DISCURSO M/G CARLOS ALCALA CORDONES 4 DE FEBRERO DE 2015/ CUARTEL DE LA MONTAÑA Son muchos sentimientos… estar ante la presencia inmortal de nuestro padre, con sus hijos, sus hijas, Rosita, María, con quien tuve la oportunidad de compartir mucho, y también peleamos mucho; y bueno, los hijos del 4 de febrero presentes acá, la mayoría; las autoridades nacionales, nuestro vicepresidente ejecutivo; la camarada Luisa Ortega, nuestro Contralor, el camarada Diosdado Cabello Rondón, Marleny, todavía recuerdo en el pasillo del A-4, cuando nuestros niños, ya hoy grandes, como decía María, que ya estamos canosos… ha pasado mucho tiempo, desde esas orientaciones que recibimos, en mi caso siendo cadete de 2do año, en el de Vladimir, 1er año, cuando nuestro comandante eterno supremo, nos daba esas orientaciones, esas charlas, que a veces uno no las entendía a profundidad, pero es que nos estaba preparando para el hoy, para lo que estamos enfrentando, nos preparó para enfrentar a la recalcitrante derecha nacional e internacional, no lo sabíamos… yo recuerdo que muchas veces me mando a estudiar, siendo subteniente, economía, yo no entendía, hoy después de tanto años, uno entiende el por qué, estudiamos otras cosas, mi comandante, estudiamos el arte, la ciencia militar, la gerencia, para prepararnos para seguir cumpliendo tu legado, para seguir dando el ejemplo a las nuevas generaciones. Hoy me decía Andreína: mire, ¿usted participó en el 4 de febrero?, y le dije: bueno, sí, con humildad, porque eso nos lo enseñó nuestro comandante, con humildad… y ella orgullosa y así muchos jóvenes, a veces uno no se da cuenta camaradas, compañeros, amigos, la trascendencia que tiene, el significado que tuvo, que tiene, que tendrá nuestro Comandante Eterno Supremo, y esos bisoños cadetes, ya hoy soldados curtidos en diferentes ámbitos. Nosotros tuvimos la oportunidad de conocerlo en el ámbito militar, conoció a nuestras esposas, a nuestros hijos, se acordaba de todo, de sus nombres, de sus fechas de nacimiento, era increíble… y como decía ahorita Diosdado entregando la condecoración 4 de Febrero, las 5 raíces, que todos los que estamos presente aquí, que participamos en esa gesta heroica, de ese amanecer de la esperanza, ese día de la dignidad, porque nosotros hombres y mujeres que participamos en el 4 de febrero, como una primera avanzada, le dimos una dignidad, dignificamos a un pueblo, a un país; le dimos razón de ser de lo que es el legado histórico de nuestro Libertador Simón Bolívar, que a lo largo de muchísimos años la derecha la minimizó, la escondió, la ocultó, la disfrazó, y fue Chávez, nuestro Comandante Eterno y Supremo, Hugo Chávez, mi Comandante, porque fue quien nos dirigió el 4 de febrero, a lo que hoy nosotros con mucho sacrificio, con mucho esfuerzo, trabajo, dedicación tenemos y que debemos seguir manteniéndolo, y que nuestras generaciones, nuestros hijos, esos niños, esta niña que está aquí sienta ese significado, lo asuma como de ella y siga con esa bandera porque nosotros vamos pasando, y nos vamos quedando en el camino, y seguiremos, y nos sembrarán, pero siempre el hecho, el evento, la trascendencia histórica de estos hombres, mujeres del 4 de febrero quedará presente en la conciencia colectiva de nuestro país, nosotros debemos seguir manteniéndola, seguir regando el jardín de la revolución para que sigamos teniendo la patria que Chávez nos dejó, que Chávez nos legó, y que por tanto esfuerzo, tanto trabajo, tanta dedicación, hoy lo tenemos prematuramente aquí en su siembra, donde lo sembramos hace dos años; recuerdo que ahí, en esta puerta se lo entregamos a unos compañeros también participantes del 4 de febrero porque nosotros mantuvimos, dijimos que era nuestro derecho, porque Chávez fue quien nos guió y nosotros teníamos que ser quienes lo colocáramos en nuestro hombro, así como colocamos también al camarada Eliecer Otaiza, para traerlo a este sacrosanto lugar, a este inmortal lugar, donde siempre, siempre, siempre, vengamos, mientras tengamos vida y salud, a rendirle los honores, a pedirle consejos, a pedirle que nos ilumine en tan difícil tarea que estamos enfrentando con esta arremetida imperial que lamentablemente; bueno, no lamentablemente, sus laboratorios psicológicos, sus laboratorios, ya buscaron a otra víctima, a nuestro camarada, compañero, Capitán Diosdado Cabello Rondón, quien está siendo vilipendiado por el imperio, está siendo vejado y nosotros no podemos seguir permitiendo que un imperio impunemente venga a afectar, venga a enlodar el buen nombre de unos hombres, mujeres que surgimos de la pureza del Comandante Eterno Supremo Hugo Chávez. Felicito también la hidalguía, el valor de nuestro camarada, Mi General en Jefe Vladimir Padrino López, por haber tomado esa decisión de defender la hidalguía de nuestro compañero camarada Diosdado Cabello Rondón… la emoción a veces a uno no le permite, y ese nudo en la garganta, como dice la gaita, seguir evocando esos recuerdos… Aquí, como dice el popular Guasipati, Noel Rivero, nadie sabe quién es, pero Guasipati si, aquí está acompañado de su familia. Te felicito hermano, eres un revolucionario a carta cabal, un hombre frontal como debe ser y como nos lo enseñó el Comandante Eterno y Supremo, Hugo Chávez; es por eso, el valor que tenemos los oficiales, aquí hay muchas caras de oficiales ya en la honrosa situación de retiro presentes, en nuestra Fuerza Armada, activos, que debemos seguir siendo ejemplo ese a esas generaciones, debemos seguir apoyando también a nuestro presidente Nicolás Maduro Moros, que no le ha tocado fácil, y por supuesto, mientras esté un revolucionario dirigiendo la revolución bolivariana del siglo XXI no le tocará fácil porque el imperio no nos lo va a permitir, entonces tenemos que tener la fortaleza del roble y el samán, esa fortaleza que cuando uno viene del patio de honor de nuestra academia, que siempre todos los egresados del ejército venimos de la academia, vamos a rendirle tributo a nuestro Comandante Eterno también en el roble y el samán, porque es algo que lo impregna a uno de la voluntad de seguir trabajando, seguir luchando, de seguir impregnando a nuestros seguidores de que el camino que nos enseñó el presidente Chávez, el Comandante eterno, es el camino, es un camino de piedras, de espinas, difícil pero ese es el camino y nosotros debemos afrontarlo con la responsabilidad con la que lo asumió el Comandante Eterno y Supremo, entonces Diosdado de mi parte, hermano tienes todo mi apoyo, lo que yo pueda hacer, si me queda un segundo de vida, para defender tu buen nombre, defender tu entereza, para defender a tu familia, y todo eso hermano, porque nosotros los revolucionarios debemos estar unidos ante los ataques constantes de la derecha y del imperialismo norteamericano, y todos los compañeros presentes aquí, creo que es el mismo sentimiento. Cuando vi las lágrimas en Rosita, en María, que también para nosotros, los oficiales del 4 de febrero, son como nuestras hijas porque así lo sentimos, porque Chávez a nosotros nos adoptó con nuestros hijos, tengan la certeza siempre que en donde estemos, ustedes tendrán nuestro apoyo y cuando ustedes necesiten de nosotros, de cualquiera de nosotros, allí estaremos presentes, consecuentes, con cualquier situación que se presente, sabemos que ustedes están cumpliendo una loable labor, ahora internacional, la diplomacia, estás llevando el buen nombre del país, allá en las entrañas del enemigo fundamental, ya lo dijo nuestro Libertador que el imperio norteamericano siempre estará presente para tratar de afectar los intereses nacionales. Para mí es un honor, por segunda vez consecutivo, haber dicho unas palabras aquí frente al Comandante y asumir el compromiso que el comandante Chávez nos enseñó en ese juramento que nosotros hicimos, recuerdo que yo hice dos juramentos, uno de alférez y uno de capitán en el Cuartel San Carlos, nos rejuramentamos, y con esa rejuramentación y ese compromiso, asumimos también desde el Partido Socialista Unido de Venezuela, desde las UBCH, desde los CLP, la defensa de la revolución, la defensa ante la guerra económica que nos está planteando el imperio, porque los venezolanos si tenemos algo, tenemos la fortaleza, tenemos el ejemplo de Bolívar y el ejemplo de Chávez para enfrentar cualquier contingencia. Si nos doblegan, así tengamos que comer piedras, matas, lo que sea, las comeremos, pero no nos van a doblegar a los venezolanos, para eso aquí está un equipo de trabajo, para eso aquí está un staff que Chávez formó, a todos nosotros Chávez nos formó, vicepresidentes, ministros, a nuestro camarada Presidente Nicolás Maduro, lo preparó y nos lo dijo el 8 de diciembre de 2012, que nosotros teníamos que apoyar en cualquier situación sobrevenida, al camarada, al compañero Nicolás Maduro Moros que no la debe estar pasando fácil, es difícil, muy difícil calzar los zapatos de nuestro Comandante Hugo Chávez, pero él con la hidalguía, la enseñanza y el ejemplo de nuestro Comandante está dando la tarea; el presidente está dando la batalla, nosotros, cada quien desde nuestras trincheras tenemos que dar la batalla porque no podemos claudicar ante los intereses imperiales. Muchas Gracias Chávez Vive, la Patria sigue