Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia DERECHO A LA VIDA ABORTO Y EUTANASIA 1. EL DERECHO A LA VIDA. De acuerdo a las concepciones doctrinarias más recibidas, el derecho a la vida es el punto de partida de los demás derechos humanos. Como se desprende de la Declaración Internacional de Derechos del Hombre: “El derecho a la vida es la condición, y por así decir, la base de todos los demás derechos. Es la condición indispensable para que existan aquellos derechos por la sencilla razón de que es el derecho humano mínimo. Está inseparablemente unido a la existencia del hombre; pero vivir es algo más que existir simplemente, y es, por consiguiente, el derecho que hace concretos todos los demás derechos, y que señala el grado de bienestar que el hombre puede alcanzar. Todos los derechos se derivan de algún modo de la naturaleza del hombre, y por ello, puesto que el hombre depende del hombre, del grado de desarrollo alcanzado por el grupo social y político en que participa.” No tendría objeto garantizar los demás derechos si no se reconociera y garantizara previamente el derecho a la vida. Cuando nos referimos a los derechos estamos hablando de los derechos humanos, individuales, naturales o fundamentales del hombre, según cual sea la denominación que adoptemos. Se trata de aquellos derechos inherentes al ser humano que, por insitos a dicha condición comprometen no sólo su reconocimiento por parte del Estado y la sociedad toda, sino también su preservación y la garantía de su existencia y funcionamiento pleno. Tal como se sostiene en el Diccionario supervisado por Torcuato di Tella: de Ciencias Sociales y Políticas “Todos los derechos resultan así ordenados y mediatizados por ese derecho fundante y central, interpretado como garantía posible de los demás. En tal jerarquización, el movimiento de derechos humanos puso el derecho a la vida humana inmediata como central, con relación al cual los otros derechos humanos aparecen como relativos.” Es importante destacar que, cuando nos referimos a la vida, estamos frente a una concepción abarcativa que sobrepasa lo puramente cronológico, extendiéndose a lo contextual, en cuanto involucra las condiciones en que la misma transcurre. De ahí la expresión “goce de” que utilizan las disposiciones normativas. 1 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia 2. EL DERECHO A LA VIDA EN NUESTRA CONSTITUCIÓN. Nuestro sistema jurídico reconoce el derecho a la vida en preceptos constitucionales y lo protege en disposiciones de igual rango, así como de rango legal. El punto de partida está recogido en el artículo 7º de la Constitución de la República: “Los habitantes de la República tienen derecho a ser protegidos en el goce de su vida, honor, libertad, seguridad, trabajo y propiedad. Nadie puede ser privado de estos derechos sino conforme a las leyes que se establecen por razones de interés general.” Leemos claramente en la norma mencionada que se utiliza la expresión “goce de” a la que hacíamos referencia hace un momento. El análisis de esta disposición nos conduce a una doble consideración respecto a la vida: • • El concepto de vida propiamente dicho. El alcance de la expresión “goce de” la vida. 3. VIDA. En el Diccionario Enciclopédico de la Lengua Española siguiente concepto: encontramos el “Intervalo de tiempo que transcurre desde el nacimiento de un animal o vegetal hasta su muerte. Duración de las cosas. Partiendo de este concepto, podemos sostener que es esencial que las distintas normas, tanto de derecho interno como internacional, al reconocer la vida como un derecho, le den el carácter de esencial. Es un derecho básico en la medida que se trata de un supuesto indispensable para la posibilidad de ejercicio de cualquier otro de los derechos. Al decir del Dr. José Korzeniak “Desde el punto de vista biológico, el derecho a la vida supone el derecho a nacer, el derecho a existir y el derecho a sobrevivir”. Por su parte, el Dr. Jiménez de Aréchaga encara el análisis del derecho a la vida con tal amplitud que le permite sostener que no se trata simplemente del derecho a vivir, sino de vivir en determinadas condiciones aceptables. Por esa razón entiende que constituyen la regulación del derecho a la vida, no solamente el artículo 7º de la Constitución de la República, sino también el artículo 26 y otras tantas disposiciones de la Sección II de la Carta. 2 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia Ahora bien, retomando el concepto del Dr. Korzeniak, el derecho a la vida admite tres dimensiones: nacer, existir y sobrevivir. Personalmente nos gustó, a los efectos de esta charla, realizar el abordaje del tema a través de estas tres dimensiones. En consecuencia, así habremos de hacerlo. 3.1. Protección de la vida en tanto derecho a nacer. Creo que es imposible el tratamiento de este punto sin mencionar, aunque más no sea en forma sucinta el tema del inicio de la vida y su correlato que es el inicio de la personalidad jurídica. La pregunta que ha sido y continúa siendo objeto de constantes discusiones doctrinarias en el ámbito de jurídico es ¿desde cuándo se es persona? Diferentes respuestas se han dado, afiliándose unas a la teoría de la concepción, otra a la teoría del nacimiento, otra a la teoría del nacimiento viable y otra a la teoría del nacimiento viable y cumplimiento de un tiempo mínimo de vida natural. La aprobación y entrada en vigencia del documento resultante de la convención Americana sobre Derechos Humanos, de 22 de noviembre de 1969, conocido como Pacto de San José de Costa Rica, ha agregado algún elemento a la consabida discusión sobre el tema. El artículo 1º de dicho documento establece, por un lado “la obligación de respetar los derechos” y, por otro que, a los efectos de esa Convención, “persona es todo ser humano”. El artículo 4º del mismo Pacto dispone, entre otras cosas, con referencia al derechota la vida, lo siguiente: “1. Toda persona tiene el derecho a que se respete su vida. Este derecho estará protegido por la ley y, en general, a partir del momento de la concepción. Nadie puede ser privado de la vida arbitrariamente.” El texto de esta convención fue ratificado por nuestro país por la Ley Nº 15.737, de 8 de marzo de 1985, por lo cual se puede considerar como parte integrante de nuestro derecho positivo. Las opiniones están divididas y si dejamos planeado el punto, no es con el fin de arribar a una conclusión definitiva, sino porque el mismo está puesto sobre la mesa de discusión con el debate suscitado como consecuencia del debate parlamentario sobre el Proyecto de Ley de Salud Reproductiva. Esto pone sobre la mesa nuevamente el tema de la legislación sobre el aborto. Independientemente de la posición que se adopte con referencia al comienzo de la vida y la personalidad jurídica, se ha insistido en nuestro ámbito doctrinario con el 3 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia concepto que la protección del derecho a la vida comienza desde antes del momento del nacimiento. Conjuntamente con los temas de la pena de muerte y de la eutanasia, el aborto se ha transformado en un tema de no fácil abordaje, pues al igual que en los otros dos temas se conjugan fuertemente los aspectos jurídicos, morales, sociales, religiosos, económicos y hasta políticos. Actualmente el aborto está tipificado como delito por la Ley 9.763, de 24 de enero de 1938, que incorpora al Código Penal las siguientes figuras: Aborto con consentimiento de la mujer Penaliza a la mujer Aborto con consentimiento de la mujer Penaliza al tercero (médico o no) y colaboración de un tercero Aborto sin consentimiento de la mujer Penaliza al que lo causa Art. 325 Art. 325 Bis Art. 325 Ter. Causas atenuantes y eximentes: art. 328 del Código Penal: Móvil de honor. Para eliminar fruto de una violación. Por causas graves de salud. Por razones de angustia económica. Pena disminuye de un tercio a la mitad. Si hay consentimiento, puede eximirse de pena. Sólo se aplica a los casos en que el aborto sea practicado por un médico y dentro de los tres primeros meses de la concepción. (No aplicable al caso 3) El Proyecto de Ley sustituye el Capítulo IV, Título XII, del Libro II del Código Penal. El aborto debe realizarse de acuerdo a las circunstancias, plazos y condiciones establecidas en esta ley: a. El aborto debe realizarse antes de las doce semanas de gravidez. b. El médico debe recoger la voluntad de la mujer. c. Deberá dejar constancia de que informó a la mujer sobre el significado médico de la intervención y el empleo de anticonceptivos en el futuro. d. Deberá informar a la mujer sobre planes y programas de adopción, apoyo económico y médico a la maternidad. e. Se coordine instancias de reflexión y apoyo a la mujer pre y post intervención. f. El plazo podrá extenderse a veinte semanas cuando a juicio del médico tratante la edad o condición fisiológica de la mujer hubiera dificultado el conocimiento de su gravidez en los tiempos usuales. g. Entre las doce y las veinticuatro semanas: la interrupción del embarazo sólo puede ser realizada cuando la gravidez implique un grave riesgo para la salud de la mujer, o cuando se verifique un proceso patológico que provoque evidentes malformaciones o anomalías del feto. h. Después de las veinticuatro semanas: no está permitida la interrupción del embarazo, salvo que, a criterio del médico tratante, fuere estrictamente indispensable para salvar la vida de la mujer. 4 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia i. En caso de menores de edad: se debe recabar el consentimiento de la menor y por lo menos uno de sus representantes legales. j. Es posible el recurso de irracional disenso para ante los Jueces Letrados de Primera Instancia de Familia, en Montevideo y los Jueces Letrados de Primera Instancia, en el Interior del país. Atendiendo a lo que acabamos de resumir como contenido del proyecto de ley que se encuentra en consideración parlamentaria, la primera conclusión que podemos sacar es que no se trata de una simple legitimación del aborto como práctica. No es un proyecto simplemente permisivo. Hemos seleccionado algunas expresiones de la exposición de motivos del proyecto: “Siendo el aborto una práctica masiva en nuestra sociedad, su incriminación sólo refleja la voluntad de quienes lo rechazan, lo cual redunda en una normativa que impone al todo social, la ética de una parte.” “Una normativa que regule su realización conforme a valoraciones de naturaleza médica y reserve el recurso penal para quienes no la cumplan, resulta evidentemente más adecuada a un país democrático. Regular su realización no implica promoverlo ni condenarlo; la decisión tal como ha sucedido siempre y sucede en la actualidad sigue situada dentro del dominio de la privacidad de la persona, determinada por circunstancias personales y valores morales y éticos que ninguna legislación puede ni debe proponerse regular.” “La revisión de las normas que incriminan el aborto se convierte así en un imperativo. Se torna un imperativo porque es deber del legislador buscar adecuar permanentemente las leyes a lo que el consenso de la sociedad va expresando…”. 3.2. Protección de la vida en cuanto existencia. Al decir del Dr. José Korzeniak: “Pienso que si examinamos el texto del artículo 7º, en rigor no tendremos que estudiar el derecho a la vida, sino el derecho “a ser protegidos en el goce de la vida”. Entonces, ateniéndonos a esa expresión, es posible entender como formando parte de este derecho a la vida el derecho a la protección de la maternidad, del indigente, del enfermo, el derecho a gozar de vivienda decorosa, etc.” “Pero si estudiamos el derecho a la vida en sí mismo, me parece que hoy día este derecho, en el terreno de nuestra Constitución, se analiza concretamente en la prohibición de la pena de muerte establecida en el artículo 26”. 5 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia El artículo 26 de la Constitución de la República es una norma de características muy peculiares, en tanto no admite ni siquiera por vía legislativa y ni siquiera por razones de interés general, el establecimiento de la pena de muerte. Detengámonos ahora, en una de las apreciaciones formuladas por el mencionado autor. El derecho al goce de la vida implica, entre otras, la protección al enfermo. Entendemos que ello no puede limitarse a la organización de un sistema efectivo y eficaz de atención a la salud. La expresión debe ser considerada en un sentido amplio: más allá de lo que puede entenderse como medicina preventiva, como sistema de salud y atención médica adecuada, habría que incluir el caso de los enfermos terminales. Este tema es uno de los más delicados problemas de los diferentes derechos positivos en el ámbito del derecho comparado, siendo pocos los sistemas jurídicos que lo han encarado con autenticidad y claridad normativa. El punto de partida radica en la formulación de una interrogante: ¿es adecuado a derecho ayudar a morir a un ser humano? No estamos pensando en las hipótesis de la instigación al suicidio ni el homicidio, figuras que están tipificadas como delito en nuestra legislación. Estamos pensando concretamente, en la hipótesis de la eutanasia. La palabra eutanasia proviene de dos palabras griegas, “eu” y “thanatos”, es decir “buena” y “muerte”. Al decir de Jan Broekman: “Esta palabra es una creación artificial, pues no existía en el griego antiguo ni en la conciencia desarrollada en ese momento. Pero si descubrimos sentimientos en la Grecia Antigua en torno al sentido del “buen morir”, que se suponía un fallecimiento en buenas circunstancias sociales y morales. La finalidad del ser humano era, de acuerdo con ese sentimiento de vida, cuidarse bien y correctamente.” Nuestro concepto de eutanasia pone en evidencia un pensamiento enteramente distinto, en que el resultado de la ”muerte buena” es el resultado del actuar de otra persona, el médico, excluyéndosela del cuidado que le corresponde a cada uno. “En general, dicho concepto es indicio del poderío técnico-médico y de la autoevidencia institucionalmente aceptada que el médico interviene en la vida humana, para darle fin.” No hay que olvidar que nuestra sociedad concibe la eutanasia como una forma especial de intervención médica. Si una persona que no es médico efectúa una eutanasia, estamos ante un delito de homicidio. 6 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia No siempre es fácil distinguir los límites de la eutanasia. Es necesario distinguirla del suicidio. Numéricamente hablando, es más significativo que la eutanasia. Pero el suicidio no es una actuación médica, incluso cuando se utilicen para ello determinadas píldoras o medicamentos. La eutanasia se desarrolla en un complejo entramado de consideraciones jurídicas y médicas, sin dejar de considerar el marco moral, psicosocial e ideológico. En el primer aspecto, no es posible imaginar un tratamiento médico que no tenga protección y cauces jurídicos. Para ello, los juristas remiten al principio de la buena fe como principio básico humanitario del actuar médico. 3.3. ¿La eutanasia está regulada en nuestro Derecho Positivo? Haciendo una revisión de las normas que conforman nuestro Derecho Positivo encontramos y me atrevo a decir, como única disposición afín con el tema que nos ocupa, el artículo 37 del Código Penal, según el cual: “(Del homicidio piadoso) Los jueces tienen la facultad de exonerar de castigo al sujeto de antecedentes honorables, autor de un homicidio, efectuado por móviles de piedad, mediante súplicas reiteradas de la víctima”. El artículo está incorporado al Capítulo III “De las causas de impunidad”, del Título II del Código Penal, en el que se regulan las diferentes causas que eximen de pena. Se trata de un caso de perdón judicial, no de una excusa absolutoria. El perdón judicial implica que se faculta al Juez para exonerar de pena, en tanto que en el caso de la excusa absolutoria, el Juez está obligado a no castigar. Pero, debemos tener claro que la facultad otorgada al magistrado de exonerar de pena, es para aquellos casos en que el agente haya sido llevado al estado subjetivo que provocó la conducta por circunstancias que lo justifiquen. No olvidemos que el homicidio siempre es un delito. Para que este artículo pueda aplicarse deben darse tres requisitos coadyuvantes: 1. Que fuere efectuado por móviles de piedad (fundamento subjetivo de la causa). 2. Mediante súplicas reiteradas de la víctima (elemento objetivo). 3. Que el autor tuviera antecedentes honorables (elemento objetivo). Por su excepcionalidad se trata de una norma de interpretación estricta que no admite posibilidades de ampliación analógica. (Dr. Langón) Al decir del Dr. Miguel Langón se trata de “una forma de eutanasia integrada con el consentimiento de la víctima, incorporada al Código Penal Uruguayo”. 7 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia Surge entonces, una duda razonable. Dado que el artículo exige la existencia de “súplicas reiteradas de la víctima”, la situación de enfermos terminales o personas heridas o enfermas, en situación en que no puedan en modo alguno manifestar sus sentimientos o deseos, no habilitarían el funcionamiento de este artículo, toda vez que no habría en tal hipótesis súplicas de ninguna naturaleza. Tal como está redactada la norma, la voluntad del paciente no puede ser suplida por representante alguno, como podrían ser los padres, los hijos o los representantes propiamente dichos del enfermo. En este caso, procede el perdón, a criterio del Juez, en las hipótesis en que la conducta homicida quedara en grado de tentativa. (Dr. Langón) Siguiendo lo expresado por el Dr. Langón, “la vida es un bien indisponible, al punto que se castiga al que colabora en el suicidio de una persona (art. 315 C.P.), de donde se deduce que no es el consentimiento lo que permite exonerar de pena, sino el sentimiento, el móvil de piedad que mueve a actuar al sujeto activo.” 3.4 Protección de la vida a cuando derecho a sobrevivir. Considero que si analizamos el derecho a la vida en cuanto derecho a sobrevivir, y en esto me aparto más no me opongo a la posición sostenida por el Dr. Korzeniak, habremos de aceptar un concepto amplio del mismo, abarcativo si se quiere, de todos los demás derechos reconocidos constitucionalmente. En tal sentido, proteger la vida (en tanto subsistencia) implica velar por el derecho al trabajo, a la vivienda, a la alimentación, a la salud, a la libertad en sus distintas manifestaciones, etc. Consideración que nos vuelve a posicionar en alguna de las afirmaciones que manifestáramos precedentemente. Cuando nuestra Constitución utiliza la expresión “derecho al goce de la vida”, nos está indicando algo más que la protección de la simple existencia. Nos está marcando la condición que ha de tener esa existencia. Gozar de la vida implica tener la posibilidad de vivir de tal forma que nuestra existencia sea positiva, fecunda, provechosa, plausible, decorosa. En otros términos, podemos sostener que se apunta a una vida digna. 4. LA DIGNIDAD COMO COMPONENTE DEL DERECHO A LA VIDA. Quiero iniciar este aspecto del tema con un concepto que escribe Fukuyama en su obra “El fin del hombre”: 8 Francis Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia “La dignidad humana es uno de esos conceptos que los políticos, así como casi todos cuantos participan en la vida política, gustan utilizar con profusión, pero que casi nadie puede definir o explicar.” Ricardo Gialdino, Director de la Secretaría de Investigación de Derecho comparado de la Corte Suprema de Justicia de la Nación de la República Argentina escribe un artículo titulado “Dignidad humana y Derechos Humanos. Una relación indisoluble”, en el cual plasma algunos conceptos y consideraciones totalmente rescatables. Señalamos los siguientes: “Los derechos humanos no han sido expresados al modo de una consagración, sino de un reconocimiento.” “Y ese algo, lo reconocido lo ya sabido pero asfixiado, estaba en el interior de cada hombre y cada mujer.” “Lo “esencial” es que estos derechos “tengan vigencia en la vida cotidiana de cada uno de los habitantes… garantizando de este modo, un mínimo de condición de vida digna a los mismos.” La inherencia es la inseparabilidad de dos realidades en razón de la naturaleza de lo que se trata. Hay, por ende, inherencia de la dignidad en la persona, pues la primera es inseparable de la segunda según la propia naturaleza de ésta. Luego, sólo contradiciendo a la naturaleza podríasele negar la dignidad a un ser humano. La dignidad no es un obsequio ni una recompensa. Le basta a la persona, para ser digna, con su sola hominidad. La dignidad es “intrínseca” o “inherente” a los seres humanos. La dignidad humana es causa de los derechos humanos, por cuanto es de ella que se “desprenden”, “derivan” o “emanan” los derechos humanos. El Acta Final de Helsinki, adoptada por la Conferencia sobre Cooperación y Seguridad en Europa el 1º de agosto de 1975 establece: “Los Estados participantes “promoverán y fomentarán el ejercicio efectivo de los derechos civiles, políticos, económicos, sociales, culturales u otros derechos y libertades, todos los cuales derivan de la dignidad inherente de la persona humana y son esenciales para su libre u pleno desarrollo.” (24) Por su parte, la Corte Interamericana de Derechos Humanos, declara: “El derecho fundamental a la vida comprende, no sólo el derecho de todo ser humano de no ser privado de la vida arbitrariamente, sino también el derecho a que no se le impida el acceso a las condiciones que le garanticen una existencia digna”. 9 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia En definitiva, tres caracteres nos ofrece el concepto de dignidad: • Sacralidad: el hombre es un ser sagrado para el hombre. La dignidad es el definitivo “núcleo duro”, tan intangible como irradiante, en toda circunstancia, sin excepciones, derogaciones un suspensiones. • Marca la vocación del ser humano hacia la perfección: implica condiciones para que el individuo pueda desarrollar todas las potencias de las que está dotado para fatigar dicho camino, para alcanzar ese fin. • Refiere la natural disposición del hombre hacia el hombre: marca su sentido de la fraternidad y de la consiguiente solidaridad. El hombre puede ser significado de muchas maneras pero, para el derecho es, ante todo, un ser digno. El derecho debe seguir al ser humano, debe servirlo, debe servirle a éste. 5. A MODO DE SÍNTESIS. • Tanto el problema del aborto como de la eutanasia deben ser analizados más allá de lo simplemente jurídico. • Son insoslayables los aspectos éticos, morales, religiosos, sociales, políticos y hasta económicos que conforman el contexto dentro del cual se producen tales fenómenos. • La sensibilidad que está presente en estos temas ha dilatado el abordaje jurídico concreto, el cual habrá de despertar el debate y la confrontación. • El avance en este sentido dependerá de cada sociedad y el ritmo en que éste se produzca estará dado por las características de la realidad cultural de las mismas. • Las normas que recojan disposiciones al respecto no pueden ser calificadas de contrarias a la moral, dado que en definitiva, el Derecho no hace sino regular conductas en función de los valores vigentes. • Algunos autores hablan de la posible existencia de un “testamento vital”, por el cual se pueda disponer la voluntad de que se aplique la práctica de una eutanasia ante situaciones límites. • No nos convence el término testamento, pues está implicando una manifestación de voluntad para después de la muerte, y en el caso de la eutanasia, el paciente se encuentra vivo. 10 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia Frente a estas circunstancias, el debate está abierto y se puede señalar una serie de aspectos a favor y en contra de la regulación jurídica de la eutanasia. • Aspectos y críticas negativas: o Los límites de la eutanasia: una regulación demasiado flexible, se puede prestar para una aplicación no adecuada al propósito que inspira el instituto. o La vida como un derecho inalienable: al optar por la eutanasia estoy entregando mi libertad y al mismo tiempo acabando con ella. o La dificultad en la toma de posición en el caso de los enfermos mentales. o Que se transforme en una política demográfica tendiente a la eliminación de los débiles y personas subnormales. o Puede cambiar la imagen de los médicos, llegando a convertirlos en verdugos, lo que puede significar en nuestra sociedad la pérdida de confianza en los mismos. o Puede aumentar el número de homicidios con máscara de eutanasia. o Se puede perder la esperanza de vivir: si como viejos las personas son dejadas de lado, aisladas en asilos, como enfermos pueden ser eliminados simplemente. o La incidencia que pueda provocar en el imaginario colectivo en cuanto pueda afectar sentimientos arraigados culturalmente. o La decisión que conlleve el acto, es del todo irreversible. • Aspectos que pueden entenderse favorables: o Derecho a disponer de mi propia vida: puedo reivindicar la autonomía como parte integral de la dignidad humana y expresión de ésta. o Una vida en determinadas condiciones, es indigna: la imagen que proyecto ante los seres cercanos o aún en los otros, puede ser considerada como humillante e indigna. o ¿Por qué aceptar una forma de existencia en circunstancias limitadísimas, sacrificando, en cierta forma, a parientes y amigos? o Así como se tiene un derecho a vivir con dignidad, ¿por qué no tener un derecho a morir dignamente? o No debe intentarse prolongar la vida cuando ésta no se pueda vivir haciendo del paciente no un ser humano, sino un caso clínico interesante. o Podría institucionalizarse unos derechos no sólo del paciente terminal, sino de la familia en sí. 11 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain Presentación temática Derecho a la vida, aborto y eutanasia 6. COROLARIO. Quiero terminar con la lectura de algunos fragmentos del libro del filósofo Fernando Savater “Los diez mandamientos en el siglo XXI”. Al analizar el mandamiento no matarás, realiza las siguientes apreciaciones: “La traducción exacta del mandamiento es “no asesinarás”. Obviamente el matar no está prohibido en la Biblia en una forma total.” “Pensemos que en el pasado había menos abortos porque existía más infanticidio” “Por supuesto que el aborto no es algo irrelevante… Se trata de un problema no sólo legal, sino también moral, y hay que planteárselo.” “Cuando se habla de matar parece que uno se refiere a no matar al otro. Pero ¿qué pasa con los suicidas? Alí existe una complicidad entre el delincuente y la víctima… Podríamos decir que es el único crimen perfecto; el asesino…escapa definitivamente de la justicia, al menos de la terrena.” “… la eutanasia, que es la muerte que se da a enfermos terminales que no desean seguir viviendo; un fenómeno complejo… Hay consenso en la sociedad: evitar el encarnizamiento terapéutico… entran en conflicto el principio de respeto a la vida como bien inalienable y los espacios de libertad y autonomía… En estos casos deben primar la libertad y la autonomía”. “Una persona puede decidir sobre su propia vida en ciertos casos… puede pedir en un momento dado “déjenme morir”, que es algo totalmente lícito.” BIBLIOGRAFÍA: Barbagelata. Aníbal: Derechos Fundamentales. Cairoli, Milton: Curso de Derecho Penal Uruguayo. Cátedra UNESCO: Dignidad y Derechos Humanos (Coordinadora Mariana Blengio) Jiménez de Aréchaga: Justino: Teoría del Gobierno. Langón, Miguel: Curso de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal. Lanziano, Washington: Derechos Humanos. 12 Prof. Dr. Juan José Villanueva Bidegain