antes que usted se arrepienta

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BISMILAHI RAHMANI RAHIM
EN EL NOMBRE DE ALÁH, EL MÁS CLEMENTE Y MISERICORDIOSO
ANTES QUE USTED
SE ARREPIENTA
(El Profeta Mujammad - PBSE.) dijo: “¡Señor mío! Auxíliame, ya que me tratan de mentiroso”.
(ALÁH) dijo: “Pronto os arrepentiréis”.
(Surah al-Muminún: 39-40)
HARUN YAHYA
TRADUCCIÓN AL CASTELLANO
JUAN y MADELEINE SUQUILLO CARRERA
Ecuador - Marzo 2002
1
ACERCA DEL AUTOR
Bajo el seudónimo de HARUN YAHYA, el autor ha publicado varios libros sobre temas
relacionados con política y fe. Una gran parte de sus temas tratan sobre la visión del mundo materialista y su
impacto en la historia política del mundo. (El seudónimo del autor se deriva de los nombres ‘Harun’ –Aarón–
y ‘Yahya’ –Juan–, debido a la importancia de la lucha de estos dos Profetas contra el ateísmo.)
Entre sus obras constan: La Mano Escondida en Bosnia, el Engaño del Holocausto, Detrás de las Escenas
del Terrorismo, La Carta Kurda de Israel, Una Estrategia Nacional para Turquía, Solución: Enseñanzas
Morales del Corán, El Antagonismo de Darwin en contra de los Turcos, Artículo 1, Las Calamidades que el
Darwinismo Causó a la Humanidad, El Engaño de la Evolución, Las Naciones que Perecieron, El Profeta
Musa, La Edad de Oro, La Habilidad Artística de ALÁH, a color, Gloria en Todo Lugar, La Verdad de la
Vida de este Mundo, Confesiones de los Evolucionistas, Los Desatinos de los Evolucionistas 1, Los Desatinos
de los Evolucionistas 2, La Magia Negra del Darwinismo, La Religión del Darwinismo, El Corán indica a la
Ciencia el Camino, El Origen Real de la Vida, El Conocimiento de la Célula, La Creación del Universo, Los
Milagros del Corán, Modelos de Comportamiento Inteligente y Sacrificio de los Animales, La Eternidad Ya
ha Comenzado, El Pequeño Darwin Mentía, El Final del Darwinismo, Pensamiento Profundo, El Tiempo
Perdido y la Realidad de la Condena, Nunca Defender la Ignorancia, Los Secretos del ADN, El Milagro del
Átomo, El Milagro de la Célula, El Milagro del Sistema Inmunológico, El Milagro del Ojo, La Creación, Un
milagro en las Plantas, El Milagro de la Araña, El Milagro de la Hormiga, El Milagro del Jején, El Milagro
de la Abeja Doméstica, El Milagro de la Semilla, El Milagro de la Termita, El Milagro del Cuerpo Humano,
El Milagro de la Creación del Hombre.
Entre sus folletos se encuentran: El Misterio del Átomo, El Colapso de la Teoría de la Evolución: El hecho
de la Creación, El Colapso del Materialismo, El Fin del Materialismo, Los Desatinos de los Evolucionistas 1,
Los Desatinos de los Evolucionistas 2, El Colapso Microbiológico de la Evolución, El Hecho de la Creación,
El Colapso de la Teoría de la Evolución en 20 Preguntas, La Mayor Decepción en la Historia de la Biología:
El Darwinismo.
Otros trabajos del autor en lo que se refiere a temas coránicos son: ¿Había usted pensado sobre la
Verdad?, Devoto de ALÁH, El Abandono de la Sociedad de la Ignorancia, El Paraíso, La Teoría de la
Evolución, Los Valores Morales del Corán, El Conocimiento del Corán, El Índice del Corán, La Emigración
por la Causa de ALÁH, El Carácter de los Hipócritas en el Corán, Los Secretos del Hipócrita, Los Nombres
de ALÁH, Comunicando el Mensaje y Conversando sobre el Corán, Los Conceptos Básicos del Corán, Las
Respuestas del Corán, Muerte –Resurrección– Infierno, La Lucha de los Mensajeros, El Enemigo Confeso del
Hombre: Satán, Idolatría, La Religión de la Ignorancia, La Arrogancia de Satán, La oración en el Corán, La
Importancia de la Conciencia en el Corán, El Día de la Resurrección, Nunca Olvidar, Los Juicios
Desatendidos en el Corán, Caracteres en la Sociedad de la Ignorancia, La Importancia de la Paciencia en el
Corán, Información General Sobre el Corán, Rápida Comprensión de la Fe 1-2-3, El Cruel Razonamiento de
los No Creyentes, El Temor a ALÁH, La pesadilla de No Creer, El Venida del Profeta Isa, Las Bellezas de la
Vida Presentadas por el Corán, Ramo de Bellezas de ALÁH 1-2-3, La Iniquidad llamada ‘Burla’, El Secreto
de la Prueba, la Verdadera Sabiduría según el Corán, La Lucha de la Religión de la Irreligión, La Escuela de
Yusuf, La Alianza del Bien, Las Calumnias en Contra de los Musulmanes a través de la Historia, La
Importancia de Seguir la Verdadera Palabra, ¿Porqué se engaña a sí mismo?, El Islam: La Religión del
Bienestar, El Entusiasmo y el Vigor en el Corán, Viendo el Bien en Todo, ¿Cómo el malaconsejado interpreta
el Corán?, Algunos Secretos del Corán, El Coraje de los Creyentes, La Esperanza en el Corán.
2
PARA EL LECTOR
La razón de que se haya dedicado un capítulo especial al colapso de la teoría de la evolución es
porque ésta constituye la base de todas las filosofías antiespirituales.
Ya que el Darwinismo rechaza el hecho de la creación y por consiguiente la existencia de ALÁH,
durante los últimos 140 años esto ha originado que mucha gente abandone su fe o caiga en duda. Por tanto, es
un deber importante el mostrar que esta teoría, que se encuentra estrechamente relacionada con la religión, es
una decepción. Es imperativo que este servicio sea conocido por todos. Algunos de nuestros lectores pueden
encontrar la oportunidad única de leer uno de nuestros libros. Por ello, hemos considerado apropiado emplear
un capítulo para resumen de esta materia.
En todos los libros del autor, los asuntos de fe se hallan relacionados con la luz de los versos
coránicos, y las personas están invitadas a aprender la Palabra de ALÁH y a vivir de acuerdo a ello. Todos los
asuntos que conciernen a los versos de ALÁH, se explican de tal forma que no dejan lugar a dudas o
preguntas que puedan quedar marcadas en la mente. El estilo sincero, simple y fluido, asegura que todo el
mundo, de cualquier edad y de cualquier grupo social, puede fácilmente entender estos libros. La narrativa
efectiva y lúcida hace posible el leerlos de una sola vez. Incluso aquellos que rigurosamente rechazan lo
espiritual, son influenciados por los hechos relatados en estos libros y no pueden refutar la veracidad de su
contenido.
Este libro y todos los otros trabajos del autor pueden ser leídos individualmente o tratados en grupo
como tema de conversación. Aquellos lectores deseosos de obtener un provecho de estos libros encontrarán
que el tratar estos temas es muy útil, en el sentido de que ellos tendrán la posibilidad de reflexionar por sí
mismos y de las experiencias de los demás.
Adicionalmente, sería un gran servicio a la religión el contribuir a la presentación y lectura de estos
libros, que están escritos únicamente para agradar a ALÁH. Todos los libros del autor son extremadamente
convincentes. Por esta razón, para aquellos que desean llevar el mensaje de la religión a otras personas, uno de
los métodos más efectivos es fomentar la lectura de estos libros.
Se desea que el lector tome tiempo para revisar los otros libros que se encuentran al final de este, y
pueda apreciar la rica fuente de material relacionado con la fe, pues son muy útiles y es un placer leerlos.
En estos libros usted no encontrará, como en otros, los puntos de vista personales del autor, las
explicaciones basadas en fuentes dudosas, estilos que no guardan el respecto y la reverencia hacia los asuntos
sagrados, tampoco encontrará dudas que puedan crear una atmósfera pesimista que pueda proyectarse en
desviaciones en el corazón.
Nota: cabe aclarar que en el presente texto, se ha conservado la palabra ALÁH, para identificar al único Ser
Supremo, sin copartícipes en Su Majestad y Soberanía. Esta palabra ALÁH, no tiene connotación, con un
dios exclusivo de los árabes o de los musulmanes, ni tampoco tiene número o género, ya que sólo denota a la
Suprema Divinidad.
SOBRE EL EQUIPO DE APOYO
3
Dedicatoria del equipo de apoyo y traducción:
A nuestro querido padre, Juan Cristóbal Suquillo, quien regresó a la religión con la que nacemos: El Islam,
testimoniando el Shahada a la edad de 68 años, tres años antes de su fallecimiento; siendo así un claro
ejemplo por seguir para aquellos que desearen arrepentirse ante el único Ser Supremo, antes de que sea
demasiado tarde...
Su esposa: Rosa Carrera
Sus hijos: Juan (Yahya), Johnny y Madeleine
Su nuera: Laila Dassum
Todos sus nietos y nietas.
Quito – Ecuador.
Marzo de 2002
[email protected]
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CONTENIDO
INTRODUCCIÓN
EL ARREPENTIMIENTO QUE EL HOMBRE SIENTE EN EL
TU‫ا‬WXY‫ا‬MUNDO
EL COMIENZO DEL ETERNO ARREPENTIMIENTO PARA LOS NO
CREYENTES: LA MUERTE
EN ARREPENTIMIENTO QUE SE SIENTE EN EL DIA DEL JUICIO
EL ARREPENTIMIENTO QUE SE SIENTE EN EL INFIERNO
CON EL FIN DE NO SENTIR ARREPENTIMIENTO EN EL MÁS ALLÁ
APÉNDICE: EL COLAPSO DEL DARWINISMO
5
INTRODUCCIÓN
C
on marcada frecuencia las personas enfrentan penosas situaciones derivadas de problemas físicos o
espirituales que padecen en este mundo. A estos estados depresivos intensos quizá nada
comparables con ningún dolor físico y que causan tanta ansiedad espiritual, se le pudiera catalogar
como ‘arrepentimiento’.
Existe sin embargo, dos formas completamente diferentes de arrepentimiento; aquel que siente la
gente que tiene fe y aquel que sienten las personas que no tienen fe.
Los creyentes son aquellos cuya fe en ALÁH es absoluta y aceptan cualquier evento que suceda, sea este
beneficioso o no, toma efecto con el permiso de ALÁH. En este punto radica la importancia y el atributo de la
absoluta confianza en ALÁH, sean estos momentos buenos o difíciles, o cuando se cometen errores y vienen
los problemas.
Cuando se ha cometido un error, inmediatamente el creyente se arrepiente con sinceridad, esperando
el perdón de ALÁH; como resultado, el creyente no sufre un sentimiento prolongado de autoculpa. Este
arrepentimiento que sienten los creyentes, les previene de volver a cometer el mismo error, ayudándolos a
rectificar tales faltas y previniéndolos de caer en estados de pesimismo y angustia; además, este
arrepentimiento no disminuye su entusiasmo, devoción o celo religioso ni les deja descender en una espiral
apremiante y depresiva.
Por otro lado, el arrepentimiento que sienten los no creyentes es constante y muy angustioso, ya que
en ese caso, la confianza no fue depositada por entero en ALÁH, al enfrentar la dificultad o al cometer algún
pecado. Durante el transcurso de sus vidas, a menudo utilizan frases así: “Cómo desearía no haber hecho
esto…”, “cómo desearía no haber dicho esto…”, y así por el estilo.
En cuanto a la vida del más allá, los no creyentes estarán sujetos a un arrepentimiento mucho mayor.
Aquellos que viven una vida alejada de la religión (din) en este mundo, se arrepentirán por cada momento de
su vida, ya que fueron advertidos e invitados a seguir el camino recto, tuvieron tiempo suficiente para
considerar y abrazar el buen camino, y cuando fueron advertidos, no prestaron atención; ignoraron el más
allá, como si nunca fueran a morir. Luego, en el más allá, ya no tendrán la oportunidad de volver a este mundo
para corregir sus errores.
El Corán relata así sus expresiones de arrepentimiento:
Les hemos advertido de un castigo inminente en el Día cuando un hombre vea lo que
ha hecho, y los no creyentes dirán:
“¡Oh!, si solo yo fuera tierra” (Surah an-Naba: 40).
Si solamente les pudieras ver cuando ellos estén ante el fuego y digan: “Nosotros no negaremos
los Signos de nuestro Señor y estaremos entre los creyentes” (Surah al-An’am: 27).
Dirán:
Ellos dirán: “Si solo les hubiéramos hecho caso y hubiésemos utilizado nuestra
inteligencia, no seríamos compañeros de la hoguera”. (Surah al-Mulk: 10)
El objetivo de este libro es advertir a la gente acerca del día en que van a arrepentirse diciendo:
“Si solo hubiéramos entendido…”, “si nosotros no hubiéramos rechazado las señales de nuestro
Señor…”, “si hubiéramos seguido a aquellos que nos trajeron el mensaje…”, “si solo hubiera hecho esto y
aquello”, etc.
La invitación es a vivir entregados a ALÁH, mientras existe todavía la oportunidad de corregir los
errores.Tenga en mente que ese día ningún arrepentimiento de persona alguna le salvará de la ira de ALÁH.
Es menester recapacitar mientras haya tiempo para cumplir con los designios de ALÁH.
6
Este libro es una invitación al camino de ALÁH y un recordatorio del castigo en el inevitable más
allá, donde no habrá lugar para esconderse ni ninguna otra oportunidad de salvarse.
Contesta a tu Señor antes de que venga el Día de ALÁH, en el que no se podrá regresar. En ese
Día no habrá lugar para esconderse y no habrá ningún medio para negar. (Surah ash-Shura: 49).
EL ARREPENTIMIENTO QUE
EL HOMBRE SIENTE EN EL MUNDO
Y volveos a vuestro Señor y someteos a Él antes de que os llegue el castigo,
pues luego no seréis socorridos. Y seguid lo mejor de lo que se os ha hecho descender procedente
de vuestro Señor antes de que os llegue el castigo, de repente sin que os deis cuenta.
(Surah az Zumar: 54-55)
C
uando la persona se encuentra en peligro mortal, la ‘conciencia’ empieza rápidamente a recordar y
a valorar hechos vividos. Si esta persona no ha vivido bajo lineamientos de la religión (din) de
ALÁH y no ha estado pendiente de obrar bien en este mundo, entonces se llenará de una gran pena
y un gran arrepentimiento. Muchas cosas que fueron descuidadas a lo largo de su vida aparecen de repente y
con claridad ante sus ojos. Probablemente por primera vez en la vida, él se dará cuenta de la cercanía de la
muerte. Reconocerá que ha llevado una vida terrena que no le da derecho al Paraíso. Se enterará de que no ha
sido agradable ante ALÁH y sentirá que esto no quedará olvidado.
Un miedo espantoso, que nunca había experimentado, le rodeará y entenderá que solo ALÁH le
podrá salvar de la situación en que se encuentra. Luego, prometerá permanecer agradecido y corregido, dirá
que siempre recordará esta situación, implorando con seriedad para ser salvado del peligro en el que se halla.
Solo pide esto: ser salvo y que se le brinde una última oportunidad para estar con vida…
Sin embargo, luego de sobrevivir a tal mortal peligro, muchas personas no permanecen fieles a las
palabras y promesas que anteriormente hicieron a ALÁH. En cuanto Él salva a esta persona, ella vuelve a su
anterior forma de vida. Los sentimientos de arrepentimiento y sumisión son reemplazados por ingratitud. En el
momento de enfrentar la muerte, la persona olvida lo que pensó y lo que hizo.
Con la confianza de haber superado el peligro, se aleja de ALÁH como si no fuera la misma persona
que experimentó el arrepentimiento y con seriedad imploró anteriormente a ALÁH. Continúa su vida con más
apego al mundo, como si hace poco no hubiera estado en una situación difícil. En el Corán, algunos ejemplos
describen el estado psicológico de tales personas:
Él es quien os hace viajar por la tierra y por el mar. Y cuando os encontráis en las
naves y estas navegan con viento favorable, se regocijan por ello, pero cuando les llega un
viento tempestuoso y las olas se alzan por todas partes y se sienten rodeados, invocan a ALÁH
con sincero reconocimiento y sumisión. “Si nos salvas de esta, seremos de los agradecidos”.
Pero una vez que han sido salvados por Él, cometen actos de desobediencia sin derecho en la
tierra. “¡Hombres! Toda injusticia que cometáis será en contra de vosotros mismos. Tendréis el
disfrute de la vida de este mundo pero luego habréis de volver a nosotros, entonces os haremos
saber lo que hacíais”. (Surah Yunus: 22-23).
Y cuando en el mar os alcanza una desgracia, desaparecen todos los que invocáis
menos Él. Pero una vez que os hemos puesto a salvo en tierra firme, os apartáis. El hombre es
siempre ingrato. ¿Acaso estáis libres de que parte de la tierra no se hunda con vosotros o de
que se envíe un huracán contra vosotros? Después no encontrareis quien os guarde.
(Surah al-Isra: 67-68)
7
Como se enfatizó en el verso anterior, ¿cómo puede estar segura la persona de no volver a enfrentar
otro peligro similar o de mayores dimensiones? Y si así sucediera, ¿cómo se puede estar seguro de salvarse
esta próxima vez? No hay duda de que nadie puede garantizar que estas situaciones no ocurran. También hay
que tener en cuenta que el salir del peligro no hará ninguna diferencia en la vida de una persona, ya que
ultimadamente todos moriremos algún día, y esto será exactamente cuando se haya agotado el tiempo
determinado para esta persona, y entonces se arrepentirá, pero este arrepentimiento ya en nada lo beneficiará.
Ese es el estado psicológico común de aquellos que viven separados de la religión (din). ALÁH
explica esta situación de la siguiente manera:
“Y cuando el hombre es tocado por el mal, nos suplica acostado, sentado o de pie; pero
cuando lo libramos de él, sigue como antes, como si no nos hubiera suplicado por un mal que le
tocó. Así es como hacemos que a los que se exceden les parezcan hermosas sus acciones”.
(Surah Yunus: 12)
“Y cuando algún perjuicio afecta a los hombres, suplican a su Señor recurriendo a El,
pero luego cuando les da a probar una misericordia procedente de Él, una parte de ellos asocia
a otros con su Señor”. (Surah ar-Rum: 33)
Las personas que son representadas en estos versos, se vuelven a ALÁH cuando se enfrentan ante las
dificultades, y aunque no salgan pronto de ellas, se olvidan de las promesas convertidas a ALÁH y son
ingratas. Esta actitud explica que el arrepentimiento que ellos sienten en verdad, probablemente emerge de
sus debilidades y del estado de dificultad.
Por el contrario, el estado de arrepentimiento de los creyentes es peculiar y muy diferente, ya que éste
produce mayor beneficio al hombre.
El verdadero arrepentimiento no es un estado pasajero, ya que este incita al hombre a producir
cambios fundamentales en su carácter.
Una persona que siente verdadero arrepentimiento en su corazón, vive el resto de su vida dedicado a
sí mismo, en total obediencia a ALÁH, deseando su piedad y perdón. Cuando las circunstancias cambian o
hay una nueva oportunidad, él nunca se atreve a volver a su vida anterior, siendo advertido de que tal
desagradecimiento significaría su perdición.
ALÁH se vale de un relato en el Corán, en el que describe el estado psicológico de las personas que
enfrentan la muerte a bordo de una embarcación, para que así puedan advertir a la gente. Puesto que en el ego
de cada individuo existe esta predisposición.
Tomar como lección este ejemplo descrito en los versos anteriores y evitar este aspecto negativo del
alma de cada individuo, haciendo un acto sincero de contrición.
Ahora va la siguiente pregunta: ¿En qué clase de estado psicológico estaría yo si tuviera que enfrentar
una situación similar? ¿Qué haría que me arrepienta? ¿Qué cambios radicales me prometo a mí mismo
realizar en mi carácter, siempre que me salve de un peligro? ¿Qué renunciaría y qué sinceramente pondría en
práctica?
Para considerar y actuar, no es necesario enfrentar un peligro, es posible que las probabilidades fallen
y que una desgracia no suceda muy pronto, o puede que nunca enfrente tal peligro en el tiempo de su vida; sin
embargo, en ambos casos, algo es seguro en el momento de la muerte de una persona: y es que enfrentará
sorpresivamente al ángel de la muerte junto consigo. En este momento, cuando reconozca la certeza de la
llegada de la muerte, y si el falló en llevar su vida por el sendero de ALÁH, definitivamente tendrá cosas de
qué arrepentirse.
8
Para evitar el arrepentimiento en este mundo y en el más allá, lo único que se puede hacer es volverse
a ALÁH, debiendo ser cuidadoso de los deberes para con Él y seguir sus mandamientos, como se tipifica en
el Corán.
La muerte está muy cerca y el hombre no debe retrasar las acciones de las que es responsable,
enrumbando su sincera decisión hacia acciones que revistan paciencia y determinación. La sinceridad y la
cercanía con ALÁH deben ser lo que la persona sienta en momentos de peligro y debilidad.
El hecho más importante que debe recordarse es el siguiente: el principal propósito de la existencia
del hombre en este mundo es el de servir a ALÁH siendo un siervo que haya alcanzado su beneplácito. Todo,
excepto esto –especialmente el éxito personal, las posesiones, la familia, la carrera, etc.–, solo son los medios
por los cuales el individuo se acercar a ALÁH. Serán vanos los esfuerzos de quienes se empeñen solamente en
lograr aquellas cosas, olvidando e ignorando que estos favores son otorgados por ALÁH, y que serán
retornados ante Él, para así darle gracias. Los beneficios temporales logrados en este mundo no podrán
ayudar al hombre en el más allá.
En un verso, ALÁH enfatiza que estas son la clase de gente que serán más abrumadas con pesar:
Di: “¿Queréis saber quiénes serán los más perdedores por sus obras? Aquellos cuyo
celo por la vida del mundo los haya extraviado o los que creyeron que hacían el bien con lo que
hacían. Esos serán los que hayan negado los signos de su Señor y el encuentro con Él, sus obras
se hicieron inútiles y el Día del Levantamiento no tendrán ningún peso”. (Surah al-Kahf: 103105)
Siempre que la persona logre las bendiciones de ALÁH, en este mundo, por medio de sus actos y de
la moralidad, ALÁH ciertamente le protegerá, tanto en este mundo como en el más allá. Sin embargo, si el
hombre pierde esta oportunidad en el mundo, se arrepentirá de su terrible error en el momento en que los
ángeles de la muerte aparezcan ante él. Este error, improbable de ser compensado, será, para dicha persona, la
causa del arrepentimiento eterno.
El Corán se expresa así del arrepentimiento que sienten las personas en la presencia de su Señor:
Dirá: “Ojalá y hubiera adelantado algo a favor de mi vida” (Surah al-Fajr 24)
… “¡Ojalá y no hubiera asociado a nadie con mi Señor!” (Surah al-Kahf: 42)
… “¡Ojalá y hubiera tomado el camino junto al mensajero!” (Surah al-Furqan: 27)
La persona a la que no le gustare pronunciar estas palabras con desesperación, debería en este mismo
momento someterse a su Señor y vivir bajo los principios dictados por su Creador.
Se debe hacer caso del arrepentimiento
que se ha sentido en este mundo.
La vida en este mundo es una oportunidad otorgada para el hombre, para que pueda ganar la vida eterna
y perfecta en el más allá.
Aquellos que no aprovechan esta oportunidad y viven una vida alejada de la religión del Islam, se
arrepentirán de cada instante que vivieron en este mundo, cuando vean el tormento en el más allá. Esto es
debido a que estas personas fueron advertidas algunas veces e informadas sobre la existencia de los dos sitios:
el Infierno y el Paraíso. También fueron informadas respecto de que su conducta será la que dictamine el lugar
del que se harán acreedores.
Con misericordia ALÁH proporciona enseñanzas para que el hombre sienta el arrepentimiento en este
mundo, a través de pensamientos y sentimientos que estimulan esta experiencia del arrepentimiento, para así
llegar al fin irreversible. Adicionalmente, ALÁH confiere a las personas un cierto tiempo para que se puedan
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purificar de sus errores y malas actitudes. Durante la vida de las personas, a cada ser humano se le ofrece la
oportunidad de arrepentirse y dejar el resto de su vida para conducirse a ALÁH.
Visto desde este punto de vista, el sentimiento del arrepentimiento es realmente la gran oportunidad que
ALÁH otorga al hombre; esto se debe a que después de tal profundo arrepentimiento, si un hombre se vuelve
a ALÁH, Él le otorga eterna salvación como respuesta a su sinceridad. Contrariamente, si la persona ignora
estas advertencias y oportunidades, entonces su castigo será un eterno arrepentimiento y dolor.
En el Corán, ALÁH ilustra varios ejemplos de personas que lamentaron sus errores. Estos sentimientos
de arrepentimiento estimularon a un grupo de personas a volverse a ALÁH y salvarse de repetir estos errores
por el resto de sus vidas. A pesar de ello, otro grupo olvidó por completo sobre este arrepentimiento a tiempo,
regresando a su anterior rebeldía.
La experiencia de arrepentimiento de tres personas, quienes no tomaron parte en una batalla durante la
vida del Profeta Mujammad, es un ejemplo claro de arrepentimiento. El Corán dice:
“ALÁH se ha vuelto a favor del Profeta, de los que emigraron y de quienes les auxiliaron,
aquellos que le siguieron en las horas difíciles después de que los corazones de una parte de ellos
habían estado a punto de desviarse y ALÁH se volvió a ellos. Es cierto que fue Clemente y
Compasivo. Y también lo hizo con los tres que se habían quedado atrás, y llegó un momento en el
que la tierra se le hizo estrecha y sus propias almas les parecían estrechas y pensaron que no había
refugio ante ALÁH, excepto en sí mismo, y Él se volvió sobre ellos para que pudieran retractarse
de su error, verdaderamente ALÁH es el que se vuelve a favor de Sus Siervos, el Compasivo.
(Surah At-Tawba: 117-118).
Como hemos aprendido de los versos anteriores, las tres personas que fueron dejadas atrás se
arrepintieron grandemente en sus corazones, como consecuencia, se dieron cuenta de que la única forma de
salvarse era arrepentirse y buscar el refugio en ALÁH.
Este es el arrepentimiento sincero, que mueve a las personas, las cambia y les impulsa a enmendar sus
errores, para llevar su vida en conformidad con lo que dice ALÁH, anhelando su Compasión y Piedad. ALÁH
acepta el arrepentimiento de sus siervos y los perdona:
Excepto quien se vuelva atrás, crea y obre rectamente, a esos ALÁH les sustituirá sus malas
acciones por buenas. ALÁH es Perdonador y Compasivo. Y quien se vuelva atrás y actúe con
rectitud, se habrá vuelto correctamente hacia ALÁH.
(Surah Furqán: 70 – 71)
Y los que hagan el mal y luego, después de haberlo hecho, se echen atrás y crean; es cierto
que tu Señor, a pesar de lo que hicieron, es Perdonador y Compasivo (Surah al-Araf: 153) .
Y es cierto que yo soy indulgente con el que se vuelve a mí, cree, actúa con rectitud y es
guiado (Surah Ta Ha: 82).
También dice en el Corán que aquellas naciones a las cuales los profetas fueron enviados, se
arrepintieron de sus malas acciones. Similarmente, la gente del profeta Moisés, que no pudieron esperar a que
él bajara del monte Sinaí con el mensaje de ALÁH, olvidó a ALÁH y revirtió su fe por la adoración de un
ídolo. El gran arrepentimiento de estas naciones por sus pecados se describe de la siguiente manera:
Pero durante la ausencia de Moisés, su gente se hizo, de las joyas que tenían, el cuerpo de un
becerro que mugía. ¿Pero es que no veían que ni les hablaba ni les guiaba por ningún camino? Lo
tomaron (como Dios) y fueron injustos. Y cuando se echaron atrás y vieron que se habían
extraviado dijeron: Si nuestro Señor no tiene compasión de nosotros y no nos perdona, estamos
perdidos. (Surah al-Araf: 148 – 149)
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El arrepentimiento está enfatizado una vez más en el Corán, en la historia de los propietarios del jardín,
a quienes ALÁH les otorgó dicho jardín como un favor suyo; sin embargo, ellos fueron arrogantes, se
apropiaron del jardín y se olvidaron de ser agradecidos con ALÁH. Por este motivo, recibieron un castigo
que causó su arrepentimiento y se volvieran hacia ALÁH.
Les hemos puesto a prueba como hicimos con los dueños del vergel cuando juraron que recogerían
sus frutos al amanecer. Pero no manifestaron ninguna excepción, diciendo: “Lo haremos si ALÁH
quiere”. Y de noche, mientras dormían, un visitante de tu Señor cayó sobre él. Y amaneció como la
noche oscura. Y cuando amanecieron se avisaron unos a otros: “Id temprano a vuestro sembrado si
habéis de recoger la cosecha”. Y partieron diciéndose en voz baja: “Hoy no entrará a costa nuestra
ningún mendigo en él”. Y salieron en la mañana sintiéndose seguros de su propósito, pero al verlo
dijeron: “¡Nos hemos perdido!”. “Pero no lo hemos perdido todo”, dijo el más razonable de ellos: “¿No
os dije que glorificarais?”. Dijeron: “¡Gloria a nuestro Señor! Realmente hemos sido injustos”. Y
comenzaron a hacerse reproches unos a otros. Dijeron: “¡Ay de nosotros!, hemos desobedecido. Quizás
nuestro Señor nos dé en su lugar algo mejor, a nuestro Señor suplicamos”. (Surah al-Qalam: 17-32)
Pero cuando las condiciones cambian, o se les da una nueva oportunidad, muchas de las personas olvidan
la advertencia que se supone les hizo arrepentirse y animarlos a realizar buenas obras. Aquellos que ignoraron
las advertencias y volvieron a sus actitudes anteriores, seguramente serán castigados, a menos que se
arrepientan a tiempo, como fue el caso de la gente del profeta Saleh, el pueblo de ‘Zamud’. Quienes
rechazaron las advertencias del profeta Saleh, a sabiendas que se lamentarían de su inevitable destino. Con
certeza, ALÁH nunca romperá su promesa y cumplirá sus promesas.
Dijo: “Esta camella tendrá su turno de bebida y vosotros el vuestro, un día fijado. No le hagáis
ningún daño para que no os agarre el castigo de un día grave”. Pero la desjarretaron y amanecieron
arrepentidos. El castigo les agarró, realmente en esto hay un signo. La mayoría de ellos no eran
creyentes. Y es verdad que tu Señor es el Irresistible, el Compasivo. (Surah ash-Shu’ra; 155-159 )
Uno debe recordar que ALÁH es justo, Él no deja ninguna pregunta sin respuesta, incluso recompensa
las buenas obras con creces, las obras realizadas en su nombre. Él es quien anuncia buenas noticias de su
Misericordia y del Paraíso, para aquellos que se vuelven a Él con sincero arrepentimiento. Considerando lo
anterior, la persona debería hacer una reflexión: sabiendo la intensidad de la problemática, y el resultado que
da un arrepentimiento temporal en este mundo, ¿vale la pena arriesgarse a un arrepentimiento perduradero?,
sin contar con el arrepentimiento, después de la muerte, que la persona sufrirá en el Infierno y que no tendrá
fin.
Seguramente nadie se arriesgará a sentir tal arrepentimiento en el más allá. En este caso, lo que debería
hacer cada persona es muy obvio: cada quien en este mundo aún tiene tiempo para tomar esta oportunidad. La
persona que reúna los favores con ALÁH, no solo que se salvará del fuego, sino que también será el heredero
de las bendiciones de este mundo y del más allá.
Por lo tanto, cada persona que se esfuerce para obtener estas bendiciones y evitar el arrepentimiento de
los ‘Compañeros del Fuego’, requiere dedicarse a hacerse merecedor de las bendiciones de ALÁH. La gente
necesita, incondicionalmente, seguir un camino que la conduzca a salir de la oscuridad hacia la luz, este
camino lo prescribe ALÁH.
Él es quien os bendice, así como sus ángeles piden por vosotros, para
sacaros de las tinieblas a la luz. Y con los creyentes es Compasivo. El día en que se encuentren
con Él, el saludo que recibirán será: “Paz”. Y les habrá preparado una generosa recompensa.
(Surah al-Ahzab: 43-44)
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EL COMIENZO DEL
ETERNO ARREPENTIMIENTO PARA LOS
NO CREYENTES: LA MUERTE
A cada persona le llega la muerte.
Les probamos tanto con el bien como con el mal como un juicio.
Y ustedes volverán a nosotros.
(Surah al Anbiya: 35)
Para aquellos que no creen en el más allá, la muerte es considerada el final y la destrucción. Esta
percepción no es correcta, ya que la muerte no es un final sino un comienzo. Para los creyentes es el comienzo
de la perfección, el paraíso eterno, que está libre de toda maldad e imperfección; por el contrario, para los no
creyentes, es el cambio de la vida hacia el Infierno, donde habrá un eterno castigo.
Aquellos que comprenden esta realidad viven un final agradable en el mundo, y cuando la muerte les
encuentra, inician un placentero comienzo en el más allá. Paralelamente, esto no ocurre a quienes no han
creído, pues, irremediablemente enfrentarán el arrepentimiento de haber pasado por alto la realidad que les
fue previamente informada y sufrirán este arrepentimiento a cada momento por la eternidad, en donde nunca
hallarán alivio.
Aunque la muerte no es un asunto de profunda preocupación para muchas personas, es un final
inevitable; esto es debido a que ALÁH creó la muerte como el fin definitivo de esta vida, entonces, ninguna
persona se escapará del fin, ni la hacienda ni la riqueza ni la profesión o los amigos cercanos pueden salvar de
la muerte, este hecho está descrito en muchos versos en el Corán:
Dondequiera que estéis, incluso si estáis en torres fortificadas, os alcanzará la muerte.
(Surah an Nisá: 78)
Di: Tened por seguro que la muerte, de la que huís os encontrará y luego regresaréis al
Conocedor de lo que no se ha visto y de lo no aparente, que os hará saber lo que hayáis hecho. (Surah al
Yumuah : 8)
Pero ALÁH no va a dar ningún plazo a nadie cuando le llegue su fin. ALÁH conoce
perfectamente lo que hacéis. (Surah al Munafiqún: 11)
¿Entonces, el evitar pensar en la muerte y la vida después de la muerte, le salvará a la persona de
enfrentar esa realidad? Seguramente la respuesta a esta pregunta es “No”. Ya que para el hombre, la muerte es
una realidad; lo más razonable es meditar constantemente en ella y estar preparado para el más allá, como lo
dijo nuestro profeta: “Piensen mucho en la muerte. ALÁH abre el corazón de la persona que piensa mucho en
la muerte y hace de ella algo fácil” (Narrado por Abu Huraira, Ramuz el-ehadis, Publicaciones Gonca,
Estambul, Vol. 1, p.80/15).
Aquellos que descuidan pensar en el más allá y son distraídos por esta vida fugaz y mundana, son
tomados sorpresivamente por la muerte, también aquellos que dicen: “Mientras seamos jóvenes hemos de
disfrutar mucho de nuestras vidas y luego pensaremos en la muerte, al final de nuestras vidas”.
Definitivamente estas personas no entienden que a lo mejor no tendrán tal oportunidad, puesto que la muerte
está predestinada por ALÁH, y la persona puede morir antes de llegar a ser adulto. Quienes se mantengan
únicamente haciendo planes a futuro y posponiendo el cumplimiento de las órdenes de ALÁH, solo
encontrarán un arrepentimiento desagradable.
Quienes malgasten su vida, lejos del camino de ALÁH, solo se arrepentirán cuando perciban que la
muerte está cerca; pero aquel arrepentimiento, producto de la cercanía de la muerte, no es aceptable para
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ALÁH, pues, en este último estado, ya es vana la intención de enmendarse y purificarse. El vivir una vida sin
reflexionar en la muerte desembocará en un esfuerzo desesperado a última hora para tratar de salvarse, pero ya
no habrá beneficio. ALÁH conoce la falta de sinceridad, pues Él está más cerca del hombre que su vena
yugular. Como ALÁH nos dice en el Corán, Él sabe lo que está en el interior de cada persona, incluso sus
pensamientos y secretos más profundos. El Corán nos informa que ALÁH no aceptará el arrepentimiento del
último momento basado en el temor a la muerte.
Pero no se les aceptará el arrepentimiento a los que habiendo llevado a cabo malas acciones,
cuando se les presente la muerte digan: “Ahora yo me arrepiento,” ni a los que mueran siendo
incrédulos. Para ellos hemos preparado un doloroso castigo. (Surah an- Nisa: 18)
El Corán advierte de la falta de sinceridad de la gente que reasume después una actitud ingrata,
cuando es otorgada otra oportunidad:
Si los vieras cuando se detenga ante el Fuego y digan: “¡Ay de nosotros si pudiéramos volver!
No negaríamos los signos de nuestro Señor y seríamos creyentes”. Por el contrario se les habrá puesto
de manifiesto lo que antes ocultaban, y aunque volvieran, harían de nuevo lo que se les dijo que no
hicieran. (Surah al Anám: 27-28)
Por esta razón, es equivocado e irracional decir: “Me arrepentiré cuando venga el tiempo propicio.”
Esta forma de pensar, no le salvará a la persona del tormento en el Infierno. Por lo tanto, si la persona no
quiere sufrir una pena grave después de la muerte, en la eternidad, debe vivir con pendiente del certero
encuentro con su Creador, cuando se reúna para dar cuenta de sus acciones.
El arrepentimiento de los no creyentes en el
momento de la muerte
A través de la vida, a la gente se le recuerda muchas veces sobre la existencia del Jardín y del Fuego
y sobre que ellos tienen que prepararse para el más allá; mas aquellos que no creen tienen oídos sordos a esta
clase de advertencias y cuando se enfrenten a la muerte, fuente principal de su arrepentimiento, sabrán que
fueron ellos quienes labraron su propia destrucción. Nadie los forzó, por propio deseo escogieron este fin
espantoso para sí mismos. Cuando llega la muerte, quienes se han negado a creer sentirán pena y un espantoso
temor. Este será el inicio del tormento, el Corán describe este pasaje así:
...Y una pierna se une con la otra: ese Día el rumbo será hacia tu Señor. Sin embargo, no
confirmó la verdad ni rezó, sino que la negó y se desentendió. Y luego se marchó con su gente
mostrando arrogancia. ¡Ay de ti!, ¡Ay! Y ¡Ay de ti!, ¡Ay! (Surah al-Qiyama: 29-35)
Hay que tomar en cuenta que quienes no han creído serán los únicos que sufran este temor, mientras
que quienes han creído estarán optimistas, ya que ellos han vivido toda su vida entregada a ALÁH. Los no
creyentes, por otro lado, experimentarán un gran lamento atrasado cuando la muerte llegue; sin embargo, este
lamento de ninguna manera los mantendrá a salvo del castigo porque será demasiado tarde.
El Corán expresa que en el momento de la muerte, las almas de los no creyentes serán sacadas con gran
sufrimiento y dificultad.
¿Y quién es más injusto que quien inventa una mentira sobre ALÁH o dice: “Yo he recibido la
inspiración”, cuando no se le ha inspirado nada: y dice: “Haré descender algo similar a lo que ALÁH
hace descender”? Y si vieras cuando los injustos estén en la agonía de la muerte y los ángeles tiendan la
mano: ¡Expulsad vuestras almas! Hoy se os pagará con el castigo del envilecimiento, por lo que decíais
sobre ALÁH sin ser verdad y porque os llenasteis de soberbia ante sus signos. (Surah al-Anam: 93)
¿Cómo estarán cuando los ángeles se los lleven golpeándoles la cara y la espalda? (Surah Mamad: 27)
Seguramente, para quienes no han creído es imposible comprender a cabalidad la experiencia del
momento de la muerte, quienes no han creído; sin embargo, ALÁH ilustra esta situación para que el hombre
pueda ver y evite llegar a tal fin.
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Los ángeles de la muerte, como lo sugieren los versos, tomarán las almas de los no creyentes mientras
hieren sus caras y sus espaldas. En ese momento, los incrédulos sufrirán un dolor físico, acompañado de un
profundo lamento, pues ya saben que no hay posibilidad de marcha atrás.
En el momento de la muerte, el hombre experimenta conscientemente lo que acontece y este es el
comienzo de su vida eterna; la muerte es soَlo una fase de transición; es verdaderamente la salida del alma del
cuerpo.
Debido al tormento que ellos sufren en el momento de la muerte, los incrédulos comprenden que
estarán sujetos a un gran castigo, cuya duración será la eternidad. Los que vivieron toda su vida distanciados
de la religión de ALÁH empezarán a suplicar con vehemencia el perdón y la certeza en ALÁH. Imploran para
ser devueltos al mundo, para actuar correctamente y reparar lo perdido; pero sus deseos no serán aceptados,
como dice el versículo: “A ellos se les dio una larga vida para recibir la amonestación”. A ellos se les dio
grandes noticias de los jardines del Paraíso y también se les advirtió contra el fuego del Infierno, pero ellos
dieron las espaldas, desmintiendo la verdad. Mas como dice el Corán, nuevamente negarán si tienen otra
oportunidad:
Y cuando le llegue la muerte a uno de ellos, entonces dirá: “Señor, déjame volver para que
pueda actuar con rectitud en lo que descuidé. Pero no solo son palabras que dice. Ante ellos habrá un
período intermedio hasta que llegue el día en que sean devueltos a la vida. Entonces se soplará el
cuerno. Ese día no habrá entre ellos consanguinidad ni se preguntarán unos a otros. (Surah
Muminun: 99-101)
Dice el Corán que los incrédulos a sabiendas no se posternan ante ALÁH, ni cumplen sus órdenes ni
observan estándares altos de moralidad, y en el momento de la muerte, ellos ni siquiera podrán postrarse:
El día que se ponga de manifiesto la gravedad de la situación, se los llamará a postrarse pero no
podrán. La mirada rendida, les cubrirá la humillación. Ya se les llamó a que se postrarán cuando
gozaban de bienestar. (Surah al-Qalam: 42-43)
Hay otro punto de lamento que se añade a la gente en la agonía de la muerte: comprende que todas las
promesas de ALÁH han sido verdaderas. Los incrédulos, quienes no confiaban en los creyentes, e incluso se
burlaban y no tomaban seriamente el mundo, verán que no sufrirán ninguna de las penas por las que ellos
atraviesan en ese día. Ellos serán recompensados eternamente con la mejor de las recompensas, porque
emplearon toda su vida para alcanzar sinceramente el beneplácito Divino. A diferencia de los no creyentes, las
almas de los creyentes son extraídas ‘con suavidad’, sin ningún dolor. (Surah al Naziat: 2). Como está
descrito en el verso, los ángeles saludarán a los creyentes y darán las buenas noticias del Jardín.
… Aquellos a los que llevan los ángeles en estado de bondad les dirán: “Paz con vosotros: entrad en
el Jardín, por vuestras obras”. (Surah an-Nahl:32)
Este es otro tormento mental para los no creyentes. A ellos también se les fueron ofrecidas las mismas
oportunidades que a los creyentes en este mundo. Aun, ellos deseosos comerciaron las bendiciones eternas del
Jardín para los beneficios de la corta vida material. Aunque ellos recuerden que el mundo es meramente un
lugar de prueba para el hombre y el verdadero lugar permanecen es la Otra Vida, ellos aparentan ignorancia
acerca de esto. Por lo tanto, ellos no se comprometieron, en buenas palabras, a alcanzar el Paraíso. Basta ser
un creyente sincero, que viva con la moral del Corán, para alcanzar el Paraíso únicamente con la intención. Se
debe reflexionar sobre todas estas añadiduras a las lamentaciones de los no creyentes. Un verso ALÁH dice:
¿O es que piensan los que tienen a su haber malas acciones que los consideraremos como a los que
creyeron y practicaron las acciones del bien, y que su vida y su muerte serán iguales? ¡Malo es lo que
juzgan! (Surah Yádiya: 21).
En otras palabras, cada alma será recompensada de acuerdo al bien o al mal que haya hecho. El temor de
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saber que ese Infierno está preparado para quienes no han creído, intensificará el arrepentimiento; hasta
entonces, ellos solo habrán experimentado el sufrimiento de la extracción de sus almas, lo que les pondrá de
manifiesto su destino inminente.
El arrepentimiento de los no creyentes, que comienza con la muerte, durará por toda la eternidad, cada
pequeño momento, cada hora y cada día, ellos permanecerán con esta pena eterna y jamás se salvarán de este
lamento.
Está en las manos del hombre el no padecer por este gran arrepentimiento y por el encuentro, la muerte no
debería ser necesariamente la forma de ver la realidad de ésta y el más allá. Para los creyentes, la promesa de
ALÁH es suficiente, y después de la muerte, la justicia de ALÁH será ciertamente la que prevalezca; los
incrédulos serán castigados con el fuego, mientras que los creyentes serán recompensados con los jardines del
Paraíso. Entonces, lo mejor que puede hacer una persona que aún no ha encontrado la muerte, es buscar
refugio en ALÁH y anhelar su perdón; además, la persona necesita explorar con atención el Corán, la única
guía para la humanidad hacia el sendero verdadero, y así alcanzar la comprensión para vivir bajo su mandato.
Es imprescindible reflexionar sobre la realidad y la cercanía de la muerte, antes que evitar el tratar de pensar
en ella, pues se beneficiará actuando con temor ante esta realidad inevitable.
La persona que se vuelve a ALÁH, alcanzará su consentimiento tanto en este mundo como en la Otra
Vida y entrará en el Jardín, bien complacido con su Señor, y su Señor bien complacido con él.
¡Oh alma sosegada! Regresa a tu Señor, satisfecha y satisfactoria. Y entra con mis siervos,
entra en mi Jardín. (Surah al-Fayar:27-30)
La manera de salvarse del arrepentimiento y ganar felicidad eterna es reflejándose en la muerte y en
la Otra Vida, y cumpliendo las órdenes de ALÁH, el Creador del hombre.
EL LAMENTO QUE SIENTE EN
EL DIA DEL JUICIO FINAL
Se soplará en el cuerno, y quienes haya en los cielos y en la tierra quedarán fulminados con la
excepción de quien Él quiera;, luego se soplará en él otra vez y quedarán en pie a la espera. Y brillará la
tierra con la luz de tu Señor; se colocará el Libro y se hará venir a los profetas y a los testigos, y se juzgará
entre ellos sin que sufran injusticia. Cada alma será retribuida según sus obras, y Él es el que mejor
conoce lo que hacen.
( Surah az- Zumar: 68-70)
T
odo el que ha vivido en la tierra será resucitado en el Día del Juicio, ese día será un
desconcierto para los no creyentes, sus conversaciones desatinadas son relatadas en el
Corán:
Dirán: “¡Ay de nosotros! ¿Quién nos ha levantado de nuestros lechos? Esto es lo que había
prometido el Misericordioso, los enviados decían la verdad”. (Surah Ya Sin: 52)
La promesa de la verdad se acerca, y cuando llegue, las miradas de los que se negaron a creer
se quedarán fijas: “¡Ay de nosotros estábamos desentendidos de esto y fuimos injustos!”.
(Surah Anbiya: 97).
La frase “Ay de nosotros” es una expresión del gran pánico, temor y lamento de los no creyentes. En
el momento de la resurrección, ellos se dan cuenta de que quienes les advirtieron acerca de la Otra Vida tenían
razón y verdad. A pesar de su detrimento, ellos están ahora enterados de que otras advertencias surgirán una
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después de otra, y sin posibilidad de escapar, serán arrastrados al tormento que no consideraron antes como
verdadero.
Después de superar la muerte, los incrédulos serán traídos ante ALÁH, entonces se los llamará a
justificar lo que hicieron en el mundo y luego vendrá el juicio. Con este propósito fueron traídos ante la
presencia de ALÁH, con toda esa otra gente arrogante que transgredió los límites del Creador.
El día en que se sople en el cuerno y vengan en grupos. (Surah Naba: 18)
En el día del Juicio Final, los no creyentes entenderán que ninguna otra acción fue más importante
que haber ganado el beneplácito Divino y haber evitado su ira. Su fracaso por no haber creído en los signos
del poder y en la existencia de ALÁH en este mundo serán obvios e intensificarán su arrepentimiento. Ese día,
verán simplemente que perdieron esta oportunidad, su lamento se manifiesta de la siguiente manera:
Será el día en que el injusto se morderá las manos y dirá: “¡Ojalá y hubiera tomado un camino
junto al Mensajero! ¡Ay de Mí! ¡Ojalá y no hubiera tomado a fulano por amigo! Me extravió del
recuerdo después de haberme venido”. El Shaytán es para el hombre una decepción. (Surah Furqan:
27-29)
En el Día del Juicio, los que no creyeron estarán muy ocupados con sus propios problemas y sus ojos
estarán ciegos ante las llamadas de sus propios hijos, de los esposos, de las madres, y de los padres.
El Corán, describe así:
Y cuando el grito ensordecedor llegue, el día en que el hombre huya de su hermano.
(Surah Abasa: 33-37)
Aquí, el concepto de linaje pierde totalmente su importancia y, de allí en adelante, lo único que debe
salvarse es del castigo de ALÁH. Esto será tan prioritario, que con la finalidad de salvarse, los incrédulos
ofrecerán en sacrificio a sus propios hijos, esposos, hermanos, etc.
El día en que el cielo sea como cobre fundido y las montañas como lana teñida, y los amigos
íntimos no pregunten el uno por el otro, los verán. El malhechor querrá liberarse del castigo ofreciendo
a sus hijos como rescate y a su compañera, a su hermano y a su tribu, la que le daba asilo, y a todos los
que hubiera en la tierra con tal de salvarse. Pero no. Estará ardiendo. Se les arrancará la piel de la
cabeza. Se llamará al que dio la espalda y se apartó, y acumuló con avaricia. (Surah Ma’ariy: 8-15)
Obviamente, estos esfuerzos de los no creyentes no tendrán ningún resultado. En la vida material, el
objetivo principal de los no creyentes era amasar una fortuna, hacer una carrera o tener hijos; gastaron toda su
vida para alcanzar estas metas; sin embargo, en el Día del Juicio, ellos se darán cuenta de que todos esos
esfuerzos de nada valieron. En el Día del Juicio, los no creyentes desearán haber desaparecido.
Para quienes creyeron, en cambio, será el tiempo esperado, lleno de entusiasmo y alegría. ALÁH describe
estos momentos en sus versos así:
Ese día habrá rostros resplandecientes que reirán gozosos. Y ese día habrá rostros
polvorientos, cubiertos de negrura. Esos eran los encubridores farsantes. (Surah Abasa: 38-42)
En el Día del Ajuste de Cuentas, el bien más preciado que uno posea serán los actos de justicia,
obrados solo por ganar la complacencia de ALÁH. A pesar de todo esto, los que no creyeron jamás se
esforzaron para hacerse acreedores de este tesoro que les traerá la salvación eterna; ni sus obras buenas
valdrán para presentar ante ALÁH en ese día; ya que al no haber creído en ALÁH, todos sus esfuerzos justos
no podrán ser compensados. ALÁH advierte este hecho así:
Di: “¿Queréis saber quiénes serán los más perdedores por sus obras? Aquellos cuyo celo por la
vida del mundo los haya extraviado o los que creyeron que hacían el bien con lo que hacían. Esos serán
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los que habían negado los signos de su Señor y el encuentro con Él; sus obras se hicieron inútiles y el
Día del Levantamiento no tendrán ningún peso”. (Surah al-Kahf: 103-105)
Los que negaron la religión (din) y tuvieron dudas acerca de la existencia del Día del Juicio, o no
sintieron la necesidad de estar preparados para la llegada de este día, y en la vida pasaron ocupados consigo
mismos amasando fortuna y dando rienda suelta a sus vanos deseos, ahora tendrán que enfrentar un
arrepentimiento del que nunca se librarán:
Y dirán: “¡Hay de nosotros! Este es el Día de la Rendición de Cuentas. Este es el Día del Juicio
cuya realidad habíais negado”. (Surah as-Saffat: 20-21)
Los que no creyeron en ALÁH encontrarán que todos sus actos fueron poco escrupuloso, ingratos,
deplorables, y serán descubiertos ante la presencia de ALÁH, donde testificarán personalmente los pecados
que cometieron. Esto se describe en el Corán así:
Serán presentados ante su Señor en filas. Habéis venido a Nosotros y así fue como os creamos
la primera vez y sin embargo afirmabais que no os íbamos a dar cita. Y se colocará el libro, entonces
veréis a los que hayan hecho el mal atemorizados por lo que pueda contener. Dirán: “¡Hay de nosotros!
¿Qué tiene este libro que no deja nada ni pequeño ni grande sin enumerar?” Y encontrarán delante lo
que hicieron. Tu Señor no va a tratar injustamente a nadie. (Surah Kahf: 48-49)
En ese día los hombres saldrán en grupos para ver sus obras. Y el que haya hecho el peso de
una brizna de bien, lo verá. Y el que haya hecho el peso de una brizna de mal, lo verá. (Surah azZilzala: 6-8)
Como se relata en el Corán, entonces viene el tiempo para los no creyentes para que vean sus
registros. Los creyentes recibirán sus registros por su lado derecho, mientras que los no creyentes, por el
izquierdo. Desde el momento en que los ángeles de la muerte tomen sus almas, quienes no creyeron en ALÁH
estarán sujetos al sufrimiento eterno, y el momento en que ellos reciban sus registros, será otro sufrimiento.
Evitarán mirar los crímenes que perpetraron contra ALÁH y desearán haber desaparecido. Esto es descrito en
los siguientes versos:
Pero a quien se le dé su libro por la izquierda dirá: “¡Ay de mí! Ojalá no me hubieran dado mi
libro y no hubiese sabido cuál era mi cuenta. ¡Ay de mí, ojalá hubiera acabado del todo! De nada me ha
servido mi riqueza, y mi poder se ha desvanecido”. (Surah al-Haqqa: 25-29)
…El día en que el hombre contemple lo que sus manos presentaron y diga incrédulo: “¡Ay de
mí! Ojalá fuera tierra”. (Surah an-Naba: 40)
Pero a quien se le dé el libro por la espalda pedirá que se acabe con él y será introducido en un
fuego ardiente. Había estado entre su gente contento pensando que no habría ningún retorno. ¡Pero no!
su Señor lo estaba viendo. (Surah al-Inshiqaq: 10-15)
Al presenciar estas escenas, los incrédulos dimensionarán la oportunidad que perdieron en el mundo
y sentirán un severo arrepentimiento. Adicionalmente a ello, verán y observarán la vida feliz de los creyentes
en el Paraíso, ya que previamente fueron invitados a conocer la verdad, por parte de los creyentes, pero
rehusaron arrogantemente y pusieron oídos sordos.
Pero ahora llega el ‘balance justo’: la gente será dirigida al Infierno o al Paraíso a partir de sus
registros. En el Día del Juicio, los no creyentes verán a dónde se dirigirán, entonces, un temor los alcanzará:
Verás a los injustos aterrados a causa de lo que se ganaron: se les vendrá encima. Y los que
creyeron y practicaron las acciones de bien tendrán en los vergeles de los Jardines lo que quieran junto
a su Señor. Ese es el gran favor (Surah ash-Shura: 22)
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La justicia de ALÁH prevalece y trae consigo la mejor recompensa y el castigo:
Y pondremos las balanzas justas para el Día del Levantamiento y nadie sufrirá injusticia en
nada. Y aunque sea del peso de un grano de mostaza, lo tendremos en cuenta. Nosotros bastamos para
contar. ( Surah Al-Anbiyá: 47)
Este proceso es fácil para los creyentes. Sin embargo, resultará difícil y muy doloroso para los no
creyentes. Ellos serán cuestionados por cada bendición que ALÁH les otorgó en el mundo, se darán cuenta de
cada momento de sus vidas, de su rebeldía en el cumplimiento de las órdenes del ser Supremo, de sus
actitudes ingratas, de sus pensamientos internos y de sus insultos, en fin, de las advertencias que ellos
ignoraron. Sin embargo, su falta de sinceridad, las excusas que usaron en el mundo, ya no serán aceptadas.
Esta situación es descrita en los siguientes versos:
¡Perdición ese día para los que negaron la verdad! Este es el día en que no hablarán ni se les
permitirá excusarse. ¡Perdición ese día para los que negaron la verdad! Este es el día de la Distinción,
os reuniremos a vosotros y a los que hubo antes de vosotros. Y si tenéis alguna estratagema, llevadla a
cabo. ¡Perdición ese día para los que negaron la verdad! (Surah al-Mursalat: 34-40)
Aquellos no creyentes sin buenos actos para presentar a ALÁH ‘sabrán lo que está listo’ para ellos.
Este lugar de tormento se describe como ‘el hoyo insondable’ en el Corán:
Entonces, aquel cuyas acciones tengan peso en la balanza estará en una vida satisfactoria. Pero
aquel cuyas acciones sean ligeras en la Balanza, tendrá por madre a un abismo. ¿Y qué te hará
entender lo que eso es? Es un fuego abrasador. (Surah al-Qari´a: 6-11).
Esto es importante para comprender la intensidad del arrepentimiento que los no creyentes
experimentarán en el Día del Juicio. Ese día será demasiado tarde para que una persona se arrepienta. Si uno
entiende a cabalidad lo que se dice aquí y no pierde el tiempo solamente en actos buenos, entonces podrá
esperar un gran equilibrio (de actos buenos). Solo ese esfuerzo le salvará a uno del arrepentimiento eterno.
EL ARREPENTIMIENTO QUE SE SIENTE EN EL INFIERNO
Cuando éste los vea desde lejos
le oirán enfurecido y con rabia.
(Surah al-Furqan: 12)
E
n el Día del Juicio, una vez que se les haya tomado sus cuentas, la gente será reunida y
conducida al Infierno en ‘divisiones’. Entre esta muchedumbre estarán todos los que
negaron la religión y la existencia de ALÁH a través de la historia, y aquellos que eran
arrogantes y se alejaron de los signos de ALÁH. Habrá también los que gozaron de riqueza y fama. Sin
embargo, para su desilusión, esas cosas que eran importantes en el mundo no los salvarán del castigo eterno.
El Corán nos informa que todos los no creyentes serán arrastrados vergonzosamente ante la puerta del
Infierno, donde sus guardianes les harán confesar sus crímenes por última vez antes de llevarlos, y los
portones se cerrarán detrás de ellos por toda la eternidad. Esta forma particular de ser conducidos los
incrédulos al Infierno, se describe en el Corán así:
Entonces los que se negaron a creer serán conducidos a Yahannam en grupos sucesivos, y
cuando lleguen a él se abrirán las puertas y sus guardianes les dirán: “¿Acaso no os llegaron
mensajeros de entre los vuestros que os leían los signos de vuestro Señor y os advertían del encuentro
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de éste vuestro día?” Dirán: “Sí”. Sin embargo se habrá hecho realidad la palabra del castigo contra los
incrédulos. Se dirá: “Entrad por las puertas de Yahannam para ser inmortales en él”. ¡Qué mala
morada la de los soberbios! (Surah az-Zumar: 71-72)
Esto es por haber actuado alegremente en la tierra sin derecho y por haber sido arrogantes.
Entrad por las puertas de Yahannam para, en él, ser inmortales. ¡Qué mal refugio el de los soberbios!
(Surah Ghafir: 75-76)
Ninguna persona de entre esta muchedumbre podrá salir y decir que no fue advertida acerca de este
día, porque ALÁH, el Justo, había enviado mensajeros a cada individuo para recordarle acerca de su
existencia, del Día de Juicio, del Paraíso y del Infierno. Por lo tanto, los no creyentes reconocerán que se han
hecho merecedores al tormento en el Infierno.
Fueron arrogantes, a pesar de la advertencia, y evadieron con astucia servir a ALÁH, quien los creó.
ALÁH informa al hombre que esa gente será humillada en el Infierno:
Y vuestro Señor ha dicho: “Llamadme y os responderé. Pero es cierto que aquellos cuya
soberbia les impida adorarme, entrarán en Yahannam humillados”. (Surah Ghafir: 60)
Creyeron ser poderosos en el mundo y se revelaron con insolencia ante su Señor, ahora la fuerza que
tenían de nada les servirá, porque cuando se les recordó acerca del atributo de ALÁH, el ‘al-Qahhar’(el
Sojuzgador), y la existencia del Infierno, el Paraíso y la guía hacia ALÁH, ellos replicaron:
“¿Por qué no nos castiga ALÁH por lo que decimos?” ¿Yahannam bastará para ellos, en él se
abrasarán? ¡Qué mal lugar de destino! (Surah al-Muyadala: 8)
En respuesta a su rebelión, ellos entrarán por las puertas al Infierno y nunca jamás podrán salir. En el
momento en que ellos vean el fuego, sentirán un inagotable arrepentimiento por sus equivocaciones. Este es el
momento en que ellos se darán cuenta, explícitamente, de que no hay salida del Infierno:
Y los que hayan hecho el mal verán el Fuego y sabrán que irán a caer en él, pero no
encontrarán cómo escapar (Surah al-Kahf: 53)
El entendimiento de lo que es el Infierno, para los incrédulos, y todo lo que ignoraban en el mundo,
será entonces muy claro: se darán cuenta de que malgastaron toda su vida en propósitos vanos y, por último,
entenderán que a cambio de beneficios pequeños y temporales, ellos ahora permanecerán en el tormento por
toda la eternidad. Las pocas décadas que ellos estuvieron en el mundo fueron, aparentemente, un período largo
y mientras tanto, jamás pensaron en la Otra Vida, donde la estancia es perfectamente feliz y donde la persona
estará a salvo de debilidades físicas, tal como el hambre y el agotamiento; los no creyentes prefirieron este
mundo, donde se encontraron completamente satisfechos; ahora, su entrada por los portones del Infierno será
tortuosa, entonces comprenderán que no tienen escape ni ningún recurso para evitar el tormento; buscarán la
salvación ofreciendo un rescate y éste será todo lo que poseen en este mundo, pero sus vanos esfuerzos se
describen así:
Los que respondan a su Señor tendrán lo más hermoso y quienes no le respondan, aunque
tuvieran todo lo que hay en la tierra y otro tanto, no podrían pagar con ello su rescate. Esos tienen la
peor cuenta y su morada es Yahannam. ¡Qué mal lugar de descanso! (Surah ar-Rad: 18)
Sin embargo, estos últimos esfuerzos demostrados ante el hecho de entrar en el Infierno serán en
vano. ALÁH nos informa que estos intentos no traen beneficio:
Así pues, hoy no se os aceptará ningún rescate, como tampoco se les aceptará a los que se
negaron a creer. Vuestro refugio será el Fuego. El se encargará de vosotros. ¡Qué mal lugar de destino!
(Surah al-Hadid: 15)
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Ciertamente hay una razón importante por la que estos intentos no dan resultados: ALÁH les advirtió
del Infierno cuando ellos estaban en el mundo y todo se describió con mucha claridad para ellos: que ningún
hombre será capaz de ayudar a otro y nadie podrá ofrecer cualquier rescate, pues se les recordó que ningún
rescate será aceptado. Existe un versículo, para advertir a la gente acerca de este hecho y es el siguiente:
Guardaos de un día en el que a nadie le valdrá lo que otro haya hecho, ni se aceptará que nadie
interceda por nadie, ni habrá posibilidad de pagar ningún rescate ni habrá ayuda. (Surah al-Baqara:
48)
Todavía, a pesar de todas las advertencias, ellos insistieron en su negación y, a sabiendas, cavaron su
propio fin. En ese día, ellos reconocerán el hecho importante de que sus propios actos los hicieron
merecedores del Infierno.
Este arrepentimiento será un gran tormento, no hallarán salvación para la eternidad y esto se debe a
que no hallaron un hecho importante que les justificara a sí mismos el ganarse el favor del Divino, en vez de
haberse esforzado en alcanzar metas vanas. Ellos verán a lo lejos la entrada al Paraíso; por haber fallado en el
cumplimiento de la forma correcta, hoy se encontrarán en una pérdida eterna.
Como se expresa en el vigésimo verso del Surah Balad: “Encima de ellos existe una cámara sellada
de Fuego”. Una vez que ellos entren por los portones del Infierno, serán encerrados adentro. Detrás de estos
portones existe el tormento de fuego del Infierno, que ellos sufrirán por toda la eternidad. Para los no
creyentes no hay posibilidad de escapar de este tormento. ALÁH llama a este fuego “el Destrozo”:
¿Y cómo podrás saber qué es al-Hutama? Es el fuego de ALÁH encendido que llega hasta
el fondo del corazón. Se cerrará en torno a ellos en elevadas columnas. (Surah al-Humaza:
5-9)
El tormento que enfrentan los no creyentes en el Infierno
Antes de seguir con el arrepentimiento que los no creyentes enfrentarán en la Otra Vida, sería útil
describir el tormento en el Infierno. Sin estar enterado de las formas del tormento en el Infierno, la persona
quizá se equivoque en comprender las dimensiones del arrepentimiento.
Como se mencionó anteriormente, el arrepentimiento de los no creyentes comienza en el momento en
que ellos ven el Infierno y entonces este arrepentimiento continúa por toda la eternidad. Las conversaciones
entre estas personas sobre su llegada al Infierno son así:
Y los que se niegan a creer en su Señor tendrán el castigo de Yahannam. ¡Qué mal lugar de
destino! Cuando sean arrojados en él escucharán como un horrible rebuzno y estará hirviendo. A punto
de reventar de rabia, cada vez que un grupo sea arrojado en él, les preguntarán sus guardianes:
“¿Acaso no os llegó uno que os advirtió?”. Dirán: “Sí, nos llegó un advertidor, pero negamos la verdad
y dijimos: ALÁH no ha hecho descender nada; no estáis sino en un extravío”. Y dirán: “Si hubiéramos
escuchado o hubiésemos tenido juicio, no estaríamos entre los compañeros del Saír”. Y reconocerán sus
faltas. ¡Fuera con los compañeros del Saír! (Surah al-Mulk: 6-11)
Como se ha expresado en los versos, cuando ellos sean lanzados al Infierno oirán un ruido terrible.
ALÁH describe este ruido en el séptimo verso del Surah al-Mulk como “pavoroso jadeo, estará
hirviendo”. Este sonido ensordecedor producirá angustia y temor espantosos en quienes no creyeron.
En otro verso, ALÁH describe el Fuego del Infierno como un “estallido de rabia” (Surah al-Mulk, 8). Los
que presencien este horrible acontecimiento se sentirán desesperados, ya que entonces entenderán el castigo
que enfrentarán. Además, comentarán acerca de su arrepentimiento por el fracaso de haber tenido todo
mientras estaban tranquilos en el mundo.
20
Tal pena es incomprensible, pues será extremadamente horrible y dolorosa. En los versos, se expresa
que el Infierno es el peor lugar de permanencia.
… ¡Qué mal lugar de retorno! (Surah al Imran: 162)
… ¡Qué mal fin! (Surah an-Nisa: 115)
Y su refugio será el Fuego. ¡Qué mala morada la de los injustos! (Surah al-Imran: 151)
Entrarán en Yahannam, y qué pésimo lugar de permanencia. (Surah Ibrahim: 29)
Los habitantes del Infierno serán lanzados en muchedumbre hacia este mal refugio. En un verso se
expresa así: “Entonces serán arrojados en él unos encima de otros, ellos y los que se extraviaron. (Surah
Shu’ra: 94). Del verso se entiende que todos los incrédulos, incluso los que eran arrogantes, los que
ostentaban riqueza y prepotencia, serán lanzados al fuego como si no tuvieran valor, como respuesta a su
arrogancia en este mundo, entonces serán humillados y despreciados.
En el Infierno ellos nunca serán considerados, tampoco se harán acreedores a la misericordia Divina,
más bien serán como la leña del Infierno; vivirán el dolor y la pena por toda la eternidad.
Ciertamente que vosotros y los que adorabais fuera de ALÁH
Yahannam donde entraréis. (Surah al-Anbiya: 98).
… Son combustible del Fuego. (Surah al-‘Imran: 10)
seréis
combustible de
El Corán nos informa de varias formas del castigo en el Infierno. La gente morará allí, como el verso
indica, “por edades”. En otras palabras, serán atormentados para siempre. Podemos describir algunos de estos
castigos como sigue:
En el verso trece del Surah Furqan se relata que los no creyentes serán lanzados “en un lugar estrecho
en el Infierno y puestos grilletes con cadenas”. Serán encerrados en un espacio estrecho por pocos minutos
para entiesarlos. Solo el pensar en estar rodeado por cuatro paredes es para muchos inadmisible e intolerable;
pero el tormento del Infierno es incomparable con lo de este mundo. Aparte de la limitación a un espacio
estrecho, también serán sometidos al fuego, puestos grilletes con cadenas; no serán capaces ni de moverse, ni
de escaparse del infierno.
Imaginar tal escena es doloroso.
En otro verso, ALÁH informa a los no creyentes que permanecerán “a la sombra de una humareda
abrasante” (Surah Wákia: 43). En general, la palabra ‘sombra’ es sinónimo de frescura; sin embargo, este
no es el caso del Infierno. ALÁH nos informa que en el Infierno esta sombra no es ni fresca ni refrescante.
Otra forma de castigo en el Infierno es la imposibilidad de la muerte. La muerte es la manera de la
liberación. Por esta razón, ALÁH no permitirá que la gente del Infierno muera, como también se indica en el
verso, “la muerte vendrá a ellos de cada lado, mas ellos no podrán morir” (Surah Ibrahim: 17).
En otras palabras, ellos experimentarán cada tipo de ataque que, bajo condiciones normales, tendrían
como resultante la muerte, pero a pesar de esto, ellos no morirán; en su lugar continuarán sufriendo el
tormento para alcanzar la eternidad.
En este mundo, las quemaduras severas tienen como resultado la muerte rápidamente, apenas si la
persona puede aguantar el fuego, y aunque la persona no muera y quede solo herida, toma mucho tiempo para
curarse apropiadamente. Pero en el Infierno, el tormento del fuego será incomparable al fuego que conocemos
en este mundo. En el Infierno, las capas de piel, serán reemplazadas cuando se quemen, para causar más
angustia al condenado (Surah Nisa: 56). En resumen, en el Infierno, la persona sufrirá el dolor interminable
causado por el fuego.
21
Otra forma del tormento causada por el fuego se relata en el verso 13 del Surah Dhariyat, donde se
dice que los ‘Compañeros del Fuego’ serán atormentados por éste, volviendo imposible comprender el dolor
que tal estado causará.
Sobre el dolor secundario que causa una quemadura en este mundo, la persona conjeturará el gran
dolor que daría este tormento. Mientras todo esto acontece, el hombre experimentará lo siguiente:
Entonces será atado con una cadena.. (Surah 69 Al-Haqqa: 32).
Se les pondrá grilletes y serán encadenados. (Surah al-Insan: 4)
Ellos serán golpeados con garrotes hechos de hierro. (Surah al-Hajj: 21)
Sus frentes, costados y espaldas serán marcados con el fuego del Infierno. (Surah at-Tawba: 35)
Agua hirviendo será vertida sobre sus cabezas (Surah al-Hajj:19)
Ellos tendrán prendas de vestir de fuego, confeccionadas para ellos, y llevarán camisas de alquitrán.
(Surah Ibrahim: 50).
No hallarán calma, ni una bebida que refresque. En ese día solo agua hirviendo (Surah as-Sad, 57),
sangre y pus (Surah al-Haaqqa, 36) estarán disponibles.
Por otro lado, el único alimento que la gente del Infierno tiene son las frutas de la espina amarga y
del árbol de zaqqum. ALÁH informa cómo el zaqqum resulta ser un tormento para los no creyentes:
Ciertamente el árbol de Zaqqum será el alimento del malvado. Cual metal fundido se derretirá
en sus vientres como el hervor del agua hirviendo. ¡Agarradlo y llevadlo a rastras en medio del Yahim!
Luego, verted sobre su cabeza parte del tormento del Yahim. ¡Gústalo!, tú que eres el poderoso y noble.
Esto es, en verdad, de lo que dudabais. (Surah ad-Duján: 43-50)
De las descripciones del Corán, sabemos que ese alimento en el Infierno dará una sensación de
estrangulamiento a la gente. Aquellos que no creyeron, tratarán de absorber la bebida de agua enconada en
tragos, pero sin ningún resultado; ellos nunca lograrán tragarlo. El pus, que es la cosa más desagradable en el
mundo por su apariencia y olor, estará también entre el alimento de la gente en el Infierno. Esto producirá un
gran dolor en la gente del Infierno, pero ellos no tendrán más opción para comer. No obstante, lo que ellos
coman no calmará su hambre. Ellos sufrirán también el dolor del hambre para siempre.
Haremos que recites y no olvidarás, excepto lo que ALÁH quiera. Él conoce lo que se muestra
y lo que se esconde. (Surah al-Ghashiyya: 6-7)
Hay otras descripciones en el Corán con respecto al tormento en el Infierno:
En él se lamentarán suspirando y no podrán oír. (Surah al-Anbi’ya: 100)
… Que en él permanecerán eternidades. (Surah an-Naba: 23)
…Su castigo no será aligerado. No se les otorgará el indulto… (Surah al-Imran: 88)
Ellos querrán salir del Fuego pero no serán capaces. (Surah al-Maida: 37)
Estos tormentos infligirán sufrimiento constante en los no creyentes, quienes implorarán por su
salvación muchas veces, e incluso consentirán que sus almas sean tomadas. Las conversaciones de la gente en
el Infierno se relatan en el Corán así:
Y pedirán a gritos: “!Oh Málik (ángel guardián del Infierno), que tu Señor acabe con
nosotros!” Dirá: “Vosotros habéis de permanecer. Os hemos traído la verdad, pero la mayoría de
vosotros detesta la verdad”. (Surah az-Zujruf: 77-78)
Se alejan de la religión (din) y no le dan atención a las advertencias en detrimento de esta gente, la
prueba es el relato del Corán, donde ALÁH no contestará el clamor de esta gente y Él los mantendrán en su
tormento por toda la eternidad.
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Estos son solo algunos de los tormentos que serán impartidos a aquellos que negaron a ALÁH y la
Otra Vida e ignoraron las advertencias acerca de la existencia del Infierno y el Paraíso; además, hay otro
tormento, uno que siempre permanecerá con los no creyentes, y es el sentimiento profundo del
arrepentimiento, que la persona jamás olvidará ni por un momento, causado por el hecho de que siempre
permanecerá en el Infierno, el lugar más horroroso que uno pueda ver, porque ya se dijo, a cada momento los
no creyentes experimentarán el sufrimiento y recordarán que si hubiesen cumplido de la manera correcta,
nada de esto los acontecería, ahora no hay manera de evitar este arrepentimiento.
El arrepentimiento que los no creyentes sentirán
por toda la eternidad
Al tener la experiencia de la severidad del castigo, los no creyentes sentirán el arrepentimiento de no
haber teniendo fe en ALÁH mientras estaban tranquilos en el mundo, pero este lamento no alterará la
situación. En el mundo se les ofreció muchas oportunidades que no aprovecharon. Una vez que ellos alcancen
la comprensión de este hecho, se lamentarán de todos y de todo lo que les distrajo de ALÁH y de la Otra
Vida, y de aquello que los distrajo hacia la vida material.
En el Corán, el gran arrepentimiento que los no creyentes sienten está repleto de rabia, como consta
en los siguientes versos:
El día en que sus caras sean pasadas por el fuego, dirán: “¡Ojalá y hubiéramos obedecido a
ALÁH y hubiésemos obedecido al Mensajero!”. Y dirán: “¡Señor nuestro!, en realidad nosotros
obedecimos a nuestros jefes y fueron ellos los que nos extraviaron del camino. ¡Señor! Dales a ellos el
doble de castigo y maldícelos con una gran maldición”. (Surah al-Ahzab: 66-68)
Y cuando llega a Nosotros, le dice: “¡Ay de mí! Ojalá hubiera entre tú y yo la distancia de los
dos orientes. ¡Qué mal compañero! Hoy no os servirá de nada que estéis asociados en el castigo puesto
que fuisteis injustos”. (Surah az-Zujruf: 38-39).
Como los versos sugieren, ellos esperan salvarse a sí mismos culpando a los que los desviaron del
sendero correcto; sin embargo, ALÁH otorga conciencia a todos para que sean guiados por el buen camino.
ALÁH también ha dotado al hombre de voluntad para que tome pertinentemente sus decisiones. En este
sentido, al hombre se le proporciona ambas alternativas, así como también el conocimiento de lo justo y lo
injusto; este es el caso del ser humano, que es quien elige o no el descanso eterno con ALÁH. Él sabe si uno
mantiene la fe o la niega en el fondo del corazón; por consiguiente, los que lideran a la gente al Infierno, así
también aquellos que les siguen, serán castigados con justicia. Ese día, nadie llevará la responsabilidad o los
pecados de otro.
Mientras esta gente intente que los otros cometan pecados, probablemente muchas veces pase por sus
mentes que ellos darán cuenta de sí mismos en la Otra Vida, mas ellos no le dieron importancia y trataron
como si fuera un asunto insignificante. Alimentaron en la gente la idea de renegar de ALÁH, diciendo: “Yo
asumiré la responsabilidad de lo que vosotros hagáis”. Satanás, por otro lado, hace promesas tentadoras y los
encamina de manera equivocada. Pero ALÁH, dice: “...Y vendrá a nosotros solo.” (Surah Maryam: 80),
nos informa que estas promesas no les servirá de ninguna ayuda. Ese día, quienes no creyeron verán con
claridad y de otra manera que están solos, y entenderán un hecho importante para sí mismos: sabrán que entre
ALÁH y el hombre no hay intercesores, ni amigos ni protectores. En el Infierno, sus mentores y cualquiera de
ellos que se consideraron sus amigos en el mundo los dejarán solos. Igualmente, Satanás, quien se reveló ante
ALÁH, a quien le tomaron como su protector, será infiel y les dirigirá de la siguiente manera:
Y dirá el Shaytán cuando el asunto esté ya decidido: “ALÁH os hizo una promesa verdadera,
mientras que yo os prometí y no cumplí con vosotros. No tenía sobre vosotros ninguna autoridad
excepto que os llamé y vosotros me hicisteis caso; así pues, no me culpéis a mí, sino a vosotros mismos.
Yo no os puedo salvar, ni vosotros me podéis salvar a mí. Rechazo el que vosotros me asociarais (con
ALÁH)”. Ciertamente los injustos tendrán un castigo doloroso. (Surah Ibrahim: 22)
23
Otra causa de arrepentimiento para los no creyentes será que todos aquellos a quienes consideraron
amigos o intercesores, les voltearán las espaldas. Entonces entenderán claramente que no hay en quien más
refugiarse sino en ALÁH, mas esta comprensión no será ningún alivio para sus penalidades. En ese día, ellos
pelearán unos con otros para que confiesen sus pecados:
Y dirán, discutiendo en él: “¡Por ALÁH que estábamos en un claro extravío! Cuando le atribuimos
iguales al Señor de todos los mundos. No nos extraviaron sino los malhechores. Y no tenemos a nadie
que interceda por nosotros; ni ningún amigo ferviente. Ojalá y tuviéramos una oportunidad más para
poder ser creyentes”. (Surah Shu’ra: 96-102)
Habrá un profundo arrepentimiento de quienes no creyeron: desearán volver al mundo para poder
comprometer sus actos buenos, que les traerá la bondad en la Otra Vida. Pero no se les aceptará. Hoy, ellos se
darán cuenta de que cualquier cosa –riqueza, belleza, profesión, etc.– que ellos obtuvieron en el mundo, no
tiene valor en la Otra Vida. A continuación, algunas de sus expresiones de arrepentimiento son citadas del
Corán:
Pero a quien se le de su libro por la izquierda dirá: “¡Ay de mí! Ojalá no me hubieran dado mi libro
y no hubiera sabido cuál era mi cuenta. ¡Ay de mí, ojalá hubiera acabado del todo! De nada me ha
servido mi riqueza, y mi poder se ha desvanecido”. “¡Prendedlo y encadenadlo! Luego hacer que entre
en el Yahim y apresadlo con una cadena de setenta codos. El no creía en ALÁH, el Inmenso. Y no
exhortaba a alimentar al pobre. Hoy no tendrá aquí quien lo proteja”. (Haqqa: 25-35)
… Y se haga venir, ese día, a Yahannam. Entonces el hombre recordará. ¿Pero de que le servirá
recordar? Dirá: “Ojalá y hubiera adelantado algo a favor de mi vida”. (Surah Fayr: 23-24)
Además, presenciar la gran alegría y felicidad de los Compañeros del Jardín profundizará el
arrepentimiento de los no creyentes. Ellos se percatarán de la visible diferencia entre las vidas de los
Compañeros del Jardín y la de ellos mismos. ALÁH llama la atención y diferencia a los Compañeros del
Jardín de los del Fuego.
La apariencia de los Compañeros del Fuego se representa en el Corán así:
La mirada rendida les cubrirá la humillación. Ya se les llamó a que se postrarán cuando gozaban
de bienestar. (Surah Qalam: 43)
Y ese día habrá rostros ensombrecidos. (Surah Qiyama: 24)
Por otro lado, los rostros de los Compañeros del Jardín se describen así:
Ese día habrá rostros resplandecientes que reirán gozosos. (Surah Abasa: 38-39).
Los no creyentes no encontrarán ningún alimento más que agua hirviendo, pus, espina amarga y el árbol
de zaqqum. Por el contrario, los creyentes serán recompensados con ríos de leche y miel, bebidas deliciosas
servidas en copas, toda clase de frutas y cualquier cosa que sus almas deseen. En un verso, el alimento de los
Compañeros del Jardín se describe como sigue:
Esta es la semblanza del Jardín prometido a los temerosos: ríos de agua de inalterable olor, ríos
de leche siempre del mismo sabor, ríos de vino, dulzor para los que beban y ríos de miel pura. En él
tendrán toda clase de frutos y perdón de tu Señor. ¿Es lo mismo que quien será inmortal en el fuego
y se le dará de beber agua hirviendo que le destrozará los intestinos? (Surah Muhamad: 15).
Seguramente no se pueden dibujar líneas paralelas entre estos favores otorgados a creyentes y el
alimento de los no creyentes, que de ninguna manera satisface el hambre de una persona y que llega a ser una
fuente eterna de tormento, donde serán expuestos al fuego por años; sus pieles serán restauradas conforme se
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vayan quemando, clamando por algún alivio y frescor. Anhelarán los favores otorgados a los Compañeros del
Jardín, que descansa en la sombra, y pedirán lo mismo para ellos. En el Corán la situación es relatada así:
Y suplicarán los compañeros del Fuego a los compañeros del Jardín: “¡Derramad sobre
nosotros un poco de agua o algo de lo que ALÁH os ha dado!” Dirán: “ALÁH ha prohibido ambas
cosas para los incrédulos”. (Surah Araf: 50)
Las súplicas de los no creyentes nunca serán contestadas.
Verdaderamente hemos preparado para los injustos un fuego cuya muralla los cercará; y si
piden auxilio serán socorridos con un agua como la pez que les quemará la cara. ¡Qué mala bebida y
que mal reposo! (Surah Kahf: 29)
Igualmente, ALÁH presentará a los Compañeros del Jardín prendas de vestir de seda verde, con
lujosos brocados y pulseras de oro y plata, mientras que los Compañeros del Fuego tendrán prendas de vestir
de alquitrán y fuego, diseñadas para ellos. Los creyentes vivirán en moradas finas y excelsas recámaras. Se
recostarán en ‘sofás suntuosamente tejidos’, tendrán alfombras exquisitas, y los sofás estarán forrados de
lujosos brocados. Los no creyentes, por otro lado, tendrán el Infierno como su lugar de descanso, donde habrá
capas que los cubrirán. ALÁH nos informa en el Corán que los creyentes tendrán todo lo que desean. Los
Compañeros del Jardín serán honrados con una vida alegre y pacífica en el Jardín.
Ellos tendrán cualquier cosa que desean de su Señor. (Surah Shura: 22)
ALÁH les habrá librado del mal de ese día y les dará resplandor y alegría. (Surah Insan: 11)
Si los no creyentes asumiesen una actitud concienzuda, sincera y honesta en el mundo, y cumplieran
los mandatos de ALÁH, no estarían sujetos al tormento en el Infierno, ni tampoco se lamentarán más cuando
piensen acerca de los Compañeros del Jardín. ALÁH define este tormento en el Infierno y el arrepentimiento
que ellos sienten como “el sufrimiento” y hace saber sobre cada uno de sus intentos para escapar de este
sufrimiento, que tendrá como resultado otro castigo:
“Cada vez que angustiados quieran salir de allí, serán devueltos. ¡Gustad el castigo del
Hariq!”. (Surah Hajj: 22)
Eso es porque el Infierno es un lugar del que no se puede volver. Es el lugar donde el sentimiento de
arrepentimiento no trae beneficio al hombre. Además, en el Infierno el concepto de arrepentimiento no está
definido. En el momento de la muerte de los no creyentes, los ángeles les dirán que nunca más experimentarán
algo bueno por toda la eternidad:
El día que vean a los ángeles, ese día no habrá buenas noticias para los malhechores. Y estos les
dirán: “Hay una barrera infranqueable”. (Surah Furqan: 22)
Por esta razón, quienes no creyeron encuentran su destrucción personal como la única forma para
tratar de salvarse. Ellos implorarán su propia destrucción, pero no dará resultado. Esto se debe a que ellos
tuvieron una gran vida, lo suficientemente larga para recibir la amonestación, pero voluntariamente negaron y
se alejaron de la verdad. En contestación a esto, se les dirá lo siguiente:
“Hoy no solo pediréis perecer una sola vez sino muchas veces”. (Surah Furqán: 14)
“Entrad en él, es igual que tengáis o que no tengáis paciencia. Solo se os pagará por lo que
hicisteis”. (Surah Tur: 16)
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En el cuadragésimo verso del Surah Araf, ALÁH describe la imposibilidad de los no creyentes en
dejar el Infierno: "No entraréis en el Jardín hasta cuando un camello atraviese por el ojo de una aguja”.
Además, ALÁH informa que los incrédulos serán desatendidos y olvidados, ya que en el mundo ellos se
alejaron del camino correcto e ignoraron su encuentro con el Día del Juicio. No recibirán ninguna respuesta ni
ayuda de ALÁH:
Él dirá: “Así como Nuestros Signos vinieron a ustedes y ustedes los olvidaron, en la misma
manera ustedes serán olvidados también hoy”. (Surah Taha: 126)
Y se dirá: “Hoy os olvidamos, al igual que vosotros olvidasteis el encuentro de este día vuestro;
vuestra morada será el Fuego y no tendréis quien os auxilie”. (Surah Yádiyah: 34)
“A esos que tomaron su deber de adoración como frivolidad y juego y se dejaron seducir por la
vida del mundo, hoy los olvidamos, como ellos olvidaron el encuentro de este día en el que ahora están;
y por haber negado Nuestros signos”. (Surah al-Araf: 51).
Ellos suplicarán a ALÁH para ser salvados del fuego y ALÁH les contestará de esta manera:
“¡Señor nuestro! Sácanos de él y si reincidimos, entonces seremos injustos”. Dirá: “Sed
arrojados en él con desprecio y no me habléis”. (Surah al-Muminun:108)
Los no creyentes recibirán un castigo eterno: permanecerá en eterno tormento y no recibirán ninguna
ayuda. ALÁH no concederá su misericordia a ellos, no los protegerá, y no perdonará sus pecados y faltas. Si
ellos se hubieran refugiado en ALÁH cuando estaban en la vida, ellos habrían encontrado que ALÁH es el
Perdonador y el más Misericordioso. Una vez que ellos entren en el Infierno, ya no habrá mas ayuda.
Después de todo lo dicho, la persona tiene que reflexionar sobre ciertos hechos, ahora mismo, ya que
ALÁH está todo misericordia y compasión para con sus siervos, ahora es cuando el humano necesita
acercarse a ALÁH, para encontrar cercanía y protección, puesto que una vez que los portones del Infierno se
cierren detrás de uno, jamás se abrirán otra vez, y no habrá más oportunidades que se otorguen en este mundo.
El Corán describe la manera para la salvación así:
Los que se vuelvan atrás arrepentidos, rectifiquen, se aferren a ALÁH y dediquen
sinceramente a ALÁH su práctica de Adoración…, ellos estarán con los creyentes y ALÁH les dará una
gran recompensa. ¿Qué ganaría ALÁH con castigaros si sois agradecidos y creéis? ALÁH es
agradecido y conocedor. (Surah an-Nisa: 146-147)
EL OBJETO DE NO SENTIR
ARREPENTIMIENTO EN EL MÁS ALLA
¿Qué ganaría ALÁH con castigarnos si sois agradecidos y creéis?
ALÁH es agradecido y conocedor
(Surah an-Nisa:147)
L
os seres humanos fuimos creados con debilidades e imperfecciones, mas durante el transcurso de
nuestra vida, olvidamos muchas cosas y cometemos innumerables errores; sin embargo, a través
del arrepentimiento, que es un gran favor que recibimos de ALÁH, siempre es posible en este
mundo corregir nuestros errores. Verdaderamente, este fue uno de los propósitos de la creación de este
mundo. Después de haber sido entrenados, puestos a prueba y purificados de nuestros errores, es altamente
26
recomendable realizar un acto de profunda contrición y arrepentirnos de nuestros errores y de la vida que
llevamos antes, siempre es posible el arrepentimiento y esperar el perdón de ALÁH.
En el Corán, ALÁH da las buenas noticias de que Él perdonará cualquier pecado siempre que la
persona se arrepienta sinceramente. ALÁH sabe nuestros secretos pensamientos, por más profundos que estos
sean, y hasta lo que callamos en palabras que las mantenemos dentro de nosotros. Él sabe si nosotros somos
leales a Él o no. ALÁH describe en el Corán, su cercanía con sus siervos:
Vuestro Señor sabe mejor lo que hay dentro de vosotros mismos. Si sois rectos… Es cierto que
Él perdona a los que se remiten a Él. (Surah Isra: 25)
Después de la muerte, surge otro hecho que cabe mencionar y este es que ya no es posible reparar
los errores y pecados cometidos en este mundo; entonces no podemos perder ni un solo momento, los
minutos pasan como el parpadeo de nuestro ojo, y con cada momento que pasa nos acercamos a la muerte.
Además, nunca podemos saber cuándo nos enfrentaremos a la muerte; su fecha, hora y minuto nunca se
pueden saber, todos nosotros ciertamente moriremos un día y daremos cuentas de nuestros actos en la
presencia de ALÁH.
Por esta razón, el hombre siempre debe tener en mente que pronto morirá, y si él no desea
lamentarse en la Otra Vida, entonces debe reconsiderar su vida.
Si fuera el tiempo de reunirse con los ángeles de la muerte ahora mismo, ¿estaría usted listo para
ajustar cuentas de todos los años vividos en este mundo?
‫؟‬Qué ha hecho usted hasta ahora, para ganar el beneplácito de ALÁH?
‫؟‬Ha sido usted muy meticuloso en obedecer las órdenes de ALÁH?
La persona quizás no tenga una respuesta afirmativa a estas preguntas, pero si se arrepiente y hace
un sincero compromiso de vivir en absoluta entrega para hacerse acreedor a la benevolencia de ALÁH,
entonces esta persona, puede esperar el perdón de ALÁH.
Debemos refugiarnos en ALÁH, que es al Ghaffar (el Perdonador, el que es Todo Perdón), al
Halim (el Tolerante), y al-Tawwab (el que acepta el arrepentimiento). ALÁH dará las recompensas a
aquellos que perseveren y siempre acudan a Él. Él ciertamente perdonará a sus siervos que tienen fe y que
realizaron actos buenos, escogiendo sus mejores obras.
En el siguiente versículo, estas buenas noticias se expresan así:
Lo que vosotros tenéis se acaba, pero lo que ALÁH tiene es permanente. Daremos a los que
hayan sido pacientes la recompensa que les corresponda por lo mejor que hayan hecho. A quien haya
obrado con rectitud, sea varón o hembra, siendo creyente, le haremos vivir una buena vida y le
daremos la recompensa que le corresponda por lo mejor que haya hecho. (Surah an-Nahl: 96-97).
Nunca debemos olvidar que en cualquier momento, nos encontraremos con la muerte y aunque
nos hallemos en estado de arrepentimiento, quizás ya no tengamos otra vez la oportunidad de corregir las
injusticias que se cometieron en la vida material. Por esta razón, no debemos perder el tiempo y debemos
arrepentirnos ante ALÁH, para vivir en conformidad con sus mandatos. Esta es la única manera de ser un
siervo, a quien ALÁH concede su misericordia y amor. Esta es la única manera de alcanzar el Paraíso, la
permanencia eterna, preparada para sus verdaderos creyentes.
27
APÉNDICE
EL COLAPSO
DEL DARWINISMO
C
ada detalle en este universo, confirma la existencia de un ser superior; sin embargo, el
materialismo, que intenta negar el hecho de la creación en el universo, no es más que
una mentira científica.
Una vez que se pruebe, de una vez y por todas, que el materialismo es un fraude, todas las otras teorías
basadas en esta filosofía se quedarán sin bases. La primera de ellas es el Darwinismo, que no es más que la
teoría de la evolución. Esta teoría, que discute que la vida se originó desde una forma inanimada y por pura
coincidencia, ha sido destruida con el reconocimiento de que el universo fue creado por ALÁH.
El astrofísico americano Hugh Ross explica de la siguiente manera:
El ateísmo, el Darwinismo, y virtualmente todos los “ismos”, de las filosofías emanadas de los
siglos XIX, hasta el siglo XX, se construyeron sobre bases de suposición y asunción de que el universo es
infinito. La singularidad nos ha puesto cara a cara con la causa –o el causante–, más allá /atrás/ antes del
universo y todo lo que contiene, incluso la vida misma. 1
Es ALÁH quien ha creado el universo y quien lo ha diseñado, hasta en su más pequeño detalle. Es
inconsistente creer lo que dice la teoría de la evolución, que sostiene que los seres vivos no son creados por
ALÁH, sino que son el resultado de accidentes fortuitos.
Cuando analizamos la teoría de la evolución, vemos con sorpresa que esta teoría se contrapone a los
hallazgos científicos. El diseño en la vida es extremadamente complejo. En el mundo inanimado, por ejemplo,
podemos explorar cuán sensible son los equilibrios de los átomos y, adicionalmente, en el mundo animal,
podemos observar cuán complejamente fueron reunidos estos átomos, y cuán extraordinarios son los
mecanismos y estructuras tales como de las proteínas, enzimas y células que se fabrican con ellos. Este diseño
extraordinario de la vida trató de invalidarlo el Darwinismo.
Este tema ha sido tratado con mayor detalle en otro de nuestros estudios que más adelante lo
continuaremos. Sin embargo, pensamos que, considerando su importancia, será útil hacer un resumen corto.
El colapso científico del Darwinismo
Aunque una doctrina va tan lejos como la antigua Grecia, la teoría de la evolución avanzó
extensamente en el siglo decimonoveno. El desarrollo más importante que hizo la teoría sobre este primer
tema en el mundo de la ciencia, fue el libro de Charles Darwin titulado El Origen de las Especies, publicado
en 1859. En este libro, Darwin negó que diferentes especies vivas en la tierra hayan sido creadas cada una por
separado por ALÁH. Según Darwin, todos los seres vivientes tienen un antepasado común y ellos se
diversificaron con el tiempo, produciendo pequeños cambios.
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La teoría Darwinista no se basó en ningún hallazgo científico concreto; como él mismo dijo siempre,
es apenas una “suposición”; además, como Darwin confesó, en un extenso capítulo de su libro titulado
Dificultades de la Teoría, la teoría fallaba ante los cuestionamientos críticos.
Darwin invirtió todas sus esperanzas en nuevos descubrimientos científicos, que él esperaba resolver
en las Dificultades de la Teoría. Sin embargo, contrariamente a sus esperanzas, los hallazgos científicos
abrieron la brecha de estas dificultades.
La derrota del Darwinismo contra la ciencia se puede revisar bajo tres temas básicos:
1)
2) La teoría no puede explicar de ninguna manera ¿cómo la vida se originó en la tierra?
No existe ningún hallazgo científico que demuestre que los “mecanismos evolutivos” propuesto
por la teoría tienen capacidad de evolucionar en otros campos.
El registro de los fósiles prueba completamente lo contrario de las sugerencias de la teoría de la
evolución.
En esta sección, nosotros examinaremos estos tres puntos básicos en general:
El primer paso insuperable:
El Origen de la Vida
La teoría de la evolución dice que toda especie viva evolucionó de una sola célula viva que surgió
en la tierra primitiva hace 3,8 billones de años. ¿Cómo una sola célula podría engendrar millones de
especies de vida complejas y, si tal evolución ocurrió realmente, por qué sus huellas no se pueden
observar en el registro de fósiles?, estas son algunas de las preguntas que la teoría no puede
contestar; sin embargo, antes que nada, respecto del primer paso del proceso evolutivo mencionado
se debe preguntar: ¿Cómo se originó la “primera célula”?
Ya que la teoría de la evolución niega la creación y no acepta ninguna clase de intervención
sobrenatural, mantiene que la “primera célula” se originó casualmente, dentro de las leyes de la
naturaleza, sin ningún diseño, plan o arreglo. Según esta teoría, la materia inanimada debió haber
producido una célula viva como resultado de coincidencias, esto, sin embargo, es una idea
contradictoria, incluso con la mayoría de las reglas de la biología.
‘La vida viene de la vida’
En su libro, Darwin nunca se refirió al origen de la vida. En su tiempo, el entendimiento
primitivo de la ciencia descansaba en la suposición de que los seres vivos tenían una estructura muy
sencilla. Desde los tiempos medievales, la generación espontánea, la teoría que afirma que las
materias no vivas vienen juntas para formar los organismos vivos, se había aceptado ampliamente.
Era común creer que los insectos venían de las sobras de los alimentos y los ratones del trigo. Se
realizaron experimentos interesantes para probar esta teoría. Un poco de trigo fue colocado en un
pedazo sucio de tela, y se creyó que los ratones se originarían después de un rato.
En forma semejante, se asumió que los gusanos que se desarrollan en la carne eran la
evidencia de la generación espontánea. Sin embargo, solo algún tiempo después se entendió que los
gusanos no habían aparecido en la carne espontáneamente, sino que habían sido llevados por moscas
en forma de larvas invisibles a simple vista.
Aun en el período cuando Darwin escribió El Origen de las Especies, la creencia de que las bacterias
podrían venir de materias no vivientes fue ampliamente aceptada en el mundo de la ciencia.
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Sin embargo, cinco años después de que Darwin publicó su libro, el descubrimiento de Louis Pasteur
refutóَ esta creencia, que constituyóَ la base de la evolución. Pasteur resumió la conclusión a la que llegó
después de varios estudios y experimentos: “La declaración de que la materia inanimada pueda originar la
vida se entierra en la historia para bien.” 2
Los abogados de la teoría de la evolución apoyaron los hallazgos de Pasteur durante mucho tiempo.
Sin embargo, ya que el desarrollo de la ciencia no revelaba la estructura compleja de la célula de un ser
humano, la idea de que la vida podría ser un resultado casual enfrentaba un problema constante.
Esfuerzos sin resultados del Siglo XX
El primer evolucionista, que tomó a cargo el origen de la vida en el siglo vigésimo fue el renombrado
biólogo ruso Alexander Oparin. Tuvo su avance en los años treinta, basado sólo en hipótesis. Trató de probar
que la célula de un ser viviente podía originarse por coincidencia, condenándose al fracaso. Oparin hizo la
siguiente confesión:
“Desafortunadamente, el origen de la célula, permanece como una pregunta que es, sin duda,
el punto más crítico de la teoría de la evolución”. 3
Los seguidores evolucionistas de Oparin trataron de llevar a cabo experimentos para resolver el
problema del origen de la vida. Los experimentos mejor conocidos fueron los llevados a cabo por el químico
americano Stanley Miller en 1953. Combinando varios gases, que él alegó existieron en la atmósfera primaria
de la tierra, mostró un experimento al cual añadió energía. Como resultado, Miller sintetizó varias moléculas
orgánicas: los aminoácidos, presentes en la estructura de las proteínas.
Apenas unos pocos años habían transcurrido antes de revelar que este experimento, que fue
presentado como un paso importante en nombre de la evolución, no tuvo validez, ya que la atmósfera usada en
el experimento había sido diferente de las condiciones reales. 4
Después de un largo silencio, Miller confesó que el medio de la atmósfera que él uso había sido
irreal.5
Todos los esfuerzos evolucionistas mostrados a través del siglo XX explican el origen de la vida
finalizada con el fracaso. El geoquímico Jeffrey Bada, del Instituto San Diego Scripps, aceptó este hecho en
un artículo publicado en la revista Earth en 1998:
“Hoy al salir del siglo XX, encaramos aún el problema sin resolver que teníamos cuando entramos
al vigésimo siglo: ¿Cómo se originó la vida en la Tierra?” 6
La compleja estructura de la vida
La principal razón de por qué la teoría de la evolución acabó con una gran oposición sobre el origen
de la vida, es que aun los organismos vivos más sencillos tienen estructuras increíblemente complejas. La
célula de un ser viviente es más compleja que todos los productos tecnológicos producidos por el hombre.
Hoy en los laboratorios más desarrollados del mundo, una célula viva no puede ser producida
mezclando materias inorgánicas.
Las condiciones requeridas para la formación de una célula son demasiado complejas como para ser
explicadas como un acto de coincidencia. La probabilidad de que las proteínas, los bloques del edificio de la
célula, sean casualmente sintetizadas es de 1 en 10950, para una proteína mediana compuesta de 500
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aminoácidos. En matemáticas, una probabilidad más pequeña que 1 sobre 1050 es considerada prácticamente
como imposible.
La molécula del ADN, que se localiza en el núcleo de la célula y que es la encargada de almacenar
información genética, es un banco de datos increíble. Se calcula que si la información codificada en el ADN
fuera escrita, esto formaría una biblioteca gigantesca compuesta de 900 volúmenes de enciclopedia, de 500
páginas cada.
Un dilema muy interesante surge en este punto: el ADN puede sólo reaccionar con la ayuda de
algunas proteínas (enzimas) especializadas. Sin embargo, la síntesis de estas enzimas solo puede darse por la
información codificada en el ADN. Ya que ambas dependen una de otra, ellas tienen que existir al mismo
tiempo para reaccionar. Esto trae al escenario esa vida originada por sí misma, a un punto muerto. El Prof.
Leslie Orgel, un evolucionista de fama, de la Universidad de San Diego, California, confiesa este hecho en
septiembre 1994 en la revista Americana Científica:
“Es muy improbable que las proteínas y los ácidos nucleicos, ambos extremadamente complejos,
surjan espontáneamente al mismo tiempo. Aun parece también imposible tener uno sin el otro. Y así, a
primera vista, la persona quizás tenga que concluir que la vida nunca pudo haberse originado por medios
químicos”.7
Sin duda, si es imposible que la vida se haya originado de causas naturales, entonces se tiene que
aceptar que esa vida ha sido creada por una manera sobrenatural. Este hecho invalida explícitamente la teoría
de la evolución, cuyo propósito principal era negar la creación.
Los mecanismos imaginarios de la evolución
El segundo punto importante que anula la teoría de Darwin es que ambos conceptos colocados por la
teoría como ‘mecanismos evolutivos’, no tuvieron, en la realidad, ningún poder evolutivo.
Darwin basa totalmente su argumento de la evolución en el mecanismo de ‘la selección natural’. La
importancia que él puso en este mecanismo fue evidente, al nombrar a su libro: El Origen de las Especies, por
medio de la Selección Natural.
La selección natural sostiene que esos seres vivos que son más fuertes y más acomodados a las
condiciones naturales, sobrevivirán en la lucha por la vida. Por ejemplo, en una manada de venados bajo
amenaza de ataque por parte de animales silvestres, aquellos que puedan correr más rápido sobrevivirán. Por
lo tanto, la manada de venados se conformará de individuos más rápidos y más fuertes. Sin embargo,
indudablemente, este mecanismo no causará que los venados evolucionen y se transformen a sí mismos en otra
especie viva, por ejemplo, en caballos; por tanto, el mecanismo de la selección natural no tiene poder
evolutivo. Darwin estaba enterado de este hecho y tuvo que expresarlo en su libro El Origen de las Especies:
“La selección natural no puede hacer nada hasta que la oportunidad de la variación favorable
ocurra”. 8
El impacto de Lamarck
Entonces, ¿Cómo pueden ocurrir estas ‘variaciones favorables’? Darwin trató de contestar esta
pregunta desde el punto de vista del entendimiento primitivo de la ciencia en su era. Según el biólogo francés
Lamarck, que vivió antes que Darwin, las criaturas vivas pasaron los rasgos que adquirieron durante su vida a
la próxima generación, y estos rasgos, acumulados de una generación a otra, originaron la formación de
nuevas especies. Por ejemplo, según Lamarck, las jirafas evolucionaron de los antílopes, y ya que lucharon
por comer las hojas de árboles altos, los cuellos se extendieron de generación a generación.
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Darwin dio también ejemplos semejantes en su libro El Origen de las Especies. Por ejemplo, dijo que
algunos osos entraban al agua para encontrar alimento y se transformaron con el tiempo en ballenas.9
Sin embargo, las leyes de la herencia, descubiertas por Mendel y verificadas por la ciencia de la
genética, que prosperó en el siglo XX, derribaron por completo la leyenda de que los rasgos adquiridos habían
sido pasados a generaciones subsiguientes. Así, la selección natural cayó como mecanismo evolutivo.
El neodarwinismo y las mutaciones
Para encontrar una solución, los Darwinistas avanzaron en la ‘Teoría Sintética Moderna’, o como es
más comúnmente conocida, neodarwinismo, a fines de los años treinta. El neodarwinismo agregó las
mutaciones, que son las deformaciones formadas en los genes de los seres vivos debido a factores externos,
tales como radiación o errores de replicación, como “la causa de las variaciones favorables”, adicionalmente
a la mutación natural.
Hoy, el modelo que significa la evolución en el mundo es el neodarwinismo. La teoría mantiene que
millones de seres vivos presentes en la Tierra, formada como resultado de un proceso donde numerosos
órganos complejos de estos organismos, tal como las orejas, los ojos, los pulmones y las alas, experimentaron
‘mutaciones’, esto es, desórdenes genéticos. Todavía, hay un hecho científico que socava totalmente esta
teoría: las mutaciones no permiten que la vida se desarrolle; al contrario, éstas siempre causan daño.
La razón para esto es muy sencilla: el ADN tiene una estructura muy compleja y el azar puede solo
causar daño. En el American Geneticist B.G. Ranganathan se explica esto, de la siguiente manera:
Las mutaciones son pequeñas, fortuitas y perjudiciales; raramente ocurren y lo mejor es que estas
son ineficaces. Estas cuatro características de las mutaciones implica que éstas no conducen a un desarrollo
evolutivo. Un cambio fortuito, en un organismo altamente complejo, es ineficaz o perjudicial. Un cambio al
azar en un reloj no puede mejorarlo; probablemente lo dañaría o no le retornaría su funcionalidad. Un
terremoto no mejora la ciudad, la destruye.
No hay que sorprenderse, no hay ejemplo de mutación que traiga beneficio, eso es lo que se observa
para desarrollar el código genético. Todas las mutaciones han resultado perjudiciales. Se entendió que la
mutación que se presenta como un ‘mecanismo evolutivo,’ es verdaderamente una posibilidad genética, que
dañaría a los seres vivos y los dejaría incapacitados. (El efecto más común de mutación en el ser humano es el
cáncer). Sin duda, un mecanismo destructivo no puede ser un ‘mecanismo evolutivo’. La selección Natural,
por otro lado, “no puede hacer nada por sí misma”, como Darwin también aceptó. Este hecho nos muestra que
no hay ‘mecanismo evolutivo’ en la naturaleza, ya que no existe ningún mecanismo evolutivo, así como
tampoco existe ningún proceso imaginario llamado evolución, que haya sucedido.
El registro del fósil:
Ningún signo de formas intermedias
La evidencia más clara que el escenario sugerido por la teoría de la evolución no sucedió, es el
registro de fósiles. Según la teoría de la evolución, cada especie viva ha surgido de un antecesor. Una especie
previamente existente se volvió algo más con el tiempo y toda especie se ha formado de esta manera. Según la
teoría, esta transformación procede gradualmente en millones de años.
Si este fuera el caso, las numerosas especies intermedias debieron haber existido y vivido dentro de
este período largo de la transformación. Por ejemplo, algunos seres medio-pez / medio-reptiles debieron haber
vivido en el pasado y adquirido algunos rasgos de reptiles además de los rasgos de pez que ellos ya tenían. O
allí deben haber existido algunos pájaros-reptil, que adquirieron algunos rasgos de pájaro, además de los
rasgos de reptiles que ellos ya tuvieron. Desde que estos estuvieran en una fase de transición, debieron estar
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imposibilitados, defectuosos y lisiados. Los evolucionistas se refieren a estas criaturas imaginarias, que ellos
creen que han vivido en el pasado, como ‘formas de transición’.
Si tales animales hubieran existido realmente, debería haber millones, e incluso miles de millones de
ellos en número y variedad. Lo que es más importante, lo que queda de estas criaturas extrañas, debería estar
presente en el registro del fósil. En El Origen de las Especies, Darwin explicóَ:
“Si mi teoría es verdad, las innumerables variedades intermedias, uniendo más de cerca a todas las
especies del mismo grupo, ciertamente debieron haber existido… Consecuentemente, la evidencia de su
existencia anterior podría ser encontrada entre los fósilesَ que quedan”. 11
Los deseos de Darwin son pulverizados
Aunque los evolucionistas hayan estado haciendo arduos esfuerzos para encontrar los fósiles desde
mediados del siglo XIX, por todas partes el mundo, aún no se han descubierto formas de transición. Todos los
fósiles desenterrados en excavaciones mostraron que, contrariamente a las esperanzas de los evolucionistas, la
vida apareció en la Tierra de repente y completamente formada.
Un paleontólogo inglés famoso, Derek V. Ager, admite este hecho, aunque él es un evolucionista:
“El punto surge si es que examinamos el registro del fósil con todo detalle, si en el nivel de órdenes
o de la especie encontramos, repetidamente, la evolución no gradual, pero, repentina, ocurre la aparición de
un grupo, a partir de otro”.
Esto significa que en el registro del fósil, toda especie viva de repente surgió completamente
formada, sin alguna forma intermedia, lo cual es contrario a las suposiciones de Darwin. También, hay la
evidencia muy fuerte de que los seres vivos fueron creados. La única explicación de que una especie viviente
emerja repentinamente, y sea completa en cada detalle, es que si algún antepasado no evolucionó, puede ser
que esta especie haya sido creada. Este hecho es admitido también por el biólogo evolucionista muy conocido,
Douglas Futuyma:
“La creación y evolución entre ellos agota las explicaciones posibles para el origen de seres vivos.
Los organismos, o aparecieron en la Tierra completamente desarrollados o no. Si ellos no aparecieron, se
deben haber desarrollado de especies preexistentes, a través de algún proceso de modificación. Si ellos
aparecieron en un estado completamente desarrollado, ellos deben haber sido creados verdaderamente por
alguna inteligencia omnipotente”. 12
Los fósiles muestran que los seres vivos surgieron completamente desarrollados y en un estado
perfecto en la Tierra. Eso significa que “el origen de las especies” contraría a la suposición de Darwin, es
decir, no es evolución sino creación.
La leyenda de la evolución humana
El asunto que muy a menudo comentan los defensores de la teoría de la evolución es sobre el origen
de hombre. Lo que sostienen los Darvinistas es que los hombres modernos evolucionaron de alguna clase de
criatura símica. Durante este proceso evolutivo, que se supone comenzó hace 4 ó 5 millones de años atrás, se
dice que existieron algunas ‘formas de transición’, entre hombre moderno y sus antepasados. Según este
escenario completamente imaginario, se listan cuatro ‘categorías’ básicas:
1.
2.
3.
4.
Australopithecus
Homo habilis
Homo erectus
Homo sapiens
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Los evolucionistas llaman a los primeros antepasados símicos de los hombres ‘australopithecus’, que
significa ‘mono sudafricano’. Estos seres vivos son verdaderamente una especie antigua de mono, que se ha
extinguido. Las extensas investigaciones hechas en varias muestras de australopithecus, por dos famoso
anatomistas mundiales de Inglaterra y Estados Unidos de América, llamados Lord Solly Zuckerman y Prof.
Charles Oxnard, han mostrado que estos pertenecieron a una especie ordinaria de mono, que se extinguió, y
que no tiene ninguna semejanza con los humanos. 13
Los evolucionistas clasifican la próxima etapa de la evolución humana como ‘Homo’, eso es
‘hombre’. Según la posición evolucionista, los seres vivos en la serie de Homo son más desarrollados que el
australopithecus. Los evolucionistas han ideado un esquema imaginario de la evolución, arreglando los fósiles
diferentes de estas criaturas en cierto orden. Este esquema es imaginario porque nunca se ha probado que
exista una relación evolutiva entre estas clases diferentes. Ernst Mayr, uno de los primeros defensores de la
teoría de la evolución en el siglo XX, admite este hecho diciendo: “La cadena que alcanza tan lejos hasta el
Homo sapiens, verdaderamente está perdida”. 14.
Según los evolucionista, la cadena del eslabón australopithecus> Homo habilis> Homo erectus>
Homo sapiens, implica que cada una de estas especies es el antepasado del otro. Sin embargo, los recientes
hallazgos de los paleontólogos han revelado que el australopithecus, el Homo habilis y el Homo erectus
vivieron en lugares diferentes del mundo al mismo tiempo. 15.
Además, un cierto segmento de los humanos, clasificado como Homo erectus, ha vivido arriba hasta
tiempos muy modernos. Los Homo sapiens, neandertales y el Homo sapiens sapiens (hombre moderno)
coexistieron en la misma región. 16.
Esta situación indica, aparentemente, la invalidez de la teoría, respecto de que ellos son antepasados
uno del otro. Un paleontólogo de la Universidad de Harvard, Stephen Jay Gould, explica este punto muerto de
la teoría de la evolución, a pesar de ser un evolucionista:
‫؟‬Qué habría sido de nuestra carrera si allí hubiesen coexistido tres linajes de hominidos (A.
africanus, el robusto australopitecino, y H. habilis), ninguno claramente derivado de otro? Además, ninguno
de los tres demuestra alguna tendencia evolutiva durante su paso por la Tierra? 17
Imagine usted, brevemente, el escenario de la evolución humana, que busca ser apoyado con la ayuda
de varios dibujos de: ‘medio mono, medio humano’, criaturas que aparecen en los libros, no es, francamente,
más que una simple imaginación, sin un sustento científico.
Lord Solly Zuckerman, uno de los más famosos y respetados científicos del Reino Unido, quien
llevaría a cabo, por varios años, investigaciones sobre este asunto y sobre todo en los fósiles particularmente
estudiados del australopithecus por 15 años, finalmente concluyó, a pesar de ser un evolucionista, que, de
hecho, no hay tal árbol genealógico de criaturas símicas, similares al hombre.
Zuckerman hizo también una interesante ‘imagen de la ciencia’. Formó una imagen de ciencias
partiendo de aquello que consideró no científico. Según la imagen de Zuckerman, lo más ‘científico’ –esto es
dependiendo de los datos concretos— son los campos de la química y la física. Después de ellas vienen las
ciencias biológicas y entonces las ciencias sociales. Al final de la imagen, que es la parte considerada como
‘no científica’, está la percepción extrasensorial: –los conceptos como telepatía y sexto sentido– y, finalmente,
‘la evolución humana’. Zuckerman explica en su razonamiento:
“Entonces nosotros movemos el registro de la verdad objetiva en esos campos de la ciencia
biológica, preasumida como la percepción extrasensorial o la interpretación de la historia del fósil del
hombre, donde para los fieles cualquier cosa es posible - y donde el creyente ferviente (en la evolución) es a
veces capaz de creer varias cosas contradictorias al mismo tiempo”. 18
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El relato de la evolución humana queda en nada, debido a las interpretaciones de algunos fósiles
desenterrados por personas que ciegamente se adhieren a su teoría.
La tecnología en el ojo y en la oreja
Otro asunto que permanece sin respuesta, por parte de la teoría de la evolución, es la calidad
excelente de la percepción en el ojo y la oreja.
Antes de pasar al asunto del ojo, permítanos brevemente contestar la pregunta de ‘cómo vemos’.
Los rayos de luz, que vienen de una caída objetiva, opuestamente a la retina del ojo, son transmitidos por
señales eléctricas y por células que alcanzan un lugar diminuto al final del cerebro llamado el centro de la
visión. Estas señales eléctricas se perciben en este centro del cerebro como una imagen, después de una serie
de procesos. Ahora con esta información técnica, pensemos en algo.
El cerebro se aísla de la luz; eso significa que el interior del cerebro es oscuridad sólida y la luz no
alcanza la ubicación donde el cerebro se sitúa. El lugar llamado centro de la visión es un sitio oscuro, sólido,
donde la luz jamás alcanza; puede que este sea el lugar más oscuro que usted haya conocido jamás. Sin
embargo, usted observa un mundo luminoso y brillante en esta oscuridad.
La imagen formada en el ojo es tan aguda y clara, que aún la tecnología del siglo XX no ha sido
capaz de alcanzarla; por ejemplo, mire el libro que usted está leyendo, las manos con que usted lo tiene,
entonces levante la cabeza y eche una mirada a su alrededor. ¿Ha visto alguna vez una imagen tan aguda y
clara en cualquier otro lugar? Aun en la pantalla de televisión más desarrollada, producida por el productor
más grande de televisión en el mundo, no puede proporcionar una imagen tan aguda. Esto es, una imagen
extremadamente aguda tri-dimensional y a color.َ
Durante más de cien años, miles de ingenieros han tratado de lograr esta nitidez. Se establecieron
fábricas, locales inmensos, se desarrolló mucha investigación, planos y diseños hechos para este propósito.
Otra vez, mire una pantalla de la televisión y el libro que usted tiene en sus manos. Verá que en eso existe una
diferencia grande en cuanto a nitidez. Además, la pantalla del televisor le muestra una imagen en dos
dimensiones, mientras que con sus ojos, usted observa una profundidad de tres dimensiones teniendo
perspectiva.
Por muchos años, miles de ingenieros han tratado de hacer una televisión tridimensional y tratar de
alcanzar la calidad de la visión del ojo. Es verdad que inventaron un sistema de tres dimensiones para la
televisión, pero no es posible verlo sin ponerse lentes; además, esto es solo una tridimensión artificial. El
fondo se enturbia más. La imagen que se presenta no es nítida, el primer plano aparece como un papel
desgastado. Nunca fue posible producir una visión aguda y clara como la del ojo. Tanto en la cámara como en
la televisión, hay una pérdida de la calidad de la imagen. La posición de los evolucionistas es que el
mecanismo que produce esta imagen aguda y clara, fue producto de la casualidad. Ahora, si alguien le dice
que la televisión en su habitación se formó como resultado de la casualidad, que todos esos átomos vinieron y
juntos formaron este artefacto que produce una imagen, ¿qué pensaría usted?, ¿Cómo pueden los miles de
átomos hacer algo que miles de personas no pueden?
Si un dispositivo que produce una imagen más primitiva que el ojo no podría haberse formado por
casualidad, entonces es muy evidente que el ojo, y la imagen vistos por el ojo, tampoco pudieron haber
formado por casualidad. La misma situación se aplica a la oreja. La oreja, órgano exterior, recoge los sonidos
disponibles por la aurícula y los dirige al oído medio, el cual transmite las vibraciones al cerebro,
convirtiéndolas en señales eléctricas. Así como con el ojo, el proceso de la audición finaliza en el centro del
cerebro.
La situación de la oreja es también similar a la del ojo; eso es, el cerebro se aísla del sonido así como
de la luz: no permite ningún sonido. Por lo tanto, por ruidoso que sea el medio exterior que lo rodea, el
interior del cerebro es absolutamente silencioso. No obstante, los sonidos más agudos se perciben en el
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cerebro, el cual lo aísla del sonido. Usted escucha las sinfónicas de una orquesta, y oye todos los ruidos en un
lugar ruidoso; sin embargo, si el nivel de sonido en el cerebro fuera medido por un instrumento de medición
acústica, en ese momento se vería que un silencio total prevalece allí.
Al igual, que la explicación anterior sobre la imagen, así también se han empleado décadas de
esfuerzo para tratar de reproducir un sonido y volverlo similar al original. Los resultados de estos esfuerzos
son las grabadoras, sistemas de alta fidelidad, y los sistemas para percibir el sonido. A pesar de toda esta
tecnología y de los miles de ingenieros y peritos que han estado trabajando en este esfuerzo, no se ha
conseguido que ningún sonido alcance la misma fidelidad y claridad que el sonido percibido por el oído –
piense en los sistemas HI-FI de alta calidad producidos por grandes compañías de la industria de la música, no
logran el sonido exacto–; sin embargo, los sonidos producidos por el cuerpo humano son extremadamente
nítidos y claros. El oído humano nunca percibe un sonido acompañado de un sonido silbante atmosférico
como los de HI-FI, que perciben el sonido exactamente como es, agudo y claro. Así es como se ha
mantenido, desde la creación de hombre.
Hasta ahora, ningún aparato visual ni de grabación producido por hombre ha sido tan sensible y
exitoso en percibir datos sensoriales como el ojo y el oído, sin embargo, en cuanto se refiere a ver y oír, se
produce un hecho más grandioso que todo esto.
¿A quién pertenece la conciencia de ver y escuchar dentro del
cerebro?
‫؟‬Quién es el que vigila en el cerebro el mundo circundante, escucha las sinfonías y el gorjeo de los
pájaros y huele la rosaَ?
Los estímulos que vienen de los ojos, oídos y olfato de un ser humano viajan a través del cerebro
como impulsos nerviosos electroquímicos. En la biología, fisiología y en los libros de bioquímica, usted puede
encontrar muchos detalles acerca de cómo estas imágenes se forman en el cerebro. Sin embargo, nunca
encontrará el hecho más importante acerca de esto: ¿Qué es lo que hace que percibamos estos impulsos
nerviosos electroquímicos como imágenes, sonidos, olores y sensaciones perceptivas en el cerebro? Hay un
‘conocimiento’ en el cerebro que percibe todo esto, sin necesidad del mecanismo del ojo, oído o nariz. ¿A
quién pertenece este conocimiento? Sin duda que este conocimiento no pertenece a los nervios, la capa y las
neuronas del cerebro. Estas preguntas no tienen respuesta para los materialistas Darwinistas, que creen que ese
todo está comprendido dentro de estos órganos y no pueden dar ninguna respuesta a estas preguntas.
Este conocimiento lo tiene el espíritu creado por ALÁH. El espíritu no necesita ni el ojo para ver las
imágenes, ni la oreja para oír los sonidos, como tampoco necesita del cerebro para pensar.
Todos los que lean este hecho explícito y científico deben reflexionar en ALÁH Todopoderoso, lo
deben temer y buscar refugio en Él. Él es quien toma cuentas del universo entero, en un lugar oscuro, del
tamaño de unos pocos centímetros cúbicos, en una forma tridimensional sombría, colorida y luminosa.
Una fe materialista
La información que hemos presentado hasta ahora nos muestra que la teoría de la evolución es una
tesis que se opone a los hallazgos científicos. Esta tesis sobre el origen de la vida es contradictoria con la
ciencia, los mecanismos evolutivos que propone no tienen poder evolutivo, y los fósiles demuestran que las
formas intermedias requeridas por tal teoría, nunca existieron. Por lo tanto, se concluye que a la teoría de la
evolución debe tomársela como una idea no científica. Varias tesis, anteriormente, también fueron descartadas
por completo, como el caso de que la Tierra es el centro del universo, que fue colocada como obsoleta hace
tiempo y hoy ya es parte de la historia. Sin embargo, la teoría de la evolución aún se mantiene en el orden del
día de la ciencia. Algunas personas aún tratan de desviar los argumentos, aduciendo un‘ataque a la ciencia’.
¿Por qué?
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La razón es que la teoría de la evolución es una creencia dogmática indispensable para algunos
círculos. Estos círculos son ciegos devotos de la filosofía materialista y adoptaron el Darwinismo porque es la
única explicación materialista a la que se le puede dar tintes de ‘trabajos por la naturaleza’.
Interesante, ellos confiesan también este hecho de tiempo en tiempo. Un genetista y abierto
evolucionista muy conocido, Richard C. Lewontin, de la Universidad de Harvard, confiesa que él es “antes
que nada un materialista y luego un científico”:
“No es que los métodos y las instituciones de la ciencia nos obliguen, de algún modo, a aceptar una
explicación material del mundo de los fenómenos, pero, al contrario, somos forzados por nuestra adhesión a
priori a causas materiales, a crear un aparato de investigación y un conjunto de conceptos que producen las
explicaciones materiales, no importa cuán intuitivo, no importa cuán mistificado. Además, ese materialismo
es absoluto, así que nosotros no podemos permitir un ‘ápice de divinidad en la puerta”. 19
Estas son las declaraciones explícitas de que el Darwinismo es un dogma mantenido vivo solo por
amor y adhesión a la filosofía materialista. Este dogma mantiene que no hay asunto de salvación, por lo tanto,
discute que la cuestión inanimada e inconsciente creó la vida, e insiste en que millones de especies vivas
diferentes; por ejemplo, los pájaros, peces, jirafas, tigres, insectos, árboles, flores, ballenas y el ser humano
inclusive, fueron originados como resultado de la interacción de la materia inanimada, tal como la lluvia, el
destello de un rayo, etc. Este es un precepto contrario al razonamiento y a la ciencia, más aún, los Darwinistas
continúan defendiéndolo hasta “no permitir un ‘ápice de divinidad’ en la puerta.”
Nadie que no mire el origen de la vida con un prejuicio materialista, verá esta verdad evidente: Todos
los seres vivos son obra de un Creador, que es Todopoderoso, todo Sabio y todo Sapiente. Este Creador es
ALÁH, quien creó el universo entero de la nada y lo diseñó en la forma más perfecta, con todos los seres
vivos.
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