Tiempos de Avivamiento. Deshaciendo las obras de

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TIEMPOS DE AVIVAMIENTO
“Deshaciendo las obras de las tinieblas”
Colosenses 2: 13 “Y a vosotros, estando muertos en pecados y
en la incircuncisión de vuestra carne, os dio vida juntamente con
él, perdonándoos todos los pecados, 14 anulando el acta de los
decretos que había contra nosotros, que nos era contraria, quitándola
de en medio y clavándola en la cruz, 15 y despojando a los
principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando
sobre ellos en la cruz”
¡Jesús triunfó! ¡Jesús triunfó! ¡Jesús triunfó!
El plan para el cual Jesús fue enviado por el Padre aquí a la tierra fue todo un
éxito. Jesús triunfó contra el diablo, Jesús triunfó contra todas las potestades y
principados, Jesús triunfó sobre el pecado, Jesús triunfó contra la muerte al resucitar
al tercer día por el poder del Espíritu, Jesús anuló el acta de decretos que nos era
contraria clavándola en la cruz y con ello ha perdonado todos los pecados.
El triunfo de Jesús es nuestro triunfo, Su victoria es nuestra victoria, Su muerte
es nuestra muerte al pecado, Su resurrección es nuestra resurrección a una nueva
vida y será nuestra resurrección cuando Jesús venga por Su Iglesia.
Así que puedes decirlo con toda alegría, con todo entusiasmo, con todo ánimo:
¡No hay diablo, no hay demonio, no hay hechicería, no hay brujería, no hay muerte, no
hay infierno; que puedan derrotarme si estoy en Cristo Jesús!. ¡Si Cristo vive en mi,
soy más que vencedor!
Colosenses 1: 11 “fortalecidos con todo poder, conforme a la
potencia de su gloria, para toda paciencia y longanimidad; 12 con
gozo dando gracias al Padre que nos hizo aptos para participar de la
herencia de los santos en luz; 13 el cual nos ha librado de la potestad
de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, 14 en quien
tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados”
Dilo conmigo: ¡Dios me ha librado de la potestad de las tinieblas!
Hebreos 2: 14 “Así que, por cuanto los hijos participaron de
carne y sangre, él también participó de lo mismo, para destruir por
medio de la muerte al que tenía el imperio de la muerte, esto es, al
diablo, 15 y librar a todos los que por el temor de la muerte estaban
durante toda la vida sujetos a servidumbre”
Jesús, como uno de nosotros, en carne y sangre, destruyó al que tenía el
imperio de la muerte, es decir al diablo, para librarnos del temor a la muerte y de la
muerte misma. Dilo nuevamente: ¡Dios me ha librado de la potestad de las tinieblas!
No pertenezco más a la potestad de las tinieblas, no estoy bajo autoridad del
emperador de la muerte, he sido librado. Dilo: ¡Dios me ha trasladado al Reino de
Jesucristo!
Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli
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No más potestad de tinieblas, hoy vivo en el Reino de Jesús. Jesús es el Rey
del reino, estoy bajo Su autoridad.
He sido liberado de la potestad de ----! y trasladado al Reino de
Pecado
Muerte
Enfermedad
Odio
Angustia
Tristeza
Desesperanza
Santidad
Vida
Salud
Perdón
Paz que sobrepasa todo entendimiento
Gozo
Fe
Hoy si tu aún has estado bajo la influencia de las obras de las tinieblas, serás
liberado por el poder de la Resurrección de Jesús.
Ministración.
DESARROLLO
1. Deshaciendo las obras de las tinieblas
Ustedes, así como yo, hemos sido testigos en las últimas semanas de hechos
y noticias terriblemente desagradables que están ocurriendo en nuestro país: Ya no
solo es la violencia que escuchábamos entre los cárteles de narcotráfico que se
mataban unos a otros, sino que ahora escuchamos que el mismo ejército, que las
policías especializadas para combatir al crimen, matan y masacran a gente inocente
para servir a intereses del crimen organizado o por intereses políticos.
Hemos escuchado y quizá padecido de masivas manifestaciones que todos los
días están ocurriendo a causa de conflictos estudiantiles y como protesta a las
matanzas que se han dado.
A todo este escenario de maldad y crisis política y de seguridad, podemos
sumarle que organizan conciertos satánicos a través de todo el país. El famoso
concierto Hell & Heaven que no tuvo ninguna participación de cielo sino únicamente
del infiero reunió a muchas de las bandas más reconocidas como satánicas.
Durante estos días también hemos sabido que el mismo estado, a través de la
Secretaría de Educación Pública intenta obligar a todos los niños que están en las
primarias públicas para participar de las ofrendas hacia los muertos, con el pretexto
que se tratan de tradiciones mexicanas. A algunos de nuestros niños les han
amenazado con bajarles hasta 4 puntos de sus calificaciones si acaso se niegan a
participar de estos eventos.
Y que me dicen de la desaparición de mujeres en Ecatepec, la inseguridad
impresionante que se vive en Michoacán y Tamaulipas, y los constantes robos y
extorsiones que se viven en nuestro mismo estado de México.
Hace apenas unos días también, sorpresivamente, el trendig topic de la
aplicación Twitter demandaba la renuncia del Presidente Peña Nieto.
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Pareciera que las tinieblas están ganando terreno en nuestro país. Claro está
que nosotros estamos fuera de esa influencia, nosotros no le pertenecemos a la
potestad de las tinieblas sino que vivimos en el reino de Jesucristo, ¡Aleluya! Además
sabemos que Jesús viene pronto por Su iglesia.
Pero ¿qué acaso no tenemos una responsabilidad en todo lo que está
pasando? ¿Fuimos trasladados de la potestad de las tinieblas al reino de luz de
Jesucristo solo para que nosotros estuviéramos seguros y en paz?
El profeta Isaías predicó y escribió sobre sucesos similares que estaban
ocurriendo en Jerusalén. El profeta levanta su voz así:
Isaías 59: 14 “Y el derecho se retiró, y la justicia se puso lejos;
porque la verdad tropezó en la plaza, y la equidad no pudo venir. 15 Y
la verdad fue detenida, y el que se apartó del mal fue puesto en
prisión; y lo vio Jehová, y desagradó a sus ojos, porque pereció el
derecho. 16 Y vio que no había hombre, y se maravilló que no hubiera
quien se interpusiese; y lo salvó su brazo, y le afirmó su misma
justicia”
Podemos permanecer muy tranquilos todos nosotros sin hacer nada ante lo
que está pasando, alabando a nuestro Dios que nos ha librado de la potestad de las
tinieblas y trasladado al Reino de Jesucristo; pero el profeta Isaías dice que Dios se
maravilló de que no hubiese hombre que se interpusiera ante el desastre que estaba
ocurriendo.
Hay una noticia maravillosa también en este texto: Dice que el brazo de Dios
trae salvación, el brazo poderoso de Dios puede salvar a nuestro país de las tinieblas
que están tomando posición de él.
Isaías 59: 17 “Pues de justicia se vistió como de una coraza,con
yelmo de salvación en su cabeza; tomó ropas de venganza por
vestidura, y se cubrió de celo como de manto, 18 como para
vindicación, como para retribuir con ira a sus enemigos, y dar el pago
a sus adversarios; el pago dará a los de la costa. 19 Y temerán desde
el occidente el nombre de Jehová, y desde el nacimiento del sol su
gloria; porque vendrá el enemigo como río, mas el Espíritu de Jehová
levantará bandera contra él”
Dios es el único que puede cambiar la situación de México. No veo ninguna
opción para detener la terrible corrupción de México que ya es parte de la cultura
nacional, no veo como pueda detenerse al crimen organizado toda vez que ya está
vinculado con el estado, no veo como este país pueda traer prosperidad a su gente
toda vez que el interés de los ricos, políticos y cárteles del crimen es apoderarse de lo
poco que las clases media y pobres tienen y ganan con sacrificios. No veo ninguna
opción posible, sino únicamente Cristo.
El Espíritu de Dios levantará bandera contra el enemigo de tal manera que
venga redención a nuestro país.
Isaías 59: 1 “He aquí que no se ha acortado la mano de Jehová
para salvar, ni se ha agravado su oído para oír; 2 pero vuestras
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iniquidades han hecho división entre vosotros y vuestro Dios, y
vuestros pecados han hecho ocultar de vosotros su rostro para no
oír. 3 Porque vuestras manos están contaminadas de sangre, y
vuestros dedos de iniquidad; vuestros labios pronuncian mentira,
habla maldad vuestra lengua. 4 No hay quien clame por la justicia, ni
quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades;
conciben maldades, y dan a luz iniquidad”
Si tu piensas que estamos viviendo tiempos en que Dios ya no puede hacer
nada, estas muy equivocado. La mano nuestro Dios no se ha acortado para salvar,
sus oídos no se han quedado sordos para no escucharnos.
Dios tiene poder para salvar. Si Dios te salvó a ti, también puede salvar a tu
familia, también puede salvar a México. Dios sigue escuchando tu oración, tu clamor.
Dios sigue diciendo: ¡Clama a mí y Yo te responderé!
Las iniquidades y pecados de este país han hecho una división entre Dios y
México. Y dice: No hay quien clame por justicia.
Mis amados es tiempo de clamar, es tiempo de tomar nuestra posición como
hijos de Dios y habitantes del Reino de Jesucristo.
Quiero que sepas que el Reino de Jesucristo, hacia donde fuiste trasladado,
tiene un objetivo muy claro, muy específico: 1 Juan 3: 8 “Para esto apareció el
Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo”
En el Reino de Jesús tenemos un objetivo claro: “Deshacer las obras del
diablo”
Todo aquel que ha entrado en este reino es un militante, es parte de la milicia
de este reino, somos soldado de Cristo, y tenemos un propósito: “Deshacer las obras
del diablo”
2. Las armas de nuestra milicia
2 Corintios 10: 3 “Pues aunque andamos en la carne, no
militamos según la carne; 4 porque las armas de nuestra milicia no
son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de
fortalezas”
Y quiero decirte que si eres un soldado de Cristo Jesús en Su reino, jamás
serías enviado a una guerra espiritual contra las tinieblas sin estar perfectamente
armado.
Como te darás cuenta nuestro armamento nada tiene que ver con las armas de
la carne. Nosotros, los hijos del Reino de Dios, sabemos que nada ganaremos
manifestándonos o marchar llevando pancartas por las calles. Tampoco portando
pistolas o metralletas para intentar matar a los malos. No nuestras armas son
poderosas en Dios para destruir las fortalezas del diablo, pero de ninguna manera son
armas carnales. Nuestras armas son espirituales.
Cada soldado de Cristo tiene un armamento pesado, un armamento de luz
para hacer retroceder las tinieblas.
Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli
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Quiero hablarte de algunas de esas armas de las que ya has sido dotado:
a) Oración
La primera gran arma del Reino de Dios que tenemos para deshacer las obras
de las tinieblas es la Oración. Escucha bien la promesa de Jesús:
Juan 14: 12 “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las
obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque
yo voy al Padre. 13 Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo
haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo. 14 Si algo pidiereis
en mi nombre, yo lo haré”
Sabemos que Jesús está a la diestra del Padre y tenemos esta gran promesa:
todo lo que pidamos en Su nombre, Él lo hará.
Así que esta muy bien que pidamos por nosotros y nuestra familia, que
clamemos a Dios por nuestra seguridad en medio de este ambiente inseguro, que
clamemos por prosperidad y apertura de cielos en medio de los cielos cerrados que
hay sobre la nación; pero oremos también por que se rompan los cielos sobre México,
que la gloria de Dios descienda, que las obras de las tinieblas sean destruidas.
Tenemos otra promesa extraordinaria: 1 Juan 5: 14 “Y ésta es la
confianza que tenemos en él, que si pedimos alguna cosa conforme a
su voluntad, él nos oye. 15 Y si sabemos que él nos oye en cualquiera
cosa que pidamos, sabemos que tenemos las peticiones que le
hayamos hecho”
La Voluntad de Dios es que las obras de las tinieblas sean deshechas, para
ellos envió a Su Hijo Jesucristo. Así que cada vez que la milicia del Reino ora para que
sean deshechas las obras del diablo en México, Dios nos oye y sabemos que será
contestada nuestra oración positivamente.
Quiero decirte que el diablo no le teme a que la iglesia edifique templos y
auditorios inmensos para miles de personas, no le teme a que tengan grandes
avances tecnológicos dentro de esos auditorios con sistemas de luz y sonido
sofisticados. El diablo le teme a una iglesia, aunque sean poquitos, que se ponen de
acuerdo para orar y deshacer sus obras y maquinaciones.
b) La Palabra de Dios
Una segunda poderosa arma de Reino que hemos recibido para deshacer las
obras del diablo es la Palabra de Dios. Jesús repelió la tentación del diablo en el
desierto, en su momento de mayor debilidad en la carne, a partir de la Palabra de
Dios. Le dijo una y otra vez: Escrito está.
La Palabra de Dios habla de una armadura: Efesios 6: 10 “Por lo demás,
hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. 11
Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes
contra las asechanzas del diablo. 12 Porque no tenemos lucha contra
sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los
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gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes
espirituales de maldad en las regiones celestes.13 Por tanto, tomad
toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y
habiendo acabado todo, estar firmes. 14 Estad, pues, firmes, ceñidos
vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, 15 y
calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. 16 Sobre
todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los
dardos de fuego del maligno. 17 Y tomad el yelmo de la salvación, y la
espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; 18 orando en todo
tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu”
Como te darás cuenta la mayor parte de esta armadura es defensiva. La
verdad, la justicia, el evangelio, el escudo de la fe; todo es defensivo. Pero el arma
ofensiva a la cual el diablo le teme sobremanera es la espada del Espíritu, que es la
Palabra de Dios.
c) Tu boca
Y la tercera gran arma de Reino que has recibido es tu boca, tu lengua.
Jeremías 1: 8 “No temas delante de ellos, porque contigo estoy
para librarte, dice Jehová. 9 Y extendió Jehová su mano y tocó mi
boca, y me dijo Jehová: He aquí he puesto mis palabras en tu boca. 10
Mira que te he puesto en este día sobre naciones y sobre reinos, para
arrancar y para destruir, para arruinar y para derribar, para edificar y
para plantar.
Dios ha puesto esa espada del Espíritu en tu boca. Dios hablando por medio
de tu boca. Dios te ha dado esa arma para que arranques y destruyas, para que
arruines y derribes las fortalezas y obras de las tinieblas.
Cuando tu abres tu boca, lleno de fe en quien eres y lo que estás haciendo, el
reino de las tinieblas sufre terremotos y sus fortalezas se derriban. Así que levanta tu
voz y habla, arranca y destruye, arruina y derriba.
Pero también la espada del Espíritu de tu boca puede edificar y plantar.
Esto es una guerra, pero Dios está de nuestro lado para librarnos. No tengas
miedo, solo usa tu armamento.
3. Convocatoria
Yo los convoco hoy para que no dejen de pelear por nuestro país. Tomen su
armamento, golpeen una y otra vez el reino de las tinieblas hasta que sea derribado.
Ustedes verán y se sorprenderán de la respuesta de nuestro Dios.
Por Rubén Álvarez- Alcance Izcalli