El Polo puede recuperar iniciativa y respaldo en la nueva coyuntura

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El Polo puede recuperar iniciativa y respaldo en
la nueva coyuntura
Álvaro Villarraga Sarmiento
Presidente de la Fundación Cultura Democrática
Las consultas recientemente realizadas por varios partidos políticos dejan al
descubierto cambios y nuevas situaciones en la situación política. Si bien las
fuerzas de la oposición no son aún mayoritarias y en particular el liberalismo ve
sensiblemente reducido su respaldo, cobra particular vigencia y fuerza la
búsqueda de una amplia coalición democrática frente al proyecto autoritario y
reeleccionista de Uribe. Aunque no midió fuerzas en la ocasión hay innegables
síntomas de que el Gobierno, aunque mantenga aún un apoyo mayoritario según
las encuestas acusa síntomas de desgaste, crisis, ilegitimidad y creciente
aislamiento internacional, además de la precariedad política y decadencia moral
que afecta su coalición. En contraste, lo sucedido con el PDA le posibilita un giro
político hacia una postura más abierta, amplia y unitaria que le permitiría retomar
iniciativa y respaldo político.
El Partido Liberal no puede recuperar las mayorías que en la historia reciente lo
acompañaron en la medida en que franjas muy importantes en términos de poder
económico y electoral así como de clara estirpe de la forma de hacer política
tradicional, es decir de marcado clientelismo y sistemática corrupción, hacen parte
estructural del proyecto de derecha que acompaña a Uribe. Sin divergencias de
fondo en tal sentido, Cambio Radical de Vargas Lleras busca una disputa de
liderazgo político, pero se niega a establecer entendimiento con una posible
coalición de centro izquierda y señala por tanto de manera sectaria al PDA,
mientras no descarta atraer a su postura al liberalismo. Sin embargo, los sectores
más proclives hacia el centro y la socialdemocracia de este partido pueden
reafirmar un rol renovador y de defensa de la democracia en tal coalición.
El PDA experimenta ahora una nueva situación, de forma que la ciudadanía que lo
acompañó en las elecciones de la consulta le marcó un derrotero de giro hacia
una postura de búsqueda de la unidad desde la izquierda hacia el centro político,
lo que le puede significar la retoma de una dinámica de crecimiento e iniciativa
política. La campaña de Gustavo Petro que se impuso como triunfadora a su seno
advirtió del peligro de que se consolide una forma de dictadura política desde el
Gobierno y llama a un gran frente democrático, con base en la defensa de la
Constitución Política de 1991. Ahora el Polo tendrá que definir su programa de
Gobierno y su estrategia electoral y el asunto de las coaliciones, de forma que
salga del esquema rígido que lo atrapa y asuma las propuestas audaces que Petro
empezó a proponer en torno a temas como la pobreza, la violencia y el
narcotráfico.
Por supuesto que existe un intenso debate al seno del PDA y la tensión que
muchos señalan entre las mayorías de la estructura orgánica y las mayorías del
respaldo ciudadano patentado. Así mismo como lo hemos discutido desde el II
Congreso sus conclusiones fueron ambiguas al aprobar simultáneamente y con
respaldo de todos sus dirigentes tanto el mantener el candidato propio del Polo en
la primera vuelta como el conformar de inmediato una coalición programática
frente al uribismo y su intento reeleccionista. Pensar en la división del Polo es
pensar en que marche por la vía del absurdo político en las actuales
circunstancias, pues siendo asunto difícil el reencuentro en una nueva relación
política y de fuerzas internas, se necesita capacidad política, flexibilidad, grandeza
y pretensión política de mediano plazo para entender las posibilidades a forjar.
La candidatura propia es una herramienta política importante a proyectar con
decisión de ganar posicionamiento y tener vocación de poder, sin complejo de
minoría y superando los factores de debilidad política, en lo cual la coyuntura ya
enseña el camino a proseguir. La Dirección Nacional, el Ejecutivo y el candidato a
la vez tendrán que ser los principales animadores para que se consolidar la gran
coalición históricamente necesaria y, en correspondencia con la evolución de las
situaciones, tome las medidas y decisiones pertinentes. En el ambiente político
interno suman positivamente la actitud dispuesta al entendimiento de Petro y los
sectores ganadores de la consulta y las declaraciones positivas de la gran mayoría
del sector perdedor, con declaraciones públicas positivas hechas como la del
último editorial de periódico Voz y por parte de varios dirigentes del MOIR. En
contraste, el respetable Carlos Gaviria con el lamentable poco tacto político que en
ocasiones lo acompaña, públicamente le negó el respaldo al candidato oficial del
Polo, hecho que de alguna forma tuvo que ser rectificado.
Queda, entre otros varios factores de la coyuntura, el acumulado político que
desde una postura de centro democrático representa el agrupamiento de varios
líderes carismáticos que optan por el ingreso al Partido Verde Opción Centro,
quienes a la par del acumulado político y electoral más dinámico que parece
configurar Sergio Fajardo desde una postura política cercana, pueden
desempeñar un papel importante en el esfuerzo de coalición democrática
propuesto. Pero en todo caso, en materia de acuerdos y alianzas no todo está
escrito, son complejos los entendimientos y se requieren voluntades mutuas entre
los partidos; sectores involucrados que hay que tejer en medio de resistencias y
notorias dificultades. No obstante, la sensatez indica que hay que pensar y actuar
con grandeza, pues sin tal aproximación, puede consolidarse con efectos
estratégicos un nefasto proceso de involución política, autoritarismo, elitismo,
intolerancia, pervivencia de los factores de violencia, conflicto, connivencia con el
delito y el crimen en Colombia.
Bogotá, D. C. Octubre 2 de 2009.
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