El hondero entusiasta es un magnífico ramillete de versos, auténtica creación de un poeta dominado por las más generosas condiciones verbales, sentimentales e ideológicas. El poeta define bien su libro al decir que se encuentra dominado, además de la influencia de Sabat Ercasty, por una «altivez verbal», quizá excesiva. Pero cuando la potencia verbalista se derrama en una profusión de imágenes única y en una riqueza de la más profunda y más potente expresión, la altivez verbal no cansa ni fatiga y lejos de constituir una falla del poeta, quizá sea una de sus mejores y más poderosas cualidades. Dos impulsos primordiales informan estos poemas: el amor y la tristeza. La última acaso perdida, dominada, oscurecida por el aliento de amor, de sensualidad, de sexualidad que respira todo el libro. El hondero entusiasta es un canto desesperado; la desesperación del deseo irrefrenable, angustioso, trágico. El libro entero da la impresión de haber sido escrito «tendido entre las hierbas», «bajo el sangriento sol poniente» en espera de la amada y dominada el alma, el pensamiento, la razón, el ser por una «precipitación de furias». Todas las palabras del poeta «salen ardiendo» y en su obra este hondero alcanza con sus disparos las más altas cumbres de la belleza, del vigor, de la profundidad dentro de la poesía. Pablo Neruda El hondero entusiasta (1923-1924) ePub r1.0 Titivillus 14.01.16 Pablo Neruda, 1933 Editor digital: Titivillus ePub base r1.2 ADVERTENCIA DEL AUTOR A LA PRIMERA EDICIÓN Los poemas recogidos en este libro forman parte de un ciclo de mi producción desarrollada hace ya cerca de diez años. La influencia que ellos muestran del gran poeta uruguayo Carlos Sabat Ercasty y su acento general de elocuencia y altivez verbal me hicieron sustraerlos en su gran mayoría a la publicidad. Ahora, pasado el periodo en que la publicación de EL HONDERO ENTUSIASTA me hubiera perjudicado íntimamente, los he entregado a esta editorial, como un documento, válido para aquellos que se interesan en mi poesía. El libro original contenía un número mucho mayor de composiciones que, si faltan en este cuaderno, es porque se extraviaron para siempre. También, muchas de las que aquí aparecen, van inconclusas, con pedazos de menos, fragmentos caídos al roce del tiempo, perdidos. Me hubiera gustado poseer todos los versos de este tiempo sepultado, para mi prestigiado del mismo interés que nimba las viejas cartas, ya que este libro no quiere ser, lo repito, sino el documento de una juventud excesiva y ardiente. No he alterado ni agregado ni suprimido nada de estos versos renacidos, he querido preservar su autenticidad, su verdad olvidada. NERUDA. Enero de 1933. EL HONDERO ENTUSIASTA HAGO GIRAR MIS BRAZOS… go girar mis brazos como dos aspas locas la noche toda ella de metales azules. cia donde las piedras no alcanzan y retornan. cia donde los fuegos oscuros se confunden. pie de las murallas que el viento inmenso abraza. rriendo hacia la muerte como un grito hacia el eco. lejano, hacia donde ya no hay más que la noche a ola del designio, y la cruz del anhelo. n ganas de gemir el más largo sollozo, bruces frente al muro que azota el viento inmenso. ro quiero pisar más allá de esa huella: ro quiero voltear esos astros de fuego: que es mi vida y es más allá de mi vida: o de sombras duras, eso de nada, eso de lejos: iero alzarme en las últimas cadenas que me aten, bre este espanto erguido, en esta ola de vértigo, cho mis piedras trémulas hacia este país negro, o, en la cima de los montes, o, como el primer muerto, dando enloquecido, presa del cielo oscuro e mira inmensamente, como el mar en los puertos. uí, la zona de mi corazón, na de llanto helado, mojada en sangres tibias. sde él siento saltar las piedras que me anuncian. él baila el presagio del humo y la neblina. do de sueños vastos caídos gota a gota. do de furias y olas y mareas vencidas. , mi dolor, amigos, ya no es dolor de humano. , mi dolor, amigos, ya no cabe en mi vida. n él cimbro las hondas que van volteando estrellas! e él suben mis piedras en la noche enemiga! iero abrir en los muros una puerta. Eso quiero. o deseo. Clamo. Grito. Lloro. Deseo. y el más doloroso y el más débil. Lo quiero. lejano, hacia donde ya no hay más que la noche. ro mis hondas giran. Estoy. Grito. Deseo. ro por astro, todos fugarán en astillas. fuerza es mi dolor, en la noche. Lo quiero. de abrir esa puerta. He de cruzarla. He de vencerla. n de llegar mis piedras. Grito. Lloro. Deseo. fro, sufro y deseo. Deseo, sufro y canto. o de viejas vidas, mi voz salta y se pierde. erce y destuerce largos collares aterrados. hincha como una vela en el viento celeste. sario de la angustia, yo no soy quien lo reza. lo desesperado, yo no soy quien lo tuerce. salto de la espada a pesar de los brazos. anuncio en estrellas de la noche que viene. y yo: pero es mi voz la existencia que escondo. temporal de aullidos y lamentos y fiebres. dolorosa sed que hace próxima el agua. resaca invencible que me arrastra a la muerte. ra mi brazo entonces y centellea mi alma. trepan los temblores a la cruz de mis cejas. aquí mis brazos fieles! He aquí mis manos ávidas! aquí la noche absorta! Mi alma grita y desea! aquí los astros pálidos todos llenos de enigma! aquí mi sed que aúlla sobre mi voz ya muerta! aquí los cauces locos que hacen girar mis hondas! s voces infinitas que preparan mi fuerza! oblado en un nudo de anhelos infinitos, la infinita noche suelto y suben mis piedras. ás allá de esos muros, de esos límites, lejos bo pasar las rayas de la lumbre y la sombra. r qué no he de ser yo? Grito. Lloro. Deseo. fro, sufro y deseo. Cimbro y zumban mis hondas. viajero que alargue su viaje sin regreso. hondero que trice la frente de la sombra. s piedras entusiastas que hagan parir la noche. flecha, la centella, la cuchilla, la proa. ito. Sufro. Deseo. Se alza mi brazo, entonces, cia la noche llena de estrellas en derrota. aquí mi voz extinta. He aquí mi alma caída. s esfuerzos baldíos. La sed herida y rota. aquí mis piedras ágiles que vuelven y me hieren. s altas luces blancas que bailan y se extinguen. s húmedas estrellas absolutas y absortas. aquí las mismas piedras que alzó mi alma en combate. aquí la misma noche desde donde retornan. y el más doloroso y el más débil. Deseo. seo, sufro, caigo. El viento inmenso azota. , mi dolor, amigos, ya no es dolor de humano! , mi dolor, amigos, ya no cabe en la sombra! la noche toda ella de astros fríos y errantes, go girar mis brazos como dos aspas locas. ES COMO UNA MAREA… como una marea, cuando ella clava en mí s ojos enlutados, ando siento su cuerpo de greda blanca y móvil irarse y latir junto al mío, como una marea, cuando ella está a mi lado. visto tendido frente a los mares del Sur, rollarse las aguas y extenderse onteniblemente almente las mañanas y al atardecer. ua de las resacas sobre las viejas huellas, bre los viejos rastros, sobre las viejas cosas, ua de las resacas que desde las estrellas abre como una inmensa rosa, ua que va avanzando sobre las playas como a mano atrevida debajo de una ropa, ua internándose en los acantilados, uas estrellándose en las rocas, ua implacable como los vengadores omo los asesinos silenciosa, ua de las noches siniestras bajo de los muelles como una vena rota, mo el corazón del mar una irradiación temblorosa y monstruosa. algo que me lleva desde adentro y me crece mensamente próximo, cuando ella está a mi lado, como una marea rompiéndose en sus ojos esando su boca, sus senos y sus manos. rnura de dolor, y dolor de imposible, a de los terribles deseos, e se mueve en la noche de mi carne y la suya n una aguda fuerza de flechas en el cielo. go de inmensa huida, e no se va, que araña adentro, go que en las palabras cava tremendos pozos, go que, contra todo se estrella, contra todo, mo los prisioneros contra los calabozos! a, tallada en el corazón de la noche, r la inquietud de mis ojos alucinados: a, grabada en los maderos del bosque r los cuchillos de mis manos, a, su goce junto al mío, a, sus ojos enlutados, a, su corazón, mariposa sangrienta e con sus dos antenas de instinto me ha tocado! cabe en esta estrecha meseta de mi vida! como un viento desatado! mis palabras clavan apenas como agujas bieran desgarrar como espadas o arados! como una marea que me arrastra y me dobla, como una marea, cuando ella está a mi lado! ERES TODA DE ESPUMAS… es toda de espumas delgadas y ligeras e cruzan los besos y te riegan los días. gesto, mi ansiedad cuelgan de tu mirada. so de resonancias y de estrellas cautivas. toy cansado: todas las hojas caen, mueren. en, mueren los pájaros. Caen, mueren las vidas. nsado, estoy cansado. Ven, anhélame, víbrame. , mi pobre ilusión, mi guirnalda encendida! ansia cae, muere. Cae, muere el deseo. en, mueren las llamas en la noche infinita. gonazo de luces, paloma de gredas rubias, rame de esta noche que acosa y aniquila. mérgeme en tu nido de vértigo y caricia. hélame, retiéneme. embriaguez a la sombra florida de tus ojos, caídas, los triunfos, los saltos de la fiebre. mame, ámame, ámame. pie te grito! Quiéreme. mpo mi voz gritándote y hago horarios de fuego la noche preñada de estrellas y lebreles. mpo mi voz y grito. Mujer, ámame, anhélame. voz arde en los vientos, mi voz que cae y muere. nsado. Estoy cansado. Huye. Aléjate. Extínguete. aprisiones mi estéril cabeza entre tus manos. e me crucen la frente los látigos del hielo. e mi inquietud se azote con los vientos atlánticos. ye. Aléjate. Extínguete. Mi alma debe estar sola. be crucificarse, hacerse astillas, rodar, rterse, contaminarse sola, ierta a la marea de los llantos, diendo en el ciclón de las furias, guida entre los cerros y los pájaros, iquilarse, exterminarse sola andonada y única como un faro de espanto. SIENTO TU TERNURA… nto tu ternura allegarse a mi tierra, echar la mirada de mis ojos, huir veo interrumpirse, para seguirme hasta la hora mi silencio absorto y de mi afán de ti. la aquí tu ternura de ojos dulces que esperan. la aquí, boca tuya, palabra nunca dicha. nto que se me suben los musgos de tu pena me crecen a tientas en el alma infinita. a esto el abandono, y lo sabías, a la guerra obscura del corazón y todos, a la queja rota de angustias conmovidas, a ebriedad, y el deseo, y el dejarse ir, ra eso mi vida, a eso que el agua de tus ojos llevaba, a eso que en el hueco de tus manos cabía. , mariposa mía y arrullo de paloma, vaso, ah estero, ah compañera mía! llegó mi reclamo, dímelo, te llegaba, las abiertas noches de estrellas frías, ora, en el otoño, en el baile amarillo los vientos hambrientos y las hojas caídas? melo, te llegaba, llando o cómo, o sollozando, la hora de la sangre fermentada ando la tierra crece y se cimbra latiendo jo el sol que la raya con sus colas de ámbar? melo, me sentiste par hasta tu forma por todos los silencios, odas las palabras? me sentí crecer. Nunca supe hacia dónde. más allá de ti. ¿Lo comprendes, hermana? que se aleja el fruto cuando llegan mis manos uedan las estrellas antes de mi mirada. nto que soy la aguja de una infinita flecha, a a clavarse lejos, no va a clavarse nunca, n de dolores húmedos en fuga hacia lo eterno, teando en cada tierra sollozos y preguntas. ro hela aquí, tu forma familiar, lo que es mío, tuyo, lo que es mío, lo que es tuyo y me inunda, a aquí que me llena los miembros de abandono, a aquí, tu ternura, arrándose a las mismas raíces, durando en la misma caravana de frutas, aliendo de tu alma rota bajo mis dedos mo el licor del vino del centro de la uva. AMIGA, NO TE MUERAS… miga, no te mueras. eme estas palabras que me salen ardiendo, ue nadie diría si yo no las dijera. miga, no te mueras! soy el que te espera en la estrellada noche. que bajo el sangriento sol poniente te espera. ro caer los frutos en la tierra sombría. ro bailar las gotas del rocío en las hierbas. la noche al espeso perfume de las rosas, ando danza la ronda de las sombras inmensas. jo el cielo del Sur, el que te espera cuando aire de la tarde como una boca besa. miga, no te mueras! soy el que cortó las guirnaldas rebeldes ra el lecho selvático fragante a sol y a selva. que trajo en los brazos jacintos amarillos. osas desgarradas. Y amapolas sangrientas. que cruzó los brazos por esperarte, ahora. que quebró sus arcos. El que dobló sus flechas. soy el que en los labios guarda sabor de uvas. cimos refregados. Mordeduras bermejas. que te llama desde las llanuras brotadas. soy el que en la hora del amor te desea. aire de la tarde cimbra las ramas altas. rio, mi corazón, bajo Dios, tambalea. río desatado rompe a llorar y a veces adelgaza su voz y se hace pura y trémula. tumba, atardecida, la queja azul del agua. miga, no te mueras! soy el que te espera en la estrellada noche, bre las playas áureas, sobre las rubias eras. que cortó jacintos para tu lecho, y rosas. ndido entre las hierbas yo soy el que te espera! DÉJAME SUELTAS LAS MANOS… jame sueltas las manos l corazón, ¡déjame libre! ja que mis dedos corran r los caminos de tu cuerpo. pasión —sangre, fuego, besos— incendia a llamaradas trémulas. tú no sabes lo que es esto! la tempestad de mis sentidos blegando la selva sensible de mis nervios. la carne que grita con sus ardientes lenguas! el incendio! stás aquí, mujer, como un madero intacto ora que vuela toda mi vida hecha cenizas cia tu cuerpo lleno, como la noche, de astros! jame libres las manos l corazón déjame libre! sólo te deseo, yo sólo te deseo! es amor, es deseo que se agota y se extingue, precipitación de furias, ercamiento de lo imposible, ro estás tú, ás para dármelo todo, y a darme lo que tienes a la tierra viniste —, mo yo para contenerte, esearte, ecibirte! ALMA MÍA! ALMA MÍA! ma mía! Alma mía! Raíz de mi sed viajera, ta de luz que espanta los asaltos del mundo. or mía. Flor de mi alma. Terreno de mis besos. mpanada de lágrimas. Remolino de arrullos. ua viva que escurre su queja entre mis dedos. ul y alada como los pájaros y el humo. parió mi nostalgia, mi sed, mi ansia, mi espanto. stallaste en mis brazos como en la flor el fruto. na de sombra, línea delgada y pensativa. redadera crucificada sobre un muro. nción, sueño, destino. Flor mía, flor de mi alma. etazo de sueño, mariposa, crepúsculo. la alta noche mi alma se tuerce y se destroza. castigan los látigos del sueño y la socavan. ra esta inmensidad ya no hay nada en la tierra. no hay nada. resuelven las sombras y se derrumba todo. en sobre mis ruinas las vigas de mi alma. lucen los luceros acerados y blancos. do se rompe y cae. Todo se borra y pasa. el dolor que aúlla como un loco en un bosque. ledad de la noche. Soledad de mi alma. grito, el alarido. Ya no hay nada en la tierra! furia que amedrenta los cantos y las lágrimas. lo la sombra estéril partida por mis gritos. a pared del cielo tendida contra mi alma! es. Entonces eres y te buscaba entonces. es labios de beso, fruta de sueños, todo. tás, eres y te amo! Te llamo y me respondes! minaria de luna sobre los campos solos. or mía, flor de mi alma, qué más para esta vida! voz, tu gesto pálido, tu ternura, tus ojos. delgada caricia que te hace arder entera. s dos brazos que emergen como juncos de asombro. do tu cuerpo ardido de blancura en el vientre. s piernas perezosas. Las rodillas. Los hombros. cabellera de alas negras que van volando. s arañas oscuras del pubis en reposo. LLÉNATE DE MÍ… énate de mí. síame, agótame, viérteme, sacrifícame. deme. Recógeme, contiéneme, ocúltame. iero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora. y el que pasó saltando sobre las cosas, fugante, el doliente. ro siento tu hora, hora de que mi vida gotee sobre tu alma, hora de las ternuras que no derramé nunca, hora de los silencios que no tienen palabras, hora, alba de sangre que me nutrió de angustias, hora, medianoche que me fue solitaria. bértame de mí. Quiero salir de mi alma. soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre. soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta. , no quiero ser esto. údame a romper estas puertas inmensas. n tus hombros de seda desentierra estas anclas. crucificaron mi dolor una tarde. bértame de mí. Quiero salir de mi alma. iero no tener límites y alzarme hacia aquel astro. corazón no debe callar hoy o mañana. be participar de lo que toca, be ser de metales, de raíces, de alas. puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve, puedo ser la sombra que se deshace y pasa. , no puede ser, no puede ser, no puede ser. tonces gritaría, lloraría, gemiría. puede ser, no puede ser. ién iba a romper esta vibración de mis alas? ién iba a exterminarme? Qué designio, que palabra? puede ser, no puede ser, no puede ser. bértame de mí. Quiero salir de mi alma. rque tú eres mi ruta. Te forjé en lucha viva. mi pelea oscura contra mí mismo, fuiste. nes de mí ese sello de avidez no saciada. sde que yo los miro tus ojos son más tristes. mos juntos. Rompamos este camino juntos. ré la ruta tuya. Pasa. Déjame irme. síame, agótame, viérteme, sacrifícame. z tambalear los cercos de mis últimos límites. ue yo pueda, al fin, correr en fuga loca, undando las tierras como un río terrible, satando estos nudos; ah, Dios mío, estos nudos, strozando emando, rasando mo una lava loca lo que existe, rrer fuera de mí mismo, perdidamente, re de mí, furiosamente libre. me, os mío, me! CANCIÓN DEL MACHO… nción del macho y de la hembra! fruta de los siglos primiendo su jugo nuestras venas. alma derramándose en tu carne extendida ra salir de ti más buena, corazón desparramándose, irándose como una pantera mi vida, hecha astillas, anudándose i como la luz a las estrellas! e recibes mo al viento la vela. recibo mo el surco a la siembra. érmete sobre mis dolores mis dolores no te queman, árrate a mis alas aso mis alas te llevan. dereza mis deseos aso te lastima su pelea. eres lo único que tengo sde que perdí mi tristeza. sgárrame como una espada áctame como una antena! same, érdeme, éndiame, e yo vengo a la tierra o por el naufragio de mis ojos de macho el agua infinita de tus ojos de hembra! ESCLAVA MÍA, TÉMEME… clava mía, témeme, ámame, esclava mía! y contigo el ocaso más vasto de mi cielo, n él despunta mi alma como una estrella fría. ando de ti se alejan vuelven a mí mis pasos. propio latigazo cae sobre mi vida. es lo que está adentro de mí y está lejano. yendo como un coro de nieblas perseguidas. nto a mí, pero dónde? Lejos, lo que está lejos. o que estando lejos bajo mis pies camina. eco de la voz más allá del silencio. o que en mi alma crece como el musgo en las ruinas. SED DE TI QUE ME ACOSA… d de ti que me acosa en las noches hambrientas. émula mano roja que hasta tu vida se alza. ria sed, loca sed, sed de selva en sequía. d de metal ardiendo, sed de raíces ávidas. cia dónde, en las tardes que no vayan tus ojos viaje hacia mis ojos, esperándote entonces? tás llena de todas las sombras que me acechan. e sigues como siguen los astros a la noche. madre me dio lleno de preguntas agudas. las contestas todas. Eres llena de voces. cla blanca que cae sobre el mar que cruzamos. rco para la turbia semilla de mi nombre. e haya una tierra mía que no cubra tu huella. n tus ojos viajeros, en la noche, hacia dónde. r eso eres la sed y lo que ha de saciarla. mo poder no amarte si he de amarte por eso. esa es la amarra cómo poder cortarla, cómo. mo si hasta mis huesos tienen sed de tus huesos. d de ti, sed de ti, guirnalda atroz y dulce. d de ti que en las noches me muerde como un perro. s ojos tienen sed, para qué están tus ojos. boca tiene sed, para qué están tus besos. alma está incendiada de estas brasas que te aman. cuerpo: incendio vivo que ha de quemar tu cuerpo. sed. Sed infinita. Sed que busca tu sed. n ella se aniquila como el agua en el fuego. ES CIERTO, AMADA MÍA… cierto, amada mía, hermana mía, es cierto! mo las bestias grises que en los potreros pastan, n los potreros se aman, como las bestias grises! mo las castas ebrias que poblaron la tierra tándose y amándose, como las castas ebrias! mo el latido de las corolas abiertas idiendo la joya futura de la siembra, mo el latido de las corolas abiertas! mpujado por los designios de la tierra mo una ola en el mar hacia ti va mi cuerpo. ú, en tu carne, encierras pupilas sedientas con que miraré cuando os ojos que tengo se me llenen de tierra. PABLO NERUDA, nacido y muerto en Chile (Parral, 1904 - Santiago, 1973), ha sido sin duda una de las voces más altas de la poesía mundial de nuestro tiempo. Desde el combate directo o desde la persecución y el exilio valerosamente arrostrados, la trayectoria del poeta, que en 1971 obtuvo el premio Nobel, configura, a la vez que la evolución de un intelectual militante, una de las principales aventuras expresivas de la lírica en lengua castellana, sustentada en un poderío verbal inigualable, que de la indiscriminada inmersión en el mundo de las fuerzas telúricas originarias se expandió a la fusión con el ámbito natal americano y supo cantar el instante amoroso que contiene el cosmos, el tiempo oscuro de la opresión y el tiempo encendido de la lucha. Una mirada que abarca a la vez la vastedad de los seres y el abismo interior del lenguaje: poeta total, Neruda pertenece ya a la tradición más viva de nuestra mayor poesía.