Iniciarse en la Fe, Caminar en la Esperanza

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La tarea de asegurar la iniciación cristiana exige elaborar proyectos diferenciados para que tiernos, niños en edad catequética, adolescentes, jóvenes, adultos reciban el “kerigma”. No
un “curso de kerigma” sino la experiencia de saberse amados
de Dios, elegidos e invitados a crecer.

La tarea de asegurar la iniciación cristiana pide que cada uno
de nosotros en proceso de conversión permanente experimentemos una y otra vez esta forma de kerigma: por gracia soy lo
que soy.

La tarea de asegurar la iniciación cristiana nos lleva a …
Los obispos nos dan ejemplos de propuestas pero no basta con
“chepear” y poner lo mismo. En la primera parte de nuestras propuestas indicamos, siempre, cuál es la situación concreta que queremos responder. El texto de Aparecida nos puede servir de fundamentación pero hemos de elaborar una propuesta mas nuestra
Cristo,
El Misterio de Dios
CUADERNILLO SINODAL 3
Iniciarse en la Fe,
Caminar en la Esperanza
4. ORACIÓN
1. Uno de nosotros proclama este himno de la Carta a los Efesios.
¡Bendito sea Dios, Padre de Cristo Jesús nuestro Señor, que nos ha
bendecido en el cielo, en Cristo, con toda clase de bendiciones espirituales! En Cristo Dios nos eligió antes de que creara el mundo,
para estar en su presencia santos y sin mancha. En su amor nos
destinó de antemano para ser hijos suyos en Jesucristo y por medio
de él. Así lo quiso y le pareció bien sacar alabanzas de esta gracia
tan grande que nos hacía en el Bien Amado. En Él y por su sangre
fuimos rescatados, y se nos dio el perdón de los pecados, fruto de su
generosidad inmensa que se derramó sobre nosotros. Efesios 1, 2-9.
2.
3.
4.
5.
Hacemos silencio
Cada uno se hace eco de una u otra frase.
Proclamamos juntos.
Nos damos la paz
Nadie fue ayer,
ni va hoy,
ni irá mañana
hacia Dios por este camino
que yo voy.
16
“Jesús fue a Galilea
y empezó a proclamar la Buena Nueva de Dios”
Mc 1, 14.
“Para vivir en libertad nos ha liberado Cristo”
Gal 5,1
“Su Vocación hermanos, es la libertad”
Gal. 5,13
1
PRESENTACIÓN
seguimiento en una comunidad eclesial y a una maduración
de fe en la práctica de los sacramentos, el servicio y la misión. DA 289
«La puerta de la fe» (cf. Hch 14, 27), que introduce en la vida
de comunión con Dios y permite la entrada en su Iglesia, está
siempre abierta para nosotros. Se cruza ese umbral cuando la
Palabra de Dios se anuncia y el corazón se deja plasmar por
la gracia que transforma. Atravesar esa puerta supone emprender un camino que dura toda la vida. Éste empieza con el
bautismo (cf. Rm 6, 4), con el que podemos llamar a Dios con
el nombre de Padre, y se concluye con el paso de la muerte a
la vida eterna, fruto de la resurrección del Señor Jesús que,
con el don del Espíritu Santo, ha querido unir en su misma
gloria a cuantos creen en él (cf. Jn 17, 22)…
Recordamos que el itinerario formativo del cristiano, en la
tradición más antigua de la Iglesia, “tuvo siempre un carácter de experiencia, en el cual era determinante el encuentro
vivo y persuasivo con Cristo, anunciado por auténticos testigos … DA 290
Ser discípulo es un don destinado a crecer. La iniciación cristiana da la posibilidad de un aprendizaje gradual en el conocimiento, amor y seguimiento de Jesucristo… Es necesario
asumir la dinámica catequética de la iniciación cristiana.
DA 291
El texto citado es el comienzo del documento con el que el Papa
Benedicto convoca a la celebración del “Año de la fe” que se celebrará desde el 11 de octubre, en el 50 aniversario de la inauguración del Concilio Vaticano II, y concluirá en la fiesta de Cristo Rey
del 2013. La celebración de nuestro Sínodo Diocesano coincide
prácticamente con esa convocatoria del Papa y nuestra tarea en los
grupos sinodales será nuestra mejor oportunidad de ahondar en la fe
y anunciarla.
Reconociendo a Jesús como la Palabra que nos abre el misterio de
Amor que es Dios y el misterio de su gloria que resplandece en la
dignidad de cada uno de sus hijos.
1.- Que Jesús es la Puerta y esto es don del Padre, Jn 10, 7. Esta es
la Buena Noticia que recibimos. Un “kerigma” que no es fruto de
nuestra sabiduría o de nuestra bondad sino regalo de Dios. ¿Cómo
celebrar ese don?
2.- Abierta la puerta estamos llamados a la libertad de los hijos. Podemos “entrar y salir y encontrar pastos”, Jn 10, 9. Estamos llamados a una libertad que nos hace servidores unos de otros por medio
del amor, Gal 5, 1. 13 ¿Cómo vivir ese don?
3 .- Como Iglesia servimos a todos proclamando que Jesús es la
Puerta y que todos estamos llamados a entrar y salir y a hacer camino. ¿Cómo compartir esa Buena noticia con todos? ¿Cómo hacer
que nuestras estructuras, nuestras decisiones, nuestras prioridades
proclamen ese “kerigma”?
2
La parroquia ha de ser el lugar donde se asegure la iniciación cristiana y tendrá como tareas irrenunciables: iniciar
en la vida cristiana a los adultos bautizados y no suficientemente evangelizados; educar en la fe a los niños bautizados
en un proceso que los lleve a completar su iniciación cristiana; iniciar a los no bautizados que, habiendo escuchado el
kerygma, quieren abrazar la fe. En esta tarea, el estudio y la
asimilación del Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos es
una referencia necesaria y un apoyo seguro DA 293
Y al concretar para nosotros las propuestas de Aparecida tengamos
en cuenta:
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La tarea de asegurar la iniciación cristiana va mucho más allá
de tener una secretaría parroquial donde se instruye sobre fechas de bautismos o el valor de la ofrenda.
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La tarea de asegurar la iniciación cristiana va más allá de imponer normas sobre charlas, años de catequesis, certificados a
aportar, fotocopias de cédulas…
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La tarea de asegurar la iniciación cristiana es tarea de toda la
comunidad que testimonia, acoge y acompaña.
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La tarea de asegurar la iniciación cristiana exige formar equipos de acogida y acompañamiento y repartir responsabilidades en las que los responsables se saben testigos de que solo
Jesús es la Puerta.
15

La situación en nuestra sociedad ya no es la de cristiandad sino discipular.
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Podemos ser discípulos por que Dios nos llama en Cristo. Utilizamos la palabra kerigma para designar el anuncio, la proclamación de esa llamada gratuita y fiel de Dios en Cristo.
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Acoger esa Buena Noticia nos “convierte” y pone en camino.
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Recibido el kerigma lo saboreamos en una catequesis permanente que integra todas las dimensiones de la vida.

La catequesis, también nos reenvía permanentemente a la
Buena Noticia recibida.
Y dialogamos:
1.
2.
3.
¿Qué diferencias notamos en una sociedad de “cristiandad” y la hemos
llamado “discipular”?
¿Nos queda claro lo que quiere decir Aparecida cuando habla del kerigma?
¿Hay más palabras que no nos quedan claras?
3. EN CAMINO
(Actuar: Nuestras Propuestas)
El documento de Aparecida nos ha servido para
orientarnos en el camino pero, además, nos servirá para elaborar unas propuestas que hagan
operativa, en la Diócesis de San Pedro Sula, la invitación de los
obispos:
Sentimos la urgencia de desarrollar en nuestras comunidades un proceso de iniciación en la vida cristiana que comience por el kerygma, guiado por la Palabra de Dios, que
conduzca a un encuentro personal, cada vez mayor, con Jesucristo, perfecto Dios y perfecto hombre, experimentado como plenitud de la humanidad, y que lleve a la conversión, al
14
1. ENCRUCIJADA (Mirar la realidad)
1- Carlos nació en una aldea de Santa Bárbara.
Vino a San Pedro a los seis años con su mamá
y sus hermanitos y ahora tiene 17 años Con la
abuela aprendió a rezar e iba a la celebración
en la aldea. Aquí la mamá les llevaba a Catedral cuando podía y a él le gusta ir a misa a
Catedral con frecuencia. No está bautizado ni
ha ido nunca a catequesis. Le gustaría tomar la
hostia pero no se atreve y no sabe qué hacer.
2- Geraldina tiene 18 años y acaba de tener una hija. La mamá de
Geraldina ha preguntado en la parroquia cuando son los bautismos y le han dicho en la secretaría que los terceros domingos de
mes y que la semana anterior tienen que venir los papás y los
padrinos a tres charlas. Ni Geraldina ni su compañero tienen
muchas ganas y, además, no saben a quién decir que sean los
padrinos.
3- Yornelly quiere hacer la “primera comunión”. Ahora tiene 23
años , tiene novio y prepara su matrimonio. De niña fue a catequesis, ha participado en grupos juveniles y va a misa con frecuencia pero no hizo primera comunión porque el padre llegaba
pocas veces a su aldea y nunca tuvo ocasión. Pregunta en la parroquia y le indican que la primera comunión es un paso en el
proceso de los niños. Que una persona adulta como ella ha de
completar su iniciación cristiana ahondando en la fe recibida,
revisando su estilo de vida, profundizando en su oración y en su
vinculación con la comunidad parroquial. Habla con el padre
que le pone en contacto con unos matrimonios que le van a
acompañar en este proceso.
4- Francisco y Yóselin también preparan su matrimonio. Están preocupados porque Yóselin no está confirmada pero en la parroquia
les dicen que en nuestra diócesis no se exige la confirmación para celebrar el matrimonio en la iglesia.
5- Alejandro y Rut están bien contentos porque su hija va a hacer la
primera comunión pero sobre todo están contentos por cómo su
3
hija, los otros niños y ellos mismos van viviendo la preparación.
Les gusta ver cómo la niña ha sido acogida en la catequesis de
infancia, cómo ha recibido la Biblia, cómo le han entregado el
Padrenuestro y cómo van orando junto con ella. Recuerdan con
cariño su preparación de la “primera comunión” pero ahora les
gusta más.
6- A Luisa y a Felipe les han invitado a unas reuniones de
“kerigma”. No saben muy bien qué es eso. Ellos quieren profundizar en su fe y colaboran en la vida de la parroquia pero no les
gusta andar en grupos raros y separados de lo que viven en la
parroquia.
7- Ahora es necesario prestar atención a uno de los hechos más
desconcertantes y novedosos que vivimos en el presente. Nuestras tradiciones culturales ya no se transmiten de una generación a otra con la misma fluidez que en el pasado. Ello afecta,
incluso, a ese núcleo más profundo de cada cultura, constituido
por la experiencia religiosa, que resulta ahora igualmente difícil
de transmitir a través de la educación y de la belleza de las expresiones culturales, alcanzando aun la misma familia que, como lugar del diálogo y de la solidaridad intergeneracional, había sido uno de los vehículos más importantes de la transmisión
de la fe DA 39
Dialoguemos
1.
2.
3.
¿Se dan otras situaciones semejantes entre nosotros?
Cuando alguien ya en edad escolar o adulto, no está bautizado
¿Cómo le orientamos? ¿Quién se encarga de su acogida y
acompañamiento entre nosotros?
Comentamos brevemente.
Desarrollaremos en otros temas los otros dos pasos que aquí sólo
recordamos:
d) La Comunión: No puede haber vida cristiana sino en comunidad
e) La Misión: El discípulo, a medida que conoce y ama a su
Señor, experimenta la necesidad de compartir con otros su
alegría de ser enviado… DA 278
10.3- Para un camino largo, que requiere itinerarios
diversificados
Llegar a la estatura de la vida nueva en Cristo, identificándose profundamente con Él y su misión, es un camino largo, que
requiere itinerarios diversificados, respetuosos de los procesos personales y de los ritmos comunitarios, continuos y graduales. DA 281
Los desafíos que plantea la situación de la sociedad en América Latina y El Caribe requieren una identidad católica más
personal y fundamentada. El fortalecimiento de esta identidad
pasa por una catequesis adecuada que promueva una adhesión personal y comunitaria a Cristo, sobre todo en los más
débiles en la fe. DA 297
La catequesis no debe ser sólo ocasional, reducida a los momentos previos a los sacramentos o a la iniciación cristiana,
sino más bien “un itinerario catequético permanente”.
DA 298
La catequesis no puede limitarse a una formación meramente
doctrinal sino que ha de ser una verdadera escuela de formación integral. DA 299
Para concluir esta reflexión subrayamos:
4
13
2. BRÚJULA Y MAPA
tud de la vida. DA 41
10.2- Cinco pasos que se compenetran.
En el proceso de formación de discípulos misioneros, destacamos
cinco aspectos fundamentales, que aparecen de diversa manera en
cada etapa del camino, pero que se compenetran íntimamente y se
alimentan entre sí:
a) El Encuentro con Jesucristo. Quienes serán sus discípulos
ya lo buscan (cf. Jn 1, 38), pero es el Señor quien los llama:
“Sígueme” (Mc 1, 14; Mt 9, 9). Se ha de descubrir el sentido
más hondo de la búsqueda, y se ha de propiciar el encuentro
con Cristo que da origen a la iniciación cristiana. Este encuentro debe renovarse constantemente por el testimonio personal, el anuncio del kerygma y la acción misionera de la
comunidad. El kerygma no sólo es una etapa, sino el hilo conductor de un proceso que culmina en la madurez del discípulo
de Jesucristo. Sin el kerygma, los demás aspectos de este proceso están condenados a la esterilidad, sin corazones verdaderamente convertidos al Señor. Sólo desde el kerygma se da
la posibilidad de una iniciación cristiana verdadera. Por eso,
la Iglesia ha de tenerlo presente en todas sus acciones.
b) La Conversión: Es la respuesta inicial de quien ha escuchado al Señor con admiración, cree en Él por la acción del
Espíritu, se decide a ser su amigo e ir tras de Él, cambiando
su forma de pensar y de vivir, aceptando la cruz de Cristo,
consciente de que morir al pecado es alcanzar la vida. En el
Bautismo y en el sacramento de la Reconciliación, se actualiza para nosotros la redención de Cristo.
c) El Discipulado: La persona madura constantemente en el
conocimiento, amor y seguimiento de Jesús maestro, profundiza en el misterio de su persona, de su ejemplo y de su doctrina. Para este paso, es de fundamental importancia la catequesis permanente y la vida sacramental, que fortalecen la
conversión inicial y permiten que los discípulos misioneros puedan perseverar en la vida
cristiana y en la misión en medio del mundo
que los desafía.
12
(Juzgar: Conocer la enseñanza
de la Iglesia)
1- “Jesús fue a Galilea y empezó a proclamar la Buena
Nueva de Dios” Mc 1, 14.
En el griego de este texto encontramos el verbo “kerissein” para
describir lo que Jesús empezó a hacer y en la traducción leemos
“proclamar”. Esa palabra tiene un significado semejante a enseñar, a
explicar, a decir y, sobre todo a anunciar pero añade algo más: resuena en ella la fuerza, la alegría, la solemnidad de lo anunciado y
la bondad de la noticia. Una noticia proclamada de forma breve y
que después va a ser explicada. Para referirse a esa proclamación a
veces se utiliza la palabra “kerigma” que encontramos con frecuencia en Aparecida.
2- Elegidos por pura gracia
Recordamos, en unas breves pinceladas, algo fundamental: esa proclamación, el “ kerigma”, es iniciativa de Dios y lo proclamado es el
amor fiel y gratuito de Dios:
La afirmación de Jesús en el Evangelio de Juan: ustedes no me eligieron a mí; he sido yo quién los eligió a ustedes. 15,16 la encontramos hecha narración en los relatos de vocación de los Evangelios
sinópticos donde con claridad vemos cómo Jesús es el que llama. El
Libro de los Hechos de los Apóstoles insistirá, igualmente, al
mostrar cómo el anuncio del evangelio a los no judíos es decisión de
Dios. Lo resumimos con estas palabras de Pedro ante la comunidad
de Jerusalén explicando lo sucedido en casa de Cornelio:
“…Si ellos creían en el Señor Jesucristo y Dios les comunicaba el mismo don que a nosotros, ¿quién era yo para oponerme a Dios?” Hechos 11, 15-17.
En la Carta a los Romanos, Pablo presenta “su evangelio” a una
comunidad cristiana que él no ha fundado. En ella continuamente
resuena la proclamación de la Buena Noticia:
5
…en todo eso saldremos triunfadores gracias a Aquel que nos
amó. Yo sé que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni las
fuerzas del universo, ni el presente ni el futuro, ni las fuerzas
espirituales, ya sean del cielo o de los abismos, ni ninguna
otra criatura podrán apartarnos del amor de Dios, manifestado en Cristo Jesús, nuestro Señor. Rm 8, 37-39.
La Buena Noticia que Pablo proclama es la fidelidad de Dios y que
“por eso la fe es el camino y todo es don”. Rm 4, 16. No todos entendían ni aceptaban este anuncio. Hay en él una encrucijada importante, la más importante. De ahí que las cartas de Pablo están llenas
de advertencias para no confiar “en cosas humanas sino en Cristo
Jesús; para no hacerse enemigos de la cruz de Cristo; para no gloriarse en uno mismo sino solo en el Señor. Flp. 3,3; 3,18; 1 Cor 1,
30-31; 2 Cor 10,17. Porque lo que importa es ser una criatura nueva. Gal 6,15.
Como ustedes saben, todos nosotros, al ser bautizados en
Cristo Jesús, hemos sido sumergidos en su muerte. Por este
bautismo en su muerte fuimos sepultados con Cristo, y así
como Cristo fue resucitado de entre los muertos por la Gloria
del Padre, así también nosotros empezamos una vida nueva.
Rm 6, 3-4.
Subrayemos la forma pasiva en la que se expresa el texto: hemos
sido bautizados, hemos sido sumergidos, hemos sido sepultados,
somos resucitados, somos nueva creación: Todo es don. Todo es
gracia.
3- Estamos salvados, pero todo es esperanza.
Rm 8, 24
En todas las cartas, Pablo, exhorta, discierne, corrige, anima el camino de las comunidades y lo hace con el testimonio de su propia
vida que “por gracia es lo que es” 1 Cor 15,10 y que, por gracia,
se sabe en camino, salvado en esperanza.
6
llamó catecumenado al tiempo anterior al bautismo en el que, quien
ha recibido el anuncio de la fe, realiza un proceso, un camino, acompañado por la comunidad y en el que, a través de diversas etapas,
reconoce a Jesús como Señor y es incorporado a Él.
Iniciación: El catecúmeno experimenta al Señor que vive y
que le da vida. Goza viviendo al modo de Jesús, invocando al Padre
en libertad y ejercitándose en vivir esa libertad en el amor. Por eso
hablamos de “iniciación”. No es una instrucción dirigida a la cabeza. Es toda la persona la que comienza una vida nueva. La que inicia
ya la vida eterna.
Sacramentos de la iniciación cristiana: Mediante los sacramentos de la iniciación cristiana, el Bautismo, la Confirmación y
la Eucaristía, se ponen los fundamentos de toda vida cristiana…CIC
1212
10- Llegar a ser cristiano
Hace 40 años, se publicó el Ritual de Iniciación Cristiana de Adultos (RICA). Hace 30 años vio la luz el Catecismo de la Iglesia Católica y hace 25 la renovada redacción del Directorio General de Catequesis. Los criterios y orientaciones del Concilio y del RICA siguen
urgiendo hoy a toda la Iglesia aunque todavía nos cuesta asumir su
importancia. El Directorio Diocesano de Catequesis, aprobado hace
4 años, aplica esos criterios y va dando sus frutos. Pero todavía nos
queda tarea para asumir, con todas sus consecuencias, que no nacemos cristianos como nacemos hondureños sino que la llamada del
Señor es a llegar a ser cristianos en una Iglesia misionera. Lo recordamos con palabras del Documento de Aparecida:
10.1- Necesitamos hacernos discípulos dóciles
Por ello, los cristianos necesitamos recomenzar desde Cristo, desde la contemplación de quien nos ha revelado en su
misterio la plenitud del cumplimiento de la vocación humana
y de su sentido. Necesitamos hacernos discípulos dóciles,
para aprender de Él, en su seguimiento, la dignidad y pleni11
Restáurese el catecumenado de adultos dividido en distintas
etapas, cuya práctica dependerá del juicio del ordinario del
lugar; de esa manera, el tiempo del catecumenado, establecido para la conveniente instrucción, podrá ser santificado con
los sagrados ritos, que se celebrarán en tiempos sucesivos.
SC 64
Los que han recibido de Dios, por medio de la Iglesia, la fe
en Cristo, sean admitidos con ceremonias religiosas al catecumenado; que no es una mera exposición de dogmas y preceptos, sino una formación y noviciado convenientemente
prolongado de la vida cristiana, en que los discípulos se unen
con Cristo su Maestro…
Pero esta iniciación cristiana durante el catecumenado no
deben procurarla solamente los catequistas y sacerdotes, sino
toda la comunidad de los fieles, y en modo especial los padrinos, de suerte que sientan los catecúmenos, ya desde el principio, que pertenecen al Pueblo de Dios. Y como la vida de la
Iglesia es apostólica, los catecúmenos han de aprender también a cooperar activamente en la evangelización y edificación de la Iglesia con el testimonio de la vida y la profesión
de la fe. AG 14
9- Catecumenado, catequesis, iniciación, sacramentos
de la iniciación cristiana.
En varios textos hemos encontrado estas palabras y Aparecida las
utiliza con frecuencia. Nos detenemos un poco en ellas.
Catequesis: La palabra tiene su origen en la lengua griega al
igual que “sínodo”, “kerigma”, “bautismo” o “eucaristía. Gustamos
y vemos lo bueno que es el Señor. Lo hacemos “escuchando juntos”,
recibiendo juntos la “instrucción” y ese es el significado de
“catequesis”: instrucción escuchada.
Catecumenado: La instrucción que desarrolla el “kerigma”
es una transmisión ordenada del sentido de la fe, de cómo ilumina la
vida, de cómo el pueblo de Dios la vive y celebra. La iglesia antigua
10
Esto no quiere decir que haya alcanzado la meta ni logrado
la perfección, pero sigo mi carrera con la esperanza de alcanzarla, habiendo sido yo mismo alcanzado por Cristo Jesús. Hermanos, yo no pretendo haberlo alcanzado. Digo solamente esto: olvidándome del camino recorrido, me lanzo hacia adelante y corro en dirección a la meta, para alcanzar el
premio del llamado celestial que Dios me ha hecho en Cristo
Jesús. Flp 3, 12-15
4- Un poco de historia
La acción de gracias de Pablo por los de Tesalónica puede aplicarse
a todas las comunidades primeras:
Sabemos, hermanos amados por Dios, que ustedes han sido
elegidos… Y ustedes, a su vez, imitaron nuestro ejemplo y el
del Señor, recibiendo la Palabra en medio de muchas dificultades, con la alegría que da el Espíritu Santo… y cómo se
convirtieron a Dios, abandonando los ídolos para servir al
Dios vivo y verdadero, y esperar a su Hijo, que vendrá desde
el cielo: Jesús, a quien él resucitó y que nos libra de la ira
venidera. 1 Tes. 1,4-10.
Las dificultades y las persecuciones continuaron y crecieron. El testimonio, el martirio, de tantas y tantos elegidos que acogieron la
Buena Noticia y se convirtieron al Dios vivo y verdadero también se
hizo más eficaz. Durante tres siglos el testimonio de los cristianos
en su vida diaria, en su entrega y en su amor; el testimonio hasta
derramar su sangre ha ido comunicando la Buena Noticia e incorporando, mediante el bautismo, a los que se convirtieron a Dios y participaron de la misma mesa.
Desde los tiempos apostólicos, para llegar a ser cristiano se
sigue un camino y una iniciación que consta de varias etapas. Este camino puede ser recorrido rápida o lentamente. Y
comprende siempre algunos elementos esenciales: el anuncio
de la Palabra, la acogida del Evangelio que lleva a la conversión, la profesión de fe, el Bautismo, la efusión del Espíritu Santo, el acceso a la comunión eucarística. CIC 1229
7
5- Cambio radical
Un cambio muy importante tuvo lugar cuando bajo Constantino la
fe cristiana dejó de ser perseguida y cuando, con Teodocio, pasó a
ser religión oficial del Imperio. Aumentó el número de los que
deseaban recibir el bautismo y se hizo necesario establecer criterios
de discernimiento, procesos y etapas para la incorporación a la Iglesia que desarrollaban y actualizaban las prácticas anteriores. Se institucionalizó el “catecumenado” con sus ritos y fases para la acogida
de los que, habiendo recibido la Buena Noticia, se incorporaban a la
fe.
Como ya encontramos en el libro de los Hechos la conversión y la
incorporación a Cristo implicaba a “toda la casa”:
Luego los hizo salir y les preguntó: «Señores, ¿qué debo hacer para alcanzar la salvación?». Ellos le respondieron:
«Cree en el Señor Jesús y te salvarás, tú y toda tu familia»...
Inmediatamente después, fue bautizado junto con toda su familia. Luego los hizo subir a su casa y preparó la mesa para
festejar con los suyos la alegría de haber creído en Dios.
Hch 16, 30-34.
La “casa” común, la sociedad imperial de oriente y de occidente y
las nuevas sociedades que sucedieron al Imperio Romano se
“cristianizaron”. Cada casa era cristiana y todos los pequeños se
incorporaban a la vida cristiana mediante el bautismo por el hecho
de nacer en una casa, en una sociedad cristiana. El catecumenado
dejó de existir. La educación religiosa se centró en los pequeños y
en el ámbito familiar. La “catequesis” se hizo infantil.
“Por su naturaleza misma, el Bautismo de niños exige un
catecumenado pos bautismal. No se trata sólo de la necesidad de una instrucción posterior al Bautismo, sino del desarrollo necesario de la gracia bautismal en el crecimiento de
la persona. Es el momento propio de la catequesis”. CIC
1231
6- La “cristiandad” que trajo el Evangelio
Traído por testigos de una sociedad de “cristiandad” llegó el Evangelio a nuestra Honduras y a toda Latinoamérica. Recordamos con
admiración y gratitud de fe, el heroísmo, la valentía y la santidad de
quienes fueron instrumento de evangelización en el pasado. Con
dolor reconocemos los abusos y maltratos de conquistadores sin escrúpulos. Con gratitud hacemos memoria de los luchadores por la
justicia que también fueron evangelizadores de la paz. El territorio
de nuestra actual diócesis con sus escasos habitantes fue igualmente
incorporado a la Iglesia, a la cristiandad, y, aunque poco evangelizado y catequizado, fue durante siglos asumiendo una cultura cristiana
hecha de ese mestizaje que es la base de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
7- Nuevos retos, nuevas tareas.
Los procesos de independencia de los pueblos de América coinciden
con los cambios de las revoluciones en Europa, con la Ilustración y
con el racionalismo. El Estado deja de ser el protector y el garante
de la Iglesia. Cada ciudadano no es automáticamente cristiano. La
tarea de la Iglesia ya no puede ser la de conservar un orden establecido sino la de anunciar la Buena Noticia en medio de un mundo
que cambia con más rapidez que las estructuras y prácticas pastorales de obispos y sacerdotes.
Pese a esa lentitud surge en toda la Iglesia un deseo de renovación
en la catequesis, en la liturgia, en la actividad misionera que en el
Concilio Vaticano II encontrará renovada fuerza y guía.
8- La renovación conciliar
Para una diócesis como la nuestra, que comienza su caminar como
diócesis misionera y al mismo tiempo que el Vaticano II, es importante recordar lo que se establece en la Constitución sobre la Liturgia y en el Decreto sobre la Obra Misionera:
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