Cómo son transportadas las grandes cargas

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Cómo son transportadas
las grandes cargas
TRASLADAR
GIGANTESCAS
maquinarias, enormes piezas de aviones e incluso transbordadores
espaciales exige vehículos capaces de soportar toneladas con un mínimo de riesgo. No es una
tarea fácil, ya que se requieren cálculos exactos, vías de acceso adecuadas y mucha paciencia.
Por Juan Manuel Daganzo
Cuando el hombre ideó las
primeras
carretas
para
el
transporte de carga o de
personas, no podía imaginar que
en el siglo XXI sería posible llevar
de un lugar a otro casas,
aviones,
transbordadores
espaciales, barcos o gigantescas
máquinas. Hoy para trasladar
una carga de 240 toneladas se
requiere un camión especial
dotado con un remolque de 14
ejes –ocho ruedas por eje– que
mide 3.5 metros de ancho y 22
de largo. Así es el vehículo en el
que se mueve Dulcinea, la
tuneladora más grande del
mundo, fabricada para perforar
túneles a gran velocidad que
permitan construir carreteras en
las entrañas de los cerros. Su
maquinaria está conformada
por
piezas
que
una
vez
montadas forman una estructura
de casi cien metros de largo y
quince de alto.
Para
armarla,
la
empresa
alemana Schwanau destinó 29
transportes por tierra desde la
fábrica hasta el puerto fluvial de
Khel, donde las diferentes partes
fueron subidas en tres barcos
que las llevaron al puerto de
Rotterdam, Países Bajos. Desde
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este sitio partieron un buque
hacia Bilbao que contenía la
maquinaria más ligera y otro con
los elementos más pesados
rumbo a Alicante, en España, ya
que para su traslado por
carretera se requería una vía
que tuviera al menos nueve
metros de ancho y permitiera el
paso del rodamiento central de
la tuneladora.
El convoy circuló sólo durante la
noche, a una velocidad máxima
de 15 kilómetros por hora.
Debido a que son necesarios
transportes especiales para el
traslado de estas enormes
máquinas, los costos ascienden
bastante. Por ejemplo, mover de
una ciudad a otra a Dulcinea
cuesta 1.3 millones de dólares.
La razón es que además del
vehículo es necesario el trabajo
minucioso de varios especialistas,
quienes necesitan muchas horas
para el estudio de las vías,
proyectos y en la obtención de
los permisos de traslado.
Europea (ESA), Julio Monreal,
explica que todas las piezas de
la lanzadera llegan desde
diferentes fábricas europeas a la
planta de ensamblaje de Les
Moureaux, en la orilla del Sena, a
40 kilómetros de París, Francia.
Las piezas montadas –de 5.5
metros de largo y hasta 30 de
ancho– viajan en un barco,
dedicado en exclusiva a este
trabajo, hasta el puerto de Le
Havre, en la desembocadura del
Sena.
Allí
se
traspasa
la
mercancía al Colibrí o al Tucán,
dos barcos especiales enviados
desde Kourou, en la Guayana
Francesa.
Son dos navíos diseñados para
moverse en las aguas poco
profundas del río Kourou, por el
que deben subir a su llegada a
la Guayana.
Los componentes del Airbus
A380 también van por vía
marítima desde distintos puntos
de Europa para su ensamblaje
en Touluse, Francia.
A fin de poder trasladarlos desde
España, se construyó el Ville de
Bourdeaux, un barco en el que
fue colocada el ala vertical
trasera de la aeronave con
destino a Burdeos.
También se emplean otras dos
naves francesas de 75 metros de
largo y 13.8 de ancho, que
parten desde el puerto fluvial de
Pauillac, en Burdeos, y tardan
cuatro días en llegar a la ciudad
de Langon. Allí la carga se
coloca en camiones y se lleva
hasta la línea de ensamblaje en
Toulouse. Esta operación se
realiza durante tres jornadas
nocturnas e implica el cierre de
POR MAR Y POR TIERRA
¿Cómo son llevados los autos,
embarques o toneladas de
productos de un continente a
otro? Generalmente por barco.
Este medio de transporte se ha
convertido en el intermediario
fundamental para un mejor
traslado de piezas de grandes
dimensiones. Así es como se
transporta a los cohetes Ariane 5
o al nuevo Airbus A380, el avión
de pasajeros más grande del
mundo, que tiene una longitud
de 73 metros y mide 24 de alto.
Al
respecto
el
jefe
de
operaciones
del
programa
Ariane de la Agencia Espacial
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tramos de carretera de hasta 15
kilómetros.
Pero de todos los medios de
transporte de elevada carga el
más espectacular es sin duda el
avión. Por ejemplo, el Boeing 377
Stratocruiser apodado Super
Guppy es el que utiliza la NASA
para mover sus componentes
más pesados y voluminosos.
Desde los tiempos del programa
Apolo ha conocido diferentes
versiones –la última en 2005– y
fue
fabricado
por
la
desaparecida
AeroSpacelines.
Su fuselaje mide 7.62 metros de
diámetro y 34 de longitud, y su
interior tiene una capacidad útil
de casi 12,000 m². El morro –lo
que sería la ‘nariz’– puede
abrirse hasta 110 grados para
facilitar el acceso y salida de la
carga. Pero el Super Guppy
alcanzó su límite, por lo que en
1991 se desarrolló el A300-600 ST
Super
Transporter,
apodado
Beluga,
que
supera
su
capacidad en un 30%.
Airbus utiliza este avión más de
40 veces a la semana entre las
fábricas que tiene por toda
Europa
y
las
líneas
de
ensamblaje
en
Toulouse
y
Hamburgo.
También se emplea para ayuda
humanitaria; por ejemplo, en
2005 transportó 30 toneladas de
alimentos y medicinas a los
afectados por el huracán Katrina
en Nueva Orleans, Estados
Unidos. En su bodega también
han viajado satélites, que miden
casi cuatro metros de ancho y
pesan entre tres y cuatro
toneladas. Se colocan en un
contenedor especial presurizado
ya que las bodegas de estos
superaparatos no son como las
cabinas de pasajeros de los
aviones comerciales y suelen
perder presión, y van siempre
acompañados por dos o tres
ingenieros que controlan las
constantes vitales de estos
artefactos
espaciales.
Normalmente se emplean los
Beluga,
aunque
también
echamos mano de los Antonov o
de los estadounidenses Jumbo
747 Cargo o los Super Guppy. El
Antonov 225 es, hasta el
momento, el avión más grande
del mundo: mide 11 metros más
que el A380, tiene un tren de
aterrizaje compuesto por 32
ruedas y puede transportar hasta
250 toneladas. Fue construido en
1988 por el programa espacial
ruso con el propósito de
trasladar al transbordador Buran,
pero actualmente sólo hay uno
operativo en todo el mundo.
COLOSOS DEL AIRE
Esta gigantesca aeronave, de
las que sólo hay cinco en
servicio, tiene un compartimiento
de 1,400 m³ y es capaz de
transportar
cargas
de
47
toneladas. Hasta la llegada del
A380, la espina dorsal del
transporte de los componentes
de Airbus era este avión; pero
como el A380 es más grande y
avanzado, ha habido que
buscar otras funciones al Beluga.
Ahora se le usa para transportar
todas las piezas del A380, con
excepción
del
estabilizador
horizontal y la zona del vientre
donde se encastran las alas.
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CARGAS ESPECIALES
Además de usar este superavión,
los traslados de las enormes
piezas de la Estación Espacial
Internacional (ISS por sus siglas en
inglés) se realizan con un Jumbo
747 Cargo, que también se
emplea, por ejemplo, para
enviar los coches de Fórmula 1 a
los circuitos de América o de
Asia. La NASA también cuenta
con otros 747 modificados, los
Shuttle Carrier Aircraft, para
trasladar a los transbordadores
desde el lugar de aterrizaje hasta
Cabo Cañaveral. Si transportar
una pieza de un satélite o de un
avión es muy delicado, no lo es
menos trasladar un cuadro del
siglo XVI, una escultura romana o
una momia de la dinastía de
Tutankamón. Además de las
medidas
de
seguridad,
es
necesario contar con embalajes
especiales aislantes con control
de temperatura y humedad,
sistemas
de
suspensión
y
camiones
equipados
con
equipos de aire acondicionado,
alarmas
y
GPS.
La
minuciosidad
de
estas
operaciones empieza en los
pasos previos al viaje: antes y
después
del
traslado
se
escanean zonas determinadas
del cuadro y después las
imágenes se superponen para
detectar si el lienzo ha sufrido
alguna variación. Así, si la obra
se mueve varias veces es posible
valorar cómo le afectan los
traslados.
El blindaje de seguridad es una
obsesión en los supertraslados,
especialmente en los peligrosos,
sin importar el medio de que se
trate, como son los movimientos
de crudo que se llevan a cabo
en petroleros de doble casco, o
los residuos nucleares, que
requieren embalajes con una
resistencia proporcional a la
radiactividad que contienen. La
seguridad se refuerza con el
diseño
de
vehículos
acondicionados de diferentes
tamaños
y
con
blindajes
adicionales.
Los transportes especiales tienen
algún tipo de complicación, y
todos forman una compleja
cadena
que
empieza
en
grandes barcos que transportan
piezas de aviones, los cuales,
una vez montados, ayudan a
trasladar enormes maquinarias,
equipamiento militar y camiones
que, a su vez, llevan de un sitio a
otro enormes tuneladoras o
delicadas obras de arte. Con
suficiente talento y medios, todo
se transporta.
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