PROPUESTA DE RESOLUCIÓN (FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL CONTENCIOSO DEL SÁHARA OCCIDENTAL) El Sáhara Occidental sigue siendo un territorio no autónomo, cuyo pueblo todavía no ha podido ejercer su derecho a la libre determinación. La Corte Internacional de Justicia, en su Opinión Consultiva del 16 de octubre de 1975 proclamó que no existía “ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental…. [y] el Reino de Marruecos” por lo que : “Manifiesta que no ha encontrado vínculos jurídicos de tal naturaleza que puedan modificar la aplicación de la resolución 1514 (XV) en cuanto a la descolonización del Sáhara Occidental y en particular la aplicación del principio de libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de los pueblos del territorio”. LA CONDICIÓN DE POTENCIA ADMINISTRADORA ESPAÑA Y SU RESPONSABILIDAD CON EL TERRITORIO DE El Secretario General adjunto de asuntos jurídicos y Asesor jurídico de las Naciones Unidas, Dr. Hans Corell, en su Dictamen de 29 de enero de 2002, afirma, a propósito de la tentativa de España de resignar sus funciones sobre el territorio, que: “El acuerdo de Madrid no transfirió la soberanía sobre el Territorio ni confirió a ninguno de los signatarios la condición de Potencia administradora, condición que España, por sí sola, no podía haber transferido unilateralmente. La transferencia de la autoridad administrativa sobre el Territorio a Marruecos y Mauritania en 1975 no afectó la condición internacional del Sáhara Occidental como Territorio no autónomo.” A la vista del citado Dictamen y del de la Corte Internacional de Justicia es evidente que de hecho Marruecos está gobernando el Territorio pero jurídicamente no es la Potencia administradora ni posee ningún título de soberanía sobre el mismo. Por tanto, la Potencia administradora sigue siendo España, sobre la base de que las Naciones Unidas no han transferido esta condición a ningún otro Estado. Es por ello, que el establecimiento de Marruecos en un Territorio sobre el que no tiene título jurídico, le convierte en Potencia ocupante del mismo. Las Naciones Unidas han calificado así a Marruecos en su resolución 34/37 de la Asamblea General. Es muy importante destacar ante la posición que está defendiendo en estos momentos tanto el Gobierno español como algunas otras organizaciones políticas, que Marruecos por su condición de Potencia ocupante no puede argumentar que se trata de sus “asuntos internos” y, desde luego, la actuación que le es exigible a España en su condición de Potencia administradora no puede ser considerada como una injerencia en los asuntos internos de Marruecos. Por otra parte, la condición de potencia ocupante significa para Marruecos estar obligado a respetar las normas consuetudinarias del derecho internacional humanitario y las normas de protección de los derechos humanos contenidas en los convenios internacionales en los que Marruecos es Parte. Hay que destacar además, que con carácter general, la principal obligación de España como Potencia administradora del Sáhara Occidental es asegurar la celebración del referéndum, porque este es el modo de ejercer el derecho de libre determinación por parte de un pueblo sometido a dominación colonial. Las resoluciones de Naciones Unidas así lo afirman reiteradamente. Mientras tanto, y hasta que el pueblo saharaui no haya ejercido su derecho a la libre determinación mediante la libre expresión de su voluntad, España, como Potencia administradora, está obligada a velar por el respeto de los derechos humanos de la población. Por ello, se pide a las organizaciones políticas, sindicales, sociales y representantes institucionales, una posición común de exigencia al Gobierno de que: Condene a Marruecos por la violación de los derechos humanos en el Sáhara Occidental, reclamando el cumplimiento de los convenios internacionales que los protegen. Solicite en el seno de Naciones Unidas la puesta en marcha de una investigación imparcial sobre los gravísimos acontecimientos que se están produciendo en el Sáhara Occidental. Desarrolle todas las gestiones diplomáticas a su alcance para que se atribuya a la Misión de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental (MINURSO) competencia en materia de vigilancia y verificación del respeto de los derechos humanos, tal como sucede en relación con otras operaciones de mantenimiento de la paz. Exija el libre acceso al Territorio de los medios de comunicación y observadores internacionales. Solicite la liberación de todos los presos políticos saharauis y la información acerca del paradero de los desaparecidos. Solicite la implicación activa de la Unión Europea en la búsqueda de una solución al conflicto conforme a la legalidad internacional. Despliegue un papel activo en Naciones Unidas, dentro del Grupo de Amigos del Sáhara Occidental, para conseguir la celebración del referéndum tantas veces aplazado debido a las maniobras dilatorias y de obstrucción del Reino de Marruecos.