DOSSIER DE PRENSA «Afganistán» Del 30 de junio al 1 de diciembre «Llegó el día. En el suelo, el hierro se derretía. Los efluvios de la tierra no habían irrumpido aún en las fangonosas calles de Kabul. Caminábamos sin rumbo, de una ruina a otra, de una calle a otra, de un barrio a otro. — ¿Por dónde he de comenzar con las tomas fotográficas? — Por la mirada.» ATIQ RAHIMI El Centro Casa Asia-Madrid acoge una muestra fotográfica y documental sobre el Afganistán contemporáneo La exposición presenta el trabajo de tres fotógrafos y dos periodistas que exploran un país sumido en un conflicto de incierta solución desde hace más de 30 años Barcelona, 30 de junio de 2011. «Quiero ver de nuevo esos lugares de la ciudad de los que aún llevo la huella en mi recuerdo y la herida en mi existencia». Son palabras del gran novelista afgano Atiq Rahimi en El regreso imaginario y que, según la comisaria Menene Gras Balaguer, podrían servir de introducción a «Afganistán», la muestra que inaugura el Centro Casa Asia-Madrid el 30 de junio. Se trata de un documento sobre el momento presente del país con firma de tres fotógrafos y dos periodistas procedente de la sede de la institución en Barcelona, donde ha sido acogida con gran éxito y se ha convertido en una de las muestras más visitadas de la institución. El proyecto expositivo explora Afganistán a través de la fotografía (a cargo de Guillermo Cervera, François Fleury y Rubén Guillem), por un lado, y el relato periodístico (Plàcid Garcia-Planas y Guillaume Fourmont-Dainville) y el relato literario (Atiq Rahimi), por el otro. También incluye una cuarentena de retratos anónimos de afganos hechos en estudios de Kabul y coloreados manualmente, que se podrán ver por primera vez en Madrid y un vídeo monocanal de Guillermo Cervera. El recorrido empieza con fragmentos de El regreso imaginario de Atiq Rahimi, una novela sobre la diáspora del exilio afgano y el sueño del retorno a los orígenes. Las primeras imágenes las pone el fotógrafo François Fleury, 11 fotografías en gran formato y en blanco y negro seguidas de los relatos del periodista Guillaume Fourmont-Dainville, que se recogen bajo el título Los afganos. Junto a los textos, se exhiben los 43 retratos anónimos de afganos coloreados a mano, obtenidos en Afganistán por Fleury, FourmontDainville y el coleccionista Cyrille Moleux, y que son muestra del patrimonio fotográfico del país. A continuación se incorpora Rubén Guillem, con una serie de 13 fotografías en blanco y negro realizada en Afganistán durante el rodaje del documental Los ojos de Ariana, de Ricardo Macián. El itinerario se cierra con las fotografías y el vídeo monocanal de Guillermo Cervera, que ha conseguido cristalizar instantes de la vida cotidiana de la guerra. Son 20 imágenes en color de mediano y gran formato (8 y 12, respectivamente), junto al vídeo y tres relatos del periodista Plàcid Garcia-Planas que en su momento fueron crónicas acompañadas de las fotografías de Cervera. Llevan por título Historia del hombre que quiso modernizar a los afganos, ¿Por qué llevas burka? y En el valle talibán de Arghandab. 2 Imágenes, palabras El viaje de regreso a los orígenes en busca de la identidad perdida que Rahimi «ficcionaliza» en El regreso imaginario, explica la comisaria, es el pretexto que inspira esta exposición, «donde imagen y texto se articulan con el fin de explorar narrativas opcionales para documentar un presente histórico confuso, donde tradición y modernidad están en conflicto permanente sin aparente solución de continuidad». Los autores de las imágenes han realizado reiteradas estancias en Kabul, Kandahar, Mazār-e Šarīf, Herāt, Jalalabad y Kunduz, entre otras ciudades, «en busca del instante irrepetible que han capturado hasta convertirlo en historia», en palabras de Gras. Estas fotografías, junto a los textos de los periodistas —ambos destinados en Afganistán— aportan un valor a la muestra no sólo artístico y narrativo, sino también testimonial. Para la comisaria, «imágenes y textos crean una doble realidad que se superpone a aquella realidad que se mantiene alejada de nuestras vidas y que sólo nos aproximan los medios de comunicación». Esta realidad, que fabrican las fotografías y los relatos que a su vez crean los contenidos, se nos hace accesible gracias a la mirada de los artistas y a la escritura de aquellos que han querido transmitir lo visto con palabras. El circuito expositivo La muestra se divide en tres salas. El visitante se topa al inicio del recorrido expositivo con los fragmentos de El retorno imaginario del Premio Nobel de Literatura Atiq Rahimi. Parece que sus palabras inspiren las fotografías en blanco y negro de François Fleury, que ha viajado por Afganistán explorando el país seducido por sus paisajes, aldeas y ciudades, al igual que por sus habitantes. Las imágenes hablan por sí solas, congelan momentos cotidianos aportando a un desolado paisaje una extraña poesía o a un rostro la expresión del alma. También son literatura. A continuación Guillaume Fourmont-Dainville le cuenta al visitante seis historias bajo el título común Los afganos, tras una introducción general presentando el país. Si vuelve la mirada se encontrará con los 43 retratos anónimos, extraídos de una colección que supera el centenar, realizados con las viejas cámaras fotográficas con las que los afganos se retrataban en los estudios de fotografía o con los fotógrafos ambulantes. Los hombres aparecen ataviados con sus turbantes, flores, armas y radios u otros artilugios, que demuestran la importancia de los accesorios para el decorado. Estas imágenes están coloreadas a mano según la tradición del país. La sala se completa con las 13 fotografías del «Afganistán posible» de Rubén Guillem. En último término, la muestra toma color con las fotografías de Guillermo Cervera, que identifican rostros y paisajes de la geografía del país, un diaporama en pantalla con más imágenes y una videoinstalación titulada Afganistán, también realizados por él, donde se recogen imágenes en movimiento que interpretan el flujo de la vida cotidiana en Afganistán. Las imágenes resumen una experiencia de viajes para cubrir la noticia, que por otra parte describe el periodista Plàcid Garcia-Planas en los textos, tres relatos que se reproducen en soporte pantalla para que la lectura sea accesible para todos los públicos simultáneamente, imitando el ritmo de un texto convertido en imagen sobre la que el ojo se desliza. 3 Fleury/Fourmont-Dainville, la poesía del momento La larga estancia en Afganistán del fotógrafo François Fleury le permitió ver y volver a ver muchas veces lo que después se convirtió en estas imágenes poéticas de los lugares, donde el tiempo parece haber desaparecido. «Lugares eternos, donde nada parece haber cambiado ni parece poder cambiar, cuyas imágenes logran comunicar la densidad de la experiencia visual y vital de su autor. Es como si éste hubiera pasado días y años observando lo que después es absorbido por la imagen fotográfica en toda su dimensión», dice Menene Gras sobre ellas. Fleury llegó a Kabul en 2003 para trabajar como director de arte en la ONG Aïna. Durante su estancia, fotografió sin cesar los rincones de Kabul, Kandahar, Panshir, sorprendido por esta «cultura compleja y fuerte, a veces paradójica…». Para él, «los paisajes son dramáticos; la gente, bella y fiera; la historia, fascinante». Los textos de Guillaume Fourmont-Dainville también dan como resultado «un ensamblaje de fragmentos que se asemejan a fotografías nunca hechas, a las que éstos parecen referirse describiendo situaciones que la mirada del extraño captura casualmente apostado en una esquina o transitando por alguna calle de la ciudad», comenta la comisaria. La modernización del país, la situación de la mujer o de los niños huérfanos, la relación con un pasado soviético o la luz (esa luz sin igual) de Afganistán están en la base de los relatos. Porque, ya lo dice Fleury: «Afganistán se queda bajo tu piel para siempre». Los retratos de los ‘akasse-fawri-zarouri’, el legado fotográfico de Afganistán Afganistán es un país de tradición fotográfica. En las calles de Kabul, los fotógrafos están en cada esquina, con sus viejas cámaras de placas que los afganos llaman akasse-fawrizarouri (literalmente, fotógrafo inmediato-urgente). Guillaume Fourmont-Dainville, François Fleury y Cyrille Moleux se conocieron en 2003 en Afganistán, y allí recolectaron alrededor del país 300 negativos y una treintena de fotografías en blanco y negro pintadas con colores por fotógrafos afganos. De ahí las 43 fotografías procedentes de Kabul, Kandahar y Yalabad que ahora se muestran en segunda sala de la exposición, que responden a una voluntad de rescatar este patrimonio artístico fotográfico, un «tesoro fotográfico» que nunca ha sido mostrado al público y del que se desprende todo un imaginario social. Tal y como explican los coleccionistas, desde antes de la invasión soviética (1979-1989) hasta la caída del régimen talibán en 2001, los fotógrafos afganos han desarrollado una cultura muy personal de su profesión a través del retrato. Hoy conocemos gracias a estos retratos a muyahidines en la época de la invasión soviética en los ochenta, a guerrilleros talibanes de los años noventa y a ciudadanos sin nombre de cualquier tiempo, a vecinos del barrio, incluso a algún familiar del fotógrafo. Cuando los talibanes llegaron al poder en 1994 prohibieron la fotografía, pero, a pesar del fanatismo, la práctica del retrato sobrevivió. «El retrato fotográfico pasa a ser en tiempos de guerra un testimonio imprescindible, no sólo para la posteridad sino también para conservar una identidad amenazada y en constante peligro de extinción», ratifica la comisaria de la muestra. 4 Un Afganistán posible, Rubén Guillem El reportaje fotográfico del que se extraen las 13 fotografías para esta exposición se realizó durante las cinco semanas que estuvo Rubén Guillem en Afganistán como productor del rodaje del documental Los ojos de Ariana. Guillem ha querido retratar una «normalidad que nunca vemos en los informativos», el día a día de la gente común que vive en esa situación: «Gente que se dedica al cine, a la poesía, al teatro, a cocinar en los mercados, a hacer el pan cada día, a cuidar sus caballos, en fin, a cosas normales. Gente que quiere otro país, en paz, sin injerencias, viable; un Afganistán posible», concluye. Cuando se hicieron estas fotos, en febrero de 2006, en Kabul se respiraba una calma tensa, pero Guillem tuvo la oportunidad de ser testigo de cómo el pueblo afgano estaba retomando las riendas de su país: «Afganistán es un país que te cautiva. Antes de ir ya era para mí un nombre mítico, un lugar peligroso, indomable, lleno de guerreros malcarados y duros que nunca han permitido que se les imponga nada». Una vez allí, su opinión cambió radicalmente: «Es un territorio inhóspito en su mayor parte, castigado por años de conflicto bélico, arrasado, y, sin embargo, los afganos viven, y lo hacen con alegría, con una hospitalidad única en el mundo, con la esperanza de un tiempo mejor que no conocen todavía. Estos últimos años de relativa calma han sido una novedad para la gran mayoría, para todos los que nacieron después de 1979», cuenta. Cervera/Garcia-Planas, el aprendizaje «Cuando enfoco Afganistán con mi cámara no enfoco una guerra. Enfoco Afganistán. Hay una guerra, claro, pero mi atracción va mucho más allá porque Afganistán va mucho más allá de la guerra. Me interesa más, infinitamente más, la mirada de los afganos que la compasión de los occidentales, el girar de unos caballitos para niños que las ruedas de un tanque. Me interesa más el viento que el burka, el sexo que las plegarias. Todo, también Afganistán, es más sencillo de lo que parece», confiesa Cervera. Con sus fotografías se topa el visitante al finalizar la visita. Son imágenes que vienen acompañadas de tres textos de Garcia-Planas, los relatos Historia del hombre que quiso modernizar a los afganos, ¿Por qué llevas burka? y En el Valle Talibán de Arghandab. «Toda descripción tiene un punto de espejo: lo que relatas, con mayor o menor intensidad, te devuelve siempre algo de ti mismo. Afganistán es, en este sentido, el espejo más inquietante de mi vida narrativa. Porque es el país más lejano que he descrito —no hablo de lejanía geográfica— y el que más me ha devuelto mi propio reflejo… ¿Por qué, en los campos de opio de Kandahar, me fijo más en la mariposa que bate sus alas que en el helicóptero americano que dispara? ¿Por qué, si la modernidad no define Afganistán, busco el rastro del hombre que fracasó en el intento? ¿Qué sentido tiene preguntar a una afgana por qué lleva burka?... Afganistán, visto de esta manera, no es un país. Es un tremendo aprendizaje», cuenta el periodista. Los tres relatos de Garcia-Planas recrean en la imaginación del visitante una historia cotidiana. «De un valor poético y literario innegable», en palabras de la comisaria, reparan desde una escritura directa tanto en los grandes acontecimientos como en la anécdota o el episodio doméstico y cotidiano. 5 Perfiles GUILLAUME FOURMONT-DAINVILLE es periodista de la sección Internacional en el diario Público. Trabajó en Afganistán en la ONG Aïna, donde conoció a Cyrille Moleux. Esta organización estaba dedicada al desarrollo de los medios de comunicación (televisión, radio, fotografía, etc.) en el país asiático tras la caída del régimen talibán en 2001. Especialista en el mundo árabe-islámico, vivió en varios países de Oriente Medio, como Marruecos y Arabia Saudí, antes de formarse como periodista en El País. Es autor de varias guías de viaje y de dos ensayos en francés: Géopolitique de l’Arabie saoudite. La guerre intérieure (Ellipses, París, 2005) y Madrid. Régénérations (Autrement, París, 2009). También colabora con las revistas Foreign Policy y Moyen-Orient. FRANÇOIS FLEURY Tras estudiar Bellas Artes en París y con una beca en la Scholl of Visual Art de Nueva York, François Fleury trabajó como fotógrafo en el taller de Lesly Hamilton. Fue director artístico de una agencia de comunicación en Afganistán y trabaja en la actualidad en París. Web: www.1000horizons.net. RUBÉN GUILLEM Formado en el Centro de Estudios Cinematográficos de Cataluña (CECC), se especializó en fotografía y en fotoperiodismo (UAB). Ha trabajado en producción en películas como Tren de sombras (1995), de José Luis Guerín, Tic-tac (1996), de Rosa Vergés o, más recientemente, en los largos Vida robada (2005), Mi último verano con Marian (2006), Los ojos de Ariana (2006), rodado íntegramente en Afganistán, y El amanecer de un sueño (2007). Su trabajo y su afición a la fotografía le han llevado a realizar varios viajes a más de 30 países: Argentina, Escocia, Marruecos, Irlanda, Croacia, Nepal, Chile, Cuba, México, Guatemala, Afganistán, Japón y Australia, entre otros. PLÀCID GARCIA-PLANAS es licenciado en Periodismo por la Universidad de Navarra y reportero del diario La Vanguardia de Barcelona desde 1988. En su trayectoria profesional ha cubierto las guerras yugoslavas, las dos guerras del Golfo y los conflictos de Líbano, Israel-Palestina y Afganistán, entre otros. Es autor de La revancha del reportero, libro en el que sigue la huella a siete grandes corresponsales de guerra de La Vanguardia desde 1893, y Jazz en el despacho de Hitler, obra por la que recibió en 2009 el Premio Godó de Periodismo de Guerra y Reporterismo. GUILLERMO CERVERA es un fotógrafo freelance con 16 años de experiencia documentando conflictos armados y temas sociales para la prensa internacional. Su trabajo le llevó a las primeras líneas de batalla de Bosnia en 1993, a los campamentos de rebeldes de Chad, a fotografiar la guerra de guerrillas en Caracas (Venezuela) o al grupo separatista de los Tigres Tamiles durante la guerra civil de en Sri Lanka en 2008, entre otros. En Afganistán, trabajó desde 2008 en la región de Peshwar, y actualmente tiene su base en Kabul, donde se ha envuelto en diversos proyectos de larga duración, como un reportaje sobre la vida diaria de los talibanes o sobre la fuerza económica del mercado de armas occidental. Ha publicado fotografías regularmente en Marie Claire, The Guardian, La Vanguardia, ABC y El Mundo, entre otros, y ha expuesto en galerías de Barcelona y Madrid. Para ver sus trabajos: www.guillermocervera.com. 6 Exposición «Afganistán» Fechas: del 30 de junio al 1 de diciembre Lugar: Centro Casa Asia-Madrid. Carrera de San Jerónimo, 15. Horario: De lunes a viernes de 10.00 h a 20.00 h, sábados de 10.00 a 14.00 h. Domingos, cerrado. Comisaria: Menene Gras Balaguer, directora de Cultura y Exposiciones de Casa Asia Autores: Guillermo Cervera y François Fleury (fotógrafos) y Plàcid Garcia-Planas, Guillaume Fourmont-Dainville (periodistas). Archivo de retratos procedentes de Afganistán de Guillaume Fourmont-Dainville, François Fleury y Cyrille Moleux. Coordinación de la exposición: Gonzalo Monge y Rodrigo Escamilla Fotomontaje y vídeo: Kaori Nishii 7 Afganistán, una breve pincelada de un país que lleva décadas en guerra La República Islámica de Afganistán se sitúa en la parte meridional de Asia Central. Limita al norte con Turkmenistán, Uzbekistán y Tayikistán; al oeste, con Irán; al sur y este, con Pakistán, y con la República Popular China al noroeste. Los grupos étnicos que pueblan el país son: pastones, 38%, tayikos, 25%, hazaras, 22% y uzbecos, 9%. Los idiomas oficiales son el persa afgano o dari, 50%, y el pastún, 35%. Otros idiomas son el uzbeco, turkomeno, baluchi, pashai, nuristaní, Camiri, y así hasta 30 lenguas menores. El bilingüismo es común, pero predomina el dari. La práctica totalidad de la población del país es musulmana, mayoritariamente sunní. El chiísmo queda prácticamente circunscrito a los hazara. El país es una república islámica, y está prohibida y perseguida la difusión de otras religiones. Desde un punto de vista administrativo, Afganistán se divide en 34 provincias. La división regional más extendida, que no es la única existente, divide el país en 4 cuadrantes (norte, sur, este y oeste) a los que se añade un quinto, la región centro o provincia de Kabul, por ser la capital del país. La economía afgana se ha visto afectada por las ocupaciones extranjeras y las guerras civiles siendo el sector servicios, seguido muy de cerca por el primario, que concentra la mayor parte de la población activa. Según la Constitución de 2004, el presidente de la República Islámica de Afganistán es el jefe del Estado y jefe del Gobierno. El Gabinete está formado por los ministros, que son designados por el presidente y sometidos a votación en la Asamblea Nacional. El presidente y los dos vicepresidentes son elegidos mediante votación directa, para un periodo de cinco años. La Asamblea Nacional es bicameral, consta de la Cámara Baja o Wolesi Jirga (Casa del Pueblo), formada por no más de 249 escaños, y elegida directamente para periodos de cinco años, y la Cámara de Notables o Meshrano Jirga (Casa de los Ancianos) formada por 102 escaños, un tercio elegido por los consejos provinciales para un periodo de cuatro años, un tercio elegido por los Consejos Locales para un periodo de tres años, y un tercio son nombrados por el presidente para un periodo de cinco años. La mitad de los nombramientos presidenciales deben ser mujeres. En ocasiones el gobierno puede convocar el Loya Jirga (Gran Consejo) para temas relativos a la independencia, la soberanía nacional, y la integridad territorial. La República Islámica de Afganistán es un país que, a lo largo de su historia, se ha visto afectado por las ocupaciones extranjeras, los conflictos étnicos y las guerras civiles. En 1979 fue invadido por el ejército soviético, a lo que siguió, a principios de los 90, una guerra civil entre las milicias afganas y 5 años de gobierno talibán (1996-2001). Desde que en 2001 los estadounidenses derrocaron a los talibanes y se impuso el gobierno de Hamid Karzai, que más tarde se alzó con la victoria de las primeras elecciones democráticas celebradas en 2004, Afganistán se ha convertido en escenario de la guerra contra el terrorismo. Un país, en definitiva, sumido en un entorno de inseguridad y delincuencia, de tráfico de droga (es el principal productor de opio del mundo) e intereses económicos, ya que Afganistán es territorio estratégico a un paso de las repúblicas de Asia Central, ricas en recursos energéticos. 8 FRANÇOIS FLEURY 2004 in Kabul / Kandahar / Jallalabad Fotos de 130 x 104 cm Kabul (2003) Padre (Kabul, 2003) Kabul (2003) Agricultores (Center Road, 2004) Río (Kabul, 2003) Band-e-Amir (2003) 9 Camino a Kabul (2003) Dragón (Bamyan, 2003) Kabul (2003) Kabul (2004) Constructor de ladrillos (Kandahar, 2004) 10 SELECCIÓN DE RETRATOS ANÓNIMOS COLOREADOS 11 RUBÉN GUILLEM Afganistán, 2006. Fotos de 1’05 x 70 cm Vestigios de la guerra. Carretera de Kabul a Bamiyán (2006) Cualquier sitio es bueno para jugar y lavar la bicicleta (Kabul, 2006) 12 Escuela de niñas (Kabul, 2006) La vida diaria: puesto de pavos y legumbres en el mercado (Kabul, 2006) La vida diaria: mujeres comprando escobas en el mercado (Kabul, 2006) Carnicería de carretera (Charikar, 2006) Buzkashi 2 (Kabul, 2006) Aldea arrasada, aún sin desminar (Bagram, 2006) 13 El vacío de los budas (Bamiyán, 2006) Fotógrafo callejero tomando fotos de carné (Kabul, 2006) La vida es dura: colinas de Kabul (2006) Hombres jugando a voleibol (Bagram, 2006) Restos del avión presidencial del presidente Najibulá (1986-1992), asesinado por los talibanes (Kabul, 2006) 14 GUILLERMO CERVERA Fotos gran formato 140 x 93’16 cm Comerciante limpiando la calle después de un atentado en la zona del palacio Darlamanm (Kabul, 2009) Carreras de motos. Los viernes, los jóvenes se reúnen en la zona de Argandab (Kandahar, 2009) Zabi travestido de Kabul (2009) Disparos de D30 por el ejército afgano en la Zona de Kunar (2009) 15 Mujer enfrente de una mezquita chiíta en Kabul (2009) Niños jugando el la calle (Kabul, 2009) Talibán (Kandahar, 2009) Palacio de Darlaman (Kabul, 2009) Boxeadores en el gimnasio (Kabul, 2009) Mezquita de Kandahar durante la hora del rezo (2009) 16 Jinete al lado del estadio olímpico de Kabul (2009) Soldado en la garita del School Camp Arghandab (Kandahar, 2009) Fotos mediano formato 90 x 59’89 cm Toxicómano fumando heroína (Kabul, 2009) Joven (Kabul, 2009) Soldados afganos antes de salir al frente (2009) Check points del ANP Policia Afgana en la entrada de Kandahar (2009) 17 Mujeres en una cola de comida a las afueras de Kandahar (2009) Mercado en la calle (Kabul, 2009) Soldado descansando después de patrullar, en Arghandab (Kandahar, 2009) Niños pidiendo limosna en Kabul (2009) 18