La Liturgia de la Palabra

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La Liturgia de la Palabra
Palabra de Dios se
expresa a través de la
Sagrada Escritura y la
Tradición. (CIC 80–82)
■ Jesús está verdaderamente
presente en la Palabra,
mientras ésta se proclama
y predica en la liturgia. (CIC 1088)
Toda Escritura está inspirada por Dios y es útil para
enseñar, rebatir, corregir y guiar en el bien. Así el
hombre de Dios se hace un experto y queda
preparado para todo trabajo bueno.
■ La
El Catecismo explica que
entender las Sagradas Escrituras
requiere iluminación del Espíritu
Santo. (CIC 108)
El Directorio aclara que después
de la explicación otorgada por
la Homilía, los fieles deben
“interiorizar” el mensaje de la
Sagrada Escritura. (DGC 94–95)
2 Timoteo 3, 16–17
La Liturgia de la Palabra de Dios
La Sagrada Escritura y la Tradición de la Iglesia juntas revelan
la Palabra de Dios a los creyentes. La Iglesia venera tanto la
Sagrada Escritura como el Cuerpo del Señor en la Eucaristía.
La Liturgia de la Palabra es la primera parte importante
de la Misa y se centra en lecturas de la Sagrada Escritura.
Los domingos y días importantes, éstas incluyen una lectura
del Antiguo Testamento, un salmo, una lectura de cartas del
Nuevo Testamento y el Evangelio del día. Con frecuencia,
la proclamación del Evangelio es seguida de la homilía del
sacerdote o diácono, quien incita a los creyentes a poner en
práctica las palabras que escuchan. Sin embargo, la Palabra
escrita de Dios se repite en muchas partes de la Misa. La
totalidad de la liturgia, los himnos y las oraciones, está llena
de frases de la Biblia.
La Palabra viva
Libro
Responses to 101 Questions on the
Dead Sea Scrolls. Joseph A. Fitzmyer.
Un estudioso de la Biblia responde
a preguntas acerca del Mar Muerto.
Paulist Press.
Vídeo
Dead Sea Scrolls: Window into Ancient
Times (60 min). La historia de lo que
sucedió después de que se encontraron
los manuscritos. Tapeworm.
Recursos para el catequista
Visite www.osvcurriculum.com
para encontrar un plan interactivo
de la lección, recursos para el
capítulo y actividades.
La liturgia toma prestada la palabra de la Sagrada Escritura,
pero también, la Sagrada Escritura se beneficia de la liturgia.
En el seno de la asamblea del pueblo de Dios, la palabra
escrita de la Biblia, por el poder del Espíritu Santo,
cobra vida. Se escucha hablar a Dios mismo
cuando se proclama la Sagrada Escritura. Para
aquellos que escuchan la Palabra con
fe, el Espíritu otorga el poder para
entender y responder con fe y
conversión de corazón.
Reflexionar ¿Cómo experimenta
la Palabra de Dios
como Palabra
“viva”?
358A Capítulo 17
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CÓMO ENSEÑAR EL CAPÍTULO 17
LOS estudiantes de quinto grado OPINAN
La Liturgia de la Palabra
Orientación
Cuando enseñe esta lección, recuerde que
es posible que los estudiantes no entiendan
totalmente la estructura de la Misa o no puedan
nombrar varias de las partes.
En la Misa, la Sagrada Escritura no simplemente se
“lee”, se proclama. La proclamación implica que la
asamblea de los fieles escuche las palabras que lee
el sacerdote, diácono o lector como dirigidas a ellos
exigiendo una respuesta de su parte. La Palabra de
Dios se proclama y enseguida usted presta atención.
Tal vez escuche una nueva versión de un pasaje
conocido de la Sagrada Escritura que se relacione
con su vida actual.
Posiblemente, los estudiantes de quinto grado no
estén preparados para entender intelectualmente
la distinción entre “lectura” y “proclamación”, pero
pueden experimentarla con su ayuda.
•Elija un pasaje de la Sagrada Escritura
y proclámelo a los estudiantes.
•Comunique la confianza de
fe que le inspira la Palabra
de Dios; compárela con
la lectura.
•Ayude a los estudiantes
a recordar qué
acontecimientos ocurren
durante la Misa y en qué
secuencia ocurren.
• No sé los nombres apropiados que se usan en la Misa.
Ayúdeme a aprender las palabras que necesito para hablar
acerca de este rito.
• No siempre expreso mis emociones de manera apropiada.
Modele reacciones apropiadas para mí.
Necesito
convertirme en parte de mi
•
comunidad de fe. Enséñeme maneras de participar en las actividades de la Iglesia.
FORTALEZA PARA EL ESPÍRITU
Recuerde quién es usted
Usted puede sentirse abrumado por las
expectativas religiosas, educativas y emocionales de
los demás. A menos que se adapte al desafío de las
expectativas sobrehumanas, puede fatigarse y
ser ineficiente.
Es posible que no pueda cambiar las expectativas
sobrehumanas de los demás hacia usted, pero
puede practicar recordarse acerca de quién es usted.
Ésto implica reivindicar intencionalmente lo que
hace mejor y lo que a usted más le interesa.
Recordar quién es usted abarca incluso las tareas
de su vida que surgen naturalmente, de modo que
usted preserva esas fuentes de realización.
Reflexionar ¿Cuáles de sus talentos o intereses
naturales necesita recordar y reivindicar?
Padre todopoderoso, me hablas a mí a través de tu Palabra.
Tus Sagradas Escrituras me nutren y me guían. Haz que mi fe
siga creciendo. Amén.
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