Los Escarabajos y la Fragmentación Mario E. Favila Los insectos son idóneos para evaluar el efecto de la fragmentación de la selva. El conocimiento de la historia natural de los escarabajos, los confirmó como un grupo indicador del deterioro del hábitat. El patrón de distribución de sus poblaciones responde a los cambios del patrón de fragmentación, a través de sus pautas de comportamiento. PARTE 1 135 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación Un primer acercamiento para el estudio de las consecuencias de la fragmentación sobre las poblaciones, es el saber cuántas especies hay y a qué grupos pertenecen. Un segundo paso es utilizar un órden, familia o género de insectos bien conocidos y sensibles como indicador de la fragmentación. Algunos de los grupos de insectos mejor conocidos en la sierra de Los Tuxtlas, están citados en el libro Historia Natural de Los Tuxtlas, publicado en 1997 por Enrique González-Soriano, Rodolfo Dirzo y Richard Vogt. En este capítulo se presenta una síntesis y análisis acerca de la diversidad de insectos que habitan en Los Tuxtlas tomando como base los registros anteriores, un rastreo bibliográfico y la consulta directa en la colección de insectos de la Estación de Biología Tropical Los Tuxtlas de la UNAM (EBITROLOTU). En la segunda parte se hace un análisis más fino de los escarabajos del estiércol de la subfamilia Scarabaeinae, grupo que ha sido propuesto como indicador del efecto de la fragmentación de las selvas tropicales sobre la biodiversidad (Halffter y Favila, 1993; Favila y Halffter, 1997; Halffter, 1998). La visión de este trabajo es a nivel regional dada la importancia que tiene la escala para la interpretación adecuada de los procesos que ocurren en los paisajes fragmentados, particularmente el efecto de la modificación del hábitat en la estructura y el funcionamiento de las comunidades y en la pérdida de especies. Los análisis locales generan mucha información, pero pueden ser engañosos, ya que sólo reflejan una parte de la realidad. En términos generales podemos decir que las especies se encuentran en una matriz más compleja de la que podemos percibir a escala local, sólo el uso de una mayor escala revela los patrones de respuesta de las especies a las perturbaciones de diferente intensidad, como la fragmentación y la modificación del hábitat. Diversidad de insectos en Los Tuxtlas González-Soriano y colaboradores (1997) citan ocho órdenes de insectos que agrupan 84 familias y 1965 especies (Odonata, Psocoptera, Megaloptera, Coleoptera, Diptera, Trichoptera, Lepidoptera e Hymenoptera)1. El orden más diverso en familias 136 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación es Psocoptera (García Aldrete et al., 1997) y el menos diverso es Megaloptera (Contreras-Ramos, 1997). Empero, el orden más diverso en especies es Lepidoptera con 978 especies agrupadas en siete familias (Beutelspacher, 1997; Raguso y Llorente, 1997), le siguen el orden Coleoptera con 365 especies pertenecientes a 14 familias (Castillo y Reyes-Castillo, 1997; Favila y Díaz, 1997; Morón y Blackaller, 1997; Navarrete-Heredia, 1997; Terrón, 1997; Zaragoza-Caballero 1997) y Diptera con 197 especies dentro de 4 familias (Hernández-Ortiz, 1997; Ibáñez-Bernal, 1997; IbáñezBernal y Martínez-Campos, 1997). Megaloptera tiene el menor número de especies (Contreras-Ramos, 1997) (Figura 1). En cuanto a los coleópteros, Hespenheide (1996) añadió 45 especies de la familia Buprestidae, a las especies registradas en González-Soriano et al. (1997). Para los Lepidoptera LeónCortés (1996) registra 72 especies de la familia Sphingidae. En el orden Hymenoptera Rojas y Cartas (1997) colectaron 16 especies de la subfamilia Ecitoninae, y Quiroz-Robledo y ValenzuelaGonzález (1995) encontraron en la EBITROLOTU 103 especies de hormigas de las subfamilias Cerapachinae, Ponerinae, Ecitoninae, Pseudomyrcynae, Myrmicinae, Formicinae y Dolichoderinae. En el caso de los Ecitoninae, Quiroz-Robledo y Valenzuela-González (1995) registraron cinco de las 16 especies registradas por Rojas y Cartas (1997). Todas estas especies fueron colectadas en el suelo con varios tipos de trampa, por lo que falta colectar la fauna arbórea. El orden Hemiptera no está incluido en González-Soriano et al. (1997); sin embargo, se han registraron en Los Tuxtlas 59 especies de la familia Pentatomidae (Brailovsky et al., 1992) y tres especies de la familia Coreidae (Brailovsky, 1990; Brailovsky y Cadena, 1992). Con estos registros se obtiene un total aproximado de 2, 240 especies de insectos en Los Tuxtlas (Figura 1). Es posible esperar que exista una mayor diversidad de especies de insectos de la que ha sido reportada para la región si consideramos dos aspectos fundamentales: por un lado, la región de Los Tuxtlas es parte de la zona de transición mexicana, que en el caso de los insectos (como en otros grupos de plantas y animales) delimita la entomofauna de origen neártico y paleártico 137 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación con la entomofauna neotropical (véase Halffter, 1976, 1987), y por otro lado, la presencia de numerosos tipos de vegetación tanto de origen neártico como neotropical (Capítulo La vegetación), así como abundantes ríos y lagos de origen volcánico (Torres-Orozco et al., 1997; Ramos-Escobedo y Vázquez, 2001; Vázquez et al., 2004), ofrecen en conjunto una gran diversidad de microambientes para muchos grupos de insectos. 35 Número de familias 30 A 25 20 15 10 5 D ip te H ra ym en op te M ra eg al op te ra Tr ic ho pt er a H em ip te ra Co le op te ra Le pi do pt er a Ps oc op te ra O do na ta 0 FIGURA 1. El número de familias (A) y el número de Número de especies 1200 1000 B 800 partes sombreadas de las 400 barras indica que la informa- 200 ción fue obtenida de fuentes D ip te H ra ym en op te M ra eg al op te ra Tr ic ho pt er a H em ip te ra Co le op te ra Le pi do pt er a Ps oc op te ra O do na ta órdenes de insectos registrados en Los Tuxtlas. Las 600 0 A continuación se hace una reflexión acerca del número de órdenes, familias y especies que se podrían encontrar en la región de Los Tuxtlas, tomando en consideración el listado de insectos de Norteamérica de Daly et al. (1978) y el listado de los insectos de México, de Morón y Terrón (1988). En el Cuadro 1 se presentan los órdenes registrados en la literatura, los que están en la colección entomológica de la EBITROLOTU y los que considero que potencialmente podrían estar en Los Tuxtlas. 138 especies (B) de los diferentes bibliográficas diferentes a González-Soriano et al., 1997 (véase texto). Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación Órdenes Potenciales 1. Archeognatha P 2. Thysanura P 3. Ephemeroptera P 4. Odonata C 5. Blattodea C 6. Mantodea C 7. Isóptera C 8. Plecoptera P 11. Phasmatodea P 12. Grylloblattodea P 13. Orthopetra C P 15. Psocoptera** CUADRO 1. Los órdenes de 16. Anoplura** P insectos de la sierra de 17. Mallophaga P Los Tuxtlas. Ordenes poten- 18. Thysanoptera P ciales (P); ordenes incluidos 19. Hemiptera en la colección entomológica 20. Homoptera*** de la Estación de Biología 21. Neuroptera órdenes citados en GonzálezSoriano, et al., 1997 y otras C X C X* P C 22. Megaloptera 23. Raphidioptera X C 10. Embioptera 14. Zoraptera En libro/otras P 9. Dermaptera Tropical Los Tuxtlas, UNAM; Colección C X C X P 24. Coleoptera 25. Strepsiptera fuentes. 26. Mecoptera C 27. Diptera C 28. Siphonaptera X P 29. Trichoptera X 30. Lepidoptera C X 31. Hymenoptera C X *En Brailovsky, 1990; Brailovsky y Cadena, 1992; Brailovsky et al., 1992. **En la clasificación de Daly et al. (1978) forman el orden Phthiraptera. ***En la clasificación de Daly et al. (1978) este orden está dentro de Hemiptera. La clasificación se basa en Daly et al., 1978 y en Morón y Terrón 1988. 139 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación Siete órdenes no se mencionan en la literatura, pero se encuentran en la colección entomológica de la EBITROLOTU, y son 14 los órdenes que podrían estar presentes en la región. De esta forma, si nueve órdenes de insectos mencionados en la literatura para Los Tuxtlas incluyen 88 familias, con una simple regla de tres podríamos pensar que para los otros 22 órdenes (tanto potenciales como los encontrados únicamente en la colección entomológica de la EBITROLOTU), hay por lo menos 215 familias más y, siguiendo el mismo razonamiento para las especies, habría unas 5,500 especies de insectos. El total de especies registradas y potenciales sería 2,240 + 5,500 = 7,740 especies. Si consideramos que para todos los grupos registrados y potenciales en Los Tuxtas se tuviera un 75% de su conocimiento a través de un programa de muestreo convencional en cada grupo, podríamos considerar que con programas intensivos de muestreo lograríamos llegar a 10,300 especies de insectos en la región de Los Tuxtlas. Esta cifra no es nada descabellada considerando que en la selva de la Estación Biológica de La Selva en Costa Rica, se estima que hay alrededor de 8,000 especies de artrópodos (URL: <viceroy.eeb.uconn.edu./alas/alas.html>). Así, podemos pensar en un intervalo de 8,000 a 12,000 especies de insectos en Los Tuxtlas. Conocimiento y monitoreo de la diversidad de especies de insectos en Los Tuxtlas Hace falta todavía una gran cantidad de trabajo taxonómico y de campo para tener un buen conocimiento de la historia natural y diversidad de los insectos de la región de Los Tuxtlas. Este conocimiento es fundamental para hacer propuestas de conservación y uso de la biodiversidad. Sin embargo, es muy difícil y poco práctico tratar de seguir a todos los grupos de insectos, una alternativa es trabajar con grupos indicadores y con procesos y atributos poblacionales claves, que nos permitan hacer evaluaciones del impacto de la fragmentación sobre dichos procesos y del estado de conservación de la biodiversidad, en este caso, de los insectos. 140 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación Las principales características de un buen grupo indicador son: 1) Debe estar integrado por un gremio rico y bien definido en el tipo de comunidad cuya biodiversidad se desea interpretar. 2) El gremio debe ser importante en la estructura y funcionamiento del ecosistema en conjunto. 3) Debe ser conocido desde el punto de vista taxonómico y de la historia natural, de tal manera que permita la separación de especies y la interpretación ecológica. 4) Los organismos del grupo indicador deben ser de fácil captura y estandarizable para establecer programas de monitoreo a corto, mediano y largo plazo. 5) El grupo debe tener características tales que las colectas u otras actividades necesarias para su estudio no pongan en peligro su conservación. 6) Los datos de captura deben proporcionar información ecológica suficiente para determinar la composición y estructura del gremio y sus interacciones con el resto de la comunidad natural. 7) El grupo debe ser sensible al cambio que se efectúa sobre el sistema que se esté estudiando. Los grupos indicadores pueden tener varios propósitos, entre los que están: evaluar las condiciones del ambiente, monitorear tendencias en condiciones a lo largo del tiempo, dar una señal temprana de alarma sobre cambios en el ambiente. En particular se buscan grupos que reflejen bien los cambios por acciones humanas: fragmentación, defaunación, simplificación del ecosistema, efectos de la introducción del ganado y otros. El propósito influye en la selección del indicador y hay que evaluar los costos y beneficios del grupo seleccionado (Dale y Beyeler, 2001). El grupo puede servir para el análisis a nivel de organismos, de especies, poblaciones, ecosistemas y paisaje. Es decir, debemos estar conscientes de la relación entre la escala y los procesos que ocurren en ellas, para poder hacer una selección adecuada de un grupo indicador. En un lugar como Los Tuxtlas la evaluación de la biodiversidad se puede hacer a nivel local (alfa), y de paisaje (beta y gama) (Cuadro 2). 141 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación ESCALA PROCESOS Local Competencia, depredación, parasitismo. Regional o macroecológica Especiación, extinción local o regional, procesos biogeográficos, intercambio de biotas, endemismos. Mesoescala o Paisaje Área de varios km2 con distintos tipos de ecosistemas y geoformas, pero con misma historia biogeográfica1. CUADRO 2. Procesos que influyen en la diversidad biológica en función de la escala Tipos de diversidad (Whittaker, 1972) Alfa = riqueza de especies de una comunidad. Gama = Riqueza de especies del conjunto de comunidades del paisaje (alfa y beta). 1Halffter, 1998 Los escarabajos del estiércol de la subfamilia Scarabaeinae (Scarabaeidae) han sido propuestos como un grupo indicador ya que permiten estimar el efecto de la fragmentación sobre poblaciones, especies y gremios, para evaluar el estado de conservación de la selva tropical y para monitorear los cambios de especies a lo largo del tiempo (Halffter y Favila, 1993; Favila y Halffter, 1997). Esto se basa en que en las zonas tropicales, los Scarabaeinae son el principal grupo de insectos que utiliza estiércol, carroña e inclusive frutos en descomposición como fuente de alimentación y reproducción, lo que los hace elementos muy importantes en la dinámica de los ecosistemas tropicales y templados (Hanski y Cambefort, 1991; Halffter, 1991). Esto hace que los Scarabaeinae formen un gremio muy bien definido, tanto funcional como taxonómicamente (se 142 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación considera un grupo monofilético), y están bien representados, llegándose a encontrar entre 25 y 70 especies en las selvas húmedas tropicales (Halffter, 1991). Además de su relevancia ecológica ya reconocida (por su papel en la reincorporación de nutrientes al ecosistema), recientemente se ha encontrado que los Scarabaeinae pueden influir en la dinámica de la selva al enterrar el estiércol en el suelo, favoreciendo la germinación de semillas provenientes de frutos consumidos por mamíferos frugívoros (Estrada y Coates-Estrada, 1991). Posiblemente, los Scarabaeinae han jugado un papel importante en la evolución de algunos atributos de las semillas (Shepherd y Chapman, 1998). Además de los Scarabaeinae, algunos grupos de insectos que podrían servir para estos fines son aquellos que están muy bien estudiados a nivel taxonómico y en los que se tiene un buen o razonable conocimiento de su historia natural: Lepidoptera (propuesto como un grupo indicador por Brown,1991), Odonata, Psocoptera y Trichoptera. De estos órdenes, algunas familias podrían ser muy útiles para este tipo de trabajos. A continuación presentamos algunos de los estudios que se podrían realizar con los grupos indicadores a diferentes escalas de trabajo, tanto del grupo (organismos, poblaciones, especies, comunidades), como del ambiente (local, regional, paisaje), ejemplificando con los escarabajos del estiércol. Un aspecto de particular interés para nuestro grupo de trabajo y que resulta de gran importancia en el conocimiento de la historia natural de los insectos es el comportamiento y su variación. Podría pensarse que no tiene sentido estudiar el comportamiento de las especies de Los Tuxtlas, si ya ha sido estudiado en algún otro lugar, sin embargo, el comportamiento es el motor de la evolución y sus cambios son considerablemente más rápidos que los que ocurren a nivel morfológico. Así, lo que debemos enfatizar es la variabilidad, no el patrón medio de determinado rasgo (en este caso uno o varios comportamientos); es decir, la tendencia actual es poner atención a la varianza 143 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación y no a la media, ya que las variaciones en el comportamiento entre poblaciones de una misma especie son la regla y no la excepción (Foster, 1999). De aquí que los estudios filogeográficos sean de gran importancia, no solo teórica, sino práctica. Los estudios comparativos de diferentes poblaciones de una especie ponen en relieve las diferencias que se están presentando entre ellas. Nuestros estudios con los escarabajos del estiércol, han mostrado que en particular el complejo entorno químico ha sido muy poco estudiado (Favila, 2001a,b). Sin embargo la presencia de compuestos químicos en la atracción y reconocimiento sexual, en la defensa contra depredadores y en la protección del alimento, así como en otras actividades, permite pronosticar que hay una gran cantidad de compuestos con funciones aún desconocidas cuyo uso potencial en farmacia y control de plagas no debe de ser desdeñado. Lo mismo puede ocurrir en el resto de insectos e invertebrados de Los Tuxtlas. Nivel local (especies) Diversidad alfa. A nivel local Favila y Díaz (1997) encontraron 37 especies de Scarabaeinae en tres tipos de ambientes en la EBITROLOTU: interior de la selva, borde de selva y potrero contiguo a la selva. Del total, 26 especies son propias de la selva, pero seis de ellas prefieren los bordes, el resto son especies típicas de potreros. Las especies que habitan los bordes se pueden encontrar tanto en la selva como en el pastizal, aunque su abundancia es menor. Así mismo, hay especies de potreros que son capaces de penetrar al borde de la selva e incluso a la misma selva, este proceso varía en el tiempo. Las especies de borde son muy interesantes ya que son capaces de transitar entre los potreros. La distribución microespacial de los escarabajos de selva está relacionada con la tolerancia de las especies a diferentes condiciones ambientales de temperatura del suelo y del aire, humedad del suelo, intensidad lumínica y grado de compactación del suelo de la selva, del borde y del potrero. Conocer 144 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación las preferencias microespaciales de las especies y su relación con las condiciones ambientales, permite entender porqué algunas especies son más sensibles a los cambios ocasionados por la fragmentación de la selva. En la Figura 2 se presenta la abundancia de tres especies de escarabajos rodadores (Scarabaeinae: Scarabaeini) de Los Tuxtlas en relación a gradientes de tres parámetros ambientales: dos especies, Canthon femoralis y Canthon cyanellus cyanellus son de selva y Canthon indigaceus chiapas de potreros. Los parámetros ambientales fueron medidos en tres sitios: interior de la selva, borde y potrero. Se puede observar que en general las dos especies de selva se separan de la especie del potrero por sus preferencias a los intervalos menores de temperatura, compactación del suelo e intensidad lumínica. Sin embargo, Canthon cyanellus cyanellus, es una especie afín a los bordes de selva y puede invadir el potrero, ya que es capaz de tolerar condiciones extremas comparadas con las especies restringidas a la selva representadas por Canthon femoralis en la Figura 2. A FIGURA 2. El número de individuos de tres especies de escarabajos de la subfamilia Scarabaeinae con relación a tres parámetros ambientales: A) temperatura del suelo en grados centígrados; B) humedad relativa del suelo (%); C) velocidad del viento Abundancia (No. individuos) 250 A 200 150 100 50 0 20.8 23 24 24.4 24.8 26 Temperatura del suelo (°C) 27 31 C.i. chiapas C.cyanellus C.femoralis en m/seg, en un gradiente desde la selva, al borde de la selva y al potrero. 145 Los Escarabajos y la Fragmentación Mario E. Favila Abundancia (No. individuos) 250 B B 200 150 100 50 0 2 2.53 3 3 3.5 4 6 6 9 10 Compactación del del suelo Compactación suelo(lbs/pie?) (lbs/pie) 12 C.i. chiapas C.cyanellus C.femoralis CC 250 Abundancia (No. individuos) 12 200 150 100 50 0 58 146 84.5 214.6 283 525.9 531.8 Luminosidad (Lux) Luminosidad (Lux) 17990 21784.5 C.i. chiapas C.cyanellus C.femoralis Los Escarabajos y la Fragmentación Mario E. Favila Nivel regional (poblaciones) Distribución espacial. La capacidad de ciertas especies de transitar a través del potrero debe, en principio, influir en su estructura poblacional y en su distribución a nivel regional, e inclusive geográfica. La distribución de C. c. cyanellus abarca toda la región tropical de México, incluyendo las planicies costeras, llegando al sur de Texas (Halffter et al., 1992). Se encuentra tanto en selva como en potreros, lo que pone de manifiesto su adaptabilidad a las diferentes condiciones de modificación de su ambiente natural. Surge la pregunta ¿qué pasa con las especies de selva cuando quedan aisladas en fragmentos? Los estudios de Díaz, Galante y Favila (datos no publicados), sugieren que las especies de selva pueden utilizar las cercas vivas formadas por árboles de palo mulato (Bursera simaruba, Gliricidia y otras especies arbóreas), como “corredores” entre fragmentos. Este hecho tiene sin duda implicaciones muy importantes en las estrategias de conservación de la biodiversidad, ya que subraya la importancia de los corredores de vegetación para mantener el flujo genético entre poblaciones que habitan diferentes fragmentos de selva en la región (Figura 3; véase Estrada et al., 1998, Davis et al., 2001, Díaz-Rojas, 2004, Estrada y Coates-Estrada, 2002). FIGURA 3. Tipos de conectividad que se pueden formar en ambientes fragmentados (modificado de Bennett, 1999): a) grandes mosaicos de vegetación que se pueden mantener a) unidos para permitir el paso de fauna; b) pequeños fragmentos de vegetación aislados que permiten el paso de algunas especies b) entre fragmentos; c) corredor de vegetación que permite el paso de especies. El grosor del corredor puede c) influir en el número de especies que pueden pasar por él. 147 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación Estructura genética de las poblaciones. El conocimiento de la distribución a escala de microespacio de las especies de la selva, los bordes y los potreros, ha permitido a Favila y colaboradores (datos no publicados), hacer estudios de la estructura genética de las poblaciones de especies que están restringidas a la selva y de aquellas que son capaces de transitar a través de los potreros entre fragmentos. Aquí sólo se menciona el caso de una especie Canthidium centrale, que ha sido encontrada por Favila y sus colaboradores exclusivamente en los fragmentos de selva en la región de Los Tuxtlas. Utilizando la técnica de amplificación aleatoria de segmentos polimórficos del ADN (RAPD), se encontró que las poblaciones de Canthidium centrale, tienen un flujo génico actual reducido, por lo que de continuar la fragmentación se podría producir una separación genética entre ellas a lo largo del tiempo. Sin embargo, el porcentaje de varianza genética entre las poblaciones es de un 30% aproximadamente, por lo que comparten una buena cantidad de información genética, lo que sugiere que las especies estaban más interconectadas en el pasado (Favila, datos no publicados). El resultado del aislamiento entre poblaciones por efecto de la fragmentación ha sido un tema de debate. Bawa y sus colaboradores (1991) plantean que el efecto de la fragmentación del hábitat sobre la diversidad genética de una especie depende de su modo de dispersión. Como hemos mencionado, en los Scarabaeinae hay especies exclusivas de selva (dispersión restringida) y especies que pueden desplazarse por los potreros (de amplia capacidad de dispersión). De esta forma se podría comparar la estructura genética de representantes de ambos tipos de dispersión, para conocer su respuesta a la fragmentación. En un ambiente fragmentado, esperaríamos que con el transcurso del tiempo, las poblaciones de especies de dispersión restringida tendieran a aislarse, mientras que las especies de amplia capacidad de dispersión mantuvieran el flujo génico entre sus poblaciones. Esto significa que a corto plazo, las especies de dispersión restringida resultaran más afectadas en su estructura genética poblacional que las especies de amplia capacidad de dispersión. Sin embargo, las especies con dispersión restringidas podrían, a lo largo del tiempo, dar origen a 148 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación variantes mejor adaptadas a los fragmentos de selva, pudiendo llegar a desplazar a las especies de amplia capacidad de dispersión (Bawa et al., 1991) El problema se vuelve más complejo si consideramos que las especies restringidas a la selva podrían moverse entre los fragmentos a través de corredores de vegetación. Nivel regional (especies) Número de especies en la región. Una pregunta importante que se ha derivado de los estudios de biodiversidad se refiere a la eficiencia del muestreo y la estimación de la biodiversidad de una región o ecosistema. Es importante saber si realmente el muestreo es representativo de la diversidad de un lugar o una región determinada. Se han desarrollado diferentes modelos para analizar este problema. Básicamente hay modelos paramétricos y no paramétricos con los que se comparan las curvas de acumulación de especies en función del esfuerzo de captura realizado (Soberón y Llorente, 1993; Colwell y Coddington, 1995). En el momento en que se alcanza una asíntota se puede considerar que el esfuerzo de muestreo efectuado ha sido el adecuado. ¿Cuántas especies de escarabajos coprófagos y necrófagos realmente hay en la región de Los Tuxtlas? Como se menciona antes, a nivel local Favila y Díaz (1997) encontraron 37 especies de Scarabaeinae, entre las cuales 26 son de la selva. Morón y Blackaller (1997) reportan a Eurysternus velutinus Bates y a Onthophagus nasicornis Harold en la EBITROLOTU, con lo que aumenta a un total de 39 especies. En toda la región de Los Tuxtlas, Favila (datos no publicados) ha encontrado 44 especies de Scarabaeinae, además de otras especies coprófagas y necrófagas de las siguientes familias: Hybosorinae (2 especies) y Silphidae (1 especie). Es decir que a nivel regional se incrementa en un 22.73% el número de especies coprófagas y necrófagas. De acuerdo a la curva de acumulación para toda la región y a los estimadores no paramétricos ACE y MMMean (véase Collwel y Coddington, 1995), puede haber cerca de 50 149 Los Escarabajos y la Fragmentación Mario E. Favila especies coprófagas y necrófagas en Los Tuxtlas (Figura 4), 27% más de especies encontradas a nivel local en la EBITROLOTU. 70 60 Número de especies 50 40 30 FIGURA 4. Curva de acu- 20 mulación de especies de escarabajos coprófagos y 10 necrófagos de la región de Los Tuxtlas ( ) y ajuste de 0 1 4 7 10 13 16 19 22 25 28 31 34 37 40 Esfuerzo de muestreo (trampas/día) los datos a dos estimadores no paramétricos: ACE ( ) y MMMean ( ). Análisis espacial La lista de especies de una región es básica para emprender cualquier esfuerzo de conservación. Sin embargo, conviene tener también un conocimiento sobre la distribución en el espacio de estas especies, lo que nos daría una idea del reemplazo de ellas entre los diferentes fragmentos. Favila y colaboradores realizaron un análisis de componentes principales para los diferentes tipos de vegetación de la región de Los Tuxtlas, tomando como atributo de cada sitio las especies (Figura 5). El análisis de sitio/especies separó claramente la selva de los potreros, dejando a los acahuales incluidos principalmente en la selva, aunque algunos se mezclaron con los potreros. Es decir, tomando como atributos a las especies, los fragmentos de selva son unidades 150 Los Escarabajos y la Fragmentación Mario E. Favila reconocibles, lo que prueba la efectividad del grupo como indicadores de condiciones ambientales. Además, estas especies también sirven para separar los potreros de la selva y de los acahuales. Las especies que definieron la agrupación de selva fueron Canhidium centrale, D. pseudoparile y Canthon morsei, todas especies exclusivas de selva. Las especies asociadas a los potreros fueron Canthidium aff. puncticole y Canthon indigaceus, ambas típicas de zonas abiertas del trópico mexicano. FIGURA 5. La ordenación de los sitios con relación a la presencia de especies de escarabajos coprófagos y necrófagos en la región de Los Tuxtlas. 3 Canthidium centrale Deltochilum pseudoparile Canthon morsei 2 Canthidium centrale Deltochilum pseudoparile Canthon morsei Eje 2 1 0 -1 -2 -2 Pastizal -1 0 Selva Eje 1 Acahual 2 1 B. mesófilo 3 Encinar Esta afinidad coincide con la microdistribución de las especies, ya que las de selva viven en ambientes más húmedos, menos luminosos y con temperaturas del suelo más bajas y suelos menos compactados que en los potreros. Al fragmentarse la selva, estos factores se modifican, afectando la distribución de las especies. Conocer los requerimientos necesarios para la sobrevivencia y crecimiento de los organismos, es un aspecto fundamental para protegerlas, esta es un área del conocimiento 151 Mario E. Favila Los Escarabajos y la Fragmentación que debe ser profundizada en los insectos de la región de Los Tuxtlas. En conclusión, los Tuxtlas ha perdido una buena parte de su cobertura forestal, dando lugar a un paisaje fragmentado en el cual se mezcla la selva, los acahuales, los potreros y los cultivos (capítulos La Vegetación; La Fragmentación; La Deforestación). Los estudios de inventario, comportamiento, ecología y fisiología que se están realizando, deben estar encaminados a ofrecer propuestas de manejo y conservación de los ecosistemas y de las especies, para lo cual es de suma importancia la Reserva de la Biosfera de Los Tuxtlas (capítulo La Reserva de la Biosfera). La región de Los Tuxtlas tiene posiblemente más de 50 especies de escarabajos copro-necrófagos entre la selva y los potreros. Estas especies se encuentran distribuidas entre las grandes islas de selva que quedan en el volcán San Martín Tuxtla, la sierra de Santa Marta, y la sierra de San Martín Pajapan, así como en fragmentos de selva de diferente tamaño entre estos macizos montañosos. Los estudios genéticos realizados con Canthidium centrale muestran que hay un flujo génico reducido entre las poblaciones. Esta tendencia se podría incrementar si se sigue con la deforestación de la selva. Es perentorio evitar el aislamiento de los fragmentos en la región, para conservar las poblaciones en un buen estado de “salud genética y ecológica”. Los escarabajos copro-necrófagos de selva tienen requerimientos ecológicos y ambientales muy estrictos; al transformar la selva, el cambio en las condiciones ambientales afecta la sobrevivencia de las poblaciones. Es de suponer que semejantes efectos están ocurriendo en muchas de las especies de insectos de la selva de Los Tuxtlas. 152 Los Escarabajos y la Fragmentación Mario E. Favila Agradecimientos A todas aquellas personas de la región de Los Tuxtlas que dieron facilidades para el desarrollo de este trabajo, mi más sincero agradecimiento. Al profesor Gonzalo Pérez Higareda, jefe de EBITROLOTU de la Universidad Autónoma de México, por brindar siempre su amistad y apoyo. A Sergio Guevara, Graciela Sánchez y Leonardo Delgado (Instituto de Ecología, A. C), por sus valiosos comentarios al manuscrito original. Los trabajos sobre biodiversidad e historia natural que se están realizando en Los Tuxtlas forman parte de los proyectos: Fragmentación de la selva de Los Tuxtlas y sus efectos genéticos y ecológicos en los escarabajos del estiércol (Coleoptera: Scarabaeinae), CONABIO: R023. Competencia espermática y nivel de paternidad en escarabajos rodadores del estiércol del género Canthon (Scarabaeidae: Scarabaeinae), CONACYT: 35125-V. Medida del estado de conservación de selvas neotropicales a través del análisis de la comunidad de coleópteros escarabaeidos: el caso de la selva de Los Tuxtlas, México, Agencia Española de Cooperación Internacional. 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