EL PAÍS PÁG. 3 Hanna deja 61 muertos y miles de damnificados al pasar por Haití. Azote. Tres tormentas causaron 178 víctimas fatales; se prepara una cuarta. PUERTO PRÍNCIPE AP Y AFP Al menos 61 muertos y decenas de miles de evacuados es el saldo que dejó la tormenta tropical Hanna en Haití. Este país perdió casi 180 vidas desde agosto por aludes de tierra, inundaciones, más la tormenta tropical Fay y el huracán Gustav. La población más afectada fue la de Gonaives, una ciudad de 300.000 habitantes situada en el noroeste del país, a 152 kilómetros de la capital, Puerto Príncipe, que quedó inundada en su totalidad. Ahí hubo 21 muertos. Según una responsable de la Protección Civil de Gonaives, Youdeline Joseph, el número de víctimas mortales puede aumentar. "Todavía no podemos establecer un balance, pero tengo la impresión de que hay muchos muertos", subrayó Joseph. "Al menos me alivia ver que el nivel de agua comienza a bajar a un metro", agregó. Cascos azules de la ONU en Haití, comandados por el general uruguayo Nery Corbo, segundo a cargo de la misión de estabilización de la organización en ese país, la Minustah, se toparon con un panorama desolador ayer cuando lograron llegar a esta ciudad inundada, con cientos de haitianos hambrientos atrapados en los tejados de sus casas y los cadáveres malolientes de animales ahogados flotando en el agua. Fuentes militares dijeron a El País que la evaluación de la situación realizada por Corbo es "muy grave" y que se está "intentando que el problema" no desborde a los efectivos. Y es que Haití se ha visto azotada cruelmente por la temporada de huracanes. Tres tormentas en menos de tres semanas se han cobrado la vida de al menos 178 personas y arruinado miles de cosechas. A medida que la tormenta tropical Hanna se alejaba hacia el norte, los meteorólogos avisaron de que una cuarta tormenta -el huracán Ike- podría golpear al país más pobre del hemisferio occidental la semana que viene. "Si seguimos así, el país entero se vendrá abajo``, se quejó Mario Marcelus, que intentó contactar a su familia en Gonaives, pero no se atrevió a cruzar las aguas. Los equipos de rescate intentaban llegar a la ciudad, pero muchos se veían obligados a dar marcha atrás porque lagos se formaban en cualquier carretera de acceso. Gonaives es la cuarta ciudad más grande de Haití. Soldados de la ONU con base en Gonaives rescataron a residentes de los tejados, así como a unos quince médicos cubanos que ahí trabajaban, la única parte visible de las casas. En un cementerio, sólo la punta de las tumbas asomaba por encima del agua. Los cadáveres de animales muertos flotaban en medio de escombros rodeados de enjambres de moscas. Unas 150 personas se abarrotaron en el interior de una iglesia, arrinconadas en uno de los balcones, esperando a que las aguas cedieran. "No hay comida, ni agua, ni ropa", dijo Arnaud Dumas, párroco, de 37 años. "Quiero saber qué se supone que tengo que hacer. No hemos encontrado nada de comer en dos, tres días. Nada de nada``. La mayoría de víctimas de la tormenta tropical Jeanne, que ocurrió en el 2004, residían en la zona de Gonaives, donde viven unas 110.000 personas. Algunos haitianos dijeron que las inundaciones de este verano fueron igual de brutales y criticaron al gobierno por no implementar medidas de seguridad en los últimos cuatro años. El vocero del cuerpo de guardacostas estadounidense, Matt Moorlag, dijo que dos tercios de Gonaives se encuentran cubiertos de barro, pero que es difícil determinar la proporción de las inundaciones desde aviones. En pleno caos, es también difícil saber cuántas personas murieron en la zona o cuántas tuvieron que abandonar sus hogares. La embajada estadounidense en Puerto Príncipe declaró el país zona de desastre y aprobó 100.000 dólares en ayuda de emergencia. "La situación es tan mala como sea posible" afirmó Vadre Louis, una autoridad de las Naciones Unidas en Haití. "El viento está haciendo pedazos los árboles. Las casas están inundadas. Los automóviles no pueden manejarse por la calle. No se puede rescatar a nadie, donde quiera que esté".