Los materiales arqueológicos nos cuentan nuestro pasado

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El ININ hoy
Los materiales arqueológicos nos
cuentan nuestro pasado
Por Dolores Tenorio Castilleros
à nous souvenirs, Joseph.
El estudio de los materiales arqueológicos y la
vinculación con su posible lugar de origen
sientan sus precedentes en la literatura hacia la
década de los 20’s, con las investigaciones del
pionero Alfred Lucas en 1926 sobre algunos
materiales del antiguo Egipto. Esa indagación y
las subsecuentes se basaron en la inspección
visual de las características físicas de los
materiales, así como en las asociaciones
estadísticas y morfológicas de los objetos.
Los análisis de procedencia aplicados a los
artefactos arqueológicos nos permiten conocer
con seguridad su lugar de génesis. Para que
esto se logre se debe considerar la diversidad de
los yacimientos de origen, la densidad de los
materiales recuperados en el sitio consumidor y
las fases del proceso tecnológico relativas a la
manufactura de las piezas. De esta manera, al
conocer la procedencia de un material, se podrá
averiguar acerca de las rutas de intercambio que
unieron al centro consumidor con el distribuidor
y la fuente de producción.
Una ruta de comercio es la vía física por donde
las mercancías son transportadas. Cabe anotar
que esos derroteros se forman teniendo en
consideración la fisiografía (topografía, hidrología,
suelo y clima), así como factores de orden
económico y político.
Como resultado de las excavaciones llevadas a
cabo en los sitios prehispánicos por los
arqueólogos, se ha encontrado una gran
diversidad de objetos: piedra verde, obsidiana,
hueso, metales preciosos, turquesa, concha y
cerámica entre otros, los cuales son ejemplo del
avance tecnológico que alcanzaron los diferentes
artesanos en la época precolombina.
El uso de la obsidiana para manufacturar objetos
de carácter utilitario y ornamental durante la
época prehispánica es indiscutible. Ese vidrio
volcánico era utilizado en la fabricación de una
amplia diversidad de objetos, puntas de proyectil
y cuchillos, desde varios milenios antes de Cristo
—en el sitio de Tlapacoya en el Estado de México
se tiene reportado su uso desde 22,000 ±4000
a.C—, continuándose su manejo hasta bien entrado
el periodo virreinal.
Para las sociedades prehispánicas la obsidiana
no sólo tuvo importancia como materia prima,
sino que además la tuvo como material procedente
de la tierra, cargado de fuertes atributos religiosos,
razón por la cual se incrementó el aprecio de la
gente por este material como piedra sagrada.
En las sociedades mesoamericanas la obsidiana
fue un primordial componente en el ámbito
económico, por lo cual ha sido comparada por
algunos investigadores con la importancia del
petróleo en nuestra actualidad.
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Pero, ¿qué es la obsidiana?, ¿de dónde se forma?
La obsidiana es un vidrio natural de origen
volcánico, producido al enfriarse la lava.
La obsidiana es un complejo de aluminosilicatos,
con concentraciones mayores de silicio, sodio,
aluminio, fósforo, calcio y hierro, y
concentraciones menores (<0.2%) de titanio y
manganeso. Además es rica en elementos que
se encuentran en concentraciones de partes por
millón (ppm), los cuales frecuentemente varían
de un yacimiento a otro. Por esta cualidad la
obsidiana ha sido estudiada para determinar
rutas de comercio.
Después de haber expuesto a grandes rasgos el
valor de la obsidiana durante la época
precolombina, relataremos una investigación
llevada a cabo en colaboración con la doctora
Sonia Rivero, del Instituto Nacional de
Antropología e Historia (INAH), sobre la
procedencia de obsidianas encontradas en el sitio
arqueológico de El Lagartero, Chiapas. Estos
vestigios se encontraron en ese sitio, pese a no
haber yacimientos de obsidiana en él. Por lo
tanto, al descubrir la procedencia de las
obsidianas se abría lo posibilidad de determinar
las rutas de comercio y la influencia cultural de
otros pueblos en este sitio arqueológico.
El asentamiento arqueológico de El Lagartero se
localiza en la ciénega del mismo nombre en las
colindancias con la república de Guatemala, a
una altitud de 650 metros sobre el nivel del mar.
Este sitio es de gran relevancia histórica dentro
del área maya, puesto que los habitantes de ese
lugar dejaron plasmada parte de su idiosincrasia,
tanto en los edificios arquitectónicos como en
los materiales culturales. Ver figura 1.
De este sitio arqueológico, la arqueóloga Rivero
nos proporcionó 20 muestras de obsidiana, entre
las que se encontraban desechos de talla y
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Nuclear
Figura 1. Mapa de Lagartero. 1. Chiapas México.
2. Guatemala. 3. Michoacán México.
fragmentos de navajillas.
Para el análisis elemental de estas piezas
decidimos utilizar la técnica PIXE (Proton Induced
X-ray Emission), debido a que las piezas eran
muy pequeñas para analizarlas con la técnica
de análisis por activación neutrónica.
Para la técnica PIXE es necesario un acelerador
de partículas que produzca protones, de tal forma
que al incidir los protones en las muestras se
Figura 2. Espectro típico de rayos X de una obsidiana irradiada con protones de 3 MeV.
producen rayos X característicos de los elementos
que se encuentran en las obsidianas. Así, con
esta técnica determinamos las concentraciones
de los siguientes elementos: sodio, manganeso,
aluminio, cloro, fósforo, calcio, titanio, vanadio,
manganeso, hierro, zinc y niobio.
los habitantes de Chichén Itzá se proveían de
obsidiana de los yacimientos localizados en el
altiplano central, si bien se han encontrado
obsidianas provenientes de El Chayal, aunque
en menor cantidad. Chichén Itzá es otro sitio
maya situado no lejos de El Lagartero.
Una vez obtenidas las concentraciones de esos
elementos se llevó a cabo una comparación con
los datos de esos mismos elementos en
yacimientos de obsidiana reportados en la
literatura. Este estudio de comparación se llevó
a cabo con un programa que nos obsequió el
doctor Neff, de la Universidad de Missouri.
El yacimiento de obsidiana de ZinapécuaroUcareo, Michoacán, se encuentra a una distancia
de 1100 km de El Lagartero. Debido a esta lejanía
algunos arqueólogos proponen que estas
obsidianas fueron transportadas por la costa del
Pacífico. Asimismo, esa distancia se explica el
que se haya localizado muy poco material en El
Lagartero.
Con el análisis estadístico se determinó la
procedencia de las obsidianas de El Lagartero,
encontrándose que 16 muestras proceden del
yacimiento del Chayal, 2 de Ixtepeque Volcano y
una de Zinapécuaro-Ucareo, Michoacán.
Los yacimientos del Chayal e Ixtepeque Volcano
se encuentran en Guatemala, a una distancia
de 200 km. de El Lagartero, por lo que parece
lógico que estando tan cercanas esas fuentes
de obsidiana los habitantes de El Lagartero se
hayan surtido de ellas. De acuerdo con las
investigaciones del doctor Cobean, la obsidiana
de El Chayal e Ixtepeque Volcano ha sido
encontrada en asentamientos arqueológicos de
América del Sur y Centroamérica. Con base en
lo anterior, es de llamar la atención el porqué
Bibliografía
Tesis de licenciatura de Arqueología. R. Leonel Cruz-Jiménez,
Los Caminos de la obsidiana en la región de El Tajín. ENAH.
2000.
Tesis de Maestría. Guadalupe Almazán Torres. Caracterización
de Piezas Arqueológicas Provenientes de San Miguel Ixtapan,
Estado de México con técnicas nucleares y convencionales.
UAEM. 2003.
S. Rivero-Torres, T. Calligaro, D. Tenorio, M. Jiménez-Reyes.
Characterization of Archaeological Obsidians from Lagartero,
Chiapas Mexico by PIXE. Journal of Archaeological Science.
(2008) 35 pp. 3168-3171.
Agradecimientos
Reconozco la ayuda brindada por J. Muñoz Lujano, M. JiménezReyes, E. Terreros.
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