nota - DAIN | Usina Cultural

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La Usina
número 2 / periódico de arte y cultura. una publicación de
X
James Joyce
Ana Lía Werthein
Joyce prohibido
por Silvia Hopenhayn
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16 de Junio
Obra: Ana Lía Werthein
StaffEditorial
Directores:
Endy Dain
Francisco Offenhenden
Editor responsable:
Dain Usina Cultural
Coordinación General:
Ricardo Carrizo
Fotografía:
Martina Carrizo
Asistente de producción: Marisa Barossi
La usina es una publicación de DUC.
Los anuncios, artículos firmados, y las
opiniones de los entrevistados no reflejan
necesariamente la opinión de los editores.
Editorial
“
Invocación a Joyce (fragmento)
Jorge Luis Borges
(...) Qué importa nuestra cobardía si hay en la tierra
un solo hombre valiente,
qué importa la tristeza si hubo en el tiempo
alguien que se dijo feliz,
qué importa mi perdida generación,
ese vago espejo,
si tus libros la justifican.
Yo soy los otros. Yo soy todos aquellos
que ha rescatado tu obstinado rigor.
Soy los que no conoces y los que salvas.
De Elogio de la sombra
(1969)
Los libros lo son todo, porque somos todos nosotros los que les damos
vida, al leerlos, al hacernos compañía, al acompañarnos a lo largo de nuestro
camino como el más fiel de los amigos, que siempre están, nos dan tanto y
tanto, y no nos pide más que el abrir sus páginas y sumergirnos en la vida
que nos ofrece y a su vez, nosotros les otorgamos.
Y qué mejor ocasión que ésta, en la que en nuestro segundo número
de La Usina, les presentamos la obra de uno de los más grandes de las
letras universales, el irlandés James Joyce, a través de la paleta maravillosa
de Ana Lía Werthein, quien nos sumerge con un clima digno de la lluviosa
Dublín, en los intricados vericuetos de su pluma sin descanso ni pausas,
pero descriptiva y abarcadora de cada instante en el que gozamos con
estos personajes nacidos de la inagotable inventiva de Joyce.
¿Qué más podemos pedir, sino agradecer? El poder gozar de los
libros de Joyce y el arte de Werthein acá, en nuestra casa, con ustedes, que
son nuestros amigos y con los que estamos entablando esta relación duradera, porque ustedes, nuestros amigos y clientes, son importantes para
nosotros.
Una vez más, sean muy bienvenidos a Dain Usina Cultural.
Endy Dain
Gilles Deleuze enunciaba que el
arte y la filosofía exigen de los artistas y
filósofos trazar planos en el caos. Al mismo
tiempo y como correlato tiene que surgir
esa necesidad si no, no hay nada. No hay
obra de arte o enunciado filosófico.
Ana Lía Werthein ordena ese caos
desde los planos de su existencia. Una
mirada fértil como los campos de su infancia vuelven una y otra vez para ser resignificados. El proceso en su obra contiene mensajes claros, ya hemos estado ahí: en esas
pampas que su obra las transforma en
metafísicas. Hay finitud y extensión.
Objeto y sujeto interactúan temáticamente pero, a la vez, piden su foco. A la completud de sus visiones se suman los espejos
que son profundos reflejos del yo, su esencia.
Y ahora la artista se introduce en el
universo de Joyce, un observador ávido de
la naturaleza física y espiritual de la gente y
su mundo.
¿ Qué te une a la visión aldeana y, a la
vez universal, de Joyce ?
Mi acercamiento a Joyce tuvo que
ver paradójicamente con el seminario de
Lacan "Le Simpthôme". A veces un autor te
reintroduce en otro a partir de la singularidad
Es posible que Mercanton esté en
lo cierto: mi idea es que colaboraría en
mucho en esa reconstrucción la obra total
incluyendo su obra juvenil y su poesía.
Joyce es un cronista del modernismo
urbano y su Dublín fundada por los vikingos quedó de algún modo congelada en
su memoria y fue fuente inagotable de
inspiración para él. En alguna oportunidad
le preguntaron a Joyce si volvería a su vieja
Dublín y él respondió que no creía haberla
dejado nunca.
esta forma de trabajo y el modo en que la
puse en juego me acercó mucho subjetivamente a ciertos ritmos con los que él trabajaba jugando con la sonoridad de la prosa.
Y por supuesto intenté no perderme en los
los laberintos de Dublín e inspirarme en la
fuerza de Ulises para superar los diversos
obstáculos que se me fueron planteando a
lo largo de este fecundo viaje.
Tu obra rescata una mirada objetiva de lugares y momentos. ¿Existe en
Joyce una fuente de inspiración pictórica?
En mi opinión el imaginario que
construye Joyce se apoya en lo que para la
mayoría de los vivientes serian sencillos
"recuerdos triviales" utilizando para hilvanarlos como uno de sus recursos mas
singulares, un par ticular manejo del
Absolutamente mi acercamiento a
Joyce tuvo en relación a la producción que
me inspiró un efecto “epifánico” y por
supuesto al elegir esta palabra estoy metaforizando esa repentina manifestación de
una realidad que estalla imprevistamente y
a la que que en tantas oportunidades él se
refiere: intenté partir de las imágenes que
el registro de su vida; de sus lugares; de su
persona y hasta de su propia caligrafía me
fue proporcionando y decidí tomarlas
como materia prima del mismo modo que
él tomaba a la lengua como materia prima.
Entonces opté por fragmentarlas; partirlas
¿Compartís la creación simbólica de todo lo que rodea al escritor?
X
James Joyce
Ana Lía Werthein
de su mirada. Si bien había tenido
contacto con la obra de Joyce; el modo de
pensar a Joyce de Lacan me conmocionó y
a partir de ese momento se comenzaron a
disparar imágenes en mi imaginación que
comencé a tramitar plásticamente. Precisamente mi soporte inicial fue el mapa de lo
que queda nombrado como Dublín su
"mágica aldea": ese disparador soporte de
sus marcas; de su historia familiar y personal de su carga religiosa, de su microcosmos sociopolítico le sirvió de plataforma
para encontrar su lenguaje. Él decía; “ l’ art
a le don des langues” “el arte tiene el don
de las lenguas”. Entiendo que su Arte tuvo
un efecto que en todo caso trascendió los
límites de su aldea: algo de eso es lo que
intento transmitir.
En uno de los prólogos del
Ulises, Jacques Mercanton escribe que si
Dublín desapareciese se podría reconstruir según este libro.
y pegarlas imitando lo que el hacía con las
palabras y las atravesé con las notas marginales que inclusive consigna a veces hasta
el mismo lector. Eso me proporcionó una
visión caleidoscópica que es la que intento
compartir con el espectador.
Como en Joyce, en tu obra cada
objeto tiene derecho a la existencia, no
interponés nada entre el mismo y su
representación.
¿ Cómo transformás tus visiones objetivas en imágenes?
La idea de la fragmentación y la
repetición; los subrayados y las señalizaciones fueron la manera que encontré
plásticamente de agujerear y reformular la
retórica que Joyce pone en juego en su
obra y un modo de indagar con sus
propios recursos escriturales en el campo
de este otro universo de discurso que es el
de las imágenes plásticas. Por otro lado
Ricardo Carrizo
tiempo para la elaboración literaria en el
que la trama psicológica resulta mucho
más significativa para él que la de la trama
cronológica de los acontecimientos. Rescata por ejemplo las caminatas con su padre,
la muerte de su madre, el murmurar de las
lavanderas, las viejas baladas irlandesas, el
resonar de las voces de sus compañeros de
escuela, los ruidos del mar y transforma
todo ese material vivencial en valiosas
perlas de un increíble y precioso collar con
el que va organizando su obra. No obstante cada uno de los personajes que surge de
su escritura encarna sin duda aspectos
humanos de cualquiera de nosotros
El universo simbólico que va construyendo
tiene como argamasa las situaciones mas
sencillas de su propia vida. Y también las
más complejas. Sólo que él las anuda de
un modo absolutamente singular. Como
Ícaro pretende volar sobre el laberinto de
Dublín en una franca huida hacia su inagotable capacidad de invención.
Miradas Profundas
Artista multifacética; en su obra se pueden ver las distintas técnicas y soportes que ella
utiliza para mostrarnos sus búsquedas pero, fundamentalmente, sus encuentros. Pintura, objetos, esculturas, fotografías y técnicas mixtas son sus canales de expresión dentro de un mundo,
el propio, de enorme sensibilidad artística.
Vive y trabaja en Buenos Aires. Ha realizado numerosas exposiciones en Argentina y en
el exterior y muchas de sus obras han sido adquiridas por coleccionistas de todo el mundo.
Ha trabajado con Demetrio Urruchúa y estudiado con Miguel Dávila, Felipe Noé, Héctor Médici;
Viviana Zargón y Eduardo Stupía.
¿ Esta muestra tiene un valor de
homenaje o de búsqueda ?
Esa pregunta es muy pertinente:
acaso uno de los legados del Ulises ¿no es
la idea de que la búsqueda es en sí misma
un homenaje?. Tomemos la idea homérica
en la que se inspira Joyce: el viaje de
Odiseo ¿no es una búsqueda que metaforiza un homenaje a la amistad, al amor; a la
astucia para sobrevivir a las mil adversida-
des: acaso Leopold Bloom no es un homenaje al antihéroe; ése que nos habita en
cada desencuentro de nuestro recorrido?.
Tal vez esta producción intenta recuperar
algo de ese coraje necesario que requiere
aventurarse en la producción artística para
bucear en la enorme dificultad de intentar
rendir un homenaje.
Todos los 16 de Junio se festeja Bloomsday,
el día en que transcurre la novela Ulises, de
James Joyce, en honor a su protagonista
Leopold Bloom. Vale entonces sacar a la luz un
fallo de la justicia que en 1933 intentó prohibirla, calificándola de “vil y obscena”. Aquí el relato
de la acusación y la defensa, donde literatura y
ley se cruzan de manera sublime.
¿Ulises obsceno? ¿Qué pensaría
Homero de semejante atribución? ¿Cómo
recibió Joyce esta condena? ¿Qué hizo Eliot
para protegerlo? ¿Y quién fue el juez John
Moolsey?
En el mes de junio, para ser más precisos el 16, “Bloomsday”, día en que transcurre
toda la novela, vale recordar intrigas no resueltas de su publicación que confirman la predicción jocosa del propio Joyce sobre su obra, al
decir que iba a “mantener atareados a los profesores durante siglos discutiendo sobre lo que
quise decir”.
¿Pretensión literaria o jugarreta megalómana? En todo caso, en la carta que Joyce le
envío desde París en abril de 1932 a su audaz
editor, Bennett A. Cerf, impresa en la edición de
Ulises de Random House, por permiso del
autor, las cosas no parecían marchar como las
había previsto. Ya con sus cuentos de Dublineses, editores e impresores se empecinaron en
detener la publicación, como si nadie quisiese
hacerse cargo de lo que su escritura venía a
plantear: un reto a toda convención instalada
en el lenguaje. Así lo explica en su carta: “No
menos de veintidós editores e impresores
leyeron el manuscrito de Dublineses y cuando
finalmente se imprimió, una persona muy
bondadosa compró toda la edición y la hizo
quemar en Dublín: un acto de fe nuevo y privado.”
Escenas obscenas
D.H. Lawrence inventó una etimología
de “obsceno” que nada tiene que envidiarle a su
origen real. Según el autor de El amante de
Lady Chatterley, “obsceno” es “fuera de escena”,
o sea todo lo que no se ve, pero se busca. En
este sentido, la primera obscenidad atribuida a
Ulises puede corresponder con que la palabra
en Joyce pretende mostrarlo todo, incluso lo
que está detrás de escena y más aún, lo que ni
siquiera ocurre en ninguna parte pero es
pensado todo el tiempo. Así, muchos encuentran que el “monólogo interior” de Molly Bloom
es una novela en sí misma. Quizá allí se encuentre la clave de su prejuzgada obscenidad. Molly
habla sin parar en esa lengua exprimida de
Joyce donde cabe todo: pensamientos, cosas
vistas, cosas oídas, ganas, citas, música, listas,
onomatopeyas, etc. Es sorprendente la forma
en que se concatenan sus impresiones, en una
suerte de continum repleto de variaciones.
Molly se muestra cándida, entre abetos y flores
blancas, con su enagua floja y la blusa abierta,
al tiempo que su voz, ágil y pícara, va nombran
do los deseos como pétalos que se esparcen
entre las frases que enarbola. “Ellos lo quieren
hacer todo demasiado deprisa le quita todo el
gusto a eso y papá mientras tanto esperando la
cena él me dijo que dijera me olvidé el bolso en
la carnicería y tuve que volver a buscarlo qué
engañador luego me escribió aquella carta…”,
dice sin puntuación. Y el hecho de que no haya
puntuación también implica una excitación
que no culmina, un fraseo que es puro estímulo.
En el capítulo 15, diálogo tan festejado, Leopold Bloom, ruega a la Señora Breen por
un “poquitín de frivolidad”, haciéndole una
proposición sexual que no deja de alterarla:
“Quería decir yo simplemente una partida a
el libro, apoyándose en una ley de 1930.
De allí que se realizara un famoso fallo, edicto
por el honorable Juez John M. Woolsey del
Tribunal de Distrito de Nueva York, el 6 de
diciembre de ese mismo año, para levantar la
proscripción del libro en cuestión. Sus
argumentos fueron perfectos y se han convertido en un documento histórico. No sólo logró
liberar a la novela de las rejas, también le atribuyó logros supremos, definiéndola como necesaria para comprender nuevos órdenes de las
relaciones humanas. Escribió el juez Woolsey:
“Joyce trató –me parece con asombroso éxitode mostrar como lleva la pantalla de la conciencia, con sus impresiones caleidoscópicas y
siempre cambiantes, como quien dice en un
palimpsesto plástico, no sólo lo que esté en el
foco de la observación de cada hombre de las
cosas que realmente le pasan, sino también en
una zona de penumbra, residuos de impresiones pasadas….” En cuanto a los fundamentos
para rebatir el carácter obsceno atribuido a la
obra, vale citarlos: “Las palabras que se critican
como sucias son viejas palabras sajonas que
casi todos los hombres, y me animo a decir,
muchas mujeres conocen, palabras que natural
y habitualmente usan, creo, los tipos de gentes
cuyas vidas, físicas y mentales, Joyce trata de
describir. Con respecto a la emergencia
recurrente del tema del sexo en las mentes de
sus personajes, debe siempre recordarse que su
escenario fue celta y la estación la primavera”. Y
sigue con una pregunta capciosa: “Pero cuando
un verdadero artista de la palabra, como sin
duda lo es Joyce, procura dibujar un cuadro
directo de la baja clase media en una ciudad
europea, ¿debiera la ley impedir que el público
de los Estados Unidos viera ese cuadro?”
El texto no tiene desperdicio, y a pesar
del lenguaje jurídico que la situación exigía, la
subjetividad del juez fortalece el dictamen:
Silvia Hopenhayn
Traducción del fallo: B. R. Hopenhayn
Joyce
Esta caza del brujo escritor se acentuó con la
aparición de Ulises. Cuando la novela se publicó
en París en 1922, escandalizó a los puritanos y
hubo intervenciones policiales tanto en los
puertos británicos como en los de Estados
Unidos, con la intención de protegerse del
empeño francés por celebrar la escritura
joyceana, a la que ellos consideraban evanescente y procaz. Para decirlo en palabras de los
propios perseguidores, el Ulises era considerado “una verdadera porquería, vil y obscena.” No
era el primer irlandés que caía en las redes de
semejantes vituperaciones. Oscar Wilde recibió
antes su castigo de trabajos forzosos por
“subversivo”.
A raíz del revuelo, muchos escritores
amigos se sumaron a la causa joyceana, pero así
como Ezra Pound facilitó la publicación, el
poeta T.S. Eliot le aconsejó editar en Gran Bretaña una versión expurgada de la novela porque
“completa provocaría el desencadenamiento
de acciones legales”. Joyce rechazó su propuesta con sorna: “Mi libro tiene un principio, un
desarrollo y un final. ¿Cuál habría que suprimir?”.
prohibido
cuatro bandas, un matrimonio mixto intermezclando nuestras conyugalidades.”
Al final del capitulo 17 una pregunta
revela el estado de los protagonistas: “¿Signos
visibles de presatisfacción? Una erección
aproximativa: una aproximación solícita: una
elevación gradual: una revelación intentada:
una contemplación silenciosa. ¿Y luego? Besó
los gruesos blandos amarillos aromáticos melones de su trasero, en cada grueso hemisferio
melonoso, en su blando amarillo surco, con
oscura prolongada provocativa melonaromática oscilación.” Este interrogatorio paulatino, si
bien indaga en los rumores del cuerpo, no deja
de ser una puesta en escena de la contorsión de
la palabra y su destino de disolución. Joyce
nombra esta aventura literaria como “Filoteología pornosófica”. Y en otra oportunidad califica
su obra como “mi maldita novela monstruo”.
La historia continúa
Cuando la editorial Random House tuvo la
edición norteamericana de Ulises casi lista, en
1933, un inspector de aduanas declaró obsceno
“Tengo plena conciencia que debido a algunas
de sus escenas la lectura de Ulises es un trago
más bien fuerte para algunas personas sensibles, pero al mismo tiempo comprendo que es
un intento sincero y serio de presentar un
nuevo método literario para la observación y
descripción de la humanidad.”
En definitiva, lo que Woolsey quiso
decir es que no se puede juzgar una novela
por algunos párrafos subidos de tono, lo que
vale es la intención de la obra, su sentido total.
Por otra parte, como lo señala José María
Valverde, su traductor al español, “vivir es ir
hablando, y el hablar nos sitúa más allá de
nuestro propio juicio”.
El fallo permitió que el libro de Joyce
se publicara y difundiera en países de lengua
inglesa convirtiéndose en una de las referencias fundamentales de la literatura del siglo XX.
A su vez, este antecedente judicial permite
agregar a la novela una cualidad no prevista
por el propio Joyce -¿o sí?-: hacer que cada
lector juzgue por sí mismo.
Entonces otra vez: ¿obsceno, Ulises?
¡Feliz Bloomsday!
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Agenda librera
Purga
Sofi Oksanen
Ed. Salamandra
Precio: $ 80
En una despoblada zona rural de Estonia, en 1992, recuperada la
independencia de la pequeña república báltica, Aliide Truu, una
anciana que malvive sola junto al bosque, encuentra en su jardín a
una joven desconocida, exhausta y desorientada. Se trata de Zara,
una veinteañera rusa, víctima del tráfico de mujeres, que a logrado
escapar de sus captores y ha acudido a la casa de Aliide en busca de
una ayuda que necesita desesperadamente.
Narrada en capítulos cortos que alternan presente y pasado a un
ritmo subyugante, la revelación gradual de la historia de ambos
personajes mantiene en vilo al lector hasta la última página.
La muerte de Montaigne
Jorge Edwards
Tusquets Editores
Precio: $68
En 1588, en vísperas de la turbulenta llegada al trono francés de
Enrique III de Navarra, cuando sigue fresca en la memoria la noche de
San Bartolomé, y las guerras entre católicos y protestantes tiñen de
sangre Europa, Michel de Montaigne, que es ya un filósofo respetado,
conoce en París a una joven admiradora de su obra: Marie de
Gournay. Y Montaigne, que tiene por entonces cincuenta y cinco
años y está "bien casado", inicia una exaltada relación con la joven
Marie, a la que convierte en "hija de adopción". Para reconstruir esa
pasión crepuscular, Jorge Edwards rastrea al Montaigne público y
privado, explora su relación con las mujeres, su preparación para la
muerte, va dibujando al hombre político, diplomático, al pensador
sensato y antidogmático, y al sabio, pero también al travieso autor de
los Ensayos.
Borges
Adolfo Bioy Casares
Edición minor, al cuidado
de Daniel Martino
Precio: $ 192
En 1931, Jorge Luis Borges (1899-1986) y Adolfo Bioy Casares (19141999) iniciaron una larga amistad literaria. Desde 1947, el propio Bioy
comenzó a registrar, con minuciosidad y precisión, las "interminables,
exaltadas conversaciones" que mantenían casi diariamente, afanes
en los que perseveró durante cuatro décadas, y que condujeron a las
1.700 páginas del extraordinario Borges (Destino, 2006). Preparada
también por Daniel Martino, esta edición de páginas escogidas
conserva lo esencial de las opiniones de Borges, sobre temas y
tópicos de interés general, no solo literario.
Escribe Martino: "La obra nos introduce por mérito de Bioy, a la
literatura y al pensamiento de un escritor famosamente complejo y
aun complicado. Esta nueva edición aspira a contribuir, siquiera
modestamente, a iluminar esa íntima, discreta, y por eso mismo
admirable, figura en tapiz".
Anton Chéjov
Teatro completo
Presentación: Jorge Dubatti
Ed. Losada
Precio: $ 139
"Chejov tiene una forma propia, como los impresionistas. Uno mira y
tiene la impresión de que el artista pone sus colores tal como le van a
parar a las manos, y como si sus pinceladas no tuvieran ninguna
relación entre ellas. Pero si uno se aleja un poco y lo mira mejor,
recibe una impresión extraordinaria, la de encontrarse frente a un
cuadro claro e indiscutible"
León Tolstoi
Además de sus obras mas conocidas, contiene obras breves, o
monólogos en un acto, como: "En el camino real", "Sobre el daño que
causa el tabaco", "El canto del cisne" y "La noche antes del juicio".
Jorge Luis Borges
Obra poética
Ed. Sudamericana
Precio: $ 249
Borges citaba a Berkeley, cuando: decía que el sabor de la manzana,
está en el contacto de la fruta con el paladar, no en la fruta misma;
analogamente, la poesía está en el comercio del poema con el lector,
no en la serie de símbolos que registran las páginas de un libro. Lo
escencial es el hecho estético, la modificación física que suscita cada
lectura.
Y agrega: "la literatura impone su magia por artificios; el lector acaba
por reconocerlos y desdeñarlos; de ahí la constante necesidad de
mínimas y máximas variaciones, que pueden recuperar un pasado o
prefigurar un porvenir. He compilado en este volumen toda mi obra
poética, he limado algunas fealdades, algún exeso de hispanismo o
argentinismo, pero en general, he preferido resignarme a los diversos
o monótonos Borges de 1923, 1925, 1929, 1960, 1960, 1964, 1969 así
como el de 1976 y 1977".
Contiene: "Fervor de Buenos Aires", "Luna de enfrente", "Cuaderno de
San Martín", "El hacedor", "El otro, el mismo", "Para las seis cuerdas",
"Elogio de la sombra", "El oro de los tigres", "La rosa profunda",
"Moneda de hierro", "Historia de la noche", "La cifra" y "Los conjurados".
Claudia Piñeiro
Betibú
Ed. Alfaguara
Precio: $ 79
Cuando parece que la tranquilidad ha vuelto a reinar en el country “La
Maravillosa”, Pedro Chazarreta aparece degollado, sentado en su
sillón favorito, con una botella de whisky vacía a un costado y un
cuchillo ensangrentado en la mano. Todo hace suponer que se trata
de un suicidio. Pero pronto aparecerán dudas. ¿Acaso algún justiciero
habrá querido vengar la muerte del empresario, asesinado tres años
antes en esa misma casa? ¿Será esta la última muerte?
La autora de Las viudas de los jueves vuelve a desplegar todo su
talento narrativo para contar la investigación de un crimen y trazar un
retrato del país. Lectora aguda de la realidad, Piñeiro hecha luz sobre
las relaciones entre el periodismo y el poder, y sobre los cambios que
se han producido en los medios de comunicación, y nos enfrenta a un
mundo de límites y controles en el que a pesar de todo siempre existe
la posibilidad de tender puentes y apostar de nuevo.
Siempre nos quedará París
El cine y la condición humana
José Pablo Feinmann
Ed. Capital intelectual
Precio: $ 72
No es un libro más sobre cine. Ni siquiera es un libro más sobre cine de
josé Pablo Feinmann, quién ya escribió Pasiones de celuloide, y El cine
por asalto. En esta ocasión, el autor no se limita a hablarnos de las
películas que ama y las que detesta, de los grandes directores y
actores, de los mejores guiones y las más bellas musicalizaciones, en
este libro nos habla de la condición humana, haciéndolo a través del
cine. Y entonces nos asomamos a la inmortalidad de la mano de
"Drácula", a la moral, con "A la hora señalada", a Dios y la religión con
"Crímenes y pecados", a los tabúes, con "Cuentame tu vida"...
Parafraseando a Hitchcock : este libro es, como el cine, la vida sin las
partes aburridas, con la profundidad habitual de Feinmann, y un
mensaje esperanzador. Porque, ya se sabe, "siempre nos quedará
París", como Bogart le dice a Bergman en el final de "Casablanca".
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