Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Literatura 1 Teoría del Discurso Ficción y mundos posibles "Ficción: Término de origen latino (fingere: plasmar, formar con el pensamiento o la fantasía; fictus: inventado, imaginado, fingido), con el que se alude al hecho de la simulación o ilusión de realidad y, en concreto, a la que se produce en la invención literaria, especialmente en narrativa y teatro, al presentar seres y acontecimientos que se desarrollan en un mundo imaginario. Existe una serie de convenciones heredadas de la tradición cultural, en virtud de las cuales los destinatarios de un relato de ficción, ya sea éste un cuento maravilloso, una leyenda hagiográfica, un poema épico o una comedia de magia, aceptan como posible la presencia de seres extraordinarios con poderes sobrenaturales: hadas, ángeles, dioses, aparecidos, personajes que levitan, etc. Los lectores o espectadores traspasan entonces las barreras de la lógica empírica y se adentran en el mundo de la fantasía donde lo irreal e, incluso, lo absurdo se hacen creíbles, de manera similar a como ocurre en los procesos oníricos. En ello encuentran lectores y espectadores una gratificación emocional que responde a deseos o instancias incardinados en el inconsciente. En virtud de las citadas convenciones, al autor de un texto literario se le permite crear mundos posibles habitados por personajes de ficción, a los que se configura según una determinada prosopografía y etopeya, y a los que se confiere una existencia "verosímil", vivida en unas circunstancias espacio-temporales y en un marco de relaciones sociales libremente diseñado por la fantasía "demiúrgica" del poeta. A dicho creador únicamente se le exige: «1. Que la obra se mantenga dentro de un sistema coherente de relaciones entre lo posible y lo imposible. 2. Que la presencia de elementos imposibles quede dentro de una lógica narrativa que pueda ser asumida como válida dentro del sistema dado» (Segre, 1985b). De hecho, en toda obra de ficción, y más si es de carácter fantástico o maravilloso, se crea un mundo imaginario, diferente del mundo de la experiencia real, y, sin embargo, resultará creíble si se respetan las propias leyes de coherencia interna de dicho mundo ficcional. En los estudios actuales de Teoría de la Literatura, los términos "ficción" y "ficcionalidad" se han convertido en tecnicismos con los que se designa una propiedad, característica del hecho literario, que afecta tanto a la constitución de esos mundos posibles o imaginarios expresados en un determinado texto, como al mismo lenguaje (le lenguaje literario) en virtud del cual se configura dicho mundo y los seres que lo puebla. Por ficción se entiende la capacidad de "representación" en la que lo representado sólo existe como "experiencia imaginaria de seres inexistentes" (Pozuelo, 1988). En efecto, la narración literaria tiene por objeto hacer imaginar al lector, por medio del lenguaje ficcional, ese mundo fantástico creado por el autor y transmitido por el narrador. En este sentido, la ficción es un elemento fundamental para entender la estructura de lo literario, sobre todo por «su capacidad de organizar la obra literaria como representación, a causa de la conexión entre texto y mundo que tal concepción implica» (García Berrio, 1989). El concepto de ficción ha sido relacionado con los de "mímesis" y "verosimilitud". En una reinterpretación del concepto aristotélico de "mimesis", Paul de Ricoeur (1983-1984) ha subrayado que en la Poética de Aristóteles el sentido de la "mímesis" (imitación) no sería el de reproducción de la realidad, sino el de re-presentación, entendida como creación artística de una nueva realidad. En este sentido, "mímesis" sería sinónimo de "poiesis", es decir, de creación y de ordenación de las acciones que constituyen una determinada fábula. Este concepto de "mimesis" se adecuaría a lo que hoy se entiende por ficción: creación y estructuración de «mundos posibles». Ahora bien, la función mimética crea esos mundos posibles basándose en el principio de verosimilitud, lo que implica que su constitución sigue las reglas que gobiernan la organización del mundo real. Pero dicha verosimilitud consistiría, no en que el modelo del mundo representado en una obra literaria fuese una reproducción o copia del mundo real, sino en ser un mundo posible autónomo, creado, no obstante, con una lógica de composición similar a la que rige en el mundo real, siendo como es ente de ficción. Según esto, los seres y acontecimientos que constituyen el referente de un texto literario presentarán, como forma peculiar de ser, su carácter ficcional: Teoría del Discurso Profs.: S. Caruman J. / R. Quiroga M. Universidad de Chile Facultad de Filosofía y Humanidades Departamento de Literatura 2 su existencia artística consistiría en parecer existentes y verdaderos, siendo meros seres de ficción. En el reconocimiento de este "parecer" y de la mencionada "verosimilitud" radicaría la emoción artística del lector o del espectador de esta representación "mimética" de la realidad. Gracias a la ficción literaria, en cada obra se configura un conjunto referencial de seres, acontecimientos, situaciones, espacio, etc., mediante la representación lingüística del texto. Dicho conjunto referencial o referente se estructura de acuerdo con un determinado modelo de mundo posible, concebido por su autor y recreado por el lector de acuerdo con las reglas o instrucciones que lo conforman. Se han distinguido tres tipos fundamentales de «modelo de mundo» en los que pueden comprenderse los posibles conjuntos referenciales de los diferentes textos: el modelo de mundo de lo verdadero, el de lo ficcional verosímil, y el de lo ficcional no verosímil: «Los modelos de mundo de lo verdadero están formados por instrucciones que pertenecen al mundo real efectivo, por lo que los referentes que a partir de ellos se obtienen son reales. Los modelos de mundo de lo ficcional verosímil, por su parte, contienen instrucciones que no pertenecen al mundo real efectivo, pero están construidas de acuerdo con éste; por último, los modelos de mundo de lo ficcional no verosímil los componen instrucciones que no corresponden al mundo real efectivo ni están establecidas de acuerdo con dicho mundo» (Albaladejo, 1986). Históricamente, el concepto de "ficción" desde la cultura grecolatina hasta el siglo XX, ha sido entendido en una concepción realista, en la línea de lo ficcional verosímil, de forma que el valor estético, tanto de los textos narrativos y teatrales, como de las obras pictóricas, radicaría en su capacidad de crear ilusión de realidad y en el hecho de que la representación de la obra poética o de la imagen plástica pudiera considerarse un reflejo de la realidad natural. Sin embargo, en la moderna concepción de la ficcionalidad, teniendo en cuenta los referentes textuales de la literatura fantástica, se engloban en el concepto de ficción literaria tanto las representaciones artísticas verosímiles como las basadas en modelos de mundo de lo ficcional no verosímil, que configuran representaciones ilusorias y de corte irrealista" (Estébanez Calderón, 1996:411-412). Teoría del Discurso Profs.: S. Caruman J. / R. Quiroga M.