HOJA INFORMATIVA diciembre 2013 UNA VOZ AMIGA Es una promoción de la Fundació Ajuda i Esperança. // [email protected] // www.telefonoesperanza.com Relaciones de calidad E n la anterior edición de nuestra revista ya informamos a nuestros lectores sobre el inicio de una nueva actividad de la Fundación Ajuda i Esperança: la formación externa. Estamos muy contentos de la buena acogida que están teniendo las diferentes actividades que tratan sobre La comunicación y la escucha activa en todos los ámbitos (profesional, personal y escolar). Esto demuestra la gran sensibilidad que la sociedad manifiesta hacia estos temas y la valoración positiva sobre la mejora de las relaciones interpersonales. No se trata de un tema de cantidad, que fácilmente se confunde con el hecho de ser popular en función de la cantidad de gente con quien nos relacionamos, sino de la calidad de estas relaciones, que va directamente vinculada a la calidad de la comunicación y, por lo tanto, de la propia relación en sí misma. Tener cuidado de las personas con quienes nos relacionamos más estrechamente, familiares, amigos, compañeros de trabajo o de estudios, etc., confiere a la propia relación de un valor que va más allá del propio conocimiento, el valor de la confianza y la seguridad que esta relación no nos fallará pase lo que pase. Siguiendo las demandas que recibimos, empezaremos a ofrecer formación en temas más concretos, siempre vinculando los conceptos y las actividades prácticas que se trabajen con la metodología del Teléfono de la Esperanza. Acompañar a las personas en sus problemáticas y vicisitudes sin dirigir, ni aconsejar, ni decir lo qué tienen que hacer, ni tampoco pretender solucionar la dificultad, son las directrices básicas de nuestra comunicación, en las que creemos firmemente porque día a día comprobamos que son las que necesitamos cuando nos toca vivir un momento especialmente difícil. Sentirnos escuchados, acompañados, en un contexto confidencial, nos permite descargar nuestras angustias y empezar a pensar en posibles actuaciones. Ya sabemos que no se trata de ejercer una actitud paternalista –ven, que te soluciono el problema–, sino una actitud de apoyo –ven que te escucho y pensaremos la mejor forma de afrontar el problema y te acompañaré en este proceso. Proponemos a nuestros lectores que hagan uno de los ejercicios que trabajamos en las actividades formativas y que nos ayuda a fijar los conceptos trabajados. Pensemos en una persona de nuestro entorno, a quien nos confiaríamos en el supuesto de que viviéramos un problema o dificultad. Una vez tengamos identificada esta persona, anotemos los rasgos más característicos de ella, tal y cómo se nos vayan ocurriendo, no importa el orden ni la cantidad. Una vez hecho esto, seguramente habremos descrito las principales características de una persona con una buena capacidad de escucha y una buena capacidad comunicativa. ¿Nos identificamos, cada uno de nosotros con ellas? ¿Creemos que alguien habría pensado en nosotros mismos al hacer este mismo ejercicio? Esperamos que sí, pero si no fuera así, no olvidemos que nunca es tarde para aprender o mejorar y ¡les animamos a empezar! TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA ¿Caminar por la cuerda floja? Por Gemma Manau Munsó, colaboradora del Ámbito María Corral. Oporto (Artículo publicado por el Ámbito María Corral http://www.ambitmariacorral.org) H ace tiempo que colaboro con una entidad de ocio para jóvenes. Algunos de ellos ya hace años que participan y con el tiempo han ido desarrollando un cierto sentimiento de pertenencia. Se sienten grupo. Me gusta ver como poco a poco, cada uno de ellos busca su sitio, va desplegando su vocación, madura, aprende, va asumiendo responsabilidades. Afrontan nuevos retos e intentan también asumir algún fracaso u otro. Procuran acoger a los recién llegados y, por encima de todo, desean establecer vínculos de amistad que rompan el aislamiento al que tantas veces nuestra sociedad nos aboca. El diálogo no siempre es fácil, a veces me siento existencialmente lejos de sus experiencias, pero al mismo tiempo los mismos jóvenes reconocen que para ellos es importante tener un referente adulto. Éste es quizás el reto más grande que tenemos: saber ser un referente para los jóvenes. ¡Saber en qué y cómo! Y, probablemente, tan importante será saber una cosa como la otra. No lo podemos ser en todo y, por lo tanto, tendremos que priorizar algunas cosas. Pero..., ¿cómo serlo? ¡Si ya era difícil responder en qué, aún lo será más explicar el cómo! Ahora bien, lo que sí sé, es que será necesario que haya una coherencia entre lo que decimos, cómo lo decimos y nuestro hacer concreto. No hace mucho, hablando 2 de una actividad que debía hacerse pero que a los jóvenes les costaba, uno de ellos me dijo claramente que lo hacían porque yo (con alguna insistencia) se lo proponía. En un primer momento, y bajo el impacto de su franca sinceridad, solo conseguí decir que agradecía el respeto que me tenían. Quizás incluso lo hagan por estima, ¡quién sabe! Sea como sea constaté una vez más que los adultos podemos llegar a tener, y de hecho tenemos, un cierto ascendente en los jóvenes. Pero volviendo a la conversación anterior, posteriormente intenté esgrimir algunos argumentos para defenderlo y aportar criterios de fondo. Parecía que lo entendían... pasados unos días y retornando sobre el mismo tema descubrí que más que convencidos habían salido vencidos por unos argumentos que entendían pero que no compartían. Lo pasaban por la razón, y les parecía lógico, pero seguía sin entusiasmarles. Otra vez me venía a la memoria el ascendente que podemos tener en ellos. Me planteaba ¿qué hacer? ¿Aprovechar este hecho para tratar de inculcarles algunos criterios a pesar de ver que, hoy por hoy, no los compartían? Realmente, ¿los argumentos que les podía aportar serían verdaderamente significativos para ellos? Me parecía un ejercicio un poco inútil, aunque siempre nos queda la esperanza de que conserven algo. Nos parece que dentro de unos años lo entenderán mejor y verán que era bueno. Pero, ¿no sería mejor que puedan hacer cosas que entiendan ahora, que sientan que les son útiles y que responden a su realidad actual y concreta? Aquel joven, con su afirmación, me despertó un gran interrogante: ¿cómo educar la libertad de aquellos jóvenes? ¿Cómo acompañarles a atreverse a ser libres, a pensar por sí mismos y a preguntarse qué quieren en esta vida? ¿Cómo proporcionarles un entorno que les dé suficiente seguridad para atreverse a ser creativos y a emprender nuevos proyectos sin que los adultos seamos sobreprotectores, o les infantilizamos facilitándoles todo e impidiendo que asuman sus responsabilidades? Parecía más fácil y segura la vía del «ascendente», de delimitarles claramente el camino. Incluso parece que nos hace sentir más útiles a nosotros, los adultos, pero, en cambio, me parece mucho más provechosa la vía de la libertad. Quizás es más arriesgada, pero probablemente podrán crecer más plenamente como personas. Eso sí, a ellos les faltará saber que nosotros estamos, que estamos como aquella red de los equilibristas que les recoge en el caso de que se caigan. Quizás les podemos mostrar un camino u otro, pero en definitiva son ellos los que tienen que caminar, aunque sea por la cuerda floja. UNA VOZ AMIGA Diálogo interior Ma Neus Calleja, Psicóloga, Directora del Teléfono de la Esperanza de Barcelona, @neuscalleja E n el artículo de la página anterior Gemma Manau constata el hecho de que los adultos tenemos un cierto ascendiente en los jóvenes en su proceso hacia la madurez y la autonomía, y ello nos conlleva una alta responsabilidad en referencia a su futuro. Ante esta reflexión se me ocurren algunas cuestiones importantes y que equivaldrían a un cierto “control de calidad interior”. ¿Verdaderamente somos lo bastante conscientes de la importancia de nuestras acciones y del modelo que representamos para nuestros jóvenes? ¿Tenemos bien presente la necesidad de mantener canales abiertos de comunicación con nosotros mismos? ¿Mantenemos un diálogo interior? Si nos paramos a pensar, comprobaremos que, normalmente, vamos avanzando en nuestra trayectoria vital de forma poco consciente. Vamos dejándonos llevar afrontando las circunstancias que nos toca vivir conforme surgen y pocas veces tenemos presente, de forma clara, un proyecto de futuro a largo plazo. No hablo tanto de lo que queremos ser, sino de cómo queremos ser, a dónde nos gustaría llegar. Y todavía plantearía una última cuestión, que no por ser la última deja de ser la más importante: ¿Nos conocemos bien? ¿Dedicamos regularmente parte de nuestro día a día a analizar nuestras emociones y conductas? ¿Evaluamos los resultados que obtenemos para mejorar en futuras ocasiones? No es posible dar respuesta a estas preguntas si no es a través del diálogo sincero con nosotros mismos, un diálogo que nos permita trabajar tres conceptos importantes. El primero es el concepto de autoestima. Una palabra y un concepto que está en boca de todo el mundo, libros, profesionales, redes sociales... A menudo nos llega información que nos remarca la necesidad de querernos a nosotros mismos y aceptarnos tal como somos. Son palabras muy bonitas. Pero, ¿cómo lo podemos llevar a cabo? La teoría puede estar clara, pero a menudo nos perdemos en la práctica, en el camino. Y cuando las cosas se nos ponen difíciles, en lugar de esforzarnos para encontrar una alternativa, desfallecemos en el intento y nos engañamos pensando que ya hemos llegado a la meta, que ya nos queremos lo suficiente, cuando lo único que hemos conseguido es quedarnos a medio camino y, lo más grave, sin ser conscientes de este hecho. La autoestima implica un proceso de autoconocimiento, un proceso de autoanálisis que, a pesar de comportar cierta insatisfacción en determinados momentos, nos conduzca a la mejora personal, al crecimiento. No siempre tenemos la capacidad para hacerlo. Si no hemos aprendido a aceptar los errores, a tolerar las frustraciones, seremos incapaces de sacar la parte positiva de estas experiencias, que siempre conllevan, a pesar de que nos cueste verlas. Pero también es necesario haber aprendido a reconocer y estar orgullosos de los méritos conseguidos y tenerlos bien presentes. Y este autoconocimiento nos permite configurar nuestra auto- imagen, que es un concepto que posee tres componentes: la imagen que yo tengo de mí (aquello que creo que soy), la imagen que creo que los otros tienen de mí (lo que creo que piensan) y la imagen que en realidad los otros tienen de mí, es decir, aquello que realmente piensan, no lo que yo crea. Vemos pues que no es fácil construir nuestra identidad y que hacerlo requiere un diálogo constante, no sólo con nosotros mismos sino también con los demás, con las personas con quienes nos relacionamos. Este diálogo externo tiene que llevarse a cabo con la condición de hacerlo desde la humildad, con la única pretensión de escuchar abiertamente, sin condicionantes y muy abiertos de mente. Si no nos gusta aquello que escuchamos, tenemos que saber entender el porqué de estos comentarios para que nos ayuden a reconstruirnos como persona, a crecer emocionalmente. Pero todos estos conceptos no sirven para nada si no practicamos regularmente un diálogo interior. Es del todo necesario reservarnos espacios privados donde poder elaborar este diálogo, analizar dónde estamos y situarnos en nuestra trayectoria vital. Y esto no lo podremos hacer nunca si no es desde el silencio, que nos permite tomar conciencia de nosotros mismos, sin interferencias externas, sin influencias. Sólo de esta forma podremos establecer este diálogo y escuchar activamente nuestro interior, a menudo demasiado incomunicado. 3 TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA Los efectos de la gratitud en la salud Sergio García Díaz. Psicólogo (Col.14.585) & Terapeuta Gestalt. Colaborador del Teléfono de la Esperanza www.emocionario.com - [email protected] D ice un proverbio chino que: “Cuando bebas agua, recuerda la fuente”. Pareciera como que de esta forma el agua nos supiera mejor, incluso después de ingerida, y nos alimentara más. Recordar la fuente que nos nutre no es otra cosa que agradecer aquello que nos es dado. La gratitud, pues, puede ser considerada una virtud que la filosofía moral, y todas las tradiciones espirituales, tratan de promover. En las últimas décadas también la ciencia ha llevado su atención al estudio de la gratitud y a sus efectos sobre la salud física y el bienestar psicológico. Existen diferentes formas de entender el concepto de gratitud. Los expertos todavía no se ponen de acuerdo de si se trata de una emoción, un estado de ánimo, un rasgo afectivo o un rasgo de la personalidad: posiblemente pueda existir como todos ellos a la vez. En cualquier caso, se trata de una experiencia placentera que despierta en la persona una sensación de apreciación de la vida y satisfacción con el pasado. Aunque la gratitud tiene su origen en el intercambio social, también puede ser experimentado en un nivel más amplio, como sentirse agradecido con Dios, 4 valorar los buenos momentos o apreciar las cosas positivas de la vida. Desde el punto de vista del intercambio, la gratitud se experimenta cuando se aprecia el carácter altruista de aquello que nos dan. La conocida psicoanalista Melanie Klein entendía la gratitud como el opuesto dialéctico de la envidia. Así, mientras el sentimiento de gratitud es uno de los más importantes derivados de la capacidad para amar, la envidia tiene un carácter dañino y destructivo que socava el sentimiento de gratitud y amor. Estudios recientes indican que experimentar gratitud aumenta el afecto positivo, la satisfacción con la vida y el comportamiento prosocial, inhibe los comportamientos de hostilidad, y conduce a mejorar el apoyo social y el bienestar durante las etapas de transición de la vida. En una investigación llevada a cabo por Gordon (2011) se observó que la experiencia individual de gratitud no sólo está relacionada con una mayor satisfacción personal, sino también con una mayor satisfacción de la pareja. Es decir, que “las personas que dijeron sentir mayores niveles de gratitud tenían cónyuges que eran más felices con su matrimonio” (p.342). El aumento del bienestar psicológico no sólo viene determinado por el hecho de sentir agradecimiento, sino también por el acto de dar las gracias, de expresar externamente el agradecimiento. Este acto de expresar gratitud conduce a una serie de experiencias subjetivas positivas y mejora la relación con el otro. En tres célebres estudios realizados por Emmons y McCullough (2003) se observó que “inducir un estado de gratitud a través de ejercicios de gratitud autoguiados conduce a beneficios emocionales, físicos o interpersonales” (p.386). Aunque no se ha realizado un gran número de estudios sobre la relación entre gratitud y salud física, diversos estudios sugieren que la gratitud puede estar relacionada con la salud de varias maneras: disminuyendo el nivel de estrés, los síntomas depresivos o la ansiedad ante la muerte, mejorando la calidad del sueño, favoreciendo el crecimiento postraumático, previniendo el suicidio, promoviendo conductas saludables e, incluso, mejorando el funcionamiento cardiaco. Explicamos con más detalle algunos de estos aspectos: depresión y suicidio, por ejemplo, están bastante ligados, puesto que entre el 10% y el 15% de las per- UNA VOZ AMIGA sonas con un trastorno depresivo mayor finalmente acaban suicidándose. Según la World Health Organization (2002) el suicidio es una de las principales causas de muerte en Europa entre las personas jóvenes y de mediana edad, especialmente en los hombres. En relación con la depresión, la gratitud lleva a las personas a replantear las experiencias negativas de otro modo, como experiencias potencialmente positivas, lo que permite reducir (o impedir un aumento) de los síntomas depresivos (Lambert et al., 2012). Por otro lado, Kleiman et al. (2013) observaron que la gratitud, en sinergia con la perseverancia, confiere resistencia al suicidio mediante el aumento del sentido de la vida. En otro estudio realizado con veteranos de guerra se observó que las personas con Trastorno de Estrés Postraumático (TEPT) mostraban menos rasgos de gratitud que los que no sufrían TEPT (Kashdan et al., 2006). La recuperación de las personas que han vivido una experiencia traumática se ve influida por el grado en que son capaces de encontrar algún beneficio en la experiencia, disfrutando a menudo de un mayor nivel de bienestar y funcionamiento del que tenían antes del trauma. Este cambio positivo que se experimenta como resultado del proceso de lucha que la persona emprende a partir de la vivencia de un suceso traumático se denomina crecimiento postraumático, y la gratitud parece que está estrechamente vinculada con él. En un estudio realizado por Ruini y Ves- covelli (2013) se observó que las pacientes con cáncer de mama que manifestaron altos niveles de gratitud experimentaban mayor bienestar psicológico, desarrollaban relaciones más positivas, tenían mayor fuerza personal, mayor apreciación de la vida, menor distrés por su enfermedad y vivían cambios espirituales. Los beneficios observados de la gratitud invitan a utilizarla como herramienta para mejorar nuestra salud física y psicológica. Algunas estrategias conductuales para expresar gratitud que podemos utilizar en nuestra vida cotidiana son: escribir una carta de agradecimiento a una persona importante en su vida y compartirla con él (puede enviársela o leérsela personalmente); escribir regularmente listas de diversas cosas concretas por las cuales esté agradecido; pensar o escribir sobre cosas que agradecer de una manera más global. Recuerde que todas estas estrategias facilitan conectar con la vivencia subjetiva de gratitud, así como expresarla, pero sólo tienen sentido y son efectivas si se realizan desde la autenticidad, es decir, si la gratitud es realmente sentida, aunque en un principio sólo lo sienta con baja intensidad. Si no es así, si no siente gratitud, expresarla sería un acto de falsedad y de manipulación, engañaría al otro y también se estaría engañando a sí mismo. Y, desde luego, eso no tiene ningún beneficio para su salud física o psicológica. Para finalizar este artículo, sólo me queda darle las gracias por haberle dedicado su tiempo y su atención. REFERENCIAS Emmons, R.A. y McCullough, M.E. (2003). Counting blessings versus burdens: An experimental investigation of gratitude and subjective well-being in daily life. Journal of Personality and Social Psychology, 84(2), 377–389. Gordon, C.L., Arnette, R.A.M. y Smith, R.E. (2011). Have you thanked your spouse today? Felt and expressed gratitude among married couples. Personality and Individual Differences, 50, 339–343. Kashdan, T.B, Uswatte, G. y Julian, T. (2006). Gratitude and hedonic and eudaimonic well-being in Vietnam war veterans. Behaviour Research and Therapy 44(2), 177–199. Kleiman, E.M., Adams, L.M., Kashdan T.B. y Riskind, J.H. (2013). Gratitude and grit indirectly reduce risk of suicidal ideations by enhancing meaning in life: Evidence for a mediated moderation model. Journal of Research in Personality, 47, 539–546 Klein, M. (1988). Envidia y gratitud. Barcelona: Paidós Lambert, N.M., Fincham, F.D. y Stillman, T.F. (2012). Gratitude and depressive symptoms: The role of positive reframing and positive emotion. Cognition and Emotion, 26(4), 615-633. Ruini, C. y Vescovelli, F. (2013). The Role of Gratitude in Breast Cancer: Its Relationships with Post-traumatic Growth, Psychological Well-Being and Distress. Journal of Happiness Studies, 14, 263-274. 5 TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA Noticias del Teléfono de la Esperanza de Barcelona E ste semestre ha sido muy activo en cuanto a difusión del Teléfono de la Esperanza en diferentes acontecimientos organizados por el Ayuntamiento de Barcelona. El primero de ellos fueron los Mundiales de Natación. Durante los días de Campeonato, el Comité Organizador puso a disposición de las entidades sociales de Barcelona un estand en el espacio del Village Planeta Agua de la Anilla Olímpica, para que pudiéramos hacer actividades y difusión de nuestro trabajo. El Teléfono de Esperanza estuvo presente el día de la inauguración de los Campeonatos, el 19 de julio. Mucha gente participó en las actividades que llevamos a cabo, especialmente la actividad Llena el Xop de Esperanza, en la que muchos visitantes quisieron contribuir escribiendo un mensaje de esperanza en estos tiempos difíciles que vivimos. En septiembre, en el marco de las Fiestas de la Merced de Barcelona, también estuvimos presentes en un stand a la 18ª Muestra de Asociaciones, que tuvo lugar en la Plaza de Catalunya. Mucha gente se interesó en nuestro voluntariado y quisieron dejar también un mensaje de esperanza, tal como se puede apreciar a una de las fotografías de esta página. Queremos agradecer al Ayuntamiento de Barcelona el facilitar que las entidades sociales estén presentes en acontecimientos como éstos. Es una buena manera de acercar la ciudadanía a los servicios que ofrecemos desde el tercer sector, y paralelamente se potenciar el voluntariado y más ahora, cuando Barcelona ha sido escogida Capital Europea del Voluntariado para el 2014. Esperamos con ilusión este nuevo año y contribuiremos a potenciar y difundir la gran tarea social que se realiza desde este sector. Difusión N uestra entidad tiene muy presente la importancia de llegar a las personas desde todos los ámbitos posibles. Es por eso que agradecemos la emisión gratuita durante una semana del mes de agosto de un spot publicitario del Teléfono de Esperanza en el canal de TV de los Ferrocarriles de la Generalitat de Cataluña y en Radio Tordera con la entrevista realizada a la presidenta de nuestra Fundación, Maria Rosa Buxarrais. También hemos colaborado en el Trabajo de investigación de una alumna de 2n de bachillerato de la escuela Educem de Granollers. Y estamos muy contentos del testimonio de uno de nuestros voluntarios en La Marató de TV3 sobre las enfermedades neurodegenerativas. Recordamos a nuestros lectores que pueden seguirnos a través de las redes sociales de Facebook y Twitter (@Fundaesp), así como a través de nuestra página web www.telefonoesperanza.com. 6 Convocatoria de nuevos voluntarios Actividades formativas P orque pensamos que la formación es un punto fundamental en la actuación de nuestros voluntarios y voluntarias, ya han empezado las actividades programadas para el curso 2013-2014 y que se presentaron en la sesión inaugural que tuvo lugar al mes de octubre pasado. Siguiendo la programación prevista, se han llevado a cabo las primeras convocatorias del Taller Acompañar el duelo, que tendrán nuevas convocatorias a lo largo del primer semestre del 2014, con el objetivo de facilitar al máximo la asistencia de todos los voluntarios y voluntarias. También ha tenido lugar la primera convocatoria de la Actividad de Mejora de Competencias, dirigida especialmente a aquellas personas que se han incorporado en los últimos meses, con el objetivo de acompañarlas y facilitar el logro de las competencias adquiridas en la formación inicial. C ubrir nuestro servicio las 24 horas, todos los días del año, con dos personas que ceden parte de su tiempo para escuchar a los otros de forma altruista, no es nada fácil. Pero, afortunadamente, muchas personas siguen mostrando interés para incorporarse a nuestro voluntariado. A todas ellas y a las que ya forman parte de nuestra entidad queremos hacerles llegar nuestro más sincero agradecimiento. Durante este mes de diciembre se está incorporando la última promoción de voluntarios. Todos ellos están acabando su periodo de formación práctica y bien pronto se incorporarán a nuestro servicio telefónico. Les dirigimos nuestra más cordial bienvenida. Como siempre, quien esté interesado al formar parte, puede pedir más información a www.telefonoesperanza.com o al teléfono de oficinas 93 202 02 60. UNA VOZ AMIGA Formación externa: Próximas actividades programadas C ómo hemos informado en el editorial, este primer trimestre de 2014, ampliamos nuestra oferta formativa que dirigimos a cualquier persona que quiera trabajar los temas programados. La primera actividad es el Curso de Oratoria: ¿Dónde has aprendido a hablar tan bien? que tendrá lugar en nuestra sede los días 23 y 30 de enero de 18 a 20 horas y que será impartido por Robert Rodergas, publicitario, conferenciante, discípulo del profesor Daniel LaFuerza, con las técnicas del especialista Jürg Studder. Él es miembro del Patronato de la Fundación Ajuda i Esperança. Perfeccionar y dominar el habla ante un auditorio no es difícil, es un aprendizaje funcional sobre el control anímico, las técnicas oratorias y la optimización de la palabra. Este Curso es eminentemente didáctico y pensado para todas aquellas personas que tienen que hacer presentaciones, discursos, conferencias, etc., o simplemente para aquellos que quieran perfeccionar y dar más expresividad a sus parlamentos, ya sea en el ámbito privado o profesional. El curso se estructura en dos sesiones de dos horas cada una donde se trabaja el control de la tensión anímica que bloquea al orador, el orden y prioridad de los contenidos, así como la confección del guion y técnicas vocales y expresivas para atraer y mantener la atención de los oyentes. Todo esto complementado con ejercicios prácticos. La segunda actividad programada es el Taller – Conferencia: Acompañar el duelo, que tendrá lugar también en la sala de actos de la calle Modolell 41, bajos derecha, el viernes 7 de febrero de 18 a 20 horas. Será impartido por Sergio García, psicólogo, terapeuta Gestalt y colaborador en las actividades de formación continuada de los voluntarios del Teléfono de Esperanza. La pérdida de un ser querido es una experiencia muy dolorosa por la que la vida nos hace pasar. Cómo vivimos este dolor y qué hacemos con él determina la manera en que continuamos con nuestra existencia. Algunas personas se quedan engancha- das en este dolor y lo convierten en un sufrimiento que distorsiona sus relaciones y su manera de estar en el mundo. Otras, en cambio, consiguen transitar el dolor y poder convivir con la pérdida, de tal manera que la experiencia dolorosa los nutre y les sirve para crecer como personas y para continuar en el camino de la vida. Un buen acompañamiento durante este proceso facilita a la persona poder transitar el dolor e integrar la pérdida. Del mismo modo, un acompañamiento inadecuado genera una mayor dificultad a la persona para elaborarla. Los objetivos de este taller son conocer cómo afrontamos los procesos de pérdida (las fases del duelo), cómo elaboramos la pérdida (las tareas del duelo) y cómo podemos favorecer la elaboración del duelo mediante el acompañamiento. El taller consta de una parte teórica y también actividades que permitirán reflexionar en grupo sobre los temas tratados. Esperamos que estas actividades sean del interés de nuestros lectores. 7 Agradecemos ¡AYÚDANOS! Fundació Ajuda i Esperança La Caixa 2100 0837 90 0200298184 la dedicación de 195 voluntarios y voluntarias y 9 patronos de la Fundación y la colaboración económica de: 520 PERSONAS PARTICULARES ADMINISTRACIÓN PÚBLICA EMPRESAS THINKING FORWARD XXI, S.L. DISIMOB 2000, S.L. ENTIDADES RELIGIOSAS MONESTIR DE MONTSERRAT RELIGIOSAS DE LAS ESCUELAS PÍAS H.H. DOMINICAS DE LA PRESENTACIÓN COLEGIO NIÑO JESÚS GERMANS DE LES ESCOLES CRISTIANES ... Y DIVERSES PARRÒQUIES FUNDACIONES Y OTRAS ENTIDADES OTRAS COLABORACIONES Y SERVICIOS CLAMAR VENDING, S.L. LA DIFUSIÓN DEL SERVICIO A TRAVÉS DE: BISBAT DE TERRASSA BISBAT DE SANT FELIU DE LLOBREGAT ... Y A TODOS LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN QUE HAN DADO NOTICIA DEL TELÉFONO DE LA ESPERANZA DE BARCELONA por haber ayudado a mantener en pie nuestro servicio PREMIO JOSEP PARERA 8 2007 CREU DE SANT JORDI PREMIO RAMON DE TESERACH 2009 2010 Depósito legal: B-24379-2011 ARQUEBISBAT DE BARCELONA