La historia del puente que no sirve

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LATERCERA Sábado 9 de julio de 2016
Nacional
Costó $ 80 millones y fue construido
en 2014 en Machalí, en un terreno
privado que nadie usa.
Por Paola Moreno, desde Rancagua.
La historia
del puente
que no sirve
RR El puente de la discordia, ubicado en Machalí, debía ser parte de una ruta que descongestionaría
E
l Serviu de la Región de O’Higgins
trabaja actualmente en un proyecto
que permitiría disminuir la congestión vial que se registra, desde hace 10 años, entre
Machalí y Rancagua. La iniciativa, denominada “Mejoramiento
interconexión vial eje Escrivá de
Balaguer con avenida República
de Chile”, considera una inversión de $ 225 millones y un puente. Y es allí, justamente en ese
punto, donde radica una de las
polémicas de la iniciativa.
Los trabajos, en su conjunto,
buscan descongestionar la avenida San Juan, una de las vías principales que día a día colapsa en
Machalí, comuna que cuenta con
más de 50 mil habitantes.
A fines de junio pasado finalizó
el diseño del proyecto para la
apertura de la Avenida República. Este contempla la extensión
de casi cuatro kilómetros de lon-
el acceso a Rancagua, el que nunca se construyó. FOTO: JORGE LOYOLA
gitud, pero también la construcción del mencionado nuevo
puente sobre el canal La Compañía.
¿Por qué uno nuevo? Debido a
que existe otro, pero que no se
utiliza. El intendente de
O’Higgins, Pablo Silva, fue claro:
“Si corroboramos que están mal
utilizados los recursos, hay que
hacer las investigaciones sumarias correspondientes; eso lo determinará la investigación. Y si la
Contraloría nos señala algo tendremos que aplicar lo que corresponda”, advirtió la autoridad.
Para entender la historia hay
que remontarse a 2013, cuando la
Municipalidad de Machalí presentó el proyecto “Construcción
puente y acceso canal La Compañía”, que fue aprobado y financiado por el Gobierno Regional, a
través de recursos del Fondo Regional de Iniciativa Local.
Aunque era una medida provisoria, para enfrentar la congestión vial, el puente La Compa-
La obra consiste en un
cajón de hormigón
armado, de 5,80 metros
de ancho por 6 de largo.
ñía, construido a fines de 2014,
hoy en día efectivamente no se
utiliza y está abandonado en un
predio agrícola. Es decir, la obra
se construyó en un terreno privado, fuera de la faja de bienes de
uso público. Por ello, el alcalde
José Miguel Urrutia instruyó ya
un sumario para determinar responsabilidades.
La construcción consiste en un
cajón de hormigón armado, de
5,80 metros de ancho por seis metros de largo, e iba a conectar a esa
comuna con Rancagua, pero no
está conectado a ninguna ruta pública. Por allí no pasan vehículos.
Sólo tiene unos pocos metros de asfalto hacia adelante y hacia atrás.
Sin embargo, no está resuelto si
el municipio debe reintegrar los
recursos fiscales de su costo, el
que alcanza a los $ 80 millones. El
intendente Silva solicitó un informe completo, tanto al municipio
como al Serviu, que busca “esclarecer toda la situación y se enviarán los antecedentes a la Contraloría”, aseguró.
Desde el municipio de Machalí
se informó que el terreno para el
puente fue cedido por un particular. El intendente, sin embargo,
insiste que “está mal emplazado.
Si nos piden financiamiento para
una obra, tienen que dar fe de
que será bien instalada”.
Emplazamiento
Otro punto central en este conflicto es respecto de quién autorizó el lugar de emplazamiento de
la obra. Según el director regional del Serviu, Víctor Cárdenas, la
autorización de ese organismo
sólo estaba relacionada con el diseño técnico, que debía ejecutar
el municipio.
“En mi época como director, no
recuerdo que se nos haya consultado (el lugar de emplazamiento). Si se hizo alguna consulta, pudo estar asociada al diseño
técnico, pero donde se emplaza la
obra no es responsabilidad nuestra”, afirmó.
Lo concreto -recalcó Cárdenases que el puente fue construido
“en un terreno privado y no en la
faja que es para uso público. La
ubicación está dada por el mismo
plano que aprobó la municipalidad, cuando se subdividió el terreno para ceder la faja como bien
nacional de uso público”.
El seremi de Transportes, Francisco Lara, fue claro. Estimó que
el municipio debe devolver el dinero del proyecto del puente “si,
efectivamente, fue mal construido, es inutilizable y hubo un mal
gasto de recursos”.
Agregó que “una cosa es que ese
puente nunca se vaya a utilizar, y
la otra es que efectivamente esos
recursos hayan sido mal utilizados. En ambos casos es grave”.b
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