La banca en el porfiriato - Instituto Mexicano de Gobernanza

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Vázquez Chávez francisco Ariel
Resumen sobre el periodo del porfiriato y las reformas bancarias
Debido al crecimiento y concesiones de bancos comerciales, se generó una oferta excesiva
de billetes de banco, lo cual propició que el sistema financiero se fuera al caos.
Después de la legislación al código de comercio de 1884, se les prohibió a los bancos
comerciales emitir billetes de banco y sólo se le permitiría al Banco Nacional de Mexicano.
Asimismo se llevaron a cabo reformas que llevarían al desarrollo del sistema financiero,
pero que debido a la crisis internacional en 1907 y posteriormente el inicio de la revolución,
impidieron esos cambios.
Vázquez Chávez francisco Ariel
Control de lectura sobre los cambios institucionales durante el porfiriato
La reglamentación de los bancos comerciales privados se planteo a medida que aumentaba
el número de los que emitían sus propios billetes. Las presiones a favor del control
gubernamental sobre la emisión de billetes de banco se intensificaron en 1884 cuando, en la
crisis financiera, varios bancos se vieron forzados a suspender los pagos.
Como consecuencia, se promulgó una legislación correctiva (el código de comercio de
1884) enderezada a retirar a todos los bancos la facultad de emitir billetes con excepción
del Banco Nacional Mexicano; de hecho, se le confirió a esta institución las atribuciones de
un banco central.
El intento de favorecer al Banco Nacional a expensas del Banco de Londres y México dio
lugar a muchas discusiones, maniobras legales y transacciones políticas, cuyo resultado fue
frustrar el objeto de la legislación original, y la pugna entre la pluralidad de emisión y el
monopolio de esta función bajo el control del Gobierno federal no se resolvería finalmente
a favor del Banco de Londres sino hasta muchos años después.
Como consecuencia, durante la última parte de la década de 1980-1989 y la primera mitad
de la de 1890-1899, el sistema bancario y las diferentes concesiones gubernamentales en
que se basaba se tornaron sumamente confusos, si es que no caóticos. La tendencia a la
declinación del valor oro de la plata contribuyó a intensificar las dificultades monetarias.
Una de las consecuencias de la declinación del valor externo del peso fue que se adoptaron
medidas de protección a las actividades productivas frente a la competencia del exterior. El
oro casi desapareció de la circulación, México siguió siendo un país de patrón bimetálico
hasta 1905. El principal factor que ayudo a sostener el sistema financiero y monetario de
México y a promover el desarrollo de capital extranjero con destino a la construcción de
ferrocarriles, a actividades mineras y a otras empresas relacionadas con el comercio
exterior.
Con el fin de superar estas adversidades, se promulgaron nuevas disposiciones legales a
favor del sistema financiero del país como la Ley General de Instituciones de Crédito de
1897 que impusieron limitaciones, en forma de requisitos de reserva, a la facultad de los
bancos comerciales para emitir billetes; fijaron normas para establecer un sistema de
sucursales bancarias de amplitud nacional y reorganizando completamente el sistema
bancario mediante otras medidas.
Esta ley clasificaba a las instituciones crediticias como bancos de emisión (bancos
comerciales), bancos hipotecarios (instituciones encargadas de del suministro de créditos a
largo plazo) y bancos refaccionarios (instituciones concebidas para hacer frente a las
necesidades crediticias de a mediano plazo de la agricultura, la industria manufacturera y la
Vázquez Chávez francisco Ariel
minería). Esta clasificación tenía la intención de distribuir los recursos crediticios de corto y
mediano plazo entre diversos usuarios.
La ley de 1987 estimuló la expansión de las actividades bancarias, principalmente los
bancos de emisión. Sin embargo los problemas monetarios del país continuaron
agudizándose en la medida en que el valor del peso y la plata continuaban reduciéndose
frente al precio del oro y monedas del patrón oro. Aumentó la carga de la deuda exterior
emitida en oro; debido a que las transacciones comerciales externas de México se
realizaban en buena medida con países son patrón oro, se redujo la capacidad de
importación del país y se disminuyeron los ingresos fiscales por concepto de aranceles.
En respuesta a estas circunstancias se dictaron nuevas reformas legales en las que se
suspendía la libre acuñación de pesos en plata se cambiaba el sistema monetario a una base
de oro, sin abandonar por completo el carácter bimetálico del sistema anterior.
A pesar de las reformas monetarias y bancarias de 1897 y 1905, se produjo otra severa
crisis financiera en 1907. Las dificultades se relacionaban con la declinación de los precios
de los productos mexicanos de exportación como el algodón y el henequén, lo que dio lugar
a numerosas quiebras entre los productores y deudas incobrables a los bancos comerciales.
Los bancos mantenían reservas que no bastaban para hacer frente a esta contingencia y
muchos se quedaron sin recursos líquidos y quebraron. El sistema bancario se vio sujeto a
severas críticas, no solo en razón de que había abusado del privilegio de emitir billetes, sino
también en razón de que había sido incapaz de de satisfacer las necesidades del país en
materia de crédito a mediano y largo plazo. En 1908 se introdujeron algunas medidas y
reformas adicionales en la legislación bancaria y se trazaron planes para crear una
institución oficial que facilitara el flujo del crédito al sector agrícola de la economía. Sin
embargo la revolución interrumpió tales proyectos.
Brothers, D., & Solís, L. (1967). Evolución financiera de México. México: Centro de Estudios
Monetarios Latinoamericanos.
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