Los Simpson y la filosofía

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ANÁLISIS ÉTICO DE LOS PERSONAJES DE LA SERIE LOS SIMPSON
[El libro Los Simpson y la filosofía está compuesto por dieciocho ensayos, distribuidos en cuatro secciones.
La primera de ellas se titula “Los personajes”, y contiene cinco ensayos, cada uno dedicado a un miembro de
la familia Simpson. Raja Halwani se ocupa de Homer, analizándolo desde un punto de vista aristotélico, con
el fin de dilucidar qué tipo de carácter es el suyo y, en última instancia, responder a la siguiente pregunta:
¿qué tiene de admirable Homer Simpson, siendo como es un tipo moralmente reprobable? Aeon J. Skoble ve
en Lisa una representación del amor-odio del pueblo norteamericano hacia los intelectuales. Eric Bronson se
centra en Maggie, el bebé de la familia Simpson, y examina el porqué de su silencio y el valor de éste a la luz
de algunas teorías filosóficas orientales. Gerald J. Erion y Joseph A. Zeccardi consideran que Marge es la
figura que «equilibra los extremos morales de Springfield» (pág. 73), por lo que se convierte en un perfecto
ejemplo de moderación aristotélica. Y por último, Mark T. Conard se ocupa de Bart, quien, a su juicio,
personifica en cierta manera el ideal nietzscheano del “superhombre”.
… La tercera sección, titulada “La ética y Los Simpson”, está dedicada a la reflexión sobre diversas
cuestiones éticas que tienen un papel importante dentro de la serie. Comienza James Lawler, que se ocupa de
la moralidad de la familia Simpson desde una perspectiva kantiana. Paul A. Cantor analiza la gran variedad de
temas políticos tratados en Los Simpson y cómo estos son tratados desde el núcleo familiar. Jason Holt se
ocupa de los distintos estratos sociales y profesionales de Springfield, en los que encuentra un denominador
común: la hipocresía. Daniel Barwick focaliza su atención en el señor Burns, dueño de la central nuclear de
Springfield, y se pregunta cómo un hombre que lo tiene todo nunca llega a ser feliz. David Vessey también
centra su mirada en un vecino ilustre de Springfield, Ned Flanders, y, tomando como referencia el lema de la
ética cristiana, “Ama al prójimo como a ti mismo”, se pregunta: ¿hasta qué punto se puede amar al otro sin
torpedear sus creencias? Para acabar con este apartado, Jennifer L. MacMahon reflexiona sobre «el valor
heurístico de Homer», es decir, sobre la capacidad de la ficción para enseñar a aprender.
La cuarta y última sección del libro se titula “Los Simpson y los filósofos” y está dedicada a analizar
ciertos aspectos de la serie a la luz de las teorías de importantes filósofos. James M. Wallace considera, desde
una óptica marxista, que Los Simpson es una serie subversiva mediante el humor, instrumento que se erige
como potente crítica del poder establecido. David L. G. Arnold realiza un análisis semiótico de Los Simpson,
siguiendo las teorías estructuralistas de Roland Barthes. Y para acabar la función, Kelly Dean Jolley se
propone demostrar en su ensayo que Bart podría ser «un pensador heideggeriano».
Además, encontramos en el libro tres apéndices. El primero, bastante valioso, es un listado de todos los
episodios de Los Simpson, distribuidos por temporadas (desde la primera hasta la decimonovena). El segundo
recoge una serie de aforismos de filósofos y pensadores que han servido de inspiración a los autores de los
ensayos del libro. El tercero nos ofrece una breve reseña bio-bibliográfica de cada uno de estos autores. (…)
La razón que rige la vida de Lisa se compara con el pensamiento de Sócrates, mientras que la rebeldía de Bart
simboliza la de Nietzsche. Y mientras el señor Burns es la personificacón del capitalismo, Ned Flanders es el
ejemplo del fanático religioso.]
http://es.wikipedia.org/wiki/Los_Simpson
Este documento habla de los primeros 20 años de las serie:
http://www.filosofia.mx/index.php?/perse/imprimir/1428/
HOMER y Aristóteles
Hay varios tipos de carácter humano según Aristóteles:
- virtuoso: donde coinciden la decisión, la acción y el deseo (Lisa)
- moderado: lucha con sus deseos para hacer lo que debe (Lenny)
- intemperante: no actúa como es debido pero sabe que está mal (Bart)
- vicioso: desea lo contrario de lo correcto y actúa en consecuencia
Respecto a la virtud para Aristóteles, se pone en práctica por el carácter y se vincula con las acciones y los
sentimientos. No la posee ni el estúpido ni el ingenuo, porque actúa la razón y no la utilizan para actuar.
Homer:
. no posee la templanza (capacidad de moderar los apetitos o deseos corporales)
. es un vicioso de la comida y la bebida, no del sexo
. es un mentiroso empedernido
. carece de sensibilidad hacia las necesidades y solicitudes de los demás, le falta amabilidad y sentido de la
justicia
. no tiene amigos, sólo colegas de juerga (Barney, Lenny y Karl)
. no es buen padre ni marido
. carece de sabiduría práctica (inteligencia emocional), la capacidad de manejarse en el mundo de modo
inteligente, moral y con vistas al cumplimiento de ciertas metas
. su capacidad de influencia es nula
. carece de la capacidad de organizar la propia vida alrededor de metas importantes y valiosas, y de intentar
cumplirlas según unas normas morales y de modo responsable (se conforma con ser un incompetente
inspector de seguridad del sector 7 de la planta de energía nuclear de Burns)
Juzgar a Homer
. No es mala persona, da lástima:
. su educación deja mucho que desear, ya que nació y creció en Springfield. No se puede ser educado si no
hay un ambiente sano, según Aristóteles. Su educación familiar deja mucho que desear: su padre le cortó las
alas, y tiene el defecto Simpson (ver los capítulos: “madre Simpson”, “Bart star”, “Lisa, la Simpson”)
. no es malicioso, no desea el mal de los otros, que no merecen un trato mejor (sus cuñadas, Burns, Flanders)
Conclusión: la importancia de ser Homer
¿Porqué es admirable este personaje si no es virtuoso? Por su humanidad desenfadada (ver el capítulo
“Escenas de lucha de clases en Springfield”). Es un guarro, pero ama la vida a nivel básico, y no le importan
el qué dirán. Está ocupado en disfrutar de la vida al máximo; es admirable su actitud por las circunstancias
adversas que lo rodean. Es sincero… pero, disfrutar de la vida no es lo mismo que vivir una vida plena, y
tener un rasgo admirable no es ser admirable.
[El primer capítulo del libro se dedica a Homero, el marido egoísta, el padre despreocupado, el trabajador
irresponsable, el fanático de la cerveza. Siguiendo las categorías del carácter aristotélico, según el cual un
individuo puede ser virtuoso, moderado, intemperante o vicioso, Homero se encuadra en la última. En un
episodio en que los extraterrestres invaden Springfield, Homero está dispuesto a entregar a toda su familia con
tal de que no se lo lleven a él. En otro, engorda al punto tal de que lo declaren incapaz de salir de su casa para
ir a trabajar. Sin embargo, pese a todas sus carencias, logra el amor de su familia y de los miles de fanáticos en
el mundo. ¿Por qué? Porque Homero no es malo, e incluso –en ocasiones– es admirable, como cuando tiene
más de un trabajo para conseguir el dinero para regalarle un poni a Lisa].
LISA
La serie parece decirnos que cuanto más estúpido mejor. Lisa es intelectual, precoz, inteligente, sofisticada,
pero le gusta la serie violenta y estúpida de “Rasca y pica”, como a su hermano.
¿Admiramos a Lisa o nos reímos de ella?
A veces se le ve como demasiado inteligente o pedante; su sabiduría se ve como hipocresía o
condescendencia. Se la retrata como sabia, pero “no es mejor” que el resto si le gusta la serie “Rasca y pica”.
Su relación con la muñeca Stacy Malibú (ver los capítulos: “Lisa la escéptica”, “Lisa contra Stacy Malibú”)
da cuenta de la ambivalencia: prefiere seguir la corriente.
Lisa exalta el mandato de los intelectuales, el “gobierno de los sabios”, como decía Platón en su modelo de
gobierno ideal (los gobernantes deben ser los más sabios porque son los más virtuosos), que es atacado en la
serie: tienen buenas ideas pero otras son ridículas. Las utopías de las élites son inestables, impopulares y
ridículas. (ver “Salvaron el cerebro de Lisa”)
[Lisa, en cambio, encarna todas las luchas del feminismo y busca siempre la igualdad y el reconocimiento. En
un capítulo, por ejemplo, crea una muñeca que es la antítesis de la Stacy Malibú (la barbie simpsoniana) por
fuera de los cánones estéticos tradicionales. A su vez, Lisa representa la relación que existe en la sociedad
norteamericana con los intelectuales, donde se los respeta pero a la vez se los cuestiona.]
(LISA: no tiene más relevancia en la serie por la presunta falta de popularidad de sus puntos de vista (“Homer
y Lisa y el octavo mandamiento”, “Lisa la vegetariana”, “Lisa la griega”, “Lisa la escéptica”).
De vez en cuando la cruzada de Lisa es moral, intenta moralizar y cree que cambiará la situación, pero
se sentirá desilusionada y será una niña triste de nuevo.
Consigue más atención la Lisa intelectual para la crítica, pero su inteligencia sólo consigue
marginarla).
En Lisa, su amor por la familia hace que sacrifique su propia inteligencia, pero para el creador de la serie, en
Lisa queda la esperanza, aún queda por cumplirse que se vaya de Springfield.
MAGGIE
¿Es Maggie una idiota?
Disfrutamos al escuchar hablar a la gente de sí misma. ¿Por qué nos tomamos la palabra tan en serio?
Según Sócrates y el pensamiento occidental, para alcanzar la verdad, para que la luz de la razón brille; la
filosofía y la música pueden transformar el alma de los oyentes, pensamientos bien razonados, expresados con
palabras adecuadas conmueven como una sinfonía.
En el s. XX los filósofos interesados por nuestro papel en el universo indagaron sobre la relación entre
la palabra y los pensamientos. Las palabras están ligadas al pensamiento, pero ¿qué es antes, el lenguaje o el
pensamiento? (“Hermano, ¿me prestas dos monedas?”).
La tardanza en hablar (“idiocia”) dificulta la superación de la etapa infantil. El niño se integra en la
sociedad por la palabra. Los proyectos de vida reciben impulso o críticas al usar el lenguaje. La infancia de
Maggie y Flanbert se parecen. ¿Qué amor recibe Maggie de su madre?. Parece que poco más que un amor
práctico, al igual que el papel de Homer como padre.
En “Hogar, dulce hogar” Maggie se transforma con las atenciones de Flanders. Conclusión: sin afecto
y cuidados los niños se suman en el silencio y sin palabras no desarrollarán gran autoestima.
¿Es Maggie una iluminada?
Si no habla no sabemos qué le pasa por la cabeza a Maggie.. En Occidente, los filósofos no aprecian la palabra
hablada (quien conoce no habla). El misterio de la vida queda en silencio.
En Oriente, ser un iluminado consiste en retornar a los orígenes, librarse de los vínculos terrenos. Las
palabras destruyen la paz interior. La infelicidad terrena se debe a un exceso de pensamiento y de palabra. En
el budismo y el hinduismo el exceso de palabras lleva a la ansiedad. A Maggie las palabras no la distraen y
puede ser más espontánea. A veces el silencio es señal de un pensamiento complejo.
¿Qué puede enseñarnos Maggie?
En Occidente también se valora el silencio, es esencial para llevar una existencia auténtica, como dijo el
filósofo Heidegger.
En “La boda de Lisa” Maggie es obligada a callar. En la sociedad contemporánea el reto es permitir
que todas las voces se oigan. Para ser tolerante hay que prestar atención. Si no habrá más gente como Maggie:
relegados que busquen medios más destructivos para comunicarse.
MARGE
Los extremos morales del pueblo son muy variados. Marge deja que la razón oriente su conducta hacia el
equilibrio entre los extremos. Aunque es religiosa, se inclina por lo que haría una persona decente y no acepta
la autoridad del credo religioso. Es un ejemplo de la filosofía moral de Aristóteles.
Virtud y carácter
La virtud aristotélica serían los rasgos de carácter que ayudan a quien los posee a ser buena persona: valentía,
moderación, liberalidad, magnificiencia, magnanimidad, confianza en la propia valía, mansedumbre,
amabilidad, honradez, agudeza y modestia.
Marge es valiente, tiene coraje, es moderada y honrada: no es viciosa ni cobarde como Homer, ni
busca la satisfacción de los deseos como Barney, ni es indiferente ante los placeres, como Flanders. Es el justo
medio entre los extremos. No es imprudente. Es bastante espartana, no compra si no lo necesita. Es generosa
dentro de los límites económicos familiares. Dedica su tiempo a los más necesitados.
Justificación de la vida virtuosa
Para Aristóteles, conseguir ser virtuoso es esencial para una vida satisfactoria. El fin último es la felicidad
(eudaimonía), y no la mera satisfacción del placer corporal (Homer), sino el bienestar general, que se logra
con las virtudes. La felicidad a largo plazo se basa en nuestra relación con la familia y los amigos (por eso
somos sociables por naturaleza, según Aristóteles: un hombre aislado, sin sociedad, no ejercita sus
capacidades humanas, no tendría amigos, no podría hablar ni expresar sus sentimientos) y el desarrollo de
virtudes como la generosidad, la amabilidad, la honradez.
Marge es un ejemplo: a través del amor a su familia alcanza su propia audaimonía. Marge vive su vida
de acuerdo con las virtudes que expone Aristóteles y forja lazos sociales resistentes que traen la felicidad
plena.
Cultivar la virtud
Ninguna virtud ética se produce en nosotros por naturaleza, sino por costumbre, practicándola. El modelo de
las personas virtuosas puede ayudar a aprender el impulso. Marge sabe lo importante que es su modelo para el
desarrollo moral de sus hijos (“Homer y Lisa contra el octavo mandamiento”, “El viejo y Lisa”, “La última
tentación de Krusty”)
La oposición de Marge a la teoría del mandato divino
Muchos creen que entre expertos de ética hay que incluir a representantes de las religiones. Flanders
ejemplifica la influencia de la religión sobre la ética: moralmente correcto es aquello que Dios ha ordenado y
lo incorrecto es lo que ha prohibido. Busca respuestas en el mandato divino en vez de su propia cabeza. Marge
cree en Dios, pero sus decisiones morales las dicta su conciencia, incluso criticando juicios morales de la
Iglesia (“Marge y Rasca y Pica”, “En Marge confiamos”, “La guerra de los Simpson”, “Secretos de un
matrimonio con éxito”).
Conclusión: “Haz como yo”
Marge no es el modelo perfecto aristotélico porque todos tenemos contradicciones, pero suele seguir la receta
aristotélica para la vida feliz. Sus decisiones éticas se basan en la razón y en la propia conciencia en lugar de
obedecer una fe ciega. Le importa ser buena persona, no buena cristiana.
[Marge, en cambio, representa el carácter virtuoso, y todas sus acciones se rigen por la ética aristotélica. Es
buena persona, una madre dedicada y una mujer atenta y amorosa. La felicidad de los demás es su propia
felicidad. Pero con Marge también se analiza el rol de la mujer, y se entiende que su versión de ama de casa
que no trabaja, no tiene amigas, ni grandes aspiraciones, es una involución de los roles femeninos en la series
televisivas.]
(MARGE: pertenece al linaje de mujeres y madres televisivas piadosas y dispuestas al sufrimiento y al
sacrificio; su función dramática principal es comprender, amar y limpiar lo que sus maridos ensucian. Está
arraigada en la tradición de la maternidad de las series de los años 50 y 60. Se ha quedado en su casa.
La casa es armonía doméstica y serenidad moral. La esfera pública que representa Springfield es la
decadencia moral, el capitalismo avaricioso y la ebriedad.
Marge es el único adulto que defiende valores estéticos y morales. Si en un episodio trabaja acaba al
final desempleada).
[Algunos apuntes sobre BART : es el chico malo de la serie, así como Nietzsche era el “chico malo de la
filosofía”, “una especie de astuto delincuente filosófico, desafiaba la autoridad, era un corruptor (...) Tenía un
espíritu libre, la persona que rechaza la moral y las virtudes tradicionales, que abraza el caos del mundo y le
confiere estilo a su carácter”. Bart roba, se escapa de su casa, le va mal en el colegio y es consciente de todo lo
malo que hace. Y lo hace igual, pese a que a veces tiene algo de remordimiento. Su carácter rebelde domina su
vida y, en ese sentido, el libro se pregunta si representa al “superhombre” de Nietzsche, pero rechaza la
hipótesis, ya que Bart no se crea a sí mismo ni se supera en cada cosa que hace.]
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