pascual - Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente

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EI cordero
MADRID
SEPTIEMBRE 1959
N.° 17- 59 H
pascual
Antonio Sánchez Belda
Del Cuerpo Nacional Veterinario,
Jefe del Centro Regional Lanero de Madrid.
MINISTERIO DE AGRICULTURA
DIRECCION GENERAL DE COORDINACION, CREDITO
Y CAPACITACION AGRARIA • SECCION DE CAPACITACION
La eleva,ción del nivel de vida implica un aumento
en el consumo de carne en general, exigiéndose cada
vez mejor calidad. El cordero pascual, tan apreciado
en todo el mercado na,cional, reúne las condiciones
precisas para satisfacer esta demanda en sus dos aspectos, de cantidad y calidad.
El presente trabajo describe perfectamente las características más apreciadas de este abastecedor de
nuestros mercados, así como de normas y posibles
soluciones a los problemas que presenta su cría para
cl ganadero, en especial para paliar el carácter de
cosecha que tiene la producción de estos animales.
EL CORDERO PASCUAL
T^e los ti^^<^s c^^mei-ciales del Inercado nacional de carne
ovina, el corder<^ j^ascual, sin duda es el que alcanza más iinp^^i-tancia, no sólo horque desde el punto de vista cuantitativo
representa clel 6^-70 poi- 100 de su producción t<^tal, sino^
tanlbién, p^^r- ser el tij^o que más se aproxima al patrón ideal'
de los ovinos de carnicería, c^mu^ tendremos ocasión de ver
en al^artados ^x^steric^res.
Dado el gran itlterés qtie ^^frecen los corcler^^s pascuales
clentro de las ex^lotaciones ovinas y en el mercaclo n^cional
cle carnes, hein^^s estimado cc^nveniente dedicai-le ttn estudio
l^articular con el ^(in cie conocer sus principales característic:as v enjuiciar los métodos de l^ro^íucción y c^inei-cialización
actuales con vistas a una mejora }- perfeccionamiento de los
n^ism^^s.
Definición y ^eneralidades
Bajo el n^^mbre de corder^^ j^ascTtia^l se c^n^cen l^^s ovinos
cie arnuos se^^^s, que son destina<l^s al sacr-ificio a la edad de
cina^ ^^ seis meses, aunc^ue en 1^ ^^ráctica, el n^^mbre se hace
e^tensivo ^^ara t^^^l^^s l^^s lanares qtte c^onsei-van c^^m^^leta la
^leTitición de leche.
Una buena I^ai-te de los c^>rderos pascuales son inei-iilos
(ii^;. 1), siencl^^ 1?xtremaclura y Anclalucía las regicmes donde
se l^r^^clucen en ma^^<^r canti<3a^1. Ta^nbién ^tras ^^r^wincias y
reg^i^^ne^, c^^^m^^ ^alamanca, "I^^^le^lo, 7_ara^^^^ra. Aragón,
Cuenca del ^e^ura, etc., pr^^^^orci^man e^celentes cor<leros
j^ascuales cjtte, en ^stas, pi-oceden del g-i-upo ovino entreíino^fin^^ (fi^^. 2), raza talavet-ana, raza ar^g^onesa, se^;-tti-eña, eic.
C^^ino ar.^^bain^>s de eal^oner-, sc^n pi-oduct^^s cle razas diversas de doble al^titud lana-carne o carne-lan^, e^l>I^^ta^las
eii i-é^imen e^aensivo, y dentr^^ de las tnismas, j>resulx^nen la
faceta nlás importante de la rentabilidad del reUaño.
-4-
^tt sistema de cI-ía es elemental. f?n el primer período de
vida consumen leche inaterna, para después alterar la alimentación láctea con el consumo de pastos ; el destete viene
repi-esentado por la separación de la n^adre en el ino^nent^
que son ^lestinados al Inatadero o bien al efectuai- el esquileo.
Fig. 1.-Lote de corderos pascuales de raza merina, explotados en la provincia
de Avila. (Original.)
Estos corderos, desde el nacimiento, siguen a la madre en el
pastoreo y llevan el inismo régimen de vida qtie los animalcs
adultos del rebaño (fig. 3).
Por provenir de razas distintas, explotacías en rég-imeii
extensivo, su peso y hroporciones pneden oscilal- anlplianlente, pero en términos generales, podemos considerarlo incltúclo
entre los 25-35 kilog-ramos de peso vivo y 12-14 kilogi-amos
la ranal.
En cuanto a la calidad, son múltiples los factores que la
condicionan (raza, edad, sexo, peso vivo, régimen alimenticio, edad de la madre, época de nacimiento, año ganadero,
estado de carnes, etc., etc. ); no obstante, aquellos que ac-
-
J
-
túan como determinantes del tipo comercial de cordero pascual, son bastante más conocidos en la práctica. Pudiéra^nos
concretarlos a dos : la edad y el peso vivo. Con arreglo a
ellos, en nuestras eaplotaciones extensivas, los corderos deben de cubrir un cleterminado ciclo de su vida para que al-
I^i^. 2.-Cordcros pascuales de tipo entrefino y raza talavcrana. (Original.)
cancen los pesos tnínimos 1 i j a^los como propios clel c^ ^r<íero
pasctial. Normalmente, cuan^ío en una partida de c^,r^leros
^^ascuales, scm rechazados p^^r los tratantes uno o vari^,s l^or^luc n<^ tienen el peso suficicnte, es dchi^lo a que se trata de
a>r^leros niu}- j^wenes, nacid^^s después de la época n^^rmal.
La carne del cordero pascual
La canal clel c^^r^lero pasctial, e^ la g•eneral para la e^j^ecie. Consta ^le cuello, separa^l^^ de la cabeza por la articulación occipito-atl^>i^lea, tronc^^ ^- e^tremi^lades, seccionadas
p^^r las articulaci^^nes cai-piaiias ^- tarsianas. El animal durante el pr^^ceso ^le carnizaci^m es privado de la sang-re, piel,
cabeza, radios distales de las extremidades v vísceras abdo^ninales y torácicas. Los riñones quedan con la canal.
-6-
^ El c^rdero l^ascual es el ti^^o más perfecto dentro del
mercaclo nacioilal cle cai-i^e c>vina.
^'^n- su e^la^l, brinda carne tierna ^^ jugosa niuy apreciada Ix^r el pízulic^^. Por su tamaño, proixn-ciona canales li^-ianas, susceptibles de ser ^livi^li^las en hiezas naturales de l^es^,
cona^rclante a»i las nece^icla^les del c^^mlercio. P^^r stt esta^l^^
de clesarroll^> o tase cle crecimient^^, rinde canales livianas,
l^ig^. 3.
Corderos pascuales de raza merina y origen extremeño. (Orig^inal.)
que a la calicía<1 de carne, unen la más a^nveniente pr^>Ix^rción con los otros tejidos que entraii en la coml>osición cle
^quellas.
1:1 estu^lio anatóinic<^ ^le la canal, demuestra una e^relente ^listribución hrocenhial entre la rai-ne, hueso ^- grasa ^^
seb^^. I?1 corcler^^ l^ascual, ha venci^í^^ la g-t-an cle^^^roporción
entre el tr^^nc^^ y las re^;i^^nes ^listales ^lel cuerlx^ (cabeza y
l^ata^), característica cle la ecla^l juveuil y-, en c^>nsecuenria,
no ^>resenta el elevado ^x^rcentaje clc hues^^ pr^^^>i^^ ^le l^^s a^rder^^s lechales. :^ su vez, el ^lesarr<^ll^^ nulscular es manifiestc^ ^- el acúmul^^ cle gi-asa cliscret^^, l^ues ^u corta e^lad y ré^;inlen de e^l^l^,tacióii, no les herinite el ceb^^ extensiv^^,
qtie reqtiie:^e n^ás tiempo o alimentación intensiva contintlacla clurante meses.
-7-
Desde el 1>unto cle vista dietético, su carne alcanza alto
valor nutritiv^^, por^jtte a la palatibilidad ti^ íácil cocinado,
suma una a^mposici^>n química e^:celente. ^u iracción proteica es de elevada gr^dtt^ción; stt g^rasa fácilniente cli^estible. No acusa el exceso tle agua propio de la carne proce<lente
de canales deiila5iado jóvenes (lechales).
I?n resumen, la carne de cordero l^ascual, ha perclido los
inconvenientes que i-eg^isti-a la de corclero lechal ^- no lleg^a a
tomar aquellos ligados a la carne de ovino mayor ; asocia la
calidad a la r-antida^l o rendimiento útil y tiene gran acehtación en el mercado.
Producción del cordero pascual
Anteriormente exponíamos unas ideas ^enerales sobre
las razas que l^roporcionan los hascuales, sistemas de cría y
características más sobresalientes tle los mismos ; vamos ^
cleclicar ahora nuestra atención al estudio l^articular de su
l^rodttccióii.
Los corderos pasrttales en las razas de doble a^^titucl,
constituyen una faceta de gran si^nificaci^m econónlica dentro de las e^T^lotaciones ovinas, cuya rentabili<iad está condicionada a la producción cle carne, en un Porcentaje superior a las demás, }- ésta viene dacla por los corderos pascuales.
Por proceder de razas mixtas, sus eostos de proclucción
resttltan inferiores a los deducidos en los cor-der^^s ^ie las
r^zas con alta especialización cartlicera. I:n estas últimas,
las prodttcciones asociadas sólo log-ran sig-nificación secun<íaria, en tanto c^ue, ltara las <le cloble pro^^bsito, el ^n-ecio de
1>ro^lucción de la carne es comhei^sa^lo por l^^s rendimientos
en lana, e in^^ersamente, rinden vellones de calida^l con gast^^s parcialmente cttbiertos por los ingresos de la ^ enta cle
corderos.
Otra gran ventaja ligada a la ln-oducción de corderos
1>ascuales, es proporcionar al ganadero un medio natural
l^ara aprovechar pastos en el corto lteríodo que ha}^ sobrante
-8-
de ellos y que es necesario consumirlos antes que desaparezcan.
Los corderos pascuales nacen ordinariamente a finales
de otoño e invierno (fig. 4) para las zonas rio excesimamente
frías y, en febrero y marzo en las regiones cíe montaña. Durante los primeros meses de vida, en condiciones normales,
Fig. 4.-Recogcmos a título de ejemplo un caso de prolificidad, de los múltiples
registrados anualmente en nuestras razas rústicas. Se trata de nua oveja de raza
castellana qne en todos sus partos dió más de una cría, y la fotografía corresponde al cuarto parto, en que tuvo tres hemUras y un macho. (Original.)
tienen aseg-urada stt ntttrición y crecimiento con la leche materna ; luego, alternan el régimen lácteo con el consttmo de
pastos, al ritmo e intensidad que la naturaleza brinda el desarrollo natural de la veg-etación. M^^s tarde, cuando surge el
exhuberante brote primaveral, el campo produce un considerable volumen forrajero, que en general, es mucho mayor cíel
que puede consumir el cupo ordinario de ganado asignado a
cada finca durante todo el año. Lntonces, los corderos se en-
-9-
cuentran ya en condiciones de aprovechar estos pastos, que
constituyen una ración excelente de crecimiento y engorde,
compensada con el pequeño aporte de leche materna. Finalmente, cuando los fuertes calores aparecen y peligra el desarrollo e incluso la existencia de estos pastos, en vías de secarse o ya totalmente agostados, los corderos pascuales están ya conseguidos y salieron para los mercados.
Por lo expuesto, fácil es deducir que la producción de
corderos pascuales en nuestras explotaciones ovinas, está
c:oncebida para seg^uir uri ciclo de producción en íntima dependencia con la naturaleza. Esto se traduce en dos realidades económicas de gran importancia : una, representada por
los bajos costes de producción, al conseguir su crecitniento
y aumento de peso sin el suministro de raciones especiales
de aprisco; la otra, por la facilidad, baratura y naturalidad
con que el ganadero se encuentra incrementados sus efectivos, para disponer de ese exceso de peso vivo temporal, que
necesita con el fin de aprovechar la vegetación exhuberante
ele primavera. Los corderos pascuales, l^rindan ese incremento de peso vivo por hectárea, durante la época que es
necesario, y desaparece, antes que las posibilidades alimenticias concuerden de nuevo con la cuantía del efectivo.
Todo ello sin olvidar que muchos terrenos pobres, accidentados, sin posible utilización ag^rícola, son revalorizados
e incorporados a la economía nacional, mediante la cría de
ovejas. I^llos proporcionan un alimento de tan alto valor dietético como la carne, en forma de corderos pascuales.
En síntesis, la producrión de corderos pascuales en nuestras eal^lotaciones ganaderas, es un método cómodo, barato
y útil para obtener carne de calidad en con^íiciones dif íciles
de medio.
Las indudables ventajas que venimos señalando, no están
exentas de alg-íin inconveniente, que si bien en parte pueden
ser correg-idos o paliados, otros son inherentes a stt propia
naturaleza.
El sistema extensivo adoptado con carácter general para
las ganaderías que producen corderos pascuales, lig^a a los
animales tan íntimamente al medio, que aquéllos son fiel
- 10 -
rellejo ^le éste. !^sí, de terrenos abundantes, de l^astos ricos,
de años con reg^ulari^la^l metereológ^ica, de una organización
ganadera bieil concebicla, etc., cabe esperar buenos corderos.
^l contrai-io, los pastos dearaclados, las i^incas sobi-ecargadas de ovejas, años se^cos, ausencia de albergues, etc., no
Inieden prop^^rci^mar más que corderos mediocres.
I^l más g^rave inconveniente cle la ^^r<^ducción de c^rdei-os l^ascuales, es su caráctei- de cosecha, dei-ivado ^ie su
I^articular sistema de e^hlc^tación. Como nacen en la mis^na
ép^ca y sig-uen idéntica fórintila de I^reparación, limitacla <tl
tieinpo ^lue dura la hierba fresca en el cainpo, i-esulta c^tie
^cuden al mercado to^los a la par, con la consig-uiente baja
<le hreci^^s.
Comercialización del cordero pascual
Ll ^istema i11ás c^^nlúntnente I^racticaclo, es a través cle
interme^liari^^s. Los hrecios se iijan sc^bre l^eso vivo; los corderos, s^^n pesados en los mismos centros cle j>roducción a
I>rimeras horas de la inañana («cuanclo el so1 comienra a claiet1 la r^miana» ), ^intes que hayan c<>inid^, ^• desl^tiés cle d^^ce
huras <le reclusión en la recl o aprisco. I)esde a^luí s^m enviados Ix^r tcrrocarril ^^ camión al mata<lero.
^1 iijar el 1>recio Ixn- hilo^ramo vivo, los tratantes suelen
c^^ndici^marle a que todos Ios corderos ten^;^an uii l^eso uiínin^c^, establecid^^ ordinariamente entre los 1H-20 kih^ram<^s ;
todos los corcler^>s qtie ^no alcanzan este peso, son rechazados
y quedari en la gana^lería hasta loararle, o bien, ^on ^^bjet^^
<le nueva transación, I>ero a l^recios infet-i^^res. N^^ existe límite iná^inl^^, I^ero es eierto cjtte Ios c:^>rcleros l^r^r eneima <ie
l^>s 32-37 kilog-ramos, son poc^^ apreciadus, al men^^s l^^s meriilos; l^^s entrefin^s, son adtnitido5 Ix>r enci^n^ ^le esta cifra,
I>et-o ^;eneraliiiente tienen ^lestino mu_^- r^,ilci-et^^ haci^i l^^s
merca<1^^^ de I3arcelona ^- ti'alencia.
N^>rn^^alniente, no s^^n estal^leci^las di fei-enci^ls de 1^1-ecio
c<ni relación al se^^ cle los pascuales, ^_- ^e hagan prn- igttal
las particlas c^^inpuest^s p<^r m^ch^^s ^- hc^llbras en distintas
l^r^^porciones; sin embai-go, cuand<^ se venden por se^^arado
Ias hembr-as cie los machos, a^7ttéllas suelerz valer alg^o iilás.
A los ei^ectos ^le conzercialización, el c^rclerc^ pascual
cumple ^^eríectatnente los princil^ios generales que la ri^^f:I1 ^x^ .
13rin^lan c^arne jcwen, rin^len canales livianas }^ hr<^hoi-cionan ^^iezas cle alta cali^lad mu}- apreciaclas en el mercadu.
No obstante, el a^mercio de l^^s l^ascuales l^re^etrta sus cliiicultades, ^le ^raves repercusi^mes en el área ^le ^^r^^cíucción.
1)ecíamos anteri<^rmente ^hie uno de l^^s hr^>blemas a res^^lvei- en la I>r^xlticci^^n clel cr,r^lero hascual, tal c:^^mc^ está
COI1C^li1(1<l ^Clil<lÍll]CI1tC, eti Sil Il1Cl"C^i(I<) COl] C^ll'FICLCt' (^C COSC-
cha, mur.h<^ más acusad^ ^lue en cualquier ^^tr^, tilx^ comercial de carnc.
i.os corcleros l^ascuales, irrumj>en en el merca^l^^ en g-ran^les canticlades l^^s meses ^le ^hril v n^ayo (en niay^^^r hrc^porrión la ítltitna clecen^ de ahril r l^rimei-a cle m<lyc^) aquell^^s
l^r^xluci^l^^s en la paridera temj^rana (zonas ^lel ^ur), que
s^^il el cc»itin^;^ente ma}-or-; ^-, en jtiilio-jttli^^, j^ara l^^s naci^l^„
al tardío (z^^nas f rías ).
No e^isten estaclísticas oiiciales s^^bre el sacritici^^ clel
^;-anado lanar con arregl^^ a til^os c^^merci^les ^^ seg-ún l^^s meses del año, l^er^^ sí el gl^^hal <le la matanza r.^^rreslx^n^licntc
a la especie, ^^ara cacla un^^ de ést^^s. r^ ^^artir ^ie estas cii ras,
hemos amferci^ma^l<^ el g-ráfic<^ ^le la iig-ura S, que detnue^tra claramente el ^ran incremeiit^^ del sacri Í iri^^ lanar en lus
ineses de ahril ^- ina^-o, _^^ rím^^^ se mantiene alt^> cr1 jtini^^ ^^
juli^,.
l^sta elevaci^m ^le la ^;ráiira se del^e a la l^resencia en el
mercacl<^ cle l^>s r^^rderos ^^asruales, l^^s <lue n^^ sól^^ s^m resj>onsables clcl increulent^^ <le la tnatanza, sin^^^ ^jtte eri 1^^^ meses cle ahril ^- in^^}•^, poclein^^s atirmar, ^jtie stielen ser l^^s
íiriir^^s i-ehresentantes cle la es^^erie ovina en l^^s matacler<^s.
La c^mcentración cle ]a matanra en tan c<^rt^> I^erí^^d^^ <le
tieinpo ^lel ti^x^ ^le ovinos ^^bjet^^ ^le nuestr<^ tema, n^^ ^^bstante coincidir con una dismir^ucic^il cle las ^^tras esl>ecies de
abasto, tiene c^^mo consecuenci^^ el abarrotamient^^ cle 1^>s
(*) Véase HOJA DIVULGADOItA, titulada: Prodaccci^í^a de rarne ovi^ra
A. SdNCxF.z Bi^,^.un.-Ministerio de A^ricultura, níun. 16, 1959.
- aa mercados, que no pueden consumirlos al ritmo de su entrada
en los mataderos. Pronto la oferta supera fuertemente a la
demanda, los centros de consumo se encuentran sobradamen abastecidos y los precios caen verticalmente.
Ante la caída de precios, el área de la producción, lucha
con el único medio que tiene a su alcance : esperar que pase
la saturación del mercado, con vistas a la recuperación de
i.ooo
900
800
700
,^ 600
0
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Fi^. 5.-Sacrificio de reses ovinas a lo largo del añc
preC10S. Pe]'O normalmente, tal procedel' 1-esLllta negatlVO eIl
todos los sentidos. Los corderos pascuales, como quedó expuesto, tienen un ciclo de producción íntimamente ligado al
medio, y su a^cabc^do o teri^zizza-ción para el matadero viene
forzada por la evolución de la vegetación. Pretender retenerlos cuando el campo registra los efectos de los primeros
calores o en fechas que se apro^iman al esquileo, redunda
-13-
siempre en pérdidas de peso y en calidad de la carne; las cuales perjudican tanto al productor como al consumidor.
Nuevas orientaciones
No es empresa fácil compaginar la producción de corderos pascuales con su comercialización racional, dado que la
cifra de ellos oscila de unos años a otros entre 5-7 millones
cíe cabezas y el grado de concentración en el mercado nacional es muy superior al registrado para otros tipos comerciales. Por otra parte, la reforma de rég^imen extensivo tiene sus obligadas limitaciones, más allá de las cuales no conviene pasar, porque se perderían las ímicas ventajas que
ofrece. Las soluciones no pueden estar ligadas exclusivamente a cambios en el rég-imen de explotación ; y sí, derivadas cle ciertas medidas adoptadas con tal fin. A unas y otras
dedicanlos el comentario que sig^ue.
IVIOII[I^ IC.aC1O[VES EN F_L ACTUAI, FÉGIMEN DE ExI'LOTACló\
El sistema de explotación de los rebaños don^le proceden
los corderos 1>ascuales, hermite ciertos cambios o modificaciones encaminadas a aumentar su rentabilidad, ^or el hror.edimiento de obtener la producción de carne de forma más
ventajosa a la c^lue ofrece el desarrollo del comercio actual.
Para ello, es condición esencial ampliar las bases nutritivas
del ganado y en vez de contar únicamente con los pastos y
parcas raciones de emergencia cuando las posibilidades de
hastoreo son nulas, se movilicen una serie de medios que
aseg^uren resel-vas nutritivas adecuadas hara su nrn-mal alimentación durante todo el año.
Con ello, se dispone de una excelente arma para luchar
contra el carácter de cosecha denunciado en la producción
de corderos l^ascuales, 1>orque es posible modif icar técnicas
de cría que se traduzcan en una ampliación imhortante del
período corresl^ondiente a su comercialización.
^Toy la iniciativa particular, las orientaciones técnicas,
y las iml^osiciunes leg-islativas, han contribuído grandemen-
-14-
te a resolver los problemas de alimentación que tenía planteados la explotación extensiva. Por eso, es posible ampliar
las fechas de producción, nlediante la ^e^ltilació^z ^^e la ^aridera.
Buen número de ganaderías estantes, han decidido cambiar las temporadas de cubrición para que la paridera se
adelante unos meses. Así es posible of recer los corderos con
anterioridad a las fechas claves de concentración de la matanza, l,os resultados eco,nóinicos de este nuevo sistema de
cría, son altalnente satisfactcrrios, dadas las ventajas de la
paridera. (*).
El sistema preconizado, tiene tlna lilnitación inlpuesta
por la trashumancia; los rebaños que pasan el verano en los
pastos de montaña, han de seguir con el sistema actual de
cría, porqtle los nacilnientos deben surgir después de haber
abandonado la sierra y estar las ovejas asentadas en las
dehesas de invierno.
Por otra pat-te, hemos de reconocer que la rel;^ulación o
adelanto de la paridera tiene su lílnite. 11sí mismo, la modificación del sistema extensivo, no siempre es posible y tanlbién restllta restring-ida, por lo qtte se impone tomar medidas que, si no evitan la concentración de la matanza, porqtle
es in^posible, sí resuelven los inconvenientes derivados del
carácter de cosecha presentado por la producción de corderos
pascuales.
MODIFICACIÓN DEL ACTLTAL
RÉGIMEN T^E COMP^RCIAI,IZACI(^N
La coniercialización actual de los corderos pascuales, ya
hemos dicho qtte en la mayoría de los casos no beneficia aI
gana^lero ni al consttmidor. Por esta causa, se pierden todos
l^s años muchos kilogramos de carne para el abasto público,
porque no se pueden prodllcir con seburidad; o porque, una
vez producidos, son perdidos mientras los animales esperan
iechas más propicias para salir al mercado con precios re(*) Véase HOJA 7^IVULGA]^OPA, titulada: L¢ p¢ridera en el reb¢^zo_
A. Sdrrcxr✓ BEr_nn.-Ministerio de A^ricultura, nírm. 19-53 H., 1953.
- 15 -
n^uneradoi-es. I'ara resolver estos inconvenientes, es p^^sible
recurrir a distintas tórmulas, las cttales deben cum^lir con
un requisito c^^míui : garantizar el precio de producción del
cordero, con la antelacióli suficiente para que el ganaclel-o
Inleda hacer t^xía clase de cálcul^^s sobre el métocl<^ a em1>lear en su ^^btención.
1^ nuestro juici^^, est^5 fines son conseg-uidos meciiante la
creación de niata^ler^^s ccx^l^erativos o estatales, ^lue se hag^an
cargo de los c^^r^ler^s a me^lid<^ que se van hrodnciencío.
MATnnEx^s c^^^^^^,.^:nTleos.-M^^ntar y oi-gailizar uiia re^l
^le matacler^^s fl-ib^^i-ític^^s cle car^ícter coc^perativo en l^^s
centros hroduct^n-e^ cle c<^rcler^^s l^ascuales de niati^c^r densi^lad wina. Iatos inata^lerus, recibii-ían los corcleros en la fecha que interesa a sus criaclores, ^^ara conserv^lr las canales
^^ sacarlas al nlercacl^^ ^le cal-lle a 1^^ largo <lel año. Los ^>1-ecios amlales, segúu ^^alida^l, de la venta de las canales, constituirán uase de liclui^laciórl l^^ara los socios coo^^ei-aci^^res.
M ATAr,Eizos rsTn^^nr.rs.-I;l 1?stado, t<^dos los años Ixtecle i^ijar y- garantizar lus l^reri^^s, según calida^l, j>ar-a los
cc^rcleros hascuales y hahilitar mataderos frig^^ríli^^^^s, en las
nlisinas a^ndiciones chle l^^s anteri^^res.
h.stas d^^s ibrmulas, aun^lue en men^^s l^r^^^x>rción la
j^rimera a^nse^lliríail eqllilibrar las ec^tizac^i^mes 1>ar-^ una
misma calidacl a 1^^ lar^^^ ^le la temporada ^- e^-itar quc los
pi-ecios fluctíten am1>liamellte c^^n la fecha cle lnatanza, siencío i^;-ual la cali^lacl ; antllai- la caícla de ^r-ecios ; ltlchai- contra la saturación estari^mal ^le lc^s inerca^l^^s; ^-, a^ntribuir
a la normalizacibn clel merca^lo naci^^nal cle carne.
I^ecientemente, el 1^^linisterio cle ^^g-rictlltura, ha iijadc^
ttn 1>t-ecio lnínim^> ^^ara l^l c^tirne cle coi-dero, cjtie constittt^^e
ttn excelente ine<li^^ ^le i^,melltar esta producción y gal-antizar los esfuerz^^^ clel ^;^anacler^^. I?stimam^^s que esta me<lida será muy e^i^ica-r., tant<^ ^lescle el punto de vista económic^^, como ^le la n^ej^^ra ^le l^^s e^fectivos.
DE INTERES PARA LOS GANADEROS
El SERViCIO DE E' XTENSIÓN AGRÍCOLA lla pllbltcad0, bajo el título El
yebaño, dos libritos de gran valor práctico en que se tratan los temas
de mayor importancia en la explotación del ganado lanar, como son :
1.
El aprisco, construcción necesaria.
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
11.
12.
13.
14.
15.
16.
El redileo.
El pastoreo y la alimentación de las ovejas.
Las ovejas y la mala otoñada.
Control del rebaño para su selecciórc.
Los sementales en el ganudo lanar.
Selección del ganado lanar en el campo.
La paridera en el rebaño.
Castración y raboteo de los corderos.
Baños pa^ra ovejas.
Control lechero de las ovejas.
La recría en los rebaños ovinos lecheros.
Quesos de oveja.
Tatu^zje del ganado lanar.
La densidad del vellón.
Máquinas de esquilar.
17.
Técn^ca del esquileo.
18.
19.
20.
Recogida y conservación de la lana.
La oveja Karakul.
Perros de pastor.
Ingenieros Agrónomos y Veterinarios especialistas tratan estos aspectos de la ovinotecnia en forma asequible al lector ganadero, que
encontrará en esta publicación provechosas enseñanzas.
Cada librito, de unas 200 páginas, con numet•osas ilustraciones, impreso en excelente papel, bajo una cubierta, sólo cuesta 25 pesetas.
Pueden adquirirse en cualquier líbrería o pidiéndolo, a reembolso,
a Librería Agrícola (T'ernando VI, 2, Madridl, distribuidora de las
publicaciones del Ministerio de Agricultura.
DN7POSITO LEiGAL. M. 3.109 - 1958.
GR4FICAS UGU[NA- MADRID
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