Modulo 10 - En español

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M Ó D U L O 1 0 • NARRADORES ARGENTINOS
JULIO CORTÁZAR (1914-1984)
TEXTO 1
Cuento sin moraleja (1962)
de Historias de cronopios y de famas
Leer a Cortázar es zambullirse en un mundo sin certezas gobernado por el humor y una
creatividad entusiasta, jocosa y tierna. Para el poeta Pablo Neruda, el autor argentino es una
lectura imprescindible:
«Cualquiera que no lea a Cortázar está condenado. No leerlo es una seria enfermedad
invisible que, con el tiempo, puede traer consecuencias terribles. Semejante en cierto modo al
que nunca ha saboreado un durazno, el hombre se volverá calladamente más triste,
notablemente más pálido y es probable que, poco a poco, acabe perdiendo todo el pelo.»°
En Historias de cronopios y de famas, el libro al que pertenecen los textos que leerás a
continuación, el gigante de la literatura argentina nos invita a sospechar de la red de actos
mecánicos en que se ha convertido nuestra vida cotidiana. Para acercarse a su obra es
conveniente (intentar) dejar de lado las rígidas leyes de causa y efecto que gobiernan nuestro
aburrido mundo.
En la concepción literaria de Cortázar, el realismo es falso e ingenuo, responde a un
optimismo filosófico que cree que el mundo puede explicarse a través de la causalidad. El
autor sospecha un orden secreto y menos comunicable, una realidad hecha de excepciones.
Leerás un cuento que se llama Cuento sin moraleja. La moraleja es la enseñanza que
encontramos, por ejemplo, en las Fábulas de Esopo.
1
Elige la frase que mejor expresa tu opinión.
a. A pesar del título del cuento, al final es posible encontrarse con una moraleja.
b. El cuento no tiene ninguna moraleja explícita, pero tal vez se pueda deducir alguna.
c. El título del cuento indica, definitivamente, que no hay ninguna moraleja posible.
TEXTO 1
Cuento sin moraleja
Un hombre vendía gritos y palabras, y le iba bien, aunque encontraba mucha gente que
discutía los precios y solicitaba descuentos. El hombre accedía casi siempre, y así pudo vender
muchos gritos de vendedores callejeros1, algunos suspiros que le compraban señoras rentistas2,
y palabras para consignas3, slogans, membretes4 y falsas ocurrencias5.
Por fin el hombre supo que había llegado la hora y pidió audiencia al tiranuelo6 del país, que
se parecía a todos sus colegas y lo recibió rodeado de generales, secretarios y tazas de café.
° Pablo Neruda (1904-1973), poeta chileno y premio Nobel
de literatura, en Julio Cortázar, Territorios (1978), Siglo XXI,
Barcelona 2009.
1. callejeros, que están, se mueven o actúan en la calle.
2. rentistas, personas que reciben las rentas de una propiedad.
3. consignas, en las agrupaciones políticas o sociales, orden que
se da a sus integrantes o frase que resume las ideas del grupo.
4. membretes = intestazioni.
5. ocurrencias = idee, motti di spirito, trovate.
6. tiranuelo, el sufijo -uelo forma el despectivo y al mismo
tiempo el diminutivo de tirano.
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— Vengo a venderle sus últimas palabras — dijo el hombre —. Son muy importantes porque a
usted nunca le van a salir bien en el momento, y en cambio le conviene decirlas en el duro
trance7 para configurar fácilmente un destino histórico retrospectivo.
— Traducí8 lo que dice — mandó el tiranuelo a su intérprete.
— Habla en argentino9, Excelencia.
— ¿En argentino? ¿Y por qué no entiendo nada?
— Usted ha entendido muy bien10 — dijo el hombre —. Repito que vengo a venderle sus
últimas palabras.
El tiranuelo se puso de pie como es de práctica en estas circunstancias, y reprimiendo un
temblor mandó que arrestaran al hombre y lo metieran en los calabozos11 especiales que
siempre existen en esos ambientes gubernativos.
— Es lástima12 — dijo el hombre mientras se lo llevaban —. En realidad usted querrá decir
sus últimas palabras cuando llegue el momento, y necesitará decirlas para configurar
fácilmente un destino histórico retrospectivo. Lo que yo iba a venderle es lo que usted querrá
decir, de modo que no hay engaño. Pero como no acepta el negocio13, como no va a aprender
por adelantado esas palabras, cuando llegue el momento en que quieran brotar14 por primera
vez y naturalmente usted no podrá decirlas.
— ¿Por qué no podré decirlas, si son las que he de querer decir? — preguntó el tiranuelo, ya
frente a otra taza de café.
— Porque el miedo no lo dejará — dijo tristemente el hombre —. Como estará con una soga
al cuello, en camisa y temblando de terror y de frío, los dientes se le entrechocarán15 y no
podrá articular palabra. El verdugo16 y los asistentes, entre los cuales habrá algunos de estos
señores, esperarán por decoro un par de minutos, pero cuando de su boca brote solamente un
gemido entrecortado por hipos17 y súplicas de perdón (porque eso sí lo articulará sin esfuerzo)
se impacientarán y lo ahorcarán18.
Muy indignados, los asistentes y en especial los generales, rodearon al tiranuelo para pedirle que
hiciera fusilar inmediatamente al hombre. Pero el tiranuelo, que estaba-pálido-como-la-muerte,
los echó a empeñones19 y se encerró con el hombre para comprarle sus últimas palabras.
Entre tanto, los generales y secretarios, humilladísimos por el trato recibido, prepararon un
levantamiento20 y a la mañana siguiente prendieron al tiranuelo mientras comía uvas en su
glorieta21 preferida. Para que no pudiera decir sus últimas palabras lo mataron en el acto
pegándole un tiro22. Después se pusieron a buscar al hombre, que había desaparecido de la
casa de gobierno, y no tardaron en encontrarlo, pues se paseaba por el mercado vendiendo
7. trance, momento crítico y decisivo.
8. Traducí, traduce. El tiranuelo usa el voseo, fenómeno
lingüístico de Argentina y otros países americanos. Consiste en
cambiar la morfología de algunas conjugaciones de segunda
persona singular. Por ejemplo, ‘vos comés’ equivale a ‘tú comes’.
9. Habla en argentino, habla usando los modismos argentinos.
El ‘argentino’ no existe como lengua, es siempre español o
castellano. Se trata de una ironía: el tirano tiene una visión tan
estrecha y limitada del mundo que sólo conoce la lengua que se
habla en Argentina, a tal punto que necesita traductores incluso
del castellano al castellano. El hombre no usa ningún modismo
argentino, por eso el tiranuelo no le entiende.
10. Usted ha entendido muy bien, el hombre sabe que el tiranuelo
ha entendido, pues, el nacionalismo lingüístico tiene algo de falso
y exagerado.
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11. calabozos, lugar seguro, en general oscuro y subterráneo, para
los reclusos.
12. Es lástima = È un peccato.
13. negocio, acuerdo.
14. brotar, empezar a manifestarse.
15. entrechocarán, chocarán violentamente unos con otros.
16. verdugo = boia.
17. hipos = singhiozzi.
18. ahorcarán = impiccheranno.
19. echó a empeñones, (col.) sacó por la fuerza.
20. levantamiento, insurrección de un grupo, un pueblo.
21. glorieta, espacio redondo en los jardines con plantas
trepadoras o árboles.
22. pegándole un tiro, disparándole con un arma de fuego.
JULIO CORTÁZAR
pregones23 a los saltimbanquis. Metiéndolo en un coche celular24 lo llevaron a la fortaleza y lo
torturaron para que revelase cuáles hubieran podido ser las últimas palabras del tiranuelo.
Como no pudieron arrancarle25 la confesión, lo mataron a puntapiés26.
Los vendedores callejeros que le habían comprado gritos siguieron gritándolos en las esquinas
y uno de esos gritos sirvió más adelante de santo y seña27 de la contrarrevolución que acabó
con los generales y los secretarios. Algunos, antes de morir, pensaron confusamente que en
realidad todo aquello había sido una torpe28 cadena de confusiones y que las palabras y los
gritos eran cosa que en rigor pueden venderse pero no comprarse, aunque parezca absurdo.
Y se fueron pudriendo todos, el tiranuelo, el hombre y los generales y secretarios, pero los
gritos resonaban de cuando en cuando en las esquinas.
Grupo Santillana de Ediciones, España, 1999
L’Editore non è riuscito a individuare gli aventi diritto, ed è disponibile alla corresponsione dell’equo compenso
di norma.
2
Como habrás notado, los dos personajes principales del cuento, el hombre y el tiranuelo,
no tienen nombre. ¿Se te ocurre por qué?
3
Del aspecto físico del hombre y del tiranuelo Cortázar no nos da ninguna información.
¿Cómo te los imaginas? ¿Podrías describir también la personalidad de cada uno? A
continuación tienes algunas pistas.
cercano al pueblo
militar
dominio de la palabra
torturador
ingenuo
nacionalista
burócrata
creativo
valiente
abuso de poder
miedoso
4
En la obra de Cortázar, es frecuente encontrar un personaje que anhela, desea algo.
¿Te parece que esto se da también en el caso del hombre? Si tu respuesta es positiva,
¿podrías localizar la frase y explicarla?
5
Otra constante en la obra cortaziana es que la búsqueda del protagonista queda
frustrada. Aquí, ¿qué sucede? Explícalo con tus palabras.
Para completar el análisis podemos dar una ojeada al contexto. Cuando Cortázar escribió
Historias de cronopios y de famas todavía no había adquirido el compromiso político que
permearía algunas de sus obras posteriores. Sin embargo, en Cuento sin moraleja se puede
leer una crítica política a Juan Domingo Perón (1895-1974), presidente de Argentina durante
varios mandatos, militar y sobre todo influyente personalidad de la política nacional. Para no
desvirtuar la poética cortaziana, no se puede considerar el cuento en términos de simbolismo
didáctico, sino como una guiñada al lector.
23. pregones, discursos en voz alta sobre algo que todos tienen
que saber.
24. coche celular, vehículo para transportar a las personas
arrestadas por la autoridad.
25.
26.
27.
28.
arrancarle, obtener con violencia.
a puntapiés, con golpes dados con la punta del pie.
santo y seña = parola d’ordine.
torpe, desacertada.
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¿El tiranuelo podría ser Juan Domingo Perón? A continuación aparecen algunas frases
sueltas de su biografía. Fíjate si encuentras alguna coincidencia con el cuento.
a. Si bien Juan Domingo Perón había conseguido el mandato democráticamente no lo ejercía de
modo democrático. Además de la intolerancia hacia las críticas no tuvo escrúpulos en crear
leyes, incluso reformando la constitución, para aumentar sus poderes.
b. Perón era militar y las Fuerzas Armadas ocuparon un rol protagónico en su gobierno.
c. Su política se rigió por un fuerte nacionalismo.
d. Perón encarceló a varios de sus opositores. La Sección Especial de la Policía Federal aplicaba la
tortura sistemática. También eran violentos algunos grupos antiperonistas que no se echaban
atrás en términos de atentados y asesinatos.
e. El presidente inició a controlar, incluso comprándolos, todos los medios de comunicación para
quitar espacio mediático a sus opositores. O sea, compraba las palabras.
f. En algunos períodos de su mandato, su fuerte personalismo, chocó contra las Fuerzas Armadas
hasta perder su apoyo.
g. En sus discursos populistas, Perón se refería a su gobierno como a una ‘revolución’.
Cuidado con dejarse engañar por esta apariencia realista de Cuento sin moraleja. Cortázar no
ha olvidado introducir algunos ‘momentos fantásticos’. Si cuando lees un texto encuentras
algo extraño o poco común y te preguntas: esto que está escrito aquí ¿pertenece a la realidad
o es una invención?, estás en el pleno del género fantástico. No importa si al final decides
que esa cosa rara existe de veras, o en cambio, que es un invento disparatado del autor. Lo
que importa es la pregunta que te pones como lector.
7
Reflexiona críticamente sobre tu rol de lector. En Cuento sin moraleja ¿encuentras algún
‘momento fantástico’? Busca los elementos que no cuajan con tu idea racional del
mundo y analiza tus dudas.
Otro aspecto esencial de Cuento sin moraleja, y una constante en la poética cortaziana, es el
rol protagónico de las palabras. El hombre las vende entre la gente común, por las calles. El
propósito del tiranuelo de comprarlas, o el del hombre que pretende venderlas aunque sean
del pueblo, desencadena una serie de hechos fatales. Como habrás notado, todos mueren,
menos las palabras, que incluso se convierten en la llave de acceso (el «santo y seña») de la
contrarrevolución.
Se ha señalado antes que el didactismo está muy lejos del espíritu cortaziano, pero el
carácter abierto de su obra deja espacio para inventar una moraleja. Podrías pensar en las
palabras y gritos que «pueden venderse pero no comprarse» o tratar de hacer una lectura
actual de Cuento sin moraleja, tal vez relacionándolo con la vida social y política de tu país.
8
78
Escribe cuál, en tu opinión, podría ser la moraleja del relato.
JULIO CORTÁZAR
TEXTO 2
Viajes (1962)
de Historias de cronopios y de famas
Los protagonistas de este cuento son unos seres que Julio Cortázar ha llamado cronopios,
famas y esperanzas. Sobre la índole de estos tipos extraños se han escrito páginas y páginas.
Tú también podrás dar tu opinión, y sobre todo colaborar a delinearlos.
Viajes
Cuando los famas salen de viaje, sus costumbres al pernoctar en una ciudad son las siguientes:
Un fama va al hotel y averigua1 cautelosamente los precios, la calidad de las sábanas2 y el color
de las alfombras3. El segundo se traslada a la comisaría y labra un acta4 declamando los
muebles e inmuebles de los tres, así como el inventario del contenido de sus valijas5. El tercer
fama va al hospital y copia las listas de los médicos de guardia y sus especialidades.
Terminadas estas diligencias, los viajeros se reúnen en la plaza mayor de la ciudad, se
comunican sus observaciones, y entran en el café a beber un aperitivo. Pero antes se toman de
las manos y danzan en ronda. Esta danza recibe el nombre de «Alegría de los famas».
Cuando los cronopios van de viaje, encuentran los hoteles llenos, los trenes ya se han
marchado, llueve a gritos6, y los taxis no quieren llevarlos o les cobran precios altísimos. Los
cronopios no se desaniman porque creen firmemente que estas cosas les ocurren a todos, y a la
hora de dormir se dicen unos a otros: «La hermosa ciudad, la hermosísima ciudad». Y sueñan
toda la noche que en la ciudad hay grandes fiestas y que ellos están invitados. Al otro día se
levantan contentísimos, y así es como viajan los cronopios.
Las esperanzas, sedentarias, se dejan viajar por las cosas y los hombres, y son como las estatuas
que hay que ir a ver porque ellas no se molestan.
Grupo Santillana de Ediciones, España, 1999
1
Algunos críticos leyeron en historias como éstas, donde aparecen los cronopios, los
famas y las esperanzan, una correspondencia con tres tipologías de individuos. ¿Podrías
indicar cuál es cada una?
a. Personas que creen en la libertad y la poesía, por ejemplo los artistas. ..........................................................
b. Personas que siguen las normas sociales, por ejemplo los burgueses y funcionarios.
..........................................................
c. Personas que acogen las novedades del momento para darse tono o prestigio sin correr
demasiados riesgos, son los esnob. ..........................................................
Cortázar negó categóricamente su intención alegórica; si a veces reconocía la coherencia de una
interpretación de este tipo, lo hacía sólo en términos generales. Sin embargo, insistió siempre en
señalar que los cronopios no eran adjetivos: una persona no es buena, simpática y cronopia; los
cronopios son sustantivos. Es decir, para el fantástico Cortázar, los cronopios viven entre nosotros.
1. averigua, pregunta, se informa.
2. sábanas = lenzuola.
3. alfombras = tappeti.
4. labra un acta, escribe un informe.
5. valijas, (Amér.) maletas.
6. a gritos, mucho.
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En una famosa entrevista, el autor cuenta como ‘vio’ a los cronopios por primera vez. Relata
que quedó solo durante el intervalo de un concierto en el teatro des Champs Elysées y que, de
golpe vio «flotar unos objetos cuyo color era verde, como si fueran globitos, globos verdes que
se desplazaban» a su alrededor. «No era una cosa tangible, no era que (...) los estuviera
‘viendo’ tal cual. Aunque de alguna manera sí los estaba viendo. Y junto con la aparición de
esos objetos verdes, que parecían inflados como globitos o como sapos o algo así, vino la
noción de que esos eran los cronopios. La palabra vino simultáneamente con la visión.» Luego
describe que de la misma forma recibió, aunque no tan nítidas, las imágenes de sus opuestos,
los famas y luego la de las esperanzas, «unos seres intermedios»°.
2
Y tú, ¿cómo te habías imaginado a los cronopios? ¿También de color verde? Si te
apetece, puedes dibujarlos.
3
Cortázar tuvo su encuentro con los cronopios en un teatro. ¿También tú, alguna vez, has
‘visto’ cosas extrañas, por ejemplo al contemplar una nube o escuchar una canción?
4
Vuelve a leer el texto y explica con tus palabras.
a. ¿Qué suelen hacer los famas cuando salen de viaje?
b. En cambio, ¿cómo les va en los viajes a los cronopios?
c. ¿Y las esperanzas? ¿Viajan?
5
¿Podrías describir la personalidad de los cronopios, los famas y las esperanzas? ¿Cuál de
éstos adjetivos atribuirías a cada uno? ¿Se te ocurren otros? No olvides justificar tu
elección.
pragmáticos
soñadores
aburridos
extrovertidos
inocentes
exagerados
detallistas
dulces
coherentes
serios
complicados
conservadores
idealistas
6
Entre tus conocidos, ¿hay personas que definirías como cronopios, famas o esperanzas?
Y Cortázar, ¿qué sería? ¿Y tú?
Cuenta Cortázar que el primer cronopio fue Louis Armstrong°°, al cual dedicó un texto en
1952: Louis, enormísimo cronopio°°°. Inicia así:
«Parece que el pajarito mandón más conocido por Dios sopló en el flanco del primer hombre
para animarlo y darle espíritu. Si en vez del pajarito hubiera estado ahí Louis para soplar, el
hombre habría salido mucho mejor.»
El autor, con imaginación y sentido del humor, relaciona lo que mueve al primer hombre (el
soplido de un ave servidora de Dios) con las desgracias de la humanidad. En cambio, si ese
soplido hubiera sido el de Armstrong, sostiene más adelante, «sería un mundo exclusivamente
para cronopios» donde del cielo caerían «grandísimos pedazos de estrellas de almíbar y
frambuesa, para que comieran los niños y los perros».
7
¿Cómo te imaginas un mundo sólo de cronopios, un mundo que sigue el ritmo de la
trompeta de Louis Armstrong? Descríbelo en ocho o diez líneas.
° Julio Cortázar, Omar Prego Gadea, La fascinación de
las palabras, Alfaguara, Buenos Aires, 1996.
°° Louis Armstrong (1901-1971), famoso e innovador cantante y
trompetista jazz estadounidense; puedes ver fotos suyas y leer su
80
biografía en numerosas páginas web.
°°° Julio Cortázar, La vuelta al día en ochenta mundos, [1967],
Siglo XXI, México, 1992.
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