cortesmente la popa á los vencidos Que el prodigioso alcance de nues- rosa que desconoce sus deberes, nen valor para prohibirnos la piry no paran hasta anclar en aguas blicacion «de otras noticias de la también se encuentran periódicos que tras mü bocas de fuego, ponen á cude Gribraltar. bierto de toda ulterior tentativa á e s saben volver por nuestra causa, des- I insurrección que las que nos sean Hay que tolerar que os llamen ! comunicadas por conducto oficial mintiendo las calumnias de que somos ta plaza. ladrones; aunque podamos probar ó tengan este origen: ^ mas aun, (ine la plaza y no los sitiadores fue objeto. que no lo sois; aun cuando os insulLe saludamos con toda la b-a ter ni- nos impiden hasta «defender la quien apagó los fuegos de la artilHedad de los qne sienten iguales as[)ira- i conducta de los quee.stánen armas ten verdaderos ladrones, conocidos ría enemiga. estafadores, á quienes la opinion cíones, deseándole salga en bien de i contra el gobierno constituido » Que lo del desaliento, igualmente pública sefiaia con el dedo, y nos la persecución de la prensa: Es decir, que hemos de presen- sea conocido el archivo donde exisque lo de la capitulación es un verCARTAGENA. ciar impasibles como se desfiguran te una causa criminal con suma gonzoso ó indigno sofisma Que las únicas comisiones consulaSalud, hermanos de Cartagena. los hechos más conocidos; hemos justicia incoada contra algunos de de referir, si queremos dar alguna ellos hay que sufrir que os suponres que han sahdo y salen de la plaSalud y Federación, esforzados noticia de vosotros; que reina la gan en connivencia con los carlisza, y que hevan la misión de enteny verdaderamente nobles campeo- más grande escisión en Cartagena,! derse con el enemigo para pactar tas, aun cuando á vuestras deteruna honrosa capitulación, las consti- nes de la buena idea; de los prin- que deutro de sus muros se ha li- minaciones hubiese contribuido el tuyen el diluvio de bombas y grana- cipios de las doctrinas cuya prác- brado un sangriento combate; aun- convencimiento de que habia un das conque obsequiamos diariamente tica desean los verdaderos republi- que luego resulte que los supues- ínteres grande en que la lucha con tos disparos de cañón, no eran si- los absolutistas no se estinguiera: al audaz sitiador. eanos federales. no cohetes quemados en unos fue Que los mil cuatrocientos artilleros Recibid la mas sincera y cordial gos artificiales; hemos de contar hay que permitir que se laneeu conti-a vosotros las mas groseras que sirven nuestra formidable artilleespresíon de nuestras vivísimas y que aun cuando los cañones de la calumnias; aunque nos sea fácil ría, inundarían de una hermosa lluvia acendradas simpatías hacia vosoplaza hacen fuego diariamente, dar cumplida prueba de la falsede hierro al insensato que osara tros; de nuestro entusiasmo, de que, aun cuando se efectúan,- fre- dad con que os inrputan hechos en aproximarse á nuestras murallas. Que nuestros ochenta morteros y nuestra admiración, por vuestro cuentes combates, los defensores que no habéis soñado. obuses, imitando al sordo é imponen- comportamiento, que hasta nos es de Cartagena, ó disparan, en vez Nuestros hermanos de ayer ente rumor del lejano trueno deten- imposible calificar del modo que de balas, copos de algodón, ó tie cuentran la mayor complacencia nen tan detestable puntería que drían en medio de detonaciones in- nos dicta nuestro corazón. en que se os calumnie, en que se no hieren apenas á ningún soldafernales la marcha de enemigas genos injurie, en que se os insulte y Nuestros hermanos de ^yer y do de los centralistas, aunque luetes. y aimtematice, en que sirváis de go sepamos el número de heridos Que nuestras sesenta mil granadas enemigos de hoy; ios que el pueblo befa y escarnio á los que ayer fueque ingresan en los hospitales y d e á mano, éntrelas que se encuen- ha sacado de la oscuridad, y aun ron sus enemigos y los nuestros, los muertos que se entierran: he tran infinidad de las recientemente de la miseria; los que el pueblo, crueles é inhumanos verdugos cumos de asegurar siempre que los inventadas por un anglo americano desde sus pies, ante los cuales huya protección y auxilio han solicisitiados hagan alguna salida, que y que llegan á pesar hasta noventa mildemente se postraban, ha en tado para procurar nuestro esterhan sufrido un terrible descalabro, minio. kilogramos, sembrarían por doquier cumbrado hasta sus hombros, sus- que se han retirado en vergonzosa la desolación y la muerte. Hermanos de Cartagena, hemos fuga; aunque luego no nos puedan Que la calumnia de que somos víc tentándolos en medio de las mas presentar un solo prisionero; aun- cometido el grave é imperdonable timas, es un arma tan de suyo gasta- ardientes aclamaciones, y defen- que después se sepa que los sitia- delito de no convertir la federa da que solo puede herir a los villanos diéndolos en mas de una ocasión dores han tenido que replegarse, y ción en una palabra htreca y sono y miserables que la esgrimen. con el vigeroGO ardor de almas ge- aun ni han podido impedir que ra; hemos debido seguir llamándoQue en esta plaza reina una paz ver- nerosas; los que en union de algu- nuestros hermanos se abastezcan nos federales, y arrojar sobre la daderamente octaviana. nos de vosotros nos han venido de lo necesario para su manteni- inmaculada honra de la repúbhca Que existe la mayor fraternidad y enseñando los mismos principios, miento á algunas leguas de la pía el lodo inmundo, los vicios y las monstruosidades de la monarquía: armonía entre el pueblo y el ejército. las mismas doctrinas por cuyo za: hemos de sostener que hay hé ahí nuestro horrendo y espanQue todos los defensores de la plaza continuas deserciones en vuestras planteamiento peleáis; los que filas, aunque luego aparezca que toso ci'írnen, no ser farsantes y alse hallan henchidos del más puro paavanzando mas aun no han titu- hay quien, con riesgo de su vida, go más. triotismo. Como merecido castigo de tan Que sometemos todos nuestros ac- beado en llegar hasta exageradas se pasa del campamento á la plainicuo proceder, nos vemos p)'ivatos al fallo de nuestros conciudada- . adulaciones, ni en predicar jdoctri- za; aunque diariamente acudan á dos, hermanos queridos, hasta de nas, ó disolventes ó irre,alizfibles, preguntarnos de que manera ponos. drían valerse para, burlando la vi- poderos decir mas que: Que laincorruptibhidad es el norte por captarse el afecto de un {mue- gilancia de los centralistas, ir á Salud hermanos: recibid la más de todas nuestras acciones y la hon- blo, al que humillan y desprecian Cartogcna á defender la federa- sincera y cordial expresión de después de haberlo utihzado, á la ción: hay que anunciar que ha si- nuestras vivísimas y acendradas radez su único guía. Que en todo se piensa menos en ca- manera de tantos otros farsantes do fusilado el jefe de un batallón: simpatías hacia vosotros; de nuespolíticos, como medio de escalar el aunque á los tres días se diga, tro entusiasmo, de nuestra admipitular. ración por vuestro comportamiento Que nada puede existir de común mando; los demagogos en la oposi- siendo falso también, que el pre- que hasta no es imposible calificar sunto fusilado se v a á casar con la entre los que deflenden la emancipa- ción y conservadores en el poder; hija de nn funcionario cantonal; del modo que nos dicta nuestro coción del hombre y los que pretenden unidos é intimamente enlazados hay qrre sostener, si se verifica al- razón. aherrojarles en la más vergonzosa y con los qire ayer fueron sus verduJ. Fernandez Ballesteros. grrn combate naval, que las fragadegradante servidumbre. gos y los nuestros; nos privan tas del cantón nmrciano han sido Que al levantarnos en armas, lo hiLos propietarios de casi toda hoy, depojan al pueblo, de lo que totalmente derrotadas, que alguna cimos con el deliberado propósito de de ellas ha podido ser echada á España están sublevados contra el Uo se atrevieron á privarle ni á no aceptar cargo alguno retribuido. pique, que á no ser por los buques gobierno de Madrid por el emQue esperamos tranquilos en fin á despojarle los realistas; nos dejan extranjeros alguna hubiera sido préstito forzoso que este hatratado que se nos ataque para rechazar la menos derechos, nos conceden me- apresada y que todas ellas han su» de imponer. fuei'za con la fuerza. nos libei'tad, que Amadeo de Sa- frido grandes averias; aunque lue(Adelante; Señor, Castelar, adeAhora que nos juzguen los hom- boya; anulan de una plumada los go resulte que los buques cencidos lante! bres de bien y i i ([ue nos deprimen y derechos individuales, aquellos de- y llenos de averías surcan el mar, nos insultan los pillos, los canallas y rechos ilegislables ó indestructibles campando por sus respetos, mien" ^ i P . !)!•: b. .MO.NTKhLS lesDe bribones.^ nuestro apreciable colega «Eli de los que hemos oido hablar al tras los vencedores, los que no hacalle Mayor, 24 y Honda 31. Esteban Nicolás Eduarte. Degüello» copiamos el siguiente artíd mismo Castelar no hace mucho bían sufrido sino alguna avería de Reimpreso en 1891, escasa consideración, vuelven desculo para demostrar que si es cierto^ Imprenta de Requena, A i r e , 1 5 . tiempo como todos sabemos, tieexiste en Madrid una prensa asque-