Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades presentan para los usuarios de la web? Flor Nancy Díaz Piraquive* Luis Joyanes Aguilar** Víctor Hugo Medina García*** Recibido: febrero 2009. Aprobado: abril 2009 Resumen Muchas personas, entidades públicas y, en especial, entidades privadas, están tratando de obtener el mayor provecho en la utilización de la infraestructura tecnológica de información y comunicaciones, adquirida no solo como una herramienta para el desarrollo de los procesos y actividades en el desempeño cotidiano de sus labores, sino como una oportunidad para la construcción de conocimiento a través del aprendizaje colaborativo. En este artículo se des­ cribe de forma breve cómo temas relacionados con la taxonomía, ontología y folksonomía contribuyen de forma acertada a la generación de nuevo conocimiento. Se considerarán varios elementos como: qué son, quién las utiliza, qué beneficios tienen y qué oportunidades brin­ dan a los usuarios de la web. Algunas de las consideraciones importantes sobre taxonomías * Candidata a Doctora en Informática, programa Sociedad de la Información y el Conocimiento de la Universidad Pontificia de Salamanca, Madrid; especialista en Preparación y Desarrollo de Proyectos y en Gerencia de Proyectos de Sistemas de Información de la Universidad Colegio Mayor de Nuestra Señora del Rosario; Economista de la Universidad Católica de Colombia. Ha estado vinculada con la empresa privada durante siete años, con la pública trece años y lleva vinculada dieciocho años a la docencia universitaria. E-mail: [email protected] y [email protected] ** Doctor en Ingeniería Informática de la Universidad de Oviedo y Doctor en Sociología de la Universidad Pontificia de Salamanca, actualmente es catedrático y director del grupo de investigación GISSIC de la Universidad Pontificia de Salamanca en Madrid. E-mail: [email protected] ***Doctor en Ingeniería Informática, Universidad Pontificia de Salamanca, Madrid. Actualmente es profesor titular y director del Doctorado en Ingeniería de la Universidad Distrital Francisco José de Caldas. E-mail: [email protected] 242 Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García muestran cómo estas pasan de ser la ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación, para convertirse en la tecnología utilizada para la gestión eficaz de información y contenidos, la taxonomía es elemento esencial en la construcción de conocimiento dentro de las organizaciones; sobre las ontologías, se muestra cómo a partir de ellas se pueden definir vocabularios que las entidades computacionales logran entender y especificar con la sufi­ ciente precisión como para permitir diferenciar términos y referenciarlos de manera exacta, facilitando las búsquedas en la web y optimizando los recursos de los usuarios; por último, sobre folksonomías se muestra que son una forma para aprovechar el conocimiento de las personas de manera orgánica y democrática, al ordenar y clasificar la información que circula por Internet, sobre la base de un ambiente de construcción colaborativo, a través de acuerdos que conducen al logro de un mismo objetivo. Este artículo está dirigido a las personas que se interesan por los temas de actualidad, como lo son las taxonomías, las ontologías y las folksonomías. Palabras clave: taxonomía, ontología, folksonomía. Abstract Many persons, public entities and especially private entities are trying to obtain the best out of the use of the technological infrastructure in information and communication. This technology is acquired not only as a tool for the development of processes and activities in their daily tasks but also as an opportunity to build knowledge by means of collaborative learning. This article briefly describes how topics related with taxonomy, ontology, and folksonomy contribute to the generation of new knowledge in an appropriate manner. Several elements such as ¿what are they? , ¿who uses them? ¿what benefits do they bring? And what opportunities they bring to users of the web. Some of the important considerations on taxonomies show how these go on to be the science that deals with the principals, methods and purpose of the classification to become the technology used for an efficient management of the information and contents. Taxonomy is the essential element in the building of knowledge within the organizations. Regarding the ontologies, we will show how based on them we are able to define vocabula­ ries that may be understood and specified by computer units with enough precision to allow differentiating terms and referencing them in a precise manner, thus making the search in web easier and optimizing the users’ resources. Lastly, on folksonomies we will show that it is a manner of taking advantage of the knowledge people have in an organic and democratic man­ ner by organizing and classifying the information that travels through the Internet based on a collaborative environment through agreements that lead to the achievement of a common goal. This article is directed towards those who are interested in the current topics such as taxonomies, ontologies and folksonomies. Key words: Taxonomies, ontology, folksonomy. Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 243 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… I. Introducción La generación del conocimiento en las organizaciones ha cambiado drás­ ticamente como resultado del surgi­ miento de nuevos paradigmas aso­ ciados a la denominada sociedad de la información y a una nueva econo­ mía, basada en el conocimiento. Las nuevas generaciones han entendido que para construir conocimiento hay que ir al ritmo del crecimiento de la tecnología y a la evolución que ex­ perimenta la web, es por esto que las estructuras organizacionales se están apoyando en el ambiente colabora­ tivo, cambiando desde sus sistemas de búsqueda de información hasta la forma como se ejecutan todas las acciones relacionadas con ella. 244 Bajo esta dinámica, las TIC pueden facilitar parte de las condiciones re­ lacionadas con la implementación de una gestión del conocimiento, al soportar y potenciar las capacidades de cada uno de los miembros de una organización. En los últimos años, diversos sis­ temas de organización del conoci­ miento (SOC) se han utilizado con éxito para ordenar la información en la World Wide Web: desde los tradi­ cionales sistemas de clasificación y tesauros, hasta las más novedosas taxonomías, ontologías y las redes semánticas (Fernández, 2007). Para nadie es desconocido que la web actual trabaja por medio de léxico, mientras que a la web 2.0, la web 3.0 y la web 4.0, que son las propuestas del futuro, se les ha dotado de más significado y semántica. Por lo anterior, las organizaciones han involucrado en su gestión el en­ foque colaborativo que la web brin­ da, convirtiéndolo en un elemento importante para que sus usuarios y colaboradores encuentren la infor­ mación de forma fácil, entendible, completa, oportuna, confiable y ob­ jetiva. El desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) modifica la sociedad, y si el medio se transforma, también cam­ bia el acceso a la información, que es hoy mucho más rápido, amplio y preciso. Existe una mayor demanda de información y una participación más directa en la búsqueda de in­ formación por parte de los usuarios. En este artículo, los conceptos de taxonomía, ontología y folksonomía se toman como base para la cons­ trucción de conocimiento, tratando de indicar en un principio cómo se definen, quién los usa y qué bene­ ficios u oportunidades representan para los usuarios y colaboradores de las organizaciones, y cómo desde la clasificación y organización de la Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García información se empiezan a construir los mecanismos generales para la gestión integral de los procesos de negocio. II. Taxonomía A. ¿Qué es? Etimológicamente hablando, taxonomía procede de los términos grie­ gos “taxis”, ordenación, y “nomos”, norma. Aristóteles fue uno de los primeros en utilizar este término, hacia el año 300 a.C., para designar esquemas jerárquicos orientados a la clasificación de objetos científi­ cos. De acuerdo con Grove (2003), citado por Centelles (2005), los principios que proporcionaban una guía rigurosa para la construcción de taxonomías eran la base lógica, la observación empírica, la estructura jerárquica basada en la herencia de propiedades, la historia evolutiva y la utilidad pragmática. Las fuentes terminológicas de la lengua general todavía recogen el significado espe­ cialmente orientado al entorno de las ciencias experimentales. Aplicando el principio etimológico, la taxonomía se ha definido como la ciencia que trata de los principios, métodos y fines de la clasificación, y procura la organización jerarquizada y sistemática, dando nombres a gru­ pos de elementos y a los elementos mismos. Una taxonomía es un tipo de voca­ bulario controlado en que todos los términos están conectados mediante algún modelo estructural (jerárquico, arbóreo, facetado, etc.) y especial­ mente orientado a los sistemas de navegación, organización y búsque­ da de contenidos de los sitios web (Centelles, 2005). De acuerdo con Abed Gregio, Bar­ bato, Duarte, et al. (2007): “Una taxonomía es un proceso científico (o un sistema particular) de categorizar entidades, es decir, de organizarlas en grupos. Un sistema taxonómico debe ser claro y consistente, flexible, exhaustivo y práctico”. Los mismos autores, plantean ade­ más que la base para el desarrollo de una buena taxonomía son las carac­ terísticas taxonómicas, que son las propiedades o atributos de los obje­ tos que se categorizarán, y deben sa­ tisfacer ciertos requisitos. Estos son: Objetividad: cuando la característica se identifica sobre la base de un co­ nocimiento objetivo exclusivamente. Determinación: cuando existe un proceso claro que pueda seguirse para identificar la característica. Reproducibilidad: cuando varias personas describen de forma inde­ pendiente las características de un mismo objeto y coinciden con el valor observado. Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 245 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… Mutuamente excluyente: cuando la inclusión de un grupo en una catego­ ría lo excluye de la categorización en cualquier otra. Exhaustivos: cuando los grupos in­ cluyen todas las posibilidades. Aceptable: cuando la característica es lógica e intuitiva, de forma que la comunidad acepte las categorías. Útil: cuando la característica puede utilizarse para obtener conocimiento. El cumplimiento de los atributos en una taxonomía aplicada a un sitio web favorece la navegabilidad y facilita además acceder al capital intelectual de las organizaciones (BIREME, 2004). En la actualidad, las taxonomías se incorporan en los modelos de ges­ tión empresariales, y en este ámbito se define la taxonomía corporativa como un tipo de vocabulario con­ trolado que refleja el contexto, la audiencia y los contenidos de una organización determinada, y que permite la representación de todos sus objetos informativos para desa­ rrollar diferentes funciones de los sitios corporativos (Argudo y Cen­ telles, 2005). 1 246 Dentro del mismo contexto orga­ nizacional, Rosenfeld y Morville, (2002), citados por Centelles, (2005), definen las taxonomías como: “… el arte y la ciencia de estructurar y clasificar los contenidos de los sitios web e intranets con el fin de ayudar a los usuarios a encontrar y manejar la información” De acuerdo con las definiciones en­ contradas, se puede afirmar que la taxonomía no exige que sus compo­ nentes estén conectados mediante un tipo específico de relaciones, es decir, simplemente requiere que sus componentes estén organizados. En todo caso, actualmente el térmi­ no de taxonomía se mantiene en uso para designar los sistemas de organi­ zación de contenidos en el contexto de Internet, aunque en la teoría y en la práctica de los lenguajes docu­ mentales es también aplicado bajo el mismo contexto, de forma intensiva (Argudo y Centelles, 2005). En el ambiente tecnológico, para la gestión eficaz de información y con­ tenidos, la taxonomía es elemento esencial, y dentro de ella, el XML1 se considera como tecnología fun­ damental. Hoy por hoy es clave en cualquier proyecto con grandes vo­ Siglas de Extensible Markup Language, una especificación/lenguaje de programación desarrollada por el W3C (World Wide Web Consortium). Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García lúmenes de información establecer una política adecuada de taxonomías. B. ¿Quién las utiliza? El botánico Carlos Linneo (17071778) designó con el término taxo­ nomía a la clasificación de los seres vivos en agrupaciones jerárquica­ mente ordenadas desde las más gené­ ricas hasta las más específicas (reino, clase, orden, género y especie). A partir de esta concepción clásica se desarrolló la taxonomía como un subcampo de la biología dedicado a la clasificación de organismos de acuerdo con sus diferencias y simi­ litudes (Centelles, 2005). Es por esto que los primeros usos de las taxo­ nomías se encuentran relacionados con la biología para la ordenación jerarquizada y sistemática, con sus nombres, de los grupos de animales y de vegetales. Hoy en día los principales usuarios de las taxonomías son las grandes agencias internacionales de inteli­ gencia (CIA, FBI, M16, etc.), que utilizan desde hace muchos años tec­ nologías de rastreo de información, clasificación y recuperación muy sofisticadas. A principios de los años 90 del si­ glo XX el concepto de taxonomía se incorpora a diversos ámbitos del conocimiento, como la psicología, las ciencias sociales y la informática, para designar casi todos los sistemas de acceso a la información que inten­ tan establecer coincidencias entre la terminología del usuario y del sis­ tema (Centelles, 2005; Fernández, 2007). En la disciplina de arquitectura de la información (AI) se emplea frecuen­ temente el término taxonomías, algo muy lógico si se considera que la AI se ocupa de estructurar y organizar los contenidos (información) en pro­ ductos web (Fernández, 2007). Otro tipo de organizaciones, tales como organismos reguladores, secto­ res industriales, e incluso empresas, pueden necesitar, para su uso interno, taxonomías adaptadas a sus necesi­ dades específicas de elaboración de información contable y empresarial. Para este uso se está promoviendo la taxonomía denominada Libro Mayor (Hoffman, 1998). C. ¿Qué ventajas producen? Las taxonomías mejoran la organi­ zación de los contenidos mediante la representación de la información. Permiten definir la estructura de na­ vegación y por tanto la organización de los contenidos de un sitio web, ga­ rantizando el éxito en el uso del sitio. En el ámbito de las ciencias de la psicología, las taxonomías han facili­ tado, mediante la coordinación de los métodos cuantitativos taxonómicos y el estudio de categorías de diagnósti­ Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 247 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… co clínico experimentado, el análisis de modelos de estructuración que brindan interesantes opciones en la clasificación de la información de los pacientes (Mezzich y Solomon, 1980). Desde el punto de vista de los grupos étnicos, las taxonomías han facilita­ do su clasificación, ya que estamos viviendo en un mundo independiente donde se ven gentes diferentes que lo hacen plural. Las poblaciones étnicas se clasifican de acuerdo con su herencia cultural, la distribución geográfica predominante, los rasgos físicos, la manera como viven, su ex­ periencia y la forma como la relatan a otros, estos elementos permiten su propia organización y jerarquización (Mezzich y Solomon, 1980). Dentro del entorno digital, las taxo­ nomías mejoran la navegación y el desarrollo de sistemas de búsqueda basados en la exploración (browsing) y en la recuperación (searching). Un sitio que contiene información bien estructurada y clasificada puede ser fácilmente entendido por otros si­ tios web y por los buscadores, así como cumplir mejor sus objetivos de diseminar la información lo más ampliamente posible, además de permitir al usuario encontrar lo que busca en forma ágil y oportuna (Fer­ nández, 2007). En el entorno corporativo se destaca el valor estratégico de las taxonomías 248 en áreas como la gestión del capital intelectual y, en general, del conoci­ miento. En este ámbito se les otorga una posición estratégica en el desa­ rrollo de sitios web corporativos, ya que se caracterizan por la aplicación de la relación jerárquica entre los elementos que organizan. De acuerdo con Centelles (2005), las aplicaciones de la taxonomía en el contexto de los sitios web pueden ser diversas; si nos centramos en el ámbito de la arquitectura de la in­ formación, una misma taxonomía puede constituir una herramienta básica o auxiliar para los diferentes sistemas de navegación, de organi­ zación, búsqueda de contenidos, de etiquetado y de personalización. La reutilización de una misma taxono­ mía para diferentes herramientas de arquitectura de información ofrece diferentes beneficios: En primer lugar, permite la rentabi­ lización del esfuerzo inicial de crea­ ción de la taxonomía y de los esfuer­ zos subsiguientes de mantenimiento. En segundo lugar, facilita la gestión de las funcionalidades que aplica la taxonomía, es decir, una modificación en las categorías o en las relaciones entre categorías de la taxonomía pue­ de trasladarse uniforme y consisten­ temente a todas las funcionalidades. En tercer lugar, mejora el uso del si­ tio web en su conjunto, ya que reduce Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García considerablemente las exigencias de carga cognitiva, de memoria y de aprendizaje. Por ultimo, facilita la interacción con el sitio web y la creación de una imagen consistente de la organiza­ ción que crea y aplica la taxonomía. III. Ontología A. ¿Qué es? La ontología inicialmente fue conce­ bida como “el estudio metafísico de la naturaleza del ser y la existencia”, es tan antigua como la disciplina de la filosofía. Recientemente, la onto­ logía se ha definido como “la ciencia de lo que es, de los tipos y estructuras de objetos, propiedades, eventos, procesos, y relaciones en cada área de la realidad“ (Smith, 2001). Es considerada como la rama de la filo­ sofía que se ocupa de la naturaleza y organización de la realidad. Las ontologías incluyen definiciones de conceptos básicos en un campo determinado y las relaciones entre ellos, es decir, las ontologías se en­ cargan de definir los términos utili­ zados para describir y representar un área de conocimiento. Sirven para definir vocabularios que facilitan la búsqueda mediante una herra­ mienta (buscador) que pueda enten­ der, ya que son especificados con la suficiente precisión como para per­ mitir diferenciar términos y referen­ ciarlos de manera precisa (Iglesias, 2003). De acuerdo con Gruber (1993), una ontología es una descripción formal de los conceptos y de las relaciones entre ellos. Las ontologías se caracte­ rizan por tener componentes que sir­ ven para representar el conocimiento de algún dominio. Estos son: Conceptos: son las ideas básicas que se intenta formalizar. Los conceptos pueden ser clases de objetos, méto­ dos, planes, estrategias, procesos de razonamiento, etc. Relaciones: representan la interac­ ción y enlace entre los conceptos del dominio. Suelen formar la taxonomía del dominio. Por ejemplo: subclasede, parte-de, parte-exhaustiva-de, conectado-a, etc. Funciones: son un tipo concreto de relación donde se identifica un ele­ mento mediante el cálculo de una función que considera varios ele­ mentos de la ontología. Por ejemplo, pueden aparecer funciones como categorizar-clase, asignar-fecha, etc. Instancias: se utilizan para repre­ sentar objetos determinados de un concepto. Axiomas: son teoremas que se de­ claran sobre relaciones que deben cumplir los elementos de la ontolo­ gía. Por ejemplo: “si A y B son de la Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 249 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… clase C, entonces A no es subclase de B“, “para todo A que cumpla la condición C1, A es B“, etc. relaciones + reglas de combinación para extender el vocabulario” (Ne­ ches, 1991). Los axiomas permiten, junto con la herencia de conceptos, inferir conocimiento que no esté indicado explícitamente en la taxonomía de conceptos (Lozano, 2001). “Una ontología es la especificación de una conceptualización” (Gruber, 1993). Aquí el término conceptuali­ zación se refiere a un modelo con­ ceptual. Otra definición es: ontología es una descripción formal de conceptos en el dominio de un discurso. Onto­ logías son teorías que especifican un vocabulario relativo a un cierto dominio. Este vocabulario define entidades, clases, propiedades, pre­ dicados y funciones, y las relacio­ nes entre estos componentes. Las ontologías toman un papel clave en la resolución de interoperabilidad semántica entre sistemas de infor­ mación y su uso dentro del contexto (Martin y Ovejero, 2001). “Una ontología es una especificación formal de una conceptualización compartida” (Borst, 1997). Aquí el término forma se refiere a que es procesable por ordenador. Lamarca (2006) presenta un com­ pendio de definiciones en las cuales se refleja la importancia que tienen las ontologías en los campos de la filosofía, el conocimiento, la biblio­ teconomía y la documentación. De la misma manera refleja el impulso que volvieron a tomar debido al desarrollo de la web semántica, cuando prima la idea de transformar la red no solo en un espacio de información, sino tam­ bién en un espacio de conocimiento. “Una ontología es un vocabulario acerca de un dominio: términos + 250 “Una ontología es una base de datos que describe los conceptos generales o sobre un dominio, algunas de sus propiedades y cómo los conceptos se relacionan unos con otros” (Wein­ gand, 1997). Una ontología necesariamente in­ cluirá un vocabulario de términos y una especificación de su signifi­ cado (definiciones e interrelaciones entre conceptos) que impone es­ tructura al dominio y restringe las posibles interpretaciones (UscholdJasper). De cualquier forma, analizando las definiciones se puede afirmar que las ontologías son herramientas que sirven para estructurar conceptual­ mente determinados ámbitos del conocimiento por medio de vocabu­ larios controlados, proporcionando una descripción lógica y formal que Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García puede ser interpretada tanto por las personas como por las máquinas. Las ontologías son herramientas que sirven para estructurar concep­ tualmente determinados ámbitos del conocimiento por medio de vocabu­ larios controlados. B. ¿Quién las utiliza? Las ontologías son utilizadas por los usuarios finales, las bases de da­ tos y las aplicaciones que necesitan compartir información específica, es decir, en un campo determinado, por ejemplo el sector bancario, el de la salud, el de la gestión de proyectos, etc. (Parrada, 2008). De acuerdo con el Grupo de Trabajo de la W3C, las ontologías se utilizan generalmente en las siguientes áreas: • Portales web: reglas de categori­ zación utilizadas para mejorar la búsqueda. • Colecciones multimedia: búsque­ das basadas en contenido para medios no textuales. • Administración de sitios web corporativos: a través de la or­ ganización taxonómica automa­ tizada de datos y documentos, y en la asignación entre sectores corporativos cuando se presentan alianzas, fusiones, integraciones, etc. • Documentación de diseño: para la explicación de partes “derivadas” o para la administración explícita de algunas restricciones. • Agentes inteligentes: por medio de la expresión de las preferen­ cias y/o intereses de los usuarios o por medio de mapeo de conte­ nidos entre sitios web. • Servicios web y computación ubi­ cua: a través de la composición y descubrimiento de servicios web y mediante la administración de derechos y control de acceso. En los años 90, dicho concepto se empezó a utilizar en los campos de la inteligencia artificial, la ingeniería, la representación del conocimiento y la lingüística computacional, como modelo de representación del cono­ cimiento. En el campo de la documentación las ontologías son una herramienta para el intercambio y uso del conocimien­ to, ya que proveen una compresión compartida y consensuada de un dominio del conocimiento, que pue­ de ser comunicada entre personas y sistemas heterogéneos. Dentro de los sistemas de organiza­ ción del conocimiento las ontologías, al igual que los tesauros, se enca­ sillan dentro de las llamadas listas relacionadas (Lamarca, 2006). Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 251 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… De acuerdo con Abián (2005), las ontologías se usan para favorecer la comunicación entre personas, or­ ganizaciones y aplicaciones, para lograr la interoperabilidad entre sis­ temas informáticos, razonar auto­ máticamente y para la ingeniería de software. Las ontologías favorecen la comuni­ cación entre personas, organizacio­ nes y aplicaciones porque proporcio­ nan una comprensión común de un dominio, de modo que se eliminan confusiones conceptuales y termi­ nológicas. C. ¿Qué ventajas producen? La principal función que tiene el len­ guaje de ontologías web es adicionar lógica descriptiva al lenguaje de es­ quemas de descripción RDFS.2 Ade­ más, por medio de estas tecnologías (lenguajes y herramientas) generan marcado y procesamiento semántico. Las ontologías se almacenan en repo­ sitorios, los cuales permiten acceder a las especificaciones o modelos ontológicos, como por ejemplo un gestor de proyectos, un agente in­ vestigador de mercados, etc. Estos repositorios permiten acceder a toda la información que exista sobre una materia en especial, proporcionándo­ 2 252 la de forma ordenada, con resúmenes coherentes y completos que se orga­ nizan para el conocimiento. Las ontologías sirven como herra­ mienta de referencia para la adquisi­ ción de información y para la cons­ trucción de sistemas de base de co­ nocimiento que aportan consistencia, fiabilidad y veracidad al momento de recuperar la información. Las ontologías permiten el compartir conocimiento y posibilitan el trabajo colaborativo al funcionar como so­ porte común de conocimiento entre organizaciones y comunidades cien­ tíficas, etc. Las ontologías están siendo construi­ das y aprovechadas por los sectores productivos, apoyando la explo­ tación del conocimiento de la red, porque cada vez más están facili­ tando la búsqueda de información de sus clientes para acercarlos a sus productos y servicios, al permitir la construcción automatizada de mapas conceptuales y mapas temáticos. De acuerdo con Abián (2005), con las ontologías los usuarios organi­ zarán la información de manera que los agentes de software podrán inter­ pretar el significado e integrar datos. Gracias al conocimiento almacenado RDFS o RDF Schema es un lenguaje extensible de representación del conocimiento, que proporciona los elementos básicos para la descripción de ontologías. Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García en las ontologías, las aplicaciones podrán extraer automáticamente da­ tos de las páginas web, procesarlos y sacar conclusiones de ellos, así como tomar decisiones y negociar con otros agentes o personas. Por ejemplo, un agente inteligente que busque un vino que satisfaga las preferencias de un usuario, usará las ontologías vinícolas para elegir el vino (color, sabor, olor, embotellado) y empleará las ontologías empresa­ riales para encargarlo a alguna tienda y regatear en el precio (siempre que se pueda). Otro ejemplo: mediante las ontologías, un agente encargado de comprar viviendas se podrá co­ municar con agentes hipotecarios (de entidades bancarias) y con agentes inmobiliarios (de empresas construc­ toras e inmobiliarias). IV. Folksonomía A. ¿Qué es? El término folksonomía (o folcsonomía) se atribuye a Thomas Vander Wal y proviene del inglés folksonomy, derivado de folk (en inglés, popular) + taxonomía, que procede a su vez de los términos griegos taxis (clasificación) + nomos (ordenar, gestionar); y se emplea para designar a un sistema de etiquetado o clasifi­ cación de objetos web no jerárquico que nace de forma natural y demo­ crática de los propios internautas ―que son quienes asignan las eti­ quetas espontáneamente― y de cuya gestión se encarga un sistema auto­ mático (Centro de Innovación de la Formación Profesional y el Aprendi­ zaje Permanente [TKNIKA], 2005). De acuerdo con Smith (2004), la folksonomía, del término inglés folksonomy, es un neologismo que da nombre a la categorización colabo­ rativa por medio de etiquetas simples o tags en un espacio de nombres llano, sin jerarquías ni relaciones de parentesco predeterminadas. Es una práctica que se produce en entornos de software social cuyos mejores ex­ ponentes son los sitios compartidos como Del.icio.us (enlaces favoritos), Flickr (fotos), Tagzania (lugares), o 43 Things (deseos). Las folksonomías se apartan de las es­ tructuras jerarquizadas para aproxi­ marse a una organización basada en la colaboración. Son un método de clasificación explotado por varios servicios web donde los usuarios añaden información o fotografías o clasifican páginas web. La clasifi­ cación no se realiza a través de una serie de categorías fijas y jerárquicas, como tradicionalmente se ha hecho, sino a través de lo que se denominan tags o etiquetas que son añadidas y administradas libremente por las personas que usan los sistemas. Las decisiones de etiquetado las toman los propios usuarios, permitiéndose el uso de más de una etiqueta para clasificar cada elemento relacionado con un mismo tema. Las etiquetas Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 253 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… aportan metadatos sobre lo que el usuario piensa que es el tema solici­ tado (Sisto, 2005). La folksonomía permite generar da­ tos producidos por la participación de miles de usuarios. Este sistema colaborativo usado por muchas apli­ caciones en red materializa la arqui­ tectura de la participación, así como las ideas de la inteligencia colectiva y la intercreatividad (Cobo y Pardo, 2006). La forma de descripción de las folksonomías es característica de lo que se conoce como la web 2.0, en la que la participación y colaboración de los internautas es crucial. De acuerdo con Moreiro (2006), la principal novedad que aportan las folksonomías está en que se retroali­ mentan, a diferencia de lo que sucede con cualquier otro vocabulario. Este uso colectivo de etiquetas genera un sistema de categorización no jerár­ quico, ya que, como defiende Tho­ mas van der Wal, citado por Moreiro (2006), construir una jerarquía no es algo esencial, mientras que sí lo es un instrumento que ofrezca la posibili­ dad de emplear etiquetas semánticas para efectuar la indización. Al estu­ diar los metadatos generados por los usuarios y ver cómo son empleados en los servicios web para compartir y organizar la información, Adam Mathes, citado por Moreiro (2006), observó que las folksonomías no pre­ 254 sentan relaciones jerárquicas ni de otro tipo, si bien encontró que, pese a que no existe una relación formal entre los términos, se establecen rela­ ciones de forma natural mediante las URL que aquellos describen. De acuerdo con lo anterior, no solo son importantes los términos más populares, sino también aquellas eti­ quetas no dominantes (meta-noise) pero que añaden comprensión se­ mántica. Según Weiss (2005), cita­ do por Moreiro (2006), el elemento clave de las folksonomías está en que se fundamentan sobre unos metada­ tos de asignación barata, que deben cumplir, al menos, las siguientes condiciones: • Están hechos por cualquier per­ sona. • Para crearlos se requiere aprender muy pocas reglas. • Se producen sin interés propio. • Las ventajas de los usuarios cre­ cen con la agregación. • No se rompen cuando hay datos incompletos. • Se presentan en forma de conjun­ tos, y no de jerarquías. • No están diseñados a priori, lo que les hace más flexibles. Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García • No pertenecen a nadie, pues nadie los centraliza ni controla. al igual que cualquier otro sitio social relacionado con la ciencia. • Son relevantes para los propósitos e intereses de un sitio web. Hubmed (la interfaz de búsqueda de la Nacional Library of Medicine, que ofrece acceso a información en el ámbito de la biomedicina) ha in­ corporado este método para etiquetar los artículos científicos de sus bases de datos. B. ¿Quién la utiliza? Este sistema de tags o etiquetas es muy común entre los weblogs, per­ mite incluso la búsqueda por tags o etiquetas en las entradas de los blogs y sitios sociales. Flickr, considerado como un repo­ sitorio de fotografías, utiliza las fo­ lksonomías para clasificar álbumes o fotos mediante etiquetas; fue el primero en mostrar una nube de etiquetas. Otros usuarios son las comunidades sobre libros, películas o software. C. ¿Qué ventajas producen? También son utilizadas en el ámbito de la documentación y las biblio­ tecas, como Deakialli o Library­ Crunch, ya que permite a los usua­ rios registrados enlazarse con sus catálogos en línea y clasificar estos recursos mediante tags o etiquetas, que luego quedan representadas en una nube. Dentro de las principales ventajas con las que contribuyen las folkso­ nomías se encuentran: la formación de los usuarios en temas específicos, el desarrollo del aprendizaje cola­ borativo y la habilidad de construir nuevo conocimiento que redundará en un mayor y mejor aprovecha­ miento para el crecimiento del ca­ pital intelectual, apoyando el éxito a través del desempeño de las labores asociadas con las actividades o pro­ cesos desarrollados dentro de las organizaciones. Todo esto, sumado, logrará generar una ventaja competi­ tiva sostenible dentro del entorno de competencia en que se desenvuelven tanto los usuarios como las organi­ zaciones. En el ámbito científico, CiteULike clasifica los trabajos que se reco­ miendan mediante tags o etiquetas, De alguna manera el uso de las folksonomías valida lo expresado por No Sánchez (2006: 4): “El aprendizaje Del.icio.us las utiliza para clasificar los enlaces favoritos de los usuarios, sistema conocido como bookmarks sociales. Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 255 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… autentico se sitúa en la experiencia real y está basado en la actividad colaborativa”. Es interesante observar cómo las folksonomías rompen con teorías clásicas sobre la construcción de co­ nocimiento, las cuales afirmaban que este se veía enfrentado a una serie de dificultades que provenían del entor­ no, especialmente relacionadas con factores culturales, los individualis­ mos, la falta de una cultura basada en el conocimiento, y con el aislamiento del entorno tanto de los integrantes de ese entorno con orientaciones a corto plazo, como con la capacidad en la utilización de herramientas informáticas como apoyo. Precisa­ mente, las folksonomías son todo lo contrario, propician una cultura de colaboración y los individualismos desaparecen, ya que los usuarios comparten y se apropian informa­ ción. Muchas son las comunidades que han salido favorecidas, ya que han logrado clasificar y organizar te­ mas específicos que contribuyen a la generación de nuevo conocimiento. Adicionalmente, las folksonomías presentan ventajas relacionadas con la simplicidad en el momento de co­ locar los tags o etiquetas, ya que no se rompen si hay datos incorrectos o incompletos; propician economías, por cuanto reducen los costos me­ diante la optimización e intercambio de recursos y por la retroalimenta­ 256 ción que existe entre ellas; contribu­ yen a la cooperación entre redes de información; animan la construcción de nuevas bases, por la sencillez con que son utilizadas por el usuario y por lo atractivo de su representación; son flexibles, ya que no están dise­ ñadas con antelación; y crecen con la agregación de nueva información (Moreiro, 2006). Las folksonomías son un recurso abierto a los usuarios, un recurso multidiscipinar que facilita el empleo de las grandes áreas del saber dentro de la organización. Desde el punto de vista empresarial, las folksonomías permiten estudiar a partir de herramientas de BI qué términos son los más empleados por los usuarios, cómo evolucionan de acuerdo con la cantidad de veces que es utilizada una etiqueta, cuáles son las tendencias en la utilización y cuáles son las comunidades que contribuyen en su construcción o que simplemente las consultan. La popularidad de las folksonomías crece día a día, y son cada vez más empleadas por todo tipo de usuarios (no es necesario poseer conocimien­ tos especializados sobre sistemas de clasificación) puesto que responden al propósito con el que surgieron: la simple organización de los recursos web. Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García Conclusiones Alrededor de las taxonomías po­ demos concluir que dentro de las tecnologías para la gestión eficaz de información y contenidos, son un elemento esencial, y dentro de ellas, el XML se establece como tecnología fundamental. Hoy por hoy es clave en cualquier proyecto con grandes volúmenes de información implantar una política adecuada de taxonomías. Adicionalmente, las empresas están tratando de diseñar una metodolo­ gía para construir taxonomías en el contexto de la gestión de proyectos en los diferentes procesos y saberes, para clasificar conceptos que apoyan la oficina de gestión de proyectos (PMO). La construcción de la taxonomía, además de apoyar los procesos, sirve para categorizar los objetos, materia­ les y recursos informativos para el ci­ clo de evaluación y mejora continua en la gestión de proyectos. Por ello, en esta contribución se pretende valorar el uso de las taxo­ nomías para la organización de con­ tenidos en sitios web que apoyen la construcción de conocimiento en forma general. Los métodos taxonómicos podrían dar resultados similares al brindar una base de datos que permite una selección basada en otros factores como el software de computador existente, o la naturalidad computa­ cional que se utiliza en la web. En la década de 2000 se ha vuelto a poner de moda la ciencia taxonómica en el ambiente científico (Mallet y Willmott, 2003), debido en parte a las aproximaciones revolucionarias a los problemas taxonómicos dadas por el análisis de ADN e Internet, y en parte debido a la conciencia de su utilidad, dada la crisis de biodiversidad que estamos viviendo. Las nuevas he­ rramientas disponibles promueven un debate acerca de la utilidad de las reglas de la taxonomía tal como está hoy en día, y cuestinan acerca de la necesidad de reformar los Códigos de Nomenclatura Zoológica y Botá­ nica (Mallet y Willmott, 2003). Por otro lado, con relación a las ontologías podemos concluir que apoyan las nuevas maneras de pensar sobre los sistemas de información, y cu­ bren las dimensiones estructurales y temporales de estos, ya que involu­ cran tanto a los desarrolladores como a los usuarios de la web, al analizar conceptualmente las técnicas de mo­ delación, diseño, desarrollo y uso de los sistemas de información articu­ lándolas con las necesidades de los usuarios o funcionarios de las orga­ nizaciones que los utilizan. Se necesitan agentes y aplicaciones web que exploten el conocimiento anotado en las páginas web. Estos Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 257 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… agentes de conocimientos web serán capaces de interpretar los esquemas ontológicos y axiomas de diferentes dominios, mantendrán la consisten­ cia de las instancias que se inserten en las páginas web siguiendo los esquemas ontológicos definidos, rea­ lizarán una búsqueda con inferencias utilizando los axiomas situados en los esquemas y podrán realizar liga­ duras de los árboles taxonómicos de varias ontologías. Las ontologías están llegando a ser una herramienta valiosa en la inves­ tigación y desarrollo no solo de los sistemas de información, sino en la construcción de modelos que apoyan la creación de conocimiento en la gestión empresarial, tanto que están siendo utilizadas con gran impacto en los sectores bancario y científico y en la gestión de proyectos en general. En cuanto a la utilización de las folk­ sonomías mediante tags o etiquetas se podría concluir que está aún en fase de exploración, sin embargo ya algunas aplicaciones le están apun­ tando a su utilización en áreas espe­ cíficas. Aun cuando las folksonomías no presentan relaciones jerárquicas for­ males ni de otro tipo, establecen rela­ ciones de forma natural que de todas formas contribuyen a la generación de conocimiento, por cuanto com­ parten y organizan la información por temas relacionados. 258 Hay quienes dicen que las folksono­ mías son demasiado genéricas por no poder emplearse expresiones com­ puestas en los tags o etiquetas (uni términos), que se pierden la especi­ ficidad y las relaciones jerárquicas, también se dice que existe un uso de lenguaje incontrolado que incremen­ ta la ambigüedad de los conceptos, ya que para un usuario un tema o un concepto puede significar una cosa completamente diferente que para otro usuario. De momento, su aplicación presenta muchas debilidades. La folksonomía no ofrece un lenguaje controlado, pues no tiene jerarquías ni otro tipo de asociaciones más allá de los posi­ bles clusters de recursos que se pue­ dan formar según las clasificaciones o palabras clave de los usuarios. En general, una buena organización de contenidos expuestos en la web facilitará el uso y apropiación de información al usuario final o cola­ borador de la organización, mejorará la eficacia en la recuperación de la información y por ende logrará una eficiente gestión para la construcción del conocimiento. Mientras mayor sea la estructuración, clasificación y organización de la información, será más fácil para el usuario o colabora­ dor de la organización hallar lo que realmente busca. La experiencia y las estadísticas relacionadas con el uso de la web Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 Flor Nancy Díaz Piraquive, Luis Joyanes Aguilar, Víctor Hugo Medina García prueban que los sitios que tienen sus contenidos con un alto nivel de clasificación y organización son mu­ cho más visitados en comparación con otros. Lo que persiguen las nuevas formas de documentación es la introducción de un lenguaje más amigable en la web, con información actualizada en su contenido, cumpliendo con las necesidades del entorno actual que exige la información digital, procu­ rando la ampliación de su alcance a la variada gama de organizaciones productoras y de contenidos, y con­ siguiendo el crecimiento en la gene­ ración de conocimiento. Es claro que las taxonomías, las on­ tologías y las foksonomías apoyan a los usuarios o colaboradores de las organizaciones cuando les permiten relacionar información organizada y clasificada para crear conocimiento que conduzca al desarrollo de habi­ lidades personales y empresariales. Por lo tanto la función de un arqui­ tecto de información es organizar grandes cantidades de contenidos, con el objetivo de que el usuario pueda manejarlos, navegar por ellos fácilmente y satisfacer sus necesida­ des de información, es decir, organi­ zar, hacer recuperable, localizable o accesible la información, y en este sentido las taxonomías juegan un lugar fundamental. Hay que reconocer que aunque las taxonomías hacen parte de las onto­ logías, las dos son estructuradas, or­ ganizadas y clasifican la información de tal manera que le dan sentido a la web y sobre todo facilitan la búsque­ da de información y generación de conocimiento a los usuarios. Por ultimo y, en cuanto al ambiente colaborativo, hay que destacar que tanto la taxonomía como la onto­ logía y la folksonomía propician el trabajo en grupo, la transmisión de conocimiento y la mutua y constante colaboración, ya sea en las organiza­ ciones (construyendo taxonomías y ontologías específicas) o en la web, contribuyendo a través de las folkso­ nomías con los tags o etiquetas. Referencias bibliográficas Abed Gregio, A.R., Barbato, L.G.C., Duarte, L.O., Montes, A., Hoepers, C. y Stedding-Jessen, K. (2007), Taxonomías de vulnerabilidades: situación actual. En: www.ppgia.pucpr.br/~maziero/ pesquisa/ceseg/sbseg05/arti­ gos/12463.pdf, consulta realiza­ da el 3 de enero de 2007. Abián, M. (2005), Ontologías: qué son y para qué sirven. En: www.wshoy.sidar.org/index. php?2005/12/09/30-ontologiasque-son-y-para-que-sirven, con­ Univ. Empresa, Bogotá (Colombia) 8 (16): 242-261, enero-junio de 2009 259 Taxonomía, ontología y folksonomía, ¿qué son y qué beneficios u oportunidades… sulta realizada el 8 de abril de 2008. Argudo, Silvia y Centelles, Miquel (2005), Metodología para el diseño de taxonomías corporativas. En: Base de datos DIAL­ NET OAI Articles, Universi­ dad de La Rioja, disponible en: http://dialnet.unirioja.es/servlet/ oaiart?codigo=2041972. Consul­ ta realizada el 8 de abril de 2008. Bireme (2004), Descriptores en ciencias de la salud. En: http://decs. bvs.br/E/homepagee.htm, con­ sulta realizada el 8 de abril de 2008. Centelles, Miquel (2005), Taxonomías para la categorización y la organización de la información en sitios. En: Hipertext.net, No. 3, disponible en: http://www.hi­ pertext.net, consulta realizada el 8 de abril de 2008. Cobo, C. y Pardo, H. (2007), Planeta web 2.0. inteligencia colectiva. biblioteconomía, infonomía, internet y nuevas tecnologías. 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