérdame que te pague una minuta.
Domingo
Bueno, el viento sopla en las velas, tengo a Mónica cogida de la cintura con una mano y en la otra una
latita de cerveza fría. Esta mañana he visto salir el sol, rojo, radiante, espectacular. El desayuno en el bar
del puerto también ha sido sublime. Ahora nos vamos alejando de la dársena…dos figuritas de colores ya
casi ni se distinguen, rodeadas de bultos en el pantalán… ¡¡¡ESTO ES VIDA!
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