una voz amiga - Telèfon de l`Esperança

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HOJA INFORMATIVA diciembre 2013
UNA VOZ
AMIGA
Es una promoción de la Fundació Ajuda i Esperança. // [email protected] // www.telefonoesperanza.com
Relaciones de calidad
E
n la anterior edición de nuestra revista
ya informamos a nuestros lectores sobre el inicio de una nueva actividad de la
Fundación Ajuda i Esperança: la formación
externa. Estamos muy contentos de la buena
acogida que están teniendo las diferentes
actividades que tratan sobre La comunicación y la escucha activa en todos los
ámbitos (profesional, personal y escolar).
Esto demuestra la gran sensibilidad que la
sociedad manifiesta hacia estos temas y la
valoración positiva sobre la mejora de las
relaciones interpersonales.
No se trata de un tema de cantidad,
que fácilmente se confunde con el hecho
de ser popular en función de la cantidad
de gente con quien nos relacionamos, sino
de la calidad de estas relaciones, que va
directamente vinculada a la calidad de la
comunicación y, por lo tanto, de la propia
relación en sí misma. Tener cuidado de las
personas con quienes nos relacionamos
más estrechamente, familiares, amigos,
compañeros de trabajo o de estudios, etc.,
confiere a la propia relación de un valor
que va más allá del propio conocimiento,
el valor de la confianza y la seguridad que
esta relación no nos fallará pase lo que pase.
Siguiendo las demandas que recibimos,
empezaremos a ofrecer formación en temas más concretos, siempre vinculando
los conceptos y las actividades prácticas
que se trabajen con la metodología del
Teléfono de la Esperanza. Acompañar a
las personas en sus problemáticas y vicisitudes sin dirigir, ni aconsejar, ni decir lo qué
tienen que hacer, ni tampoco pretender
solucionar la dificultad, son las directrices
básicas de nuestra comunicación, en las
que creemos firmemente porque día a día
comprobamos que son las que necesitamos cuando nos toca vivir un momento
especialmente difícil.
Sentirnos escuchados, acompañados,
en un contexto confidencial, nos permite
descargar nuestras angustias y empezar a
pensar en posibles actuaciones. Ya sabemos que no se trata de ejercer una actitud
paternalista –ven, que te soluciono el problema–, sino una actitud de apoyo –ven que
te escucho y pensaremos la mejor forma
de afrontar el problema y te acompañaré
en este proceso.
Proponemos a nuestros lectores que
hagan uno de los ejercicios que trabajamos
en las actividades formativas y que nos ayuda a fijar los conceptos trabajados. Pensemos en una persona de nuestro entorno, a
quien nos confiaríamos en el supuesto de
que viviéramos un problema o dificultad.
Una vez tengamos identificada esta persona, anotemos los rasgos más característicos
de ella, tal y cómo se nos vayan ocurriendo,
no importa el orden ni la cantidad. Una vez
hecho esto, seguramente habremos descrito las principales características de una
persona con una buena capacidad de
escucha y una buena capacidad comunicativa.
¿Nos identificamos, cada uno de nosotros
con ellas? ¿Creemos que alguien habría
pensado en nosotros mismos al hacer este
mismo ejercicio? Esperamos que sí, pero si
no fuera así, no olvidemos que nunca es
tarde para aprender o mejorar y ¡les animamos a empezar!
TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA
¿Caminar por la cuerda floja?
Por Gemma Manau Munsó, colaboradora del Ámbito María Corral. Oporto
(Artículo publicado por el Ámbito María Corral http://www.ambitmariacorral.org)
H
ace tiempo que colaboro
con una entidad de ocio
para jóvenes. Algunos de ellos ya
hace años que participan y con el
tiempo han ido desarrollando un
cierto sentimiento de pertenencia. Se sienten grupo.
Me gusta ver como poco a
poco, cada uno de ellos busca
su sitio, va desplegando su vocación, madura, aprende, va
asumiendo responsabilidades.
Afrontan nuevos retos e intentan
también asumir algún fracaso u
otro. Procuran acoger a los recién llegados y, por encima de
todo, desean establecer vínculos de amistad que rompan el
aislamiento al que tantas veces
nuestra sociedad nos aboca.
El diálogo no siempre es fácil, a
veces me siento existencialmente
lejos de sus experiencias, pero al
mismo tiempo los mismos jóvenes
reconocen que para ellos es importante tener un referente adulto.
Éste es quizás el reto más
grande que tenemos: saber ser
un referente para los jóvenes.
¡Saber en qué y cómo! Y, probablemente, tan importante será
saber una cosa como la otra. No
lo podemos ser en todo y, por lo
tanto, tendremos que priorizar algunas cosas.
Pero..., ¿cómo serlo? ¡Si ya era
difícil responder en qué, aún lo será
más explicar el cómo! Ahora bien,
lo que sí sé, es que será necesario
que haya una coherencia entre lo
que decimos, cómo lo decimos y
nuestro hacer concreto.
No hace mucho, hablando
2
de una actividad que debía
hacerse pero que a los jóvenes
les costaba, uno de ellos me
dijo claramente que lo hacían
porque yo (con alguna insistencia) se lo proponía. En un primer
momento, y bajo el impacto de
su franca sinceridad, solo conseguí decir que agradecía el
respeto que me tenían. Quizás
incluso lo hagan por estima,
¡quién sabe! Sea como sea
constaté una vez más que los
adultos podemos llegar a tener,
y de hecho tenemos, un cierto
ascendente en los jóvenes.
Pero volviendo a la conversación anterior, posteriormente
intenté esgrimir algunos argumentos para defenderlo y aportar criterios de fondo. Parecía
que lo entendían... pasados
unos días y retornando sobre el
mismo tema descubrí que más
que convencidos habían salido
vencidos por unos argumentos que entendían pero que no
compartían. Lo pasaban por la
razón, y les parecía lógico, pero
seguía sin entusiasmarles.
Otra vez me venía a la memoria el ascendente que podemos
tener en ellos. Me planteaba
¿qué hacer? ¿Aprovechar
este hecho para tratar de inculcarles algunos criterios a
pesar de ver que, hoy por hoy,
no los compartían? Realmente,
¿los argumentos que les podía
aportar serían verdaderamente
significativos para ellos? Me parecía un ejercicio un poco inútil,
aunque siempre nos queda la
esperanza de que conserven
algo. Nos parece que dentro de
unos años lo entenderán mejor y
verán que era bueno.
Pero, ¿no sería mejor que
puedan hacer cosas que entiendan ahora, que sientan que
les son útiles y que responden a
su realidad actual y concreta?
Aquel joven, con su afirmación,
me despertó un gran interrogante:
¿cómo educar la libertad de
aquellos jóvenes? ¿Cómo acompañarles a atreverse a ser libres, a
pensar por sí mismos y a preguntarse qué quieren en esta vida?
¿Cómo proporcionarles un entorno que les dé suficiente seguridad
para atreverse a ser creativos y a
emprender nuevos proyectos sin
que los adultos seamos sobreprotectores, o les infantilizamos facilitándoles todo e impidiendo que
asuman sus responsabilidades?
Parecía más fácil y segura la
vía del «ascendente», de delimitarles claramente el camino. Incluso parece que nos hace sentir
más útiles a nosotros, los adultos,
pero, en cambio, me parece mucho más provechosa la vía de la
libertad. Quizás es más arriesgada, pero probablemente podrán
crecer más plenamente como
personas. Eso sí, a ellos les faltará
saber que nosotros estamos, que
estamos como aquella red de los
equilibristas que les recoge en el
caso de que se caigan. Quizás
les podemos mostrar un camino u
otro, pero en definitiva son ellos los
que tienen que caminar, aunque
sea por la cuerda floja.
UNA VOZ AMIGA
Diálogo interior
Ma Neus Calleja, Psicóloga, Directora del Teléfono de la Esperanza de Barcelona, @neuscalleja
E
n el artículo de la página anterior Gemma Manau constata el hecho de que los adultos
tenemos un cierto ascendiente en
los jóvenes en su proceso hacia la
madurez y la autonomía, y ello nos
conlleva una alta responsabilidad
en referencia a su futuro.
Ante esta reflexión se me ocurren
algunas cuestiones importantes
y que equivaldrían a un cierto
“control de calidad interior”. ¿Verdaderamente somos lo bastante
conscientes de la importancia de
nuestras acciones y del modelo
que representamos para nuestros
jóvenes? ¿Tenemos bien presente
la necesidad de mantener canales abiertos de comunicación con
nosotros mismos? ¿Mantenemos
un diálogo interior?
Si nos paramos a pensar, comprobaremos que, normalmente, vamos
avanzando en nuestra trayectoria
vital de forma poco consciente. Vamos dejándonos llevar afrontando
las circunstancias que nos toca vivir conforme surgen y pocas veces
tenemos presente, de forma clara,
un proyecto de futuro a largo plazo.
No hablo tanto de lo que queremos
ser, sino de cómo queremos ser, a
dónde nos gustaría llegar.
Y todavía plantearía una última
cuestión, que no por ser la última
deja de ser la más importante:
¿Nos conocemos bien? ¿Dedicamos regularmente parte de nuestro día a día a analizar nuestras
emociones y conductas? ¿Evaluamos los resultados que obtenemos
para mejorar en futuras ocasiones?
No es posible dar respuesta a estas preguntas si no es a través del
diálogo sincero con nosotros mismos, un diálogo que nos permita
trabajar tres conceptos importantes.
El primero es el concepto de autoestima. Una palabra y un concepto que está en boca de todo el
mundo, libros, profesionales, redes
sociales... A menudo nos llega información que nos remarca la necesidad de querernos a nosotros mismos
y aceptarnos tal como somos. Son
palabras muy bonitas. Pero, ¿cómo
lo podemos llevar a cabo? La teoría
puede estar clara, pero a menudo
nos perdemos en la práctica, en el
camino. Y cuando las cosas se nos
ponen difíciles, en lugar de esforzarnos para encontrar una alternativa,
desfallecemos en el intento y nos engañamos pensando que ya hemos
llegado a la meta, que ya nos queremos lo suficiente, cuando lo único
que hemos conseguido es quedarnos a medio camino y, lo más grave,
sin ser conscientes de este hecho.
La autoestima implica un proceso
de autoconocimiento, un proceso
de autoanálisis que, a pesar de comportar cierta insatisfacción en determinados momentos, nos conduzca
a la mejora personal, al crecimiento.
No siempre tenemos la capacidad
para hacerlo. Si no hemos aprendido a aceptar los errores, a tolerar las
frustraciones, seremos incapaces de
sacar la parte positiva de estas experiencias, que siempre conllevan, a
pesar de que nos cueste verlas. Pero
también es necesario haber aprendido a reconocer y estar orgullosos
de los méritos conseguidos y tenerlos
bien presentes.
Y este autoconocimiento nos
permite configurar nuestra auto-
imagen, que es un concepto que
posee tres componentes: la imagen que yo tengo de mí (aquello
que creo que soy), la imagen que
creo que los otros tienen de mí (lo
que creo que piensan) y la imagen
que en realidad los otros tienen
de mí, es decir, aquello que realmente piensan, no lo que yo crea.
Vemos pues que no es fácil
construir nuestra identidad y que
hacerlo requiere un diálogo constante, no sólo con nosotros mismos
sino también con los demás, con
las personas con quienes nos relacionamos. Este diálogo externo
tiene que llevarse a cabo con la
condición de hacerlo desde la
humildad, con la única pretensión de escuchar abiertamente,
sin condicionantes y muy abiertos
de mente. Si no nos gusta aquello
que escuchamos, tenemos que
saber entender el porqué de estos
comentarios para que nos ayuden
a reconstruirnos como persona, a
crecer emocionalmente.
Pero todos estos conceptos no
sirven para nada si no practicamos
regularmente un diálogo interior. Es
del todo necesario reservarnos espacios privados donde poder elaborar este diálogo, analizar dónde
estamos y situarnos en nuestra
trayectoria vital. Y esto no lo podremos hacer nunca si no es desde
el silencio, que nos permite tomar
conciencia de nosotros mismos, sin
interferencias externas, sin influencias. Sólo de esta forma podremos
establecer este diálogo y escuchar
activamente nuestro interior, a menudo demasiado incomunicado.
3
TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA
Los efectos
de la gratitud en la salud
Sergio García Díaz. Psicólogo (Col.14.585) & Terapeuta Gestalt. Colaborador del Teléfono de la Esperanza
www.emocionario.com - [email protected]
D
ice un proverbio chino que:
“Cuando bebas agua,
recuerda la fuente”. Pareciera
como que de esta forma el
agua nos supiera mejor, incluso
después de ingerida, y nos alimentara más. Recordar la fuente
que nos nutre no es otra cosa que
agradecer aquello que nos es
dado. La gratitud, pues, puede
ser considerada una virtud que
la filosofía moral, y todas las tradiciones espirituales, tratan de promover. En las últimas décadas
también la ciencia ha llevado su
atención al estudio de la gratitud
y a sus efectos sobre la salud física
y el bienestar psicológico.
Existen diferentes formas de
entender el concepto de gratitud. Los expertos todavía no se
ponen de acuerdo de si se trata
de una emoción, un estado de
ánimo, un rasgo afectivo o un
rasgo de la personalidad: posiblemente pueda existir como
todos ellos a la vez. En cualquier
caso, se trata de una experiencia
placentera que despierta en la
persona una sensación de apreciación de la vida y satisfacción
con el pasado.
Aunque la gratitud tiene su
origen en el intercambio social,
también puede ser experimentado en un nivel más amplio, como
sentirse agradecido con Dios,
4
valorar los buenos momentos o
apreciar las cosas positivas de
la vida. Desde el punto de vista
del intercambio, la gratitud se experimenta cuando se aprecia el
carácter altruista de aquello que
nos dan.
La conocida psicoanalista Melanie Klein entendía la gratitud
como el opuesto dialéctico de
la envidia. Así, mientras el sentimiento de gratitud es uno de los
más importantes derivados de la
capacidad para amar, la envidia
tiene un carácter dañino y destructivo que socava el sentimiento de gratitud y amor.
Estudios recientes indican que
experimentar gratitud aumenta
el afecto positivo, la satisfacción
con la vida y el comportamiento
prosocial, inhibe los comportamientos de hostilidad, y conduce
a mejorar el apoyo social y el
bienestar durante las etapas de
transición de la vida. En una investigación llevada a cabo por
Gordon (2011) se observó que la
experiencia individual de gratitud
no sólo está relacionada con una
mayor satisfacción personal, sino
también con una mayor satisfacción de la pareja. Es decir, que
“las personas que dijeron sentir
mayores niveles de gratitud tenían
cónyuges que eran más felices
con su matrimonio” (p.342).
El aumento del bienestar psicológico no sólo viene determinado
por el hecho de sentir agradecimiento, sino también por el acto
de dar las gracias, de expresar
externamente el agradecimiento.
Este acto de expresar gratitud conduce a una serie de experiencias
subjetivas positivas y mejora la relación con el otro. En tres célebres
estudios realizados por Emmons
y McCullough (2003) se observó
que “inducir un estado de gratitud
a través de ejercicios de gratitud
autoguiados conduce a beneficios
emocionales, físicos o interpersonales” (p.386).
Aunque no se ha realizado un
gran número de estudios sobre
la relación entre gratitud y salud
física, diversos estudios sugieren
que la gratitud puede estar relacionada con la salud de varias
maneras: disminuyendo el nivel
de estrés, los síntomas depresivos
o la ansiedad ante la muerte,
mejorando la calidad del sueño, favoreciendo el crecimiento
postraumático, previniendo el
suicidio, promoviendo conductas
saludables e, incluso, mejorando
el funcionamiento cardiaco. Explicamos con más detalle algunos de estos aspectos: depresión
y suicidio, por ejemplo, están
bastante ligados, puesto que
entre el 10% y el 15% de las per-
UNA VOZ AMIGA
sonas con un trastorno depresivo
mayor finalmente acaban suicidándose. Según la World Health
Organization (2002) el suicidio es
una de las principales causas de
muerte en Europa entre las personas jóvenes y de mediana edad,
especialmente en los hombres.
En relación con la depresión, la
gratitud lleva a las personas a replantear las experiencias negativas de otro modo, como experiencias potencialmente positivas,
lo que permite reducir (o impedir un aumento) de los síntomas
depresivos (Lambert et al., 2012).
Por otro lado, Kleiman et al. (2013)
observaron que la gratitud, en sinergia con la perseverancia, confiere
resistencia al suicidio mediante el
aumento del sentido de la vida.
En otro estudio realizado con
veteranos de guerra se observó
que las personas con Trastorno
de Estrés Postraumático (TEPT)
mostraban menos rasgos de
gratitud que los que no sufrían
TEPT (Kashdan et al., 2006). La
recuperación de las personas
que han vivido una experiencia
traumática se ve influida por el
grado en que son capaces de
encontrar algún beneficio en la
experiencia, disfrutando a menudo de un mayor nivel de bienestar y funcionamiento del que
tenían antes del trauma. Este cambio positivo que se experimenta
como resultado del proceso de lucha que la persona emprende a
partir de la vivencia de un suceso
traumático se denomina crecimiento postraumático, y la gratitud parece que está estrechamente vinculada con él. En un
estudio realizado por Ruini y Ves-
covelli (2013) se observó que las
pacientes con cáncer de mama
que manifestaron altos niveles de
gratitud experimentaban mayor
bienestar psicológico, desarrollaban relaciones más positivas,
tenían mayor fuerza personal,
mayor apreciación de la vida,
menor distrés por su enfermedad
y vivían cambios espirituales.
Los beneficios observados
de la gratitud invitan a utilizarla
como herramienta para mejorar
nuestra salud física y psicológica.
Algunas estrategias conductuales para expresar gratitud que
podemos utilizar en nuestra vida
cotidiana son: escribir una carta
de agradecimiento a una persona importante en su vida y compartirla con él (puede enviársela
o leérsela personalmente); escribir
regularmente listas de diversas
cosas concretas por las cuales
esté agradecido; pensar o escribir sobre cosas que agradecer
de una manera más global. Recuerde que todas estas estrategias facilitan conectar con la
vivencia subjetiva de gratitud,
así como expresarla, pero sólo
tienen sentido y son efectivas
si se realizan desde la autenticidad, es decir, si la gratitud es
realmente sentida, aunque en
un principio sólo lo sienta con
baja intensidad. Si no es así, si no
siente gratitud, expresarla sería
un acto de falsedad y de manipulación, engañaría al otro y
también se estaría engañando a
sí mismo. Y, desde luego, eso no
tiene ningún beneficio para su
salud física o psicológica.
Para finalizar este artículo, sólo
me queda darle las gracias por
haberle dedicado su tiempo y su
atención.
REFERENCIAS
Emmons, R.A. y McCullough, M.E.
(2003). Counting blessings versus
burdens: An experimental investigation of gratitude and subjective
well-being in daily life. Journal of
Personality and Social Psychology,
84(2), 377–389.
Gordon, C.L., Arnette, R.A.M. y Smith,
R.E. (2011). Have you thanked your
spouse today? Felt and expressed
gratitude among married couples.
Personality and Individual Differences, 50, 339–343.
Kashdan, T.B, Uswatte, G. y Julian, T.
(2006). Gratitude and hedonic and
eudaimonic well-being in Vietnam
war veterans. Behaviour Research
and Therapy 44(2), 177–199.
Kleiman, E.M., Adams, L.M., Kashdan
T.B. y Riskind, J.H. (2013). Gratitude
and grit indirectly reduce risk of suicidal ideations by enhancing meaning in life: Evidence for a mediated
moderation model. Journal of Research in Personality, 47, 539–546
Klein, M. (1988). Envidia y gratitud.
Barcelona: Paidós
Lambert, N.M., Fincham, F.D. y Stillman, T.F. (2012). Gratitude and depressive symptoms: The role of positive reframing and positive emotion.
Cognition and Emotion, 26(4), 615-633.
Ruini, C. y Vescovelli, F. (2013). The
Role of Gratitude in Breast Cancer:
Its Relationships with Post-traumatic
Growth, Psychological Well-Being
and Distress. Journal of Happiness
Studies, 14, 263-274.
5
TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA
Noticias del Teléfono de la Esperanza de Barcelona
E
ste semestre ha sido muy activo en cuanto a difusión del Teléfono de la Esperanza en diferentes acontecimientos
organizados por el Ayuntamiento de Barcelona.
El primero de ellos fueron los Mundiales de Natación. Durante los días de Campeonato, el Comité Organizador puso
a disposición de las entidades sociales de Barcelona un estand en el espacio del Village Planeta Agua de la Anilla Olímpica, para que pudiéramos hacer actividades y difusión de nuestro trabajo. El Teléfono de Esperanza estuvo presente
el día de la inauguración de los Campeonatos, el 19 de julio. Mucha gente participó en las actividades que llevamos a
cabo, especialmente la actividad Llena el Xop de Esperanza, en la que muchos visitantes quisieron contribuir escribiendo
un mensaje de esperanza en estos tiempos difíciles que vivimos.
En septiembre, en el marco de las Fiestas de la Merced de Barcelona, también estuvimos presentes en un stand a la
18ª Muestra de Asociaciones, que tuvo lugar en la Plaza de Catalunya. Mucha gente se interesó en nuestro voluntariado
y quisieron dejar también un mensaje de esperanza, tal como se puede apreciar a una de las fotografías de esta página.
Queremos agradecer al Ayuntamiento de Barcelona el facilitar que las entidades sociales estén presentes en acontecimientos como éstos. Es una buena manera de acercar la ciudadanía a los servicios que ofrecemos desde el tercer
sector, y paralelamente se potenciar el voluntariado y más ahora, cuando Barcelona ha sido escogida Capital Europea
del Voluntariado para el 2014. Esperamos con ilusión este nuevo año y contribuiremos a potenciar y difundir la gran tarea
social que se realiza desde este sector.
Difusión
N
uestra entidad tiene muy presente la importancia de llegar
a las personas desde todos los ámbitos posibles. Es por eso que agradecemos la emisión gratuita durante una semana del mes de agosto
de un spot publicitario del Teléfono
de Esperanza en el canal de TV de
los Ferrocarriles de la Generalitat de
Cataluña y en Radio Tordera con la
entrevista realizada a la presidenta
de nuestra Fundación, Maria Rosa
Buxarrais. También hemos colaborado en el Trabajo de investigación de
una alumna de 2n de bachillerato
de la escuela Educem de Granollers. Y estamos muy contentos del
testimonio de uno de nuestros voluntarios en La Marató de TV3 sobre las
enfermedades neurodegenerativas.
Recordamos a nuestros lectores que
pueden seguirnos a través de las redes sociales de Facebook y Twitter
(@Fundaesp), así como a través de
nuestra página web
www.telefonoesperanza.com.
6
Convocatoria de
nuevos voluntarios
Actividades formativas
P
orque pensamos que la formación es un punto fundamental
en la actuación de nuestros voluntarios y voluntarias, ya han empezado
las actividades programadas para el
curso 2013-2014 y que se presentaron
en la sesión inaugural que tuvo lugar
al mes de octubre pasado. Siguiendo
la programación prevista, se han llevado a cabo las primeras convocatorias del Taller Acompañar el duelo,
que tendrán nuevas convocatorias a
lo largo del primer semestre del 2014,
con el objetivo de facilitar al máximo
la asistencia de todos los voluntarios y
voluntarias. También ha tenido lugar
la primera convocatoria de la Actividad de Mejora de Competencias,
dirigida especialmente a aquellas
personas que se han incorporado en
los últimos meses, con el objetivo de
acompañarlas y facilitar el logro de
las competencias adquiridas en la
formación inicial.
C
ubrir nuestro servicio las 24
horas, todos los días del
año, con dos personas que ceden
parte de su tiempo para escuchar
a los otros de forma altruista, no es
nada fácil. Pero, afortunadamente, muchas personas siguen mostrando interés para incorporarse
a nuestro voluntariado. A todas
ellas y a las que ya forman parte
de nuestra entidad queremos hacerles llegar nuestro más sincero
agradecimiento.
Durante este mes de diciembre
se está incorporando la última promoción de voluntarios. Todos ellos
están acabando su periodo de formación práctica y bien pronto se
incorporarán a nuestro servicio telefónico. Les dirigimos nuestra más
cordial bienvenida. Como siempre,
quien esté interesado al formar parte, puede pedir más información a
www.telefonoesperanza.com o al
teléfono de oficinas 93 202 02 60.
UNA VOZ AMIGA
Formación externa:
Próximas actividades programadas
C
ómo hemos informado en
el editorial, este primer trimestre de 2014, ampliamos nuestra oferta formativa que dirigimos
a cualquier persona que quiera
trabajar los temas programados.
La primera actividad es el Curso
de Oratoria: ¿Dónde has aprendido a hablar tan bien? que tendrá lugar en nuestra sede los días
23 y 30 de enero de 18 a 20 horas
y que será impartido por Robert
Rodergas, publicitario, conferenciante, discípulo del profesor
Daniel LaFuerza, con las técnicas
del especialista Jürg Studder. Él
es miembro del Patronato de la
Fundación Ajuda i Esperança.
Perfeccionar y dominar el
habla ante un auditorio no es
difícil, es un aprendizaje funcional sobre el control anímico,
las técnicas oratorias y la optimización de la palabra. Este Curso
es eminentemente didáctico y
pensado para todas aquellas
personas que tienen que hacer
presentaciones, discursos, conferencias, etc., o simplemente
para aquellos que quieran perfeccionar y dar más expresividad a sus parlamentos, ya sea
en el ámbito privado o profesional.
El curso se estructura en dos sesiones de dos horas cada una
donde se trabaja el control de
la tensión anímica que bloquea
al orador, el orden y prioridad
de los contenidos, así como la
confección del guion y técnicas
vocales y expresivas para atraer
y mantener la atención de los
oyentes. Todo esto complementado con ejercicios prácticos.
La segunda actividad programada es el Taller – Conferencia:
Acompañar el duelo, que tendrá
lugar también en la sala de actos de la calle Modolell 41, bajos
derecha, el viernes 7 de febrero
de 18 a 20 horas. Será impartido
por Sergio García, psicólogo,
terapeuta Gestalt y colaborador
en las actividades de formación
continuada de los voluntarios del
Teléfono de Esperanza.
La pérdida de un ser querido
es una experiencia muy dolorosa por la que la vida nos hace
pasar. Cómo vivimos este dolor y
qué hacemos con él determina
la manera en que continuamos
con nuestra existencia. Algunas
personas se quedan engancha-
das en este dolor y lo convierten
en un sufrimiento que distorsiona
sus relaciones y su manera de estar en el mundo. Otras, en cambio, consiguen transitar el dolor
y poder convivir con la pérdida,
de tal manera que la experiencia
dolorosa los nutre y les sirve para
crecer como personas y para
continuar en el camino de la vida.
Un buen acompañamiento
durante este proceso facilita a la
persona poder transitar el dolor
e integrar la pérdida. Del mismo
modo, un acompañamiento inadecuado genera una mayor dificultad a la persona para elaborarla.
Los objetivos de este taller son
conocer cómo afrontamos los
procesos de pérdida (las fases
del duelo), cómo elaboramos
la pérdida (las tareas del duelo)
y cómo podemos favorecer la
elaboración del duelo mediante
el acompañamiento. El taller consta
de una parte teórica y también
actividades que permitirán reflexionar en grupo sobre los temas
tratados.
Esperamos que estas actividades sean del interés de nuestros lectores.
7
Agradecemos
¡AYÚDANOS!
Fundació Ajuda i Esperança
La Caixa
2100 0837 90 0200298184
la dedicación de 195 voluntarios y voluntarias y 9 patronos de la Fundación y la colaboración económica de:
520 PERSONAS PARTICULARES
ADMINISTRACIÓN PÚBLICA
EMPRESAS
THINKING FORWARD XXI, S.L.
DISIMOB 2000, S.L.
ENTIDADES RELIGIOSAS
MONESTIR DE MONTSERRAT
RELIGIOSAS DE LAS ESCUELAS PÍAS
H.H. DOMINICAS DE LA PRESENTACIÓN
COLEGIO NIÑO JESÚS
GERMANS DE LES ESCOLES CRISTIANES
... Y DIVERSES PARRÒQUIES
FUNDACIONES Y OTRAS ENTIDADES
OTRAS COLABORACIONES Y SERVICIOS
CLAMAR
VENDING, S.L.
LA DIFUSIÓN DEL SERVICIO A TRAVÉS DE:
BISBAT DE TERRASSA
BISBAT DE SANT FELIU DE LLOBREGAT
... Y A TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE HAN DADO NOTICIA DEL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA
por haber ayudado a mantener en pie nuestro servicio
PREMIO JOSEP PARERA
8
2007
CREU DE SANT JORDI PREMIO RAMON DE TESERACH
2009
2010
Depósito legal: B-24379-2011
ARQUEBISBAT DE BARCELONA
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