CASTILLO DE BELMONTE

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CASTILLO DE BELMONTE
Grado de Historía del Arte grupo B curso 2011/2012
Historía y Gestión del patrimonio artístico
María José Jiménez Huerta
María José Jiménez Huerta
Historia y Gestión del Patrimonio Artístico
SUMARIO
1.Introducción
2.
Descripción del monumento
3.Cronología
4.Restauraciones
5.
Nuevo sentido que ha podido tomar
6.
Influencias en su entorno
7.Entrevistas
8.Bibliografía
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María José Jiménez Huerta
Historia y Gestión del Patrimonio Artístico
1.INTRODUCCIÓN
El propósito del trabajo ejecutado es que se perciba una idea general del Castillo
ubicado en Belmonte, provincia de Cuenca. Recoge una descripción muy detallada
de cada una de sus partes. Seguida por un breve hilo cronológico con los hechos más
relevantes acontecidos. Más profundo es el análisis sobre la restauración que se lleva a
cabo a lo largo de su trayectoria. Complementado con las diversas funcionalidades a
las que ha sido sometido el Castillo. Tanto interesantes como significativas son las diferentes influencias que ha causado esta arquitectura en su entorno, con comentarios de
varias personalidades de la cultura. Y para terminar dos entrevistas de las personas
más directas que conciernen al Castillo.
Al analizar el trabajo se pretende que se vislumbre el esfuerzo colosal que se precisó
para la rehabilitación del Castillo.
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Historia y Gestión del Patrimonio Artístico
2.
DESCRIPCIÓN DEL MONUMENTO
Se encuentra en la localidad de Belmonte, al suroeste de la provincia de Cuenca.
El origen de Belmonte es del siglo XII, cuando comienza la Reconquista fundándose la
localidad de las Chozas, posteriormente recibirá el nombre de Belmonte. Su nombre
procede de “bello monte”.
Protegido por la Declaración genérica del Decreto de 22 de abril de 1949, y la Ley
16/1985 sobre el Patrimonio Histórico Español.
Desde hace más de 40 años, Belmonte tiene el título de Villa de Interés Turístico.
Mapa de Belmonte.
Mezcla de arquitectura militar del siglo XV con arquitectura del gótico mudéjar.
Puerta del Campo –entrada del Castillo de Belmonte-.
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Exterior del Castillo compuesto por una muralla con almenas, formada por cuatro puertas:
Foto de la muralla.
•
Puerta del Campo (lado este), donde se sitúa la entrada actual del Castillo. Le
precedía un foso del que quedan huellas a la derecha y tenía un puente levadizo. En la
parte superior con almenas, dos torres laterales con troneras en forma de obre y cruz.
Hay escudos de armas de Don Juan Pacheco y su mujer. También hay una albacara.
•
Puerta de la Beltraneja (lado noroeste), formada con ranuras para un puente
levadizo y protegido en los lados por torreones cilíndricos.
•
Puerta de los Peregrinos (lado sur), se abre junto el inicio de la muralla. La protege un ancho torreón, en medio de él se abre la puerta.
•
Puerta Falsa, situada en el extremo del recinto, con balaustres, relaciona el castillo con el pueblo.
Interior del Castillo:
•
Patio de armas, tiene forma pentagonal sobre la base de un triángulo equilátero.
Un aljibe con dos columnas que quedaron sin terminar. A los lados dos cuerpos de tres
pisos (parte noble y parte residencial). Dos galerías de arcos ojivales y en el segundo
piso de arcos geminados.
Patio decimonónico siguiendo inspiraciones de Violet- Le- Duc.
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•
Torre del Homenaje, planta estrellada de seis puntas, torreones cilíndricos. Otro
cuerpo que cierra el patio de armas. Choca su pequeña altura. Hay un calabozo en esta
torre (donde se llevaban los condenados a morir mediante la gota).
•
Planta baja, actualmente está cambiada la distribución primitiva y reformada.
En el ala norte: Cocinas y servidumbre, ahora destinada para almacén y oficinas de
turismo. En la cocina arrancaba una escalera de caracol, después de pasar por la habitación de servidumbre de la primera planta, conduce al dormitorio de la marquesa. Los
sótanos tienen unas covachas para almacenar víveres y tenerlos frescos. Según opiniones populares en un extremo del sótano hay galerías secretas que conducen a lugares
del pueblo, se utilizaba como huída.
En el ala sur: Para establos, más tarde en el siglos XIX los monjes construyeron en ella
una capilla de la que se mantiene el retablo.
•
Plantas superiores, se accede a través de una escalera de madera llena de
ornamentación realizada en el siglo XIX mandada por la emperatriz que quería una
entrada majestuosa.
Escalera principal.
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Zona del servicio: En ella hay una galería muy larga que comunica a través de tres puertas con las habitaciones de servicio de la primera planta y con la galería del salón de
gobierno que le sigue. Con un alfarje compuesto por rosas de cuatro pétalos con botón
central. También se encuentra una habitación de servicio cuadrada para los más fieles
siervos del marqués, exactamente debajo de la habitación del marqués, comunicándose con el salón contiguo. Al lado de la puerta hay una escalera de caracol comunicada
con la habitación del marqués. Por esta habitación también se puede subir al gabinete
del torreón este, a través de unas escaleras, servía para servir de comunicación con la
parte superior del torreón (como defensa). Hay otras habitaciones de servicio, se entra
a través de una puerta a la habitación de servicio de la marquesa. Se comunica por una
escalera de caracol con cocinas y con el dormitorio de la marquesa (que estaba encima). Esta zona se complementa de un salón central de la zona de servicio, accediendo a él por la galería y comunicándose con las habitaciones contiguas. En él hay una
chimenea con tres escudos: escudo de Juan Pacheco, de su mujer y una cruz flordelisada.
Zona de los nobles: De las galerías de la zona de gobierno (zona sur) se da acceso
a la capilla y al salón de gobierno, que sirve para las recepciones oficiales, fiestas y
banquetes. Tiene un sistema de calefacción de tres chimeneas situadas en las galerías
contiguas. De estas galerías también se permite la entrada al dormitorio del marqués,
compuesto por una planta cuadrada, con techumbre llamativa con una escalera de
caracol que conecta con las habitaciones inferiores de servicio y llega a los pasadizos
subterráneos para huir. Y al de la marquesa, también con escalera de caracol con la
misma función que la del marqués y con chimenea propia. Las habitaciones de los señores compuestos por cúpula giratoria con pequeños cristales de colores que producían
reflejos y sonaban campanillas de plata. Estancia de la Emperatriz, Eugenia de Montijo.
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Galería siglo XIX.
El salón de la planta noble es rectangular que comunica los dormitorios del marqués y la
marquesa, con chimenea gótica y techumbre. Otras habitaciones de esta parte puede
ser que estuvieran destinadas a los hijos de los señores. La galería sur fue cerrada en el
siglo XIX, convirtiéndose en un salón alargado. A través de una escalera se entra en la
parte superior del castillo recorriendo el camino de ronda junto a sus tejados. Hay seis
pequeñas puertas que dan acceso a las escaleras de caracol que desde el interior
de sus torreones accedían hasta el adame. Se puede bajar al patio de armas por una
escalera de caracol al lado de la torre del homenaje.
Artesonado cuarto de la Emperatriz, Eugenia de Montijo.
El Castillo está lleno de artesonados repletos de policromía con colores amarillos, azules
y rojos, combinados con tonos naturales de la madera de pino y el ocre. Los motivos de
los artesonados son mudéjares con casetones cuadrados y rectangulares, variando con
motivos de lazos, cruces, decoración floral y geometría. También ricas tirantas apoyadas
en ménsulas decoradas.
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3.CRONOLOGÍA
1456: Don Juan Pacheco (marqués de Villena) es el hombre de confianza del Rey Enrique
IV de Castilla y señor más poderoso del reino en su época.
Decide construir un castillo en el cerro de San Cristóbal. Se inician las obras de una muralla que rodee el pueblo y suba hasta el castillo.
1467-1472: Período de construcción del castillo. Obra del maestro Hanequín de Bruselas.
1474: Muere don Juan Pacheco. La obra está sin terminar. Su hijo, don Diego, realiza algunos avances, pero pronto se desentiende, y el castillo queda abandonado.
1561: Antón Van den Wyngaerde, en su viaje por España, realiza un boceto de Belmonte
con el castillo coronando el pueblo.
1701-1713: El castillo, cuyos dueños eran partidarios de Felipe V durante la guerra de sucesión, se constituye en punto estratégico para detener las ayudas que llegaban desde
Portugal para el archiduque Carlos de Austria, aspirante a la corona, y también para
vigilar las tropas de la zona de Valencia. Así se cuenta en la obra Castillos y tradiciones
feudales, publicado en 1870.
1853: José Mª Cuadrado, que denuncia públicamente el estado de abandono de varios
monumentos españoles, se fija en el estado del castillo de Belmonte. Su opinión llega
a Próspero Merimée, y a través de él a la dueña del castillo, la emperatriz Eugenia de
Montijo. Posiblemente esa fue la causa del inicio de la restauración del edificio. Se publica
la obra “Recuerdos y bellezas de España”…, con textos de Quadrado y grabados y
dibujos de Parcerisa.
1857: Restauración del arquitecto Sureda, por encargo de doña Eugenia de Montijo. Las
obras duran hasta 1872.
1869: Pedro Pruneda, en la “Crónica General de España”, se lamenta del estado de
deterioro del castillo.
1885: Fin de la estancia de los dominicos franceses, a quien posiblemente la Emperatriz
les cedió el castillo una vez terminadas las reformas, en 1872.
1927: José Sánchez Rojas, enviado especial a Belmonte para la Revista “La Espera” y
acompañado del famoso dibujante Ferrer.
1936-39: Se utilizan las estancias como cárcel durante la guerra civil.
1943-45: Eugenio Martí Sanchís inicia la restauración del castillo, para utilizarlo con fines
militares.
1945: Se inaugura la Academia Nacional de Rurales “Onésimo Redondo”.
1959: Los propietarios del castillo proponen al Ayuntamiento de Belmonte la gestión de
la explotación turística del castillo, con la condición de que las ganancias obtenidas se
destinen a la conservación y embellecimiento del edificio y su entorno. La casa ducal
hace constar que en ningún caso cede la propiedad, y que el castillo se encuentra, en
esos momentos en excelente estado de conservación.
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1962: Con fecha 12 de Abril se acuerda en el Ayuntamiento solicitar al ministro de Información y turismo que el castillo de Belmonte sea incluido en el Plan de Construcción de
Hostales Turísticos (actual red de paradores). Se acuerda pedir la certificación de propiedad al duque de peñaranda.
Con fecha de 30 de Noviembre se informa al Duque del proyecto de retejar el castillo, y
se le presentan otras propuestas de reforma del arquitecto D. Rodrigo Luz Salamanca,
por si quisiera llevarlas a cabo.
1966: Consta en el archivo municipal carta solicitando la calificación de Conjunto histórico-artístico para Belmonte.
1968: Carta en respuesta a la petición de 1966, confirmando la concesión de la calificación solicitada.
1975?: Se inicia expediente y gestiones para lograr la expropiación del castillo, ante la
Subdirección general de Patrimonio Artístico. Las gestiones no llegan a su fin.
1979: Archivo municipal: informe de requerimiento por parte de la Dirección general de
Patrimonio artístico a D. Carlos de las Bárcenas, representante de la propiedad, para
elaborar un informe de restauración del castillo, indicando que en caso de no hacerlo se
incoaría expediente de expropiación.
1989: Se abre expediente de escuela-taller para la restauración del castillo. Autorizan
a restaurarlo los propietarios Dña. Carmen Eugenia, Dña. Mª Engracia y D. Luis Esteban
Fitz-James Stuart Gómez, junto con D. Jacobo Hernando Fitz-James Stuart, Duque de
Peñaranda y Conde de Montijo. Se realiza una primera escuela-taller entre los años
1990-1991.
1991: Se lleva a cabo otra escuela en el castillo, en los años 1991 a 1993.
1995: El Ayuntamiento intenta la compra del castillo, junto con la Diputación de Cuenca,
y con el apoyo de la Junta de Comunidades. En casa del Duque de Peñaranda, Jacobo
Fitz-James Stuart, se reúnen el presidente de la Diputación, D. Mariano Arribas, el alcalde
de Belmonte, D. José Alcázar, y el duque, y acuerdan un precio de 200 millones de pesetas por el castillo. Desafortunadamente, el acuerdo no llegó a buen término.
1998: La corporación municipal acuerda, por unanimidad, ceder sus derechos sobre el
castillo, ante la inminente compra por parte de una empresa que pretende construir el
“Complejo turístico Castillo de Belmonte”. La compra, finalmente, no llegó a producirse.
2008: Acuerdo de cesión del castillo al Ayuntamiento de Belmonte. Cesión de la gestión
a los propietarios. Comienzo de la restauración.
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4.RESTAURACIONES
1ª Restauración: Realizada mientras la estancia de Eugenia de Montijo en el siglo XIX
por el arquitecto Sureda que consisten fundamentalmente en restaurar las techumbres
y revestir con ladrillos de estilo neomudéjar el patio de armas. Realiza una restauración
parcial pues las obras se interrumpieron en 1872.
Postal de los años 50.
Como dice el arqueólogo Chema López en cuanto a un control realizado a este inmueble, cita en el II Ciclo de Conferencias “Nuestro Patrimonio” que organiza la Delegación
Provincial de Cultura, Turismo y Artesanía que las actuaciones realizadas no fueron únicamente en techumbres, la fachada o suelos, sino que también se reformó la habitación
del Marqués o las disposiciones del patio de armas.
“Puertas que se abren y otras que se cierran, ventanas que se
crean, armarios que se dotan de una nueva funcionalidad, salas
que tienen un nuevo uso o la propia escalera monumental adquieren un grandísimo interés”.
El interior del recinto, igual que las fachadas interiores, conserva en habitaciones, galerías,
capilla, arcos... obras originales y obras reformadas en el siglo XIX en estilo neogótico.
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2ª Restauración: A mediados del siglo XX, se inicia una restauración por Eugenio Martí
Sanchís para utilizarlo con una finalidad militar. sello de correos.
3ª Restauración: Su rehabilitación comienza en 2008, financiada por el Ministerio de
Fomento, el Ayuntamiento de Belmonte y la sociedad Fortaleza de Belmonte S.L, perteneciente a los dueños del Castillo con la finalidad de que todo su interior se rehabilite y
musealice.
Restauración del patio de armas.
En diciembre de 2010, el Ministerio de Fomento destina nuevos fondos para la rehabilitación exterior del Castillo. Dejando de formar parte de la lista roja y así pasa a ser
“patrimonio en restauración”.
D. Juan de Dios de la Hoz, fue el arquitecto encargado de la rehabilitación del castillo de
Belmonte.
El proyecto quiere solucionar por un lado las necesidades del siglo XV, y las de un edificio del siglo XXI (condiciones de accesibilidad, acceso a minusválidos, aclimatación de
las salas, usos, etc.).
Supervisado por la comisión de patrimonio de la Junta de Comunidades de Castilla-La
Mancha, desde la Comisión de Patrimonio, dio el visto bueno para las intervenciones
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Se tuvo en cuenta un estudio de documentos históricos por el arqueólogo Miche Muñoz,
y la realización de una planimetría completa, en la que se muestra con claridad cada
una de las zonas del castillo y los materiales empleados.
Se realiza un mapa de deterioros, que suelen corresponder con la calidad de los elementos constructivos, y en el que influyen también los efectos del agua. Detectando así
los problemas constructivos del edificio, tanto los que se vean como los que necesiten
investigación científica.
Restauración del Castillo.
Se realizó también una propuesta para llevar a cabo pruebas arqueológicas para; la
actual capilla, el foso, la ronda, el patio de armas, los sótanos, al lado de la chimenea
exterior, la puerta de entrada, la torre del homenaje y los paramentos. Y así conocer
elementos estructurales del edificio que estuvieran ocultos.
Toma de datos y realización de planos, señalando las patologías del edificio en cada
zona (efectos del agua, líquenes y musgos, insectos, etc). Detección del deterioro que ha
sufrido el edificio en sus siglos de existencia, intervenciones sucesivas, sales, humedades,
etc…
Antes de la restauración, realizar un programa de usos, manteniendo visitable el castillo,
realizando una evaluación de las repercusiones en el edificio de los diferentes usos, de
acuerdo a las características arquitectónicas, históricas y artísticas.
Se realizará un díptico para la visita guiada, y se señalará un itinerario recomendado.
La intervención en el edificio incidió principalmente, en: -humedades, -estructuras y
forjados, -solados, -instalaciones (climatización, electricidad, fontanería, saneamiento,
seguridad…), -acabados.
En cuanto a los suelos, se colocaron cantos rodados en las galerías de la planta baja y
barro en el resto de las salas. Arriba, se utilizó cerámica en las salas y suelos de madera
en las galerías. Lo poco que queda de suelo original pasó a ser material del museo.
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Planta sótano: Habrá un sótano visitable. En el otro corredor, donde estaba la capilla,
está la cafetería.
Planta baja: Galerías con uso turístico. Estancias de la planta baja destinadas a la administración y tienda. Los servicios serán un museo didáctico, con restos arqueológicos
encontrados, sistemas constructivos y estructurales para comprender mejor el edificio y
su funcionalidad. Sala de recepción a los visitantes.
Planta primera: Visitable en su totalidad. Centro de interpretación del siglo XV.
Planta segunda: Con zonas visitables, las de mayor interés histórico-artístico, también
con dependencias administrativas. Centro de interpretación del siglo XIX. Con mobiliario
de la época. El salón regio, donde se realizan actos.
Dado que todas las intervenciones se abordaron desde una metodología científica, se
tuvo muy en cuenta el tipo de materiales originales y las técnicas con los que el castillo
fue construido.
El proyecto de restauración del castillo se dividió en cuatro fases:
•
FASE O: Trabajos de documentación, inventario, análisis, estudios y proyectos.
•
FASE I: Rehabilitación y puesta en valor del edificio. Se inició el trabajo en el interior. Una vez acabada esta fase, ya fue posible poner en uso zonas del castillo.
•
FASE II: Trabajos en el exterior: fachadas, cubiertas, barbacana, etc. Laas fachada no plantearon problemas estructurales. En esta fase incluyen también los proyectos
de musealización.
•
FASE III: Para completar la restauración del castillo, en esta fase se atendió a la
rehabilitación de la muralla, a la iluminación exterior, zonas ajardinadas, etc.
Después musealización del castillo.
El proyecto de restauración del castillo tuvo un presupuesto total de 4.258.017 E.
El arqueólogo Michel Muñoz y la empresa Artemón, fueron encargadas de las obras,
entre otros.
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Exposición sobre la rehabilitación del Castillo.
Sala de proyección.
Apoyando en esta ocasión las instituciones públicas el esfuerzo de la Casa Ducal de
Peñaranda y Montijo, descendiente del marqués de Villena y propietaria del castillo.
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5.
NUEVO SENTIDO QUE HA PODIDO TOMAR
Después de ser utilizado como arquitectura civil y residencial por Juan Pacheco, Eugenia
de Montijo y los dominicos franceses, se utilizó con otros fines.
•
Declarado monumento Nacional en 1932.
•
En la guerra civil fue utilizado como cárcel.
•
Ha servido como lugar de rodaje de películas las cuales pudieron incidir negativamente en la conservación del Castillo.
Película del Cid.
1961: Rodaje de El Cid.
1962: Rodaje de Las hijas del Cid.
1966: Rodaje de Don Quijote. Dulcinea del Toboso.
1970: Rodaje de Fuenteovejuna y El retorno del hombre-lobo.
1976: Rodaje de… Y le llamaban Robin Hood.
1978: Rodaje de El felino.
1982: Rodaje de El tesoro de las cuatro coronas.
1985: Rodaje de El señor del acero.
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•
De escuela-taller.
•
Como museo.
•
Se creó un proyecto de un complejo turístico en Belmonte pero al final no se
concluyó:
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•
En la actualidad en el Castillo pueden celebrarse, banquetes, conferencias,..
Salón de gobierno preparado para una cena.
•
Pero su función primordial es la de servir como museo: Reabrió sus puertas al
público en julio de 2010 brindando al visitante un recorrido cultural por la historia del
monumento.
Dispone de audio-guía en 4 idiomas (español, inglés, francés e italiano), audiovisual en
con proyección como introducción al recorrido turístico, tecnologías de luz y sonido.
El visitante conocerá la vida en un castillo medieval, los acontecimientos de la guerra
de sucesión en Castilla en la segunda mitad del siglo XV, entre la princesa Juana "La
Beltraneja" protegida del marqués de Villena tutor de sus derechos dinásticos, y su tía
Isabel "La Católica", y el papel del señor de este castillo en esa disputa.
El resultado de la disputa que une Castilla y Aragón, determinará la unificación de
España en 1492 con la caída del reino de Granada donde participaron señores del
castillo de Belmonte como Diego López Pacheco (capitán general de los ejércitos
españoles en la reconquista de Granada).
El visitante también viajará a la segunda mitad del siglo XIX con salas ambientadas
al estilo de la propietaria del castillo en esa época, Eugenia de Montijo (emperatriz
de Francia por su matrimonio con Napoleón III y descendiente del marqués de Villena).
Llegó a ser regente del imperio francés en tres ocasiones.
Continúa la visita con el paseo por el adarve, entre almenas y torreones, desde allí
se pueden ver otros monumentos de Belmonte como: la magnífica Colegiata de San
Bartolomé que ordenara construir el marqués de Villena, el antiguo alcázar del Infante
Don Juan Manuel, el hospital de San Andrés, el convento de las madres Concepcionistas,
la Plaza del Pilar, el convento de los Trinitarios, y la muralla.
Para terminar, bajar al patio de armas por una escalera de caracol y visitar las mazmorras y sótanos.
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Años de manifestaciones
populares, de denuncias,
intentos fallidos por parte
de corporaciones, han
desembocado en la realidad de que al final el castillo de Belmonte ha sido
reformado. Los belmonteños están satisfechos
por la recuperación de su
monumento más emblemático para el desarrollo
turístico de su pueblo.
La influencia en crónicas y
reseñas que lo rescataron
de su letargo mediante
periodistas, escritores
y polígrafos de primer
orden de toda España en
los siglos XIX y XX fueron
las voces que hicieron
que el Castillo no quedara
destruido y en el olvido de
la historia del arte.
Todos los hombres de la
cultura y de las letras que
pasaron por las tierras
belmonteñas sintieron la
necesidad al ver la fortaleza de los Pachecos en
su estado de olvido y de
ruina de reivindicarse por
evitar la ruina.
Torres Mena, en “Noticias Conquenses” es uno de los primeros escritores conquenses que aplica su conocimiento escribiendo sobre el Castillo. Aporta datos
curiosos y poco conocidos.
El siglo XIX pudo ser la época dorada de la fortaleza de Belmonte pero al ser
abandonado por los dominicos francocanadienses, sus dependencias quedaron desoladas.
Florencio Martínez Ruiz, en “Cultura del Día de Cuenca de junio de 1995”, nos
relata que comenzando el siglo XX, la divulgación y el interés por el Castillo
recobran nuevos arranques, acerca de un artículo de Giménez de Aguilar publicado en la revista “Estampa en 1928” por el cuarto centenario de Fray Luis de
León (nacido en Belmonte en 1527). Martínez Ruiz relata la impresión que causaba el castillo a quienes lo visitaban.
Pedro Pruneda, en el año 1869 escribió para “Crónica General de España” unas
breves informaciones sobre Belmonte, ilustradas con dos grabados: 1. Vista del
castillo y 2. Detalle de una de sus ventanas. Al igual que Quadrado queda impresionado pero decepcionado por el lamentable estado. Dice que se conserva
mejor como castillo que como palacio. El patio dice que estaba lleno de escombros, el brocal gótico del pozo asomaba entre dos columnas y las habitaciones
servían de establo. La galería hundida sobre el pórtico.
Vázquez Gil, dice que la fortaleza quedó convertida en jaula de cuervos, jardín de
jaramagos y cubil de lagartos. Durante la guerra fue cuartel y cárcel de milicianos,
que destrozaron lo poco que quedaba. Al final de la contienda (sin ventanas, puertas,
con escombro, con amenaza de ruina algún torreón), el Frente de Juventudes acampó durante unos días en su patio para contemplar sus históricas ruinas.
Ferrer, que acompañó a Rojas. Este es un dibujante que estampa el castillo sobresaliendo del paisaje de Belmonte, tiene gran admiración aunque mostró gran decepción por el interior de la fortaleza que yace en escombros, con el brocal ya pérdidas
sus espirales y las viejas cuadras utilizadas como retretes.
La visita de los corresponsales a la villa y su castillo se muestran en las ilustraciones
de Ferrer publicadas en “La Esfera” y “El Sol”.
Luis Martínez Kleiser,
novelista, articulistas y
dramaturgo que en sus
numerosos artículos publicados se entregó a los
intereses de la sociedad
conquense y llegó a raíz
de sus problemas y necesidades. Publicado en el
“diario ABC en 1928” donde recrea la grandeza
del Castillo de Belmonte,
pidiendo su conservación
ante peligro de perecer.
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Eugenio Martí Sanchís, en 1934, el jefe de la Sección Central de Rurales de la formación juvenil, visita el Castillo y decide reconstruirlo. Ayudado por Baselgas (arquitecto
de la organización), se estudian y se adaptan estilos de puertas, ventanales, vidrieras, mobiliarios, pavimentos, afirmación de muros y torreones.
Una vez gestionado el alquiler con el duque de Peñaranda, se inauguró en 1945 la
Academia Nacional de Rurales “Onésimo Redondo” para instructores auxiliares.
Ourvantzov, expuso en el Ayuntamiento de Belmonte pinturas en acuarela con más
de veinte pinturas sobre el castillo.
Poveda, en 1954 en el
boletín de la Asociación
Española de “Amigos de
los Castillos” una fotografía hecha por él permite
ver la tarea realizada en
las galerías principales
del palacio destacando
los muebles y el ambiente
historicista dado a los
espacios.
Martín Álvarez, en los 60 como dice el diario ABC también visitó Belmonte, tanto
como Blas Piñar y Pedro de Lorenzo (periodista, escritor e intelectual). Ambas
personalidades repararon en la situación del Castillo de los Pachecos. El cronista
también nos avisa de la presencia de Manuel Fraga Iribarne (ministro de información y turismo de aquel periodo) y del padre Félix García.
Ruperto Jurado, publicista
belmonteño en un opúsculo escrito en 1961, dice que
en las obras de restauración intervinieron varios
artesanos naturales de
Belmonte.
Florencio Martínez Ruis,
plasma varios artículos
sobre el castillo, “Castillo
de Belmonte”.
José Sánchez Rojas, en 1927, envidado especial a Belmonte para la revista “La Esfera”, dice que las salas de la parte superior del castillo muestran una imponente
desolación, carecen de pavimento y otras de techo.
Astrana Marín, recoge en su libro “Cervantinas y otros ensayos”, donde glosa los
pueblos de la Mancha, sus paisajes y sus gentes. Es un gran cervantista que pasó
seis años de su infancia en Belmonte en el Convento de los Franciscanos.
Rodolfo Llopis, figura de la política española y máximo intelectual del socialismo
español en el exilio forzado. Escribió una crónica literaria muy bella pero que le
provocaba la visión de la plaza de armas horrorosamente restaurada. Le impresionan la grandeza de las habitaciones donde todavía se conservan espléndidos techos, puertas ojivales y frisos pintados, ganado sin duda por el tirón de la
trágica historia de la Beltraneja.
Tras la Guerra Civil Española, las nuevas autoridades españolas vuelven sus ojos
hacia el edificio histórico, con el fin de convertirlo en sede de diversas actividades.
En medio, más de cuarenta años de silencio y de olvido.
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José María Quadrado, en 1855 en
“Tomo II de su monografía dedicada a Castilla” se queja por el
estado de dejadez del castillo.
Llegando a Próspero Merimée
(inspector general de los monumentos históricos de Francia
y amigo de la Emperatriz de
Francia, Eugenia de Montijo que
atenta a su herencia hizo todo
lo posible para restaurarla con
el español Alejandro Sureda,
arquitecto que comenzó las obras
en 1857 durando hasta la caída
del Imperio en Francia en 1872. Es
el primer tratadista que habla de
una comunidad de frailes dominicos franceses que vivieron allí
hasta el mes de noviembre de
1885, datos por Jaime Gómez de
Caso Zuriaga en su libro de 1984
“Las techumbres mudéjares del
Castillo de Belmonte”.
José María Quadrado, “Recuerdos y bellezas de España”,
obra en varios volúmenes dedicada a describir los lugares
de interés histórico y artístico de cada una de las regiones
españolas, acompañando el texto de interesantes grabados realizados por Parcerisa. Del castillo de Belmonte
aparecen dos: una visita exterior del castillo, con dos
pastores en los alrededores y tres personajes a la puerta:
un hombre, una mujer y otro hombre que parece más joven.
Otro grabado en una ventana; una guía del castillo y una
pareja de visitantes.
Describe, además del castillo, otros lugares de interés en
Belmonte, ofrece datos históricos, incluso la transcripción de
algunos documentos y expresa su opinión.
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9.ENTREVISTAS
Angustias Alcázar (Alcaldesa de Belmonte): El Castillo es propiedad privada y
de la ley actual de Patrimonio Histórico dificultaba otro tipo de solución, la salida para impedir su ruina pasaba por el acuerdo entre las partes. Así se hizo.
Acuerdo conseguido con el apoyo de los belmonteños. El 24 de marzo del 2008 el
Castillo comenzó su restauración.
En 1959 el Ayuntamiento de Belmonte y los propietarios del Castillo llegaron a un
acuerdo para que fuese el Ayuntamiento el que, a cambio de poder tenerlo en
uso, se encomendase de su cuidado y rehabilitación; los terrenos quedaron fuera.
Se habían invertido más de un millón de euros de dinero público, mediante Escuelas Taller
y la reparación de cubiertas. El Castillo se iba deteriorando. Desde el Ayuntamiento no
podía asumirse la rehabilitación y el acuerdo de 1959 con la propiedad hacia difícil que la
propiedad asumiese la misma.
La propiedad tenía la intención de recuperar la gestión, y podía hacerlo en cualquier
momento, lo que hubiese posibilitado que se les hubiese dado un uso privado, como
hotel, como se intentó o cualquier otro uso, rehabilitándose con dinero público, con
subvenciones como se dan a cualquier particular y sin que el Ayuntamiento hubiera podido hacer nada ya que por el acuerdo asumido no teníamos ningún derecho. Respecto al dinero público, todos podemos acceder a estas ayudas para restaurar
bienes privados. Esa era la realidad cuando empezamos a negociar con la propiedad
en el 2003, aprobamos el acuerdo por unanimidad en agosto del 2006 y lo firmamos
en febrero del 2007 por 75 años cuando la ley sólo exige 50. Se pretende que el uso
del Castillo sea cultural, atrayendo más turismo. La propiedad tiene la posibilidad de
llevar la gestión, con lo cual tendrán que seguir invirtiendo en Belmonte. El compromiso es
trabajar por y para el consenso teniendo en cuenta, las indicaciones de los técnicos y
servicios jurídicos de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y del Ministerio de
Fomento.
Javier Fitz-James Stuart (propietario del Castillo de Belmonte): Trabajamos con la empresa Artemon encargada del proyecto. Abrimos en cuanto la dirección de obra lo consideró oportuno para ver los avances que se iban produciendo.
Colaboración entre administración y propiedad debido a que mi abuelo el duque de
Peñaranda ya hizo una cesión (que no de la propiedad) al ayuntamiento hace más de
50 años a cambio de su rehabilitación, en esta ocasión nosotros hemos querido involucrarnos más y ocuparnos personalmente.
El proyecto de rehabilitación aprobado por patrimonio será financiado en un 75% por el
ministerio y el 25 % restante por la empresa gestora del castillo dirigida por mi Hernando
(mi hermano), mi primo y por mí.
El proyecto turístico y cultural es innovador, dinámico, variado y despierta el interés y los
sentidos del visitante y para ello recurrimos a los mejores profesionales. Planteamientos
de en un futuro hacer infraestructuras hoteleras, convirtiéndose el lugar en producto
turístico de calidad.
Por último mencionar que creo que es muy importante mencionar la importancia de
mantener la identidad del pueblo de Belmonte adaptando cualquier proyecto a su entorno: con sus murallas, sus monumentos, su castillo. En este sentido tengo que manifestar
nuestra desaprobación y desencanto por la construcción de una residencia de ancianos
justo enfrente y a la misma altura que el castillo; me temo que con esta construcción se
ha roto la incomparable línea de horizonte del pueblo de Belmonte que llevaba así siglos
como su Castillo como mayor exponente.
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María José Jiménez Huerta
Historia y Gestión del Patrimonio Artístico
10.BIBLIOGRAFÍA
Archivo de Belmonte.
Recorrido guiado por las dependencias del Castillo de Belmonte.
Número monográfico del Castillo de Belmonte.<Asociación Cultural “Infante Don Juan
Manuel”.
www.castillodebelmonte.com/.
“Recuerdos y bellezas de España”: de José María Quadrdado.
“Crónica General de España” de Pedro Pruneda.
Todo ello contrastado con relatos populares.
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