Roj: STS 5134/2009 - ECLI:ES:TS:2009:5134 Id Cendoj: 28079130052009100449 Órgano: Tribunal Supremo. Sala de lo Contencioso Sede: Madrid Sección: 5 Nº de Recurso: 3047/2006 Nº de Resolución: Procedimiento: RECURSO CASACIÓN Ponente: JESUS ERNESTO PECES MORATE Tipo de Resolución: Sentencia SENTENCIA En la Villa de Madrid, a veintiuno de Julio de dos mil nueve Vistos por la Sala Tercera (Sección Quinta) del Tribunal Supremo, constituída por los Magistrados Excmos. Sres. anotados al margen, los presentes recursos de casación, que, con el número 3047 de 2006, penden ante ella de resolución, interpuestos por la Procuradora Doña Matilde Marín Pérez, en nombre y representación de Don Adriano , Doña Adoracion , Don Alexander , Doña Angelica , Doña Patricia , Don Basilio , Doña Carmela , Doña Claudia , Doña Crescencia , Doña Elena , Doña Emilia , Doña Esther , Don Evelio , Doña Jacinta , Doña Leonor , Doña Macarena , Doña Mariola y Don Iván , y por la Procuradora Doña Rosa Sorribes Calle, en nombre y representación de Doña Rosalia , contra los autos pronunciados por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla - La Mancha, con fechas 25 de julio de 2005 y 4 de octubre del mismo año, en ejecución de la sentencia dictada por la misma Sala, con fecha 31 de marzo de 1997, en el recurso contencioso-administrativo número 919 de 1993. En este recurso de casación ha comparecido, en calidad de recurrido, el Ayuntamiento de Puertollano, representado por la Procuradora Doña Felisa María González Ruiz. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO .- La Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla - La Mancha dictó, con fecha 31 de marzo de 1997, sentencia en el recurso contenciosoadministrativo número 919 de 1993, cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: «FALLAMOS: Que estimando parcialmente el recurso contencioso-administrativo interpuesto por Adriano , Adoracion , Alexander , Claudio , Angelica , Patricia , Basilio , Carmela , Claudia , Crescencia , Olegario , Elena , Emilia , Esther , Evelio , Jacinta , Leonor , Isabel , Eduardo , Iván , María Milagros , Angelina y Herminio , contra los acuerdos del Ayuntamiento demandado de fecha 25-6-93 y 22-9-93, debemos declarar y declaramos el mantenimiento de los puntos del acuerdo impugnado de fecha 25-6-93, tal como aparecen redactados, así como la obligación del Ayuntamiento demandado de adoptar las resoluciones correspondientes, en cuanto a protección de legalidad urbanística y licencia municipal de apertura, en atención a la falta de ajuste existente de las obras realizadas a la licencia concedida; todo ello sin costas». SEGUNDO .- Recibida en casación dicha sentencia por la representación procesal de Doña Rosalia , esta Sala mediante sentencia, de fecha 22 de octubre de 2001 , declaró no haber lugar al referido recurso. TERCERO .- Solicitada por la representación procesal de Doña Rosalia a la Sala de instancia la declaración de imposibilidad legal y material de ejecutar la sentencia, dicha Sala la denegó por auto de fecha 28 de abril de 2005 , en el que se ordenó que el Ayuntamiento de Puertollano procediese en los términos ya acordados a la más adecuada ejecución del pronunciamiento judicial, frente al que la misma representación procesal dedujo recurso de súplica, que fue desestimado por auto de fecha 3 de junio de 2005 . CUARTO .- Con fecha 25 de julio de 2005, la Sala de instancia dictó auto, cuya parte dispositiva es del tenor literal siguiente: «La Sala acuerda que se tiene por ejecutada la sentencia, y por restaurada la legalidad urbanística infringida, con el otorgamiento de la licencia de demolición por parte del Ayuntamiento de Puertollano, con la cautela contenida en el fundamento jurídico séptimo de esta resolución», cuyo contenido es: «En estas condiciones procederá dar por restaurada la legalidad urbanística, con la licencia otorgada, 1 siempre que se proceda a la efectiva demolición del edificio en que se encuentran las ilegalidades cometidas en su día, en el plazo máximo de dos meses, a contar desde la firmeza de este auto». QUINTO .- Contra el referido auto se interpuso recurso de súplica tanto por la representación procesal de Don Adriano y otros como por la de Doña Rosalia , que fueron desestimados por auto de la Sala de instancia dictado con fecha 4 de octubre de 2005 , frente al que ambas partes prepararon sendos recursos de casación, que inicialmente rechazada dicha preparación, fue finalmente aceptada en virtud de la decisión de esta Sala del Tribunal Supremo al estimar el recurso de queja oportunamente deducido, por lo que la Sala de instancia emplazó a las partes para que, en el término de treinta días, pudiesen comparecer ante este Tribunal de Casación. SEXTO .- Dentro del plazo, al efecto concedido, comparecieron ante esta Sala del Tribunal Supremo, como recurrido, el Ayuntamiento de Puertollano, representado por la Procuradora Doña Felisa María González Ruiz, y, como, recurrentes, Don Adriano , Doña Adoracion , Don Alexander , Doña Angelica , Doña Patricia , Don Basilio , Doña Carmela , Doña Claudia , Doña Crescencia , Doña Elena , Doña Emilia , Doña Esther , Don Evelio , Doña Jacinta , Doña Leonor , Doña Macarena , Doña Mariola y Don Iván , representados por la Procuradora Doña Matilde Marín Pérez, y Doña Rosalia , representada por la Procuradora Doña Rosa Sorribes Calle, al mismo tiempo que estas Procuradoras presentaron sendos escritos de interposición de recurso de casación. SEPTIMO .- El recurso de casación interpuesto por la Procuradora Doña Matilde Marín Pérez, en nombre y representación del colectivo de recurrentes, se basa en dos motivos, el primero al amparo del apartado c) del artículo 88.1 de la Ley de esta Jurisdicción y el segundo al del apartado d) del mismo, en los que se denuncia que la Sala de instancia en los autos recurridos se ha apartado de la parte dispositiva de la sentencia que se ejecuta, al dejar subsistente la licencia de apertura, respecto de la que en la sentencia se ordenaba al Ayuntamiento adoptar la resolución correspondiente en cuanto a la misma, resultando contradictorio que se mantenga la vigencia de la licencia de apertura del establecimiento al mismo tiempo que se considera ilegal la construcción del inmueble y se ordena demolerlo, pues el más elemental sentido común sugiere que no es posible mantener la licencia de apertura de un establecimiento convertido en solar, terminando con la súplica de que se anulen los autos recurridos por contradecir los términos del fallo que se trata de ejecutar y se acuerde seguir adelante la ejecución de conformidad con los términos literales de la parte dispositiva de la sentencia firme, y se condene en costas a la recurrida. OCTAVO .- El recurso de casación interpuesto por la representación procesal de Doña Rosalia se basa en dos motivos, el primero porque la Sala de instancia ha vulnerado lo dispuesto en los artículos 108 de la Ley Jurisdiccional y 167.2 de la Ley 2/1998, de 4 de junio, en relación con los artículos 24 y 118 de la Constitución, ya que conceder un plazo para demoler y construir de solo dos meses resulta un imposible, pues, además, no se ajusta a los términos del acuerdo municipal de 8 de junio de 2005 aprobatorio del proyecto de demolición y construcción, y el segundo por haber infringido el Tribunal "a quo" lo establecido en los artículos 162.1, 163.1 y 167.2 de la Ley 2/1998, de 4 de julio , ya que la única forma de proceder a restaurar la legalidad urbanística es el derribo de lo ilegalmente construído y la nueva construcción conforme al planeamiento municipal, lo que no se puede llevar a cabo en el plazo de dos meses que fija la sentencia, por lo que terminó con la súplica de que se revoquen las resoluciones recurridas y se deje sin efecto el plazo de dos meses establecido en la parte dispositiva y en el fundamento séptimo del auto recurrido de 25 de julio de 2005 . NOVENO .- Admitido a trámite ambos recursos de casación, se dio traslado por copia a la representación procesal del Ayuntamiento comparecido como recurrido para que, en el plazo de treinta días, formalizase por escrito su oposición a ellos, lo que efectuó con fecha 23 de enero de 2009, aduciendo que, al centrarse el recurso de la Sra. Rosalia en el plazo de dos meses y haber transcurrido a la fecha tres años, estando efectuada la demolición y prácticamente terminada la construcción, carece de objeto dicha impugnación del auto, y, en cuanto al interpuesto por la otra parte recurrente, los autos recurridos, en contra de lo que se afirma al articular los dos motivos, no se apartan un ápice de la sentencia, puesto que lo que ésta ordenó es que el Ayuntamiento adoptase las medidas necesarias para proteger la legalidad urbanística, como así procedió el Ayuntamiento, sin que la sentencia le hubiese impuesto el deber de anular la licencia de apertura, por lo que no se adoptó acuerdo municipal alguno en relación con dicha licencia de apertura, confundiendo la parte recurrente la legalidad urbanística de un inmueble con la licencia de apertura para el ejercicio de una actividad, cual es una oficina de farmacia, terminando con la súplica de que se desestimen ambos recursos de casación con imposición de costas a los recurrentes. 2 DECIMO .- Formalizada la oposición al recurso de casación, quedaron las actuaciones pendientes de señalamiento cuando por turno correspondiese, a cuyo fin se fijó para votación y fallo el día 7 de julio de 2009, en que tuvo lugar con observancia en su tramitación de las reglas establecidas por la Ley. Siendo Ponente el Excmo. Sr. D. Jesus Ernesto Peces Morate, FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO .- Los defectos de técnica en la articulación de ambos recursos de casación interpuestos resultan evidentes por cuanto no se basan en lo establecido en el artículo 87.1 c) de la Ley Jurisdiccional , a pesar de que constituye doctrina legal, recogida, entre otras, en nuestras sentencias de fechas 13 de febrero, 17 de abril y 25 de octubre de 1999, 18 de enero, 14 de febrero y 5 de mayo de 2000, 21 de octubre de 2001, 8 de julio y 10 de diciembre de 2003, 4 de mayo de 2004, 13 de mayo de 2005 27 y 28 de junio y 4 de julio de 2006, 28 de mayo y 26 de julio de 2007, 12 de diciembre de 2007 (recurso de casación 2911/2005), 4 de enero de 2008 (recurso de casación 27/2004), 6 de febrero de 2008 (recurso de casación 3808/2005), 27 de febrero de 2008 (recurso de casación 5275/2005), 9 de abril de 2008 (recurso de casación 6742/2005), 8 de octubre de 2008 (recurso de casación 5665/2006) y 4 de febrero de 2009 (recurso de casación 1753/2007 ) que los únicos motivos de casación admisibles contra los autos dictados en ejecución de sentencia son los contemplados en el apartado c) del artículo 87.1 de la Ley Jurisdiccional , es decir aquéllos en los que se aduce que se resuelven cuestiones no decididas, directa o indirectamente, en la sentencia que se trata de ejecutar o que contradicen los términos del fallo que se ejecuta, de manera que la comparación no ha de hacerse entre lo decidido en el auto y los preceptos del ordenamiento jurídico o la jurisprudencia sino entre lo resuelto en aquél y la parte dispositiva de la sentencia. Esta doctrina ha sido completada y precisada en nuestras citadas Sentencias de fechas 12 de diciembre de 2007 (recurso de casación 2911/2005), 9 de abril de 2008 (recurso de casación 6742/2005), 8 de octubre de 2008 (recurso de casación 5665/2006) y 4 de febrero de 2009 (recurso de casación 1753/2007 ), en las que hemos declarado también que no cabe negar la posibilidad de hacer valer en casación la vulneración de derechos fundamentales, constitucionalmente declarados, cuando sea legalmente procedente el recurso de casación (artículo 5.4 de la Ley Orgánica del Poder Judicial ). Ahora bien, conforme a esta jurisprudencia, procede que examinemos uno y otro recurso, ya que, a pesar de ese defecto de técnica casacional, en uno se denuncia que los autos recurridos contradicen los términos del fallo de la sentencia que ejecuta por dejar inalterada la licencia de apertura, mientras que en el otro se tacha a tales autos de no cumplir lo dispuesto en la sentencia al ordenar que la demolición de la obra se llevase a cabo en dos meses. No obstante, como vamos a exponer brevemente, ni uno ni otro recurso deben prosperar. SEGUNDO .- En el interpuesto por quienes fueron demandantes en la instancia se asegura que los autos recurridos se apartan de la sentencia al tenerla por cumplida con la demolición de la obra sin afectar a la licencia de apertura, que también fue anulada en dicha sentencia; aseveración esta última completamente inexacta, según se deduce de la difícil lectura de la propia sentencia y expresó, con toda corrección, la Sala de instancia en el auto resolutorio de la súplica, al declarar que «en la sentencia en su día dictada no se declaraba la obligación incondicionada de anular la licencia de apertura». Ni que decir tiene que el parecer de estos recurrentes, al afirmar que «es totalmente y contrario al más elemental sentido común que la misma resolución mantenga la vigencia de la licencia de apertura del establecimiento y, al propio tiempo, considere ilegal toda la construcción del inmueble en que se ubica y condene a demolerlo» y que «el más elemental sentido común y práctico nos sugiere que no es posible mantener la licencia de apertura de un establecimiento convertido en solar», es completamente equivocado, y para demostrarlo basta recordar que ya, desde antiguo, el Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales, aprobado por Decreto de 17 de junio de 1955, en su artículo 22.3 dispuso que «cuando, con arreglo al proyecto presentado, la edificación de un inmueble se destinara específicamente a establecimiento de características determinadas, no se concederá el permiso de obras sin el otorgamiento de la licencia de apertura, si fuese procedente». TERCERO .- Tampoco asiste la razón a la otra recurrente cuando sostiene que la fijación de un plazo de dos meses para llevar a cabo la demolición de la obra ilegal es contrario al pronunciamiento de la sentencia que se ejecuta, pues lo cierto es que la construcción se declaró ilegal por sentencia pronunciada con fecha 31 de marzo de 1993 y firme desde el 22 de octubre de 2001 al desestimarse el recurso de casación interpuesto contra ella, mientras que la Sala de instancia señala el indicado plazo perentorio cuando han transcurrido dos 3 años y nueve meses desde dicha firmeza, debida tal demora, entre otras causas, a los incidentes promovidos por la propia recurrente, titular de la obra no ajustada a licencia, de manera que la concreción de un plazo, para cumplir lo dispuesto en la sentencia, es un modo de urgir su pronta ejecución, que es por lo que deben velar los juzgados y tribunales cuando las partes obligadas a cumplirla no lo hacen. CUARTO .- La declaración de no haber lugar a ambos recursos de casación interpuestos comporta la imposición a los recurrentes de las costas procesales causadas, según establece el artículo 139.2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa , si bien, como permite el apartado tercero del mismo precepto, es procedente limitar sus cuantía, por el concepto de honorarios de abogado del Ayuntamiento comparecido como recurrido, de mil euros con cargo a la recurrente Doña Rosalia y otros mil euros a cargo de los demás recurrentes, quienes abonarán esta suma por partes iguales, dada la actividad desplegada por el referido abogado al oponerse a uno y otro recurso de casación. Vistos los preceptos y jurisprudencia citados, así como los artículos 86 a 95 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa . FALLAMOS Que debemos declarar y declaramos que no ha lugar a los recursos de casación sostenidos por la Procuradora Doña Matilde Marín Pérez, en nombre y representación de Don Adriano , Doña Adoracion , Don Alexander , Doña Angelica , Doña Patricia , Don Basilio , Doña Carmela , Doña Claudia , Doña Crescencia , Doña Elena , Doña Emilia , Doña Esther , Don Evelio , Doña Jacinta , Doña Leonor , Doña Macarena , Doña Mariola y Don Iván , y por la Procuradora Doña Rosa Sorribes Calle, en nombre y representación de Doña Rosalia , contra los autos pronunciados por la Sección Primera de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Castilla - La Mancha, con fechas 25 de julio de 2005 y 4 de octubre del mismo año, en ejecución de la sentencia dictada por la misma Sala, con fecha 31 de marzo de 1997 , en el recurso contencioso-administrativo número 919 de 1993, con imposición a los referidos recurrentes de las costas procesales causadas hasta el límite, por el concepto de honorarios de abogado del Ayuntamiento comparecido como recurrido, de mil euros a cargo de la recurrente Doña Rosalia y de otros mil euros a cargo de los demás recurrentes, que los abonarán por partes iguales. Así por esta nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos , debiéndose hacer saber a las partes, al notificársela, que contra ella no cabe recurso ordinario alguno. PUBLICACION .- Leída y publicada que fue la anterior sentencia por el Excmo. Sr. D. Jesus Ernesto Peces Morate, Magistrado Ponente en estos autos, de lo que como Secretario certifico. 4