101-2012 Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia

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101-2012
Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia: San Salvador, a las once horas con
cincuenta y un minutos del día veinticuatro de agosto de dos mil doce.
A sus antecedentes el oficio número 4433-2 de fecha 5 de julio del presente año y la
provisión de notificación al procesado debidamente diligenciada; remitidos respectivamente por
el Juzgado Especializado de Sentencia de esta ciudad y Juzgado Primero de Paz de San Vicente.
El presente proceso de habeas corpus ha sido promovido a su favor por el señor José
Luis Herrera Quezada, procesado por el delito de homicidio agravado —según refiere—, contra
omisiones del Juzgado Especializado de Sentencia de San Salvador.
Analizada la pretensión y considerando:
I. El peticionario en su escrito inicial, entre otros aspectos, sostuvo: "...Desde que fui
penado, ni resolución de sentencia de mérito (...) no llegan a mis manos, esto impiden a otros
recursos que la ley establece (...) se llama impedir a un imputado a la búsqueda de la justicia,
obstrucción, provocando inseguridad jurídica, retardación de justicia..."(sic).
II. Al ser prevenido por esta sala, el peticionario mediante escrito presentado el día
veintitrés de mayo de dos mil doce, subsanó la prevención en los términos siguientes: "...La
actuación u omisión que atribuyo al Tribunal Especializado 'B' de S.S. es la no entrega de
certificación de sentencia de mérito, lo cual me impidió presentar recurso de casación (...) ¿Cómo
generan una vulneración constitucional? (...) El hecho de haberse agotado los diez días para
presentar la casación, es un impedir para mi bien jurídico y hay una incidencia en cuanto a mi
libertad personal, porque la Sala de lo Penal bien pudo anular parcial o total la sentencia, a mi
favor..."(sic).
III. Conforme a la Ley de Procedimientos Constitucionales se nombró juez ejecutor al
licenciado Darío Raúl Flores Flores quien en su informe rendido a esta sala señaló que la
audiencia para la lectura de la sentencia respectiva se llevó a cabo el día 28/9/2010 y en dicha
acta no se hizo constar la presencia del imputado, sin embargo sí se indicó que pese haber
convocado en legal forma a la defensora pública esta no se hizo presente a la misma.
Asimismo, refirió: "actualmente en el expediente no consta esquela de notificación alguna
ya sea al imputado (...) o a su defensora pública (...) de la sentencia condenatoria ni documentos
que muestren o pretendan [su] notificación..."(sic).
Respecto a la situación actual del favorecido, informó que este se encuentra recluido en
el Centro Penal de San Vicente, y que su proceso ha sido remitido a la Sala de lo Penal de esta
Corte, en virtud de haberse interpuesto recurso de casación por parte de otros imputados,
encontrándose, a la fecha de rendir su informe, sin resolución en dicha instancia.
En razón de lo anterior, expuso que se mantiene pendiente el acto procesal de
comunicación de la sentencia definitiva, siendo por ello, procedente el auto de exhibición
personal solicitado, al haberse vulnerado derechos constitucionales.
A su informe adjuntó la documentación requerida.
IV.
El Juzgado Especializado de Sentencia de San Salvador en su informe de defensa,
remitido con fecha 10/7/2012, indicó que la audiencia de vista pública en contra del procesado
fue celebrada los días veinte y veintiuno de septiembre del dos mil diez, y en esta se convocó a
las partes para el 28 de ese mismo mes y año a la lectura de la sentencia.
Agregó, que en la mencionada audiencia de lectura no estuvieron presentes el favorecido
en este proceso ni tampoco su defensora pública, a pesar que esta última fue convocada
legalmente. En cuanto al primero, indicó, que no fue traslado a esa sede judicial; sin referir el
envió al procesado de una copia de la mencionada sentencia.
No obstante ello, la citada autoridad demandada sostuvo que no se había vulnerado
ningún derecho al encartado pues todas las partes quedaron convocados a la audiencia de lectura
de la sentencia, y la defensa técnica del procesado no asistió; en cuanto ello expuso lo dispuesto
en el artículo 358 del cual citó: "la sentencia quedará notificada con la lectura integral y las partes
recibirían copia de ella."
Con relación a la situación jurídica del favorecido señaló, que se había interpuesto recurso
de casación por parte de otros imputados, por lo que dicho proceso fue remitido a la Sala de lo
Penal de esta Corte para dirimir el apuntado medio impugnativo, sin que hasta esa fecha —la de
rendir su informe— hubieren recibido la resolución del mismo.
V. Debe acotarse, de manera liminar, que a partir del día 1 de enero del 2011 entró en
vigencia el Código Procesal Penal aprobado por Decreto Legislativo No. 733, de fecha 22 de
octubre de 2008, el cual de acuerdo con su artículo 505 inciso 1° derogó el Código Procesal Penal
aprobado en 1996.
En ese sentido, debe señalarse que el inciso 3° de la mencionada disposición establece
que "Los procesos iniciados desde el veinte de abril de mil novecientos noventa y ocho, con base
a la legislación procesal que se deroga, continuarán tramitándose hasta su finalización conforme a
la misma". De manera que, esta Sala para los efectos de determinar si ha existido vulneración
constitucional a los derechos del solicitante con incidencia en el de libertad física, se servirá de la
referida normativa derogada —entre otras—, en atención a que el proceso penal en el cual se
alega ocurrieron tales transgresiones, inició antes de la entrada en vigencia de la actual normativa
procesal penal.
VI. Determinado lo que precede, es necesario expresar los fundamentos jurisprudenciales
base de esta resolución, relacionados con los actos procesales de comunicación, dado que la queja
del pretensor está referida a que se le ha impedido ejercer su derecho a recurrir de la sentencia
condenatoria dictada en su contra, en razón de no habérsele notificado aquella.
La notificación como acto de comunicación condiciona la eficacia del proceso, pues
asegura un conocimiento real y exacto del acto o resolución que la motiva, permitiendo que el
notificado pueda disponer lo conveniente para la defensa de sus derechos o intereses. Por tanto, la
falta de un acto de comunicación o su realización deficiente —impidiendo su finalidad orientada
a trasladar al conocimiento del destinatario lo decidido por la autoridad judicial-, incide
negativamente en los derechos de defensa y audiencia de aquel.
El Código Procesal Penal derogado desarrollaba, en el capítulo IV del título IV del libro
primero, lo relativo a los actos de comunicación. Dentro de dichas disposiciones, el artículo 143
dispone, entre otras cuestiones, que las resoluciones deberán notificarse a quienes corresponda,
en un plazo de 24 horas después de haber sido dictadas.
Por su parte, el artículo 146 establece que "Si las partes tienen defensor o mandatario, las
notificaciones serán hechas solamente a éstos, salvo que la ley o la naturaleza del acto exijan que
también ellas sean notificadas personalmente".
Además, el inciso final del artículo 359 señala que en caso de que la sentencia no pueda
ser redactada y leída inmediatamente después de la deliberación, ello se hará dentro de los 5 días
siguientes al pronunciamiento de la parte resolutiva, agregando que esta quedará notificada con la
lectura integral y las partes recibirán copia de ella.
Según la regla general y con relación al imputado, las resoluciones serán notificadas
únicamente a su defensor, con el objeto de asegurar que quien desarrolla un rol de asesoramiento
técnico y de defensa de los derechos del procesado tenga conocimiento de las decisiones
judiciales y pueda ejercer el control de estas mediante cualquiera de los medios de impugnación
que señala la normativa procesal penal. La regla apuntada tiene dos excepciones reguladas por el
mismo legislador en el último de los artículos comentados, entonces el imputado deberá ser
notificado personalmente cuando: esté establecido así en la ley (a) o, sea una exigencia de la
naturaleza del acto realizado o que se va a realizar (b).
Respecto al segundo de los casos de excepción planteados, se ha sostenido la necesidad de
notificar directamente al imputado cuando la decisión del juez o tribunal constituya una privación
directa y gravosa a un derecho fundamental, como en el caso de la sentencia condenatoria, con el
objeto de posibilitar el conocimiento y la impugnación de tal decisión —v. gr. resolución de HC
48-2010 de fecha 25/8/2010-.
Por otro lado, se ha reiterado que la competencia de este tribunal para conocer de casos
como el presente, viene dada por el derecho fundamental involucrado de manera inmediata ante
la alegada falta de notificación de la sentencia definitiva condenatoria y la consecuente
imposibilidad de optar por impugnarla mediante los recursos pertinentes, en tanto que uno de los
efectos que pueden generarse al decidirse la casación es, precisamente, la puesta en libertad del
procesado; por lo que el reconocimiento de vulneración constitucional, no implicaría como
efecto, la restitución del derecho de libertad personal del favorecido, pues este tipo de
pronunciamiento lo que posibilita es que la autoridad judicial correspondiente notifique la
sentencia para que dicha actividad habilite el planteamiento de los recursos que establece el
Código Procesal Penal, con la viabilidad de lograr, según llegase a decidirse en sede penal, la
puesta en libertad de la persona; es decir, que la abstención del acto de notificación supone una
afectación constitucional que al acontecer, tiene como efecto ordenar a la autoridad demandada
verifique la diligencia que permita ejercer el derecho a recurrir –v. gr. resolución de HC 14-2009
de fecha 26/11/2010-.
En el caso concreto esta sala advierte –a partir de la documentación que se encuentra
agregada al proceso de hábeas corpus- que el Juzgado Especializado de Sentencia de San
Salvador, en audiencia de vista pública emitió un fallo condenatorio en contra del señor Herrera
Quezada por la comisión del delito de homicidio agravado y señaló fecha para la audiencia de
lectura íntegra de la sentencia el día 28/9/2010; fecha en la cual, según consta en la respectiva
acta, se llevó a cabo la misma sin la presencia de la defensora pública del encartado, pese a su
legal citación; ni la del procesado de quien no se dispuso en dicho documento las razones de su
incomparecencia. No obstante ello, la autoridad demandada en su informe de defensa indicó que
el encartado no fue trasladado a la sede judicial; sin constar en el proceso que debido a tal
ausencia se haya remitido copia de la sentencia correspondiente a este último en el centro penal
en el cual se encuentra recluido.
De tal forma, que en el presente caso, es evidente que al imputado no se le notificó
directamente la sentencia condenatoria emitida en su contra por parte de la autoridad demandada,
en contravención a la obligación que se deriva de la interpretación que debe hacerse a la luz de la
Constitución de las disposiciones legales aludidas en el considerando precedente, con lo cual se
ha impedido el uso de los recursos legalmente dispuestos para oponerse a dicha decisión.
Y es que, tampoco consta entre los pasajes del proceso que se hayan hecho las gestiones
pertinentes para hacer comparecer al favorecido a la sede judicial a la audiencia de lectura de la
sentencia, —pues únicamente se encuentran agregados los oficios mediante los cuales se solicitó
a la Sección de Traslado de Reos de esta Corte el traslado para la audiencia de vista pública— y
con relación a tal circunstancia tampoco la autoridad demandada en su informe rendido a esta
sala, señaló que tal diligencia fue requerida a esa institución; desconociendo con dicho proceder
la obligación del tribunal sentenciador de comunicar de manera directa a la persona sobre la que
recae la decisión adoptada los fundamentos que soportan la misma, a efecto que este pueda
verificar su contenido y propiciar, de estimarlo, el uso de los medios impugnativos susceptibles
de interponerse sobre tal decisión.
En ese sentido, ha existido una vulneración al derecho de recurrir del favorecido al
haberse omitido la notificación a este de la sentencia condenatoria dictada en su contra, lo que
incide en su derecho de libertad física en tanto, como se ha dicho, uno de los efectos que pueden
generarse al impugnar una sentencia es, precisamente, la puesta en libertad del procesado (v.gr.
sentencia HC 351-2011, de fecha 15/2/2012).
VII. En relación con los efectos materiales de esta sentencia es de acotar, que tomando en
cuenta la naturaleza del reclamo planteado en el presente proceso y la consecuente vulneración
constitucional reconocida por este tribunal, la restitución del derecho de libertad personal del
favorecido no puede constituir el efecto de lo decidido, como se indicó en párrafos precedentes,
sino ordenar a la autoridad demandada verifique la diligencia que permita ejercer el derecho a
recurrir, en este caso, la notificación de la sentencia condenatoria. En igual sentido se pronunció
esta sala en la resolución dictada en el proceso de hábeas corpus número 152-2010 del 11/2/2011.
Asimismo, se advierte que existe una orden de restricción –de detención provisional que
se determinó continuara al momento de dictarse el fallo condenatorio-, la cual ha sido emitida
con anterioridad al acto violatorio de los derechos constitucionales del favorecido que hoy se
estima y que, según los datos que se extraen de la documentación agregada a estas diligencias,
sigue vigente pues se ha recurrido —por otros procesados— en casación la aludida sentencia sin
constar que dicho recurso haya sido dirimido, como así lo afirmó en su informe la autoridad
demandada; siendo que tal restricción, no ha estado sujeta a análisis en este proceso
constitucional, no puede verse afectada con las vulneración constitucional aquí reconocida.
Con base en los argumentos expuestos y de conformidad con los artículos 2, 11 y 12 de la
Constitución, esta Sala RESUELVE:
1. Declarase ha lugar el hábeas corpus iniciado a su favor por el señor José Luis Herrera
Quezada, por haberse vulnerado sus derechos de defensa, libertad física y a recurrir por parte del
Juzgado Especializado de Sentencia de San Salvador.
2.
Continué el favorecido en la situación jurídica en que se encuentre, con fundamento
en lo expuesto en el considerando VII de esta decisión; en vista que la falta de notificación de la
sentencia condenatoria dictada en su contra no conlleva la puesta en libertad.
3. Ordénase al Juez Especializado de Sentencia de San Salvador proceda, de manera
inmediata, a comunicar al señor Herrera Quezada, la decisión judicial en la que fue condenado
por el delito de homicidio agravado, a efecto de posibilitarle hacer uso de los recursos legalmente
dispuestos contra ese tipo de decisiones.
4. Notifíquese, según lo determinado por esta sala en la resolución emitida en este
proceso con fecha quince de junio de dos mil doce.
5. Archívese.
E.
S.
BLANCO
R.------------F.
MELENDEZ.----------J.
B.
JAIME.---------------E.
R.
GONZALEZ.-----------PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO
SUSCRIBEN.---------------E. SOCORRO C.----------RUBRICADAS.
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