Adiós, adiós - Universidad Rafael Landívar

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"Adiós, adiós" de Aída Toledo
o Mujer que se salva a sí misma
Ana Margarita Polaczyk
Esta ponencia explora, a la luz de la crítica feminista, el
relato de Aída Toledo "Adiós, adiós" (Pezóculos, 2001) como
una reformulación y fractura del cuento de hadas "Cenicienta".
Un primer encuentro con la subversión
El relato de Aída Toledo (1952) "Adiós, adiós" incluido
dentro de la obra Pezóculos (2001), puede ser leído y pensado
como una reinterpretación feminista subversiva 1, Y como una
fractura del muy conocido cuento de hadas "Cenicienta" el
cual, junto con otros relatos infantiles, es parte del imaginario
femenino y ha sido modélico para las niñas durante
generaciones, determinando su querer ser o aspirar a querer
ser.
Esta reescritura de Toledo transgrede la interpretación
canónica de "Cenicienta" al dialogar e interrogar a dicho relato
por medio de la revisión y desconstrucción del tradicional rol
de la mujer, por antonomasia androcéntrico y patriarcal, que
prescribe la sumisión. Toledo, en esta breve construcción
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textual, rompe con las ataduras de los estereotipos sociales
recalcitrantes, y en consecuencia, con la enseñanza clásica
del rol de la mujer en "Cenicienta" al "problematizar lo ordinario
e incitar a los lectores a cuestionar su propia realidad". (Deszcz
84).
No cabe duda alguna que a medida que se avanza en la
lectura del texto, la escritora crea poco a poco una fractura
deliberada del texto primario de "Cenicienta", lo que llega a
producir una discontinuidad hasta terminar rompiendo de tajo
con las voces de la historia que han educado a la "buena
mujer"2.
Los cuentos de hadas como un manual de educación
A lo largo de los años, las lecturas de las obras infantiles
recop iladas y reescritas por autores como Hans Christian
Andersen, los hermanos Grimm y Charles Perrault han sido
un lugar común para muchos niños 3 . Pero al problematizar y
revisitar estas obras infantiles, las mismas se develan como
un vehículo por el cual una persona desde la infancia es
expuesta a los valores culturales, pues sabido es que estos
cuentos forman parte tanto del sistema educativo como del
hogar, por lo que han sido considerados como una herramienta
ideológ ica poderosa que ha preservado los valores y el orden
social tradicional durante siglos. Por ejemplo, Jack Zipes
escribe en relación a la obra de los hermanos Grimm que
éstos pensaron sus cuentos como un manual educativo dado
que los mismos están inmersos en una moral tendiente a
mantener una ética protestante y una noción de los roles
sexuales patriarcales. La obra de los Grimm fue un "best seller"
de la época y fue incorporada al sistema educativo alemán
alrededor de 1870, al igual como sucedió a lo largo de
Occidente. (n . pag)
Esta idea pedagógica también se expone en el prefacio
de Andrew Lang del famoso libro "The Green Fairy Book" en
donde Lang escribe:
"Adiós, adiós" de Aída Toledo
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"Algunas de las historias, sin lugar a dudas, fueron
hechas no solo para entretener, pero también para
enseñar la bondad. Tú ves, en las historias cómo el
niño que es amable con las bestias, y cortés , y
generoso, y valiente , siempre sale bien de sus
pruebas, y no hay duda que estos cuentos tienen la
intención de hacer de sus oyentes personas buenas,
no egoístas, corteses y valientes. Esta es la moral
de ellos. (Lang 1)4.
Así también, la función pedagógica está contenida en la
moraleja con la que Charles Perrault termina su versión de
"Cenicienta":
"En la mujer rico tesoro es la belleza,! el placer de admirarla
no se acaba jamás;/ pero la bondad, la gentileza la superan
y valen mucho más./Es lo que a Cenicienta el hada concedió
a través de enseñanzas y lecciones tanto que al final a ser
reina llegó ( ... )" (Perrault 6)
Los cuentos de hadas bajo la lupa del feminismo
A la luz de la crítica feminista, se puede decir que los
cuentos de hadas son una forma de propaganda que socializa,
adoctrina y condiciona la conducta de "los buenos niños" en
la esfera privada y en la pública, especialmente en lo
concerniente a los roles de género: el deber ser de la mujer
y del hombre, pues en términos generales, en estos cuentos ,
a la mujer le corresponde ser pasiva, trabajadora, sumisa,
desvalida, sufrida, incapaz de defenderse a sí misma; mientras
que al hombre se le encasilla en un estereotipo activo y valiente,
siendo él el que cambia la fortuna de la mujer, perpetuando
así la dominación patriarcal. (Liberman 387) Incluso, estas
historias son percibidas por las feministas como manuales de
entrenamiento en el comportamiento pasivo, (Stone 48) con
una función normativa en múltiples aspectos, pues contienen
lecciones y advertencias para los niños.
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Ana Margarita Polaczyk
En este contexto, no se puede dejar de mencionar que
esta revisitación problematizada de los cuentos de hadas
surgió como una respuesta al Movimiento Feminista que inició
a principios de 1960 en Estados Unidos y Europa. Este
movimiento catalogó a los cuentos de hadas como textos
ligados a prácticas culturales patriarcales de Occidente, como
promotores de perspectivas de género y de modelos de
aculturación de mujeres dependientes y subyugadas al poder
masculino , cuyo estandarte es la pasividad y la belleza
femenina (191 Code; Deszcz n. pag) A partir de 1990, los
cuentos de hadas tradicionales se volvieron "un sitio
contestatario" (Shippey 253) para comentar sobre aspectos
sociales inquietantes.
Diversas autoras contemporáneas han escrito versiones
alternativas de cuentos de hadas. Han reformulado, en especial,
textos donde la mujer no tiene voz y es subyugada. Han
cuestionado así los valores y las virtudes patriarcales, por
ejemplo, la idea por la cual solo "a través del matrimonio la
mujer puede obtener riqueza, aprobación y estatus social"
(Deszcz n. pag). Es decir, estas escritoras, valiéndose de la
plasticidad del género, han buscado desconstruir los cuentos
que enseñan y refuerzan las "lecciones del poder patriarcal"
(Shippey 256), proponiendo roles femeninos más activos y
positivos.
La revisión de cuentos de hadas se ha concentrado
mayoritariamente en los relatos "Barba Azul", "Caperucita
Roja", "Blancanieves", "La Bella durmiente", "Rapunzel"
"Blancanieves y Rosarroja", "El príncipe sapo" y, por supuesto,
"Cenicienta". Relatos todos emblemáticos donde la protagonista
está amenazada "por bestias, brujas, madrastras" y siempre
es rescatada. (261)
Mikaela, una reinterpretación de Cenicienta
La fractura de "Cenicienta" que Toledo realiza se basa en
una reapropiación del argumento de las múltiples variaciones
del relato para hacerlo más actual , ubicándolo en un contexto
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postmoderno. Las dos versiones más famosas de este relato
son la de Charles Perrault titulada "Cenicienta o la zapatilla
de cristal", inmortalizada además por la versión de dibujos
animados realizada por Walt Disney en 1950, ahora considerada
como un clásico, y la de los hermanos Grimm, menos difundida
que la primera por ser un relato cruel debido a las mutilaciones
que en el relato se infligen para alcanzar su fin y reciben por
su comportamiento fuera de la norma para la mujer las
hermanastras.
Toledo fractura el argumento tradicional pero a la vez lo
hace un espacio escritural reconocible para el lector, a pesar
que le construye una solución diferente al conflicto, pues
Mikaela la -Cenicienta refuncionalizada- envenena a sus
opresoras. Además, como se planteará más adelante,
estratégicamente se obvia la parte del cortejo con el príncipe
y, consecuentemente, la del matrimonio.
La centralidad de este relato revisionista radica en el
rechazo por parte de la protagonista del estereotipo de huérfana
y de víctima que informa a "Cenicienta". La propuesta para
la fractura y la subversión en el relato es que éstas son
potencial izadas por los propios elementos latentes constitutivos
de los cuentos de hadas.
Aída Toledo, autora caracterizada por un estilo narrativo
breve, rompe desde el inicio la expectativa de un cuento
tradicional de hadas. El relato, descifrador de mitos, escrito
en tercera persona, inicia de una manera abrupta y antagónica
a la frase "inocente" "Había una vez". En su lugar el texto de
Toledo dice irónicamente"Acostumbrada a que la vida era una
mierda Mikaela pensó que lo mejor era suicidarse ( ... )" (21)
El lector sabe que está leyendo una parodia de "Cenicienta"
que se enfatiza con frases en donde resalta la ironía
característica de Toledo. Por ejemplo: "( ... ) si la muerte viniera
y se la llevara como en los cuentos de hadas(. .. )", ( ... ) si no
no fuera tragedia completa ( ... ), "( ... ) personaje trivial de toda
historia trivial"( ... ). Además, el texto es auto-reflexivo porque
Mikaela se sabe aprisionada en su propio cuento de hadas
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repleto de maltrato infantil, al que quiere decir adiós. Esto se
aprecia específicamente en esta frase: "No, no había sido fácil.
Sabía que irse de esta historia lugar común, acerca de niños
maltratados era lo mejor ( ... )" (21).
"Adiós, adiós" es también diferente a las más conocidas
variaciones de "Cenicienta" porque la heroína pasa de ser
pasiva a ser una mujer que toma el control de su vida,
subvirtiendo el retrato de una mujer y una princesa ideal: la
sempiterna de los cuentos infantiles; esa mujer que se sienta
a esperar a que actúen por ella, que es sumisa pues de lo
contrario es castigada -forzada a ser pasiva- como la "Bella
Durmiente" cuando se pincha el dedo con una rueca prohibida.
Mikaela al ser activa también desmitifica la imagen de la
mujer activa: tradicionalmente una mujer malvada, fea, causante
de destrucción, como la bruja y la madrastra de "Hansel y
Gretel". En las versiones tradicionales de "Cenicienta" la mujer
malvada y activa está encarnada en la madrastra y
hermanastras que son feas (en "Adiós, adiós" no se describen
físicamente), y que mantienen el control de la situación en
casi toda la trama, relegando y a la vez centrando al hombre
en la misma (padre muerto o indiferente a la situación de su
hija , y príncipe catalizador de la trama). En contraposición,
en "Adiós, adiós", a pesar de que hay un padre ausente, el
hombre no es el catalizador de la trama, pues esta se centra
en la liberación de la mujer.
La transición de Mikaela de la pasividad a la actividad es
gradual: es un proceso de toma de consciencia. Al inicio
Mikaela tiene ideas suicidas a consecuencia de los malos
tratos que sufre por parte de sus victimarias: "pero quitarse la
vida seguro iba a ser una tarea difícil para alguien tan cobarde
como ella."(21) Es decir, es una mujer que tiene miedo de
actuar en un inicio, de no cumplir con su rol asignado, pero
se convierte en un agente de cambio para ella misma y decide
envenenar a su verdugos, y no esperar a un príncipe azulo
a unos pájaros, como en la versión de los hermanos Grimm,
que le saquen los ojos a sus hermanastras por su falsedad y
envidia (Grimm 161).
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Toledo desconstruye, además, el estereotipo clásico del
hada madrina: un personaje activo y poseedor de sabiduría
que, auque tiene forma humana, no lo es. (Liberman 391). En
"Adiós, adiós" no hay una mujer sobrenatural, un hada, que
salve a Mikaela, que le dé un ajuar lujoso para hacer y marcar
la diferencia. En su lugar, hay dos mujeres de carne y hueso
que la ayudan: "La señora que llegaba a dejar la leche yel
pan" (22), y es la que recomendó a Mikaela con una mujer
que preparaba pociones (¿una bruja?, ¿otra hada madrina?) ,
dándole al cuento una solución terrenal y no sobrenatural. En
este punto, Toledo también transgrede el relato infantil pues,
al no caracterizar a las mujeres salvadoras, corrige el esquema
tradicional del querer ser de una niña: esta no quiere ser una
mujer fea y malvada -que siempre es vencida- ni puede optar
a ser un ser no humano, por lo que no le queda más que soñar
con ser una perfecta princesa. Así, se abren otras posibilidades
para la mujer, pues por medio de las "mujeres buenas" ahora
se tiene la opción de ayudar al prójimo sin ser considerada
fea, malvada o sobrenatural.
y es que la belleza es otro elemento que no aparece en
"Adiós, adiós", normalmente el bien más preciado de la mujer,
que hace la diferencia para ganar el amor y el reconocimiento
del hombre perfecto que la juzga por su belleza. Mikaela no
es la heroína que gana el reconocimiento y admiración de los
demás por ser bella, de modo que la belleza no es el factor
que da el triunfo en este cuento, más bien es la liberación de
la opresión a través del envenenamiento lo que marca el
cambio.
El envenenamiento merece especial atención en el análisis
de esta subversión de "Cenicienta", ya que la idea de Mikaela
de envenenar a sus opresoras surgió de las enseñanzas de
los cuentos de hadas que su padre le leyó "cuando era niña".
Historias llenas de "subterfugios" que la familiarizaron con
"( ... ) ruecas, manzanas envenenadas, hadas salvadoras,
príncipes de beso o peroles de agua caliente ( ... )" (22). De
modo que en los cuentos de hadas, o bien en esos manuales
"educativos y normativos" está latente la enseñanza para la
solución de conflictos a través del envenenamiento, y que
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Mikaela utiliza para subvertir el rol pasivo y de mártir de
Cenicienta. Esto pone de manifiesto que en el centro de los
cuentos tradicionales radica su propia desconstrucción.
En consecuencia, Mikaela con la acción de envenenamiento
se convierte a la vez en una antiheroina, pues utiliza una
estrategia de las poco agraciadas villanas para su beneficio
-generalmente en los cuentos de hadas se da una oposición
binaria entre personajes buenos y malos, sin difuminaciones
ni entrecruzamientos-. Mikaela se transforma en un personaje
ambiguo que puede ser víctima y victimario a la vez, como es
la realidad de la condición humana.
Por otra parte, Toledo utiliza una estrategia inesperada en
un cuento de hadas: la sexualidad (aspecto que según Zipes
los hermanos Grimm eliminaron de los relatos para no ofender
la moralidad del código patriarcal dominante). La temática
sexual no tiene cabida abiertamente en los mismos pero sí la
tiene a través de símbolos de entrada o enclaustramiento:
habitaciones, casas, bosques. (Stone 47). Y es que Mikaela
es abusada sexual mente por sus hermanastras, convirtiendo
este recurso en una doble transgresión tanto sexual como de
práctica sexual, y del estatus quo de la heterosexualidad, pues
sus hermanastras son lesbianas:
"( ... ) pues además de hacerles la comida, servírsela,
esperar a que terminara, lavarles la ropa, ya
adolescentes, les había dado por tocarla por las
noches y le pedían todo tipo de caricias que ella
suponía se hacían sólo con los novios." (22)
También es significativo que en "Adiós, adiós" se obvie la
presencia de un hombre joven y bello -figura patriarcal per
se- como elemento catalizador de discordia, división (¿división
propiciada por el patriarcado?) y competencia entre las mujeres
casaderas para ganar el favor del hombre -aspectos comunes
en un cuento de hadas común- cuyo germen es la envidia de
la más bella (Liberman 385), y que en otras versiones de
"Cenicienta" hace de la protagonista una audaz competidora.
A pesar de la ausencia de un príncipe azul, en el relato de
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Toledo todavía se da una lucha de poder entre mujeres como
un remanente de los cuentos tradicionales de hadas, en este
caso para eliminar la subalternidad.
Como no hay presencia de un hombre ideal, no hay cabida
para el trillado sueño de amor de la protagonista, que es
fundamental en las versiones de los hermanos Grimm y de
Perrault, en las cuales el sueño de amor de la protagonista es
equivalente al deseo de liberación de la servidumbre por medio
del matrimonio, tal como escribe Elizabeth Panttaja en el
artículo "Going Up in The World: Class in "Cinderella" ,
específicamente sobre la versión animada de Walt Disney:
" ( ... ) Cenicienta no solo sueña a un hombre sino
a un Príncipe azul. El amor del Príncipe azul es más
valioso que el amor de cualquier otro hombre porque
la libera de la necesidad del trabajo, y en la medida
que la seleccione a ella entre muchas, es juzgada
adecuada para merecer ser miembro de una clase
social que practica el ocio . Solo el amor de un
príncipe puede remediar la violencia de clase [ lectura
de Cenicienta como una lucha entre la burguesía
emergente versus el feudalismo] que la pobre y
trabajadora Cenicienta ha experimentado: su amor
es más que amor; es el fin de la opresión ( ... ) El
matrimonio de Cenicienta con el príncipe es una
especie de compensación social, una recompensa
pública por el trauma de su anterior sufrimiento. "
(102)*
En contraposición, en "Adiós, adiós" el matrimonio no
aparece como solución al conflicto de Mikaela. Sin embargo,
se transgrede al mismo como sinónimo de "libertad": cliché
de una institución salvadora, y agente de ascensión social
otorgado como recompensa a la excesiva bondad y paciencia
del personaje. El hecho de que el matrimonio no aparezca en
el relato se puede interpretar como un medio alternativo por
el cual la mujer puede obtener su libertad, bienestar social y
económico por su propia valía.
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Entonces, "Adiós, adiós" produce un significado alternativo
y una nueva experiencia de "Cenicienta". No en balde escribe
Regina Schroeder en la introducción de Pezóculos que la
representación tradicional de la mujer en los cuentos infantiles
ha sido de víctima, y que los mismos han sido un espacio
privilegiado para reforzar esas conductas. (Toledo 13) Continúa
Schroeder diciendo que:
"Mikaela, una de las protagonistas nos llevará a
una zona fronteriza en la que ya no podremos seguir
haciendo lecturas inocentes de los cuentos de hadas,
y no lo afirmamos con tristeza, sino como una
muestra de estímulo intelectual para repensar
categorías que hemos heredado de la cultura." (13)
En conclusión, "Adiós, adiós", es el adiós a un mito, a una
fantasía androcéntrica, a la educación de estereotipos manidos,
caducos e impuestos; es el adiós a la clásica mujer bella mártir,
a la madonna que se sacrifica por los demás, a la mujer
hacendosa, resiliente, buena por naturaleza y sin voz; es el
adiós al matrimonio como uno de los pocos caminos asignados
a la mujer; es el adiós a una mujer esclava, a una mujer que
queda atrapada por el hombre con una de una zapatilla de
cristal. Todo lo anterior hace de Mikaela una mujer sensual ,
independiente, que se salva a sí misma.
Notas
1. Otras autoras guatemaltecas que han trabajado también la
fractura de los cuentos de hadas son Eugenia Gallardo (1953)
en la obra No te apresures en llegar a la Torre de Londres porque
la Torre D Londres no es el Big Ben (1999). Aída Toledo expresó
en una videoconferencia -parte del Seminario sobre género
autor: narrativa femenina impartido por la doctora Lucrecia
Méndez de Penedo en la Maestría en Literatura Hispanoamericana
en la Universidad Rafael Landívar (Guatemala, primer semestre
2008)- que "Adiós, adiós" tuvo génesis tras la lectura de la ya
mencionada obra de Gallardo.
"Adiós, adiós" de Aída Tol edo
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2.
Esas voces son como las de "Sinfonía de voces", también relato
de Toledo, en donde la protagonista que es engañada por un
lobo feroz recuerda "( ... ) las recomendaciones de su mamá, [y]
empezó a oír las voces de su madre, su abuela, su bisabuela ,
su tatarabuela, todas juntan cantaban una canción antigua,
advirtiéndole lo de los lobos feroces." (Toledo 28).
3.
No se puede dejar de mencionar las adaptaciones de varios
cuentos de hadas realizadas por Walt Disney, pues en muchos
casos han desplazado las versiones escritas, convirtiéndose así
en únicas referencias de los cuentos de hadas para los niños
y los adolescentes.
4.
La traducción del texto es de la autora. El original dice así: "Some
of the stories were made, no doubt, not only to amuse , but to
teach goodness. You see , in the tales, how the boy who is kind
to beasts, and polite, and generous, and brave, always comes
best through his trials , and no doubt these tales were meant to
make their hearers kind, unselfish, courteous, and courageous.
This is the moral of them. (Lang 1)
*
El texto original dice: ( ... ) Cinderella dreams not just of aman
but of Prince Charming. The love of Prince Charming is far more
valuable than the love of any other man because it releases her
from the necessity of work and, insofar as it selects her from
among so many, it deems her adequately deserving of membership
in the leisure class. Only the love of a prince can heal all the
class violence. Marriage to the prince becomes a sort of social
payback, a public recompense for the trauma of her former
suffering." (102)
Fuentes citadas
72
Ana Margarita Polaczyk
Code, Lorraine, ed. "Fairy Tales and Feminism." Encyclopedia
of Feminist Theories. London, New York: Taylor &
Francis Routledge, 2002. 191.
Oeszcz, Justyna. "Beyond the Oisney Spell , or Escape Into
Pantoland." Folklore 113 (2002): 83-91.
_ _ _---,--_ _ . "Salman Rushdie's Attempt at a Feminist
Fairytale Reconfiguration in Shame." Folkore 115 (2004):
n. pago
Grimm, J, Y W. 1. Cuentos de niños y del hogar. 1st ed . Madrid:
Ediciones Generales Anaya, 1985.
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julio 2008 <http://www.gutenberg.org/>.
Liberman, Marcia R. ""Some Oay My Prince Will Come": Female
Acculturation through the Fairy Tale." College English
34 (1972): 383-395.
Panttaja, Elizabeth. "Going Up in the World: Class in "Cinderella""
Western Folklore, Perspectives on the Innocent
Persecuted Heroine in Fairy Tales. 52 (1993): 85-104.
Perrault, Charles. Cenicienta o la zapatilla de cristal. 9 julio
2008<http://www.taratela.com/Pruebas/Cuentets/Perr
ault,Charles-Lacenicienta.pdf>.
Shippey, Tom. "Rewriting the Core: Transformations of the
Fairy Tale in Contemporary Writing." A Companion to
the Fairy Tale. Rochester, NY.: O.S. Brewer, 2003. 253274.
Stone, Kay. "Things Walt Oisney Never Told US." The Journal
of American Folklore 88 (1975): 42-50.
Toledo, Aida. Pezóculos. Guatemala: Editorial Palo De Hormigo,
2001.
Zipes, Jack. "Once There Were Two Brothers Named Grimm."
The Complete Fairy Tales of the Brothers Grimm.
"Adiós , adiós" de Aída Toledo
73
Fuentes ConslJ1tadas
Gallardo, Eugenia. No te apresures en llegar a a Torre de
Londres porque la Torre O Londres no es El Big Sen.
Guatemala: Editores Y Editorial Llerena, 1999.
García, Claudia . "Y mis pechos se irguieron en lo oscuro.
Política y género en el cuento escrito por mujeres en
Guatemala (1987-2001)." Ciberletras: Revista de crítica
literaria y de cultura (2007). 9 July 2008
<http://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=255
7586>.
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