Funcionamiento, objetivos y resultados de la metodología IEM. Emilio Molina 1. ¿Qué es el Instituto de Educación Musical (IEM)? El Instituto de Educación Musical (IEM) es una Asociación sin ánimo de lucro fundada el 26 de Diciembre de 1997. Hemos cumplido por tanto ya los 10 años de existencia legal, aunque hay libros publicados ya desde el año 1984 que iniciaban este gran proyecto sin ser del todo conscientes. Esta Asociación está formada por un heterogéneo y cada vez más nutrido número de profesores procedentes de toda España y centra sus esfuerzos en promover y potenciar un renovador Sistema para el aprendizaje y la enseñanza de la música, al que llamamos “La Improvisación como Sistema Pedagógico”. El conjunto de las ideas y las publicaciones emanadas de esta Asociación forma la “Metodología IEM”, objetivo de esta ponencia, que se perfila como una nueva forma de afrontar la enseñanza musical en cualquiera de sus niveles y especialidades. La Improvisación como Sistema Pedagógico. Metodología IEM. La Improvisación como Sistema Pedagógico es un Sistema integral de educación musical dirigido a la enseñanza de todos los instrumentos y materias desde sus inicios hasta sus más altos niveles. La Metodología IEM se basa en: el análisis (que nos sirve para proporcionar conocimientos) y la improvisación (que la utilizamos para potenciar la práctica y la interpretación a partir del análisis). La partitura es el material que utilizamos normalmente para afrontar la enseñanza. La partitura es la fuente de donde saldrán todos los conocimientos. El análisis: Nos proporciona conocimientos sobre las frases, los motivos, la armonía, los patrones, la sintaxis, el desarrollo y evolución de cada elemento, tanto aisladamente como agrupados formando unidades mayores. Nos ayuda a seleccionar los ejercicios y propuestas de trabajo más adecuados a cada una de los alumnos de acuerdo con las circunstancias que lo rodean. Nos ayuda a decidir la interpretación de acuerdo con el estilo, a frasear, a avanzar, a matizar, a colocar ligaduras, pedales, digitaciones, respiraciones, ataques, dinámicas y agógicas con el criterio que proporciona el conocimiento. ¿Cuáles son los objetivos del profesor al escoger esta partitura? Debieran ser: Técnicos: conocer y desarrollar todos aquellos recursos (equilibrio, igualdad, velocidad, digitaciones, fraseo, control del movimiento,…) que se orientan a la interpretación de la obra. Armónicos: conocer y desarrollar acordes, estructuras, enlaces,... Rítmicos: conocer y desarrollar patrones, acompañamientos,… 1 Melódicos: conocer y desarrollar las frases, semifrases, motivos, células,… Formales: conocer y desarrollar los tipos formales, secciones, síntesis,… Para afrontar todos estos objetivos el análisis es la gran herramienta. El lenguaje no es sólo un conjunto de signos, de grafías. El conocimiento de la grafía musical y la capacidad técnico-instrumental para “pronunciarlos” no dice nada sobre el conocimiento del lenguaje y de su funcionamiento interno, cosa que en el lenguaje hablado es una obviedad: nadie piensa que sabe latín sólo por el hecho de que sepa leerlo. El análisis musical nos acerca a las frases, los motivos, la armonía, los patrones, la sintaxis, al discurso, a la conducción, al descubrimiento de las ideas que dan origen a la obra, a su desarrollo y evolución, a su expansión, sus puntos culminantes y su desenlace. El análisis nos sitúa dentro de la obra y nos ayuda a “entonar” y a decidir fraseos, a avanzar, a matizar, a colocar ligaduras, pedales, digitaciones, arcadas, respiraciones, ataques, dinámicas y agógicas con el criterio que proporciona el conocimiento. El análisis es la herramienta principal de un músico ante una partitura. La interpretación, entendida como un derivado exclusivo de la técnica, no puede constituir el objetivo primordial de la educación musical instrumental en los Conservatorios y centros musicales profesionales. El objetivo de interpretar no es en sí mismo pernicioso sino sólo cuando deja de estar respaldada por una sólida base formativa del intérprete en muchas otras materias. Si unimos al objetivo técnico la comprensión de la partitura que proporciona el análisis, tendremos un músico completo que podrá disfrutar de su instrumento al nivel al que pueda alcanzar, tanto si llega a ser intérprete genial como si no. Pero el análisis, por sí mismo, no lo es todo y no nos asegura una buena interpretación. El análisis, por más exhaustivo que sea, no presupone que sabemos manejar el lenguaje con libertad para nuestra comunicación personal ni asegura una interpretación correcta técnica y musicalmente. La improvisación, tal como la entendemos en la Metodología IEM, es la herramienta que nos ayuda: - A extraer aquellos ejercicios aptos para el nivel y la capacidad del alumno, - a ponerlos en práctica mediante los recursos de la improvisación y también - A interiorizar las reglas que rigen un determinado sistema musical Los recursos que nos aporta la improvisación se derivan de un tratamiento metodológico consciente y estratificado que tiene en cuenta la forma, la melodía, la armonía y la textura. La Unidad didáctica de Metodología IEM: Las divisiones principales de una Unidad Didáctica de Metodología Iem son: 1. Selección de la obra o fragmento adaptado a una materia y a un nivel educativo concreto. Cantarla e interiorizarla. 2. Análisis de los procesos melódicos, rítmicos, armónicos y formales. 3. Investigación, búsqueda y propuesta de ejercicios derivados del análisis. 4. Improvisación a partir de los elementos extraídos de la obra. 5. Composición de obras similares, variadas o transformadas a partir de la obra original. Esta planificación es aplicable a cualquier especialidad y nivel. 2 Los puntos de esta planificación son flexibles en cuanto a su situación, duración y estructuración. A modo de resumen: Recordamos que en la Metodología Iem utilizamos el análisis para: Comprender la partitura en profundidad. Convertir el análisis en fuente de estudio. Ayudar al profesor a volver a una enseñanza creativa sin perder en el camino el objetivo técnico-interpretativo. Y la improvisación, tal como se utiliza en la Metodología IEM, nos ayuda a: Interiorizar las reglas que rigen el lenguaje. Aportar recursos de trabajo adaptables a cualquier alumno y nivel, que se derivan de un tratamiento metodológico consciente de la forma, la melodía, la armonía y la textura. Desarrollar la capacidad auditiva. Desarrollar la capacidad de memorizar Desarrollar la capacidad de interpretar. Desarrollar la capacidad expresiva y la imaginación creadora. Con todo, hay que resaltar, además, que la improvisación no es un fin en sí mismo sino una consecuencia del conocimiento del lenguaje. No se estudia la improvisación como una materia en sí misma; sino que los recursos a los que llamamos improvisación nos aportan variedad, o sea, multitud de ejercicios adaptables a cualquier alumno, nos aportan herramientas pedagógicas para conducir una clase con garantías. Tanto los principios fundamentales como los objetivos de nuestro Sistema Pedagógico están claramente expuesto en la web www.iem2.com y no es necesario volver a insistir en ellos ahora. Aportaciones de la Metodología IEM ¿Cuáles son las aportaciones más características de nuestras propuestas pedagógicas? La Metodología Iem contiene elementos comunes a toda la tradición educativa del siglo XX. Yo diría que incluso recoge pensamientos educativos de siglos anteriores en los que un solo profesor, o mentor, se encargaba de la educación de un solo alumno. Por tanto existen muchos puntos comunes con propuestas pedagógicas anteriores. Se pueden resumir en éstas: - globalización, coherencia y visión integral. Las ideas propuestas son igualmente aplicables a cada uno de los niveles y materias de la educación musical. - la aplicación de la improvisación como punto de vista interno e inherente a todos los procesos educativos. La improvisación no sólo es un objetivo en sí misma sino que aporta una diferente visión a cada una de las enseñanzas. - la incorporación temprana de la armonía. Las herramientas armónicas, al igual que las rítmicas, las melódicas y las formales son indispensables para el trabajo creativo. 3 - potenciación del análisis como medio de comprender los procesos musicales. Inmediata utilización práctica de los elementos analizados. - desarrollo de todos los aspectos creativos y de la investigación del alumno como medio de aprendizaje. Al no tratarse de un libro para aprender el piano o la trompeta, la Metodología IEM permite a cada profesor seguir su propia metodología instrumental, es flexible de tal modo que permite incluir cualquier otra texto, ofrece la oportunidad de que cada profesor encuentre un marco para ser él mismo, no quita iniciativa sino que permite ampliarla, es abierta y global, abre las puertas y conduce los propios pensamientos de cada profesor para que tenga un marco donde desarrollarse con más progresión y efectividad. ¿Qué aporta la improvisación al objetivo de la interpretación? Aparte de la comprensión del texto, la improvisación aporta control del lenguaje y nos capacita para confeccionar nuestras propias frases, lo que, en caso necesario, nos permite repensar, adaptando a nuestra capacidad y nuestra sensibilidad el texto original, promoviendo una entonación y una adaptación a nuestra propia forma de expresarnos; por supuesto nos permite también tener acceso a modificaciones, añadidos o supresiones que no afectaran al discurso general y a las intenciones expresivas del autor; pero sobre todo, y esto es lo más importante, nos coloca en una situación de privilegio para recrear, como sería el ideal de una interpretación, la partitura del compositor. La facultad de improvisar coloca al intérprete en la situación ideal para tomar decisiones, incluyendo las de modificar el texto o solucionar emergencias de memoria o de errores ocasionales. Resultados Como ya hemos comentado esta misma metodología puede ser aplicada a cualquier especialidad y nivel. La mejor prueba de resultados, a falta de una estadística comparativa con alumnos de diferentes metodologías, la encontramos en las publicaciones que han visto ya la luz. La Metodología Iem dispone en estos momentos de un gran número de publicaciones que afectan a cada uno de estos apartados en mayor o menor medida. Lenguaje, teoría y educación auditiva: que pueden ser consideradas como el eje principal de la Metodología Instrumentos armónicos: piano, piano complementario, piano colectivo, guitarra y bandurria. Instrumentos melódicos: violín, viola, flauta y clarinete. Grupos corales e instrumentales: coro y conjunto instrumental para láminas y pequeña percusión. Improvisación y Acompañamiento: tanto para piano, grado elemental y medio, como para guitarra, grado medio. Armonía-composición: armonía, musicalización de textos para conjuntos orff y una pequeña teoría de vocabulario Iem. Repertorio analizado: Burgmüller, Bertini, Bach y Chopin. - Los libros de la metodología IEM no son cerrados. - Cada material que publicamos es una herramienta para que el profesor haga su propia clase. - Podemos cambiar todo el contenido del libro y seguimos teniendo método porque el método lo construye cada profesor con su propia iniciativa y sus propias técnicas de clase. 4 - Los libros son un soporte que permiten al profesor ser él mismo y enseñar libremente. - Los profesores son libres, no tienen que cambiar su forma de enseñar técnicamente. - La metodología es tan abierta que las potencia las herramientas pedagógicas de cada profesor. La Metodología IEM requiere de un profesor con una preparación armónica, analítica y metodológica adecuada. No es una preparación de gran analista y gran compositor, sino una formación amplia y bien fundamentada, con una disponibilidad de recursos útiles para su clase. Por esa razón el IEM ha iniciado un plan de formación de profesorado abierto a todos los profesores de cualquier especialidad que trata de dar la información básica que cada profesor debería tener para afrontar esta nueva visión de la enseñanza. Conclusión La tradicional formación instrumental, que centra sus esfuerzos en procurar el desarrollo hasta la máxima potencia de las cualidades interpretativas, incidiendo en los ejercicios técnicos y en la repetición y teniendo como objetivo principal, y a veces casi único, la interpretación de un repertorio, ha que ser equilibrada convenientemente con actividades de improvisación que le permitan comprender el lenguaje musical en profundidad y eviten el deterioro paulatino de sus facultades creadoras. El ideal consistiría en mantener un equilibrio entre ambas líneas de trabajo de forma que, sin menoscabo de los aspectos interpretativos y puramente técnicos e instrumentales, pudiéramos desarrollar al mismo tiempo la sensibilidad y la imaginación de los alumnos y su comprensión profunda y práctica de la partitura. Emilio Molina 5